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Possessive por Lady Akari

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Notas del capitulo:

Espero que les guste <3

Possessive

 

            Al oír la palabra ‘’descanso’’ salir de los labios de nuestro coreógrafo, miré por última vez al espejo notando como la formación final se deshacía. Me sequé el sudor con la camiseta y me dirigí a una de las paredes de la sala. Dejé caer mi cuerpo usándola como respaldar y lo busqué con la mirada. Se encontraba apoyado en la contraria mirando al suelo con una mano en su pecho. Fruncí el ceño de manera automática.

 

            Había algo raro por la forma en la que intentaba regular su respiración. Vi que parpadeó repetidas veces y tosió. Mi preocupación se disparó al instante y debió notar mi mirada. Clavó sus ojos en los míos y me sonrió como si no pasara nada. Pero yo lo había visto y él se dio cuenta por mi expresión. Apoyé una de mis manos en el suelo con la intención de levantarme, pero una voz interrumpió la tranquilidad de la sala:

 

-         Taehyung, tienes una visita –dijo la noona para después abandonar la estancia.

 

Todos lo miraron extrañados y pude notar su perplejidad también. Mi mandíbula se tensó ante la noticia. Emprendió su camino fuera del lugar y me miró por última vez algo confuso. Mi expresión cambió drásticamente, algo que no pasó desapercibido para Jimin que se acercó con una sonrisa divertida:

 

-         Jungkook, estás a punto de saltarle al cuello a quien quiera que sea esa persona–rio.

-         Me lo estoy planteando, no me alientes –solté un bufido, la curiosidad de saber quién era me estaba comiendo.

-         Relájate anda –me despeinó-. Nadie te lo va a quitar. Tú eres mejor que cualquiera que ande suelto.

 

No pude evitar reír por su comentario, pero en el fondo me preocupaba ese hecho:

 

-         Vamos chicos, una última vez –ordenó con voz tranquila.

 

Me levanté con pesadez y miré nuevamente hacia la puerta por la que había desaparecido Taehyung. Tenía el impulso de salir y saber qué estaba pasando fuera, pero desgraciadamente no podía y me frustraba por ello. Maldije en voz baja y me coloqué en mi posición. La música comenzó a sonar y por un momento pude olvidar que mi novio no estaba presente.

 

 

 

El coreógrafo nos felicitó por el buen trabajo tras las últimas notas y yo volví a revisar el lugar esperando estar equivocado, pero no fue mi suerte. Su lugar seguía vacío y mi autocontrol explotó. Apreté mis puños y salí de la sala en su busca. ¿Qué entretenimiento estaba teniendo como para saltarse lo que restaba de ensayo? Jamás lo había hecho y…

 

No podía creerlo, no quería creerlo. Ahí estaba esechico otra vez con Taehyung. Estaban abrazados. Ahora lo entendía. Mis nudillos se tornaron blancos de la fuerza que estaba conteniendo para no causar ningún destrozo. Noté enseguida como las lágrimas se deslizaban por mis mejillas y me mordí el labio evitando gritar algún improperio. Mientras yo estaba preocupado, ellos se lo pasaban bien. La curiosidad me mató y duele mucho.

 

No era capaz de explicar cómo me sentía, pero cuando pude reaccionar, me di la vuelta dispuesto a salir de allí:

 

-         Jungkook… -oí como me llamó. Si me vio, ya era tarde.

 

Comencé a correr con el objetivo de huir. No quería oírlo, no quería escucharlo. En ese momento no deseaba volver a verlo.  Me había prometido que se alejaría de ese asqueroso individuo que deseaba matar con mis propias manos, pero en lugar de eso…

 

-         ¡Jungkook! ¡No! ¡Espera, por favor! –lo sentí detrás de mí, pero no quise darme la vuelta.

 

Atravesé la puerta que daba a la calle y la fuerte lluvia que arreciaba desde esta tarde me empapó por completo. Hacía frío, mucho. Pero el dolor que sentía podía contra eso y mis lágrimas quedaron encubiertas.

 

El mánayer se asomó al oír los gritos y vio pasar corriendo al maknae llorando y a un Taehyung con la desesperación en su rostro y un estado deplorable:

 

-         ¡Jungkook! ¡Taehyung! ¡No salgáis hay aviso de tormenta! –se apresuró a decir, pero ninguno lo escuchó.

 

El ruido de la puerta alertó al mayor del grupo:

 

-         ¡¿Taehyung ha salido?! –gritó alarmado.

-         ¡Estos niños! –dijo consternado el encargado.

-         ¡Maldición! -Jin se acercó a sus cosas y cogió su abrigo con rapidez.

-         ¿A dónde vas? No salgas tú también –le advirtió.

-         Tengo que encontrarlos. Taehyung no está bien y no descansará hasta encontrar a Jungkook. No puede estar en la calle con este tiempo…O podría pasar algo peor.

 

 Jin también lo había visto. Llevaba observándolo desde esta mañana. Sabía que algo le pasaba, él no se encontraba del todo bien:

 

-         Yo iré contigo, harán falta dos personas –declaró Suga repitiendo la acción que había hecho el mayor.

-         Yo también quiero ir –dijo Jimin preocupado.

-         No, tú quédate aquí –le ordenó Suga con una mirada seria.

 

El menor no se atrevió a decir nada más, pero su preocupación seguía latente. Los dos mayores abandonaron la estancia tal cual lo habían hecho los pequeños antes:

 

-         Hyung, ve tú por Taehyung. Tu poder de convencimiento es mayor.

-         Procura traer de vuelta al maknae sin trastornos psicológicos –bromeó.

 

Yoongi sonrió de lado y su cabeza comenzó a funcionar con velocidad. Conocía a Jungkook, así que no tardó en tener una ligera idea de a donde había huido el pelinegro:

 

-         ¡Suerte! –continuó la carrera desviándose por una de las calles.

 

Jin lo miró por última vez deseando que ambos se encontraran bien.

 

 

Miré hacia todos los lados a pesar de que la lluvia me dificultaba la tarea. Tenía que encontrarle, quería explicarle que lo que vio fue un error. Lo había perdido de vista hace unos minutos y para mí fueron horas. Avancé por una de las oscuras calles que se perdían ante mis ojos con la esperanza de poder verlo pronto. La lluvia estaba aumentando considerablemente y sentía como perdía las fuerzas. Se me nublaba la vista y el dolor de cabeza volvía con más fuerza. No podía creer que esto fuera mi culpa. Si le llega a pasar algo, yo…

 

-         ¡Jungkook! ¡Vuelve! –tras gritar desesperadamente, el pecho se me oprimió y tosí como consecuencia.

 

No quería que me dejaran solo, no otra vez. Me abracé a mí mismo como si de alguna manera pudiera calmar el dolor y caí de rodillas. No quería perder a la única persona que amo, no soportaría volver a sufrir el mismo dolor. No quiero…No…Vuelve…No me dejes solo…No…

 

 

El mayor se estaba desesperando. No lo encontraba por ninguna parte y no parecía haber indicios de que lo fuera a lograr pronto. No sabía por dónde buscar. Si Taehyung había perdido el rastro del pequeño, lo más probable es que ambos estuvieran andando sin rumbo fijo. Miró al cielo nocturno que se escondía tras las grandes nubes como si tuviera la respuesta. Soltó un gran suspiro y sin premeditarlo, optó por la calle a su derecha que permanecía poco iluminada. Antes de poder arrepentirse, vio un bulto en el suelo. Intentó enfocar mejor debido a la lluvia, pero sin éxito, se acercó con cuidado por si no era algo agradable.

 

No supo si alegrarse o ponerse de los nervios:

 

-         ¡Taehyung! –se agachó rápidamente.

 

El menor estaba temblando, respiraba con dificultad y parecía tener la mirada perdida:

 

-         Tae, ¿estás bien? –le apartó el cabello de la cara.

-         Hyung… -pronunció a duras penas.

-         ¿Qué te ocurre Tae? –lo elevó un poco del suelo para rodearlo con ambos brazos. Estaba totalmente empapado y cada vez temblaba más.

-         Jungkook… -susurró.

-         No te preocupes, Yoongi fue a buscarlo. Lo traerá de vuelta –le aseguró.

-         Hyung… -lo miró-. Duele.

-         ¿Qué? ¿Qué te duele?

 

Se estaba poniendo histérico. Ver al menor en ese estado de vulnerabilidad era desgarrador. Estaba temblando en sus brazos y parecía agitado. Sin embargo, su mirada era vacía y oscura:

 

-         Tae, no… ¡Taehyung! –Jin notó que el castaño estaba perdiendo la consciencia, pero hubo algo más que le asustó-. Tae, Taehyung, reacciona por favor. ¡Taehyung! ¡TAEHYUNG! –el pequeño había dejado de respirar.

 

 

El rapero iba con paso sereno tras una larga carrera. Sabía que el maknae se habría cansado de correr y se había escondido en aquel callejón. Estaba preocupado, pero no valdría la pena correr. Él era predecible. Se sacudió el pelo, inútilmente, pues no había dejado de llover y con su mirada analítica, escaneó el lugar. No quería que ocurriera ningún incidente y menos sabiendo que la apariencia de Jungkook atraería a muchos depredadores.

 

Dobló la esquina y pudo percibir el llanto del menor a poca distancia. Estaba en lo cierto. Se adentró con premura y lo divisó en aquellas escaleras de madera como era costumbre ya.

 

 

No me hizo falta mirarlo. El único que conocía este lugar era Suga-hyung. No era la primera vez que nos veíamos aquí:

 

-         Hyung… -logré pronunciar entre sollozos.

-         Jungkook –pronunció con resignación sentándose al lado mío.

-         N-o entiendo… Cómo puede alguien enamorarse tanto de una persona.

-         No podemos entenderlo todo –dijo sereno-. La vida sería muy aburrida.

-         Pero me duele hyung… -levanté mi rostro por fin, observando la nada.

-         Hay cosas que simplemente suceden y no pueden entenderse. Hay otras que ocurren, pero hay una explicación.

-         ¿Qué estás insinuando?

-         ¿Crees que no me he dado cuenta de cómo miras al sujeto que se le acerca últimamente a Taehyung? Cada vez que lo ves, aunque sea a cincuenta metros, tu radar se dispara. Sin embargo, no es el primero. ¿A cuántos chicos has espantado por estar cerca de tu novio?

-         Soy un maldito celoso y posesivo. Me doy asco.

-         No –dijo con pena-. Eso no es malo. Simplemente proteges lo tuyo. No te culpo. Hablamos de Kim Taehyung, el Sr. Relaciones Públicas. –dijo en tono irónico-. Pero tienes que confiar en él.

-         Ese es el problema, que tiene a muchos asquerosos a su alrededor y créeme que no quieren tomar un café. Y ese en concreto tiene otras intenciones, las cuales voy a tener que quitárselas por su bien.

-         Te diré que he visto millones de veces  a Tae hablar con multitud de chicos, reírse con ellos, divertirse, sonreírles, mirarles…Pero solo hay un chico con el que lo hace de manera especial. Esa sonrisa solo la veo cuando habla con él, esos ojos lo miran de esa forma cuando está con él, tiene unos extraños gestos solo cuando sale con él…Te puedo asegurar que esas cosas solo las veo con una sola persona, porque es a quien Taehyung ama. Es a quien adora, a quien mima, a quien le gusta hacerlo sonreír, a quien protege, con quien hace el amor. Es a Jeon Jungkook. Sé que eres un celoso y un posesivo de categoría, pero aun así él te ama. Solo a ti. Quizá él no haya roto su promesa, quizá haya una explicación y quizá deberías haberla escuchado.

-         Hyung… -sollocé-. ¿Por qué me haces estas cosas? –no sabía si morir de la vergüenza o llorar de la pena.

-         Tuve que hacerlo de esta manera, porque le prometí a Jin-hyung que te devolvería sin traumas emocionales–sonrió de lado-. Sabes que este no es mi estilo –se encogió de hombros.

 

Esa declaración provocó una ligera risa en mí. Aunque Yoongi-hyung dijera que los sentimientos no eran lo suyo, estaba muy equivocado. Simplemente tenía su forma de arreglar las cosas:

 

-         Lo amas, ¿no? –me miró burlesco.

-         Creo… -tomé aire-. Jamás llegaré a expresarlo con palabras –esbocé una pequeña sonrisa, recordando que esa misma frase me la había dicho mi novio hace un año.

-         Volvamos a casa, ¿sí? –dijo acariciando mi espalda.

-         Vamos –dije incorporándome-.Oh, hyung… Gracias –lo abracé y él me imitó, pero antes de separarme me acerqué a su oído-. Estoy seguro de que Jimin corresponderá tus sentimientos y te dará mucho amor –dije burlón.

-         ¡Jeon Jungkook! –dijo sonrojado.

-         El gran Min Suga sonrojado por un enano con cachetes –me vacilé.

-         ¡No te rías de él! Yo podría empezar a hablar de tu novio extraterrestre tranquilamente –me miró fulminante.

-         Mi novio es perfecto, no hay nada de qué hablar –le saqué la lengua-. Pero sé que Jimin también lo será para ti –sonreí tiernamente-. Tú lo amas y él a ti. Ya es hora hyung.

-         No he venido a hablar de mí, sino a traerte de vuelta. ¡Andando!

 

Reí descontroladamente, adoraba a Suga-hyung. Creo que en el fondo ambos nos parecíamos en algunas cosas, porque ChimChim últimamente tenía menos amigos de lo usual.

 

Emprendimos el camino de vuelta a casa a paso ligero. El aviso de tormenta no era ninguna broma y antes de que se pusiera peor, nos apresuramos en llegar. Suga sacó las llaves y atravesamos todas las puertas que nos bloqueaban el camino llegando por fin. Entramos los dos empapando totalmente el suelo y nos encontramos con un extraño ambiente.

 

Todos estaban reunidos en el salón con unas caras bastante preocupantes y alzaron las cabezas cuando nos vieron entrar. Comencé a buscar algún indicio del por qué y me percaté de que faltaban dos. Me alteré al instante. Suga-hyung pareció captar mi reacción y se me adelantó:

 

-         ¿Jin-hyung no ha llegado? ¿Dónde está Taehyung? –cuestionó mirándolos a todos.

 

Pude notar como Hoseok-hyung miraba de nuevo al suelo y Jimin se mordía el labio inquieto:

 

-         ¿Dónde están? –pregunté yo esta vez.

-         Jungkook… -habló Namjoon-hyung.

 

Al oír su tono de voz, supe que algo había pasado. No quería imaginar el qué, pero comencé a ponerme nervioso. Tenía un mal presentimiento y no me gustaban nada las personas que estaban involucradas:

 

-         ¡¿Qué pasó?! –grité fuera de mí.

-         Calma, Jungkook –mi acompañante puso su mano izquierda en mi hombro.

-         Namjoon, ¿dónde están Jin y Tae? ¿Qué fue lo que pasó? –también sonaba ansioso.

-         Jin-hyung está con Taehyung…En el hospital.

Notas finales:

Pronto publicaré la continuación ~


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