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Reparaciones por MrVanDeKamp2

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Notas del fanfic:

Bien, como la inspiración me ha salido como agua en una coladera desbocada, me he puesto escribir uno y otro fic, y continuaciones, y como tenía pendiente este fic para seguir la línea de Karaoke Disney necesitaba darle continuidad para poder seguir con las peticiones que me han hecho.


Una cosa por la que tal vez quieran matarme es que van a tener que consultar "No diré que es amor" si es que quieren entender el primer capítulo del fic, ya que las historias se encuentran entrelazadas y siguen el mismo universo.


Dedicado a mi Bellísima Athair, aunque odie los Shaka x Aioria, pero aún así, te amo nena.


Y a todas las personas que tan amablemente pasan a leer y me dejan saber sus opiniones.


Px.


 

Notas del capitulo:

Bien el primer capitulo, saben que me gusta hacer capis cortos para no aburrir al lector con extensos textos, así que aquí vamos.

Como les mencioné en las notas del fanfic, para poder entender la conversación entre Hyoga y Shaka, deberán leer "No diré que es amor" ya que sigue la línea y el universo de la serie Karaoke Disney.

Dedicado - de nuevo- a mi amor Athair, aunque me quiera matar por hacer de nuevo un Aioria x Shaka -es broma amor, te amo-

Y a todos los amables lectores, mil gracias.

Px.

Aioria había organizado una parrillada para celebrar la llegada las vacaciones y justo ese día, Mime y Aioros cumplían dos semanas de noviazgo.


Era un lindo y soleado día, así que ninguno dudó en ponerse los trajes de baño y disfrutar de aquél sábado que prometía mucha diversión.


 


-Margaritas para todos – llegó Camus acompañado de Hyoga con una bandeja llena de bebidas.


-Gracias – Mime le sonrió y tomó una.


-Tu no tomarás mas que dos – Shaka tomó la otra copa, mientras reprendía a su hermano menor.


-Oh vamos Shaka, son muy suaves – el francés intervino por Hyoga.


-No seas aguafiestas amor – Aioria llegó y abrazó al rubio por detrás – Además, Jabu lo cuida, ¿No es así?


-¡Claro! –Jabu terminaba de llenar el asador con carbón – vamos Aioria, yo prendo el fuego, pero no te quiero quitar el título del “rey de la parrilla”


-Y no lo harás – rió y besó en la mejilla a Shaka, antes de ir corriendo a donde Jabu.


-No se por que eres tan gruñón – le comentó Hyoga – sabes que siempre nos cuidan – miró de reojo a Jabu y le sonrió – terminaré el guacamole.


-Te ayudo en la cocina – lo siguió Camus – Milo y Aioros no tardan en llegar con lo que hace falta.


-¡Al fin! – Milo abrió la puerta del jardín con el pie, haciendo que su sandalia volara graciosamente directo a la alberca, mientras todos reían – ¡oh genial! – hubiera corrido tas ella, pero traía en las manos un pastel que habían comprado.


-¿Estás bien? – entró tras de él Aioros – Ya hemos traído el postre y la carne – también cargaba en sus brazos un paquete de carne para barbacoa.


-Ya era hora – Aioria se dirigió a su hermano – llévaselo a Hyoga, ya tiene el marinado, mientras comenzaré con el maíz dulce y las brochetas.


-Bien – Aioros dirigió su vista a Mime – en un segundo estoy contigo amor.


-Lo espero, señor Onassis – tomó el rosto del mayor y le dio un dulce beso en los labios.


-¡Ouch! – Aioria se quejó y todos lo miraron – estúpidas brazas.


-Tal vez sería mejor que utilizaras una camisa para estar en el asador – se rió Jabu.


-¿Estás bien amor? – Shaka corrió a donde el leonino - ¿Te has lastimado mucho?


-No que va – se sobaba el alborotado cabello color miel y con una enorme sonrisa en el rostro – estos bíceps son de acero, unas cuantas chispas no pueden lastimarme – y abrazó al rubio para tranquilizarlo – creo que si iré por esa camisa.


-está bien, y de paso, trae el bloqueador solar, aquí te lo pongo.


-Bien – el leonino lo besó de nuevo y se dirigió a la cocina para ir a buscar las cosas.


 


Mime se quedó conversando con el rubio, cuando llegó Hyoga, y Jabu se arrimó con ellos.


-Dos semanas ¿eh? – Hyoga miró pícaramente a Mime.


-Sí – se sonrojó tiernamente – y han sido maravillosas, al lado de él, y también al lado de ustedes.


-Y – el pelirrojo se dirigió a Shaka - ¿Cómo fue lo de ustedes?


El rubio mayor soltó una risilla y se sonrojó – pues verás, al principio…


-Aioria lo intimidaba – interrumpió Hyoga .


-Shhh – lo besó Jabu – no lo hagas enojar y con suerte podemos tomar otra margarita.


-Claro que no tendrán ni una más – les reprendió Shaka riendo – de hecho, deberían ir a buscarnos un par – al principio si, me intimidaba, cuando recién se mudaron…


 


Flashback


 


-Shaka ¿has visto que ha llegado un camión de mudanzas? – Camus se asomaba por la ventana de la sala del rubio.


-¿En serio? – el rubio lo alcanzó.


- ¿Y que hay de los nuevos vecinos? – Camus bebió de su malteada.


-No lo sé – el rubio hizo lo mismo con la suya – mamá había dicho que un hombre joven había venido a ver la casa hace más de un mes.


-Checa las sillas y el comedor, de muy buen gusto.


-¿Significa que come sentado? – Shaka soltó una risilla.


-No – lo codeó Camus – significa que tiene dinero.


-Definitivamente soltero – Shaka señaló la enorme pantalla de 60 pulgadas que los hombres de la mudanza bajaban – rico y soltero, ¿me pregunto como lucirá? – Camus siempre molestaba a Shaka sobre si algún día llegaría a formalizar con alguien y superar el amargo trago que había tenido con cierto pelinegro de ojos celestes - Adivinemos: un ojo saltón, dientes de conejo, una sola ceja, manos de bebé.


-Pues mira nada más – el francés le señaló el Aston Martin que se estacionaba frente al 4349 de Wisteria Lane – y… wow.


 


Del asiento del piloto, se bajó un hermoso hombre de perfil griego, cabello chocolate obscuro y rizado, rozando el metro noventa, y de varoniles y bellas facciones.


-Wow – Shaka se sorprendió – nada mal, en verdad nada mal…


-Espera aún hay más, hay alguien bajándose del asiento del copiloto…


Aioria bajó del auto, con el cabello alborotado como siempre, y una mueca de total cansancio, miró alrededor y volteó a ver a Aioros, bromeaban mientras una tercera persona salía del auto, a quien no habían visto por llevar la capota cerrada.


-Santo cielo, parece que cada uno que sale del auto es un clon del otro – Camus observaba a Jabu, quien guardaba un enorme parecido con sus primos hermanos, igual de guapo pero con diferentes características, como la estatura y los tonos, tanto de piel como de cabello.


Pero Shaka solo tenía ojos para el segundo muchacho en bajar, era alto, más bronceado que sus parientes, y aunque no podía decir que los otros le desagradaran, a su parecer, era el más guapo de los tres, aún con su enorme parecido entre ellos.


-¿Crees que debamos ir a saludar? Diablos, si estuviera solter… ¡Ouch! – un codazo interrumpió al francés.


-¿Por qué dices eso? Milo es un gran chico, además, no creo que sea prudente, se acaban de mudar y supongo que tienen mucho trabajo…


-Eres un aguafiestas, pero tienes razón, luego que estén menos sudados de tanto trabajo, los vemos.


-No tienes remedio Camus… - miró de reojo a la ventana, Aioria terminaba de bajar cajas con los otros dos chicos.


 


El rubio y el francés salieron a comer, como los padres de Shaka estaban de fin de semana largo con su hermano menor, Camus había convencido a Shaka que se fueran el viernes y el sábado a un spa, justo habían vuelto el domingo, el día que los nuevos vecinos habían llegado.


Cuando el francés llevó al rubio de vuelta a casa y se habían despedido, justo salió Aioria a lavar el convertible de su hermano, tal solo en bermudas y con el cabello al aire…


Shaka se quedó atónito ante aquél cuadro, no había muchos vecinos guapos, a decir verdad, él y su hermano eran los que ostentaban entre los 20’s y la adolescencia, había niños bajando la calle y algunas parejas de mediana edad.


Lo miró de pies a cabeza, y le gustaba, literalmente, desde los pies hasta la cabeza; estaba escondido justo tras la ventana, cuando vio que sus padres y su hermano llegaron.


 


---


 


A la mañana siguiente, muy temprano, Shaka se dirigía a tomar una ducha, y por mera curiosidad, se asomó por la ventana, pero el auto de los nuevos vecinos ya no estaba. Con algo de desilusión se arregló y bajó a desayunar. Esperó a que Camus llegara por él, asistían a la misma universidad, y como el francés tenía auto propio, siempre iban juntos.


-¿Y? – Camus lo miró pícaramente - ¿Alguna noticia nueva?


-Parece que se fueron muy temprano, cuando me iba a duchar, el auto ya no estaba.


-Bueno – habían platicado de otras cosas en el camino, se estacionaron y cada quién se dirigía a su facultad – te veo más tarde.


A la hora de la salida, Camus le había enviado un mensaje, iría con Milo a estudiar, así que decidió tomar el bus, en la parada, una mano se posó sobre su hombro.


-Hola – saludó el extraño tras él – disculpa…


Shaka se giró y no podía creerlo: era el mismo chico que se había mudado el día anterior -¡Hola! – su voz se notó nerviosa.


-¡Hola!, soy Aioria Onassis, ¡mucho gusto! – y le extendió su enorme mano.


-Mucho gusto – tomó la mano ofrecida – Shaka Williams.


-Perdona que te moleste, pero necesito saber que bus es el que se toma para llegar al carril Wisteria.


-¿Para el carril wisteria?


-Sí, así es, nos acabamos de mudar ayer, es mi primer día de escuela y como mi hermano nos dejó a mi a mi primo en la escuela, pero yo salí temprano y…


-¡Ustedes se mudaron ayer!


-Ehm… sí, jeje…


-Yo soy su vecino, vivo en la casa azul, con las flores al costado del camino.


-Wow que coincidencia – sonrió Aioria aliviado – entonces, supongo que también vas para allá no…


-¡Shaka! ¡Shaka! – llegaron Camus y Milo - ¡Te marcaba a tu celular y… - se distrajo el francés al ver a Aioria - ¡Hola!


-Hola – le extendió la mano el león - ¿Cómo estás?


-¡Aioria! – Milo lo tomó de los hombros - ¡Mira que coincidencia!


-¡Milo! ¡pensaba que te vería hasta mañana! ¿Que tal la clase?


-Meh, ya te tocará clase con el maniaco ese, vaya, veo que conoces a Shaka, ¿Cómo estás por cierto? – se dirigió al rubio.


-Bien Milo, gracias, pensaba que ustedes estarían estudiando.


-El examen se cambió de fecha, afortunadamente – intervino Camus - ¿Por qué no vamos a la cafetería de por aquí cerca? ¿Nos acompañas Aioria?


-Pues, si no salgo sobrando… - se sobó la cabeza con una enorme sonrisa.


-¡Claro que no viejo! – le palmeó la espalda Milo - ¡Vayamos! ¡Yo invito!


Los cuatro se dirigieron al lugar, en el camino, Milo iba con sus bromas y payasadas, así que Aioria se sintió más en confianza, ordenaron, y en la mesa, el león y el escorpión comenzaron a contar chistes, el ambiente era muy relajado, aunque Shaka se sonrojaba cuando Aioria lo volteaba a ver de repente.


-Bien creo que ya es bastante tarde, ustedes dos, les doy un aventón – Camus se dirigió a los residentes de Wisteria.


 


Pasaron los días y Aioria se había hecho buena amistad con Shaka y compañía, además el ser vecinos les ayudaba, ya que comenzaron a juntarse y verse casi a diario, claro, hasta que Camus decidió adelantar una materia y no les fue posible viajar todos juntos en la mañana. Se reunían y siempre se divertían. Un día, Shaka encontró llorando a Hyoga en la sala.


 


Mini Flashback


 


- Maldita sea… - pensó en voz alta – no debí aceptar esto, nunca – se reprochaba a sí mismo.


- ¿Hyoga? – una suave mano se postró en su hombro.


El rubio menor adivinó al instante de quién se trataba.


-Hice algo estúpido…


-¿Tiene algo que ver con Jabu Onassis? – Shaka estaba preocupado por su hermano menor.


-Sí – Hyoga volteó a verlo como cuando los niños rompen algo, no podía evitar esa mirada llena de inocencia.


-¿Es algo… sexual?


-No, no – se sorprendió por la pregunta, pero en seguida su cara de culpa apareció de nuevo – es solo que…


-¿Qué? ¿Qué pasa con Jabu? ¿Te gusta?


-Pues si… pero…


 


Fin del Mini Flashback


 


Después de esa conversación Shaka se quedó pensando, como era posible que él le diera esos consejos, si ni siquiera se animaba a aceptar sus sentimientos por Aioria, siendo que Camus y Milo le decían que debía darse la oportunidad…


 


 


 

Notas finales:

Bien pues aquí el nuevo proyecto, como siempre espero sus opiniones, amenazas, peticiones, golpes y tomatazos.


Muchísimas gracias por pasar a leer.


Px.


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