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Estaré a tu lado una vez más por Shiru-sama

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-"Cuenta la leyenda que cada 1000 años, entre los licántropos, nace un joven sin la capacidad de hacerse uno con la noche, con un cuerpo débil y apariencia frágil… aun así su nacimiento marca una gran diferencia entre la especie, pues se cree que es la reencarnación de uno de los primeros ancestros de esta raza, y la razón por la que se cree eso, es porque, el joven nace con la habilidad del absolutismo, sus palabras son ley. Todo lobo que se cruce delante de él se arrodillara y por instinto lo seguirá y obedecerá ciegamente" explico un hombre de lentes

-"¿Y tú crees que este pequeño es el elegido?" pregunto un joven de 15 años de edad mientras veía a un bebe recién nacido

-"Mi joven líder, tú mismo presenciaste la reacción de la manada durante el nacimiento de mi hijo" respondió el hombre, el joven en cambio miro al bebe y aspiro su aroma, pronto un dulce olor a canela con una mezcla de chocolate invadió su olfato, por poco y se perdió en aquel delicioso olor, pero rápidamente entro en si

-"Su olor es increíblemente fuerte para ser un recién nacido" el mayor corroboro los pensamientos del más joven

-"… Supongo que no tengo otra opción, les ordenare que monten guardia alrededor de tu casa, si ese niño es el elegido tendremos muchos problemas… e intenta hacer algo con su olor, no quiero verme involucrado en peleas absurdas con otras manadas" hablo el joven líder mientras se acercaba a la salida

-"Espere joven líder… me gustaría pedirle una cosa… si este pequeño es el elegido, le pido humildemente que se haga cargo de él"

-"Si ese niño resulta ser el descendiente, yo me haré cargo personalmente de él y lo mantendré a mi lado" dijo sin más el joven antes de salir

-X-

-"¿De verdad es posible que haya nacido la reencarnación de nuestros antes pasados?... eso no suena muy creíble Levi" murmuro un joven de cabello castaño pálido y ojos color avellanas, antes de morder el pedazo de carne cocida que traía entre manos

-"Es verdad hermano… esa historia es realmente antigua, y además ¿Por qué una persona tan importante nacería en una tribu tan pequeña?" apoyo una chica de cabello rojizo y ojos color verde mientras miraba con suma concentración las porciones de comida frente a ella

-"Aun no estoy seguro de si es o no el elegido… Grisha dijo que su olor es una anomalía poco común entre nuestra especie, además ese bebe es más flácido que los otros... aun así gracias a esa estupidez hay que hacer un constante guardia para que las manadas vecinas no nos ataquen sorpresivamente… tsk como si no tuviera ya suficiente con vigilar a los malditos humanos, por culpa de ese bastardito no hemos podido descansar correctamente, es como un jodido grano en el culo" respondió otro joven, de cabellos negros y ojos color verde oliva

Este último joven es conocido como Levi Ackerman el líder de la manda de licántropos ubicados en una llanura en lo profundo de un bosque. La manada que actualmente gobierna es conocida por el nombre de "los desterrados", ya que, actualmente cuenta con muchos lobos jóvenes que fueron desterrados de muchas otras manadas, inclusive su joven líder, Levi, fue desterrado de una antigua manda cuando apenas era un niño junto con su tío y su madre.

Anteriormente la manda era guiada por el tío de Levi, pero este murió a manos de los humanos en una lucha por defender a su hermana, la cual también falleció en la misma lucha, dejando a Levi como único líder a la corta edad de 14 años. Pero a pesar de la poca fe que tenían los lobos de su manada, el joven de cabellos negros, durante una noche de luna llena consiguió hacerse uno con la noche, siendo el primero en mucho tiempo en poder hacerlo a tan corta edad. Su estatura es algo baja y su cuerpo es delgado pero muy flexible, y durante su transformación su cuerpo es algo similar, en su estado de lobo, su sus ojos afilados continúan siendo de color verde oliva, pero su pelaje es de un color plateado oscuro, suave y liso.

Entre todos integrantes de la manada Isabel y Farlan, son los más cercano al líder, además son en los que este último más confía.

-"Ei Levi, creo que con esto ya es suficiente… deberíamos volver está atardeciendo" hablo Farlan para luego limpiarse la boca

Los tres jóvenes se habían adentrados en los alrededores del bosque en busca de comida para la manada, y una vez conseguido unas cuantas liebres y dos siervos, se sentaron a comer algo. Pero en cuanto el sol marco el comienzo del atardecer fue la señal de que deberían volver, pero con la cantidad de comida que traían no podían hacerlo en su forma bestial, por lo que tenía que ir a pie.

Levi y Farlan corrían en el suelo con un siervo a cuesta cada uno, mientras que la joven Isabel saltaba de rama en rama por los arboles del bosque con 5 liebres en cada mano. Era sabido por todos, que los jóvenes licántropos poseen una destreza, agilidad, velocidad y fuerza mayor que la de un humano común cuando no están transformados, también cuentan con un oído, olfato y vista más agudos, por eso son fácilmente reconocidos por los humanos.

De lejos los jóvenes escucharon el crujir de una rama en el suelo y pararon, el olor que había a la distancia de 4 m indicaba que había una persona, y el poco olor que desprendía delataba que era un humano. Levi hizo un ademan con la cabeza y su compañero asintió.

Un hombre con botas negras y una extraña vestimenta caminaba lentamente por el bosque, con un rifle en mano y de vez en cuando apuntando con ella a los alrededores.

Levi observaba con cuidado detrás de unos arbustos, Farlan e Isabel se habían escondido entre las ramas de los árboles. Todos esperaban a que el hombre se alejara lo suficiente para poder tomar carrera e huir de allí, no les convenía ser vistos y tampoco matar a aquel hombre, pues nada les garantizaba que aquel cazador estuviera solo y si desaparecía en el bosque, más cazadores podrían venir a investigar la desaparición del primero y la ubicación de su hogar correría peligro de ser revelada, y si eso pasaba tendrían que migrar a nuevas tierras que no estuvieran habitadas, algo casi imposible.

En cuanto el olor de aquel humano se hizo menos perceptible, los tres comenzaron a correr directo al claro. Para llegar a este, primero debes atravesar gran parte del bosque y adentrarte en sus profundidades, donde habitan animales salvajes y peligrosos, para luego llegar hasta la puerta de una cueva que está cubierta por grandes hojas haciendo que sea imposible que se vea dicha entrada. Para atravesar la cueva uno debe caminar despacio y un poco encorvado, (en el caso de que seas adulto), además se debe pasar uno a la vez debido a lo angosto que es, pero, incluso los lobos deben tener cuidado pues la cueva no parece muy estable y parece que se derrumbara en cualquier momento, por ello es la perfecta entrada para su escondite. Una vez pasado con éxito tienes que recorrer un poco más de bosque y al final, cuando te encuentres parado en el centro de dicho lugar, encontraras el claro donde varios lobos se refugian.

Varios jóvenes de una estatura mayor a los recién llegado se acercaron a estos, acompañados de algunos mayores. Con una sonrisa recibieron a su líder y a la comida que este y sus compañeros traían. Esa noche era de festín, pues habría luna llena, lo que significaba que sería una noche donde, se les haría inevitable a los más jóvenes transformarse en lobos y en caso de los adultos, una noche de luna llena significaba que las mujeres de la manda podían quedar embarazas, por ello era noche de reproducción.

-"¡Waaaaaaa no puedo esperar a que la luna este en los más alto!" grito Isabel saltando de un lado al otro

-"¿Podrías encargarte de vigilar a los más jóvenes esta noche?" pregunto Levi mirando a su amigo, este levanto una ceja extrañado por la petición

-"Claro… ¿pero ese no es el trabajo del líder?" respondió Farlan, puesto que le pareció extraño la petición, el de cabellos negros siempre fue el responsable de cuidar a los jóvenes de la manada cuando estos se transformaban para que no se fueran muy lejos o causaran problemas

-"Si lo es, pero por esta noche hazlo tú, luego te explicare todo" luego de aquellas palabras el de cabellos negros cerro los ojos y en pocos segundos un dulce olor parecido a la canela y el chocolate se apoderaron de su olfato

Ya había pasado una semana desde el nacimiento del pequeño niño que se creía que era el elegido, y el pequeño aún no había abierto los ojos como cualquier bebe nacido en la manada, aun así desprendía un delicioso aroma que era fácil de detectar para cualquier, y más de una vez, el líder de la manada, se encontró con algunos jóvenes lobos acostados alrededor de la casa donde él bebe vivía, y cuando se les preguntaba que estaban haciendo, todos decían algo similar "su olor nos llama". Y aunque el padre del niño había logrado que el aroma del recién nacido no fuera tan fuerte, Levi aun podía sentirlo con la misma claridad que antes, y a decir verdad era el único, cosa que le parecía extraño pero no le daba importancia, puesto que aquel aroma lo extasiaba y relajaba al mismo tiempo, algo que nunca le había pasado.

La noche no tardó en llegar, y como era costumbre, antes de transformarse para aullarle a la luna, todos los lobos comían cuanta carne encontraban y ya llegando la hora, Levi, Farlan e Isabel se separaron. Estos dos últimos se adentraron un poco en el bosque junto a una pequeña cantidad de jóvenes lobos, para poder llegar a una pequeña montaña hecha de piedras, allí podías ver mejor la luna y era un amplio lugar para que los jóvenes corrieran y gastaran sus fuerzas.

Por su parte, el de cabellos negros se quedó a vigilar la aldea donde vivían. Ya transformado se acostó en el suelo y se dejó iluminar por la luz de la luna, él podía controlar sus instintos y por ello no corría o se emocionaba tanto como los que recién habían podido hacerse uno con su forma animal.

Más pronto que tarde, el sonido de aullidos se escuchó a lo lejos, Levi miro detenidamente a la luna, para luego dejar salir un aullido, más aullidos se escucharon como respuesta, estos eran sus compañeros que, atravesó de aullidos mostraban su ubicación al líder.

Atreves de los aullidos de sus compañeros Levi sabía que estos no estaban muy lejos, por lo que cerro sus ojos e intento relajarse, mas, esto no fue posible ya que un olor muy familiar comenzó cegarlo. Como el azabache sospecho, el olor del recién nacido se incrementaría con la ausencia de la luna llena, como pasaba con todos los lobos.

Con lentitud, el lobo de pelaje plateado se encamino al lugar donde provenía el dulce aroma. No le costó mucho entrar por la venta de la choza, puesto que ellos no usaban vidrios ni nada, simplemente era un agujero en la pared que cumplía con la función de dejar entrar aire. Tan pronto como puso sus patas en el suelo sintió una suave risa, camino con cuidado hasta una cama echa de paja seca que por encima tenía una manta, y sobre esa manta descansaba un tierno bebe, no era la primera vez que el joven líder veía al pequeño, su piel era tostada, la pelusita de su cabello de un color marrón y sus ojos… bueno Levi nunca vio sus ojos.

El olor del pequeño era aun mayor cuando se estaba cerca de él, y para sentir mejor el aroma, Levi acerco su hocico al cuerpo del niño, este en cambio comenzó a reír divertido mientras estiraba sus manos en un intento por tocar al animal.

La luz de la luna se coló por la ventana dejando que el más grande pudiera apreciar por primera vez las joyas que tenía por ojos el más joven. Un dorado intenso se mostraba ante él, tan llenos de vida acompañaban a la bella sonrisa del pequeño, que al verla algo dentro de Levi se estremeció, sentía su pulso acelerarse y, donde las pequeñas manitos tocaban, hacía que se sintieran tibias, y como si fuera un reflejo se acostó en el suelo dejando su hocico junto a la cabeza del niño mientras este lo abrazaba cual peluche.

-X-

Un pequeño grupo de niños estaban jugando y la pelota se les había escapado, cuando uno de los niños corrió a tomarla alguien más ya lo había hecho.

-"¿Puedo jugar con ustedes?" pregunto un castaño de bellos ojos dorados, entre sus pequeñas manos de un niño de diez años sostenía la pelota que se les había escapado a los otros

-"No puedes" contesto rápidamente uno de los chicos quitando con brusquedad la pelota de la manos del castaño

-"¿Eh?... ¿Por qué no?" continuo preguntando

-"Eres raro… tus ojos son extraños y apestas" contesto uno de los otros niños que allí se encontraban

-"Mi mami me dijo que no me acercara a ti"

-"Los adultos dicen que no debemos estar cerca de ti, eres diferente a nosotros"

Esas y muchas otras cosas le dijeron honestamente los pequeños al joven castaño, este solo bajo la mirada y cuando quiso hablar una voz aparentemente enojada sonó a sus espaldas.

-"¡Ya basta!, jum ustedes niños vayan a jugar a otro lugar" les ordeno Isabel, los niños pusieron mala cara para luego salir corriendo

-"Ei Eren, con que aquí estabas… no te vayas sin avisar, si Levi se entera se enojara con nosotros" esta vez la voz que se dirigió al pequeño fue la de Farlan

-"Solo quería jugar" contesto el pequeño

-"No lo hubieras dicho, nosotros jugaremos con vos" le dijo de forma muy animada la pelirroja

-"… ¿Levi no ha vuelto aun?" pregunto de la nada el pequeño

-"No, aun no… no debe tardar mucho" respondió el de ojos avellana

-"… jueguen con migo" soltó de la nada el pequeño

-"Claro, ¿a qué quieres jugar?" Isabel se agacho para estar a la altura de chico y así mostrarle su gran sonrisa

-"A las escondidas, yo me esconderé, y ustedes me buscaran" apenas dijo esas palabras el castaño salió corriendo

-"Ah… ¡espera Eren!" grito la chica pero el niño ya no estaba a la vista "Debimos negarnos, ¿mi hermano no le había dicho que no podía jugar más a las escondidas?, la última vez tuvo que ir él a buscarlo porque nosotros no logramos encontrarlo" recordó la chica sentándose en el suelo

-"Aunque hubiéramos querido, no hubiéramos podido negarnos…"

Eren corría entre las casa, hasta llegar a la más grande de toda la aldea, la casa del líder de la manada. Se acercó con cuidado a la puerta, miro a su alrededor en un intento por asegurar de que nadie lo viera, nadie parecía estar haciéndolo, por ello metió una de sus mano dentro del bolsillo de su short, y luego de un rato buscar se dio cuenta de que no había nada.

Sus ojitos comenzaron a ponerse acuosos, había perdido el regalo que le habían dado.

-"¡Eren!... ¡Eren ya sal!" gritaba Isabel desde la sima de un árbol

-"¿Crees que haya ido al bosque?" preguntó el rubio

-"No lo creo, mi hermano le prohibió salir de la aldea…" murmuro la chica

-"¿A quién le prohibí que cosa?" una tercera voz hiso que los otros se sorprendieran, Isabel se calló de la rama, donde antes estaba, y Farlan solo suspiro, allí iban otra vez

-"Eren decidió jugar a las escondidas" fueron las simples palabras del rubio

-"Creí que ya había quedado claro que ese juego estaba prohibido" les dijo Levi de forma recriminadora, después de todo, el castaño lo hacía tan bien, que tenía que buscarlo él mismo, y aunque no era difícil hacerlo, era molesto

-"Estaba enojado, los niños de la manada no quisieron jugar con él" le explico Farlan, y el de cabellos negros solo suspiro

A los adultos de la manada se les había negado acercarse a Eren, pues aquello era peligroso, el niño era especial, su olor era como un afrodisíaco para cualquier lobo, y por eso siempre corría peligro de ser atacado, por ello la mayoría de los padres no dejaban que sus hijos se acercar al castaño tampoco pues ellos no podían vigilar que los niños no se pelearan con el castaño, y si eso sucedía iban a tener problemas con el líder de la manado, y nadie quería problemas con el líder de la manada. Aun así, a los lobos se les permitía estar cerca del pequeño, si era un caso de vida o muerte, o si Eren lo pedía, dado que esto último era algo que Levi no podía controlar por más reglas que pusiera, pues el niño tenía "el don de la palabra", dado el instinto de los licántropos, estos ciegamente obedecían y seguían al chico. No se sabía muy bien porque, pero los mismos Isabel y Farlan sintieron en carne propia alguna vez la necesidad de arrodillarse frente al pequeño en una señal de respeto y obedecer sus pedidos, pues una vez que adoptaban su forma bestial, veían a Eren como una persona, incluso más importante, que su propio líder, aunque fuera tan pequeño y débil. Pero pese a ello, los más pequeños, como niños menores de 12 años no lo obedecen ni respetan, puesto que sus instintos de lobos no están del todo desarrolladas y para ellos, Eren "apesta", porque son pequeños y no reconocen los olores de otros lobos, y como el olor del castaño es tan fuerte, a ellos simplemente los agobia, no como a los mayores que los cautiva.

Otra persona que no siente la necesidad de mostrar sus respetos u obedecerlo en todo es Levi, por alguna razón desconocida, el azabache no siente ningún tipo de instinto que le lleve a arrodillarse frente al niño, él en cambio, protege, mima y consuela a Eren por decisión propia, no como los demás que solo lo hacen por mero instinto. Muchos creen que Levi se preocupa y mima al chiquillo porque lo ve como un hijo, dado que lo crió y vio crecer, pero pocos saben la verdad, que el azabache no ve a Eren como su cachorro sino como otra cosa.

-"¿Y dónde está ahora?" pregunto algo molesto el azabache, pues solo se había apresurado de salir de la molesta reunión que había tenido en manada vecina para ver a Eren

-"Si lo supiéramos, el juego no tendría gracia ¿o sí?" le hablo divertida Isabel, en un intento por oculta el hecho de no saber dónde estaba el chico

-"Oh, ya veo… entonces dejare que sigan buscándolo, terminen su juego"

-"Espera… ¿no nos ayudaras a encontrarlo?" pregunto algo preocupada la chica

-"Fueron ustedes quien decidieron aceptar jugar a las escondidas… quizás si no lo encuentran para el anochecer entonces los ayudare, ahora estoy muy cansado solo quiero darme una ducha y dormir un rato" les dijo a ambos antes de cerrar los ojos y comenzar a caminar

Él sabía que ninguno de sus amigos podía sentir tan claramente el olor de Eren como él, pues el pequeño se bañaba en una tina especial con agua aromática echa especialmente para que camufle su olor inconfundible de canela y chocolate. Por eso Isabel y Farlan no podían confiar en sus narices para encontrar a Eren, en cambio él sabía perfectamente donde estaba escondido el chico; en su casa.

Con una media sonrisa había llegado a la puerta de su casa, en cuanto fue a abrir la puerta esta aún estaba con seguro. Dado que Levi era el jefe de la manda su casa era muy distinta a las demás, contaba con ventanas de verdad y con cerradura en la puerta.

El hecho que la puerta estuviera cerrada llamo su atención, claramente Eren estaba adentro, su nariz no lo engañaba, el olor a canela y chocolate era demasiado fuerte y provenía desde el interior de su hogar. Con algo de extrañeza saco la llave de su bolsillo y abrió la puerta, estaba a punto de anunciar su llegada, pero el olor a sangre mezclada con el bello olor que siempre lo cautivaba inundo su olfato, y sin esperar un segundo, de un movimiento brusco comenzó a buscar el origen de los olores.

A unos cuantos pasos de la puerta que llevaba a un cuarto que el usaba como dormitorio, comenzó a escuchar leves lloroso, esto lo preocupo aún más, y con desespero se apuró. De forma violenta abrió la puerta del cuarto, encontrándose con la ventana rota y varios vidrios esparcidos por el piso, algunos con manchas de sangre y un castaño echo bolita en un rincón.

-"¡Eren!" grito antes de abalanzarse sobre el niño "¿Estás bien?, ¿te paso algo?, ¿alguien entro y te ataco?" interrogo desperrado, y en cuanto vio como el pequeño levantaba su vista hizo que Levi se alterara aún más, su carita tenia sangre mesclada con lágrimas, su ropa también tenía leves colores carmesí, incluso había partes de la prenda que estaban rotas

-"Yo… yo la perdí" esas palabras dichas entre sollozos desconcertaron al mayor

-"¿Qué?" fueron las únicas palabras que salieron de la boca del azabache

-"La llave… yo… yo la… ¡yo perdí la llave que Levi me regalo!" grito a todo pulmón para luego abrazar al otro

-"… tu perdiste la llave y entraste por la ventana" dedujo algo fastidiado, lo había hecho preocupar demasiado

-"¡Siii!"

-"Maldito bastardo, no me des un susto de esos… creí que alguien te había hecho algo" murmuro para luego devolverle el abrazo

Estuvieron un rato así hasta que Eren por fin se había calmado, tan pronto como eso sucedió, Levi lo aparto con cuidado.

-"Lo siento… rompí la ventana y perdí la llave… Levi está muy enojado con migo" murmuro el niño sin cruzar miradas con el mayor

-"Si, estoy enojado Eren… pero ya no hay nada que hacer, vamos a tomar un baño estas sucio de sangre y te cuelgan los mocos" noto algo asqueado

-"¿Te bañaras con migo?" preguntó el pequeño bajando de la falda ajena

-"Si" fue lo único que respondió

Eren fue el primero en ir al baño, Levi miro los vidrios en el suelo y los junto antes de seguir al otro. En cuanto ambos estuvieron dentro del baño, Levi ayudo al pequeño a quitarse la ropa y meterse en la tina llena de agua tibia con algunas hojas de una planta con un fuerte aroma.

Levi no tardo en quitarse las prendas y también meterse, una vez que ambos estuvieron dentro, el mayor procedió a pasar su mano mojada suavemente por el rostro del niño, intentando sacar la sangre seca.

-"Tus heridas ya se curaron… de nuevo" murmuro para sí mismo el mayor, pero Eren no lo escucho así que se dejó limpiar en silencio

Algo especial que tenía Eren además de "la palabra", era que no sentía el dolor de heridas "suaves" como cortadas, raspones u alguna otra cosa, generalmente cuando el pequeño se cortaba o se raspaba ni cuenta se daba, si no fuera porque las heridas sangraban ni siquiera los más grandes se daban cuenta, porque las heridas del niño se recuperaban y desaparecían sin dejar una marca. Esto preocupaba de sobremanera al más grande, pues el que Eren se lastimara sin darse cuenta no era algo bueno, por más que estas heridas se curaran por si solas.

-"Cuando algo así pase, no trepes a los árboles y te lances como un loco a la primera ventana que veas, ¿Qué hubieras hecho si un vidrio se hubiera clavado en tu rostro o tus brazos?... el que tus heridas sanen no significa que puedes ir como un idiota lastimándote adrede" rezongo Levi para luego dejar de limpiar al pequeño y relajarse con el este sentado al otro lado de la bañera

-"… Los demás niños no quieren que este con migo… me dicen que apesto y que soy raro"

-"Esa no es excusa para hacer esas estupideces" insistió el mayor

-"¿Por qué nadie se acerca a mí si yo no lo pido?"

-"… Ya tuvimos esta charla Eren" se rindió, la conversación no los estaba llevando a ningún lado

-"… ¿Levi quiere saber por qué vine aquí cuando me pidió que me quedara con los otros?" preguntó el niño antes de comenzar a jugar con el agua

-"No me importa, pero si quieres decirlo solo hazlo"

-"Cuando todos me dicen raro, Levi siempre me abraza… Levi siempre esta con migo para que nadie me lastime, pero cuando Levi no está, me siento triste y solo… en casa siento el olor de Levi claramente y no me siento tan solo… solo quiero que Levi se quede con migo… ¿Por qué te tienes que ir y no llevarme?"

-"Eres un mocoso egoísta y posesivo ¿eh?..." Levi quedo callado un momento para luego sonreír de costado

-"¿Levi?"

-"Ven aquí" llamo haciendo una seña con la mano, el pequeño asintió y se acercó, pronto tuvo al niño entre sus brazo, con un rápido movimiento junto sus labios con los de Eren

-"Mañana… ¿abra luna llena?" preguntó el pequeño al separarse

-"Si… pero será diferente a las demás noches" Eren lo miro extrañado, y Levi simplemente acerco su boca al cuello del pequeño para luego abrirla mostrando sus filosos dientes, que terminaron hundidos en la piel canela

-"Levi…" murmuro con los ojitos cerrados, pues le incomodaba que el otro lo mordiera de pronto

-"Saldremos… te mostrare el bosque, la montaña y el río"

-"¡¿En serio?!" grito emocionado

-"No tengo opción… ¿no te gusta quedarte solo los días de luna llena verdad?... pero si hoy por la noche te portas bien y no te metes por las ventanas de la casa ensuciando todo"

-"¿Hoy de noche?"

-"Tengo que ir a un lugar por la noche… vendré tarde así que Isabel y Farlan se quedaran con vos mocoso"

-"Te esperare"

-"Sera mejor si simplemente te duermes como un niño normal"

-"Pero… yo no soy normal" estas últimas palabras salieron de forma triste

-"Tampoco te molestas en intentar serlo… como sea, tu solo quédate con ellos, no te alejes ni hagas nada estúpido"

-X-

-"Ya me voy… vendré en un rato, los dejo a cargo" hablo el azabache, la pelirroja, el rubio y el castaño estaban frente a la puerta de la casa de Levi, despidiéndose de este

-"Nosotros te acompañaremos" le dijo la chica

-"No, los necesito aquí… cuiden de Eren y de la manada" ordeno el líder para luego mirar al castaño "Tu trata de dormir temprano, más te vale estar dormido cuando llegue mocoso… y no ensucies nada" con estas palabras Levi comenzó a caminar

-"¡VOY A ESPERARTE!, ¡ASÍ QUE VUELVE PRONTO A CASA!" grito el pequeño saludando con las manos bien en alto

El azabache simplemente sonrió escuchando aquellas palabras, sin saber que aquella sonrisa iba a ser la última.

-X-

El rumor de que, en su manada, había un niño capas de mandar a los otros lobos, pese a ser tan pequeño y débil, se expandió por todos lados. Varias veces Levi y otros integrantes de su manda encontraron infraganti a varios lobos de manadas vecinas investigando sus alrededores, siempre tuvieron suerte de atraparlos y echarlos antes de que pudieran acercase a Eren, pero no hacía mucho tiempo, un lobo se había acercado más de lo debido y por un gran descuido, se encontró con el castaño y antes de ceder a sus instintos por echarse a pies del niño, el olor a canela y chocolate lo cegó e intento atacarlo. Eren alzo el grito al cielo en cuanto el lobo se lanzó sobre él, alertando a toda la manada y para cuando Levi llego, el animal estaba acostado en suelo boca arriba mostrando su panza, mientras el castaño estaba sentado apoyando su espalda en un árbol y tapando su rostro con sus manos, repitiendo una y otra vez las palabras "tranquilo" y "quieto".

No era nada raro que el lobo quedara sumiso por las palabras del niño, ya que no era la primera vez que sucedía, Eren a veces era atacado por lobos de su propia manda, y Levi le explico que si decía esas cosas en voz alta y en forma de orden, lo obedecerían pues el instinto de obedecerlo era más grande que cualquier otro instinto, aun así, a pesar de que el niño sabía que iban a obedecer sentía miedo cuando veía como las grandes bestias se arrojaban sobre el mostrando sus colmillos.

Para desgracia de Levi, aquel lobo fue testigo en carne propia de lo que era capaz de hacer las palabras del niño, y en cuanto vio la oportunidad se escapó, seguramente a su hogar, y de allí el secreto fue revelado.

Gracias a eso, el azabache fue citado a varias reuniones en los territorios vecinos, todos pedían lo mismo; que se uniera a su manda junto con sus camaradas y el niño, o que directamente entregara al pequeño. Pero el líder se las arreglabas para conseguir que las otras manadas se unieran a él como aliados, pues ni muerto iba a entregar a SU niño.

Una vez que llego al territorio de una manada lejana, fue recibido por varias personas, en su mayoría mujeres, que lo guiaron al hogar del jefe. El lugar era muy distinto a su hogar, pues estos lobos vivían en un lugar con casas como los mismos humanos, habían calles, tiendas, incluso pudo sentir olor a humanos, seguramente aquel lugar estaba conectada con una ciudad cercana y los habitantes de allí, en su mayoría, hombres lobo, se hacían pasar por humanos comunes y corrientes.

La charla con la persona a cargo, fue más tediosa y larga que las demás, pues el hombre no quería acceder a una simple tregua, él quería que ambos bandos se unieran y que su niño se mantuviera en aquel lugar, no quería menos, le ofreció grandes espacios, riquezas, comidas e incluso protección las 24 horas para el pequeño y todo tipo de comodidades. Pero si aceptaba debía entregar al chico al jefe de esa manada.

"El chico tiene 10 años ¿vedad?, en dos años ya puede ser marcado y me gustaría ser yo el que lo hiciera" fueron las palabras del hombre

"Si claro, yo estuve esperando 10 jodidos años para marcarlo como mío ¿y piensa que se lo voy a dar cuando solo me faltan 2? Sobre mi cadáver" fue su respuesta

Aun así, aquel hombre continuo insistiendo, recibiendo puras negativas del azabache, hasta que, ya arto, Levi rechazo toda propuesta y abandono el lugar.

Estaba molesto, ¿Quién se creía ese idiota para pedirle que entregara a SU EREN?, la pareja del castaño ya había sido decidida desde que el niño había abierto los ojos, y había sido él mismo quien lo había escogido, por supuesto que se había elegido a sí mismo, pero eso fue porque nadie podía entender ni tener a Eren tan cerca como él lo tenía.

Estaba más que seguro que el mocoso estaba esperándolo aun despierto, acostado en la cama que ambos compartían desde que el niño tenía 2 años. Eso lo hizo sonreír, lo tendría que regañar pero tampoco es como si en verdad le molestara…

Se detuvo de golpe al percibir un olor extraño. A lo lejos, sus ojos notaron humo saliendo de entre los árboles, junto en la dirección de su hogar. Sin pensar mucho comenzó a correr, y paso de estar en dos pies a cuatro patas.

Mientras más se acercaba más se desesperaba, el humo venia de su territorio, más bien de las casas. Apenas entro al claro lo noto, varios cadáveres adornaban el piso, humanos y lobos por igual, el fuego se apoderaba de algunas casas.

A paso lento se acercó a lo que parecía haber sido una masacre, sus patas no podían evitar pisar la sangre derramada de varios cuerpos sin vida, pero se detuvo al ver el cuerpo de un lobo de pelaje rojizo, este tenía una espada atravesada y un poco más lejos vio el cuerpo de su amigo, este estaba en su estado humano. Y por más que se detuviera a sacudirlos y hablarle ninguno abría los ojos o le contestaba.

-"Eren…" murmuro para luego reaccionar "¡EREN!" era lo que gritaba desesperado mientras corría por los alrededores, sentía sus ojos arder y una que otra lagrima caía, pero él lo atribuyo al humo que se metía en sus ojos, pues no iba a llorar, eso significaba que admitía que había perdido todo lo que tenía, otra vez… pero él estaba seguro de que Eren, de que su mocoso estaba con vida, o eso esperaba

A pesar de que el lugar estaba repleto de sangre, un olor particular llego a él, reconocía ese olor a sangre mezclado con la esencia especial que tanto le gustaba, lo había sentido esa mañana… era la de Eren. Con sus ojos bien abierto y exasperado comenzó a seguir un rastro de sangre, este era grande, probablemente estaba gravemente lastimado, pues la cantidad de sangre era demasiada para que un niño perdiera, por ello comenzó a apresurarse, si Eren estaba siendo atacado o estaba herido gravemente no duraría mucho.

Pero su corazón se detuvo al ver que el rastro terminaba. Estaba parado en una de las montañas que planeaba mostrarle a Eren, sabía bien que debajo había un río, y si el rastro terminaba en el filo de la tierra, solo significaba dos cosas; el niño se había arrojado o quien fuera el que los ataco lo había capturado. Este último no era muy probable, pues sino tendría que haber una rastro en alguna otra dirección, pero no había nada… Eso solo dejaba la primera y Levi sabía muy bien que tan lejos estaba el río, el cuerpo de Eren seguía siendo el de un niño de 10 años y gracias a que era el "elegido" su cuerpo era aún más débil, sin contar que estaba herido de gravedad… era imposible que sobreviviera a la caída.

Esa noche las estrellas y la luna fueron testigos del horrible final de muchas personas y de como un lobo aullaba de forma lastimera en nombre de sus compañeros y su amado.


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