Hace algunos días, cuando iba de camino a casa, me encontré con el atardecer en plenitud, el bello rojo del cielo me hizo pensar que ahora mi vida daría un cambio total.
Desde que me convertí en el décimo jefe de la familia Vongola, me he dedicado por completo a las responsabilidades que tengo que llevar en este momento para el bienestar de mi familia, y he dejado mis sentimientos reprimidos, incluso he abandonado la idea de formar una familia y declarar mis sentimientos a Kyoko-chan.
-¿se puede saber en qué piensas?, si estas tratando de romper las reglas, te morderé hasta la muerte-
-Hibari-san, no es nada de eso-
-no quiero hablar con alguien que tiene una cara como esa, hasta la otra-
Parece que lo hice enojar, y no es para menos, la verdad es que me siento muy deprimido, porque entonces no podré ser feliz nunca, sólo pienso en los demás y yo he quedado fuera de mi vida, hasta el final seguiré siendo el Dame-Tsuna.
-Tsuna, ¿Qué pasa?-
-Reborn-
-¿esa cara te enseñé?-
-en realidad no, tú siempre me enseñaste la fuerza-
-entonces… ¿Por qué?-
-Reborn, déjame ir por un tiempo, quiero estar lejos de los Vongola por al menos 1 año-
-¿para qué quieres eso?-
-¿Quién se hará cargo de la familia si yo continúo solo?-
-tienes razón, entonces escoge una esposa-
Salí de la mansión Vongola con esa excusa, y después de andar solo por 6 meses, la conocí, esa mujer bella, fuerte, inteligente, será la madre de mis hijos.
Al verla, hablar con ella, me sentí feliz, Darice, era una preciosa italiana, todo lo opuesto a mí, y cuando le pedí que fuera mi esposa, se negó rotundamente, me dijo que ella era una mujer libre, pero… cuando le platiqué que quería que ella fuera la madre de mis hijos, me dijo que eso si podía hacerlo.
-¿estas segura Darice?-
-no quiero irme de este mundo sin dejar algo-
-¿entonces estas segura de no querer una boda con todas las cosas que tú quieras?-
-completamente, después de todo, toma…-
-¿Qué es?-
-dentro de unos dos años más o menos moriré según este resultado, ya no tengo más que sobrellevar mi enfermedad-
Al principio dudé mucho, realmente deseaba que ella se casara conmigo, pero su decisión completamente segura me dejo tranquilo y terminé acostándome con ella sólo para tener los hijos que necesitaba.
Es absurdo, siempre pensé que yo no haría estas cosas, pero el mundo de la mafia me ha cambiado mucho.
Estuve desaparecido por los 3 años siguientes de la familia Vongola, la vi morir con una sonrisa, al final me dijo, que realmente le habría gustado mucho casarse con alguien como yo, pero me dejaba un hermoso recuerdo, mis dos hijos Donovan y Eiros, realmente aunque nunca firmamos un papel, ella sin duda alguna fue mi esposa.
Entonces los cargué y los llevé conmigo, era momento de volver a la familia, Reborn va a matarme porque me perdió el rastro, no podía dejar que me encontrará, tenía el deseo de quedarme con ella hasta el último de sus días, y además, quería sufrir mi luto, llorar por su muerte para poder estar tranquilo.
-Reborn, he llegado ya, quiero que salgan a recibirme-
-¡Dame-Tsuna, me dijiste que sólo sería un año!-
-¡sal ahora mismo!-
-¿cambiaste?-
-no-
Cuando salieron todos a recibirme, realmente se sorprendieron cuando me vieron tomando de las manos a mis dos hijos.
-¿y la madre? Me dijiste que traerías una mujer a casa ¿Dónde está?-
-atiendan a mis hijos y llévenlos a sus habitaciones, quiero que descansen-
-¿Tsuna?-
-ahora no, iré a mi oficina y me encerraré por el resto de la tarde, no me molesten-
Los dejé hablando, estoy demasiado cansado como para escuchar sus quejas, y aparte no quiero hablar mucho de ella, ni siquiera le dije que era un mafioso, se murió pensando que era un buen tipo, cuando en realidad estoy metido en este mundo hasta la cabeza.
-Dame-Tsuna, cambiaste mucho en estos años-
-¡Reborn!, ¡dije que quería estar solo!-
Recibí una patada, pero esta vez ya no me dio en la cara, la tomé con la mano derecha y mi tutor se sorprendió al ver que no me había tomado desprevenido.
-¿me ayudarás a educarlos?-
-claro Tsuna-
Después vi entrar al hombre que se hizo cargo de mis responsabilidades por estos años, Hibari-san estaba muy molesto.
-¿se puede saber por qué tardaste tanto en regresar?-
-Kyoya, a partir de hoy quiero que trabajes conmigo, sé que no te gusta la compañía, pero no es eso lo que deseo, más bien espero que tú lleves las confrontaciones de la familia-
-al menos obtuviste valor en tu viaje-
-deja de comportarte así o me veré obligado a doblegarte-
-¡inténtalo!, ¡te morderé hasta la muerte!-
No es que quiera usar la violencia, pero más bien, traje conmigo algo muy valioso, Darice era una joven que me enseñó a controlar a los demás cuando les colocabas algo, como cadenas o pulseras, entonces la saqué, la medalla que ella usaba, yo le puse el símbolo de la familia Vongola aunque nunca supo que significaba, lo atrapé desprevenido en su ataque, y le coloqué la cadena, no hay nadie en quien pueda confiar con más fuerza que en él, quizá porque admiro su valentía y fuerza.
-¿Qué es esto?-
-no podrás quitártelo a menos de que mueras-
-¿Qué?-
-Kyoya, a partir de hoy, eres mío-
-¡¿a qué viene eso?!-
-serás como mi sombra, confío en ti-
Trató de arrancarla de su cuello por un buen rato, después me atacó como si pensara que matándome podrá quitársela, pero la he alimentado con mi llama de la última voluntad por 3 años es más fuerte de lo que parece.
-algún día te mataré por esto-
Sí, me atreví a capturar a este hombre a quien tanto admiré por su libertad.