-¿Y con esto dices que podré tener dinero para comprar ese departamento?
-Sip. –Aseguraba Seokjin.
-Estas demente.
-Oye, no subestimes mi trabajo. Además, - Seokjin limpiaba sus uñas –Nadie te mandó a obviar la universidad. Mírate, estas delgado, pareces un punk de la calle Jung Hoseok.
-Puedes ignorarme y no reconocerme, si quieres… –Hoseok sugirió, con desprecio y fastidio.
-Si tú lo dices… -Seokjin sin problema alguno tomó su preciado maletín.
-¡Esta bien, hyung! ¡Solo jugaba! –Pedía Hoseok.
Hoseok quien se aventuró por un retiro de unos 3 años, a viajar por varios países aleatoriamente, estaba ahora sin dinero. Arrepintiéndose de no haber seguido de la carrera que sus padres habían elegido meticulosamente para que este se uniera a su gran empresa. Pero Hoseok no se retractaba, ni pedía perdón.
-¡Ha! Esa actitud no te ayudara en nada. –Seokjin con la cabeza en alto reprendió –Si sigues este plan de vida económico, podrás dar la primera inicial de ese departamento. –Señalaba con su dedo, el sobre –Pero solo si aceptas esos trabajos, y los haces bien Hoseok. –Inquirió el mayor con tono de regaño, pues sabía muy bien lo fácil que Hoseok abandonaba las cosas.
-No quiero trabajar hyung, préstame el dinero. –rogaba el peli-negro.
-No, a menos que consigas la mitad, no te daré más. –Seokjin negaba –Ni siquiera me has pagado mi preciada colección de Mario.
-Oye eso fue un accidente.
-Y yo amaba mi colección, -Seokjin recordaba dolorosamente.
-Ash… ya te lo pagare hyung.
-Eso dijiste hace 8 años Hoseok, ¡Ocho años! Y preferiste gastarte el dinero viajando ¿¡y dónde está mi colección, grandísimo caballo!? –Nunca juegues con Seokjin y Mario.
Hace exactamente esos ocho años, Hoseok tenía un proyecto en la secundaria y, necesitaba completar un gran proyecto de maqueta con algo que simulara “gente”. Lo más cercano que tenía a la mano fueron las figuras de acción, (como le gustaba llamarle Seokjin) combinadas con la colección de Mario. Eran lindos y divertidos después de todo, y eso era lo que necesitaba Hoseok para convencer a su maestra de aquel entonces. Después de conseguir una “B” como calificación.
Este desechó la gran maqueta en un basurero, pues ya no era importante. Dejando a un Kim Seokjin furioso, en pleno ataque de asma.
El problema era que para cuando había vuelto al basurero, ya había desaparecido cada cosa que usó de esa colección.
-¡Wow vamos! Haré lo que digas Seokjin-hyung. Solo espero que esto funcione. ¡Juro que después te comprare una nueva!
-¡Pff! Para empezar deja las mentiras. Kim Seokjin nunca se equivoca. –Seokjin se volvió a levantar por segunda vez y abrochó su carísimo traje. Por ultimo ajustando su corbata –Hey, me debo ir, tengo varias citas hoy y planes que entregar.
-¿Y que se supone que hago ahora? –Hoseok con un tono de voz muy fino en desventaja se quejaba.
-Trabajar. –Seokjin en vista de eso, levantó esta vez su dedo índice para intervenir, antes de oír los quejidos malcriados de su dongsaeng –Y corta ese cabello, pareces mendigo. Toma una buena ducha, y practica tus modales. Vienes de una familia con principios ¡Úsalos! –Seokjin advertía por milésima vez -Y no me vengas con que eso no cambiara nada. Los chicos se reunirán en un mes Hoseok.
-Los-…chicos…
-Es hora de crecer, Hoseok, sé que es duro pero todos viven sus vidas ahora.
-Hyung…
-¡Te veo pronto! Espero tu llamada…
-¡Oye no te vayas! ¡Te daré tu colección de Mario, lo prometo! -Hoseok era un maldito idiota, o al menos a veces eso pensaba. Había metido la pata tantas veces, y ahora nadie reía de sus insensatos chistes. Todos vivían de las cuentas y el ahora él tenía un dolor de cabeza.
Su departamento ya no era proporcionado por sus padres. Ahora él tenía que pagarlo. Era justo, después de todo el nunca contesto sus llamadas. Tal vez hasta pensaría que estaba muerto. Hoseok no tenía nada.
Bueno tenía a Seokjin-hyung, pero ya no sería tan condescendiente con él. Y un “plan de vida” o así lo quiso llamar Jin. Malo, pues Hoseok siempre obvió las ataduras que le reprimieran su valiosa libertad.
~
Al llegar a su departamento, lo primero que vio fue una pila de cuentas sin pagar. Quitó sus zapatos y entro en sus pantuflas. La única cuenta que había abierto era la de su apartamento, lo demás podía esperar.
No lo quería perder, tenía vista el puente Yanghwa. Hoseok amaba perderse en ese iluminado puente.
Se sentó en su refinada sala, todo permanecía en su caro y hermoso esplendor, nada aquí era de poco valor. En la mesa de cristal estaba el gran sobre que su mayor le había dado. El sobre que contenía la solución a sus problemas. Suspiró y se echó en el blanco sofá, abriendo el sobre, leyó con atención cada palabra. Según Seokjin serían varios trabajos fáciles o uno que tomara mucho trabajo y pudiera darle lo que necesitaba.
“Guía para idiotas en banca rota”
Primer paso –Ahorrar.
-
Apagar todo los interruptores, desconectar aparatos “vivir de la luz de la luna y que emite la cuidad.”
Seokjin era un maldito
-
Cerrar las llaves y no durar más de 10 minutos en una ducha, tomar las duchas necesarias.
-
Dividir comidas y comprar solo carnes y vegetales “los dulces pueden esperar.”
Una nota amarilla con una carita feliz aparecía a un lado de la hoja.
-
Prohibido uso de tarjetas de crédito u ocultar dinero “si tienes dinero podrías usarlo para pagar las deudas.”
Hoseok jamás escondería dinero, la idea era gastarlo ¿no?
-
Nada de ropa por un mes “tu contador sabrá cuando será el momento.”
Maldito Seokjin, esto no era un plan de vida ¡esto era control ajeno! Aunque eso no tenía sentido, puesto que Seokjin solo se encargaría de conseguirle un trabajo y darle consejos de cómo ahorrar, no lo trataría como un cliente después de todo. Todo era a su criterio.
“Segundo paso - Posibles”
-
Calculo de posibles gastos y extras.
-
Mentalizarte y considerar errores en tu núcleo…
Basura, Hoseok solo necesitaba dinero. Se saltaría la página completa de ayuda personal.
“Tercer paso – Soluciones instantáneas”
-
Trabajar.
Hijo de… Algún día pagaría ese chico rosa. Hoseok tratando de no estresarse, aguanto aire en sus pulmones por 10 segundos. Tomó su teléfono y marcó a su querido hyung.
-¿En serio Kim Seokjin? ¿¡Bañarse 10 minutos y vivir de la luz del puente Yanghwa!?
-¿Es bueno no?
-Eres un maldito.
-Y tu un mendigo sin trabajo, colga-…
-¡Esta bien! ¡ahg Maldición está bien! Lo siento…
-¿Para qué llamas de igual manera? No creo que solo quieras maldecirme…
-No está la… -Hoseok después de maldecir aún más internamente, re-ojeó las paginas buscando –No está la lista de trabajos, Seokjin.
-Oh que extraño… estoy seguro que lo coloque con los demás… tal vez la puse en algún sitio espera… -Seokjin desde el otro lado de la línea hizo búsqueda –¡Ha! Aquí está, lo siento amigo, olvide incluirla en el sobre, aquí la tengo.
-Wow ¿No que Kim Seokjin no errores?
-Escucha pejelagarto, si, así te llamare porque es lo que pareces. Si no quieres vivir en las calles, ¡mejor oye! –Seokjin insultaba y Hoseok obedecía con su cabeza ante el tono de voz, asustado desde es el otro lado. No viviría en las calles ¿cierto? -¿Me estas oyendo?
-¡Si si! ¿Qué-que encontraste para mí? –Hoseok mirando su lujoso apartamento y escuchando, tratando de no mortificarse por la forma en que Seokjin a veces se alteraba.
-Bien, ¿entrenador de baile?
-Nah… paso.
-Pero es tu talento-…
-¡Pero así no siento la música! Siguiente. –Hoseok no podía evitar exasperarse cuando le discutían algo.
-Ugh… cocinero asistente.
-No estudie cocina.
-Pero sabes cocinar, y es cinco estrellas.
-¿Qué te ocurre? Un error en la cocina y pierdo mi mano, siguiente… -Hoseok veía programas de cocina y sabia el infierno que sería encerrarse en la cocina. Además del olor que se le pudiera pegar en su cuerpo.
-¿Niñero?
-Paso. –Hoseok no toleraba niños con estos problemas que ahora tenía en su vida. Aunque tal vez sería lindo ver uno tierno, pequeño y juguetón como él.
-¿Sexo? Prostitución es tu única opción Hoseok, eso es todo.
-¿¡ESO ES TODO!? Seokjin eres del asco, como llamas a esos trabajos.
-¡Esos serían los únicos trabajos donde aceptarían al vago de la nación! ¿Qué esperabas? Te recuerdo que puedes volver con tus padres y deja de ser un inútil.
-Yo-… -Hoseok no tenía defensa –Argh ¿Qué con ese trabajo de niñero?
-Creo que es anual, pero su paga es de cada mes.
-¿Cuánto?
-10.000 dólares.
-¿¡Qué!? ¿Qué son? ¿Niños de oro?
-Uhm… podría decirse, los solicitantes con la familia Park, Son algo así como dos cabezas más prestigiados que tu firma familiar… sin ofender, pero no creo que tu-…
-Puedo hacerlo. –Hoseok interrumpió –Diles que cuando puedo hacer la entrevista.
-Uh… no es tan fácil Hoseok, pero su lista de exigencias no es mucha…
-Bien avísame y mándame la dirección.
-Hoseok mas te vale no avergonzarme tengo una reputación.
-Si si, nadie sabrá de tus objetos rosas hyung…
-¡Jung Hoseok! Ugh ¡Adiós! –Colgaba la llamada un hastiado Seokjin. Hoseok reía sin parar, hasta su estómago dolía un poco de tanto trabajo. Tal vez fue un poco duro, suerte que Seokjin era bueno con él.
Al cabo de 10 minutos recibió una lista con dirección e instrucciones en mando.