Nos remontamos a una era antigua de Japón, donde los samuráis están en su mayor apogeo, nos vamos a la frontera más importante de Japón, soldados, la mayoría en su totalidad eran samuráis, portaban sus armaduras haciendo guardia, tenían que cuidar muy bien la entrada, ya que habían llegado rumores de que el criminal más peligroso estaba suelto y tenía una ejército y que tenía planes muy macabros con su emperador.
Un joven samurái caminaba en una zona alta, era un acantilado, cuando varios anzuelos de gran tamaño comenzaron a enroscarse en el suelo.
-qué demonios?!
Asomo la cabeza para ver hacia el suelo y no le agradó nada lo que vio, no pudo hacer nada más que dar pasos atrás, los invasores se alzaron y subieron a tierra firme donde rodearon al chico, este los enfrento con una mirada fuerte y salió corriendo tenía que llegar y encender la antorcha grande para advertir.
Cuando llego agarro una antorcha más pequeña pero dentro de las sombras apareció un tipo, con cabellera larga completamente negra, ojos entre dorados y peligrosos y tenía un aspecto a serpiente, el joven samurái lo vio y lanzo la antorcha encendiendo la antorcha más grande.
Esa señal hizo que varias antorchas más se encendieran y alertaran a varios lugares.
-ahora todo Japón sabrá que estas aquí.
El hombre agarro la bandera que mantenía el sello del emperador y la quemo y se acercó al chico, dejando ver una sonrisa macabra.
-perfecto…
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Entrando al palacio imperial de Japón, iban un grupo de samuráis, tenían que hablar con su majestad el emperador.
El general Uchiha se dirigió al emperador, se hincaron en el suelo y hablo.
-majestad jiraiya los orochi cruzaron la frontera
-imposible! Nadie puede atravesar la frontera-dijo el asistente del emperador.
El emperador el cual estaba sentado en el trono, tan imponente y con su largo pelo blanco y sus ojos oscuros, callo a su asistente. Entonces el general Uchiha hablo de nuevo.
-orochimaru los comanda –el emperador cerro los ojos y los volvió abrir con una mirada más cargada- situaremos seguridad alrededor del palacio inmediatamente.
El emperador jiraiya se levantó de un golpe.
-NO! –Dijo firme- envíen las tropas a proteger a mi pueblo, óbito-llamo a su asistente.
-si su excelencia-dijo inclinándose.
-reparte notas y recluta a cuanto hombre sea posible.
-su majestad-hablo el general- creo que con mis tropas es suficiente- dijo serio a la misma vez que se levantaba y le daba la cara al emperador.
-no quiero correr el riesgo, un arroz desequilibra la balanza, un hombre puede ser la diferencia entre la victoria y la derrota.
-si su majestad.
Bajo la cabeza.
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Un joven doncel repasaba las respuestas correctas que tenía que dar en su cita con la casamentera, ya era tiempo de tener una pareja y unir a dos familias, era doncel y por lo tanto su deber era casarse con un hombre de una buena familia.
Naruto así se llamaba, tenía su largo pelo rubio hasta debajo de las caderas, tenía una belleza sin igual, sus ojos azules brillantes y su piel, era hermoso pero muy descuidado.
Por más que repetía las respuestas no se le quedaban, suspiro derrotado y siguió escribiéndose las respuestas con tinta en su brazo, de una u otra tenía que pasar excelente el examen de la casamentera, no quería traer deshonra a su familia.
Cuando un gallo canto se asustó y recordó.
‘’oh diablos, ya es hora’’
Se levantó apurado y salió a buscar a su perrito.
-oh chico, donde estas chico, oh aquí estas buen chico –decía mientras lo acariciaba, y el perrito movía la cola de un lado a otro.
-puedes ayudarme con mis deberes?
El perrito ladro y naruto sonrió, le puso el saco de comida para las gallinas y el perrito salió corriendo para darle de comer a las gallinas.
Mientras en el templo de la casa estaba el padre de naruto, Minato, estaba rezando.
-honorables ancestros, por favor ayuden a Naruto a impresionar a Kurenai-dono.
El perro llego y las gallinas lo iban siguiendo, Minato suspiro derrotado y se concentró más en su rezo.
-por favor, por favor ayúdenlo.
Naruto llego corriendo ya vestido, al templo con una bandeja de té para Minato, este al verlo se le acerco.
Sin darse cuenta que su padre estaba delante choco contra él, la bandeja donde traía el té salió volando, el pequeño vaso se quebró pero Minato agarro el jarro con te, en eso Naruto saco de su kimono de verano otra tasita.
-naruto.
-tengo otra –dijo sonriendo.
-naruto…
- el medico dijo que hay que tomar tres tazas de Té por la mañana tres por la noche.
-NARUTO!!-decía mientras Naruto le daba la taza de té.-deberías estar en la ciudad, contamos con que…
-honres a la familia, ya lo sé –dijo sonriendo, y arreglando un poco su largo cabello- ya me lo has dicho, tranquilo padre no te defraudare.-se escondió el brazo con las respuestas –deséame suerte!!!
-date prisa!!-grito Minato al ver como Naruto corría. – kami-sama creo que voy a rezar un poco más.-susurro.
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La ciudad estaba muy movida, varios campesinos iban con carretas moviendo las cosas que iban a vender, otras compraban, niños jugaban, el polvo se levantaba por todas las personas que caminaban.
Una pelirroja estaba afuera de una tienda, esperando a su hijo, ya se estaba comenzando a desesperar, porque su hijo se tardaba tanto.
-kushina-san su hijo ya viene?-pregunta una señora desde adentro.
-oh si, el ya viene.- Otra vez mintiendo,
-la casamentera no es una mujer paciente.
Ni sabía si Naruto iba aparecer o no, sus nervios estaban de punta, solo quería ver a Naruto ahí y ya!
-debería pedir suerte a los ancestros.
-suerte a los ancestro ni que nada, pedir suerte a los muertos que tontería, este pequeño trae suerte –decía la abuela, con una grillo es su mano, era bajita y bastante voluptuosa para su edad, rubia como Minato y Naruto.-ahora demuestra todo lo que vales-decía susurrando al grillo.
La abuela se tapó los ojos y comenzó a caminar por donde todas las carretas y caballos pasaban, todos se asustaron y desviaban su camino chocando y haciendo gran desorden, Kushina pegó un grito al ver lo que estaba pasando solo rogaba que nadie se la pasara llevando.
-por kami-sama.
Al finalizar la anciana llego al otro lado, sana y salva, y grito.-VES TE LO DIJE ES DE LA BUENA SUERTE!!
Kushina suspiro y se tapó la cara, que vergüenza ahora todos la veían a ella, cuando vio el caballo de Naruto asomarse y como este llegaba a todo galope, tenía tantas ganas de jalarle la oreja por llegar tan tarde.
Naruto se tiro desde su caballo y dijo sonriendo –ya estoy aquí! –kushina lo mato con la mirada- que?! Ya estoy aquí…-kushina negó con la cabeza.-que…yo…
-no quiero excusas-lo comenzó a empujar para que entrara en el local-ahora vamos a prepararte.
Cuando entro una señora bajita lo tomo del brazo y lo jalo, al parecer tenía muchas más fuerza que él, cuando menos sintió ya le estaban quitando la ropa, tan rápido que no se dio cuenta y fue empujado hacia una pequeña bañera de madera dándose un chapuzón.
Miren este lindo retoño, querida he visto peor, hay que quitar lo feo, serás un primor
-esta fría-gimoteo, y comenzó a temblar, pero aun así no tuvieron piedad de él,
-estaría caliente si hubieras venido a tiempo-dijo kushina. Le lavaron el pelo y el cuerpo también
A lavar y a secar, deslumbrante te voy a dejar, esta fórmula no va a fallar, nos vas a brindar honor.
Su mama le agarro el brazo y le vio las letras.
-Naruto que es esto?
-es-es una ayuda… por si se me olvida.
Kushina movió su cabeza en forma de desaprobación, la abuela llego y le dio la jaulita con el grillo a kushina.
-toma, necesitara más suerte de lo que pensaba.
Lo sacaron y comenzaron a peinarlo, le jalaban el pelo para después hacer un tocado hermoso, poniéndole unas piedras en decoración, diciéndole que ‘’toda honra iba a lograr’’
Lo llevaron a vestirse, con un largo y hermoso kimono, lo envolvieron y le apretujaron la cintura casi dejándolo sin respiración, ‘’diablos, ya no quiero’’
Lo comenzaron a jalar de nuevo, por toda la ciudad para llevarlo a maquillaje, todos le decían el importante que era ese día.
Era todo o nada, hacían que los nervios de Naruto se elevaran, cuando llegaron lo sentaron y comenzaron a pintarlo, dejándolo hermoso, como una geisha, los labios rojos y su cara pálida, sus ojos delineados, ahora si estaba listo.
-estas tan hermoso-dijo kushina.
-gracias mama.
-ya estás listo.
-no aun no!!-dijo la abuela.-falta una manzana para la serenidad- le metió una manzana en la boca – un colgante para el equilibrio, mi collar y este pequeño grillo para que te de suerte
Ahora todo estaba hecho, se encamino hacia fuera, era hora de ir, suspiro fuerte y comenzó a cantar.
-voy con fe a pedir, que esta vez me ayuden a cumplir, mis ancestros han de intervenir, y a mi padre daré honor.
Caminaba, entonces su madre le dio una pequeña sombría, y tuvo que salir corriendo para alcanzar a los demás donceles y chicas, quedando de último en la fila.
Se trató de poner a la altura de los demás, pero es que eran tan refinados y él no era así, oh diablos, todas las personas cantaban y eso lo desconcertaba más, alzo la cabeza y trato de seguir la corriente.
Cuando termino el recorrido se hincaron esperando a que la casamentera abriera la puerta, Naruto estaba por comerse las uñas.
Entonces las puertas fueron abiertas de un golpe, y por ella salió una mujer de pelo largo despeinado con los ojos rojos y pelo negro, buena figura y con una lista en las manos.
-Naruto Namikaze-dijo la mujer.
-presente- se levantó apurado.
-y hablando sin mi permiso- se dio la vuelta y se metió en el templo, naruto se pegó en la frente, había comenzado mal.
Subió al templo y kurenai cerró la puerta, parecía mal humorada, como si la vida misma le amargara
Kurenai se le acerco y lo miro de pies a cabeza y negó.
-eres muy delgado no sirves pare tener hijos- se dio la vuelta y siguió anotando, en eso el grillo que llevaba se salió de su jaula y se escapó, trato de agarrarlo, y lo logro, pero se volvió a escapar y comenzó a saltar encima de naruto.
‘’maldito animal’’
Se iba a subir las mangas del kimono y pelear con el grillo pero kurenai se dio la vuelta asustándolo y agarro al grillo y se lo metió en la boca.
‘’pug, porque me pasa esto a mí!!’’
-ahora recita te escucho.
Naruto asintió, saco un abanico y tapo su boca, escupió el grillo y saco la lengua en clara señal de asco.
Iba a recitarlo, pero se le había olvidado, vio disimuladamente sus notas del brazo pero estas estaban corridas por haberse bañado, y a duras penas pudo decirlo sin trabarse, entonces la mujer le agarro el brazo donde tenía toda la información, y le arrebato el abanico viendo si estaba haciendo trampa, pero al ver que no había nada escrito se lo devolvió.
-ahora ven, sírveme.-decía mientras le señalaba la tetera con te.
La mujer se sentó, pero no se dio cuenta que estaba llena de tinta su mano.
‘’esto lo puedes hacer muy bien Naruto, tranquilo, con esto te la ganas’’
Y en ese preciso momento vio como kurenai se llevó la mano a la cara manchándosela, no pudo evitar aguantar la risa, y voto gran parte del té por no fijarse en donde lo estaba vertiendo, cuando lleno la tasita vio que adentro estaba el grillo.
‘’carajo!!! Maldito grillo’’
Cando iba a sacarlo, kurenai agarro la tasa y se la llevo a la boca.
-e-espere!
-guarda silencio!!!-grito la mujer soplando la tasa para tomar pero Naruto se subió a la mesa, tan rápido como pudo y le jalo la tasa.
-puedo retirársela ya!
-suéltala!!!
Comenzaron a forcejear, entonces Naruto perdió contra la fuerza de la mujer y soltó la tasa, esta derramo todo su contenido en el traje pulcro de kurenai y el grillo se le metió por el gran escote que se le veía.
-eres un torpe!!! ARGHH!!!
Grito al sentir como el grillo caminaba por su cuerpo, comenzó a retorcerse y saltar, quería sacarse el animal que se paseaba por su cuerpo.
Entonces se topó con un bote de incienso al rojo vivo quemándose el trasero y agarrando fuego su ropa.
-ahhhhh!!!!!!!!!!!!! AYUDA!!!!
Naruto no sabía qué hacer, si reírse o preocuparse, agarro la tetera con té y se lo hecho encima, bañándola por completo, haciendo que todo el maquillaje se corriera.
Las puertas fueron abiertas y naruto salió apenado, ya no había nada que hacer ahí.
Todos exclamaron con un claro ‘’oh!’’
-las cosas salieron bien, tu no crees?-pregunto la abuela a kushina.
Naruto hizo una reverencia y se dirigió hacia su mama, entonces Kurenai le agarro el brazo y lo miro amenazante.
-eres una desgracia, solo traerás deshonra a tu familia y eso NUNCA Cambiara!
La mujer se dio la vuelta y salió a grandes zancadas, Naruto agacho la cabeza, se sentía mal, triste, se le había salido todo de las manos, ahora no sabía ni como ver a la cara a su mama y que decir de su papa, todos ahí comenzaron a murmurar, el rubio solo quería desaparecer.
Regreso a su casa, y llevo a su caballo, cuando entro a su patio su papa lo vio y le sonrió, el rubio retiro su mirada y siguió adelante.
No podía soportar que su padre le sonriera de una manera cálida cuando había arruinado absolutamente todo.
Dejo a su caballo tomar agua, y comenzó a cantar necesitaba desahogarse.
-mira bien, no seré una esposo ideal, o un buen hijo –miro hacia donde estaban sus padres los cuales bajaban la cabeza en decepción, haciendo que el corazón de naruto se encogiera en decepción- no sabré tal papel jamás y tomar, ahora se…
Se encamino y dejo al grillo en una planta, solo quería estar solo.
-que al demostrar quien realmente soy, gran dolor podría causar…
Se paseó por su jardín viendo los estanques llenos de peces, viendo su reflejo, tan marcado y maquillado.
-quien veo en el reflejo ahí su mirar fijo en mí, y que en mi reflejo no reconocí.
Llego a paso seguro hasta el templo, donde estaban los nombres de sus ancestros, se hinco y quiso llorar.
-no puedo continuar, esta gran falsedad, cuando en mi reflejo yo me veré de verdad –con su kimono se quitó el maquillaje, no importaba si manchaba el kimono solo quería volver hacer el, se soltó su largo cabello dejándolo caer desordenadamente.
-cuando en mi reflejo yo, me veré, verdad… que estúpido soy…-suspiro triste, se levantó y se dirigió hasta la puerta del templo.
Camino hacia el árbol de sakura y se sentó en el pasto reflexionando, acaricio su cabello, tratando de peinarlo.
Cuando escucho un carraspeo de garganta volteo a ver, viendo a su padre, quito de inmediato su mirada entonces Minato suspiro, con gran esfuerzo se sentó en el piso también, su pierna no le dejaba, ya que estaba herido de batallas antiguas, él fue un gran samurái, pero cuando su pierna había sido rota y herida toda esa historia había acabado.
-vaya, vaya, mira que hermosas flores tenemos aquí, pero mira!! –dijo, entonces Naruto miro hacia donde su papa decía, viendo un pequeña flor hecha capullo todavía.-esta se ha tardado en abrirse pero cuando haya crecido va hacer las más hermosa de todas.
Minato le aparto el pelo poniéndoselo detrás de su oreja, Naruto sonrió un poco pero esa sonrisa se paralizo cuando escucho los tambores de alerta de su villa sonar.
Esos tambores nunca traían nada bueno.
Minato se levantó lo más rápido que pudo, su mirada era tan seria y fría, comenzó a cojear con el bastón, tenía que salir a ver, Naruto no perdió tiempo y se levantó igual, salieron a ver, los caballos se hicieron presentes montados en ellos venían Samuráis vestidos con su armadura y banderas con el sello del emperador.
Minato salió de la casa y Naruto iba atrás pero Kushina lo detuvo.
-no, quédate aquí - y salió tras Minato.
La abuela le señalo unas cajas por donde se podía subir y ver qué pasaba del otro lado y Naruto no perdió el tiempo, corrió y se subió.
El asistente del emperador se hizo presente con su fuerte vos.
-ciudadanos traigo órdenes del emperador, los orochi ha invadido Japón, por orden del emperador, un hombre por familia deberá en listarse en el ejército.
Y así Obito comenzó a llamar cada nombre de las familias, y cada hombre iba recibiendo la orden escrita, entonces lo inevitable llego.
-familia Namikaze.
-no!-dijo horrorizado Naruto, su padre no podía, no podía!!
Se aventó al suelo y salió corriendo, Minato había dejado el bastón y con todo el orgullo camino cojeando hasta llegar y recibir el papel.
Naruto lo alcanzo y se puso en frente de él.
-por favor no!, él ya ha servido a este país, no lo ha…
-silencio-dijo óbito- arias bien enseñar a tu hijo a mantener la boca callada y no hablar en frente de un hombre.-lo dijo con saña dirigiéndose a Minato
-NARUTO!-dijo serio y fuerte –no me avergüences más.
Y eso fue todo para callarlo, bajo la mirada y se apartó, Minato volvió a caminar con la cara en alto, y todos bajaron la mirada, entro a su casa sin hacerle caso a nada y Naruto entro también, y siguió a su padre con sigilo, viendo cada movimiento de este.
Minato Abrió un gran cajón donde estaba su armadura pulcra de Samurái, roja, tan roja como la sangre con aspecto tenebroso.
Vio como Minato saco con mucho cuidado su Katana, hizo una reverencia y se levantó para practicar con su espada, su kendo era perfecto, tan magistral pero en un giro su pie lo traiciono y cayó al suelo golpeándose, Naruto se tapó la boca para no decir nada.
Se sentía fatal, su padre no podía, simplemente no podía…
Tenía que hacer algo.
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Todos estaban reunidos en la pequeña mesa, tomando el té, era un silencio incomodo, al día siguiente iban a perder al patriarca de la familia, entonces Naruto no aguanto más y hablo, azotando la mesa.
-yo pienso que es injusto!!
-Naruto!-dijo kushina.
-hay hombres jóvenes que pueden luchar en vez de ti, tú ya has hecho mucho en el pasado!
-es un gran honor poder defender a mi país y a mi familia-dijo sereno.
-y vas a morir por ese honor?-dijo irónico.
-moriré cumpliendo mi deber-subió su voz levantándose encarando a Naruto.
-pero…
-CONOSCO MI DEBER!-grito alterado –y espero que tu aprendas el tuyo.
Esas palabras habían dolido tanto, como si su papa le hubiera golpeado, pero no fue así, se dio la vuelta y salió corriendo, salió de su casa y vio como el agua caía, la lluvia se hacía más fuerte, sin poder evitarlo comenzó a llorar.
Odiaba ser doncel, porque había nacido tan débil?
Era rebajado a tan mínimo por ser doncel, y le dolía, camino por todo su jardín mojándose, y se sentó cerca del charco, llorando, entonces vio como las siluetas de sus padres se reflejaban en la puerta, los dos juntaban sus frentes y se abrazaban.
Naruto no lo aceptaba.
Como podía aceptar, perder a su padre? Dejar sin esposo a su madre? Y dejar sin hijo a su abuela.
No, no era posible.
Frunció el ceño y su mente hizo click, tendría que sacrificar muchas cosas, pero era para el bien de todos.
Avanzo hasta el templo y se hinco haciendo reverencias a sus ancestros, pidiendo protección, para él y su familia, después de eso, entro a la casa, y fue al cuarto de sus padres con mucho cuidado dejo algo de él, una joya y agarro la orden del ejército y vio con amor a sus padres que estaban acurrucados y con cara de sufrimiento, entonces confirmo sus pensamientos.
Tenía que hacerlo por la familia.
Salió, se fue directo hacia el cuarto donde estaba la armadura y las katanas.
Se hinco en el suelo, y agarro la katana y la desenvaino, agarro su largo pelo y suspiro con pesar.
Con un movimiento de muñeca corto su pelo hasta dejarlo a la altura de sus hombros, y se lo amarro en una coleta en alto, comenzó a vestirse con esa armadura pesada y grande para su cuerpo, y se armó con las katanas.
Era ahora o nunca.
Su vida cambiaria, pero tenía que hacerlo.
De una u otra iba a traer honor a la familia.
Fue directo al establo en busca de su caballo y entro, el caballo se asustó y relincho, pero Naruto lo calmo.
-tranquilo chico, soy yo…
El caballo lo reconoció y se dejó montar, entonces comenzó a galopar, el rubio vio por última vez su casa, no sabía si iba a regresar o no, los ojos se le llenaron de lágrimas y salió a todo galope.
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La abuela se despertó desesperada y como si su presentimiento fuera verdad fue a ver al cuarto de Naruto y no lo hayo, fue hacia donde dormían la pareja despertándolos.
-Naruto no está, se ha ido.
Entonces Minato vio donde tenía que estar la ‘’orden ‘’ pero en vez de eso había una joya de Naruto, se levantó apresurado y salió corriendo bajo la lluvia, resbalándose en el lodo y cayendo.
-NARUTO!!!!-grito a todo pulmón.
La lluvia silenciaba su lamentable grito.
Kushina llego y le ayude a ponerse de rodillas.
-tienes que ir tras el! Van a matarlo.
-seguro lo aran… si lo descubren…