—¡No! —Grité con todas mis fuerzas, notando como mi garganta llegaba a doler, yo no podía perder a otra persona tan importante para mí, no Wade, no otra vez. Sentí mi pecho comprimirse, mi garganta doler y corrí con todas mis fuerzas entre los callejones hasta llegar donde estaba él.
—Wade…—Mi voz sonó tan quebrada entre el llanto, cuando una segunda bala atravesó su cabeza, salpicando todo de sangre, estaba a menos de dos metros y habían sangre por todos lados, corría espesa por su traje rojo y corrió hasta él, sacudiendo su cuerpo.
—¡Wade! ¿En qué mierda pensabas? ¡Despierta, anda! ¡No me dejes! —Grité, pedí, mas bien exigí abrazando su cuerpo con fuerza, no me importaba que mi traje se empapara de sangre, no me importaba que alguien nos viera, aquellos sujetos que le habían disparado ya estaban mas que lejos, su misión tal parece era matarme, pero él, ¡Que idiota! Se metió.
—Anda, despierta…—Le quité de a poco la máscara y contuve las ganas de vomitar, la sangre y no sé qué cosas mas escurrían por su mejilla. No sabía qué hacer, lloré y noté que mis manos temblaban. Saqué el celular y busqué aún temblando el número de papá, pero no podía llamarlo a él, él odiaba Wade entonces no dude mas; Banner. Le llamé sin pensar, con la voz apenas en un hilo.
—Ba…Banner…So…Soy Peter—Apenas hable suspirando suave—Le dispararon a Deadpool…Yo..Yo sé que a ustedes no…No les cae bien ni nada pero necesito ayuda…Él no se esta sanando solo como siempre y…—Intenté decir algo mas cuando la voz del doctor me interrumpió.
—Oh, cariño, supongo que tus padres no saben nada de eso, ¿Tienes algo con él, no es así? Mira, envía las coordenadas al teléfono iré a recogerles en el auto. Ya estoy saliendo ¿Si? —Luego de aquello colgué y me abracé con fuerza a él.
—Wade, ya vienen por nosotros…—Susurré y me quité mi mascara de igual modo, dejando ambas de lado, me arrullé a su cuerpo, le abracé, no estaba sanando ¿Por qué no estaba sanando? ¿Con qué le habían disparado? No encontré con qué fue, solo notaba que había dejado de sangrar. Y unas luces fuertes nos golpearon, me abracé mas fuerte a él, no me importaba quien fuera, pero reaccione ante la suave voz.
—Peter, bebé, anda, vamos—Dijo Bruce cogiendo un hombro de Deadpool y con cuidado lo subimos a la parte de atrás, él apenas habló, noté en su rostro que esto no lucía nada bien.
—Estarás bien…—Aseguré y me senté a su lado, acariciando su ensangrentada piel, agradecía para mis adentros que Bruce no hablara. No me sentía para nada preparado y al llegar a su casa bajamos otra vez a Wade, lo tendió en cuanto llegamos en una mesa de metal y se limpió las manos, tomando guantes y una mascarilla, le miré en pánico cuando hablo.
—Peter, debes salir, veré qué hacer… Podrías llamar a Steve, seguro tardaré y bueno… Eso mas que nada—Comentó antes de ingresar a la sala donde estaba Wade.
Le envíe un mensaje a papá, no pasaron mas de quince minutos y llegó, no lo pensé, le abracé fuerte, lloré un poco, apenas me miró me abrazó sin preguntar, eso me gustaba de él.
Poco a poco le fui explicando de que salía con Wade, que llevábamos apenas dos meses, pero le quería demasiado, que se metió en todo para salvarme, que no era tan malo como todos decían, él para mi era diferente.
Las horas pasaron, hasta que llegó de regresó Hulk.
—Hola Steve…—Saludó de manera cordial y yo me separé de a poco. —Bueno…Yo no sé si él este bien, quiero decir…Él esta bien, su cuerpo si…Y sanó bien luego de que le quité las dos balas pero sus ondas cerebrales…No…No lo sé, no las puedo ver bien, es…Confuso. Puedes pasar. Yo iré a preparar un café para ti.
No lo pensé, ingresé de inmediato y le vi tendido en el metal frío con una sabana sobre su cuerpo desnudo, me senté a su lado y cogí su mano.
—Wade…—Lloré un poco y puse su mano sobre mi frente—Amor…Despierta…—Sollocé apretando con fuerza su mano — Necesito que me molestes…—Susurré apenas manchando con mis lagrimas su fría mano.
—Necesito que me digas Pet-Pet…Que…Que me molestes…Que no me dejes hacer bien mi trabajo…Que cantes…Que digas tonterías—Lloré con fuerza y le abracé, casi saltando sobre su cuerpo. Apoyé su frente contra la mía y miré sus ojos cerrados. —Wade…Necesito que me beses, que me toques…Que me hagas sentir seguro… Que me acompañes cuando tengo miedo o pánico.
Y cerré los ojos, necesitaba sus palabras molestas sin sentido, necesitaba esos detalles, como cuando llegaba con rosas en frente de mí y gritaba que yo era su mundo, que ahora él era solo para mí.
—Wade…—Sequé mis lagrimas y noté como sus ojos se removían, mi corazón dio un vuelco. —Mi Wade, estoy aquí…—Musité secando mis ojos otra vez.
—¿Wade? —Tú voz sonaba áspera, pase mis manos por sus mejillas, acariciando de ambas.
—¿Deadpool? —Pregunté con pánico una vez mas, él se sentó apenas y me separó, pasando su mano por su frente.
—Me mata la cabeza niño ¿Tú quién eres? —Su voz, sonaba diferente, su forma de verme…No había nada. ¿Qué pasaba? Lloré cubriendo mi rostro.
—Regresa…Deadpool…Amor…—Tenía tanto miedo, que las lagrimas comenzaban a ahogarme, me faltaba el aire, no era verdad, no podía perderlo, no podría seguir adelante sin él—Regresa…Besame…Di…Di que soy tu arañita aunque me moleste y me irrite—Sequé mis ojos—Di que me ayudaras…Di…Di que estarás siempre conmigo aun cuando Tony te quiera matar—Sentí que cogía mis manos y me sonrió, un mar de mariposas nacieron en mi estomado. Poco a poco se acercó a mis labios y esa sensación suave comenzó a ser real otra vez, lo tenía a mi lado ¿No es así? Para siempre… Por muy molesto, algunas veces uno nunca aprecia lo que tiene si no hasta el momento de ver que eso se escurre de tus manos. —Te…Te amo. Wade…
—¿Qué dijiste? —Me preguntó y en ese segundo me di cuenta de mis palabras, deje de llorar y sonreí bobamente.
—Ya lo escuchaste, tonto—Le reñí como acostumbraba, eso se sentía tan bien, verlo sonreír y de manera dramática se llevó las manos al rostro.
—¡Me harás llorar, oh, amor! —Gritoneó mientras apretaba de mis mejillas; Lo tenía, sin duda era mi Deadpool.
—¡No seas idiota! —Le golpeó con fuerza y rie un poco.
—¡Oh, Pet-Pet, que sexy te ves llorando! ¡Vamos a hacerlo! ¡Quiero tener sexooo!
—¡Que te calles! —Reí un poco y le abracé—Solo…Nunca me dejes…
—Jamas…Yo amo mucho a Pet-Pet y si yo soy yo…Es porque Pet-Pet me hace ser yo. —Musitó, sin sentido, pero para mí, era lo mas hermoso tenerlo otra vez aquí.