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PILOT por Naotsuki-chan

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Notas del fanfic:

son de todo tipo xD

 

Notas del capitulo:

Pues sera un Sasunar xD este es el primer  piloto una vez que vea cual es mejor de su agrado podre seguir con esa historia xD

Resumen

Naruto tendrá que enfrentarse al pasado de su madre, y por fin después de 16 años conocer al "bastardo" de su padre. 

 

******************************************************

La noche era lluviosa, el tren que partía hacia una ciudad desconocida se perdía por el camino de vías, una pelirroja derramaba, de sus adorados ojos verdes, lágrimas más pesadas que las gotas que caían fuera de su ventana, sentada en ese vagón con una triste expresión en su rostro, las palabras pronunciadas en un leve canto, le daban la esperanza de que todo iba a estar bien.

 

- Se va el sol y todo se embellece, con su luz, nos van a iluminar ven conmigo y en mis brazos descansa y podrás soñar...

 

Una sonrisa se posó en sus labios, levanto la mirada y limpio las lágrimas que corrían por sus mejillas, no se iba a permitir verse derrumbada, ahora tenía un pequeño ser que sería el sol de su vida.

 

El tiempo avanza, solo sintió que habían sido unos días en los que llego a ese pueblo pequeño y pesquero, había encontrado una casa para ella y su próximo hijo, consiguió trabajo como la maestra de música que era, y se cuidó pues su embarazo avanzaba pero, hoy en día estaba en esa sala blanca, y en el pasillo se veía ese cartelillo que decía "sala de maternidad". El nacimiento de su solecito fue el día más feliz de su vida, al fin tenia al ser más hermoso entre sus brazos, aunque se pareciera al hombre que la había dejado y que le partiera el corazón, ella amaría a su hijo hasta el último día de su vida.

 

- Aquí estas y así la magia aparece, ven a mí, porque te quiero abrazar, tu tendrás, ya todo lo que desees si en mis brazos hoy estas...

 

Sus primeros pasos, sus primeras palabras, cuando dejo el pañal, cuando fue su primer día de clases, su primer novio, su primer rompimiento, todo eso vivió con su hijo, ese doncel de hermoso cabello rubio, con esos enormes y brillantes ojos azules, su piel morenita y esas marquitas en su rostro, si, era su bebe, ese pequeño que tuvo en su vientre y que hoy terminaba su secundaria. Su vida era todo él, ese niño energético que caminaba hacia el estrado para recibir su diploma, y dar inicio a otro capítulo de su vida.

 

- El silencio, va creciendo, estrellas verás, melodías, trajo el día, la riza soplará...

 

Sentada en esa cama de hospital, miraba por la ventana de su habitación, en pequeños relatos de lo que había sido su vida, una sonrisa tranquila estaba en sus labios, sus ojos verdes brillaban en tranquilidad, su largo cabello rojo lacio se extendía hasta reposar en las sabanas de su cama.

 

- Buenos días Uzumaki-san, ¿Cómo amaneció?—un hombre alto con bata blanca entro por la puerta del pequeño cuarto.

 

- Buenos días doctor, siento que hoy es el día, ¿Mi hijo ya está aquí? –la pelirroja menciono mientras con calma se recostaba, sus huesos dolían, su cuerpo estaba muy débil pero no dejaba de sonreír.

 

- Si Uzumaki-san su hijo está aquí, junto con el sacerdote –el doctor vio a la mujer con una sonrisa pero con los ojos lagrimeando, habían hecho todo lo que ella habían pedido, el cáncer en los huesos con el que había vivido los últimos 5 años ya había avanzado tanto que todos los tratamientos no habían resultado, por ello ella misma había dejado de tomar los medicamentos y su cabello había crecido rápidamente, en sus palabras había dicho que se quería ir como la hermosa mujer que era.

 

- Por favor hágalos pasar – aun sabiendo que su día había llegado su sonrisa no se borraba.

 

- De inmediato.

 

El hombre abandono el cuarto y se dirigió a la sala de espera, en donde comunico al familiar y compañía que había llegado el momento. Un joven de 16 años entro a la habitación tenía una radiante sonrisa aunque con los ojos hinchados, la pelirroja le miro con su sonrisa y estiro la mano hacia su solecito.

 

- ¡Naruto! –pronuncio con alegría y rápidamente el rubio se acercó.

 

- Mama...--la voz del joven de ojos azules se convirtió en un susurro y tomo su mano hincado a lado de la cama de su madre, sus ojos se oscurecieron y las lágrimas cayeron por sus mejillas.

 

- ¡Oh! No llores mi bebe, yo estaré bien – levanto su otra mano y acaricio la mejilla morena de su hijo— no me quisiera ir pero es inevitable mi sol, quiero que sepas que me voy contenta, tuve al hijo más maravilloso del mundo, bondadoso, gentil, fuiste, eres y serás el sol de mi vida.

 

- Mama, por favor... --las palabras Naruto salían en susurros, trataba de que las lágrimas no cayeran pues su madre había pedido que no llorara.

 

- Escúchame bien, mi niño, hay algo que quiero que me prometas—mientras decía eso Kushina le indico al sacerdote que había entrado con el rubio que comenzara con el rezo, acción que el mencionado no tardo en realizar, la voz del hombre capto la atención del rubio, quien sabía que esa era la bendición de dios.

 

- Lo que sea mama, te prometo lo que quieras—regreso su vista llorosa hacia su madre.

 

- Después de mi velorio, te entregaran una carta, ahí está mi último deseo, y me gustaría que lo cumplieras, sea como fuera quiero que lo hagas, sé que será duro enfrentarte a ello, pero ten plena confianza de que aun en espíritu estaré ahí contigo, eres fuerte, y decidido, pase lo que pase de ahora en adelante sigue con tus ideales, ¿me prometes todo eso? –no hubo interrupción alguna, la suave voz del sacerdote se escuchaba a lo lejos.

 

- Si mami, te lo prometo ttebayoo –la pelirroja le sonrió hermosamente, esa era la sonrisa que siempre la había caracterizado y era con ella que quería que la recordaran.

 

- Con eso me basta—Kushina Uzumaki aspiro profundamente, cerrando sus ojos y sosteniendo la mano de su hijo, soltó el aliento diciendo – te amo hijo – y se fue al cielo, las pocas energías que tenía le abandonaron justo cuando el padre daba el ultimo amen.

 

- ¡MAMA!—el grito de desesperación e impotencia se escuchó en todo el hospital, la pérdida de su madre, le cambiaría la vida.

 

Los días pasaban, y el rubio mejoro un poco, aún tenía un último deseo que cumplir, como su madre le había dicho, le habían entregado la carta, hoy en día vivía con sus tíos Nagato, y Pain, y con la hija de estos Karin. Se encontraba en su habitación viendo la última línea que ponía con la hermosa caligrafía de su madre.

 

"Y por último, mi solecito, quiero que conozcas a tu padre"

 

Notas finales:

espero sus opiniones 


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