-Etto… Erika-chan… ¿qué es esto?- preguntó un muy confundido Izaya a una de sus humanas favoritas.
-¿Umm? Es solo cosplay, prometiste ser mi acompañante ya que Yumasaki está enfermo. Además perdiste justamente contra mí- le dijo en con una gran sonrisa, mientras entraban a un pequeño Coffe Maid, en el centro de Akihabara.
-Al menos comeré algo, no he comido en toda la tarde- suspiró siguiendo a la joven otaku.
Muchos se preguntarán qué estará pasando Orihara Izaya, dejándose arrastras por la joven Kirisawa Erika por todo Akihabara y vestido en cosplay. Pues todo se remonta hace una semana, donde el informante estaba en una de sus clásicas persecuciones con el hombre más fuerte de Ikebukuro, Heiwajima Shizuo. Nada raro han de pensar, pero Shizuo lanzó en ese momento una máquina expendedora hacia el escurridizo informante, quien lo esquivo fácilmente, pero la pobre víctima fue in hidrante, entre la presión del agua Yimasaki y Erika, pasaban justamente por esos rumbos, más bien persiguiendo a ese par de enemigos declarados.
Erika emocionaba gravaba todo lo acontecido, en cuando a Yumasaki solo la seguía para que no se metiera en problemas, el gran chorro de agua terminó dando de lleno al pobre otaku, dejando KO en medio de la calle. ¿Cómo le dio si el agua corre hacia arriba? Pues Izaya cortó las sogas que sostenía un letrero sobre de él para usarlo de escudo, desviando el agua hacia Yumasaki. Ante la pobre víctima, ambos se detuvieron y se acercaron a ver al herido.
-Ya ves lo que ocasionas Shizu-chan~- dijo en tono burlesco mientras revisaba superficialmente a Yumasaki.
-¿Yo? Esto pasa porque vienes a MÍ territorio- dijo molesto, empezando con un duelo de miradas, donde chocaban sus frentes. Con un simple sonido de “click” y un flash se separaron y vieron que Erika les había tomado una foto.
-jojojo, esta es buena- rio al tiempo que guardaba la foto-. Él estará bien, no creo que un poco de agua lo mate.
-De todos modos, deberían llevarlo a que lo revise Shinra- dijo Shizuo a ambos.
-¿Deberían? A mí no me incluyas.- estaba a punto de irse, cuando Shizuo lo detuvo tomándolo de la capucha de su abrigo.
-Eso sí que no. La vez pasada yo me encargue las señoras que casi sufren un infarto por tu causa, es tu turno llevar a Yumasaki-kun.- dijo dándole fin a la conversación, poniendo a un inconsciente Yumasaki en hombros de Izaya, quien casi cae por el peso.
En efecto el pobre otaku, no sufrió de ningún daño severo, solo un ligero resfriado que lo dejaría en cama como mínimo por dos semanas, donde justamente esa semana irían a un pequeño evento con su comunidad de otakus.
-Iza-Iza, ahora tu me acompañaras al “Gran Evento Super Especial de Anime y Manga”. No creo que te quede el cosplay de Yuma-chan, así que usaremos otro para ir en conjunto.
-Espera, ¿por qué yo? Mejor pídeselo a Shizu-chan.
-Si te vas enseñaré esto a todas las fujoshis que conozco en todo Japón- Erika le mostró una foto de él abrazando a un dakimakura de Kusanagi Izumo, donde vestía idéntico a Shizuo.
-¿Me estás chantajeando? ¿A mí?- dijo con una risa superior, pero en su interior moría de nervios.
-Sí- dijo con simpleza y con una gran sonrisa-. Además no es la única que tengo, claro que te daré todas y cada una de ellas si me acompañas y usas el cosplay que te dé. Además su ganamos podremos comprarte otro dakimakura, ese ya está muy viejo.
-Bien… Solo si me ganas en uno de los juegos que hay allá- dijo señalando un árcade.
-Trato hecho.
Pasaron toda la tarde y el día siguiente jugando, ninguno se rendía, pasaron por todos y cada uno de los juegos del local, pero al final Erika ganó con uno de baile. Solo por orgullo y porque realmente quería un nuevo dakimakura acompañaría a su humana favorita.
El día en que acordaron verse en el departamento de la fujoshi, se arrepintió completamente, tenía la vaga esperanza de que el cosplay no fuera vergonzoso, grave error. Perdió una apuesta con la más grande fujoshi que conocía y para rematar la “autora” del “Shizaya”, estaba perdido, no jodido.
-Tienes que estar jugando…- dijo viendo se en el espejo.
-No es en serio- dijo dándole los ultimo toques al cabello de Izaya-. Quería ponerte otro, pero como vez no tienes la talla de Yuma-chan, así que al verte desnudo, pensé tal vez y le quede el cosplay que diseñé para Rita-chan, y que suerte que ella es plana. Ahora andando.
-No pienso salir así- dijo todo sonrojado.
-Vamos, Iza-Iza nadie te reconocerá… o prefieres que todos te vean abrazando a Kusanagi-san… que ahora que me doy cuenta se parece a…
-Bien vámonos, pero no iremos en metro.
¿Cuáles son los cosplays? Fácil son Umbreon y Espeon de Pókemon. Erika usaba una peluca de cabellos morados y largos atados en dos coletas, un top blanco con cuello triangular morado (tipo colegial) y con un gran moño blanco acompañado de una piedra roja; las mangas largas de color morado, le llegaban hasta los tobillos. Llevaba una larga falda morada, encima de esta un pliegue blanco y un gran moño morado, y para terminar usaba unas zapatillas de bailarina.
En cuando a Izaya, que le tocó ser Umbreon, usaba un top negro parecido al de Erika, solo que en vez de moño tenía una corbata corta, todos los bordes del top y la corbata eran amarillos. Las largas igual de largas en negro y amarillo, en sus muñecas llevaba un par de brazaletes de oro y un par de guantes negros sin dedos. Un amplio pantalón negro bastante atrevido, dejaba al descubierto parte de sus piernas y muslo, y debajo de esta abertura había un gran anillo dorado en cada lado, en la cintura llevaba un lazo negro con dos franjas amarillas al final de la tela. Toda la piel descubierta que dejaba su cuerpo era “cubierta” por una delgada y transparente tela negra. Llevaba zapatillas negras y en sus tobillos otro par de pulseras (tobilleras) doradas.
-Agradece que lo cocí rápido para que se viera como pantalón o usarías falda- dijo entre risas.
En todo el trayecto nadie les prestó “mucha atención” ya que muchas personas iban al mismo punto con sus cosplays, claro está que al ser dos “chicas” sexys con esos cosplays llamarón demasiado la atención. Les tomaron fotos en diversas poses, claro que Izaya aprovechó esto para jugar y coquetear con sus queridos humanos para ver qué reacción tenían hacia él. Muchos se sonrojaban y otros se desmayaban con el solo un abrazo. Los hombres que eran los que más los rodeaban les regalaban muchas cosas, entre ellas dulces, posters y doujinshis de lo que ellos quisieran. Al final Izaya consiguió un nuevo dakimakura de Kusanagi, donde usaba una camisa blanca desabotonada, dejando ver sus pectorales, pantalón negro, y claro su cigarrillo en boca y lentes de sol. Con tantas personas con cosplay en el metro pasaron desapercibidos, y por suerte nadie lo reconoció.
Erika terminó por bajarse una estación antes que Izaya, dejándolo solo y diciendo que podrían volver a repetirlo en otro momento, claro está que con un cosplay a medida de Izaya. Estaba tan sumergido en el chat de los dollars, que terminó siendo empujado por otras personas haciéndolo bajar del tren en la estación de Ikebukuro.
-Miarda, y ya es tarde…- dijo viendo el reloj. En efecto ese era el último tren de la noche-. Tendré que pasar al departamento de emergencia-. Agradecía que tuviera ropas extras, ya que había dejado todo, excepto su inseparable abrigo que tenía puesto en ese momento, y las llaves de todos sus departamentos en el bolcillo de este.- Maldición, debo de apresurarme o me congelaré con esto puesto.- Claro que al ser débil ante el frío apresuró el paso como puto, el cosplay no estaba hecho para correr y tampoco quería romperlo. No porque le gustara sino que Erika podría vengarse por su descuido. Además llevaba varias cosas de la convención, en su mayoría regalos de sus amados humanos.
Después de casi veinte minutos caminando por fin iba a llegar a su departamento, ya se imaginaba el baño caliente y su tibia cama, tal vez pasaría a una tienda por algo de comida instantánea, cuando de pronto sintió que algo pasaba por su cabeza como un proyectil, dándole a alguien, pues lo escucho quejarse de dolor.
Al voltear vio a un hombre vestido con un gran abrigo que le cubría el rostro, en sus manos había lo que parecía ser un trapo húmedo y en la otra mano una botella de cloroformo que se derramaba por el suelo.
-No te preocupes, no está muerto. Pero deberías de andar con cuidado, estos tipos raros aparecen por aquí para llevarse a chicas como tú- Esa voz, por todo lo que conoce, de tanta gente viviendo en Japón justamente este hombre “lo salva” de un pervertido.
“No se ha dado cuenta que soy yo” Pensó Izaya aliviado, ya que no traía sus navajas y tampoco podía correr con ese traje.
-Muchas gracias, así que… ahora… me voy…- empezó a caminar rápidamente fingiendo una voz de chiquilla, cuando pasó a su lado pensó que podría salvarse, pero lo detuvieron tomándolo por la muñeca.
-¿No te conozco?- preguntó viendo a la “chica”, esta negó con la cabeza rápidamente, estaba por emprender la huida, cuando sintió que una ráfaga de viento le quitaba la capucha de su abrigo y el agarre de su “héroe” se hizo más fuerte-. Oh, vaya…. No sabía de estos hobbies raros tuyos, pulga- dijo con burla.
-Cállate, que esto es tú culpa- el rubio no parecía entender. Aun intentando liberarse de su agarre siguió hablando-. Erika-chan me pidió que la acompañara a su evento, ya que Yumasaki enfermó… pff… ¿Podrías soltarme? Me estás enterrando los brazaletes a las muñecas… Gracias- se sobó la mano como pudo.
-Entonces tu eres ella…- dijo mostrando su celular. Izaya estaba azul del miedo, pasando al verde, y al final terminó con el rostro rojo de la pena e ira, con los ojos le preguntaba a Shizuo, “¿De dónde las sacaste?”- Acaban de subirlas, Varona, me las mandó diciendo que la acompañara a este lugar la próxima vez.
-¿Varona-chan?- algo dentro de él se revolvió al pensar en ese par de rubios teniendo una cita. Tal vez fueron demasiados dulces para él- Haz lo que quieras, tengo que irme me congelo con esto puesto. Y si quieren ir solo dile a Erika-chan ella sabe de todo eso…- le dijo de manera fría y seria, cosa rara en él, y sin más empezó a irse. Pero su dakimakura que estaba envuelto en papel se rasgó al pasar por una reja, entró en pánico pensó que se había arruinado su preciado dakimakura.- Ah… no le pasó nada- suspiró abrazándola.
-¿Qué?- Shizuo vio todo, incluyendo al personaje de Kusanagi impreso, se parecía a él, no podía negarlo, ver a Izaya sonrojado y descolocado abrazando a un tipo de Shizuo impreso le hizo sonrojar.
-No es lo que piensas, él… él es un personaje que me gusta del manga, es muy diferente a ti, si es lo que piensas, él no es una bestia como tú… y… el no es rubio teñido- le gritó antes de emprender la huida, que de nuevo fue evitada cuando Shizuo lo jaló de la capucha de su abrigo.
-¿Y cómo se llama ese manga?- le dijo viéndola fijamente mientras tiraba lo que quedaba de su cigarrillo al suelo y lo pisaba.
-Es… etto…
-Vamos, mi departamento estás más cerca que el tuyo, te estás congelando- Izaya no pudo decir nada, era literalmente arrastrado por la bestia de Ikebukuro. Shizuo cargaba con la bolsa de dulces de Izaya, este se negaba a darle su dakimakura, mientras era jalado por toda la calle.
Una vez llegaron Shizuo le ofreció té caliente y un poco de arroz frito. No quería comerlo, todo eso era muy extraño para Izaya, ¿desde cuándo era tan hospitalario la bestia con él? Comieron en silencio mientras pasaban las noticias en la televisión.
-¿Puedo tomar el baño primero?- preguntó con cautela el moreno, algo no andaba bien, era mejor estar tranquilo ya que se encontraba desarmado y sin facilidad de movimiento.
-Aun no… Aun no está listo el baño- dijo mientras revisaba la bolsa de dulces de Izaya.
-Oye, pareces un niño pequeño husmeando las cosas de los demás- suspiró y se sentó frente a él- Si los quieres puedes tenerlos, yo ya comí suficiente.
-¿Sabes jugar?- dijo mostrándole la caja de Pockys.
-Sí, lo aprendí en el evento, muchos me tomaron fotos haciendo eso con Erika-chan o con ellos mismos- dijo viendo la caja roja de galletas.
-Ummm….- dijo molesto, abrió la caja y antes de que Izaya dijera algo tenía un Pocky en su boca-…. ¿Así que con todos?
-¿Ah?...- aun con el pocky en la boca vio como Shizuo tomaba el otro extremo entre sus labios.
-¿Acaso temes perder?- le retó, sabía que si picaba a la pulga como él lo hacía, el no rechazaría un desafió y más si implicaba perder contra él. Vio determinación en los ojos de Izaya y empezó a comer lentamente la galleta. Shizuo no se quedó atrás, cada vez se iban acercando más, cuando sus labios se rosaron ambos se vieron a los ojos. Izaya estaba todo rojo y Shizuo apenas se le notaba el rubor en sus mejillas.
Antes de que Izaya se separara, Shizuo lo besó abruptamente. Fue inesperado, salvaje y dulce, lo poco que quedó del pocky se deshizo en ese beso. Izaya no sabía qué hacer, su némesis lo besaba ferozmente, no podía corresponderle, o al menos eso pensó hasta que vio en los ojos color miel del rubio siendo desafiado, claro que tomaría ese reto, le demostraría que Orihara Izaya si sabía besar.
El beso se tornó más intenso, besaban lamian y mordían todo lo que podían, jugaban con sus lenguas fuera y dentro de sus bocas. Cuando al fin se separaron para poder respirar un poco un hilo de saliva les siguió, fue cuando se separaron que se dieron cuenta de lo que hacía. Shizuo tenía una meno en la nuca de Izaya y la otra en su cintura, en cuando a Izaya había pasado ambos brazos alrededor del cuello del rubio.
-Oh, no sabía que Shizu-chan~ tenía un fetiche con los cosplay, o será, ¿qué es zoofilico?- dijo con burla, tratando de ignorar el fuerte latir de su corazón, y el calor de iba aumentando en su cierto, ¿Qué no sentía frío hace unos momentos?
-Los pókemon no son animales realmente… además soy fan de esa serie- sonrió con malicia. Acercándose peligrosamente a Izaya, él intentó alejarlo, pero el rubio lo tomó por las muñecas poniéndolos sobre su cabeza para poder besarlo nuevamente, el sonido de sus besos eran bastante grotescos, Izaya ya no se quejaba solo se dejaba ser.
-Umm…- Avergonzado y sorprendido por su reciente gemido, deshizo el beso en busca de oxígeno. El rubio acariciaba con sus grandes manos todo su cuerpo, desde el cuello, su pecho, por su estómago, apretó un poco sus caderas, pasando por sus piernas para regresar y detenerse sobre su sexo, el cual estaba empezando a despertar.- Ah…- otro suspiro dejó escapar al sentir como frotaba por encima de sus ropas su semi erecto miembro, mientras le besaba el cuello, en un par de ocasiones lo mordía.
-Shi…Shizu-chan… no… te lleves toda… ah… la diversión- dijo entrecortadamente, quería sonar como si se burlaba de él, pero el placer empezaba a nublarle la mente. No podía evitarlo, nunca había sido tocado de esa manera, ni él mismo se había tocado. Si Orihara Izaya a sus veinte tres años aun era virgen.
-Si intentas escapar, te irá peor…- amenazó mientras lo soltaba.
-Créeme, no puedo… correr con esta cosa- Ahora con sus manos libre podía ahora tocar el cuerpo del rubio sobre las ropas. Empezó a deshacerle el corbatín para seguir con el chaleco. Shizuo cooperaba para ser desvestido, cuando fue retirado el chaleco y abierto su camisa blanca Izaya lo obligó a sentarse en uno de los sillones de la habitación, y empezó a esparcir besos y mordidas por todo el pecho y estómago de Shizuo, podía escuchar los suspiros y fruñidos que soltaba por la excitación, cosa que le ponía aun más.
Mientras repartía besos empezó a desabotonar el pantalón del rubio para al fin liberar su palpitante miembro. Vio fijamente su miembro y luego a dueño, era más grande de lo que imagino. No es que se imaginara esas cosas, ni nada, ah, ya estaba empezando a volver a la realidad, mejor seguía con lo que hacía.
-¿Qué esperas pulga?- dijo Shizuo viendo a Izaya de rodillas frente a él, ambos estaban sonrojados, pero dio un respingón escapándosele de paso un audible gemido cuando Izaya lamio lentamente del glande.- Maldición…- dijo cerrando los ojos, el placer que sentía era increíble. Izaya lamía lentamente toda la longitud de su miembro, chupando la punta y jugando con su lengua el pequeño orificio.- Ya es suficiente….- susurró y tomando la cabeza de Izaya cuando jugaba con el glande, metió todo su miembro de una estocada en la boca de Izaya, era tan cálido y húmedo, pero así como llego esa sensación se fue. Izaya se había echado para atrás mientras tocía.
-Maldita bestia, casi vomito la cena – siguió tosiendo para recuperar el aliento. Se limpió la saliva que se le escurría por la comisura de sus labios y le sonrió con superioridad al rubio-. Si que tienes poca paciencia Shizu-chan~ Pero no te preocupes… ya no te haré esperar.
Y de nuevo volvió a posicionarse de rodillas entre las piernas del rubio para meter su miembro a su boca de una sola vez, empezó con un lento sube y baja para torturarlo, apretaba de vez en cuando sus labios alrededor del pene se Shizuo. Lo que no podía abarcar con su boca lo compensaba usando sus mano. Aunque lo negara Izaya empezaba a excitarse con solo hacer esa felación, instintivamente llevó su mano a su miembro que aun seguía preso en el cosplay, así que sobre la tela empezó a tocarse.
-Más… rápido…- tomó gentilmente la cabeza de Izaya para marcarle un paso más rápido que, siguió sin protestar, en la última estocada llenó la boca del informante de su semilla, esta se le escurría por los labios y como pudo Izaya bebió lo que pudo y el resto resbalo por su boca, manchando el cosplay y los pantalones del barman.
-Oh… Erika-chan se enojará por estropear el cosplay- dijo limpiándose la boca.
-Si le cuentas lo que estamos haciendo, te lo perdonará- atrajo a Izaya hacia su cuerpo, haciendo que se sentara a horcadas sobre de él, y de nuevo volvió a besarlo apasionadamente, mientras empezaba a quitarle el pantalón del cosplay, quitando de una vez las medias y su ropa interior- Levántate – le susurró en el odio y le mordió el lóbulo de este mismo, escuchando un leve gemido escapando por los labios del informante. Izaya se mantenía sobre sus rodillas y rodeando el cuello de Shizou con ambos brazos, gemía levemente al ser masturbado por el rubio, debía de admitirlo lo hacía muy bien, demasiado para su gusto-. Lámelos…- le dio a lamer tres de sus dedos, sabía lo que venía, no opuso resistencia, deseaba tanto ese momento.
Sí, Orihara Izaya, tenía la fantasía de ser follado de muchas maneras por la bestia, llevaba más de tres años teniendo ese tipo de sueños de vez en cuando, sus sueños eran tan realistas que no tenía la necesidad de tocarse, ya que siempre amanecía mojado. También ayudaba el que se restregase en su dakimakura, he ahí también la razón de porqué esta tan estropeado y deslavado.
Beso los dedos de Shizuo para luego lamerlos lentamente uno por uno, cuando el rubio sintió que era suficiente, lo llevó a la entrada del informante. Jugó un poco al inicio para meter lentamente el primer digito.
-Ummm… es molesto…- se quejó Izaya, no sentía tanto dolor, era tanto el placer que le invadía el cuerpo que podía soportarlo.
-Relájate…- le beso dulcemente mientras metía el segundo. Jugando con su entrada dilatándola lo más que podía, no quería lastimarlo.
Él mismo se sorprendió por ese pensamiento, normalmente en las calles desea matarlo, pero ahora que lo tiene entre sus brazos y a punto de tener sexo con él, desea lo contrario. Quería reírse de él mismo, pero no podía negarlo desde que lo conoció en Raira sabía que lo que sentía no era solo ese odio que se profesaban, eso era una máscara para que el informante no se aprovechara de eso. Tal vez ese momento no era el más romántico y tampoco era como si se estuviera declarando, solo iban a tener sexo por esa noche. Aunque le doliera, no desaprovecharía ese momento de tener a mi amada pulga entre sus brazos y reclamarlo como suyo ante los demás.
Un tercer dedo entró, haciendo que Izaya rompiera el beso para soltar un gemido. Sí, Shizuo sería el primero en tener bajo su cuerpo a Izaya, nadie más que él haría que el temido informante Orihara Izaya gimiera y gritara de placer. Siguió masturbando y dilatando la entrada de Izaya, cuando por fin encontró lo que buscaba.
-¡AAAAAH!.... Ahí… ahí…- respiraba entrecortadamente, ese punto que hacía que tocaba el cielo, su bestia lo había encontrado. Sí, su querida bestia.
Shizou le dio lo que pidió, tocó un poco más la próstata del moreno hasta que él no pudo más. Sacó sus dedos abruptamente, ganándose una mirada rojiza llena de odio, él solo le sonrió y lo cargó estilo princesa hasta la cama, donde lo recostó para poder terminar de desvestirse. Izaya, no se quedó atrás como pudo se quitó lo que quedaba del cosplay manchado de semen de Shizou.
Una vez desnudos se sentaron uno enfrente del otro sin saber como continuar. Shizuo fue el primero en tomar el rostro de Izaya entre sus manos para besarlo, como respuesta Izaya lo abrazó mientras correspondía el beso, dejándose caer en la cama, con el rubio sobre de él.
-Shizu-chan~…- susurró cuando terminaron el beso, con una meno acarició la mejillas del rubio y le sonrió, no con sus típicas sonrisas presumidas y falsas, esa era real para Shizuo. Rodeó con sus piernas la cintura del barman para darle a entender que continuara-… ven… Shizu-chan~
Un beso más y Shizuo empezó a penetrarlo lentamente, sabía que le dolería, y más que se enfriaron mientras se terminaban de desvestir y cambiaban de habitación. Para distraerlo empezó a repartir besos y dejándole marcas por todo su cuello y de igual manera lo masturbaba lentamente. Una vez que pudo entrar completamente dentro de Izaya, no se movió hasta que sintiera que su amante estuviera listo.
Su respiración estaba descontrolada, intentó relajarse pero no podía, no con semejante intromisión que sentía, una cosa eran los dedos del rubio, y otra cosa era su virilidad. Cuando chocó con la mirada del barman, se dio cuenta que lo miraba atentamente, en sus ojos veía lujuria y también preocupación, podía sentir como temblaba de placer, quería moverse, lo sabía, pero se controlaba para él, eso hizo que su inerte corazón diera un vuelco, se sonrojó al adivinar los posibles pensamientos de Shizou. Una vez que recuperó un ritmo adecuando, atrajo al rubio para besarlo nuevamente y movió sus caderas para que empezara con aquella danza erótica.
Con ese simple gesto Shizuo empezó con un movimiento lento, tratando de no romper el beso, pero Izaya fue el primero en separar sus labios para poder soltar sus gemidos con más libertad. El movimiento de ambos era errático, no podían coordinarse, pero con un par de minutos empezaron a entender el ritmo del otro.
El placer los volvía locos, cambiaron de posiciones varias veces. Cuando Shizuo salía del interior del informante este gruñía molesto, pero era solo para ponerlo en cuatro donde podía abrazarlo y masturbarlo más cómodamente. Después Izaya era quien montaba a Shizou, en esa posición podía sentir como el rubio lo llenaba completamente, era feliz, esa dicha era solo para él, el placer que le daba sería únicamente para él y nadie más. Pobre del que se acercara a su Shizou.
Su cuerpo subía y bajaba, tan rápido como sus cansados brazos y piernas le permitían, sentía que ya no aguantaría más, estaba cerca, quería correrse.
-Shi…Shizu-chan…yo…
-Lo… sé… también yo…- antes de que dijeran más, Shizuo volvió a colocarse sobre de Izaya, entro de un sola estacada con fuerza y empezó a moverse violentamente.
-¡AAH! Más… ahí- lo encontró de nuevo, apuntando al cielo de Izaya se movió con fuerza y rapidez-… Más… más… ¡Shizou!- con ese último grito con su nombre en él, Izaya se corrió entre sus abdómenes.
-Ah… Izaya…- un par de estocadas más y se corrió dentro del informante, sentía todo su cuerpo entumecido, todo le daba vueltas. Salió del cuerpo sudoroso de su amante y se acostó a su lado para a abrazarlo, mientras el otro escondía su rostro en su pecho. Su cabello olía tan bien, todo él olía delicioso, aunque siempre dijera lo contrario.- Te amo, pulga…
-….- no contestó al instante, eso lo dejó sorprendido y feliz al segundo momento, solo sonrió y-… Yo también te amo, Shizu-chan… Ahora eres solo mío- dijo abrazando aun más fuerte al rubio.
-Digo lo mismo, no dejes que nadie más te toque, o los asesinaré a ambos.
-Waa que miendo, Shizu-chan es un chico celoso- dijo con burla viendo el rostro sonrojado de su pareja-… Aunque debería de decir eso yo. Mantén a raya a esa rusa- dijo seriamente, cosa que sorprendió al rubio.
-¿Varona?
-Sí, le gustas…
-Vaya, no me había dado cuenta- recibió un almohadazo del informante para luego darle la espalda molesto-… No me había dado cuenta, porque solo tengo ojos para ti. – Abrazó de nuevo a Izaya y lo obligó a voltearse. Tenía un adorable puchero y estaba todo sonrojado, le beso la frente y luego siguió con los labios.
Esa noche ambos por fin se dijeron lo que realmente sentían el uno por el otro. Izaya ya buscaría a quien regalarle ese dakimakura, ya no lo necesitaba ahora tenía al verdadero Heiwajima Shizuo para él solo.
En cuanto a Erika, estaba toda sonrojada, feliz y más que emocionada por lo que “vio” de ese par. Claro todo esto fue planeado por la fujoshi, ella ya sabía lo que sentían ese par, así que planeo todo eso para que por fin estuvieran juntos. Kadota le mostró las fotos a la rusa, para que se interesara, y el supuesto pervertido era Yumasaki, quien terminó yendo de nuevo con Shinra. Claro que la excusa del “único” cosplay, no fue mentira, solo que olvido mencionar que su traje tenía una cámara escondida para documentar lo que se hacía en las convenciones.
-Jijijij, ahora el Shizaya es real, waaa esto se lo mandaré a todas las chicas…- dijo super emocionada, mientras editaba el video-…. No… mejor se los dejaré como regalo… pero el fic de esto si lo subo esta misma noche…