-Las personas que tienen un sueño sólo están buscando problemas, Riku. – Al decir esto, metió sus manos en las bolsas de su chaqueta y comenzó a andar lentamente. Se estaba yendo sin ninguna prisa, como si no hubiese pasado nada, pero así era él, fluía aún habiendo problemas. Kid, tan tranquilo como siempre.
Era una tarde tranquila, lo era para cualquier persona que no fueran ellos.
- ¡Oye, espera! ¿Qué me estás tratando de decir? – Riku no era una persona que se perturbaba fácilmente, tenía que pasar algo verdaderamente sorprendente para que este perdiera la calma.
- Perdón, pero ya no puedo mantener esto. De verdad, disculpa pequeño. – Detuvo su paso para decirle estas palabras, aunque inmediatamente siguió caminando. Estaba tratando de ser suave.
- No me hables así, como si eso me fuese a calmar. No te entiendo. – Riku alzó la voz.
-No sé qué es lo que no entiendes, ya te dije que no podemos seguir, eso es todo.
-O sea que hoy te levantaste y decidiste por ti mismo que esto no es lo correcto, ¿Así es como manejas las cosas?, no quiero retenerte si no estás dispuesto, pero… Simplemente es muy cruel de tu parte hablarme así después de todo lo que pasó. Posiblemente a ti no te importa, pero a mí sí. – Habló Riku.
Kid volteó una vez más y lo observó, sin embargo, no dijo nada.
- Está bien. Si esa es tu decisión final. – Dijo Riku. – No pareces tú, Shien… –Se volteó hacia la dirección contraria. Ahora él es que se estaba yendo, le dolía y mucho, pero no se iba a poner a rogar y a llorar mucho menos. Decir que estaba enojado es poco. Simplemente frunció el ceño, cerró los ojos y apretó sus puños, ¿Qué más podía hacer?
Kid lo miró por última vez, lo vio alejarse, no era bueno manejando asuntos de este tipo. Lo conveniente era irse también, las cosas no estaban terminando de la mejor forma y por el momento él no podía hacer más. Había pensado que acabar con esto era lo correcto, tenía que ser lo mejor y lo mejor es bueno, entonces, ¿por qué sentía como su hubiese tomado una mala decisión?
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Pisaba fuertemente a cada paso que daba, tenía una mirada filosa y pesada. Ese no había sido su día, él no se consideraba explosivo, pero en este momento definitivamente no estaba de humor.
- ¿Habré hecho algo mal? – Pensaba en voz alta. Comenzó a recordar los últimos acontecimientos.
Ese día en la mañana había recibido una llamada de Shien, este le pedía encontrarse en un lugar no muy recurrido, Riku aceptó, pero le extraño que no le hubiese avisado antes y la salida fuese tan espontánea. Aun así, decidió ir, no iba a desaprovechar una oportunidad así. Como la universidad les había estado quitando tiempo, ver un rato a su… Pasar un rato fuera de casa, le iba a hacer bien.
- ¡Eso es! ¿Habrá sido que…? Pero, es que realmente no somos, no éramos nada. – Riku pensaba que, lo que podría haber hecho tomar una decisión como la de ese día a su ex quarterback era sentirse presionado porque a pesar de que ellos no eran nada, Riku no estaba tan satisfecho con eso, él quería más, por mínimo que fuese.
No iban más allá de “hacerse compañía” el uno al otro y de vez en cuando. No había nada de “citas” o cosas parecidas, aparte de que no iba con ellos, desde el principio no había sido así. Cuando los dos se dieron cuenta, ya estaban “juntos”.
- Si de verdad entre nosotros no hubo algo más fuerte, no tendría por qué sentirme de esta forma… - Caminó unos pasos más y se detuvo. Desde hace unas semanas era bastante feliz, le gustaba la universidad en donde iba, salía con sus amigos, jugaba fútbol americano y, sobre todo, la persona que le gustaba se había fijado en él a pesar de saber que no duraría mucho tiempo. De pronto, este día sentía que todo se estaba yendo a la mierda por una tontería.
- ¿Y qué más da? Si siempre fui yo el único que puso de su parte, ahora, qué más da… - apretó los puños dentro de su chaqueta. Comenzaba a sentir un nudo en la garganta…
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- ¿Por qué me miras así? – Kid habló con fastidio. Tenía su sombrero sobre la cara, pero lo levantó un poco así notó la pesada vista de Testuma sobre él.
El hombre no le quitó la vista de encima, lo miraba serio y molesto.
Estaba recostado sobre el pasto, le gustaba ir al lado de ese rio, para calmarse.
- Vamos, hombre… No era nada serio, tenía que pasar. - Al escuchar esto, Testuma bufó incrédulo.
Kid volvió a acomodarse el sombrero sobre su rostro, estaba totalmente fastidiado, pocas veces sentía como si hubiese tomado una mala decisión, por eso siempre creía tomar las correctas, precisamente para no tener que pasar por esto. Justo cuando creía que el silencio había vuelto, sin los quejidos sonoros de Tetsuma, este se paró y caminó hasta él, cundo estuvo lo suficientemente cerca, alzó su brazo dejando caer toda su mano y su peso en el hombro de Kid, con mucha fuerza.
- ¡HOMBRE! – Kid se paró sorprendido por el golpe y quitó la mano de su amigo.
-No acostumbras esconderte de los problemas… Idiota. – Dijo Tetsuma, lo miró a los ojos, después caminó hacia el otro lado, no planeaba quedarse más tiempo. -Arréglalo… - Dijo sin más.
Kid se quedó sentado mirando la espalda de su amigo que cada vez se alejaba más. En toda su vida pocas veces que podía contar con una mano, había visto molesto a Tetsuma, siempre estaban juntos y por ende era muy raro que se enojasen. Aunque era posible que tuviese razón, tenía que arreglar las cosas, sabía perfectamente esa tarde, el hacer a un lado a Riku de esa forma había sido cobarde.
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Comenzó con un beso en la calle debajo del puente, puede haber sido un impulso, o como se le quiera llamar, pero definitivamente era un beso. Los dos eran partícipes, los dos lo estaban profundizándolo, cada vez más rápido.
Entre esa oscuridad las únicas luces que se veían eran las de los carros que pasaban rápidamente. Cuando por fin se separaron no daban crédito, ni siquiera podían hablar. Riku estaba completamente nervioso, tan sólo se habían acercado un poco y no se resistió a besar a su ex quarterback. Kid estaba un poco más calmado, sin embargo, no quitaba que su expresión aún mantuviera los ojos ligeramente abiertos.
El primero en tratar de decir algo fue Riku.
- ¡Yo no… -
-Tranquilo, no pasa nada.
Volvió a callarse para pensar mejor lo que podía decir.
- ¿Por qué me seguiste la corriente Kid?
-Curiosidad… - Habló ya más calmado.
-Entonces, supongo que no…
-Nada, amigo. Olvidémoslo.
-Sí.
Volvieron a tomar su camino, pero, ni siquiera dieron cinco pasos cuando ya estaban de nuevo besándose, Kid recargando a Riku sobre la pared, le hacía más fácil el trabajo por sus estaturas. Pero esta vez fue más lento, mucho más suave, como si estuviesen disfrutando cada segundo. Si en ese momento hubiera pasado quien fuese, le hubiera sido imposible interrumpir semejante ambiente.
Así es como iniciaron lo más cercano a una relación, no declarada, por supuesto, pero el único que parecía poner de su parte en todo sentido era Riku, quien siempre trataba de hacer las cosas más placenteras para ambos, sabía que Kid no era de esos a los que les gusta comprometerse con nada, así que trataba de llevar las cosas con calma, tampoco es como si Kid lo tratase mal, al contrario, se comportaba muy amable con él pero esta amabilidad a veces se sentía más por compromiso que por ser genuina.
De vez en cuando se veían, lo pasaban juntos y se separaban, sin un compromiso serio, algo que Riku creyó poder llevar sin repercusión, pero cada vez se sentía más atraído, y, por ende, quería que las cosas fueran un poco más serias, quería dejar de ser una simple opción que Kid podía descartar en cualquier momento.
A veces Riku sentía la necesidad de dejarlo, sabía que todo este juego que habían armado no le estaba yendo nada bien, se estaba encariñando demasiado, ni siquiera se dio cuenta en que momento comenzó a llamar “Shien” a su compañero, tal vez fue en los momentos más íntimos que tuvieron. Esto ya era más que peligroso.
Una tarde, después de “estar” juntos, Riku notó especialmente molesto a Kid, no le quiso preguntar qué tenía pues a veces se daba cuenta que al no ser nada más que un conocido para el cowboy, no tenía ningún derecho de preguntar a menos que la situación verdaderamente lo permitiera, a pesar de querer saber un poco más esa línea no lo dejaba. Pero sí sabía que lo único que pudiese molestar el tranquilo temperamento de Shien era su padre, el severo hombre que llegó a conocer sólo de vista y que la simple mención de este, ponía incómodo a Kid.
Trató de acariciar gentilmente el torso desnudo del hombre, pero este le retiro su mano de la forma más amable que pudo. Le avisó que tomaría una ducha y que no se podía quedar más tiempo, inmediatamente después de decir esto se paró directo al baño. Riku supo una cosa, que ese frágil lazo que crearon durante ese tiempo había llegado a su punto culminante. Era cuestión de tiempo para que las cosas terminaran mas él se negaba a aceptarlo.
Y así fue como pasó aquella tarde, cuando Kid lo citó el un parque cercano, para tratar de dejar las cosas en claro, aunque esto significara terminar de una vez por todas con toda esta historia que se habían inventado.
Sin embargo, había una razón más fuerte detrás, algo pasó para que Shien decidiera terminar con todo esto.
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Esa noche Kid se acostó pensando que no podía dejar la situación así, aunque no quisiera verlo y le costara mucho trabajo, tenía que aceptar que el tiempo que pasó con Riku no había sido en vano y él también lo había disfrutado. Nunca se inmutó por una situación grave y esta vez tampoco sería así. Definitivamente iba a arreglarlo.