Capítulo 1 Desde siempre un falso rayo de luz
No era sino otro problema más para mis jefes, no era su empleado era un estorbo, que si bien podía eliminar perfectamente a los demonios y era realmente útil para recolectar almas, mis comportamientos homosexuales sin pudor alguno les fastidiaban.
Comienzo del inicio respondo al nombre de Grell Sutcliff, no pregunten mi edad porque realmente no la recuerdo, ya perdí la cuenta de cuánto tiempo sigo vivo. Ese no es el punto, continuemos formo parte de La Sede Shinigami, junto a William T. Spears mi superior y otros internos y novatos recién graduados nos dedicamos a recolectar, registrar, organizar y manejar el papeleo y decisiones sobre las almas humanas.
Según todos soy un tipo realmente idiota y asqueroso por mi desvergonzada personalidad, pero no es apropósito solo me nace hacer lo que hago, solo eso. Nadie sabe realmente que hago o como soy realmente, no soy ese Grell acosador ni alegre, es mi personaje para no demostrar que todas las noches la paso en depresión, llorando hasta dormirme
-Sutcliff, a mi oficina tienes trabajo pendiente –le proclamo su superior Spears acomodándose sus lentes de marco negro con la guadaña como siempre
-Oh Will-chan, eres tan frio conmigo querido –le dijo de manera insinuosa mientras se abrazaba a si mismo sonriéndole y dedicándole una sonrisa de picardía- a las damas se las trata con más cariño querido
-Sutcliff! –le reprendió asestando a darle un golpe en la cabeza con su guadaña- deje de soñar ¿o debo traerle un despertador señor Sutcliff? –le dijo ya cabreado mostrando una ligera mueca de disgusto
-oh Darling, que frio que eres conmigo –dijo comenzando a sonrojarse y acomodarse con sensualidad sus lentes de marco rojo pasión
Y así era entre malos tratos, regaños y golpes mi jefe me controlaba cuando de trabajo se trataba. También para él, yo era molesto, latoso e inútil a veces dejaba mi trabajo para ir a llorar por problemas personales acumulados, usaba de excusa que había visto a un hombre guapo que no podía dejar escapar.
Que tarde más aburrida, me reprendieron 3 veces por mi ilícita Death Sytch, que no podía modificarla sin permisos de la Sede, que Grell no deberías tener tan largo el cabello, que vístete bien, que no seas tonto, que no hables de manera afeminada. Que esto y lo otro, y blah, blah ahora William está conmigo supervisando mi “inútil trabajo “en las horas extra, estoy muy cansado, lo último que me faltaría seria cruzarme con Sebastián y tener que actuar vulgar para que no sospechen pero como estoy tan cansado ni ganas tengo de aparentar, esto de recolectar, archivar y decidir el destino de las almas es agotador, y ahora precisamente soy un hombre cansado, si dije hombre porque estoy consciente de mi género.
Claro, decir su mendigo nombre es invocarlo, tengo una suerte tan mala que hasta Lucifer se debe de estar riendo de mi “fantástico” día horrible, claro no podían faltar el Conde mocoso con el idiota del demonio Michaelis, apenas William los vio sabía que debía reaccionar y hacer algo que usualmente haría pero contrario a lo que esperarían de mi Grell Sutcliff, solo tome el alma de una mujer que estaba prevista para morir hoy a las 18:04 PM una damisela soltera que moriría de un paro cardiaco en plena vereda donde pasaban el demonio y su contratista.
Al volver a su lado me vio con una expresión ligeramente diferente se veía el asombro en sus ojos y esa pregunta poética en su cara de ¿Por qué no te lanzaste a los brazos de ese demonio como siempre?
-no me mires como si fuera tu suegro William, mueve y vamos que hay que archivarla –si, así es haber trabajado de más me puso de los nervios, y estaba actuando como actuaria un empleado responsable
-Sutcliff, ¿se encuentra bien? –pregunto su superior, colocando una de sus manos enguantadas en la frente del pelirrojo
//bien Grell, hora del show// -pensó para si mismo-
-oh Wiru ¿estas preocupado por mí? –le dijo sonriendo de la forma más promiscua, y contorsionando su cuerpo alrededor del superior- Wiru creo que su preocupación se debe al…. A-MOOOOOOOORRRR –le menciono con una femenina recalcando la palabra “amor” en un ligero canto
-Tsk… veo que era una falsa alarma –dijo con desprecio, a pesar de que su rostro nunca cambie de expresión sé que escupió cada palabra dicha con asco, autentico asco. Ese tipo me odio toda su vida y yo lo sabia muy bien.-
Sencillamente hasta el Conde quedo algo confundido mas lo aparentaba tras una mascara de orgullo latente que siempre quedaba en ese joven rostro humano, cuanta envidia le tengo a ese mocoso. Al menos el tiene el privilegio de decidir que hacer con su vida y tiene el privilegio de morir después de efímeros años andando sobre esta tierra llena de libertades. Odio a los humanos por poder elegir que harán y que no harán de su vida, ellos pueden hacer y deshacer a como se les antoje y cuantas veces se les de la gana y sin embargo siguen quejándose de su vida, y dicen que nada es justo. Mentiras! La vida de un shinigami es injusta, cruel y despectiva, nacemos para ser emisarios de la muerte, las tijeras que cortan el hilo dorado de la vida humana. Nuestro destino es definitivo, haremos el papel de jueces, abogados, fiscales y jurado decidiendo si viven, mueren, reencarnan, o terminan en la biblioteca de los muertos hasta que el propio libro tenga tantos fallos que tengamos que destruirlo por completo para dejar espacio para la siguiente generación de la Humanidad.
El demonio también es libre, le odio y le admiro por diferentes razones.
William me llevo casi a la rastra por aquel numerito de Diva engreída que le hice hace segundos, es bruto y brusco conmigo me lleva tirando de mi larga cabellera rojiza mientras abre un portal a otra parte de Londres donde debíamos tomar otras almas para juzgarlas en su momento.
Exactamente unas 6 horas de trabajo extra, horas que agotaron mi mente, cuerpo e inexistente alma. ¿Es que no podía morirme de una buena vez para descansar debajo de la tierra? ¿Tengo que pasar otra vida condenado a ser maltratado y odiado? ¿Cuál era la gracia de mi existencia si solamente vivía para ser el saco de boxeo de diferentes personas? Esto daba un asco terrible, odio a todos… Odio su libertad, odio y envidio sus reducido tiempo en este universo.
no tardamos demasiado en archivar los expedientes en formatos compactos de al menos unas 100 o 200 hojas, 150 personas me fueron designadas en las horas extra y no era para menos pues si lo hacia mal podía inclusive hasta llegar a un tribunal por ineptitud en un trabajo tan “simple” como ser shinigami. Como detesto el papeleo, lo se soy un pesimista en grande y puede decirse que odio a toda la humanidad a todos los shinigamis, los programas de trabajo, la manicura que llevo, las marcas baratas de ropa… Hay muchas cosas que odio y podría decirse que la lista mas corta que podría hacer jamas en mi “vida” seria la lista de las cosas que no odio o que al menos tolero.
llegue alrededor de las 3:00 am de la mañana de un sábado, al menos ya era fin de semana y ahora iban los principiantes para aprender estos dos días, tengo libre dos días… Dos días para mi solo y para nadie mas puede que intente suicidarme de nuevo o use la maquina de coser para coser esa corbata roja que tenia de repuesto. Como sea sencillamente abri la puerta de mi departamento y cerre rápidamente para sentirme menos agobiado en mi ambiente.
Todo estaba como lo deje en la mañana cuando tuve que correr por estar retrasado una hora entera si no fuera por ese reloj William no me habría regañado tan feo esta mañana, las paredes verdes no tenían ninguna mancha en particular, los muebles de madera sin pintar, la luz era de bajo consumo y debi de cambiarla hace ya bastante rato pero siempre lo postergo. No tenia la gran cosa en el refrigerador apenas unos 3 huevos, queso, naranjas, fresas y unas manzanas que quizá mañana estarían echadas a perder asi que haciendo uso de mi mente hambrienta que se llamaba “estomago” me prepare la comida.
A medida que iba terminando pensaba en lo solitario que era mi tiempo libre, nadie me acompañaba en estos momentos, termine de cocinar y lave los trastos para no tener demasiado que lavar después. Era un departamento respetablemente compacto, tenia solo unas 3 habitaciones es decir un baño, la recamara, y el comedor/cocina. Tome el plato y mi cubierto sentándome en esa mesa negra con mantel del mismo color observando mi omellet por unos momentos, en estos momentos estaba fantaseando con que alguien estaba frente a mi comiendo conmigo, es patético lo se. Pero es mejor delirar un poco y hablar solo con alguien imaginario que respondia solo en mi cabeza en vez de estar recordando los terribles sucesos que aconteciendo en mi antigua vida humana, y mi actual y tempestuosa vida de shinigami