Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"La carta" por FranKoichi

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este corto, tiene el mismo nombre en Wattpad, y tambien me pertenece. Asi que no se preocupen si la encuentran ahi tambien.

"Sé que cuando leas esta carta, yo ya me habré ido. Porque sé perfectamente que miraras mis cosas antes de irte. Así que, Sebastián, quiero en esta carta describirte todo aquello que sentí durante este corto tiempo que estuve contigo.  
En el momento que te vi por primera vez, sentí asco. Te odiaba, por haberme arrebatado aquella cosa que me llevaría al cielo. Me daban las ganas de tomarte, y obligarte al suicidio. Estaría mintiendo si no fuera así. 
Pero, pasando el tiempo, te volviste alguien diferente. Hacías todo a la perfección, y a pesar de ser mi peón, me daba envidia. Yo no lograba hacer nada por mí mismo, antes tenía a mis sirvientes, ahora te tengo a ti. "No necesitaba a otra persona", era lo que pensaba. 
Y no me equivoque. Siempre eras tú el que estaba conmigo, a pesar de un contrato, aunque no te importara si yo no te llamaba. Si estaba en obligación de tratarte así, cuando deseaba hacerlo de otra manera. Una manera muchos más sutil. Como si fueras mi caballero.

Recuerdo cuando me di cuenta de lo que sentía por ti. Fue el día en el que me rescataste de ese hombre de cabello rojo, cuando asesinaron a mi tía. Tus ojos mostraban una fiereza hacia el, por acercarse a mí. A pesar de que ella murió, me sentí feliz. Desde su despedida, hasta su entierro.
Cuando pasaba esas grandes vergüenzas, obligándote a acostarte conmigo. Para hacer el amor. Me respondías con tu llamativa respuesta, y hacías lo que te había pedido. Me dolía, no él cuerpo, si no mi alma, por qué tú estabas solo haciéndolo porque te obligaba. Se notaba que no sentías nada, que no me amabas y jamás lo harías. El doloroso momento cuando terminábamos y te ibas, después de prepararme un te para calmar mi dolor, aunque en ese tiempo me dolía más que después. 
Cuando llegaban invitados, y tú los recibías con tu bienvenida, me hacía feliz. Porque sabía que estabas ahí conmigo, que yo no necesitaba hacer un trabajo nefasto como aquel, ya que el cumplía esa terrible labor. 
Sebastián, te amo por tantas cosas, que no se como comenzar. ¿Tú belleza? No, no era eso. 
Siquiera se la razón del por que me enamoré. Simplemente así fue. Esperaba día y noche olvidarte, cortar el contrato y mandar todo a la mierda. 
Pero no pude. No contigo observándome. 
Esos ojos carmesí que veía de día a noche, esa blanca y reluciente piel, ese cabello azabache que me llenaba de excitacion por solo verlo moverse. Ese cuerpo reluciente, digno de admirar. Tantas cosas me enamoraron de ti, aunque no tuvieras casi ninguna virtud, más allá de la perfección. 
Sebastián. Pasaría cada día del resto de mi vida contigo.

El problema es el siguiente, somos hombre. ¿Pero crees que eso acaso me importó? No, no me importó nada de eso. Simplemente te amo, a ti. Solo a alguien como tú. 
No sabes, cuantas lagrimas he derramado hasta este momento, solo escribiendo esta carta, sin contar las veces que he llorado otras. Te amo
Tanto, Sebastián. Te amo tanto, que siento que me limpia el alma. Por eso, es que esa noche te dije que mi venganza no la haría. Que me había arrepentido. 
Me miraste con odio y con ira, sabía que deseabas matarme, que sintiera dolor. Pero, ya estaba cansado. Te amaba Sebastián, bueno, ahora que sé que moriré, lo sigo haciendo. 
Sé que estoy escribiendo esta carta, mientras me apuras a que vallamos a este lugar, donde me quitarás la vida y vas a satisfacer tu enfermedad famélica. 
Espero con ansias el día en que quizás nos encontremos en otro mundo. En donde quizás desees volver, y me encuentres a mi, deseo verte como quien eres de verdad. Como un verdadero demonio, conocer cómo es tu cuerpo en verdad, no un disfraz. 
Bueno, he escrito tantas líneas diciéndote cuánto te amo, que me he ido de la idea a la cual te escribí. Aunque, si te soy sincero, la única razón para escribirte, es porque no quiero morir con ese sentimiento apretando mi corazón. Quiero declararme de la única manera en la que se hacerlo, admito que soy un idiota malcriado, que soy bastante fácil de manejar por ti, y difícil por otros. También admito el odio que te tuve al principio, y el terrible amor que te tengo ahora. Admito el dolor que me das cada día, viéndome con esos ojos tan bellos, pero tan secos. 
Los celos que tenía al ver como brillaba tu cuerpo al ver algún felino. 
Todo ello, me llenaba de ira la cual no era capaz de controlar. Sebastián Michaelis, ¿Qué me hiciste? Me ensuciaste, me limpiaste, todo hecho por el peor demonio que quizás exista. 
Lo diré una vez más, mil veces más. Te amo, Sebastián. Te amo tanto, que no soy capaz de vivir con el sentimiento, por eso decidí el elegir el camino del suicidio. 
¿Qué mejor que el causante de la muerte de una persona, sea el ser que tanto ama? Para mí, es el mejor sentimiento que existe.
Bien, se me acabo el tiempo. Me estás gritando desde afuera de mi habitación, mientras golpeas la puerta. Gritándome enojado que me apresure. En esta hoja que escribí, te dejo mis lagrimas. Todo en una triste, pero hermosa hoja de papel. Te lo diré una vez más, Sebastián. 
Te amo, te amo tanto, que cometeré suicido por ti.

Ciel Phantomhive."

Cuando encontraron al conde muerto, no evité sentir una tristeza profunda. Se fueron las dos personas que mas amaba en el mundo, el y su padre, Vincent Phantomhive. Como un enterrador, mi labor de sellar su cuerpo en una caja de madera, estaba en proceso. 

Me preocupé de su cabello a sus zapatos, un pequeño brillo en sus delgados labios, que a penas eran capaces de notarse, sus ropas bien teñidas, planchadas y puestas a la perfección. Sonreí arreglando su pequeño corbatín. Al fin, el joven conde dejaba mimarse como un niño cualquiera. Eso me hizo muy feliz. 

Sus ultimas vueltas para arreglar esos últimos cabellos que no deseaban estar en paz. Y el joven conde estaba listo para su fiesta de despedida.

Veía personas por todos lados, ¿No eran aquellos, que odiaban la posición del conde y deseaban exterminarlo? ¿Que hacen aquí? Aquellos me miraban raro. Solo soy un pariente muy lejano del conde, nada mas. La cena que hubo, fue deliciosa. Todos miraban expectantes las palabras del chef, mientras el explicaba el platillo principal. Pero, a pesar de ello, aun no lograba comprender la razón de que algunos vinieran al banquete, si habían comentado anteriormente, su odio hacia aquel plato. Realmente algunas personas son muy hipócritas.

Yo observaba complacido ante todo, pronto vendría mi trabajo. 

Al fin, después de mas de una hora, deje bajo la tierra al joven conde. Al fin, podrá ser feliz, y descansar. Aunque dudo que ese demonio se lo logre permitir.

Hablando de todo esto, hace unos días fui a visitar la mansión Phantomhive. Estaba horrible, los demás sirvientes escaparon, huyeron, como unos temibles cobardes. Sin ningún permiso, me di paso por su dormitorio conde, deseo con mi alma que usted no se moleste. Y encontré una carta, estaba rota, con algunas gotas que agua que deslizaban la tinta, manchas rojas, y algo desgastada. Preferí no leerla, para que el conde no me llamara la atención, pero aun así, esta se veía realmente triste. Tanto, que me comenzo a arder el pecho.

También, había algo mas en el fondo de esa oscura habitación. Habia sangre, y una oscuridad  penetrante  al cuerpo humano. Ese sentimiento de dolor al acercarse a aquel fondo, era tan fuerte que hasta yo le sentí. Joven conde, ¿Sabe usted que significa aquello? Solo una cosa.

Un demonio, cometió  suicidio en aquel doloroso lugar.

 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).