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Edén ~ por BicthLVL100

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Se supone que la pasaría bien, una noche divertida en un bar...


No hubiese sido tan malo si aquella fiesta improvisada no hubiera terminado en un bar gay, no era que no fuese tolerante, pero hasta ahora su cuerpo y sentimientos habían sido para chicas exclusivamente; Aun así a estas alturas y después de su suerte y unos tragos de más se dio por vencido... 


Por eso y otras cosas acepto la invitación, no se la había pasado mal... para ser sinceros le bebida, ambiente y música habían estado bien; Lo había pasado de puta madre con los chicos anoche. 


Pero cuando despertó, después de pasarse con los niveles de alcohol en su sangre... descubrió que el lugar donde se supone que estarían sus amigos estaba vacío, un par de chicos y chicas que le acompañaban pero solo eso, además de que era ya tarde. 


Entonces decidió dejar un par de billetes e irse... 


Y así fue como terminó ya muy tarde en aquel bar, sin compañia o conocer la dirección en la que iba, buscando una salida entre los corredores vacíos, hasta que el leve razonar de la música poco a poco lo hizo llegar a una habitación sola. 


Abrió un poco las puertas para darse cuenta de que era una de las salas que usaban para los momentos privados que podían pagar los clientes exclusivos, aun así en el asiento del invitado no había nadie.


El "escenario" estaba ya ocupado y aquella escena, se quedaría para siempre en su mente... 


Un chico, no muy mayor, lo suficiente para hacerle pensarlo un par de veces más antes de seguir mirando; parecía perdido en sus movimientos y propios pensamientos, una piel clara que hacía que las luces de neón purpuras le resaltaran encima, un cabello oscuro y un culo que... de buenas a primeras ya había dejado a Samuel sin palabras por aquello que apenas lograba cubrirle.


Sus ropas se limitaban a unos diminutos boxers oscuros que cubrían "la mercancía", muy pobremente, aun así maldijo entre dientes que esa tela caprichosa no hiciera más que estorbar para ver completamente a aquel chiquillo que además llevaba encima un par de joyas, un brazalete y un collar ajustado a su garganta.


El solo estaba ahí, moviéndose... en aquella danza lenta mientras que la música no dejaba de retumbar por las paredes, estaría ensayando o algo por el estilo... 


Sus caderas se meneaban lentamente al ritmo del compás lento de aquellas bocinas mientras concentraba su mirada perdida en la nada, unos ojos oscuros y penetrantes, vacíos pero por alguna razón tan ardientes.


Uno tras otro los movimientos continuaban, mientras suciamente meneaba su cadera y culo, aumentando la respiración de Samuel quien simplemente se quedó ahí parado, mirando... intentando contar, tranquilizarse.


 


1,2 ,3 ¿Chico que haces? Ahora que has notado mi presencia sigues tan metido en tus movimientos...


 


-Si quieres puedes entrar...-las palabras apenas y fueron audibles gracias a la música de fondo, sin embargo pudo leer muy bien aquello labios, y seguir sus señas mientras este le decía que se acercara y sentara en el sillón frente  a él.


 


4, 5,6 ¿Es que acaso me habías visto desde hace rato?


 


-Pero va a costarte...-volvió a escucharlo, esta vez mejor ya que se había dejado caer sobre aquel sillón tapizado en cuero y el muchacho se arrastraba lentamente hasta sus piernas con esa mirada traviesa.


 


7, 8, 9 Sea lo que sea no te detengas y sigue moviendo ese culo...


 


-Eres lindo, ¿Tu nombre?...- susurró en su cuello, besándolo suavemente mientras que oprimía su cuerpo peligrosamente al del hombre y acariciaba su cabello, pero se mantuvo en silencio.


 


-El mío...- hizo una seña señalando a aquel pequeño colguije en su cuello, #15 "Willy", pudo leer apenas con la luz baja, grabada en la pequeña medalla.


Sintió como el calor comenzaba a apoderarse de su cuerpo, con tan solo una mirada curiosa, el cuerpo del muchacho, la manera de moverse, tan sucia y salvaje... 


El calor de su cuerpo rozando el suyo de manera tan descarada, tentándolo con cada movimiento, con cada mirada lasciva con cada gemido que soltaba en su oído al acercarse hasta él. 


-Suficiente trato personal...- murmulló por última vez en su oído antes de volver a alejarse, subirse a aquel escenario y tomar aquel tubo en sus manos. 


Intento calmar sus ansias y deseos por tomarlo ahí mismo, poseerlo y reclamarlo como suyo. Pero no, no quisiera interrumpir este espectáculo tan maravilloso, se odiaría a si mismo si dejara que esto no llegase a su fin. 


Era algo gracioso de alguna manera, la forma en la que había terminado aquí, en esta habitación sentado frente a este chico que bailaba y se desenvolvía de manera tan natural en aquel tubo, deslizándose traviesamente, restregando cada parte de su cuerpo para después arrastrarse, gateando por el suelo hacia él, poco a poco... acercándose lentamente con esa mirada felina, no sabía si era él, su olor, el perfume que decoraba la sala o algo en su piel que simplemente le hipnotizaba. 


Samuel deseaba con todas sus ganas que simplemente se le dejara caer encima para aprovecharse, su cartera lo odiaría pero su conciencia y cuerpo estarían en deuda por siempre... 


-¡Hey #15, hora del registro...! - pero entonces la música se detuvo de golpe y mientras que el más joven dirigía una mirada no muy alegre a un vidrio de doble vista aquella voz continuo.


- ¡Muévete antes de que el jefe se enoje!...- y dicho esto y seguido de un par de miradas entre ambos "Willy" se levantó y tomando un par de cosas cerca del escenario bajo hasta donde el "cliente" le miraba sin decir nada. 


-Será para otro día guapo...- le miro guiñándole un ojo, sin embargo una mano sujetándole el brazo le detuvo.


-Un gusto...- respondió el hombre, no sin antes dedicarle una sonrisa y dejarle en la mano una propina que pareció agradarle. 


-Hasta luego...- se despidió, sin mirar atrás, saliendo por aquellas puertas, dejando a Samuel algo decepcionado, pero a la vez tan ansioso... 


Pero no se preocupó, seria para la otra, tal vez... si lo veía de nuevo, y si su cuenta bancaria le permitiera... esos habían sido los quinientos mejor gastados en toda su maldita vida.


 


~~~~~~~~~~~~~


 


-¿Y qué hacías ahí?- Willy escuchó la voz de su compañero detrás suyo, aquel había sido el encuentro más extraño que había tenido.


-Solo, ensayaba...- aunque aun así se llevó algo bueno a cambio. 


-¿Y el tipo?- ni siquiera él lo sabía, solo le interesaba lo que le había dejado como regalo... y tal vez, solo un poco su rostro, el hombre no era para anda feo y, tener de vez en cuando un cliente como ese en lugar de los gordos o viejos no era nada malo.


-No hagas tantas preguntas Frank, mira...- mostró entusiasmado los billetes en su mano antes de esconderlos en su mochila, más  exactamente en un pequeño compartimento debajo de un bolsillo oculto. 


-Joder... bueno, no me extraña que seas el favorito - 


-No seas envidioso, esta noche yo pago la cena...- volvió a hablar entusiasmado recordando el aroma de aquella pasta en su mente, hacia tanto que no tomaba una comida caliente, no una decente o que no estuviera empaquetada o congelada. 


-Bueno eso me...- de pronto un portazo los tomo a ambos por sorpresa, uno de los gorilas vigilantes se encontraba tras ella con una mirada no muy feliz. 


-¡Ustedes dos zorras muévanse!- Casi grito, antes de abrir la puerta por completo y dejarles pasar por esta.- 


-Ya es hora...- escucharon ambos a sus espaldas mientras entraban de lleno a la sala de inspección donde sus demás compañeros esperaban a ser "contados" por su patrón. 


Un paraíso, un edén decían entre las personas que habían entrado a aquel lugar, un bar donde chicos y chicas preciosos atendían a las ordenes con una sonrisa... por lo menos hasta que las puertas cerraran y aquel Edén se convirtiera en el mismísimo infierno.


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