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Los títeres rebeldes por PokeGirl Uchiha

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Notas del fanfic:

Siempre es emocionante y a la vez un poco terrorífico iniciar un nuevo proyecto, pero quería hacerlo hacerlo este mes así; es importante hacer de su conocimiento que esta historia también está en wattpad con el seudónimo de Tohtli. Originalmente no planeaba publicarla en AY, pero según de la recepción creo que podré mantener ambos lugares como medios para publicar. 

 

Una parte de mí pensó crear una nueva cuenta aquí, pero bah! supongo que le tengo aún cierto cariño al vergonzoso seudónimo que me permitió conocer grandes personas, así que bueno ya saben que Tohtli es mi nuevo alter-ego (?) así que no se preocupen que soy yo ;) 

Patrick no podía creer que lo había logrado. Sus manos tenían un imperceptible temblor, pero él lo sentía, siempre aparecía cuando no podía contener tanta felicidad o nerviosismo o un poco de ambos.

Fue enfocado por una cámara de video. En otras situaciones le hubiera dado un puñetazo a quién había osado a hacer semejante acercamiento — Henos aquí — Dijo quién sostenía la cámara — Patrick Smith —Alargando deliberadamente su nombre y poniéndole un poco de dramatismo.

—Baja esa cámara…

— ¡Oh! Vamos, sólo unas preguntas rápidas. Todos tendremos que someternos a este ritual y lo sabes.

El aludido no tuvo más remedio que acceder. Se sentaron bajo un enorme roble mientras veía a lo lejos las decenas de familias juntas — Acabemos con esto.

—Nombre.

—Tú sabes mi nombre. Acabas de decirlo.

—Nombre — Insistió con voz autoritaria.

Sabía que de nada servía llevar la contraria — Patrick, Patrick Smith.

—A ver, un pequeño acercamiento a ése bebé.

—No voy a mostrarte mi pene — La cámara se desenfocó un segundo y sólo se logró ver una mano dándole un golpe en el hombro a Patrick —. Ok, ok, vamos en serio — Dijo bufando. Tomó su diploma, con mucho orgullo y sonrió mientras dejaba que lo filmaran.

— ¿Carrera a la cual has sobrevivido?

—Arquitectura.

— ¡Excelente! ¿Día más feliz dentro de la vida universitaria?

— ¿Bromeas? ¡Éste! Soy libre al fin.

Una risa jovial retumbó de las dos partes — ¿Qué es lo que más extrañarás?

El chico cambió su semblante un segundo mientras recorría con la mirada el lugar —Supongo que todo…

— ¿Ya nos estamos poniendo sentimentales?

— ¡Bah! No soy de ese tipo.

—Claro…

—Siguiente pregunta, antes que cambie de opinión — Espetó alzando una poblada ceja. Tan alto que se perdía entre los rizos negros que caían sobre la frente.

— ¿Qué has aprendido en estos cinco años y medio?

—Que los baños de la universidad son buenos moteles — Dijo con una sonrisa maliciosa dejando a ver una chispa de picardía en aquellos vivaces ojos verdes — ¡Oh! Y que soy capaz de no dormir por cinco días seguidos.

—Claro al sexto te desmayas…

—Estás probando mi paciencia.

—Ok, ok. ¿Materia favorita?

—Análisis histórico.

— ¿Materia más odiada?

—Mate dos. Una pesadilla completa.

— ¿Alguien que estés agradecido de haber conocido?

—Mi gato niebla.

— ¡En serio!

—Oye, amo al gato. No es mi culpa.

—Ok. ¿El día que cambiarías si pudieras?

Patrick empezó a juguetear con uno de sus rizos como era costumbre cuando se pensaba una respuesta — Esa es fácil — Respondió con una sonrisilla de lado mirando fijo a la cámara —. El día en que conocí a Neil Evans.

Dos años antes.

La sombra del enorme roble lograba protegerle del sol de las tres de la tarde. Muchos habían llegado con bastante anticipación para la graduación. Patrick miraba de lejos la escena con cierta ansiedad por estar justo donde los otros estaban. No había nada más que quisiera en esos momentos: Tener su diploma de graduación.

Sin embargo, su mirada se dirigió al suelo, él tenía eso: Una maqueta esperando ser evaluada. Era su primer parcial del semestre y esperaba poder cumplir las expectativas del arquitecto. Tarea nada sencilla. Jamás le había tocado un catedrático más estricto. Nunca había podido descifrar a plenitud que quería. Cuando hacía maquetas con líneas rectas las quería con líneas curvas, cuando hacía curvas quería que las líneas del edificio fueran rectas y eso no era ni la mitad de cosas que iban a evaluarle.

Nunca pensó que el inicio del tercer año fuera una especie de tortura. Creía que lo más difícil había sido superado una vez que aprobó, para su sorpresa con honores, matemáticas II; sin embargo, subestimar su carrera había sido el primer error de ese año. Esa maqueta era su último parcial al menos hasta el siguiente mes y medio. Se percató de la hora y supo que si no se daba prisa iba a llegar tarde a su siguiente clase. Volvió a mirar una última vez a los futuros graduados quienes corrían a tomarse fotografías con sus amigos.

Emprendió su largo camino hasta el edificio de arquitectura. La universidad de Gastrell era colosal. Tardaba al menos una hora en recorrerla “completa”. El edificio de arquitectura era el que estaba en el rincón más recóndito. Tenía que pasar una espesa zona verde, que más que ser una pequeña zona, parecía un mini bosque en el cual los estudiantes se tendían a descansar un rato después de clases. A lo lejos vio aliviado el edificio de arquitectura sobresalir entre los árboles frondosos y consultó nuevamente su reloj con cierta dificultad. Si aceleraba el paso llegaría cinco minutos antes, lo único que odiaba era las gradas que debía subir para salir del “bosque”.

Iba cuidando donde pisar para evitar destrozar su maqueta, cuando entre las diferentes conversaciones que le llegaban a lo lejos escuchó una voz sobresalir entre las otras— ¡Neil, cuidado! — Por alguna extraña razón Patrick se sintió aludido, al alzar la mirada solo alcanzó a ver una espalda al borde de las gradas justo un segundo antes que cayera directo a donde él se encontraba.

De no haber estado tan agotado, física y mentalmente, Patrick estaba seguro que pudo haberse hecho a un lado, pero en esos momentos lo único que pudo hacer fue quedarse parado como idiota para que aquel tipo cayera encima de él. Patrick sólo alcanzó a escuchar un ¡crack!

Cuando abrió los ojos estaba en el suelo con un agudo dolor en sus costillas, tardó en darse cuenta que le estaban clavando dolorosamente un codo. El aire se le había escapado a causa del impacto. Su primer instinto no fue llevarse la mano a la cabeza para ver si sangraba, puesto que también se la había golpeado al caer, todo lo contrario; su primera reacción fue ver el estado de su maqueta: la mitad estaba destrozada.

No sintió cuando el dolor de sus costillas desapareció, sino que un dolor más profundo se instaló en él. Sus manos temblaron cuando se giró un poco para ver su creación casi desecha—  ¿Están bien? — Hasta ese momento parecía el mundo se hubiera quedado en silencio y de pronto se hacía ensordecedor. Las personas a su alrededor habían dejado rápidamente sus ocupaciones y se habían acercado para cerciorarse que estuvieran bien—Estás sangrando—. Patrick miró al chico que hacía segundos había estado encima de él. Su semblante era pálido, le tendía una mano para ayudarle a incorporarse—. Lo siento tanto, no me fije por donde iba.

Patrick tomó la mano y apenas sintió aquella piel bajos sus dedos la rabia lo invadió de golpe, tiró de él con fuerza mientras él se incorporaba con brusquedad. Al siguiente segundo lo tenía de rodillas y sujeto del cabello — ¡¿Ves esto?! — Gritó furioso haciendo que los que hace unos segundos lo rodeaban, retrocedieran unos pasos asustados.

Patrick no les prestó atención y sólo obligó al chico a agacharse hasta que la punta de la nariz rozara con su maqueta— ¡¿Tienes una idea de cuánto tiempo me llevó hacerla?!

—Yo…yo…

Veía al chico temblar bajo de él, pero aquello sólo le hizo perder la paciencia, tiró de sus cabellos con tal fuerza que le arrancó varios; lo obligó echar la cabeza hacia atrás forzándolo a verlo a la cara. Se encontró con unos ojos color chocolate mirándole asustado— ¡Cuatro noches! — Bramó— ¡Cuatro malditas noches sin dormir para terminar esa mierda para que tú vengas a destrozarla, solo porque eres demasiado imbécil como para ver donde caminas!

—Lo siento, lo siento…

— ¡No quiero tus disculpas! — Gritó— ¡Esa puta maqueta era mi parcial y vale el 30% de la nota final! ¡EL 30%!— Enfatizó para hacerle ver que se había cagado en él. En taller espacial sus notas eran prácticamente todos los parciales— ¡Te acabas de cagar en mi futuro!

—Oye, suéltalo. Neil ya te dijo que fue un accidente.

Patrick se giró furioso, aun sosteniendo al tal Neil de los cabellos haciendo que se arrastrara un poco de rodillas para evitar quedarse sin cabellos, para ver quien se había atrevido a decirle lo que tenía que hacer— ¡Tú no te metas en esto! — Le dijo furioso. Miró al chico nuevamente—. ¡¿Qué pretendes que haga con media maqueta?! ¡Estaba aspirando al siete, con suerte, ahora no puedo presentarme con eso así!

El chico intentaba hacer que Patrick lo soltase—Ok, ok suéltame, suéltame y hablaremos como personas civilizadas.

— ¡No soy civilizado! — Bramó.  Para esos momentos aquello le había quedado más que claro a Neil— ¡Sólo quiero que te hagas responsable de tus actos!

— ¡Ok! ¡OK! ¡Pero suéltame que me vas a arrancar todo el cabello!

Patrick lo soltó con brusquedad haciendo que la cabeza de Neil pareciera como si hubiese rebotado. El chico se sostuvo la cabeza adolorido— Gracias— Dijo sin algún rastro de sarcasmo en su voz. Se inclinó y tomó la maqueta en sus manos. La gente empezó a dispersarse al notar que los ánimos se iban calmando. Patrick miró de reojo a un grupito que no se iba, es más, lo miraban con dureza. Debían ser los amigos del tipo— ¿A qué horas tienes que entregar esto?

—A las seis y media.

Neil asintió y vio el reloj— ¿No puedes diferir el parcial? — La cara de Patrick le dijo todo— Vale, vale no puedes— La alzó un poco estudiándola con detenimiento—. Ok. Me da aproximadamente cuatro horas. ¿No hay problema si vengo unos cinco minutos después de las seis y treinta? — Patrick alzó una ceja. Ese mocoso no estaría proponiendo lo que él creía— ¿Oye estás sordo?

— ¿Y qué vas a hacer? ¿Arreglarla tú mismo?

El chico frunció el ceño— ¿Tienes un mejor plan? Por lo que veo tienes clases y tampoco te veo en condiciones de hacer este trabajo de nuevo.

Patrick presionó con fuerza sus labios hasta volverlos blancos de la rabia. No. No estaba en condiciones de hacer esa maqueta de nuevo, en primera porque ni siquiera tenía el dinero para comprar los materiales de nuevo, pero la idea de dejarla en manos de un desconocido que a todas leguas no estudiaba arquitectura le parecía la peor estupidez del universo.

—Anda, confía en mí. Sólo dame los planos para ver cómo era originalmente. ¡Oh y las láminas también, me serán de mucha ayuda, también tu cuaderno de bosquejos si lo andas contigo!

El que supiera la diferencia entre un plano y una lámina le hizo darle todo lo que le pedía a regañadientes, de nada le servía entregar una maqueta medio deshecha, con ese hombre no había excusa que valiera. En todo caso sólo le diría que era un completo irresponsable por no cuidar mejor sus trabajos.

Neil dejó la maqueta en el suelo y revisó los planos rápidamente — Ok. Déjamelo a mí— dijo con una sonrisa que no parecía propia de quién hacía segundos había sido agredido físicamente por la persona que tenía enfrente. Miró su reloj— Vas tarde a clases…

— ¿Gracias a quién? — Soltó Patrick molesto.

—Ok, ok, vale lo he entendido estás molesto. Ya te pedí perdón por eso.

—Y yo no te lo he dado.

Neil suspiró justo cuando se inclinó para recoger la maqueta— Mejor me doy prisa. El tiempo es oro. ¿Dónde te busco?

Patrick aún con sus reticencias pronunció: —Segunda planta, el aula del final.

—Ok. A las seis y media. Entendido. Déjamelo todo a mí. Ve a tus clases tranquilo.

Podía hacer todo menos lo último, que un crío que parecía de primer año se llevara su maqueta era como entregarle su vida a aquellas torpes manos— Si no apareces— Empezó con lentitud—. Juro que voy a ir a buscarte a donde sea que te encuentres y voy a romper cada uno de tus malditos huesos.

El chico le miró sorprendido unos segundos— Oye, no hacen falta las amenazas. Hace unos minutos me dejaste en claro que ibas en serio. Voy a venir. No voy a dejarte plantado. Además a todo esto no nos hemos presentado como se debe: Soy Neil, Neil Evans— Dijo tendiéndole la mano— ¿Y tú eres?

Patrick frunció el ceño al máximo mirando la mano que Neil le tendía, pero no cedió ningún momento— Ok. Ya entendí. No quieres que nos llevemos bien— Exclamó nervioso—. Bueno mejor me voy, y deberías revisarte el codo que estás sangrando; y de la rodilla.

Patrick notó como en efecto sangraba, hasta esos momentos no se había percatado de ese pequeño detalle. Bajó la mirada hasta sus pantalones y notó para su desgracia que estaba roto de la rodilla. Ni siquiera tenía lógica. ¿Cómo se lo había roto? Al menos no sangraba allí, pero le había quedado bastante irritado. Se llevó distraídamente la mano a la cabeza y para su fortuna tampoco sangraba.

Al volver su mirada a donde estaba su pequeño atacante se llevó la sorpresa que no había nadie allí. Su mirada lo buscó rápidamente y lo localizó a unos diez metros lejos de él. Hablaba distraídamente con los que había catalogado correctamente como su grupo de amigos.

Patrick los miró venenosamente una última vez antes de tomar su mochila que había terminado en el suelo. Notó como en sus manos aún tenía unos cabellos enredados en sus dedos, los sacudió y se echó su mochila al hombro antes de correr hasta su clase.

Neil giró su rostro y vio como el chico corría hasta sus clases— Tierra llamando a Neil— un pellizco en su mejilla le hizo salir de sus pensamientos. La chica siguió en la misma dirección que el otro miraba—. En serio, tienes una suerte para meterte en problemas— El chico sonrió un poco avergonzado—. Bien aquí hay un basurero, tira eso y no vuelvas a aparecerte por estos lados de la U.

—No voy a hacer eso, Isabella.

— ¿En verdad estás diciéndome que vas a arreglarla? ¿Después que casi te arranca los cabellos de raíz?

—Debió trabajar muy duro. ¿No lo viste? Tenía unas enormes ojeras, se nota que no ha dormido muy bien.

La chica le miró como si se hubiera vuelto loco— Lo único que noté era que estaba a punto de asesinarte.

—Nuestro Neil es demasiado bueno como para vengarse de la humillación pública que acaba de recibir— Dijo otro chico colgándose del hombro de Neil.

—Te equivocas, Víctor— dijo con seriedad otro—. Neil es inteligente. No le conviene tener de enemigo a Patrick.

Todos miraron al último sorprendido— ¿Lo conoces?

—Es broma ¿verdad? Por Dios es Patrick Smith. Todos conocen a Patrick.

—Yo no…

—Ni yo…

El chico suspiró derrotado— En serio, ¿estudian en esta universidad?

—No todos podemos conocer a los que estudian aquí como tú, Logan— Exclamó Víctor ofendido.

—Mejor dinos por qué es tan famoso el tal Patrick— Interfirió Isabella.

—Por lo bueno: Es el capitán del equipo de fútbol de la U. En su primer año en el equipo lo llevó a ser de los peores equipos a nivel interuniversitario a estar dentro de los primero cinco de los mejores a nivel nacional, el año pasado lo nombraron capitán y ganaron los interuniversitarios, incluso están viendo la posibilidad que el equipo ascienda a la primera división de fútbol profesional.

— ¿Es en serio? — Preguntó Isabella un poco escéptica.

—En serio— Aseveró Logan.

— ¿Y tú como sabes todo eso? — Cuestionó Víctor mientras se acomodaba los lentes.

—Ya sabes, me gusta ir al polideportivo y a veces lo he visto practicar; además deberían recordarlo de las veces que hemos ido a ver los partidos, el tipo es una bestia en la cancha y…

— ¿Y? —Preguntó Isabella con interés.

—En los baños de la universidad, por lo que también es famoso en lo negativo— Agregó Logan ruborizándose un poco.

Víctor le miró extrañado— No creo entender…

Logan suspiró, a veces odiaba tener que dar tantas explicaciones—Patrick es gay y a nuestro querido Neil se le ha ocurrido hacerse enemigo del único gay de verdadero cuidado en toda la universidad.

Isabella le miró sorprendida y volteó a ver hacía el edificio de arquitectura — ¡Ighh! ¡¿Él es ese Patrick?! — Exclamó casi con un gritito de emoción.

—Ahora resulta que hasta Isabella sabe algo— Exclamó Víctor.

— ¡Por supuesto! Casi lo expulsan  de la universidad porque le rompió la nariz a uno de quinto año de mecatrónica, por decirle marica. El tipo no dejaba de sangrar.

— ¿Y tú como sabes eso?

—Hey toda buena estudiante de comunicaciones sabe los chismes de la universidad. Me sorprende que tú no los supieras.

— ¿Y cómo es que sigue aquí? — Preguntó Neil que hasta esos momentos había permanecido en silencio.

—Los del equipo de fútbol fueron a amenazar al tipo que si presentaba la queja formal lo iba a pagar muy caro. Hubo todo un juicio estudiantil con el rector y todo el decanato de arquitectura e ingeniería. El mejor de derecho de último año fue el abogado defensor de Patrick. Al final el tipo de mecatrónica se echó para atrás y a pesar de la presión del rector y los catedráticos, se mantuvo firme que había sido un accidente y por eso Patrick sigue aquí— Explicó Isabella con cierto aire de superioridad.

Para que hicieran esos juicios en la universidad debía ser una falta muy grave, recordó Neil, jamás había escuchado que a alguien le hicieran uno, pero al parecer siempre había una primera vez para todo— Y volviendo a que es una bestia en los baños— Empezó Neil— ¿Cómo es que tú lo sabes, Logan?

La pregunta pilló desprevenido al aludido haciendo que todos lo voltearan a ver— Ighh…No me digas que tú— Empezó Isabella.

— ¡Por supuesto que no!— La cortó horrorizado Logan— Llevé clases con él. Un día después de clases fui a los baños por las magnas y pues lo escuché…

— ¿Y cómo se escuchaba?

— ¡Isabella! No voy a contarte como los hombres follan en el baño.

— ¿Y eso que no está prohibido también? — Le recordó Víctor.

—Pues todos los del equipo de fútbol se tienen amenazada a toda la universidad,  y que el que  ponga el dedo va a hacer apaleado. Así que Patrick tiene pase libre para hacer lo que sea y con quién sea en la universidad.

— ¿Y el equipo está de acuerdo con el tipo? — Preguntó Isabella— Creía que los de fútbol eran bastante homofóbicos.

—Bueno, Isabella, si tu equipo ha sido una mierda las últimas décadas a tal punto que los amenazaran con quitarles la media beca, que les dan por pertenecer a él, si no ganaban al menos tres partidos seguidos—Empezó Logan con voz cansada—; Y de repente aparece ese tipo, que si bien le gusta que le coman la polla, pero es excelente en lo que hace y consiguen ganar no solo tres partidos, sino quedar entre los primeros lugares después de veinte años ¿tú le pondrías algún pero?

—Ahora que lo pones de esa forma…

—Además Patrick no se mete con nadie del equipo de fútbol y menos con los de su carrera, según lo que he escuchado— Continuó Logan—. El año pasado uno del equipo intentó enrollarse con él y lo mandó a darle tres vueltas a la pista de atletismo descalzo y a las doce del mediodía.

— ¿Y eso?

—No quiere arruinar la armonía del equipo, y en cuanto a los de su carrera, al menos los del mismo año no quiere nada con ellos porque si le tocara trabajar en algún grupo sería incómodo.

—Al menos el chico es listo— Comentó Isabella—. Ahora sólo tenemos que asegurarnos que no quiera romperle el culo a Neil de pura frustración si no logra terminar su maqueta a tiempo.

—No se preocupen. Estará lista para la hora acordada. Será mejor que me vaya si quiero acabarla pronto— Dijo el chico antes de despedirse de sus amigos—. ¿Mañana ensayo a las dos?

—Seguro, espero que hayas aprendido a no hacer malabares mientras caminas de espaldas— Le reprendió Víctor.

Neil sonrió divertido— Al menos te probé que sí podía hacerlos— declaró antes de despedirse de los otros, alcanzó a escuchar que seguían hablando del tal Patrick— Bonita reputación del tipo— dijo para sí con una pequeña sonrisa divertida.


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