Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hyung por Lady Akari

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este sería algo así como la continuación del Shot Maknae. Aunque se puede entender sin necesidad de haberlo leído previamente.

No me matéis ^^ (Segunda parte)

Hyung

 

Me había tomado días, horas, minutos, segundos…

 

Aún quería caer en el ingenuo brillo de la esperanza, en la más pequeña ensoñación, deseo, anhelo…

 

Aún quería creer que volverías a estar conmigo, que volvería a oír tu melodiosa voz. Aquel aterciopelado sonido que se instalaba en mis oídos rezagado y retumbaba en mis recuerdos. Tú sonrisa, hermosa, resplandeciente, cariñosa, quizá sincera…

 

No…ese fue el problema…nunca hice hincapié en ese detalle, tal vez hubiera podido detener esto, dar marcha atrás, abrazarte de nuevo y susurrarte, hacerte creer que de verdad todo tenía solución, que para todo había una salida, que nada encierra de por vida, que podías haber seguido aquí, junto a mí…a mi lado.

 

Pequeño…el cielo llora conmigo, con todos los que, presentes, velamos por tu descanso eterno, por lo que en vida significaste y por doloroso recuerdo que en aquellos corazones por lo que pasaste, clavaste tan duramente con tu partida.

 

Fui el único de los cuatro que acudí a tu despedida, fui el único que se armó de valor y con el rostro gélido logró ir para darte el último adiós, aquel con el que mi corazón partió, aquel momento en el que intentaría decirle adiós a mis sentimientos, aquel instante… en el que, tal hazaña de enterrar tu recuerdo, yo intentaría, pero te digo una cosa…jamás en vida lo haría.

 

Tu familia se lamenta en una esquina alejada de mí, no quería que me recordaran que hasta hace unos días, tú seguías a mi lado.

 

Recuerdo tus brillantes ojos que cada mañana me espiaban mientras dormía. Sé que te hacías el dormido cuando yo me despertaba, pero déjame decirte, que fingir nunca había sido tu fuerte hasta que miro aquella cárcel en la que yace tu cuerpo.

 

¿Cómo podría detener el tiempo?

 

 

Creo que soy el culpable por no haberme dado cuenta de tu verdadero engaño. Sabías que lo impediría y preferiste callar y hacerlo en silencio.

 

Taemin…por favor, vuélveme a sonreír. Vuélveme a decirme tan sinceramente que estabas bien, con aquella mirada que no parecía tener obstáculo para deslumbrar. Quizá de esa manera, logre ver el fallo del que nunca me percaté. Quiero que me abraces para poder sentir una vez más tu delicada y suave piel que se estremecía con cada caricia que le proporcionaba. Quiero volver a rodearte con mis brazos y que te aferres a mí con tu bello rostro en mi pecho y me digas que eres feliz.

 

Tan solo necesito ese hecho para creerme de una vez que esto no ha sido más que mera ilusión. Que tu frágil cuerpo no permanece encerrado, frío, pálido y…

 

Maldición...

 

Me prometí que no iba a llorar en público por hoy, se suponía que iba a demostrarte cuan fuerte soy, que cumpliría mi promesa de estar contigo hasta el final… Pero aquello hacía tiempo atrás que se me había escapado de las manos.

 

Aún recuerdo tu sangre manchar mi ropa cuando te encontré en nuestro cuarto. Tus lágrimas recorrer por última vez tus marcados pómulos y perderse en tu delgado cuello. Te envolví en un abrazo y apenas abrías tus ojos una vez más. En cuanto reparé en que tu respiración había abandonado tu cuerpo, deseé que de alguna forma me arrastraras contigo, que aquel infierno en el que nos habías envuelto no se materializara nunca. Jamás pude volver a entrar a aquella habitación en la que diste tu último aliento de vida, aquella en la que infinidad de días había compartido con nosotros nuestros más profundos miedos, secretos, sueños… pero ahora era más que eso. Las paredes fueron partícipes de tu trágico destino, de tu más recóndito sentimiento, de tus deseos más insospechados.

 

Necesito que me expliques el por qué, necesito escucharlo de tus esponjosos labios, aquellos que susurraban que tenían miedo a la tormenta, los que se habían callado un dolor tan profundo que jamás salió a flote o quizá fui yo el torpe que ni cuenta se dio.

 

Tu aroma se había impregnado esa noche en todo lo que sentíamos que tuvimos que abandonar la casa. Tu olor dulce tan característicos se había esfumado con tu alma y solo quedaba aquel líquido rojizo que te hacía vivir. Ver cómo te sacaron del lugar fue lo más doloroso. Había caído en la cuenta de que contigo, nuestros recuerdos se habían perdido, todo había quedado en el olvido.

 

Vuelve, por favor, quiero ser egoísta y pedírtelo las veces que haga falta.

 

Todos nos levantamos tras finalizar el acto y yo eché por última vez un vistazo a tu radiante foto. Tu expresión infantil se había clavado en mis ojos como estacas.

 

-       Antes de que alguien decidiera dirigirme palabra alguna, me dirigí hasta tu lápida…

-       Hyung, ¿no son hermosas esas  flores?

-       Lo son –sonreí-. Pero no más que tú.

 

Tu pequeño sonrojo y seguiste admirándolas:

 

-       Me gustaría que alguien me las regalara en algún momento especial, son preciosas.

 

Perdóname porque haya aparecido con este pésimo recuerdo y no lo haya hecho en vida. No es un día especial, solo…el inicio. El comienzo de una vida sin ti.

 

Prométeme que allá donde vayas, estarás mejor que aquí. Que tu agonía enmascarada no será más que parte de tu olvido. Me lamento el no poder acompañarte, en ya no poder protegerte, el ya no…poder amarte.

 

A quien quiero engañar…

Este sentimiento me atormenta desde aquella noche, la oportunidad perdida de habértelo dicho, de haberme confesado. Me pregunto si hubiera cambiado las cosas, si ahora mismo esta realidad fúnebre no estaría siendo parte de mis recuerdos, si tal vez, y solo tal vez, podríamos estar en casa, demostrándote mis sentimientos por ti y tú correspondiéndome, de alguna forma.

 

Mi corazón llora más que mis ojos, grita, se desgarra, se aferra al recuerdo de tu presencia, de tu aura, de tu viveza. Una sola oportunidad pediría para demostrarte lo que siento, pero en todas las que tuve, solo demostré mi cobardía.

 

Ódiame, quiero que lo hagas. Quiero que seas consciente de cuan estúpido pude ser. No merecí tenerte si ni quiera pude evitar que renunciaras a tu partida.

 

Te amo, Taemin.

 

Como nunca tuviste idea, no sabes la angustia que cargo en mi pecho. Y este sentimiento de culpabilidad que se acomoda lenta y vagamente en mi ser. Tan solo pensar que hasta hace unos días, todavía correteabas de un lado para otro, que todavía nos deleitabas con tu preciosa voz, con tu espectacular baile, con tu magia escénica…

 

-       ¡Felicidades Minnie! –te cogí en brazos y estrujé cariñosamente.

-       Gracias hyung –dijiste con una sonrisa-. ¿Lo hice bien de verdad?

-       ¿Acaso lo dudabas? El público te ha dado la respuesta.

-       Pero yo solo quería saber la tuya –susurraste, tanto que no pude distinguir bien tus palabras.

-       ¿Qué?

-       Nada hyung –volviste a sonreír-. Volvamos a casa, estoy cansado.

-       Está bien, volvamos –te sonreí de la misma forma que cuando te vi aparecer.

 

El mundo se lamenta, igual que nosotros. Miles de personas se agolparon en la entrada vallada para darte sus últimas palabras, pero yo soy el único que permanece tan cerca, tan terriblemente cerca que aún me parece poder oírte. Como si en lugar del gélido viento, fuera tu cálido aliento el que acariciara mi rostro.

 

Miré hacia el cielo, las gotas comenzaban a mojarme. Era la señal de que debía irme, creo…o tan solo una tristeza compartida. Mi cuerpo no quiere moverse, es como si sintiera que aún puedes volver a la vida, que en algún momento de este instante, volverás conmigo y nos iremos juntos.

 

Pero falsa es la ilusión a la que me aferro, y finalmente me convenzo de que la hora de partir ha llegado.

 

Volveré si el corazón me lo permite,  prometo visitarte lo más seguido que pueda. Te prometo volver a sonreír por los dos, compartir mis logros, mis metas…me gustaría que algún día pudieras sentirte orgulloso de lo que con esfuerzo y tus recuerdos conseguí.

 

Será imposible olvidarte, abandonar este sentimiento, así que sin un mínimo esfuerzo, me he rendido. Te llevaré impregnado en mi corazón hasta que deje de latir. ¿Cuándo llegará ese día? ¿Me estarás esperando?

 

Sonreí con amargura, sería como arraigarte al pasado que te hizo sufrir. Me gustaría ver que eres feliz, así que te prometo que yo también lo intentaré.

 

Puedo oírte conforme mis pasos se van alejando de lo que fuiste una vez, creo que desde algún lugar me estás observando y yo, solo puedo privarme de ese hecho.

 

Me estoy volviendo loco…

 

El viento sopla calando en lo más hondo de mi ser mientras mis palabras se las lleva lejos de aquí. Miro una última vez hacia el lugar de hace unos instantes y sigo con mi marcha. No quiero volver a caer en la tentación de acompañarte hasta ese lugar al que te has ido.

 

Adiós mi pequeño amor. Me despido aquí aunque sé que de alguna forma no es un para siempre. Tengo la esperanza de algún día, volvernos a encontrar. Te amé, te amo y lo haré como a nadie más en este mundo. Resistiré a todos los ataques que mi mente se empeñará en sufrir junto con mi corazón. Desde dónde estés, mis brazos se mueren por abrazarte una última vez, de sonreírte y verte hacerlo, de admirar tu infinita belleza, de acariciar tu rostro, de poder besarte, de tenerte junto a mí de nuevo. Pero te dejaré en libertad a pesar de que mis palabras me hagan llorar por reclamar tu presencia. Solo te pido que te cuides ya que yo ya…no podré hacerlo

Adiós, se libre. No puedo atarte más.

Te amaré, no dejaré de hacerlo.

Siempre, Taemin.

 

 

 

Adiós hyung, gracias por todo. Seré yo, el que te cuide desde ese cielo al que le lloras. Mi amor estará contigo y te protegerá como tú lo hiciste con el tuyo.

 

Hasta que nos volvamos a encontrar, te amaré como la primera vez.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).