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Si No Eres Tú por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del fanfic:

Despues de mencionarlo tanto y tanto, al fin aqui esta. Para el lemon tendran que esperar un poco, porque si ya me han leido antes, sabran que no he escrito uno...y pues... a pesar de lo que lean, mas adelante si habra.

Notas del capitulo:

ewe es la primera ves que uso clasificacion, me quebre la cabeza un buen rato con eso u.u, pero bueno....  Espero que les guste.

oh, oh...  hice una portada, por si la quieren ver Aquí  

 

 

Aviso:este fic sera continuado en unas semanas, cuando termine el otro fic que estoy publicando, Hokoron Maal: Pequeño Enemigo y al que le quedan tres capitulos.  

Mis ojos recorren el local en busca de algún cliente potencial, aunque la noche parece realmente mala. No soy el único que luce aburrido.  Suspiro, llevándome la bebida que tengo a los labios. Es muy fastidioso cuando no hay clientes.


.- Sírvele otro, por favor.- la voz llega detrás de mí, al tiempo que siento que me ponen una mano en el hombro. Me giro, poniendo una sonrisa seductora.


.- muchas gracias.- agradezco. Esta vez, es un hombre, estatura promedio, cabello castaño y ojos claros. Un tipo promedio en definitiva, nada especial. Al menos no es feo. Me hago un poco hacia adelante y comienzo una charla sobre el lugar, y sobre el sujeto.


.- quizá quieras ir a un lugar más privado.- me dice, inclinándose hacia a mí, su mano acariciando mi pierna. Yo sonrió más, y me inclino sugerente hacia él, susurrando en su oído.


.- eso va a costarte, amigo.-


.- lo sé. Pagare.- me dice. Yo lo miro unos momentos más antes de levantarme y alejarme del sujetó que acabo de conocer.


.- iré por mis cosas.- me levanto, y camino hacia la parte trasera del bar.  ¿Alguien ha adivinado a que me dedico? Si, vendo mi cuerpo.  Hay muchas palabras para describir lo que hago, sin embargo la que más me gusta es acompañante, no me catalogo en ninguno de los otros términos. Mi nombre es Mitchell Taylor, tengo veinticinco años, y todo el que me conoce bien me llama Mitch. También es el nombre con el que me doy a conocer a mis clientes.


.- ¿tienes cliente ya?- me dice Kristen, ella al igual que yo, trabaja aquí. Ella es bonita, como debes serlo en este trabajo, alta, de piel blanca, y cabello largo y rizado aunque desconozco si su tono rubio es natural.


.- sí, me voy yendo.- le digo, sacándole la lengua al ver que no tiene cliente. Ella solo niega, rodando los ojos.- ¿puedes avisar al jefe que me marcho? Al hotel de siempre, misma habitación.-


.- claro, no te preocupes.- eso no es más que pura seguridad. No conocemos a las personas que vienen aquí,  nadie quiere toparse con un demente, así que siempre estamos al indicando nuestra ubicación, y cada hora, tenemos que reportarnos.


.- ¿ah?-


.- ¿Qué pasa?-


.- conozco a ese tipo.- le digo, cuando veo entrar a un grupo de hombres.


.- Mitch, ya tienes cliente, déjame tomar algo.- me dice, riendo. Yo veo un poco más al hombre que vive a mi lado, y del cual no conozco más que su domicilio. Un poco más alto que yo, cabello oscuro y ojos claros. Sus rasgos son afilados, y su nariz algo larga, siempre lleva trajes de vestir y su cabello esta corto y bien peinado.


.- no seas tonta. Él es mi vecino. Nunca pensé que fuera de la clase que viene a este tipo de lugares. Como sea, me marcho.-  tomo una mochila antes de apresurarme de nuevo con mi cliente. La mochila solo contiene cosas que puedo necesitar, tanto para seguridad como para comodidad.


El hotel solo está a unas cuadras del bar. En el mismo bar, hay habitaciones especiales para eso, pero solo son usadas por clientes frecuentes, que tienen suficiente dinero como para pagarla. Además, hoy está muy aburrido como para quedarme ahí toda la noche.  El hotel es un hotel normal, no un edificio de mala muerte como suelen mostrar en algunas películas.


¿Alguien más se pregunta si tengo la necesidad de esto? ¿Si alguien me obliga? ¿Si es mi única opción? Las respuestas son no. Es verdad que necesito dinero, pero no es el motivo principal. Hago esto porque quiero, porque me gusta.


Soy estudiante, tengo veinticinco años y uso el dinero que gano para pagar mis estudios. Como dije, no es mi única opción, nada me cuesta buscar un empleo de medio tiempo donde no tenga que venderme, pero ¿Dónde está la emoción? Además, nadie negara que este trabajo sea bastante lucrativo. 


.- espera, antes de entrar, necesito saber que de verdad tienes dinero.-


.- lo tengo.-


.- solo acepto efectivo, políticas del lugar.- le digo, guiñándole el ojo. No debo dejar de ser agradable.- son ochenta dólares por hora.- él saca su cartera, mostrándome que efectivamente está llena. ¿Hice las cosas al revés? Quizá, pero de verdad, estoy muy aburrido.


.- ¿satisfecho?-


.- bastante.- le digo, tomándole del brazo para llevarlo a la habitación que suelo usar. El hotel también es propiedad del dueño del bar, así que no hay mucho de qué preocuparme.Ese es uno de los motivos por el cual elegí ese bar, la seguridad es bastante alta en comparación de otros lugares o simplemente ponerme en la calle a venderme. No tengo nada en contra de eso, entiendo que a muchas  personas no les queda más opción, y por eso mismo, no suelo decir que yo hago esto por gusto.


A penas entramos a la habitación, termino acorralado contra la puerta. Eso no me molesta, yo me vendo, así que hago lo que me piden, si quieren que vaya abajo, voy abajo, si prefieren que sea yo activo, lo soy.  No solo me vendo a hombres, se sorprenderán de saber la gran cantidad de mujeres que frecuenta estos lugares. Las damas siempre tienen mucho dinero.


.- tres… quiero tres horas.-


.- bien.- a estas alturas, estoy ya sin camisa. No me sorprende, pues este es uno de los trabajos menos románticos que hay.  Las manos de él me tocan por todos lados, yo le doy unos suaves empujones para poder apartarle y comenzar a quitarle la ropa también. Mis manos entran sin pudor alguno en sus pantalones, mientras sus manos están mi trasero. Conozco esta rutina demasiado bien.-  no, no… sin besos.- le digo, cuando intenta besarme.- ¿es la primera vez que contratas los servicios de alguien?-


.- si.-


.- bueno, nada de besos ni marcas.- le digo, empujándolo a la cama para quedar encima de él. No iré arriba, pero tampoco me quedare sin hacer nada, claro a menos que me lo pida. Él  dice nada. A pesar de que hago esto también con hombres no significa que yo sea afeminado ni nada por el estilo.  Lo que viene a continuación es simplemente el motivo por el cual estoy aquí.  Por tres horas, seré de este  sujeto que conocí hoy.  Sin nada de por medio, solo placer.


¿Alguien piensa que mi vida es triste? No lo es. No busco amor en estas personas. Tengo familia, una familia normal sin golpes, gritos o alguna de esas cosas que pudieran pensar me orillaron a esto. No, no hubo nada de eso; mi familia me quiere. Hasta donde ellos saben, yo vine a acá a estudiar, y eso no es una mentira.  La calle es fría, puedo ver mi respiración. Camino rápido de regreso al bar. 


.- Mitch ¿todo bien?- me pregunta el guardia.


.- todo bien.- le respondo, pasando. Dentro no hay mucha gente.  Saco mi teléfono, notando que de hecho son las tres de la mañana. 


.- ah, qué bueno que regresas Mitch ¿te marchas ya?-


.- jefe…- meto mi mano a mi bolsillo, sacando la parte del dinero que le tengo que dar. Sí, eso es verdad. Aunque no es como las películas, un hombre malo que no dejara que me marche. Puedo dejar esto cuando quiera sin temor a alguna represalia.- aquí tienes.-


.- no era eso por lo que te buscaba.-


.- ¿a no?-


.- no, sígueme…. Hubo un pequeño altercado, y hemos echado a algunos hombres, pero este se quedó aparte. No hubo motivo para echarlo… no me di cuenta que venía acompañándolos hasta que fue muy tarde, pero Kristen me dijo que es tu vecino.-


.- eh… si.- le digo. No tengo mucho que me mude al apartamento, bueno, tengo cerca de cuatro meses, pero no me he molestado en conocer a mis vecinos.


.- excelente ¿podrías llevarle? –


.- ¿Por qué? Solo mándale en un taxi.-


.- vamos, Mitch. Últimamente ha habido muchas quejas por taxistas que roban o se aprovechan de personas ebrias. No queremos que difunda malas opiniones del bar.- suspiro, haciendo una mueca de desagrado.


.- bien, iré con él.-


.- gracias. Te ayudare a llevarle al taxi.-  afuera ya hay un taxi esperando. Subo en la parte de atrás y ayudo al  jefe a meter a mi vecino, el cual no conozco su nombre.  Le doy la dirección al taxista, y nos alejamos del bar. El bar no está cerca de casa,  hice eso apropósito.  Como esto no es parte de lo que hago, decido que no pagare esta noche el taxi, así que meto mi mano en su bolsillo en busca de su cartera.


.- umm… ¿Nash Lucchetti?- murmuro, leyendo el nombre en la identificación de Nash. Vaya, ni idea de que mi vecino fuera extranjero…. Y totalmente inconsciente.


.-llegamos.-


.- gracias.- con esfuerzo, logro hacer que bajemos del auto. De nuevo meto mi mano en su  bolsillo ahora en busca de la llave de su casa. Con esfuerzo abro la puerta, y entro, refunfuñando en contra de todos por hacerme eso. Localizo el sofá, y solo le dejo caer de cualquier forma ahí.  Suspiro,  sacudiendo mis brazos, y acomodando mi camisa.  A penas doy tres pasos hacia la salida, cuando se enciende una luz. Me paralizo. ¡Jamás pensé que este hombre estuviera casado!


.- ¿Quién eres?- la voz es masculina, pero aguda, muy aguda.- ¿Qué le paso a mi papi?- me giro, viendo a un niño de como siete años parado en pijama junto a la lámpara.


.- eee….-


.- ¿Qué le hiciste a mi papá?- me dice, frunciendo su frente y nariz en una mueca para nada propia de un menor. El niño tiene el cabello algo largo, aunque no se exactamente de que color, y no le veo mucho parecido con el hombre que acabo de traer.


.- oye, mocoso, yo no le he hecho nada.  Solo vine a traerle. Tu papá estará bien por la mañana.- le digo, moviéndome a la salida.


.- no… espera.- antes de que llegue a la puerta, sus manos me detienen. Aun tiene esa expresión molesta, pero también hay algo mas.- ¡no puedes dejarme solo!- su expresión tiene un tinte de miedo.


.- puedo, me voy.-


.- ¡pero mi papá esta así! Yo no quiero estar solo…- lo miro unos momentos, molestándome. Este niño tiene razón, no puede quedarse en una casa sola sin un adulto consiente.


.- ¿no hay nadie más en casa?-


.- no.-


.- ah, maldición… ¿Cuál es tu nombre?-


.- Enzo.-


.- bien, me quedare hasta que te duermas.- la expresión del niño se ilumina, y parece aliviado.- no deberías tener miedo, eres algo mayor ¿no?-


.- tengo ocho años, ¡y no tengo miedo!-


.- entonces puedo irme.-


.- ¡no!- Yo solo sonrió, sentándome en el sofá.- pero tuve una pesadilla.- murmura.


.- vale, me quedare hasta que te duermas, así que duérmete pronto.-


.- no puedes obligarme a dormir. Además, no podre dormir si se que te vas a ir.-


.- ah, increíble. Solo trata de dormir.- Enzo me observa, y luego viene a sentarse a mi lado. Bien, parece que esta noche será una larga noche. Al  final, Enzo se ha dormido pronto, pero se ha quedado sujetándome la camisa, le he puesto mi chamarra como cobija. Cualquier intento por soltarme le despertara, así que dormito un rato sentando.


Cuando comienza a amanecer, me levanto. Enzo no se mueve y el padre sigue dormido. No se cuanto mas seguirá así, así que antes de marcharme, preparare algo para el niño. Es realmente irresponsable dejar a un niño de esta manera, y eso me molesta.


.- ¿Qué…?-


.- ah, tu.- exclamo, girándome a ver a Nash.- ¿Cómo puedes irte a embriagar de esa manera y dejar a un menor solo en casa? Deberías avergonzarte.- suelto.  


.- eh…-


.- eres realmente irresponsable, ¿sabes cuantos accidentes ocurren por dejar a un niño solo?  Eso sin contar el hecho de que prácticamente soy un desconocido y me he quedado aquí, ¿eso no te preocupa? Deberías pensar más en él y no irte de fiesta. Se un padre responsable.-  su cara es todo un poema de perplejidad.- me tengo que ir ya.  Hay hotcakes en ese plato, y tienes un vaso con agua y un analgésico allá. No vuelvas a embriagarte si no tienes quien cuide a tu hijo.- le digo, saliendo de la cocina por un lado de él. El la sala, Enzo sigue profundamente dormido.


.- oye…- ignoro que me llama y solo salgo del departamento.


Mis clases inician después, así que tengo tiempo para darme un baño y comer algo en casa antes de irme. Me considero una persona inteligente, la escuela nunca ha representado un problema para mí, aunque tampoco voy al bar toda la semana. Dependiendo el trabajo escolar que tenga son los días entre semana que voy.


Me veo en el espejo del baño antes de marcharme. Mi cabello tiene un tono cobrizo y está algo ondulado porque lo llevo largo, aunque no lo suficiente como para confundirme con una chica. Mis ojos son verdes, y soy de complexión delgada por más ejercicio que haga.  Ese soy yo, Mitch. Y para trabajar vendiendo mi cuerpo, no soy nada feo. Soy consciente de que tampoco podré trabajar mucho tiempo en ese bar, mis estudios terminaran  pronto, además, no seré joven para siempre.


¿Qué si odio mi vida? No, me encanta mi vida. 

Notas finales:

*errores en el texto son sin querer.

 

Iniciando con un nuevo proyecto!! Tenia muchas ganas de subirla, pero no queria tener tantos fics sin terminar, asi que por eso es la espera.  Espero que les guste.


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