CAPITULO 1. "EL COMIENZO"
Naruto: ¡Baka! ¡Yo lo vi primero!-
Sai: ¡Mentira! ¡Eso es mío!-
Gaara: ¡Naruto! ¡Sai! ¡Dejen de pelear de una buena vez!-
El pequeño niño pelirrojo de apenas 12 años de edad arrebató de sus manos un sucio trozo de pan y les indicó que se sentasen.
Naruto: pero tenemos hambre…-
Renegó el curioso niño rubio cruzándose de brazos y haciendo un puchero, se podía notar algo de tierra en su cara y en su cabello, sus ropas estaban desgastadas y no llevaba zapatos.
Gaara: ya lo sé, pero si queremos sobrevivir tenemos que guardar la comida-
Sai: pero podemos seguir robando-
Gaara: robar no es bueno Sai-
Naruto: Pero solo somos niños, no podemos comprar la comida…tenemos que encontrar un hogar…una familia-
Sai: ¿Pero qué dices? Nosotros somos tu familia Naru-
Naruto: es verdad…-
Naruto, Sai y Gaara eran 3 niños sin hogar o familia alguna, cuando Gaara tenía 5 años sus padres murieron en un accidente, por suerte pudo escapar de los policías, él mismo salió del auto y se fue corriendo cuando escuchaba la policía, a que lo llevaran a un orfanato no era lo único que le temía había una razón más que lo estuvo atormentando hasta ahora, 3 días después de vagar por las calles y estar robando comida, encontró a Naruto llorando en un callejón, sus padres lo habían abandonado en aquel lugar, Desde entonces Gaara y Naruto no se separan, después hace 6 meses aproximadamente, Naruto encontró a Sai robando en una panadería y lo invitó a quedarse y él aceptó, la historia de Sai es aún más trágica que la de ellos dos, Sai escapó de casa porque sus padres lo golpeaban, aunque esa era tan solo una razón, había otra que les había ocultado hasta ahora.
Caminaban hacia su casa, era una vieja construcción sin terminar pero tenían techo y unas cuantas cobijas, era lo mejor que podían tener.
Gaara: que les parece si vamos por algo de fruta, abrieron un nuevo local aquí cerca-
Naruto: ¡Sí! ¿Podemos ayudarte Gaara?-
Sai: por favor déjanos ayudarte-
Gaara: qué más da, supongo que así será más fruta, vamos-
El trío caminó unas cuantas calles hasta poder localizar aquel local de fruta, idearon un plan, ya todos estaban listos.
Gaara: Nos vemos aquí en 5 minutos-
Ambos asintieron y todos tomaron caminos diferentes y se acomodaron en sus posiciones, Sai sería el primero, corrió hacia el local y sin que el dueño lo viera tomó unas cuantas manzanas, cuando su bolsa estuvo llena salió corriendo de ahí hacia el punto de reunión, después le siguió Gaara con una sandía pequeña en las manos, solo faltaba Naruto. Gaara y Sai ya se encontraban en el punto de reunión pero Naruto no aparecía.
Sai: ¿En dónde se habrá metido Naruto?-
Gaara: no lo sé, pero iré a buscarlo, tú quédate aquí por si regresa-
Gaara corrió de nuevo al local tratando de encontrar a Naruto por algún lado pero no había rastro de él, hasta que se comenzaron a escuchar unos gritos, parecía el dueño, se dirigió hacia ahí encontrándose a Naruto tirado en el suelo con varios golpes, el dueño continuaba golpeándolo pero Naruto ya no se movía.
Dueño: ¿¡Trataste de robar mi fruta!? ¡Mocoso inútil!-
El dueño estaba a punto de volver a golpearlo pero Gaara interfirió recibiendo el golpe dejándolo sin aire pero no se movía, seguía protegiendo a Naruto, las personas que pasaban por ahí no hacían nada, solo continuaban su camino.
Dueño: ¡Tú que te metes! ¡Largo!-
Gaara tomó del brazo a Naruto y salieron corriendo de ahí, llegaron agotados a la casa, Sai los esperaba en la puerta llevándose una sorpresa de como venían.
Sai: ¿Qué les pasó?-
Gaara: El dueño descubrió a Naruto-
Naruto: Gomenasai…-
Sai: Tengo que curarlos…-
Gaara: ¿Con que? ¡Nadie ayudará a 3 niños de la calle! ¡Ni siquiera pudieron hacer algo con el dueño!-
Gaara comenzó a llorar, tal vez sea más maduro que ellos pero seguía siendo un niño, Naruto también comenzaría a llorar pero aguantó las lágrimas.
Naruto: Gaara…no llores, si estamos juntos estaremos bien-
Los tres niños se fueron la cama, ese día fue muy cansado para todos, al menos pensaban que mañana les iría mejor.
~POV’ NARUTO~
Era de día, aunque no me apetecía abrir los ojos, no quería otro día de sufrimiento, solo quería que todo acabara, unas voces se comenzaron a escuchar en la otra habitación, me levanté para averiguar de quien se trataba, era Gaara y a su lado un policía, ¿Qué hace él aquí?
Policía: ¡Largo de aquí!-
Gaara: ¡Por favor señor! Déjenos quedarnos-
Policía: Esta es propiedad privada, no pueden estar aquí-
Gaara: pero no tenemos donde vivir-
Policía: ese no es mi problema, ahora ¡largo!-
¿Irnos? ¿Por qué? Siempre nos sucedía esto, siempre teníamos mala suerte no importa a donde vallamos, odio a los adultos, los odio con toda mi alma, no los necesito, no necesito una mama ni un papa, solo necesito a Gaara y a Sai, nunca estaré con un adulto.
Gaara se dirigía hacia acá así que me oculté de nuevo bajo una cobija haciendo como si estuviera dormido pero el llanto me delataba.
Gaara: Naru, no hace falta que te ocultes, sabes que tenemos que irnos…Sai, despierta, hay que irnos-
Sai: ¿Eh? ¿Irnos?-
Gaara: un policía está afuera, no podemos quedarnos más-
Tomamos todo lo que teníamos, aunque no era mucho pero nos serviría para vivir tal vez 2 días, caminamos todo el día por toda la ciudad, mis pies no podían caminar más, se estaba oscureciendo y solo faltaba la última casa para pedirles si nos dejarían dormir ahí, de sorpresa todas las anteriores casas no querían a unos niños sucios de la calle, si no nos aceptaban aquí, tendríamos que dormir en el parque, Gaara tocó y la puerta se abrió dejando ver a una bella mujer de cabello rojizo.
¿?: Hola pequeños, ¿En qué puedo ayudarlos?-
Ella en realidad era bella, mostró una gran sonrisa que ninguno de nosotros había visto una igual, en realidad era feliz.
Gaara: Disculpe la molestia pero buscamos donde pasar la noche-
¿?: ¿Eh? ¿No tienen dónde vivir? Hmmm… no se preocupen, adelante, mi nombre es Kushina, mi esposo y yo estábamos a punto de cenar-
Sai: ¡Gracias!-
Entramos aunque yo no estaba muy convencido, prefería dormir en un parque a vivir con un adulto, en el comedor se encontraba un hombre de cabello rubio y unos ojos muy azules.
Kushina: ¡Minato!-
Minato: ¿Qué sucede?... ¿Eh? ¿Quiénes son ellos?-
Kushina: ¿Pueden pasar la noche aquí? ¡Por favor! ¡Míralos son muy tiernos!-
Minato: ¿No tienen dónde vivir?-
Kushina: No, ¡Por favor deja que se queden!-
Minato: Por supuesto que se pueden quedar-
Kushina: ¡Siéntense niños! Es hora de cenar-
Todos se mostraban felices, esa pareja era muy feliz y Gaara y Sai tenían los ojos iluminados, todos empezamos a comer aunque no tenía apetito.
Minato: uno de cabello negro, un rubio y un pelirrojo, supongo que no son hermanos, ¿Cuáles son sus nombres?-
Gaara: mi nombre es Gaara, ellos son Sai y Naruto-
Kushina: y sus padres...-
Sai: yo escapé, mis padres me golpeaban, los padres de Gaara murieron y a Naruto lo abandonaron-
Minato: ya no se preocupen por eso, pueden quedarse todo lo que quieran, la verdad, a Kushina y a mí nos encantaría que se quedasen, les compraremos todo lo necesario e irán a la escuela, nos pueden llamar mama y papa-
Kushina: Minato…
La mujer se abalanzó hacia nosotros abrazándonos y diciéndonos que es hora de ir a la cama, yo no quería, no me gustaba estar en una casa de extraños aunque Gaara y Sai eran muy felices y no quería arruinarles eso, fuimos a la cama y traté de dormir.
Era más de media noche y no podía dormir, me cambié y salí de la casa sin que nadie se diera cuenta, necesitaba pensar, no quiero estar ahí, me rehúso a vivir con adultos, todos son iguales, no tardará para que Minato y Kushina nos traten igual, teníamos que conseguir un trabajo, para poder ganar dinero y tener una casa propia, aunque me lleve toda la vida trabajaría para conseguirlo, pero ¿Dónde puede trabajar un niño de 12 años? Un letrero brillante se atravesó en mi camino, no estoy seguro de que era ahí pero tal vez podría conseguir empleo, veía que unos cuantos hombres salían y otros llenos de alcohol, pero no importaba, seguramente ahí me darían empleo, corrí devuelta a la casa para despertar a Sai y poder ir juntos.