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Te Necesito. por Fujoshi_de_closet

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Notas del fanfic:

Holaa, les traigo un nuevo One-Shot de mi autoría, espero lo disfruten, si leyeron el otro fanfic que subí (que fue literalmente mi debut, ya que no solo fue el primer trabajo Yaoi que subi a la pagina, si no que fue el primero que hice en la vida) sabran que no soy muy experimentada, pero me gusta probar cosas nuevas, ademas que me encanta la pareja que logre trabajar esta vez, espero lo disfruten!! Espero sus comentarios para saber si les gusto o no, siempre que sean con buena onda y respeto!!

 

Los personajes de esta historia no me pertenecen, son parte de la obra del mangaka Tadatoshi Fujimaki.

Notas del capitulo:

Bueno, solo será un One-Shot, espero les guste y me hagan saber sus opiniones en los comentarios, disfrutenlo :3

 

Ahh y lo otro, fue inevitable para mi integrar el KagaKuro, son de mis parejas favoritas, eso XD

  Habían pasado dos meses desde la última vez, parecía que cada día tenían más y más trabajo pendiente, el blondo tenia agendadas más sesiones fotográficas que nunca, mientras la ciudad pasaba por una ola delictiva, que provocaba que el moreno se ausentara casi el doble de lo habitual, ¿es que acaso el universo les estaba poniendo una prueba?, parecía ridículo que casi no se hayan visto en las últimas semanas considerando que viven juntos como una pareja consolidada hace ya bastante.

  Quien fue conocido como la copia perfecta y el que en su tiempo fue el As de Too habían estado saliendo por casi cuatro años y hace uno estaban fuera del instituto, cada cual con sus respectivos trabajos que no los dejaban respirar, es un hecho que las buenas rachas se aprovechan, y demás esta decir que tener trabajo es una bendición, y ser exitoso en él es el doble de bueno, pero ¿realmente valía la pena si su vida amorosa se estaba desmoronando frente a sus ojos?, esa duda rondaba fuertemente en la mente de Daiki, quien parecía mucho mas irritado de lo usual, todo gracias a un mensaje de texto de su novio.

- ¡¡Ahhhhhhhh!! - Gritó harto de todo mientras lanzaba su celular en el escritorio con enojo, todo esto frente a un ya no tan sorprendido pelirrojo, quien vestía un uniforme azul igual al de él.

- ¿Qué rayos te sucede ahora? - Preguntó Kagami sin prestarle toda su atención, para luego llevar su taza de café a su boca.

 - Siento que voy a explotar si esto sigue así - Respondió de mala gana mientras se recostaba sobre sus brazos en el escritorio que compartía con la ex estrella de Seirin.

- ¿Que quieres decir? Creí que habías dicho que  las cosas con Kise ya no podían empeorar más - Exclamó sin darle mucha importancia a la queja de su compañero, a quien ya se le había hecho costumbre quejarse por el trabajo que lo mantenía lejos de su bello modelo.

- Lee esto y analiza si puedes decirme lo mismo, ¡idiota! - Desafió enfadado mientras le acercaba su celular, el cual Kagami todo incrédulo para enterarse de que era lo que ocurría.

 

SMS - Ryouta

*Aominecchi, me contrataron para la sesión en Miami, partiré mañana, está bien, ¿Verdad?*

 

- ¿Y qué tiene de malo?, seguro lo esperaba, Kise es muy bueno en lo que hace, suena como si no estuvieras feliz por él - Le dijo sin pelos en la lengua en tono calmado, irritando aun más al peli azul frente a él.

- ¡¡Ese no es el punto, idiota!!, ese viaje le tomara dos semanas como mínimo, siempre es así cuando le toca viajar al extranjero, ¡¿Realmente me crees capaz de aguantar dos semanas más así?! - Vociferó muy enojado por no encontrar la comprensión esperaba.

- Oye, no te exaltes tanto, la respuesta es más simple de lo que crees si es así como te sientes - Exclamó el muchacho de los ojos color escarlata sembrando la intriga en Aomine.

- ¿A qué te refieres? - Pregunto muy curioso e interesado, tanto así que su tono de voz ya había vuelto a ser el habitual.

- Solo debes darle una razón para que se quede, idiota, llevas semanas diciendo que quieres estar con él, pero no haces nada al respecto, si Kise tiene sangre en las venas debe sentirse igual que tu, es más, te puedo asegurar que al enviarte ese mensaje lo único que busca es que lo detengas - Contestó tan seguro de sus palabras y con un semblante tan serio que parecía como si hablara de él mismo.

- ¿Y tu como puedes estar tan seguro de eso? - Preguntó sin estar tan convencido de lo que decía el pelirrojo, ya que sonaba muy obvio en los labios de Kagami, pero si la respuesta era así simple, ¿por qué el mismo no había sido capaz de notarlo antes?.

- Realmente eres más idiota de lo que creía, es mucho más simple de lo que piensas, por más que los roles sean diferentes en una relación como la que tú tienes con Kise o la que yo tengo con Kuroko, ¿no te estás olvidando de lo principal? - Le cuestionó con firmeza.

- ¿Lo principal? - Ladeó la cabeza confundido, provocando que Kagami se llevara la mano a la frente mientras suspiraba ya agotado de la conversación.

- Ambos son hombres ¡idiota!, ¿realmente crees que Kise no está en la misma situación?¿de verdad piensas que el único desesperado por sexo eres tú?, lo conoces mejor que yo, ¿Te parece de verdad tan descabellado lo que te estoy diciendo? - Soltó sin más, provocando que el moreno notara lo obvio y se impactara ante la verdad, la reacción fue casi como si le sacara una venda de los ojos.

- T-T-Tú... ¡¡¿siempre fuiste así de inteligente?!! - Dijo nervioso mientras lo apuntaba aún incrédulo, levantándose casi involuntariamente de su asiento.

- ¡¡Cállate idiota!!, ¡¡¿¿Dudas así de mis capacidades aún cuando te estoy ayudando??!! - Gritó el Ex-Seirin muy irritado ante el comentario de Aomine.

- Tienes razón, tienes razón, lo siento, pero a pesar de saber eso no puedo hacer nada, hoy nos toca un largo turno, aunque quiera no podre detenerlo - Se lamentó el peli azul muy irritado, mientras se volvía a sentar en pose de derrota absoluta.

- No te preocupes por eso, hablaré con el jefe, me debe un favor, tu puedes irte temprano, pero te advierto que será la última vez que hago algo así por ti - Le informó su Ex-rival con una cómplice sonrisa dibujada en sus labios.

- ¡¿Es en serio?! - Preguntó muy feliz y sorprendido, ese realmente era un buen amigo.

- ¡Claro idiota!, son las cuatro, es una buena hora para marcharte, así que largo de mi vista antes de que me arrepienta - Exclamó despidiéndose con el puño.

- Gracias, ¡te debo una idiota! - Vociferó más que feliz el peli azul mientras respondía a la despedida de su compañero, para luego correr hacia la salida.

- Si solo supieras que me debes más de una, imbécil... - Dijo con una leve sonrisa en su rostro mientras observaba al otro policía retirarse de lo mas eufórico, hasta que la vibración de su celular llamo su atención: - ...Oh, un mensaje -.

SMS - Kuroko

*¿Cayó en la trampa?*

 El pelirrojo sonrió victorioso ante tal interrogante, puesto que todo había salido al pie de la letra.

 

SMS - Kagami-Kun

*Completamente, pero fue gracias a que Kise te hizo caso*

 

SMS - Kuroko

*Era de esperarse de Aomine-Kun, ahora solo depende de ellos*

 

SMS - Kagami-Kun

*Espero ese par de idiotas tengan suerte, nos tenían hartos con sus quejas*

 

SMS - Kuroko

*Esperemos que si, aunque aun me sorprende que no notaran una solución tan obvia ellos mismos ... Cambiando de tema, ¿A qué hora llegas a casa hoy?*

 

SMS - Kagami- Kun

*¿Tienes algo en mente para esta noche?*

 

 Sonrió lujurioso al responder, conocía lo suficiente a su peli celeste como para saber a donde quería llegar con esa pregunta.

 

SMS - Kuroko

*Es una sorpresa, solo lo sabrás si llegas antes de las 10, te estaré esperando*

SMS- Kagami-Kun

*Ahí estaré, es una cita mi pequeño*

 

Mientras al peli celeste y el pelirrojo les esperaba una noche bastante particular, Aomine y Kise necesitaban arreglar sus asuntos, ninguno de los dos sabia el paradero del otro, ni lo que les deparaban las siguientes horas, pero algo era seguro, gracias al acertado consejo de Kagami y a la osada recomendación de Kuroko, los dos milagros estaban por fin en la misma sintonía, si todo salía bien, ni si quiera serian necesarias las palabras, el solo verse haría que se desaten sus pasiones.

  Lo cierto era que el peli celeste, ya aburrido, al igual que su pareja de ser blanco constante de quejas había incitado al blondo a aceptar el trabajo a larga distancia para que el moreno se sintiera bajo presión y terminara por tomar la iniciativa, aliándose secretamente con su sexy policía y así llevar a cabo su plan a prueba de errores. Lo único con lo que no contaban era con que la Ex- estrella de Teiko se lo había tomado el recuperar a su rubio de lo más en serio, por lo que antes de llegar a su departamento hizo unas cuantas paradas.

  Por otro lado eran cerca de las seis de la tarde cuando el blondo comenzaba a abrir pesadamente sus ojos, encontrándose con el blanco techo ante él, era invierno y el frío había hecho de las suyas aprovechándose del error de quedarse dormido sobre las cobijas de su amplia cama, había llegado  cerca de las cuatro a sus aposentos y al despertar de su siesta estaba convencido de que la presión impuesta a su pareja había fallado rotundamente, por lo que cuando ya estaba pasando de la plena tristeza a sentirse enrabiado por la larga ausencia de aomine decidió tomar un baño y relajarse, sea como sea el otro día le esperaba un largo viaje, lo cual de paso lo molestaba enormemente, ya que solo había tomado el trabajo para hacer que el moreno le tomara el peso a la distancia entre ellos, por lo que la frustración se apoderaba a poco de él.

- ¡¡Achuu!! - Resonó por todo el cuarto su fuerte estornudo: - ...Rayos, ¡ya se hizo muy tarde!, ¿Donde podrá estar? - Farfulló molesto mirando el reloj el su muñeca una y otra vez antes de entrar a la bañera.

  Pasó cerca de media hora y el chico de la piel de porcelana salía del baño solo con una playera y en ropa interior, pero el intento de relajarse no había funcionado muy bien, ya que aún se encontraba algo molesto porque uno de sus últimos recursos no había funcionado, extrañaba tanto a su novio que sin darse cuenta se sentó en la amplia cama que hace más de tres semanas no habían compartido simultáneamente y las lágrimas comenzaron a brotar por sus ojos para luego caer a la altura de su mentón, lamentándose por no ser capaz de hacer más, estaba tan metido en su pesar que no se percató de que la puerta principal se abrió hasta que escucho su nombre resonar en otra habitación.

- ¡Kise!, ¡Kise!, ¡¿estás aquí?! - Gritaba enérgico el moreno en busca de su presa.

- ¿A-Aominecchi? - Se pregunto a sí mismo en voz baja, para casi al instante levantar la cabeza ante el sonido de la puerta del dormitorio abriéndose.

- ¡¡Aquí estas!!, para otra vez responde si te lla... - Se detuvo un instante percatándose de las lagrimas en los ojos de su deseado blondo, para luego continuar mientras se sentaba a su lado en la cama: - ...Ki-Kise, ¿Estás bien?¿Te duele algo?¿Qu-...?- No pudo continuar hablando ya que esta vez fue interrumpido por los labios de su pareja sobre los propios, entregándose a un beso lleno de pasión y desenfreno acumulados.

  El policía no lo pensó dos veces y se abalanzó sobre el suave cuerpo de su amado, disfrutando esa unión que los había tenido anhelantes por tanto tiempo, degustando el delicioso sabor de los labios del rubio, que eran una de sus mayores adicciones, sus lenguas jugueteaban enérgicas en una danza brutal de lujuria, hasta que el oxigeno se vio agotado, por lo que se separaron lentamente, dejando como rastro un hilo de saliva hasta el mentón en el rubio, mientras Aomine se relamía los labios de deseo, ante la atenta mirada de su pareja, quien no le sacaba los ojos de encima.

- Me hace falta una alta dosis de ti - Exclamó serio y con una voz grave mientras que con uno de sus pulgares recorría los labios del mas bajo lentamente, causando que un escalofrió recorriera la espalda del muchacho de ojos dorados.

- A mi tambien me haces falta, hoy está prohibido contenerse Daiki - Exclamó el lascivo rubio haciendo énfasis en su nombre, para sin perder más tiempo tomar con su boca el pulgar de su amado y comenzar a juguetear con él, provocando así una sonrisa maliciosa en su pareja.

- Veo que ya estamos hablando el mismo idioma, ¡Ryouta! - Vociferó enérgico jugando el mismo juego que su contraparte, ya que era costumbre en ellos solo llamarse por sus nombres al momento de convertirse en uno.

   Sin hacerse esperar el moreno retiró el pulgar de la boca de su amado para poseerla con sus labios nuevamente, esta unión fue mucho más brusca y desenfrenada, ahora no se trataba de jugar, se trataba de dominar y ninguno estaba dispuesto a perder esa batalla, sus lenguas danzaban, mientras los gemidos se ahogaban en el largo beso, hasta que Aomine saco el cargamento pesado, levantó la camiseta del ex- copia perfecta y con una de sus manos tomo el rosado pezón que ya estaba erguido.

- ¡¡Ahhhhhhhh!! - Soltó Kise ante el contacto en su sensible torso, terminando así con la unión y proclamando a Aomine como ganador, al menos por el momento.

- Así me gusta - Susurró cerca de los labios contrarios con una voz tan sensual que podría derretir un chocolate, para luego sorpresivamente conectar sus miradas.

- E-Eso es jugar sucio, Da-Daiki - Articuló como pudo el Ex-Kaijo mientras su zona pectoral seguía siendo estimulada.

- Valió la pena por esa linda reacción, echaba de menos esos sonoros gemidos, pero lo importante ahora es que quiero escuchar más... - Hizo una pausa para acercarse al oído del blondo: - ...¿Estás dispuesto a mostrarme más, Ryouta? - Terminó por decir el policía, para apoderarse de la otra rosada aureola, jugando ahora con ambas al mismo tiempo.

- ¡Ngh!¡Mmhg! - Intentaba reprimirse el pálido joven, pero solo hacía que Aomine intensificara los movimientos de sus expertas manos.

- ¡Vamos!, esa expresión solo me dice que no quieres que me detenga... ¿o quizás estas esperando que haga esto? - Dijo para que en menos de un instante tomara uno de los objetivos con la boca, succionándolo con la fuerza y velocidad justa.

- ¡¡Ahhhh, Daiki!! - Gritó el rubio, mientras el moreno mostraba descaradamente una sonrisa de victoria.

  Sin demora continuo lamiendo, succionando y estimulando sin parar ambas aureolas, en tanto los gemidos de su pareja hacían eco en el cuarto y su ego no dejaba de subir, ¡Dios mío!, cuanto extrañaba tenerlo así, en esa faceta que solo el tenia permitido ver.

- ¡Da-Daiki!... - Llamó la atención del uniformado: - ¡Be-Bésame, Da-Daiki! - Imploró con la voz entrecortada, rubor en sus mejillas y mirada de borrego que fueron irresistibles para el peli azul quien gustoso cumplió su deseo, dejándose llevar de tal manera en aquel tentador contacto que no notó como el rubio jugaba sus cartas e invertía los papeles.

   Una vez deshecho la artimaña camuflada en un beso Aomine noto su situación, teniendo sobre él a su blonda debilidad, quien de paso sonreía victorioso, ante la incrédula mirada de su contraparte, ahora era su turno de jugar sucio.

- Te aprovechaste de tus habilidades al besar para ganar ventaja, muy astuto Ryouta - Dijo en el tono grave que lo acompañaba desde hace ya un buen rato mientras acariciaba tiernamente el sedoso cabello de su lindo modelo.

- Por supuesto, ahora me toca a mi someterte un poco - Exclamó con una maliciosa sonrisa en sus labios mientras bajaba lentamente hasta la entrepierna de su novio, la cual era su siguiente objetivo.

  El muchacho de los profundos ojos azul marino observaba perplejo como sin tapujo alguno su pareja dejaba a la vista su a esas alturas prominente erección, provocando el sonrojo absoluto en su rostro, mientras el rubio observaba anhelante el falo contrario que tanto había echado de menos en esos dos meses.

   - ¿Que quieres que haga con él, Daiki? - Preguntó juguetón el joven de ojos dorados, mientras con su dedo índice posicionado en la punta del miembro ajeno, lo meneaba levemente.

- ¿Re-Realmente me harás decirlo? - Cuestionó nervioso y con una leve agitación en su voz.

- Si no me lo dices no puedo saberlo ¿verdad?, te lo repito de forma más clara, ¿Con que lo quieres? - Contra preguntó con una lasciva mirada, que penetraba en los ojos que tenía en frente, poniendo aun más presión en el tonificado uniformado.

- C-Con tu boca - Dijo en tono bajo, algo avergonzado.

- No hay problema, si así lo prefieres, así lo haré - Exclamó el modelo de revista con una sonrisa en su rostro.

  Sin perder más tiempo Kise tomo el viril miembro de su pareja con una mano y acerco su boca a él para comenzar dando largas y lentas lamidas por toda la extensión de éste, ante la inminente reacción del ex pivot, quien temblaba y trataba de reprimir sus masculinos gemidos. El más pálido estaba jugando con su paciencia, eso estaba claro, pero antes de poder quejarse el rubio lo tomo por sorpresa metiendo de lleno gran parte del falo en su boca, simulando rápidas y certeras estocadas en su caliente cavidad.

- ¡¡Ry-Ryouta!!, e-eso...¡¡Ngh!! - Trataba de articular el más alto, pero el placer le impedía usar la capacidad de coherencia.

  Ante tal respuesta el Ex-Kaijo hizo uso de todas sus habilidades en lo que se relacionaba con sexo oral, jugando con su lengua, coordinando su respiración a la perfección y estimulando los puntos clave que sabía que a su oficial de policía volvían loco, pasando así unos cuantos minutos, torturándolo a base de placer.

- ¡Ry-Ryouta... vo-voy a...!...¡¡Ahhhhhhhh!! - Se escuchó por toda la habitación el varonil gemido, mientras la semilla del moreno llenaba la boca de su pareja, quien la recibió gustoso, ya que había pasado tanto tiempo que el más bajo podría incluso afirmar que extrañaba ese sabor.

- Dejaste salir mucho esta vez, creo que no he perdido el toque en este tiempo, ¿verdad, Daiki? - Exclamó divertido mientras su novio recuperaba el aliento de a poco, había jugado su mejor carta, pero aún faltaba el acto principal.

  Sin si quiera responder a la pregunta del mas bajo se abalanzo sobre él, besándolo con ganas, en tanto retiraba salvajemente la ropa interior del blondo, para sin más terminar abruptamente con la unión de sus labios.

- Ahora, volveremos a ser uno, como en los viejos tiempos - Declaró tajante y con una leve sonrisa, para luego de eso mojar abundantemente sus dedos y acercarlos a la entrada del rubio, quien yacía en la cama con un fuerte rubor constante en el rostro y mirando embobado a su pajera, quien era experto en hacerlo sentir bien.

   Instantes después el mayor introdujo el primer dedo dentro de su amado, provocando que el cuerpo de éste temblara y su ya despierto miembro pulsara de placer.

- Veo que estas muy animado, aunque no soy quien para hablar  - Susurró cerca del oído del rubio, para luego lamer el borde de su oreja.

- Da-Daiki, e-entra, t-te qui...ero de-dentro - Rogaba Ryouta mientras rodeaba el cuello de su novio con la poca fuerza que le quedaba en sus brazos.

- Aun no primor, no quiero lastimarte, ya falta poco - Exclamó mientras introducía el segundo dedo en él.

-  ¡Ngh!¡Mmmh!- Gemía anhelante por el sexo de su pareja.

- Ya está, creo que es suficiente con eso - Susurró para sí mismo, mientras retiraba los dedos del interior de su novio y de paso se deshacía de su camisa, la cual solo le estorbaba.

  Sin más demora acomodó su erección en la entrada del chico de ojos dorados y comenzó a entrar lentamente, sintiendo como el acalorado interior de éste lo succionaba ansioso por ser llenado.

- ¡¡T-Tan estrecho!! - Dejo escapar Aomine a modo de gruñido cuando por fin estuvo por completo dentro de su novio, quien dejó caer unas cuantas lágrimas en tanto sus manos se aferraban firmemente a las sábanas de su lecho.

- ¿Es-Estás bien?¿Acaso te lastime? - Preguntó preocupado mientras limpiaba el llanto con sus pulgares.

-  N-No, e-es que estoy muy feliz, de-de verdad te extrañaba, Daiki - Soltó el blondo con una amplia y honesta sonrisa, terminando de despertar a la bestia dentro del peli azul.

- ¡¡Ryoutaaaaaaa!! - Gritó el mayor mientras comenzaba a mover sus caderas a un enérgico y repentino ritmo, en tanto los gemidos de ambos hacían eco en la habitación.

- ¡M-Más Pro...fundo! - Exigía el modelo mientras su mente no lograba pensar en nada mas que no fuera en mar de lujuria en el que estaba sumergido.

- ¡Como ordenes! - Obedeció rápidamente el uniformado girando a su novio para  penetrarlo más certeramente.

- ¡¡Ay Dios, te-te amo, te amo Daiki!! - Gritaba el más bajo sin tapujos.

- Ta-Tambien yo... me-me voy a correr - Advirtió.

- ¡¡Ha-Hazlo dentro!!... ¡Y-yo tambien me correré! - Autorizó entre la batahola de gemidos.

  Pocos segundos después un grito al unisonó dio por concluido el acto de amor, por consiguiente el cuerpo del mayor caía suavemente sobre la espalda de su amado.

  Mientras sus agitadas respiraciones se encaminaban a normalizarse el peli azul retiro su sexo del interior de su pálida pareja, para luego sentarse, en el acto Kise se volteó.

- ¡Te amo Aominecchi! - Reiteró mientras conectaba su mirada con la contraria.

- ¡Tambien yo!, pero ni creas que esto se acaba aquí, ¿listo para otro round? - Respondió sonriente y esperanzado, para luego besar tiernamente la frente de su modelo.

- Aominecchi, no podemos hacer eso, tenemos que trabajar mañana - Dijo haciendo un tierno puchero que estremeció al moreno.

- No se dé que estás hablando, mañana nos vamos de viaje, compre los boletos antes de venir - Exclamó serio y determinado, ante la atónita mirada de su novio.

- Pe-pero, mañana yo, yo tengo... - Trató de decir hasta que su novio lo hizo callar tiernamente son su dedo índice.

- Mañana nada, fui a tu agencia y cancelé el viaje a Miami... los convencí de que adelantaran tus vacaciones - Desvió la mirada avergonzado.

- ¡A-Aominecchi!... - Exclamó mientras sus ojos brillaran por los esfuerzos de su hombre, para luego preguntar: - ...¿Pe-pero que hay de tu trabajo? - Dejó salir en tono de clara preocupación.

- Hable con Kagami antes de llegar a casa, no estaba muy feliz pero dijo que después de tanto tiempo estaba bien, será un idiota pero es un buen amigo, sé que me cubrirá - Dijo algo avergonzado, para luego ser tomado por sorpresa por su novio, quien le beso todo el rostro efusivamente.

- ¡¡Eres el mejor Aominecchi!! - Exclamó feliz, para luego regalarle una bella sonrisa.

- ¿Y entonces?¿Listo para otro round? - Lo tentó nuevamente, esperando una positiva respuesta.

- Todos lo que quieras - Vociferó antes de abalanzarse nuevamente sobre él, ya que la noche era joven y era momento de recuperar el tiempo perdido, eliminar el estrés y por sobre todo disfrutar de su amor.

 

 

Extra: 

-->A la mañana siguiente<--

  El peli celeste y el pelirrojo se encontraban desayunando amenamente en compañía de Nigou hasta que el más bajo recordó a sus amigos y lo decisiva que debía ser la noche anterior.

- ¿Cómo crees que les haya ido a esos dos?- Pregunto sacando a Kagami de sus pensamientos adormilados.

- Créeme, estarán bien - Respondió apenas dejo de tragar.

- ¿Acaso Aomine te dijo algo? - Preguntó al ver tal seguridad en sus palabras.

- Ese idiota, al menos pudo solucionar las cosas a su manera - Exclamó con una leve sonrisa en sus labios mientras le mostraba una foto a su pequeño novio desde su celular donde se podía ver a los tortolos preparando las cosas para su viaje.

- Ya veo, fue una buena decisión intervenir de esa manera, son muy impulsivos - Sonrió igualmente el más bajo.

- Aunque si hablamos de impulsos no nos quedamos atrás, ¿verdad?, lo de anoche realmente me sorprendió - Exclamó el más alto mirando coquetamente a Kuroko, quien no podría haberse ruborizado mas aunque lo hubiese querido.

- Ka-Kagami-Kun, po-por favor no lo menciones en voz alta - Pidió el peli celeste desviando la mirada.

- jeje, solo con la condición de que lo hagas más seguido.... bien debo vestirme para ir al trabajo - Propuso sonriente el mayor, mientras besaba la mejilla de su novio y posteriormente se retiraba de la mesa, dejando al peli celeste con un sonrojo fatal y pervertidas ideas en su cabeza.

- Espero esos dos disfruten su viaje - Dijo para sí mismo tratando de alejar la lujuria de sus pensamientos.

 

Notas finales:

Bieeeeeen, espero les haya gustado, reitero, espero sus comentarios, gracias a las personas que leyeron el One-Shot anterior y tambien a las que dejaron sus cometarios, me hicieron muy feliz, sin mas me despido, nos leemos pronto gente bella :*


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