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"Deseo a la mascota de mi amigo" por Noribet

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Notas del fanfic:

 

 

Hola de nuevo y pues solo espero sea interesante.

 

"SI RESULTA INTERESANTE TRATARÉ DE ACTUALIZAR PRONTO"

 

(>w<)

Notas del capitulo:

Ruki siente algo nuevo, y esta confuso con respecto a la compra de su amigo Kai.


No es típico que se interese tan rápido por algo, o alguien.

     

 

Debo aprender a no desear algo sin poner reglas, ya que cuando el universo te escucha y se cumple, puede que no sea como lo esperabas.

 

 

Estaba entrando la temporada invernal. Cantos, luces, aromas, felicidad y frío, mucho frío a la vuelta de la esquina. No sólo el frío de la época, si no en mi interior, era lo que mas me desagradaba, ya que lo sentía con más intensidad en los días de invierno cuando me encontraba a mi mismo mirando la nieve caer a través del cristal empañado de la ventana de la sala.


Se supone que alguien como yo debería estar feliz con su vida. Yo siendo el famoso empresario y diseñador Ruki Matsumoto. Adinerado, con renombre, exitoso, dueño de una compañía musical, sumamente deseado por las mujeres, porque en realidad lo era, y hasta de hombres, debería estar encantado con su vida, y no me quejo de ella, la he sabido aprovechar, es simplemente que a mi edad de entrados los treinta y tantos, uno se pregunta si aun puede encontrar eso que hace
felices a muchos, aunque no tengan fortuna, ni fama, ni belleza física. Eso que sienten al decir que están enamorados, y que aman a alguien con su alma. Eso es lo que me falta y deseo encontrar.
Soy un hombre con muchas cualidades, pero igual tengo un sinfín de defectos para muchas personas. Y el mayor de ellos, no sé si sera un defecto más mental que emocional, pero es el no haberme podido enamorar de alguien en
todo lo que llevo de mi cómoda vida. No es que no tenga romances momentáneos y sexo cuando tengo ganas. Si por mi cama y en varias de algunos hoteles han pasado infinidad de bellas y hermosas mujeres.
Simplemente para mi, son pasión de una noche o un simple rato de encantó. No me interesa el ver de nuevo a alguna de esas damas, que sin duda se quedan satisfechas conmigo y piden un nuevo encuentro o algo mas serio.
Lamentablemente para ellas, ninguna tiene segunda ocasión.

 

Pensando en que esa noche saldría con un amigo a un club especial, me quite de la empañada ventana que me hacia ver mi reflejo distorsionado y fui a mi habitación para arreglarme.
Salí de traje sencillo en tono plateado, lentes y zapatos brillantes, ya que era un club de cierta elegancia y exclusividad.
Arranque mi auto y partí rumbo al dichoso lugar.

 

Era la primera vez que iba al "Animalia" como se llamaba ese único club en todo el mundo, al cuál visitaba gente de la mejor posición, ya que el costo de entrada estaba por las nubes. Los usuarios que asistían debían cumplir varios requisitos aparte de su fortuna. Y al ser miembros, podrían convertirse en propietarios de una "mascota humana" así tal cual, ese lugar era especial en compra y venta de "Miguaw" como se les denominaba a esos humanos modificados genéticamente para tener rasgos animales, al igual que orejas, cola o su conducta. Los mismos asistentes podían comprar
artículos para su mascota o escoger una propia. obviamente el costo de un miguaw era sumamente elevado, sin mencionar que no todo millonario podía adquirir alguno.

Ahí es donde entra mi mejor amigo. Es un empresario reconocido y tiene su propia marca de moda internacional.
Kai es una buena persona aun estando en el mundano ambiente del que nos rodeamos. Y con alegría me invitó a su gran noche de compra. ¡Sí! Kai se hará dueño de un miguaw. Me lo venia comentando de tiempo y había llegado la hora.

Deje mi auto con el joven encargado y me encamine a las escaleras de la entrada donde pude divisar la cabellera mitad café y rubia de Kai en traje negro con su móvil en mano, cuando se percato de mi llegada.

- Me estaba preocupando, creí tardarías más Ruki - dijo aliviado de verme, se veía nervioso, pero bastante sonriente me guió hasta la entrada.

- Bueno no me perdería un evento tan importante para ti - comente algo sarcástico entrando al edificio que lucia una fachada modesta en mármol blanco y adornos dorados. - Además recuerda que pagaste parte de mi entrada. - dije sonriendo mientras unas señoritas revisaban nuestros pases.

Gente elegante entraba de igual manera. Y se iban perdiendo al interior del gran lugar en estilo barroco. Cruzamos otra gran puerta y se diviso un gran salón con música clásica, donde se podían apreciar varios miguaw con sus dueños, se notaba por las correas y cadenas que rodeaban sus cuellos.
Tome una copa que nos ofrecieron los meseros al entrar, y observe a la gente feliz conversando, sonriendo, presumiendo a su mascota como en cualquier otro evento de esa calaña. Bebí un sorbo de licor, cuando una mujer de chaleco dorado, una de los encargados se nos acerco. Seguro noto que eramos nuevos en el lugar.

- Buenas noches señores, puedo ofrecerles compañía, - dijo la mujer rubia de labios rojos - Tenemos varias áreas de interés, lo que estén buscando seguro lo encontraran.

- Muchas gracias, venimos por una compra, o al menos esperamos ver algo que nos interesé. - menciono Kai con su angelical sonrisa mostrando una tarjeta negra.

La mujer levantó una ceja al ver la tarjeta para luego sonreír con satisfacción.

- Mi nombre es Joan, y seré su acompañante esta noche Kai sama Ruki sama - dijo animada - Seguramente tenemos algo de su gusto, pasen por aquí, iremos a la zona de exposición - comento caminando por un pasillo hasta otro salón.

En ese lugar, que era como un teatro, justo donde debía estar el escenario, estaba una enorme división de cristal, y dentro de la esfera había una sala negra, con cinco miguaw conviviendo entre ellos. 
Joan nos encamino a sentarnos en un sillón rojo de los varios aun libres. Otro mesero nos llevo una tableta entregándola.

- Bien tenemos varios miguaw en venta - comento mostrándonos fotos en la pantalla en especial a Kai. Mientras las mostraba decía sus características.

Yo mire a otra parte y seguí bebiendo. No me interesaba mucho tener de mascota a una de esas cosas creadas por el hombre. Contemple a las cinco de la pecera, parecían jóvenes de entre dieciocho y veinte años. Eran tres chicas y dos varones a como escuche a Joan mencionar. Tenían sus distinguidas orejas y cola de gato. Estaban platicando entre ellos, se notaban sus blancos colmillos cuando abrían mucho la boca. Parecía que no podían vernos a través del cristal. Así que me levante del sillón y me acerque para verlos mejor.

Se veían lindos lo admitía, moviendo sus colas y orejas y con alguna que otra expresión de gato. Entonces uno de ellos llamó mi atención. Era diferente al resto, no tenia cola, no vestía de colores vivos como los demás, usaba una delgada chaqueta negra, playera blanca, pantalones ajustados y botas. Tenia todo un aspecto rebelde, sus orejas eran mas grandes, era rubio y el cabello tapaba parte de su rostro. Estaba alejado y parecía ser el mas joven. Caminaba al rededor de la sala, leyendo un libro, con la cabeza gacha, que cuando lo vi mas de cerca, note tenia una banda blanca cubriendo su nariz. Me acerqué aun mas al cristal, y me le quede viendo, ya que se había detenido no muy lejos de mi, recargándose en un poste de adorno.
Uno de los miguaw le hablo, lucia como una chica pelirroja, muy atractiva. No escuche nada, el vidrio era contra sonido. Pero el chico no le dio importancia y siguió leyendo, entonces la chica se le acerco halándolo de un brazo. Quería que fuera junto a los demás. Entonces vi que sin mucho animo la siguió, aun sin dejar de leer.

- Estos son los mas resientes - escuche a Joan decir. Ella y Kai se levantaron a verlos de cerca también. - Las chicas son las mas populares, y estas en especial, tienen una conducta sumamente dulce y obediente. - comentaba - La que parece tener cierta popularidad es la pelirroja, es sumamente dulce en todo lo que "hace" - enfatizo - y le aseguro una excelente adquisición.

En eso varias personas se asombraron. Mire lo que veían. Dentro de la pecera se estaban peleando los dos chicos. El rubio era golpeado por el gato pelinegro que lo había tumbado en el suelo. Le dio un par de golpes en la cara, pero luego el rubio que era mas pequeño, logro morder la mano del otro, y no planeaba soltarlo. Joan salio corriendo llamando a seguridad.

Yo y Kai que estábamos cerca la escuchamos.

- ¡Les dije que no juntaran al lobo con los gatos! - vociferaba a los uniformados que habían llegado y aun hombre moreno de chaleco de cuero - No era estable y tenia conducta violenta, ¡lo hubieran dejado en aislamiento! - dijo al hombre, seguro uno de los genetistas.

- Ya se lo dije, directora Joan, no es violento, no le gusta estar en aislamiento o en la pecera - le espeto el hombre mirando a los uniformados entrar por una puerta al interior de la pecera, tratando de separar a los chicos.

- Pues por esa misma razón esta defectuoso sin mencionar su falta de cola, y nadie lo quiere comprar, son perdidas, necesito miguaw completos, adorables no que muerdan a todo el mundo. - le reclamó.

- Usted fue quien pidió diferentes clases no se le olvide, ese miguaw fue hecho por su terquedad y de sus jefes, ahora aprendan de sus errores y hagan algo para no cometer nuevos - termino de hablar el hombre yendo a separar el mismo a los chicos.

La gente se había espantado ante la pelea, pues el rubio casi le arranca la mano al otro. Le dieron un choque eléctrico y lo soltó, luego lo sacaron de la pecera con una correa y un bozal. Al otro chico lo llevaban a una zona de enfermería.

- Esta es la última pelea que soporto frente a los compradores - dijo Joan con tono furioso - Ese lobo sera llevado al matadero antes que ocasione más pérdidas - se decía con enojo llamando por su móvil.

Kai y yo escuchamos, y tanto a el como a mi, no nos gusto para nada.

- ¡Espere Joan! - le llamo Kai yendo con ella.

Yo lo seguí. Lo vi respirar para tranquilizarse.

- Qui... ¡Quiero comprar a ése! - señalo al rubio que se llevaban a jalones.

- Pero Kai sama, usted acaba de ver como es de agresivo, no debía de haber estado en la exposición - comentaba sin comprender a Kai.

- De me lo que le pido, o de lo contrario no planeo comprar - le dijo con total seriedad. Joan se asombro, dejando su teléfono.

- Señorita Joan vealo de esta forma - los interrumpi, ni sabia porque ayudaba a Kai a comprar mercancía defectuosa - tiene un cliente interesado en adquirir su miguaw problemático, es una oportunidad única, no sabe si en un futuro podrá vender, usted misma sabe lo que la gente pide más. Todos sus problemas también se irán al hacer esa venta, no perderá lo que invirtió en él, ganara su compra, y estará libre de nuevas peleas. Oportunidad única. - Sonreí lo mas encantador que pude y le guiñe un ojo.

- No podemos vender algo con defectos, la excelente calidad de la empresa estaría en peligro  - siguió Joan -  es arriesgado venderlo, solo se podría bajo la condición de que si no queda satisfecho...

- ¡Estaré muy satisfecho! - la corto Kai sonriente - Hagamos el trato entonces.

Y dicho aquello Joan ordenó a los guardias que llevaran al miguaw rubio a preparación para ser entregado. Kai y Joan se fueron a cerrar el trato por papel.

Yo me quede fumando en la recepción de entrega. Seguro Kai se arrepentiría de comprar ese miguaw, no me había resultado tan hermoso como los demás, y aparte era varón. Pudo haber comprado a la hermosa pelirroja, pero no, tenia que hacer su caridad del día comprando un perro. Bueno yo le había ayudado, tampoco me había gustado que lo mataran. Los humanos a veces me resultaban escoria y verdaderos monstruos.

Un guardia se acerco a donde estaba yo.

- ¿Señor Matsumoto? - pregunto.

Apague mi cigarrillo en un cenicero sobre la mesita de centro, y lo mire.

- Si, soy Matsumoto... - respondí y me sorprendí.
Llevaba al rubio aun encadenado y con bozal. Este ni me volteo a ver.

- Me dijeron le entregara esto, esta un poco adormilado, pero puede caminar - me dio la correa del miguaw - su amigo no tardara. Suerte - dijo sonriendo con malicia y se fue.

- ¡Eh! ¡Espere que no es mió! - le grite pero ni volteo.
Me quede molesto, y mire al chico a mi lado. Trague pesado, de cerca era de buena proporción física, delgado y algo alto. Mire su cara, que era tapada por ese bozal, note tenia un labio roto y un poco de hinchazón en un pómulo. Me dio coraje he indignación que ni siquiera hubieran atendido sus golpes, lo único que parecía era que se querían deshacer de el lo antes posible.

El chico medio abrió los ojos y me miro.

"Dios de mi corazón"

Quede encantado, fue aterrador. Sus ojos rasgados y rodeados de negro degradado eran los mas hermosos que hubiera visto en mi vida, su tono gris casi plata, lo hacían tener la mirada brillante de un lobo.
Entonces sin esperarlo él me sonrió, sutil, con el bozal tapando parte de su delicada expresión. Mis latidos se aceleraron de ver sus colmillos brillar entre sus rosados labios. Sus orejas rubias se movieron para atrás y no pude quedar mas hechizado. Nadie me había encantado tanto con solo una mirada, una sonrisa. Podía sentir los latidos en mi pecho, y seguro tenía la cara roja.

"Pero que diablos" Ruki Matsumoto no podía estar sintiendo esas cosas, y mas por una mascota, y más aun por la nueva mascota de un amigo.

Me enderece y aclare mi garganta apartando mi vista de ese miguaw.

Entonces no vi de donde salió Kai, pero como huyendo de algo, tomo al miguaw y lo subió a su espalda. Este ni reclamó, estaba muy adormilado.

- ¡Vámonos rápido Ruki! - dijo yendo rápidamente a la salida, fui tras él.

- ¿Que esta pasando? - le pregunte al sentir el frío de afuera, en mi cara.

- ¡Te digo en tu auto, vamos! - me apresuro.

Yo le pedí al encargado mi auto, y pronto lo llevaron. Kai colocó al miguaw en el asiento trasero. Aborde y Kai al lado mío, se veía rojo del rostro y muy nervioso.
Arranque el auto y salí a la carretera.

-  ¿Ahora me dirás porque esa cara? - le pregunte preocupado - No me digas que te arrepentiste de comprarlo y...

- ¡No es eso! - dijo con rapidez.

- ¿Entonces?

- Es que... Bueno - su cara estaba roja como tomate.

- ¡Por dios Kai sueltalo! - grite de la impaciencia.
Hasta el miguaw de atrás dio un respingo dormido.

- ¡Acabó de comprar un amante varón Ruki! - comentó Kai con tono agudo tapando su rostro.

Yo quede boquiabierto.

- ¿¡Que!? - no supe que más decir.

- Era obvio que comprar un miguaw significaba compañía en la cama Ruki, y bueno... - dijo con algo de angustia - se me olvido por completo ese pequeño detalle, y ahora tendré que...

- Espera un momento - hable pensando sus palabras - ¿¡Me dices que tendrás sexo con él!?

Kai volvió a cubrir su cara recargando su cabeza en el sillón mientras suspiraba.

- No me mal entiendas Ruki - dijo con calma - no es que me desagrade el hecho de tener sexo, es solo que yo pensaba en comprar alguien que... Bueno alguien que me diera sobretodo cariño, y pues con todo lo que me dijo Joan, este miguaw es algo inmaduro. - término de hablar dejando su rostro descubierto y relajándose en el asiento.

- No te dejes llevar por lo que paso hoy - trate de animarlo, entendía su sentir como no tenia una idea - este miguaw es lindo, solo educalo como lo deseas y veras que te dará lo que buscas.

Kai me miro y sonrió.
No podía negar que había defendido a ese miguaw sin saber la razón, pero tampoco quería ver a mi amigo preocupado de su elección, ya que a mi me había encantado.

Sin mas llegamos al hogar de Kai. Este cargo de nuevo a su mascota en la espalda para subirlo a su apartamento. Sin antes despedirse de mi, me agradeció el haberlo acompañado y comprender sus sentimientos. Le desee buena suerte, y lo vi partir mientras fumaba un poco.

Por mi pasaron varias emociones, y no estaba seguro de cual era la que me hacia sentir un peso en el pecho. Si algo de inquietud de imaginar a mi amigo en la cama con ese miguaw (quise borrar esa imagen de mi mente) o era que tenia celos por la misma causa.. (sacudi mi cabeza para volver a borrar esa imagen).
Entonces la imagen que se me vino fue el rostro de esa mascota, con la boca pidiendo por aire con la piel húmeda por el sudor y su...

- ¡Deja de alucinar! - me regañe golpeando el volante, no era sano para mi, y no era de mi el pensar de esa manera de un chico, a menos que fuera a tener sexo. No era que algunos hombres no se me hicieran atractivos, pero no podía imaginar el como se veria la mascota de mi amigo teniendo sexo, o en pleno orgasmo y no precisamente con su dueño.

Mejor arranque el auto y me dirigí a casa. No podía seguir pensando en esa mascota que ni mía resultaba ser.

Ya tenía que dejar de ser un pervertido mental, ahora resultaba que en vez de pensar en hermosas chicas estaba pensando en el cachorro de Kai.

"Muy bien Ruki, ya mas patético no puedes ser"

   

 

Notas finales:

Gracias por leer y llegar al final.

 

Besitos y hasta el próximo capítulo.


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