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It's Gotta Be You por RingogoShiroyama

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Notas del capitulo:

¡Holaaaa! :'DD

Pues sí, por fin subo ese fic que dije hace años que iba a subir lol

Espero les guste y así ;___;

Luces de colores por todas partes, música a todo volumen y un vaso con una bebida desconocida en su mano. Eso era lo único que Jiyong necesitaba para olvidar, y estaba funcionando muy bien. Había llegado a ese club hace media hora y ya iba por su segundo vaso de lo que sea que fuere esa bebida. Todavía escuchaba la música y entendía lo que la gente a su lado hablaba, eso significaba que necesitaba tomar más.

Llevo el vaso hasta su boca y se tomó de un solo trago lo que quedaba de líquido. Sintió como quemaba su garganta, pero no importaba, incluso eso era mejor que el dolor que sentía en el pecho. Quería olvidarse de ese tipo, quería borrarlo de su memoria, aunque sea por una noche, olvidarlo por completo. Lo odiaba, lo odiaba más que a nadie. ¿Cómo se había atrevido a hacerle eso?

-          Deme otro vaso.

Las palabras salieron de su boca perfectamente, como si no hubiera ingerido ni una sola gota de alcohol. Necesitaba más.

Ji se volteó hacia la pista de baile en lo que esperaba que le dieran su bebida. Había mucha gente, todos estaban moviéndose y saltando al ritmo de la música, como si no hubiera preocupaciones en sus vidas. Jiyong entrecerró sus ojos y recorrió toda la pista con su mirada. ¿Cómo es que estaban todos tan felices?... Pero había alguien que al parecer no lo estaba.

Enfocó su vista en esa persona. Era un hombre muy apuesto, estaba vestido formalmente pero a la vez se veía muy casual, y estaba parado con cara de molestia al lado de un chico rubio que lo único que hacía era saltar y moverse como loco. Jiyong sonrió. Al parecer no era el único con problemas esa noche. De un momento a otro los ojos de aquel hombre se posaron sobre los de Jiyong. Sintió un escalofrío y se dio la vuelta de nuevo, justo cuando ponían otro vaso de aquella bebida frente a él. ¿Qué había sido eso? Ese chico tenía una mirada muy profunda, y le había mandado una corriente eléctrica a Jiyong por todo su cuerpo.

Tomó el vaso y bebió de una sola vez la mitad del contenido. Nuevamente quemaba, pero daba igual. De la nada estaba empezando a sentirse muy molesto de nuevo. Solo quería ir a buscar a ese maldito y darle unos buenos golpes, aunque su amigo Youngbae ya le había dicho que no tenía que hacerlo. Youngbae… él también era un maldito, no lo había dejado golpear al otro maldito cuando había podido hacerlo. Era una conspiración. Seguramente Youngbae lo sabía todo, era el cómplice de ese idiota.

-          Youngbae… – Jiyong apretó el vaso entre sus manos mientras sentía sus párpados pesados. Al parecer la bebida extraña estaba haciendo efecto por fin.

La música del club cambió, era una canción que sabía había escuchado en alguna parte, pero no podía recordar en dónde. Era muy movida y pegajosa, perfecta para bailar, seguramente le gustaría a Youngbae.

-          Youngbae – Ji entrecerró los ojos y miró fijamente la mesa.

Bae era un traidor. Ese maldito, no tenía preocupación alguna por él. Y así se hacía llamar su mejor amigo, ¡ja! Ya le iba a dar lo que se merecía, iba a raparlo, sí, eso era lo que iba a hacer. Se vería tan tonto con la cabeza rapada, esa iba a ser su venganza, rapar al traidor.

Jiyong se tomó el resto de la bebida de una sola vez y luego comenzó a reír. De repente sentía que podía irse de ese lugar e ir a buscar a Bae, y luego ir juntos a buscar al maldito. Juntos podrían darle una buena paliza y dejarlo llorando y con la cara hinchada, tanto que ni si quiera su estúpida amante lo querría besar de nuevo. Sí, eso iba a hacer. No importaba que fuera de madrugada, iba a ir hasta la casa de su amigo y juntos atraparían a ese idiota.

Sacó un billete de su bolsillo y lo puso sobre la mesa. Luego giró en su silla, listo para levantarse de un salto e ir corriendo a buscar a Youngbae, pero no pudo hacerlo gracias a que alguien estaba parado justo enfrente de él. Levantó la vista listo para insultar a quien quiera que se estuviera interponiendo en su camino entre él y Youngbae, pero apenas vio el rostro del chico, se quedó congelado en su lugar.

No estaba seguro de si su boca estaba realmente abierta o si solo era su imaginación, pero sentía que su quijada llegaba hasta el piso. Era un adonis. Era un dios griego, una estatua, una obra de arte. ¿Qué hacía alguien como él en un lugar como ese?

-          Hola…

Los ojos de Jiyong se abrieron y comenzó a sentir mucho calor. Su voz era tan grave, tan masculina. ¿Cómo se escucharía gritando su nombre…?

Jiyong se avergonzó y sintió calor en su cara. Estaba pensando en cosas sucias con un tipo que acababa de ver por primera vez hace solo 10 minutos… o tal vez hace media hora… no estaba seguro.

-          Me llamo Seunghyun, ¿y tú?

Seunghyun. Definitivamente era el nombre de un dios.

-          Yo… Ji…

-          ¿Yoji?

-          N-no… Yong…

-          Yong…

-          Jiyong.

-          Oh – Seunghyun sonrió. Tenía un hoyuelo en su mejilla – Bueno Jiyong, lamento llegar de esta manera, es solo que te vi y… no pude evitar acercarme.

¿Estaba coqueteando? ¿Ese hombre perfecto estaba coqueteando con él? Jiyong bajó la vista y se quedó callado. Tal vez era una ilusión por el alcohol. Tal vez si no decía nada, si miraba hacia otra parte, el calor se iría de su cuerpo y la ilusión desaparecería.

Esperó unos segundos mientras seguía mirando hacia el piso, estaba listo para volver a mirar hacia arriba y no ver al chico, pero se detuvo al ver de reojo una sombra a su lado izquierdo.

-          ¿Estás tú solo? – La voz grave justo en su oído le mandó una sensación extraña desde la cabeza a los pies – Porque si estás solo, podemos… ya sabes… ir por ahí – Sintió una punzada en su entrepierna.

-          Estoy solo – Las palabras salieron de su boca casi sin que él se diera cuenta.

Y de un segundo a otro estaba caminando hacia alguna parte del club, siendo jalado de la mano por Seunghyun.

Su ritmo cardiaco se aceleró y comenzó a sentir cosas extrañas en su estómago. ¿Acaso estaba emocionado porque aquel extraño se lo estaba llevando? ¿Qué estaba mal en su cabeza? Él no era así, él no se metía con cualquiera, él no tomaba ni iba a clubes en la noche, él no dejaba que un extraño lo metiera en un cubículo del baño y cerrara la puerta…

Sintió como Seunghyun lo volteaba y lo estampaba contra una de las paredes del pequeño cubículo. El cuerpo de Seunghyun se pegó al suyo y Jiyong se dio cuenta de que el chico tenía una gran erección… igual que él.

-          ¿Te parece si hacemos esto rápido, Ji? – Ese chico tenía que ser brujo o algo así. Solo con su voz Jiyong sentía cada vez más calor en todo su cuerpo.

-          ¿R-rápido? – Ji tenía el cuerpo, la cara y las manos pegadas contra la pared del cubículo, y Seunghyun se estaba moviendo contra él por atrás…

-          Sí… ya no aguanto las ganas de tenerte…

Sintió una mano en su trasero y luego un fuerte apretón. Y eso lo hizo sentir aún más calor. Cerró los ojos y gimió sin poder evitarlo, mientras el rostro de aquel chico aparecía en su mente. ¿Qué demonios estaba pasándole?

La mano se metió dentro de su ropa interior y volvió a apretarlo, e inmediatamente después un dedo entró en él. Le siguieron otros dos, y Jiyong creía que podría morir simplemente con los dedos de aquel hombre. Estaba controlándose para no gemir como loco porque no quería parecer más fácil de lo que ya parecía, pero los suspiros de Seunghyun contra su oído no ayudaban en nada.

-          ¿Listo, Ji?

Se sintió vacío de repente y al siguiente instante tenía los pantalones y la ropa interior en las rodillas. Su emoción incrementó al escuchar el sonido de un cinturón desabrochándose.

Y sin aviso, Seunghyun entró completamente en él.

-          ¡Aaaah! – Le había dolido bastante.

-          Lo siento, ¿estás bien? – Jiyong sintió calor en sus mejillas. La voz del chico había sonado casi dulce, como si realmente estuviera preocupado.

-          S-sí… n-no fue nada… – Se golpeó mentalmente. ¿Qué le estaba pasando ese día? Él no era tan extremadamente sumiso. Claro que había tenido sexo con hombres antes, había tenido varios novios, pero nunca se había sentido tan… cohibido.

Seunghyun no contestó, en vez de eso comenzó a besar su cuello y a entrar y salir de él lentamente.

-          Hmm – Jiyong apretó sus manos en puños y apoyó su frente en la pared. Era lento, pero le gustaba. Definitivamente algo andaba mal ese día.

Las manos de aquel chico estaban agarrando firmemente su cadera, mientras sus labios besaban y mordían su cuello.

Y de la nada, el ritmo cambió drásticamente. Seunghyun dejó de besar su cuello para subir a su oreja mientras lo embestía rápido y fuerte. Las piernas de Jiyong comenzaron a temblar, al igual que sus puños. Se estaba mordiendo el labio con tanta fuerza que en cualquier momento podría empezar a sangrar. No quería gemir, definitivamente no quería hacerlo. No quería demostrar lo mucho que le estaba gustando.

-          Eres delicioso… Jiyong-ah – Esa fue la gota que derramó el vaso.

-          ¡Ah! – El susurró de Seunghyun había terminado de enloquecerlo. Su nombre pronunciado por esa voz grave, casi en un gemido, no podía contra eso.

Y desde ahí no pudo contenerse más. Cada vez que Seunghyun entraba lo hacía con más fuerza, y Jiyong gemía más fuerte. Estaba en el mismo cielo. Sentía que sus piernas iban a doblarse en cualquier instante y tenía los ojos cerrados con la misma fuerza con la que gemía.

-          ¡Aah maldición! – Seunghyun había dado en el punto exacto.

-          Así que es ahí, eh – El chico empezó a dirigir sus embestidas justo a ese lugar.

-          ¡N-no… ahh! – Jiyong llevó su cabeza hacia atrás y quedó apoyado sobre el hombro de Seunghyun.

-          ¿Te gusta? – Ji se mordió el labio y dejó salir un gemido gutural. No iba a decirle que sí… – Déjame ayudarte un poco más…

Una de las manos que sostenían la cadera de Jiyong se movió para comenzar a darle atención a su miembro. Jiyong empezó a ver una luz blanca, a pesar de que tenía los ojos cerrados. Ese hombre tenía que ser un dios, no era posible sentir tanto placer con una sola persona. Su mano se movía de arriba hacia abajo casi a la misma velocidad que sus embestidas y Jiyong sentía que estaba a punto de desmayarse.

-          ¡Oh por dios! – Jiyong gritó al mismo tiempo que sus sentidos se nublaban y terminaba en la mano del chico. Estaba en el séptimo cielo con Seunghyun.

-          Jiyong… – Algo cálido llenó su interior y Ji no pudo evitar gemir por última vez cuando Seunghyun salió de él.

Sus brazos cayeron sin fuerza a cada lado de su cuerpo y su cabeza giró hacia un lado, quedando su nariz justo entre el hombro y el cuello de aquel chico perfecto. Olía demasiado bien, varonil y sexy. Su cuerpo se relajó totalmente después de ese orgasmo y poco a poco fue perdiendo la conciencia, lo único que sentía era el olor de la colonia de Seunghyun.

 

 

Jiyong abrió los ojos lentamente. Lo primero que vio fue unas luces rojas que parpadeaban, y de inmediato escuchó la fuerte música del lugar. Se talló los ojos algo confundido y luego volvió a mirar. Al parecer estaba en un club. Miró a su alrededor y vio que estaba sentado en uno de los gabinetes, y en la mesa frente a él había una botella casi vacía de alcohol.

-          ¿Qué demonios…?

Volvió a mirar hacia las luces de colores, y entonces los recuerdos llegaron a su mente. Había ido a ese club porque había terminado con su novio, ahora ex novio. Se había enojado con Youngbae así que terminó en ese lugar. Había tomado y…

-          ¡Oh! – Gritó, pero nadie lo escuchó debido a la música. Miró hacia todas partes, buscando a aquel chico. Recordaba lo que habían hecho, y también recordaba lo bien que se había sentido. El calor volvió a apoderarse de su cuerpo cuando el rostro de adonis del hombre llegó a su mente – Maldición.

Jiyong tomó la botella y se tomó lo que quedaba de alcohol. Se sentía enojado, ese maldito lo había violado y dejado abandonado en el club como si nada, ¿quién se creía? No podía ir por la vida violando chicos lindos como él y luego dejándolos tirados por ahí. Ni si quiera le había dicho su nombre completo, ni tampoco le había dado su número de teléfono…

-          ¡Ah, no! – Jiyong volvió a gritar – ¡Cómo si lo necesitara! ¡Solo fue un encuentro de una noche!... sí, eso es lo que fue.

Bajó el rostro y miró su botella vacía. De repente se sentía mal. Tenía ganas de llorar y su enojo se había ido muy lejos. Ese chico solo había querido tener una noche de aventura, y él había caído como tonto.

-          Estúpido Seunghyun… si no hubieras sido tan bueno allá…

Suspiró, y entonces vio algo en su botella. Un papel que no había visto antes.

Lo tomó y trató de leerlo con las luces de colores que parpadeaban en el lugar. “Lamento dejarte, pero no puedo quedarme contigo toda la noche. Qué más quisiera yo… estuviste genial Jiyong”.

Leyó la nota una, dos, tres veces, para asegurarse de que no estaba leyendo mal. Eso era una disculpa, ¿cierto? Seunghyun se había disculpado por abandonarlo en el club. Tal vez no era tan estúpido después de todo.

Jiyong sonrió y guardó la nota en su bolsillo. Ya era hora de dejar el club y regresar a casa a dormir un poco.

 

 

Notas finales:

Muajaja, no les diré nada sobre Seung (?) Creo que se pueden dar cuenta un poco de la personalidad de Ji en este primer capítulo~~ pero la de Seung vendrá después~

Y sí, ¡puse lemon en el primer capítulo! Omg ni yo lo creo jaja pero era necesario 1313

En fin, díganme qué les pareció :DDD

<33


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