~Bajo el mismo techo~
-Año 2007-
Entre la hilera de sus camisas perfectamente ordenadas y limpias, sin arrugas ni pelusas, eligió una color rojo vino que se amoldaba perfectamente a su pecho, haciendo resaltar su delgado cuerpo y su cintura que volvía loco a los hombres que lo veían por la calle al salir con ese tipo de vestimenta. Los pantalones negros de ceda ajustados a sus largas piernas y sus zapatos relucientes completaban su vestimenta en aquella noche de verano. Sus dedos se movían sobre la revista que miraba desinteresadamente sentado en el sillón de su casa. Se había levantado por tercera vez para ir al baño, mirándose por el gran espejo, acomodando sin demasiado excito su rubio cabello ondulado o alisando con sus manos su camisa para evitar que se arrugue.
El sonido de la puerta ser golpeada levemente lo saco de su trance, haciendo que suspirara, se miró una última vez para luego dirigirse a la puerta de su casa.
-Hola… Tsukishima
-Hola Mino
-No…
-Perdón, Satori
-Eh…
-Ya sé...Koutaro
-Kuro…-Le interrumpió el hombre delante suyo para luego extender su mano para saludarse sonriendo. Vestía una chaqueta de cuero negra y debajo de esta una remera gris oscura que combinaban con los vaqueros azules y las botas estilo militar algo desgastadas, sobre su cabello negro llevaba una gorra del mismo color que decía en letras rojas Nekoma.
-Kuro…-Repitió mientras estrechaba la mano contraria.
-Si…Todos me dicen Kuro… ¿Llegue tarde?..-Se apresuró en preguntar, olvidando el tema del nombre.-
-Solo una hora…-Contesto sin necesidad de mirar la hora mientras se encogía de hombros sonriendo despreocupadamente.- Estaba leyendo un libro por lo que no me percate… Pero Yamaguchi dijo que era habitual en ti… muy…
-Yachi me comento que dirías algo como eso…-Murmuro alto, riendo levemente.-
-¿En serio?...-Dijo riendo también para seguirle la corriente, aunque se notaba que su risa era fingida como la suya por el incómodo ambiente que quedo en silencio.- ¿Nos vamos?...
-¡Sí!..-Contesto sonriendo para luego darse la vuelta.-
-Vayamos a cenar… Me muero de hambre-Sonrió mientras cerraba la puerta para ponerle cerrojo, frunciendo el ceño sin ser visto y luego murmurar.- Hace más de una hora…
Salieron del pequeño barrio de grandes y elegantes casas, caminando tranquilamente en compañía de Kuro.
-Supe que acabas de mudarte a Miyagi…-Comento para iniciar una conversación, no era demasiado hablador pero el silencio le molestaba.-
-Si…
-Y… ¿Desde cuándo conoces a Yachi?..-Pregunto sintiendo un leve tic en su ceja ante la contestación del otro.-
-Desde la preparatoria…
-Wow…-Contesto fingiendo sorpresa sin molestarle el que se notara de su falsedad.- Yo también conozco a Yamaguchi desde la preparatoria… ¿Y tú auto?...
Miro la hilera de autos estacionados intentando adivinar cuál sería del hombre con quien tenía una cita.
-Aquí…-Escucho la respuesta detrás suyo, al darse vuelta algo le fue colocado en sus manos.- Ten tu casco… Sube
Las palabras no salían de su boca, miraba el casco en sus manos y luego a Kuro que subía a una motocicleta negra.
-Sujétate, prometo que no te lastimare…-Sonrió de lado al mismo tiempo que le guiñaba un ojo, para luego hacer rugir el motor de la moto que rompió el silencio del tranquilo barrio.-
-L-la verdad no estoy vestido para subir a…-Hablo pero su voz era opacada por el fuerte ruido, recibiendo una expresión de confusión de parte de Kuro que no le escuchaba.- NO ESTOY VESTIDO PARA…subirme…
Bajo su voz cuando el contrario había apagado el motor repentinamente.
-Lo siento pero no creo poder subirme…-Se negó sonriendo levemente, acercándose para devolverle el casco.- Yo conduzco también, mi auto esta allá…
Señalo un Smart Fortwo negro a menos de diez pasos de ellos, sin esperar a Kuro se dirigió a su vehículo para subirse. Ingreso al auto, era pequeño pero había acomodado el asiento hacia atrás por sus largas piernas. Quito el seguro de la puerta del copiloto, viendo a Kuro intentar entrar, escuchando el crujir de su chaqueta de cuero contra el asiento que estaba adelantado. Su cuerpo era grande y trabajado, se podía notar a través de su remera ajustada, a comparación de él que era flaco y alto.
-Lo logre…-Dijo una vez pudo estar algo más cómodo en aquel pequeño auto para él.- Entonces… ¿A dónde quieres ir?
-Eh… ¿Para donde hiciste la reservación?...-Dejo de morder su labio ya que había estado conteniendo la risa ante el espectáculo del mayor intentando entrar al auto. Suspiro contando mentalmente hasta diez.- Dijiste que harías… ¿No reservaste verdad?…
-¿Eso dije?...-Decia sonriendo mirándolo, intentando recordar cuando había dicho aquello.-
-No importa…
-Tú decides, si quieres vamos… tu mandas…-Levanto sus manos en señal de rendición.-
-Bueno…Podemos ir a un restaurant que no está lejos y…
Una melodía estridente lo interrumpió, miro al mayor que le devolvía la mirada, ignorando su teléfono que sonaba.
-Si quieres contesta…
-No es importante…-Movió su mano quitándole importancia.-
-Bueno, decía que allí será fácil conseguir una reser… -Respiro profundo sintiendo el borde de su labio temblar al sonreír tan falsamente, el ruido estridente del teléfono lo molestaba.- Adelante contesta…
Tampoco se molestó en ocultar la irritación en su voz, sin mirar a Kuro que intentaba sacar su teléfono del bolsillo de su chaqueta, volviendo a producir ruidos al rozar con los asientos de cuero.
-Holaa…tu…-Contesto para luego guardar silencio por un instante para luego responder un poco bajo aunque de todos modos se le escuchaba.- Ya sabes, a mitad de algo…
Una baja carcajada ronca se escapó de su boca, para luego hablar seductoramente pero en voz baja.- Si, está bien… ¿a las once?... sabes, mejor a las diez…
Automáticamente Tsukki giro su rostro despacio, mirando con una sonrisa incrédula a lo que estaba escuchando. Miraba a su acompañante sonreír y despedirse algo meloso para luego cortar y guardar su teléfono.
-Disculpa… era un amigo resfriado…-Se disculpó el mayor al percatarse de la mirada del rubio.- Entonces… ¿A dónde iremos?
-Sabes, no debemos hacerlo…-Negó con su cabeza sin mirar al mayor.-
-¿Qué?...-Pregunto sorprendido por un segundo para luego alzar sus hombros sin sentirse afectado.- Si tú dices…
-¿Es en serio?...-No pudo evitar decir para mirarlo con expresión levemente sorprendida.-
-Seamos sinceros precioso, desde el primer momento en que me viste en la puerta de tu casa supiste que no te agradaría…-Decia siendo completamente sincero.-
-Eso no lo voy a contradecir…-Confeso, recibiendo una expresión levemente molesta del otro al no haber negado aquello.- Pero nuestros mejores amigos organizaron esto…
-¿Acaso tú quieres charlar? –Pregunto sonriendo, apoyando su brazo en el asiento para mirar de frente al rubio.- Podríamos hacerlo más rápido, emborracharnos y acostarnos…
-Eres un completo estúpido…-Sonrió incrédulo ante lo que estaba escuchando.-
-Es viernes por la noche, yo solo me quiero divertir…-Confeso sin vergüenza alguna, encogiéndose de hombros.- Y luego ir a ver a mí… amigo enfermo…
La mirada del mayor quedo pérdida, podía verse en sus ojos un brillo de excitación, relamiéndose los labios ante algo que imaginaba.
-Y tú puedes hacer lo que haces un viernes en la noche… ¿Acaso no estabas leyendo un libro?..-Dijo salieron de trance y miro al rubio, tuvo que reconocer que tenía unos preciosos ojos y su cuerpo no estaba nada mal.- ¿Tienes Facebook?...
-Que si tengo Facebook…-Rio sarcásticamente, dándose cuenta al instante del cambio de tono en la voz del otro, con un pequeño tinte de seducción.- Escucha… si querías asegurarte de que esto no iba a ser una noche horrenda, te daré un consejo, no llegar tarde y no llamar a una zorra delante de…
-Está enfermo…-Intento justificarlo, en algún sentido le parecía gracioso la manera en que le hablaba Tsukishima, se le notaba molesto en su manera de hablar rápido.-
-Ah, claro… Y por eso quieres ir a curarlo con tu pene mágico…-Susurro de manera provocativa, mirándolo fijamente.-
-Bueno…-Suspiro mirando aquellos rosados labios que le tentaron por un segundo a probarlos.- Si quieres salir…
-No voy a salir contigo…-Toda su expresión cambio, mostrando su verdadero rostro, mirando al mayor burlonamente para luego cambiarla por una de disgusto total. Se quitó el cinturón de seguridad para bajar del vehículo- Ahora sal de mi auto…
Cerro la puerta viendo a Kuro bajar del otro lado, apretó el mando que estaba en el llavero, activando la alarma del vehículo. Sin mirar a Kuro rodeo su auto para dirigirse a su casa.
-¿En qué demonios estaban pensando Yamaguchi y Yachi?…-Decia molesto, mientras marcaba en su teléfono el número de su amigo.-
-Si… yo también pienso lo mismo…-Contesto Kuro siendo ignorado por el rubio que no se giró a mirarlo y se alejaba.-
-Yamaguchi, la única manera de compensarme esto es diciéndome que no tendré que verlo otra vez…-Decia claramente molesto, escuchando a sus espaldas el motor de aquella ruidosa moto romper el tranquilo silencio del barrio.-
~Celebración previa a la boda de Yamaguchi y Yachi~
-Yamaguchi es mi mejor amigo…-Comenzó a decir, sintiéndose incomodo al tener todas las miradas de los presentes mirándolo fijamente. Por dentro maldecía por tener que ser el padrino de la boda de parte del novio y tener que decir unas palabras delante de todos, por lo que con anticipación escribió lo que iba a decir.- Estoy feliz por él, por haber conocido a una maravillosa mujer, Yachi…
Una risa algo estruendosa sono a dos sillas de distancia de la novia, llamando la atención de los presentes.
-Mira a Kuro…-Decia un hombre de color de cabello extraño, era blanco con negro y tenía unos grandes ojos amarillos. Este señalaba un punto del lugar donde se juntaron familiares y amigos de la pareja antes del casamiento.
Todos los presentes miraron al rincón donde estaba Kuro devorando la boca de una camarera que trabajaba allí. La mujer se separó de él sintiéndose avergonzada, huyendo de ahí. Kuro levanto sus brazos por los aplausos de la gente ante tal situación cómica, se notaba que tenía un par de copas de más.
-En fin, solo quería decirles…-Intento continuar Tsukki rápidamente para poder volver a su asiento.-
-Los quieroo~…-Grito Kuro apareciendo a su lado, agarrando el micrófono que sostenía Tsukki, ambos tirando de el para hablar.
-¡Tú ya diste tu discurso, borracho!...-Decia el rubio escuchando las risas de los invitados, viéndolos a ambos jalar del micrófono.-
~Foto de recuerdo de la boda junto a los padrinos y madrinas de Yamaguchi y Yachi~
-¿Tu eres el padrino de parte del novio?..-Le pregunto el fotógrafo señalando a Tsukki quien, asintió al instante.- ¿Puedes cambiarte de lugar? Te quiero junto a la novia…
Rápidamente cambio de lugar con otro joven que estaba al lado de la novia quien era sostenida de la cintura por su novio detrás suyo. Traía puesto un traje blanco como los demás testigos del casamiento de parte de Yamaguchi, nada más que el sostenía un ramo de rosas y los otros de jazmines. Detrás suyo estaban los elegidos por Yachi que traían puestos un elegante traje negro con una rosa blanca en su pecho, como principales padrinos, Kuro estaba detrás suyo, de igual manera que la pareja recién casada, nada más que no lo agarraba de la cintura.
Se acomodó para la foto, respirando profundo para intentar sonreír a la cámara como los demás que lo hacían naturalmente. Una mano apretar su trasero lo hizo sobresaltarse, dándose la vuelta al instante, fulminando con la mirada a Kuro que no dejaba de sonreír divertido.-
-¡No me toques, sabía que harías eso!...-Le regaño delante de todos, escuchando las risas de los demás padrinos ante su disputa.- No lo provoquen… -Les advirtió mientras se volvían a colocar para la foto.
-¡Lo digo en serio, ya deja de molestarme!-Se quejó de nuevo, sin importarle el ramo con el cual golpeaba a Kuro, quien había vuelto a tocar su trasero, escuchando las carcajadas de los demás que aumentaban su enojo.-
~Fiesta navideña~
-Hola, estamos en la fiesta de navidad en la casa de Yamaguchi y Yachi.- Decía Yamaguchi que sostenía la cámara y filmaba a Tsukki que colgaba un adorno en el árbol de navidad, a su espalda un joven más alto que el rubio de cabello plateado le entregaba una copa de vino sonriéndole enamorado.-¿Qué tal va su primera cita?...
Por la sonrisa falsa que le dio su amigo, decidió no preguntar mas y dar media vuelta, filmando a los invitados que hablaban y comían la rica comida que había preparado Tsukki para la ocasión. Su atención fue captada por cierta persona que estaba apartado de la gente.
-Oye Kuro…Kuro…-Ahora la cámara filmaba al pelinegro que estaba hablando con un joven de estatura media que traía un disfraz de duende de navidad provocativo, captando la atención del mayor.
-Kuro…-Le regaño, ahora si teniendo la atención del contrario que giro su rostro con expresión molesta pero la cambio enseguida al ver quien era.-
-Ven, dame esa cosa…-Intentaba arrebatarle la cámara Kuro que ahora filmaba el piso y sus voces ante el pequeño forcejeo.- ¿Viste eso?…es muy sexy-Refiriéndose al joven atractivo que tenía unas piernas de infierno según él.
-Está bien, ten…-Le entrego la cámara, pidiéndole a Kuro que lo filme. Yamaguchi se acercó a Yachi que estaba cerca en la mesa de bocadillos.- Yachi…-La llamo, captando al instante la atención de su esposa que se giró, revelando su abultado vientre de 8 meses.- Es mi hija…-Presento con un rubor en sus mejillas mientras acariciaba la panza de su esposa.-
-Ya falta poco…-Dijo Kuro que filmaba la melosa escena de la pareja que ahora estaba en su mundo de caramelos. Se giró aun filmando, acercándose a Tsukki y el joven que le hablaba sin parar al rubio que se notaba que quería huir de allí.-
-Hola Tsukki… ¿Qué es esto?...-Decia mientras filmaba un muérdago que estaba debajo del rubio y su acompañante, sonreía y contenía una carcajada ante la cara de Tsukki.- A ver…un beso navideño para la cámara…
Filmaba divertido al rubio que era tomado de la cintura por el joven y se acercaba a besarlo, incentivando a Tsukki quien apartaba su rostro con disgusto disimulado, recibiendo el beso en su mejilla, todo siendo captado por la cámara.
-Felices Fiestas…-Sonrió a la cámara viendo como su acompañante se iba para buscar más vino, Tsukki aprovecho eso y miro a Kuro molesto por lo que había hecho, pero solo consiguió que el mayor se riera estruendosamente.- Eres despreciable…
~Nacimiento~
-H-hola…-Saludo Tsukishima con voz temblorosa al momento en que Yamaguchi le entregaba a Mei, su hija.- Es… bellísima…-Susurro mirando a la bebe en sus brazos, olvidándose de la cámara que sostenía Yachi y filmaba la escena.
-Déjame a m-…
-Espera Kuro… la estoy cargando yo…-Su expresión molesta volvió a su rostro mientras se apartaba del mayor que se acercaba a él para querer cargar a la bebe.-
-Dile algo…-Se quejó infantilmente mirando a su amiga, haciendo carita de gatito abandonado.
-¿Contento?...-Dijo molesto el rubio de brazos cruzados al ver a Kuro sostener a Mei con expresión ganadora- Con cuidado Kuro…
-Sí, si ya lo woo...-Hizo amago de que caía al suelo, asustando a Yamaguchi y Tsukki que estaban a su lado, mientras Kuro reía por sus expresiones.- Era una broma…
-Yachi…-Susurraron mirando a la única mujer allí que los estaba filmando.
-Es como un balón de vóley…-Fingió que la alzaba al aire como hacia cuando jugaba para hacer un servicio.-
-¡Kuro!...-Tsukki sostuvo los brazos del contrario que se reía.- Detente, ya basta... En serio
Se podía escuchar la baja risa de Yachi que miraba a los padrinos de su hija que se peleaban como siempre.
~Actualidad~
Iban viajando en el asiento trasero Tsukki y Kuro con Mei sentada en su sillita entre los dos. Uno tenía un tic en su ceja y mantenía sus ojos cerrados, intentando mantenerse sereno, mientras el otro miraba a la pareja delante suyo con expresión tranquila aunque por dentro quería bajarse ya del vehículo.
La pareja de casados cantaban alegremente con la música saliendo del estéreo, mientras Yachi conducía y Yamaguchi filmaba a su hija que ese día cumplía su primer año y sonreía a la cámara. Su cabello rubio y sus ojos café claro era completamente igual a su madre aunque igual de simpática que su padre y algunas veces tímida como ambos.
~M-I-C-K-E-Y M-O-U-S-E~
~M-I-C-K-E-Y M-O-U-S-E~
~EN LA CASA DE MICKEY MOUSE, VENGAN YA A DISFRUTAR~
~ES LA CASA DE MICKEY MOUSE VENGAN YA A DISFRUTAR…
~PRESENTANDO A YACHI~
-Aquii~…-Dijo cantarinamente la rubia mientras manejaba.-
~KURO~
-El mayor solo sonrió feliz mientras movía sus manos irónicamente, siguiéndoles el juego cuando la cámara lo filmo para luego volver a su expresión exasperada.-
~YAMAGUCHI~
-Aquí…-Se filmó el feliz padre con sus mejillas levemente sonrojadas.-
~MEI~
-La bebe sonrió movimiento sus manitas y pies cuando su papá la filmo y le sonreía bobamente.-
~TSUKKI~
-Ni en mil años…-Contesto con el ceño fruncido, negándose rotundamente a seguirles el juego.-
Una vez que llegaron a la casa de la feliz pareja, Kuro y Tsukki fueron los primeros en bajar y terminar con aquella tortura para sus oídos, llevaban más de una hora escuchando canciones infantiles y las muy malditas eran pegadizas.
Cada uno se fue con su mejor amigo para ayudar en los preparativos de la fiesta que le harían a la princesa de la familia.
-Tetsuro-kun… no hagas eso…-Le advirtió suavemente su amiga al ver que alzaba a Mei por encima de su cabeza, sacándole hermosas risas.- Ha estado vomitando últimamente…
Se encontraban en el inmenso patio de la gran casa en la cual vive ahora la pareja casada, descansando luego de colocar algunas mesas.
-Escucha como ríe… Le encanta…-Decia mientras la sentaba en su regazo, sonriéndole cariñosamente a la bebe.- Eres la única chica por la cual me afeito… -Le hablo a Mei haciendo trompa con sus labios para luego besar las regordetas mejillas de la bebe.
-¿Por qué no vino Yaku-kun?... ¿Creí que iban en serio?..-Pregunto curiosa la rubia mientras acomodaba un mantel sobre una de las mesas.
-Terminamos hace unos días, quería que nos comprometiéramos… -Sintió un escalofrió al mencionar aquella palabra.-
-Yachi…-Le llamo Yamaguchi caminando hacia ella y entregándole unos billetes.- La propina para los chicos del castillo…
Beso rápidamente los labios de su esposa y volvió al interior de la casa con Tsukki.
-¿No piensas decirle que esos malditos llegaron una hora tarde y fui yo quien lo armo?...-Decia Kuro arrugando la nariz al mismo tiempo en que se levantaba con Mei en brazos y caminaban hacia los jóvenes que estaban al lado del castillo inflable pegándose con unos bates de juguete.
~.~.~.~
En el interior de la casa estaban Tsukishima y Yamaguchi que hablaban tranquilamente mientras acomodaban los aperitivos para cuando llegaran los invitados.
-Y Yachi está yendo a un nuevo consultorio de niños muy bueno no tan lejos de aquí…-Decía mientras sacaba de una caja unos muffins para colocarlos en un gran plato.- No para de mencionar al doctor que atiende a Mei diciendo que es un "encanto" de persona…
Tsukki solo lo escuchaba mientras dejaba el último muffin en el plato y agarraba la caja para ponerla con las demás vacías, ya sabía a donde se dirigía ese tema.
-También dijo que no tiene anill-…
-Yamaguchi…
-Le pregunto a su secretaria si sabía…
-Cállate Yamaguchi…
-Pero escúchame…
-Dije que no…
-P-ero Tsukki…-Se quejó infantilmente.- ¿Cómo sabes que no te gustara?
-Porque tienes el peor gusto para conseguirme una cita en todo el universo-Le confeso sin remordimientos mirándolo fijamente, para luego pasar por su lado y proseguir con su trabajo.-
-¡¿Cómo quién?!...-Pregunto sorprendido para luego levantar su mano y flexionar dos de sus dedos.- Dime tres…
-El tatuador, el ladrón de tiendas, el hombre obsesionado con el voley... ¿Sigo?...-Lo miro con una ceja levantada y sonriendo de lado, la lista seguía y Yamaguchi lo sabía.
-¿Aun no se te ha olvidado?...-Pregunto un poco cohibido, por lo que Tsukki le había contado de aquellas citas, no habían sido nada buenas.
-Por supuesto que no… También te debo recordar cuando me organizaron una cita con el mujeriego que se encuentra en tu patio…
-En el tiempo que llevaba saliendo con Yachi muy poco lo mencionaba, no lo conocía muy bien, era obvio que me confundiría...
-Sabias que se llama Kuro…-Dijo mirándolo por un instante, Yamaguchi era muy malo mintiendo.- Eres mi mejor amigos por lo que deberías dejar de estar buscándome pareja constantemente…
-No lo hago… bueno, ahora no tan seguido…
-Olvídalo si… tu sigue teniendo bebes con Yachi y así yo podre seguir consintiéndolos con esto…
Sonrió al dejar un lindo cuervo de colores hecho de dulces en una esquina del gran pastel que había hecho para el cumpleaños de su ahijada, donde con su hermosa caligrafía había escrito –Feliz Cumpleaños Mei-
-Está mejor que mi pastel de bodas…-Pensó Yamaguchi en voz alta.-
-Ese pastel lo hice yo
-Estaba algo seco…
~En el patio~
Ambos adultos miraban a los dos jóvenes delante suyo que no podían armar una oración decente por la risa y sus cuerpos que se movían graciosamente.
-Estos chicos fumaron marihuana –Dijo lo obvio mirándolos con una ceja arqueada a los jóvenes mientras Mei intentaba agarrar un mechón de su cabello que sobresalía debajo de su gorra.-
-No…-Negó uno de los chicos pero movía su cabeza afirmativamente mientras su amigo movía su cabeza negativamente diciendo que si.-
-Y yo soy virgen… denme lo que tienen…-Dijo Kuro acercándose a ellos con aire autoritario, extendiendo su mano mientras con la otra sostenía a Mei.-
-L-lamare a la p-policía…-Decia Yachi ocultada detrás de su amigo.-
-No lo haga…-Decia arrastrando las palabras el chico mientras tocaba todos los bolsillos de su pantalón hasta hallar una bolsa y entregársela a Kuro.- Mi padre es policía…
Una fuerte carcajada se le escapó a Kuro al escucharlo, haciendo que Mei ría también.
-Me quedare con esto –Levanto la bolsa en su mano, para luego mirarlos sombríamente.- Ahora lárguense de aquí.
Entre quejas infantiles los jóvenes se fueron de allí, tambaleándose y riendo, olvidándose de lo sucedido. Quito su expresión fría mientras hacía amago de guardar la bolsa en el bolsillo de su pantalón, pero se le fue arrebatado por su rubia amiga.
-¡Oye!
-Me quedare con esto -Sonrió mientras lo guardaba en su bolsillo.- Lo hago por tu bien… ¿O acaso quieres revivir tu juventud?
-O serás tu quien quiere hacerlo con Yamaguchi…-Sonrió de lado viendo el rubor en el rostro de su amiga para luego dirigirse al castillo inflable y saltar suavemente con Mei en sus brazos.-
-Tetsuro-kun… no creo que sea buena idea –Intentaba detenerlo desde abajo al verlo saltar mientras alzaba sobre su cabeza a la bebe.-
-Pero si le encanta… no te preocup-…
Yachi dejo de insistir y puso expresión asqueada al ver a su hija vomitar el rostro de Kuro, cubrió su boca evitando reírse por las quejas de su amigo que rápidamente bajo y comenzó a escupir en el suelo.
Kuro se dirigió a paso rápido al interior de la casa, encontrándose de frente a Tsukki que estaba en la cocina. Le entrego a Mei para luego dirigirse a la canilla de allí y enjuagar su boca con abundante agua, escuchando la risa contenida del rubio.
-No te pongas mal Mei…-Sonrió el rubio mientras tapaba su boca con una de sus manos y con la otra sostenía a la bebe.- No debes ser la primera en vomitar a Kuro…
-Mei…-Le llamo Kuro sonriendo sarcásticamente captando la atención de la bebe, levanto su mano y señalo a Tsukki.- Te presento a la amargura en persona.
Tsukishima frunció el ceño ante lo dicho por Kuro, fulminándolo con la mirada viendo como este sonreía ladinamente con expresión retadora mientras se acomodaba su gorra.
-Kuro-san permíteme prestarte una camisa nueva…-Dijo Yamaguchi recibiendo una expresión confusa del otro por lo que le señalo un poco de vomito que había caído sobre su remera pero no llego a caer sobre su campera roja que en letras grandes decía Nekoma en la espalda.
Rápidamente el pelinegro agarro unas servilletas para limpiarse con expresión asqueada.
-¿Qué hora es? ¿Ya llegaran los invitados?..-Pregunto oliendo su remera que desprendía olor a vómito y leche.-
-Son las 10, en media hora llegaran los invitados –Respondió Tsukki mirando ladinamente al mayor para luego cambiarla a una sorprendida.- Me sorprende que estés despierto tan temprano…
-¿Te pones alarma durante el sexo?..-Dijo mirándolo inexpresivamente, sin causarle gracia lo dicho por el rubio.-
-Yo por lo menos no uso una chaqueta desgastada a donde quiera que vaya y tampoco una gorra para tapar mi cabello…-Contrataco poniendo la misma expresión que el contrario pero sin poder contenerse sonrió de nuevo burlonamente.- Ya quítatela, todos saben de tu indomable cabello que desafía la gravedad…
-Eso no es verdad…
-No discutan por favor…-Pidió Yachi sonriendo amablemente mientras le entregaba una copa con jugo de naranja a Kuro.- Dejen sus peleas por hoy…
-Primer año…-Decia Yamaguchi sonriendo a su hija en brazos de Tsukki mientras le entregaba una copa también con jugo.-
-Prohibidas las gorras…-Dijo Yachi mientras le quitaba la gorra y rodeaba corriendo la mesa de la cocina levantando victoriosa el accesorio.-
-Ahí esta…-Dijo burlonamente Tsukki mirando el cabello de Kuro que estaba levantado a causa de dormir con las almohadas a cada lado de su cabeza, este intentaba inútilmente bajarlo con sus manos.-
-Antes de que lleguen los invitados…-Se apresuró a decir Yamaguchi antes de que comiencen otra pelea verbal su mejor amigo con el de Yachi.- Queremos hacer un brindis, por los padrinos de Mei…
-Por nuestros mejores amigos…-Sonrió tiernamente Yachi mientras levantaba su copa con jugo.- Gracias a ustedes su primer año fue muy ameno con su ayuda…
-Los queremos a los...-Hablo Yamaguchi conteniendo las ganas de llorar, pero una lágrima se deslizo por su ojo.-
-¿Acaso estas llorando? –Lo miro divertido Kuro, recibiendo un codazo en el estómago de parte de Tsukki.-
La queja de dolor fue opacada por el sonido del timbre de la casa.
-Es la niñera-Dijo Yamaguchi mientras daba un pequeño sorbo a su copa y la dejaba para ir a abrir la puerta.
-¿Por qué niñera? –Pregunto curioso Kuro.- Estamos aquí
-Es un chico muy inteligente, cuando Mei enloquece es el único que puede calmarlo al instante, a mí me lleva un largo tiempo –Explico Yachi para luego terminar su copa de jugo.- Se llama Kenma.
-No lo necesitaran para hoy…-Murmuro bajo Tsukki mirando a Mei que le sonreía intentando quitarle sus lentes.-
-Oye Yachi…-Le llamo Kuro sonriendo coquetamente.- ¿Es lindo?
-Te encantara –Contesto sonriendo y conteniendo una carcajada al ver a Kuro intentar quitarle la gorra que había dejado en la mesa pero que rápidamente quito para que no la agarre.
-Les presento a Kenma –Dijo Yamaguchi entrando con el nombrado.-
Tsukki contuvo las ganas de reírse al ver la expresión de Kuro cuando el niñero de Mei entro a la gran cocina de la casa. Era un chico de no más de 15 años de baja estatura que no despegaba su vista de una consola portátil que traía en sus manos, su cabello era rubio, claramente teñido porque se podían ver demasiado las raíces negras, clara señal de que no se teñía seguido o solo lo hizo aquella sola vez. Tsukki arrugo la nariz ante la actitud del chico que parecía que no se había percatado de ellos, pero en un instante este levanto la cabeza, hizo una leve reverencia saludando en voz baja y se acercó a Tsukki.
-Hola Mei…-Saludo con su rostro inexpresivo al igual que su voz a la bebe que estiro sus brazos al instante en que se le acerco.- Hora de cambiar el pañal.
Vio cómo se retiraba de la cocina con la bebe en brazos que sostenía su consola portátil.
-Wow…-Solo pudo comentar Kuro.- Es un encantador de bebes.
-Puedes ir a cambiarte, apestas a vomito de bebe –Dijo Tsukki arrugando la nariz ante el olor.
-No me digas…-Decia sonriendo divertido para acercarse al rubio que empezó a gritarle que se aleje de él.-
~.~.~.~.~
Durante la celebración del primer año de Mei, Tsukki estuvo rodeado en la gran sala de la casa por los hombres del vecindario, amigos de Yachi que halagaron toda la comida que había preparado para la fiesta de la bebe. Lo miraban incrédulo cuando les decía que era soltero y hacían comentarios y chistes sobre sus maridos que no le daban la menor gracia al rubio aunque en su rostro mantenía una sonrisa falsa y un leve tic en su ceja.
-Si eres amoroso con tu marido, todo se le puede pedir… ¡Iwaizumi! –Grito el castaño, al lado suyo que tenía a un bebe de unos meses dentro de un huevito para transportarlo.
Un hombre alto de cabello negro corto en punta, de fuertes brazos apretados por la corta camisa que estaba encima de una remera negra apretada que se amoldaba a su fuerte pecho, debía reconocer que era un adonis.
-Nuestro príncipe parece que…-Decia mientras movía despacio su mano delante de su nariz, siendo observado por su pareja que tenía un vaso en la mano e hizo una leve reverencia a modo de saludo a los demás.-
-Entonces cámbialo Oikawa, al lado tuyo está el bolso que te prepare con los pañales, algodón, talco, crema, tres cambio de ropa…-Contesto Iwaizumi nombrando todo lo que había en el bolso.- Mientras lo haces te traeré un pan de leche.
Tsukishima miro al castaño al lado suyo que tenía los ojos brillosos y sonreía bobamente viendo a su marido que iba a buscar lo dicho.
-¡Pan de leche! –Dijo felizmente Oikawa para luego agarrar a su bebe y llevárselo junto con el bolso que cargo en su hombro para ir a cambiarlo a un lugar apartado de allí.-
- Si eres amoroso con tu marido, todo se le puede pedir…-Tsukki giro su rostro viendo a Iwaizumi que repitió las mismas palabras que Oikawa, mientras sonreía dejaba un plato con tres panes de leche también hechos por él.
Una pequeña carcajada escapo de su boca al ver que la jugada le había salido mal al castaño.
~.~.~.~.~.~
Kuro estaba en el jardín mientras tomaba cerveza con algunos hombres que le hablaban de su juventud, otros que envidiaban un poco su soltería, su físico y la larga lista de contactos de hombres y mujeres que querían pasar aunque sea una noche por su cama. Cada tanto aparecían las parejas de esos hombres y lo miraban de arriba a abajo cuando sus maridos estaban distraídos un minuto.
Un joven comenzó a insinuársele muy descaradamente, la voz que le pareció angelical de Yachi en ese momento, pidiendo a todos los invitados ingresar a la casa para cantar el feliz cumpleaños a la bebe. Sonriendo y excusándose al ser el padrino de la cumpleañera se dirigió a paso rápido al interior de la casa, yendo a donde estaba Tsukki dejando a Mei en su sillita siendo el centro de atención de toda la gente que se agrupo alrededor.
Cuando Yachi entro cargando el gran pastel que había hecho Tsukishima, todos los presentes comenzaron a cantar y aplaudiendo despacio para no asustar a Mei que miraba todas las pequeñas velas de colores que estaban encima de su pastel.
Yamaguchi filmaba con una enorme sonrisa a su hija y luego a todos los invitados que sonreían y aplaudían felices también. Enfoco de nuevo a Yachi que soplo las velas por Mei para luego besar su mejilla dulcemente. Antes de cortar el pastel, Yamaguchi les pidió a los padrinos de su hija que se pongan a su lado para sacarles una foto juntos. Tsukishima iba a negarse pero un brazo en su hombro lo obligo a caminar, Kuro hizo que se acuclille a la derecha de Mei y él se colocó a la izquierda, sonriendo a la cámara.
-A la cuenta de tres digan, Kuro tiene cabello endemoniado…-Dijo Yachi haciendo reír a Tsukki, aprovechando ese momento para sacar la foto justo antes de que Kuro borre su sonrisa por una expresión sorprendida.
~Primavera~
En una pequeña cafetería los ricos olores del pan recién salido del horno, el aroma dulzón de los distintos tipos de torta de gustos y tamaños diferentes para llevar o decorar con una hermosa caligrafía para obsequiar, pastelitos de variados colores, rellenados con dulce de leche, con hermosos detalles decorativos de estrellas, lunas, animalitos entre otras que eran deliciosos a la vista, también galletas con chispas de chocolate, maicena, vainilla, todo casero y perfectamente colocado encima de la mesa para exhibir tales manjares en la vidriera, llamando la atención de los personas que iban camino al trabajo y entraban para llevarse algo rico para desayunar o se quedaban a disfrutar de un café junto a unos tostados calientes.
Un joven miraba nervioso y atentamente las reacciones de la persona delante suyo que comía una de sus galletas salida hace unos minutos del horno. Casi llora al verlo fruncir el ceño, sintió el color irse de su rostro cuando lo miro seriamente para luego sentir que se desmayaría cuando le sonrió burlonamente.
-Están deliciosos Asahi-san -Decia Tsukki mientras se chupaba un dedo donde quedo un poco de las migas de la deliciosa galleta, siendo seguido por el tembloroso hombre, al cual le gustaba asustar con sus reacciones cuando probaba recrear sus recetas.-
-¿Esta seguro? –Preguntaba Asahi siguiendo a Tsukishima, dueño de la cafetería y propio servicio de catering.- Creo que debí ponerle menos esencia de vainilla y sacarlas antes para que no estén tan crujientes…
-¿Acaso estas contradiciendo mi devolución? –Pregunto el rubio caminando por detrás del mostrador.
Inspeccionaba, acomodaba o cambiando de lugar las tortas para que estén mejor expuestas en el interior de la cafetería para la gente que entraba y miraba que elegir para llevarse.
Escuchaba al hombre detrás suyo que aparentaba unos treinta tantos aunque en realidad tenia veintiocho años pero por su físico grande y robusto, con la barba y su pelo algo largo amarrado con una coleta siempre, le agregaba unos años más.
-Te dije que están deli…-Se quedó en silencio mirando por el gran ventanal de la cafetería, reconociendo a esa persona que estaba en la calle de enfrente esperando que el semáforo cambiara para poder cruzar.- Asahi-san se están acabando las porciones de lemon pie, ve a traer más.
Le ordeno al mayor que negaba efusivamente sobre haber cuestionado la devolución de su jefe. Tsukishima se dirigió rápidamente a la caja registradora y con una sonrisa le dijo a la chica que estaba allí que él se encargaría personalmente ahora, que necesitaba que fuera a decorar unos muffins en la cocina.
Dio una rápida repasada a su ropa al instante que escucho la campanilla sonar, avisando la entrada de un nuevo cliente. Al alzar la mirada vio aquel hombre que pasaba todas las mañanas hace más de dos meses y que llamo su atención cada vez más al pasar los días y verlo entrar a su cafetería.
-Buenos días, quisiera…
-Albóndiga integral en bagget…-Pensó en voz alta Tsukki, recibiendo una mirada sorprendida del hombre.-
-¿Acaso es adivinador? –Pregunto sonriendo el cliente.
Vestía un pantalón negro, una camisa blanca con los primero botones desabrochados y un saco encima, pudo ver la corbata sobresalir del bolsillo de este, tal vez se lo pondría luego para el trabajo. Su cabello era rubio, pero sus patillas eran marrones, clara señal de que era teñido, lo llevaba peinado perfectamente hacia atrás, sostenido por una bincha negra.
-Usted es un cliente habitual –Decia Tsukki sonriendo levemente, para luego volver a pensar en voz alta.- De hecho a pedido el mismo sándwich cuarenta y tres veces…
Si pudiera detener el tiempo tres segundos, se golpearía la cabeza contra el mostrador.
-¿Los cuentas? –Volvió a decir el mayor riendo bajo mientras buscaba su billetera en sus bolsillos, sacando de sus pensamientos al rubio.-
-Eso creo…-Murmuro bajo para luego rápidamente volver a mirar a su cliente.- ¿No quisiera probar algo nuevo del menú?
-¿Y qué me recomiendas? –Comenzó a mirar a través del vidrio del mostrador todas las cosas dulces y saladas que habían allí.-
-¿Te gustan las fresas? –Pregunto Tsukki recibiendo un asentimiento de parte del hombre.- Entonces una porción de pastel de fresas
Recibió otra afirmación de su cliente y hábilmente por la costumbre, corto una rebanada grande del pastel de fresas que era su favorito y lo metió en una pequeña caja para luego meterlo en una bolsa de cartón con el logo de su cafetería que era una luna y debajo con hermosa letra dorada decia Moon, no podía no sonreír levemente ante la presencia de aquel hombre.
Cada movimiento era observado atentamente por su cliente que hacia amago de querer hablarle, pero sin saber que palabras usar.
-Estoy seguro que me encantara –Fue lo primero que vino a su mente aceptando la bolsa y dándole el dinero al rubio.- Vendré personalmente y hablare con el dueño para felicitarlo por tener un pastelero muy bueno, aunque no se tu nombre...
-Tsukishima Kei –Le dijo su nombre mientras guardaba el dinero, debía actuar natural por fuera aunque por dentro era un manojo de nervios- No será necesario, yo soy el dueño de la cafetería.
-Tsukishima –Repitió el nombre del rubio para luego extender su mano.-Ukai, nos conocemos hace cuarenta y tres sándwiches.
-Cuarenta y cuatro –Le corrigió Tsukki sin poder evitarlo, debía cortarse la lengua luego.-
-Señor, ¿No quisiera dejar su tarjeta en la caja? –Pregunto Nishinoya, otro de sus cocineros apareciendo repentinamente dirigiéndose a Ukai.- Puede participar por un almuerzo para dos…
-Noya-san… –Iba a frenarlo, mirándolo fulminantemente.-
-¿Qué tal una cena conmigo? –Le interrumpió la voz de Ukai quien dejaba su tarjeta en la caja y miraba fijamente al rubio para luego retirarse sonriendo, dejando a Tsukishima sorprendido.
Cuando vio al mayor desaparecer, Noya fue más rápido y abrió la caja, buscando la tarjeta con el nombre del cliente.
-¿La encontraste? –Pregunto Tsukishima que también buscaba y leía todas las tarjetas que había.-
-Demonios, ¿cuál es? –Decia Noya ayudando a su rubio jefe, sabía que le gustaba aquel hombre por lo que no dudo en conseguir que deje su tarjeta para Tsukki- ¡¿Cuántos Ukai hay en la ciudad?!
-Cállate y sigue buscando…
-Partido de vóley: Tokyo vs China-
~Y el equipo de Tokyo está a solo un punto del Match Point y a dos puntos de ganar el partido, el pequeño gigante marco la diferencia en este último Set ¿Podrá marcar también el punto ganador de este partido?...~
-Ánimos chicos, falta muy poco para que termine el partido, cámara 5 enfoca el servicio del jugador de Tokyo, cámara 9 quiero que hagas el seguimiento de la pelota, cámara 3 quiero grabes el momento en que el China reciba la pelota –Dirigía el hombre con unos auriculares puestos hablando al micrófono, se encargaba de ordenar a los demás los cambios de cámaras que filmaban el partido y a los hombres que estaban en la cancha y escuchaban atentos.-
Kuro se encontraba entre otras dos personas que se encargaban de manejar el panel de control donde hacían el cambio de cámaras y miraban atentos todas las pantallas que estaban en la pared frente suyo donde se podían ver lo que filmaba cada cámara que estaban alrededor de la cancha.
-¿Dónde está mi cámara 3? –Decia Matsukawa, el encargado- Kuro…
-Espere –Dijo completamente concentrado mirando la pantalla más grande que se encontraba en el medio que era la que se estaba viendo en vivo.- Sera un servicio flotante, por lo que tardara en caer…
Como había dicho Kuro, fue un servicio flotante el que se hizo y en el momento justo apretó los botones de su panel y cambio la cámara por la pedida, filmando espectacularmente como el líbero de China lo recibía.
-Muy buena Kuro –Felicito Matsukawa sin decir nada más hacia el pelinegro.-
Siguieron escuchando al hombre que mandaba y gritaba mientras tomaba un café, exasperando a los compañeros de Kuro inclusive él.
-Nunca le eh deseado el mal a nadie, hasta hoy…-Decía un hombre con el cabello rapado a su lado.- Lo odio con el alma…
Aquello hizo que Kuro suelte una carcajada ronca sin dejar de mirar las pantallas delante de todos y moviendo sus manos ágilmente por su panel de control lleno de botones y luces, tenía los auriculares puestos pero su oído derecho descubierto para escuchar a su compañero ya que siempre se hablaban.
-No eres el único…-Contesto Kuro sonriendo, viendo como Tokyo anotaba el último punto, ganando el partido.
-¿Dijeron algo? –Matsukawa se giró a mirarlos.-
-No –Negaron ambos a la vez moviendo su cabeza, sonriendo cómplices.-
En una amplia bañera se encontraba Tsukishima, disfrutando del agua caliente luego de un largo día de exitoso trabajo, dándose el gusto de ponerle un líquido al agua que hizo espuma y burbujas que relajaron completamente su cuerpo.
-Hola Ukai-san, habla Kei de la cafetería Moon –Hablaba con su teléfono inalámbrico mientras movía sus largas piernas debajo del agua.- Dejaste tu tarjeta para el almuerzo…
Al lado suyo, sobre una pequeña mesita estaban otras tarjetas donde todas decían Ukai y ese era el tercero que llamaba, se estaba exasperando.
-Solo quería saber si tú eres el que me invito a…
Se quedó en silencio al escuchar que la voz que le hablaba ahora era de una mujer que le preguntaba quién era y que asuntos quería con su marido, Ukai equivocado. Un tic apareció en su ceja cuando la mujer comenzó a hablarle groseramente sobre su feliz matrimonio.
-Ya cállate, me confundí de Ukai…-Dijo para luego colgar, fulminando con la mirada las demás tarjetas.-
Siguió intentando con las demás tarjetas, encontrándose de nuevo con un hombre casado pero esta vez quien le grito al oído era otro hombre diciéndole cosas para nada bonitas, las cuales no dudo en devolver por lo frustrado que se comenzaba a sentir. Otra tarjeta, tres tonos y la voz de una mujer le atendió, cortó al instante. Se hundió debajo del agua gruñendo, provocando que muchas burbujas salieran de su boca, una vez más relajado, luego de quitarse la espuma de su rostro y cabello, agarro otra tarjeta.
-Hola Ukai-san, medico…-Decia mientras leía la tarjeta en su mano.-Keishin… Soy Tsukishima Kei de Moon, espero que tú seas el Ukai que me invitó hoy a cenar porque ya no tengo otro Ukai que haya puesto su tarjeta en mi cafete…-
Su voz que sonaba con frustración contenida luego de tantos llamados equivocados se vio interrumpida al escuchar un sonido característico de su teléfono que indicaba que había otra llamada entrante.
-Me disculpo, tengo una llamada…-Dijo rápidamente apretando otro botón para contestar, comenzaba a sentir una extraña sensación en su pecho.- ¿Hola…?
-¿Hola, buenas noches, habla Tsukishima Kei? –Escucho la voz gruesa de un hombre hablar seriamente.
-Si… Soy Kei.-Pudo escuchar del otro lado una respiración profunda que aumento aquella fea sensación.
-Ocurrió una tragedia…