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You don't know who i am por Remisagi

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Notas del fanfic:

Hola...!

He vuelto con una nueva historia un poquito más larga, no pensaba subirla aún, pero aprovechando las vacaciones me decidí por hacerlo :)

La historia es romántica, al principio no se verá mucho el romance xD pero después ya irá apareciendo.

¿Porqué lo aclaro? por que no habrá lemon ni ninguna variante de este(?) 

Además será una historia un poco lenta en cuando a las parejas se refiere, pero valdrá la pena :) espero.

 

Sé que no es la mejor publicidad jajaja pero agradezco si le dan una oportunidad :)!

 

[ Nueva fecha de actualización: solo los viernes ]

 

Notas del capitulo:

Espero les guste el primer capítulo y les den ganas de seguirlo.

 

En fin, no les quito más el tiempo...

 

A leer ~~

Min Yoongi era el típico estudiante popular y engreído del que todas las chicas estaban locamente enamoradas o más bien, obsesionadas.

 

Y es que su perfecta piel blanca como el papel, sus ojos de gato oscuros como la noche y su cabello desordenado y de colores extravagantes, no podían pasar desapercibido en esa pequeña escuela.

 

Además, Yoongi era un caballero que las rechazaba sin herir sus valiosos sentimientos, logrando así que las chicas cayeran aun más en sus redes.

 

Pero no solo era físicamente perfecto, era el mejor de su clase, a pesar de ser holgazán siempre obtenía las mejores calificaciones y además en sus ratos libres componía canciones que nunca han salido a la luz.

 

Sin embargo, no todos en esa escuela parecen tenerle simpatía al chico que hacia escapar suspiros tanto de chicas como chicos.

 

Park Jimin, era un chico obsesionado con la música, miembro del único club que se ha mantenido durante los últimos 10 años en la escuela.

 

El club de música era todo para Jimin, amaba la música y estar en ese club era la única manera que sus padres aceptaran que pasara días enteros con su violín.

 

Pero físicamente tampoco se quedaba atrás, su pelo oscuro, y ojos que parecían desaparecer cada vez que sonreía eran motivo de muchas habladurías, sobre todo de chicas.

 

Aunque ninguna se atrevía a confesarse desde que la primera que lo intentó recibió un rechazo nada amable de su parte, por lo que desde ese día era admirado a la distancia.

 

Era un día de otoño, frio, pero el sol aún tenía la fuerza para pegar en los rostros juveniles de los estudiantes de aquella escuela.

 

En uno de esos días en que nadie hace nada, y a nadie parecía importarle que los estudiantes estén fuera de sus salones conversando.

 

Yoongi iba caminando velozmente en su intento de escapar de un grupo de chicas que, a pesar de haber rechazado, insistían en confesarse cada semana.

 

-Hola Jin- saludó al entrar a una de las salas que encontró abiertas.

 

Un chico de bonito rostro se acercó a él y le estrechó la mano con fuerza.

 

-Hace días que no aparecías por aquí – comentó y Yoongi sonrió, no demasiado.

 

Kim Seokjin era mayor que Yoongi, pero debido a su estrecha amistad de años, ya no existía la formalidad entre ellos.

 

Jin, como todos lo llamaban era un chico alto y delgado, pelo rubio y hermosa voz, además poseía grandes habilidades para tocar el chelo, cosa que lo posicionaba como miembro principal del club de música.

 

A pesar de tener muchos temas de conversación, el mayor de los amigos nunca desaprovechaba la oportunidad de insistir en que Yoongi se uniera al club de música, del que Jin era presidente, pero el respondía con el no es mi estilo de siempre.

 

Justo en ese instante, un chico bajito, de pelo oscuro y piel color canela iba caminando en dirección de ambos chicos cuando escuchó la conversación.

 

-Tienes razón- se detuvo llamando la atención del par – tú no encajas en este lugar – Y se alejó por la puerta.

 

Ambos chicos se miraron sorprendidos, pero Yoongi no se quedaría de brazos cruzados y salió detrás del chico a pesar de los no tiene caso que le gritaba el mayor.

 

Yoongi encontró al chico frente su casillero, guardando lo que parecía un violín en su estuche. Se paró firme a su lado cerrando la puerta del casillero con fuerza.

 

- ¿Qué sabes tú de mi? – soltó sin pensar demasiado lo que decía.

 

Pero solo recibió una mirada desinteresada como respuesta. Iba a repetir la pregunta cuando el chico lo interrumpió.

 

-Conozco a los de tu clase- dijo sin hacer contacto visual -se creen los mejores solo porque tienen a un montón de niñas tontas peleándose por un poco de atención-

 

Y de pronto Yoongi se sintió enojado y de alguna forma dolido, ¿era esa la imagen que él transmitía?

 

-Creen que están por sobre todos y solo juegan con los sentimientos de las personas- finalizó

 

Y entonces la paciencia de Yoongi llegó a su límite, tomó al chico de los hombros y lo empujó con fuerza contra la pared, quedando frente a frente.

 

-Tu no conoces nada de mi – dijo irritado y clavó sus ojos en los del contrario.

 

Entonces un extraño sentimiento recorrió el cuerpo de Jimin, quería romper la conexión entre sus miradas, pero su cerebro no reaccionaba.

 

-Y no me interesa conocer nada de ti- dijo con tono firme empujando a Yoongi lejos de él.

 

Volvió a su casillero, lo cerró y emprendió camino a su siguiente clase dejando a un desconcertado Min Yoongi lleno de ira. Se desordenó el cabello frustrado y fue al baño para mojarse la cara y tratar de bajar un poco el enojo.

 

 

 

- ¿Todo bien con Jimin? – preguntó el mayor

 

Pero optó por no seguir preguntando cuando recibió una mirada asesina de esos lindos ojos felinos que poseía Yoongi.

 

- ¿El chico de tu club? – preguntó -  No sé qué tiene en mi contra – reclamó mojando su cara con abundante agua, quedando empapado.

 

-Solo ignóralo – recomendó Jin, dejándole una palmadita en la espalda – Suele ser así de… directo. En fin, te veo más tarde – y se alejó por los pasillos.

 

Pero Yoongi no podía ignorarlo, no a él, no a esos pequeños ojos, ni a esa dulce sonrisa que lo tenía completamente loco.

 

Porque en realidad, si Yoongi rechazaba a cada mujer u hombre que se le declaraba, era únicamente porque en su corazón hace tiempo estaba escrito el nombre de Park Jimin.

 

Pero nadie lo sabía y nadie jamás lo sabrá, se repetía cada día antes de entrar a la escuela con la sola intención de fingir indiferencia cada vez que veía a ese lindo chico pasar junto a él, aun cuando el aroma de su perfume se impregnaba en su nariz de tal forma que incluso al llegar a su casa, aun podía olerlo.

 

Y por eso le dolió cada palabra que le soltó sin anestesia Jimin, porque él no era nada de eso que el menor describió, y realmente quería demostrarle quien es Min Yoongi realmente, pero… ¿Cómo hacerlo sin que se note lo embobado que está por Jimin?

 

Bien, lo primero que tenía que hacer, es acercarse al chico, pero no será nada fácil acercarse a alguien que parece odiarte ¿verdad?

 

 

 

Entonces encontró la solución esa misma tarde y en ese rostro, demasiado amable, y en esa esbelta y alta figura que agitaba su mano invitándolo que se sentara junto a él.

 

-Acepto Jin – dijo dejando confuso al mayor – Me uniré a tu club de música –

 

Jin estuvo a punto de escupir toda la comida de su boca, pero pudo evitarlo y trago todo de un golpe. Abrió sus ojos esperando que Yoongi explicara la razón de su repentina decisión, pero al ver que el chico no parecía interesado en contarle, debía sacarle las palabras a la fuerza.

 

- ¿Y este cambio tan repentino? – preguntó bebiendo jugó - ¿No será a causa de Jimin verdad? –

 

Y por supuesto que el rostro de Yoongi palideció más de lo normal, ¿cómo no pensó lo obvio que sería? Pero no podía admitirlo, aunque Jin fuese su mejor amigo, nadie podía saber su verdadera razón.

 

-Claro que no Jin – respondió fingiendo tranquilidad – Me obligaron a unirme a un club, y prefiero estar contigo que con un montón de gente que no conozco – mintió desviando la mirada a la comida que acababan de servirle.

 

Jin asintió poco convencido, hace mucho que le pedía, le rogaba e incluso chantajeo a Yoongi con fotos de su infancia para que se uniera al club y nada había dado resultado, y ahora de la nada estaba, por su propia cuenta, aceptando unirse.

 

-De acuerdo Suga, pero – lo miró aun incrédulo – Sabes que tendré que hablar con los demás miembros, no porque seas mi amigo puedo incluirte así sin más –

 

Yoongi estuvo a punto de arrepentirse, ¿otros miembros?, seguramente Jimin se negaría rotundamente a la idea… pero no podía rendirse.

 

-Descuida seguramente estarán felices de recibirte –

 

Y entonces Yoongi volvió a pensar en el rostro nada feliz de Jimin, y en esa mirada de odio que le había mostrado esa mañana.

 

Pero prefirió dejar de pensar cosas negativas y cambió el tema rápidamente para no ser descubierto apenas su plan de “limpiar la imagen que Jimin tenía de él” había iniciado.

 

 

 

Al día siguiente Jimin se encontraba en la sala de música repasando unas canciones que no lograba tocar a la perfección con su violín.

 

-Oye Jimin – lo interrumpió Jin, pero no recibió respuesta - ¿qué piensas de unir más miembros al club? – continuó.

 

El menor se detuvo un segundo para mirarlo, solo para ver si Jin estaba hablando enserio o era una broma, y luego volvió su mirada a las partituras.

 

-Solo nos hace falta un pianista hyung – suspiró frustrado al no conseguir la nota adecuada.

 

-Pues, ya conseguí uno – confesó feliz, y esta vez tuvo toda la atención del menor.

 

Jimin posó su violín en sus piernas con delicadeza, y se acomodó en su asiento con la vista fija en el mayor, esperando escuchar el nombre del pianista que tanto estaban esperando.

 

- ¿Recuerdas al chico que vino aquí ayer? ¿Yoongi? –

 

Y lo que salió de los labios de Jimin fue un claro y rotundo ¡No!

 

- ¡Por ningún motivo dejaré que ese idiota se una al club! – exclamó – Solo harás que un montón de niñas estúpidas quieran unirse luego, y esto no es un juego Jin –

 

-No creo que para Yoongi sea un juego, el mismo me lo pidió, además … - Pero fue interrumpido por un montón de palabras en contra de Yoongi.

 

Jimin se levantó molesto de su asiento, dejó su violín en un pedestal que tenía a su lado y salió de la sala sin dirigirle la mirada al mayor y dando un fuerte portazo al salir.

 

Por supuesto que Jin se esperaba esta reacción, pero no le tomó mayor importancia, de todas formas, no eran los únicos miembros y si los demás aceptaban y eran mayoría, Jimin tendría que aceptar.

 

El menor caminó enojado a una de las máquinas de refrescos que había en uno de los patios de la escuela, ¿Por qué se sentía tan molesto?, era consciente de que Yoongi no le agradaba en lo absoluto, pero llevaban meses buscando alguien que reemplazara a Seungho como pianista luego de la graduación de este.

 

Sacó un jugo de naranja y se sentó en una de las bancas, la bebió con calma tratando de serenar sus emociones, no podía ser tan egoísta, pero ¿Por qué él?, pensaba.

 

Y en ese momento sus ojos se fijaron en como un chico de cabello gris recibía una carta de una chica con el rostro rojo de vergüenza.

 

Otra confesión, pensó molesto.

 

Y no se quedó a presenciar como el chico la rechazaba “amablemente” como siempre. Dio unas vueltas por la escuela, las clases ya habían terminado y solo quedaban los alumnos de los distintos clubs que tenía la escuela.

 

Estaba en su casillero cuando recibió una llamada de Jin, pidiéndole buscar su billetera en la sala de música. Jimin rodó los ojos, ese chico era una pesadilla y que fueran vecinos solo le traía problemas y muchos encargos sin sentido.

 

Caminaba tranquilo por el vacío pasillo hasta la sala de música cuando oyó el sonido de un piano, extrañado apresuró el paso. Abrió la puerta con cuidado y pudo distinguir esa piel blanca bajo los cabellos color plata tan característicos.

 

El dulce sonido del piano lo hipnotizó, los dedos del mayor se movían con tal ligereza por las teclas que parecía que apenas las rozaba.

 

Jimin suspiró y se alejó del lugar, estúpido Seokjin, pensó.

 

 

 

Al día siguiente entró a la sala de música, todos los miembros del club estaban reunidos y entre ellos Yoongi, no le dirigió la mirada a ninguno, solo se sentó lo más alejado posible a escuchar lo que decía Jin.

 

- Gracias por venir Jimin – dijo en tono sarcástico al ver la cara de pocos amigos que tenía el menor.

 

Jimin rodó los ojos, sabía lo que iban a discutir y no quería ser el aguafiestas, de seguro todos sus compañeros estarían felices de tener al muchacho de cabello gris en el grupo y él no podría negarse.

 

- Él es Min Yoongi – presentó al chico a su lado – Y quiere unirse al club como nuestro nuevo pianista –

 

Un par de chicas rieron bajito, pero Jimin pudo oírlas y más se comenzaba a molestar por toda la situación.

 

- Y pues si alguien tiene alguna objeción – preguntó fijando su vista en Jimin quien le devolvió la mirada – Que lo diga ahora –

 

Todos comenzaron a murmurar unos a otros, pero el pelinegro estaba en silencio, había agachado su cabeza y jugaba con sus manos. No diría que estaba en contra, eso Jin ya lo sabía, pero tenía que encontrar una forma.

 

- ¿Nadie? – preguntó nuevamente mirando a Jimin – En realidad yo puedo ayudarlo en los ensayos así que no será…-

 

- En realidad tengo una condición – interrumpió Jimin y todos se giraron a verlo.

 

Yoongi, quien observaba en silencio la situación, ahora lo miraba nervioso y asustado por la expresión que tenía el menor.

 

- Como saben en un mes hay una competencia regional – dijo mirando al grupo y deteniéndose al llegar al Yoongi – Si gracias a ti ganamos el primer lugar, aceptaré que te quedes, de lo contrario de la misma forma en que llegaste - enfrió su mirada – Te irás -

 

Un silencio espeluznante llenó el lugar, nadie dijo nada, solo se miraban sorprendidos. Jimin mantenía su mirada fija en Yoongi esperando que este se arrepintiera y saliera en ese instante. Jin miraba a Jimin enojado, pero no dijo nada, de igual forma le interesaba oír la respuesta de su amigo.

 

- De acuerdo – dijo por fin – Pero tu deberás enseñarme –

 

La expresión de Jimin cambió a una de molestia que no disimuló, Jin palideció y el resto estaba expectante a la situación.

 

- ¿Estás seguro? – preguntó el mayor y Yoongi asintió decidido.

 

- Esta bien – aceptó Jimin con una sonrisa malvada.

 

Se acercó al mayor y se dieron la mano sellando el trato. Ninguno de los dos sabía en lo que se estaban metiendo.

Notas finales:

¿Qué les pareció? 

Espero les haya gustado y gracias por llegar hasta aqui ~~

 

Agradezco cualquier comentario que quieran dejar > <!

 

Y ...

 

Nos leemos el martes :)

 

Bye ~


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