Pocos saben que en realidad el cielo y el infierno son reales, pero eso no quiere decir que las personas al morir vallan a esos lugares, si no que esperan pacientemente hasta el día de ser llamados y revivan de entre los muertos. Más aún, si hay criaturas vivientes en esos mundos; están los ángeles y los demonios respectivamente, pero, no siempre los ángeles son almas de Dios o los demonios son el caos mismo del diablo, aun así deben seguir las reglas si quieren estar siempre en sus mundos y no ser expulsados de su gloria.
Para poder pagar su cuota y no ser simples espíritus en la nada, tienen las misiones que les otorgan a cada ángel y demonio. Se les entrega un alma para estabilizar su vida en la tierra, de esto es producto las cosas malas, como los accidentes y las cosas buenas, como encontrar el amor. Si, el amor es dado por estos divinos o malignos seres, no por uno solo, sino de ambos depende la estabilización del alma.
Ahora bien, en una época en particular se encontraban dos seres en sus mundos a quienes se les estaba otorgando una tarea, la cual cambiara todo en un abrir y cerrar de ojos.
.-Bien, Naruto…-Le hablo el mandamás del lugar, claro. El diablo.-…ya has alcanzado tu mayoría de edad y ya es hora de que subas a la tierra, para poder encomendarte el alma a la cual estas asignado hasta la muerte de esta…
.-aaaaaaah….Ya lo sé viejo pervertido, pero no tienes que poner ese tono de voz conmigo…- Un rubio de ojos azules se encontraba frente al mismo Diablo, con una expresión de aburrimiento.-…además esperar 500 años solo para causarle problemas a un alma, no es mucho de mi gusto dattebayo.-
.- Maldito, mocoso…- La voz del diablo o más bien Jiraiya como en realidad se llamaba había perdido completamente el efecto potente con el que había hablado primero.- más respeto con el Diablo…
.- Yayaya…- se mofo Naruto.- pero, ¿podrías saltarte todo el discursito ese de iniciación?, Basta con la preparación de 500 años para saber exactamente qué hacer.-Un suspiro se escuchó por parte del mayor de milésimos años.
.- No solo vas a tratar con un alma Naruto, recuerda que el trato está en que nosotros tenemos la libertad de ir a la tierra a encargarse de una persona en específico y llevar su vida normal como se debe es como…
.-Si lo sé, el ying y el yang, una vida equilibrada y blablablá… ¿sabes? Me encanto la plática motivacional pero ya debo irme un alma me espera…
.-Antes de que te vayas… se llama Shikamaru y no alma…
.-se se se…- Antes de que se fuera escucho el murmullo del anciano y sonrio.
.-estos niños de ahora…-
.-Bien, debo abrir el portal y listo, de seguro esa cosa ya tiene que estar ahí… tan puntuales como siempre…- saco de su bolsillo una perla azul como sus ojos y las estrello en el suelo, consumiendo su cuerpo en fuego se desvaneció del lugar.
Salió de la sombra de un árbol, y por lo que vio estaba en un instituto. Se miró y comprobó que su ropa siguiera intacta, ya que varias veces le pasaba que el fuego se pasaba de la raya y lo dejaba desnudo en donde apareciese. Su vestimenta entera negra con destellos rojo por algún lado, le daban el toque del inframundo y las tinieblas. Estaba listo.
.-Vaya creo que soy el primero y ese chico aun no aparece, pero por lo que aparenta ser debe estar cerca…-
.-ohh parece que es cierto…-
Naruto dio un salto en su mismo lugar y se dio vuelta percatándose que no estaba solo y que había alguien sentado encima de la pandereta, el sol le daba justo en los ojos no pudiendo ver bien.
.- Dicen que los demonios son un tanto estúpidos, pero jamás pensé que tenían que repetirse las cosas en voz alta para no olvidarlas.- el personaje desconocido dio un pequeño salto y cayó delicadamente en el césped, casi como si estuviera volando, casi como…
.-Un ángel…- y Naruto vio a un ángel por primera vez en su vida, con expresión seria el otro ser lo observaba.
Naruto toda su vida pensó que los ángeles eran seres divinos extremadamente tiernos, buenos, amables y cariñosos, que no pasaban de 1.65 y que siempre estarían sonriendo. Y pues cuanto se equivocó, ya que lo que estaba frente a sus ojos, era un chico más o menos de su altura 1.79 con mirada de superioridad y sobre todo…
.-Así que sabes lo que soy, pensé que tendría que dibujártelo… que fastidio… No voy a perder mí tiempo contigo…-
Grosero.
Vio cómo se iba del lugar y aunque casi podía ver las alas divinas que brotaban de su espalda… cuan equivocado estaba, los ángeles no son lo que parecen.