10 minutos, 24 horas.
Marzo, 2008.
TaeMin;
El sol se deja ver por fin entre las nubes grises, pero ya no importa. Regresar al instituto es lo más horrible que podía ocurrir. Es incluso peor que las clases de canto con ese profesor con mal aliento que te quiere encontrar huecos en la garganta que no tienes, y tiene una fijación enfermiza con tu postura corporal, que por cierto, va a echarse a perder con la mochila cargada de libros.
Un latigazo con del regla de madera del profesor golpea mi libro abierto por la página 5. Me ha asustado, pero ya no tiene tanto efecto como lo tenía en primero, lo reconozco. Aún así dejo de mirar la ventana y miro al profesor de historia encogiendo los hombros. A la mierda mi postura.
- Ya que está pocas horas, al menos atienda ¿No? – Su volumen de voz es siempre muy alto. Antes solía decir que es el tono, pero no: el tono es otra cosa, y su tono de voz es normal: no tiene la voz ni muy grave ni muy aguda. Es el volumen lo que impacta; parece que él si sabe respirar bien, no como yo.
- Sí profesor. Perdón profesor.
- No sirve de nada que se disculpe. – Golpea otra vez, aunque sólo con palabras, y se va hacia el frente de la clase a seguir explicando.
Miro el libro, porque seguro que sigue pendiente de mí, y además, es por otra cosa.
Sé que ellos están mirándome.
- ¿Entonces ya tienes grupo? Eso es muy guay.
Aún hace frío como para estar fuera a la hora del recreo, así que voy con un par de amigos a hablar al pasillo.
- Sí. Son todos muy buenos, ¿sabes?
- ¿Mejores que tú? Jaja
No debería preocuparme porque somos un equipo desde inicio de vacaciones: SHINee.
“Los que reciben la luz” o algo así. Sí, algo como “los iluminados”. Suena a ironía, a que estamos locos o algo así. La verdad es que es un nombre que parece bueno ¿no? Como inglés, y seguro que eso será un punto a favor. Al menos no nos llamamos Super Kids.
- Pues sí. Hay dos que cantan súper bien, Lee JinKi, es el mayor, y Kim JongHyun. Y Kim KiBum; uno que lo hace todo. – Digo, y ellos escuchan, pero sé que en realidad no les interesa demasiado lo que estoy contando. – Canta, baila, rapea... – Y dice que quiere ser un artista completo, actor, modelo... Eso me recuerda a MinHo. Bueno, a Choi MinHo. – También... Hay un chico.
- ¿Cómo que hay un chico? JAJA
- ¿¡A caso había alguna chica antes!?
- Quiero decir que, ¡No me habíais dejado terminar! – Siguen riendo como idiotas. – Hay un chico que ya es famoso, y es modelo. – Supongo que él será el visual, porque si tiene que ser el rapero vamos listos. – El hijo del entrenador del equipo nacional.
- Menudo enchufao. - Eso mismo decía KiBum.
- Sí, bueno... Supongo.
- No me lo puedo creer – Dicen. Tampoco es para tanto, ¿Saben? Hay idols que ni siquiera rapean y ahí están... – Sólo llevamos dos semanas y ya tenemos este examen. - ¿Hay examen? Mierda.
- ¿Qué examen? ¿Cuándo?
- JAJA ¿En serio no lo sabes? ¿En qué mundo vives?
- Eres un atontado, TaeMin.
Ellos se ríen, pero no tienen ni idea de “el mundo en qué vivo”, así que voy a quejarme, pero me interrumpen.
- Oye, he estado trabajando todas las vacaciones, así que-
- ¡Yo sí que he estado trabajando estas vacaciones! ¡En el campo de mi abuela!
- Ya, y yo en la tienda de mi tía... Y aún no sé en qué gastaré el dinero...
- ¿Cómo que gastar? Tío, guárdatelo mejor.
- Es verdad, seguro que sacan una consola nueva dentro de poco...
Resulta que el examen es mañana. Qué bien. Otra vez voy a suspender.
- Recordad que el examen de matemáticas es mañana a primera hora. TaeMin Lee, no llegue tarde.
¿¡Por qué siempre tiene que dejarme en evidencia delante de todos!? En fin, no tengo tiempo para hacer el vago; recojo mis cosas con la cabeza gacha, lo más rápido posible para irme al mismo tiempo que el profesor de mates. Ya son las cinco, se acaban las clases por hoy.
- ¿Tienes prisa, TaeMin?
Mis amigos me ignoran, menosprecian mis actividades extra escolares y se burlan de mi rendimiento académico, pero son mis amigos. Hacen todo eso de forma amistosa. Esa voz no es de nadie amistoso, y, mierda, el profesor ya se ha ido.
- Déjale en paz. – Dice otro ¿defendiéndome? ¿Él defendiéndome? No, es imposible. – Ya arruinará su vida por sí solo. JAJA
Sus risas me dan igual. Me dan igual. Podéis reíros de lo que queráis, idiotas. Quedaos aquí estudiando como unos pringados.
Me pongo el abrigo y cuelgo la mochila en mis hombros, pero algo sale mal, no logro sentir su peso; se ha quedado por el camino, suspendida en el aire, sujeta por él.
- Dame mi mochila, no tengo tiempo para tus tonterías. – Inmediatamente recibo un golpe en el estómago que me devuelve a la silla.
Sabía que quejarme no serviría de mucho, pero tenía que intentarlo. Además, eso ha servido para que mis amigos se diesen cuenta de todo y vinieran.
- Ya déjale en paz. Tiene que ir a trabajar.
- ¿A trabajar? Y una mierda. – Me tira la mochila en la cara, y duele, pesa mucho con todos los libros, pero al menos ya es mía, la abrazo y me levanto rápido para ponérmela. – Deberías quedarte a estudiar como todos. Te lo digo por tu bien.
- ¿Por mi bien...? – Tu no me quieres ningún bien...
- ¿¡ENCIMA REPLICAS!? ¿¡QUIERES OTRA PATADA, MARICA!? – Ante la amenaza de su puño sólo puedo cerrar los ojos, por odioso y patético que sea.
- ¡Para! ¡Déjale en paz!
- ¡Déjale...! ¡Te van a castigar otra vez...!
MinHo;
- ¡Adiós MinHo! ¡Hasta mañana!
- ¡Adiós rana...!
Será imbécil. Le sonrío mordiéndome la lengua y amenazándole con el puño. El muy idiota se ríe tanto que casi se choca con la profesora de historia, el muy pringao.
La verdad es que, por muy duras que sean las clases de canto, respiración y todo eso, lo prefiero mil veces antes que estar allí encerrado estudiando. Aunque con la calefacción se está bastante bien.
Antes de toda esta locura, antes de ir a SM, yo también tenía que quedarme con todos a estudiar después de clase. Es una mierda. Una mierda total.
Es normal que se enfaden, pero no pueden quejarse, voy a sacar la misma nota que ellos o incluso mejor. Se lo prometí a papá y a mamá. Así que, de camino a las clases de baile, saco el libro de historia y vuelvo a repasar lo de hoy, pensando en que seguramente ellos estén haciendo lo mismo.
TaeMin;
Lo único bueno de estar con ese señor con alitosis, es que están también MinHo y KiBum.
- ¡Lee...Tae...Min...! – ¡PUAAAJ...! - ¡Estira la espalda! ¡Estira la espalda! – Grita clavándome el índice en la coronilla, de dónde supuestamente sale el hilo que sujeta mi cuerpo o algo así. ¡Au! ¡Su uña se me clava...! - ¡ESTIRA LA ESPALDA! ¡Respira profundamente y deja la espalda recta! ¿¡No ves que te obstruyes tu solo!? ¡ESTIRATE!
¡Ya me estiro! ¡Pero si acabo de crecer como cinco centímetros...!
- ¿¡Así, señor!? – Casi estoy de puntillas y cayendo hacia atrás. ¡Más recto no puedo estar!
- ¿¡QUÉ ERES!? ¿¡UNA ESCOBA!? ¡PONTE RECTO Y RELAJADO!
- ¡P-pero las dos cosas...es imposible! ¿¡No, señor!?
MinHo aguanta la risa y eso me desconcentra. Mierda, siempre hace lo mismo Jaja
Prácticamente él es mi mejor amigo aquí.
Nos estamos riendo constantemente en clase, siempre intentando que no se note, pero eso nos hace más gracia y acaban riñéndonos. Ya era así antes, cuando nos daban clase con el resto de estudiantes y no a nosotros solos, a SHINee como grupo.
Me alegré mucho de que nos pusieran en el mismo grupo, aunque hubiese molado ir con JongIn, pero bueno, a él le puedo ver en otro momento. De hecho no ha habido muchos momentos últimamente... Porque... desde que formaron el grupo, bueno, formamos grupo, los ensayos y las clases son sólo entre nosotros o a veces incluso individuales.
Como tantos otros días últimamente, hoy estoy con MinHo, apoyados en la barandilla de la gran escalera del edificio, esperando siempre a que algún idol famoso venga a hacer algo, pero nada.
- ¿Crees que debutaremos pronto? – Me pregunta. ¿Y yo qué sé? – A los demás no les han puesto en grupo ni ensayan nada suyo ni nada de eso. No sé... Creo que es una buena señal, ¿no? ¿Tú qué crees? ¿Ya estamos dentro?
- ¿Dentro? - ¿Quieres decir dentro de la locura total? – Yo creo que aún nos falta mucho por aprender. – Y se ríe el muy. – Claro, para ti es fácil reír, como siempre tienes la espalda recta... – Y tienes el hueco asegurado en cualquier compañía... Además de ya ser modelo...
- Jaja Me encanta la cara que pones cuando él se enfada JAJA Estás muy gracioso.
- ...Pues ya ves la gracia que me hace a mí... – Eso le hace troncharse de la risa.
- Es que parecía que la escoba... JAJA
- ¿Qué?
- ¡Que te la hubiesen metido! JAJA – Se ríe imitando mi cara, y se ve súper feo pobre, y mira que es guapo.
- ¿Metido dónde? - ¿Eh? ¿¡EHHHH!? ¡Anda ya! ¿¡Está loco!? - ¡Qué asco! ¡Eres un guarro! –Nos reímos como gilipollas, y seguramente es por esto que nunca llegaremos a nada aquí, porque siempre estamos haciendo el gilipollas.
Hasta que volvemos a clase después de hacerlo, el gilipollas digo, y estamos totalmente concentrados y sin ni mirarnos, porque seguramente pensamos igual: que nunca llegaremos a nada como cantantes, y eso seguramente nos cueste no debutar nunca.
MinHo;
La verdad es que nunca podré ser mejor bailarín que TaeMin. Es imposible hacerlo mejor que él, por mucho que me esfuerce. Él tiene talento y yo no.
Mientras ensayamos una coreografía nueva, la de la canción que estamos ensayando, veo que Kim JongHyun y Lee JinKi tienen que esforzarse también para mantener el nivel, al menos para no hacerlo mal, y aún así nos equivocamos. Pero da igual, porque ellos en canto son increíbles. Su voz ya ha cambiado, la de Lee JinKi es un poco más grave, pero puede hacer notas altísimas sin sufrir, y Kim JongHyun es algo espectacular. De hecho, él ya ha actuado como cantante antes. De algún modo, es el único que y ha conseguido debutar en el mundo de la música.
Luego está Kim KiBum. Él es una maquina: canta, baila...Es presumido y atractivo.
Y luego estoy yo.
Yo no tengo ningún talento.
No sé cómo sentirme, creo que estoy demasiado casado como para sentirme de alguna forma, pero creo que es por eso, porque no tengo ningún talento, que en el camino de vuelta intento leer los apuntes de historia otra vez, sintiéndome mal por haber faltado al estudio de hoy. Sólo queda una semana para el examen... Debí quedarme... Porque he cantado de pena, he hecho demasiado el vago y me he equivocado demasiado en la coreografía. Sé que esa bronca ha ido por mí, sé que nos han reñido por mi culpa.
Historia. Será mejor que me concentre en estudiar historia.
TaeMin;
- Hola...
Llego agotado a casa, después de un largo e infernal día de instituto, y luego clase en la SM, con más gritos del profesor apestoso, aunque el de coreografía me elogia mucho (aún así también me riñe).
- ¿Cómo ha ido el día, cielo? ¿Han ido bien las clases? – Pregunta mamá.
- Bien, bien... – Bien, bien, mañana voy a suspender un examen, y me han entregado uno de la semana pasada, obviamente también un suspenso...Pero todo genial. – Y en baile ha ido muy bien. D-dice... dice un amigo que quizás debutamos pronto...
- ¿Ah sí? – Lo dice de ese modo, igual que todos los demás con los que hablo del tema “¿Ah sí...? Sigues creyendo que puedes debutar, aish, que mono.”
- Estoy muy cansado... Voy a ducharme...
- Ya te ducharás después de cenar; ponte a estudiar ahora. – La pregunta sería ¿Y cuando ceno?
La respuesta es una bandeja encima del escritorio. Justo al lado del pilón de libros y mis apuntes ya fuera de la carpeta.
- Estudia un poco mientras cenas, y luego vas a ducharte. ¿Eh? – Dice mamá, acariciándome el pelo asqueroso y sudado.
- ...Vale...
- Vamos, te he hecho carne, es tu favorito.
No me puedo creer que aún no lo sepa: así no voy a estudiar nada ¡Tengo que degustar esto!
Por si el día no se hiciese lo suficientemente largo, mi hermano me molesta cuando me voy a duchar, entrando en el baño todo el rato.
- ¿¡Qué demonios tienes ahí!? – Y mientras me visto el pijama en la habitación.
- ¿¡Qué tengo qué!? ¡Déjame! ¡Me estoy cambiando!
- ¿¡Qué tienes en la barriga!? ¿¡Por qué tienes un moratón!? – Le empujo fuera y cierro la puerta con pestillo. - ¡ABRE!
Papá tarda poco en ir hacia aquí y llamar a la puerta.
- ¡TaeMin, no te encierres! ¡Es la última vez que voy a decir esto! Esto se acabó, voy a quitar ese pestillo.
Eso hace rabiar a mi hermano, ya que compartimos habitación. Por suerte me he librado, ahora la discusión es por otra cosa.
Después de este largo día, creo que este es el único momento en que me siento realmente cansado, cansado de absolutamente todo, cansado del instituto, de estudiar, de cantar, de bailar, de malgastar el dinero en SM, de mi hermano y de todo.
Me pongo los auriculares y veo la tele en el ordenador un rato. Sólo diez minutos, en diez minutos ya me sentiré mucho mejor. Después abriré la puerta y nos vamos a dormir.
Sólo diez minutos...