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Una Historia para Severus por mimi15

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Notas del fanfic:

mientras hago el proximo capitulo de mi otro fanfic, queria romper algo la rutina, y que mejor que basarlo en un creepypasta, igual ni tenia sueño depues de varias crepypastas T.T

Notas del capitulo:

Quien tiene sueño despues de unas creepypastas, yo no, igual nime quiero bajar de mi cama, 

Saludos a todos y todas ;D

Severus John Potter tenía 17 años, era hijo único de James Potter, Estaba en la edad de la casi independencia, era un joven que simplemente quería estar con sus amigos, salir, olvidarse de los estudios por un momento, en su futuro estaba conseguir un empleo y un lugar propio. Estudiaba en la academia de magia Beauxbatons, en Francia, había quedado en la casa Souple, algunos dicen porque era una persona muy reservada, durante las vacaciones regresaba con su padre a Londres a pasar las festividades.

Otra cosa en la vida de Severus era la relación  que tenía con su padre James Potter, no tenían a nadie más, solo eran ellos dos, sin madre, sin tíos reales, ni primos, ni abuelos. James no trataba a Severus como su hijo, lo  trataba más bien como a un  novio, lo celaba de una forma increíble, no le permitía tener novio, le llevaba flores y chocolates, le compraba lo que el pelinegro deseara, al principio algunos pensaban que James malcriaba al joven, que era sobreprotector pero a medida que Severus crecía, algunos notaban que veía a su hijo con otros ojos y  las personas ya empezaban a hablar de ellos.

La noche que Severus cumplió quince años, fue un evento colosal en la Francia mágica, James contrato a las Bandas musicales favoritas de Severus, mando a hacer los mejores postres de Francia, sin mencionar que Severus tuvo varios cambios de ropa esa noche, varios cambios de zapatos, hubo fuegos artificiales, hasta unicornios y pegasos hicieron un acto increíble. Severus estaba lleno de regalos por parte de su padre y de sus amigos, cuando todos los invitados se habían ido, James y Severus estaban solos en aquella enorme mansión, el pelinegro abría sus regalos cuando su padre se acercó.

-Estas más hermoso cada año-

-uh, ¿Gracias?- dijo Sonrojado.

-Te amo- dijo james, quien no estaba para nada ebrio-Te amo más que a mi vida-

-Yo también te quiero Papá-

-Hijo Ven aquí-

Severus se levantó de su cama King size, dejo el regalo que había desenvuelto, se acercó a una distancia prudente de su padre, pero James se paró demasiado cerca, acerco su rostro y le dio un beso a Severus. El  pelinegro se quedó paralizado, su padre, quien lo había criado por 15 años lo estaba besando, James se separó y esbozo una sonrisa.

-Buenas noches Sev- dijo el mayor en tono divertido.

La relación se volvió rara, desde ese momento James aprovechaba cada oportunidad para besar a Severus, abrazarlo, darle mimos, y susurrarle cosas como “Nos casaremos pronto” “Mi amor” “Eres tan hermoso”, durante los siguientes años agrego caricias, besos en el cuello, le mordía el lóbulo de la oreja, le daba mordiscos y chupetones en el cuello, dejándole moretones, pero Severus cumpliría 18 años pronto y James estaba más que ansioso, Severus nunca pregunto a su padre la razón de sus actos, no entendía, solo esperaba una explicación por parte de su padre.

Aquel año estaba en discusión la elección del nuevo ministro de magia, el candidato favorito por mayoría era James Potter, un tipo carismático, misterioso, inteligente, apuesto, que tenía loca a las trabajadoras y pasantes del ministerio, y claro a varios hombres. Severus  empacaba sus cosa en su baúl, al terminar salió hacia el gran portal de la academia a esperar a su padre.

-Hola Sev- dijo Madeleine, una amiga de Severus.

-Hola Mad, ¿Ya vienen tus padres? –

-En un rato, quiero invitarte a mi fiesta de cumpleaños en el yate de mis padres en Saint Tropez, no habrá ningún adulto, cumpliré 18 años, seré mayor de edad-

-Yo, no, no lo sé, no creo que pueda, mi papá…-

-Tu papá debería saber que pronto cumplirás 18 años, Faltan como 6 meses, además…-

-Además que…-

-Sev, no me malinterpretes, pero algunas personas que conocen a mi padre, dicen que Tú y tu Papá están en una relación incestuosa-

-¡¿Qué?! ¿Quién dijo eso?-

-Ya te dije que unos conocidos de mi padre-

Severus agacho la mirada, en ese instante el lujoso carruaje de su padre llegaba, el pelinegro tomo su baúl, no se despidió de su amiga, se subió al carruaje, vio a su padre, con aquella sonrisa, esa sonrisa burlona, su cabello algo alborotado, y sus ojos brillando detrás de esos anteojos.

-Te extrañe, ¿Me extrañaste?-

-algo-

-¿Solo algo? Te extrañe a morir, no me escribiste para nada, tuve que enviar una carta a la directora para saber si no te habías ido con algún chico-

-No me iba a ir con ningún chico, le dijiste a todos los profesores y a la directora, que te dijeran si yo llegase a tener novio-

-Sev, es por nuestro bien, me preocupo, y me pongo celoso, tú lo sabes-

Severus se sonrojo, el carruajes se detuvo frente a una hermosa pero pequeña casa de campo, ambos bajaron del carruaje.

-¿No iremos a Londres?-

-No este año, quiero que estemos solos, sin molestia, quiero pasar más tiempo contigo-

-P-p-p-pero Papá- Severus estaba nervioso, no quería pensar en lo que su padre pensaba –tío Sirius y tío Remus nos esperan-

-Ellos ya saben que no los visitaremos este año, ahora entremos-

 Los dos entraron a la casa, el árbol de navidad ya estaba puesto, adornado y con luces, normalmente Severus y James adornaban juntos el árbol, la noche previa al  24 de diciembre, horneaban galletas y James le leía cuentos a Severus antes de dormir.

-El árbol esta puesto, pensé que lo haríamos juntos-

-Sí, prefiero que hagamos otras cosas- James tomo el correo, Severus trago en seco, subió las escaleras para ir a su habitación.

-Es la habitación de la derecha-  grito James.

Severus entro a aquella habitación, solo para descubrir que las cosas de su padre estaban ahí, al parecer James quería que durmieran juntos, Severus retrocedió unos pasos, choco con su padre. James tomo a Severus, lo empujo a la cama y empezó a besarlo, mientras lo despojaba de aquel suéter incomodo que el menor traía.

-Papá, no, no estoy listo, por favor-

James se detuvo.

-Lo sé, pero yo te enseñare poco a poco-

-A lo que me refiero es que, no entiendo, tú eres mi padre, esto no está bien, no es normal, la gente empieza a hablar de nosotros-

-No me importa lo que la gente piense, soy tu padre, tu amante, y pronto  ministro de magia, hago y hare lo que se me plazca-

-¡No digas eso! Es raro-

-Hablaremos más tarde, tengo que ir al ministerio, tienen algo importante que decirme, no le abras la puerta a nadie, no salgas, y no hables con desconocido, cuando regrese tendremos mucho de qué hablar-

James fue a la chimenea, tomo el polvo flu y desapareció en el fuego, Severus se volvió a colocar el suéter, mientras James no estaba, empezó a pensar en las cosas que le preguntaría por ejemplo ¿Por qué no tenían más familia? ¿Por qué no estudiaba en Hogwarts? ¿Por qué no tenía esposa? ¿Quién era su Mamá? Y otras preguntas, tomo un libro y se puso a leer, al cabo de un rato alguien toco la puerta, Severus pregunto el nombre del extraño, este le dijo que se llamaba Marcel, era un mensajero, al parecer James había comprado algunas piezas en una boutique, y había comprado unas joyas.

Severus abrió la puerta, un chico de cabello verde, ojos de color purpura, de piel bronceada, el chico era raro, tenía la misma edad que él, el joven le dio las cajas y bolsas, la curiosidad le gano al mago.

-¿Por qué te ves tan raro?-

-Te refieres a mi cabello- dijo con una sonrisa el chico, de repente, el joven cambio su cabellera a negro al igual que sus ojos, su piel se volvió pálida, e incluso creció varios centímetros-

-Wow ¿Eres un metamorfomago?-

-Así es, ahora firma aquí- dijo El chico con un pergamino en la mano.

Severus firmo, había quedado tan impresionado con el metamorfomago que lo invito a tomar una taza de chocolate.

-Es increíble, nunca había visto a alguien como tú-

-bueno, es que los míos estamos en peligro de extinción, los metamorfomagos somos muy raros, y tenemos un gen difícil de heredar-

Los jóvenes hablaron de varios temas, como la escuela, el quidditch, las tiendas de parís, Londres, etc.

-¿Dónde está tú Mamá?-

-Yo no tengo mamá, solo papá-

-¿En serio? Porque traigo aquí unos anillos de compromiso, y unas pijamas algo sexys, si sabes a lo que me refiero-

Severus se sonrojo, no quería responder tal cosa, esas cosas no eran para nadie más que para él.

-Ya entiendo, seguro tu padre tiene una novia escondida, y quiere sorprenderla-

-Tal vez-

-Espero no haber arruinado nada-

-Has arruinado mucho- dijo James-

-¡Papá!- Severus estaba asustado, James se había aparecido sin avisar.

-Yo lo sien…-

-¡Vete! ¡Vete ahora!- grito molesto James.

El chico salió corriendo hacia la puerta, los ojos de James denotaban enojo, celos.

-¿Quién era él? ¿Me estabas engañando?-

-Claro que no, él era un mensajero, trajo unos paquetes para ti-

-¿Por qué lo invitaste a pasar?-

-Ere un metamorfomago y yo solo tuve curiosidad-

-¿Qué? ¿Estás loco? ¿Y si te hubiese hecho daño? ¿Si hubiera sido un ladrón? ¿Un asesino?-

-¡Estás loco! ¡Eres un paranoico! ¡Déjame en paz!-

Severus subió a la habitación que estaba enfrente de la de su padre, se acostó en la cama, cerró sus ojos unos instantes, James entro sin llamar ni nada, se sentó en la silla que estaba frente a la cama.

-Sev, sé que no estas dormido, y sé que estas molesto por todo lo que ha pasado, pero quiero que sepas que es por tu seguridad, no quiero que nadie, ni nada te hiera, te dije que no le abrieras la puerta a nadie, tampoco que hablara con desconocidos, y me desobedeciste-

-Ese chico no iba a hacerme nada, además el único que me hieres eres tú, no me dejas salir, ni tener amigos, quieres que este siempre a tu lado, eso  no es normal, no somos normales-

James vio a Severus, pero aquella mirada era terrorífica, aquellos ojos no brillaban como lo hacían en la mañana, los ojos de James se habían vuelto vacíos, sin vida.

-¿Recuerdas que cuando eras pequeño te contaba historias hasta que te quedaras dormido?-

-Sí, pero no cambies la conversación-

-Relájate, es solo una pequeña historia por tu seguridad y porque no debes de cerrar la puerta-

Severus suspiro, nada detendría a su padre.

-Veras, hace muchos años, en una familia mágica pura, en Londres, existió un pequeño mago que fue criado para odiar a los Muggles, mestizos y squib, el pequeño mago creció odiando a esta clase de gente, al punto que a los 14 años mato a un chico muggle algo mayor que él, y así fue durante algunos años en adelante-

–Papá ya estoy mayor, esas historias no me dan miedo, no tengo 10 años, ya sé cómo terminan, el chico o la chica termina castigado por sus actos-

-Silencio. Cuando el joven cumplió 17 años conoció a una mestiza llamada Lily Evans, una bella chica pelirroja de ojos verdes como las esmeraldas, aquel mago sintió un gran deseo de matarla, al punto que la siguió al mundo muggle y la espiaba en su casa, el problema del mago no era la familia de la chica, eran los vecinos de la chica, cada vez que aquel mago intentaba entrar a la casa de aquella familia, los molestos vecinos empezaban a gritar, a pelear, a veces llegaba la policía, a veces no-

-Así que…-

-Así que cierto día, el joven mago harto de aquella familia decidió que mataría a los Evans luego, se puso a investigar a aquella pareja y sorpresa, sorpresa, la mujer era una bruja sangre pura, Eileen Prince, y el tipo era un muggle Tobías Snape.  Aquel tipo era un alcohólico que golpeaba a su esposa día y noche, y ella no hacía nada más que quedarse callada. El mago luego de espiarlos durante algunos días, encontró la solución a su problema, cuando Tobías llegaba borracho nunca cerraba la puerta, siempre la dejaba abierta-

-¿En serio?- dijo con sarcasmo Severus.

-Sí, el mago aprovecho y entro a la casa como si nada, Tobías estaba acostado en el sofá, ebrio, el mago tomo un cojín y lo asfixio-

Severus trago en seco, su padre nunca había puesto algo así en sus historias.

-Lo apretó sobre el rostro de aquel sucio muggle, hasta que esta ya no respiraba, luego espero a Eileen, ella bajo a ver a su esposo, cuando lo vio se echó a correr, ahí fue cuando el mago le envió un  avada kedavra por la espalda y la mato-

-¿Eso es todo?-

-No, aun no- dijo Con una sonrisa –Veras, antes de irse bajo su capa de invisibilidad, el mago escucho un ruido, era un llanto, lo siguió hasta el sótano, en donde al parecer la pareja tenía un Bebé, el mago estaba nervioso nunca había matado a un Bebé, levanto su varita, listo para enviar una maldición, pero él Bebe se puso de pie y le sonrió, era un hermoso Bebé de 6 meses, por alguna razón aquel pequeño mestizo hacia que la ira del mago desapareciera, lo tomo y lo cargo un momento, se dio cuenta de que no quería dejar a ese pequeño ser, solo ¿Y sabe qué hizo?-

-No, ¿Qué hizo?-

-Lo llevo al mundo mágico, y lo crio el mismo, como padre soltero, al principio el mago no lo había notado pero el nombre del Bebé estaba bordado en su manta ¿Y sabes qué decía?-

Severus negó con la cabeza.

-Severus Tobías Snape Prince-

Severus se quedó congelado, su corazón se detuvo unos instantes, quería llorar y no entendía la razón.

-El mago necesitaba empezar de cero, asique se fue a vivir a Francia, donde nadie lo reconociera. A medida que el Bebé, crecía, se iba convirtiendo un hermoso hombre, aquel mago empezó a enamorarse del Bebé que había traído del mundo muggle-

Severus estaba como piedra, -¿Por, por, porque me cuentas esto?-

-Por tu seguridad-

Severus se levantó sin decir nada, se fue a la otra habitación, cerró la puerta con llave, James estaba afuera.

-Po cierto, soy el nuevo ministro de magia, tengo que revisar unos papeles, no me esperes despierto-

James bajo a su despacho, sonreía pues sentía que le había dado una lección de seguridad a su hijo.

Notas finales:

Fin . buajajajajajajajajajaja


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