Every Heart
Apareció de la nada. Sin identificación, sin un verdadero motivo que no lo haga ver sospechoso, portando un anillo con el emblema Vongola, dando un nombre falso, mirando a mi Dame-alumno con nostalgia y alegría contenida. El ‘informe’ que Gokudera me dio decía que lo encontraron llorando, que en cuanto vio a Dame-Tsuna se le lanzó en brazos y empezó a llorar aún más, dijo que se aferraba ‘inadecuadamente’ y con una familiaridad indebida.
Mientras dormía, en la cama de mi Dame-alumno (tanta confianza en extraños lo va a matar un día), observé sus facciones, sin duda era un chico un poco mayor que Fuuta aunque no tanto como Lambo-Adulto, sus pómulos y nariz se me hacían conocidos, la forma de sus ojos creí haberlos visto antes. No sabía si estar molesto por no poder atar cabos o por sentirme ‘perdido’ en cuanto a este niño, se supone que como el mejor Hitman del mundo debo estar al pendiente de todo, saber todo, investigar lo que inquieta y no detenerme hasta conocer mejor a mi objetivo mejor que él mismo. Sin embargo, mis cavilaciones se vieron interrumpidos cuando el niño despertó.
Su mirada, ¿ojos verdes? Cuando abrió los ojos estoy seguro que eran de otro color… su mirada se centró en mí. Me pedía que le escuchara, me pedía una oportunidad de explicarse y que no cuestionara más allá de lo que dirá. Sus ojos trasmiten mucho, transmiten lo que él quiere transmitir, no puedo leerlo como a los demás.
Dice que viene del ‘futuro’, no de dentro de Diez Años sino de Veinte, dice que hay algo que quiere evitar pero que no nos preocupemos pues lo único que está en riesgo es su existencia. Lo dice tan casual que me parece una broma. El chico podría morir y a él parece no afectarle. Aseguró que no interferirá en los eventos destinado a ‘suceder’, dijo que tan solo hay una cosa que debe ‘evitar’ y que no hará más. Dice un nombre y enseguida sé que es falso… dice que es el nombre de un sobreviviente al igual que él.
Gokudera pidió pruebas, el chico ‘Harry’, dijo que no debía dar información a la ligera, sus movimientos son seguros, a veces hay tensión en sus hombros cuando le sorprende algo, es como si… nos conociera.
Algo oculta.
Antes de expresar mi inconformidad y obtener respuestas, Dame-Tsuna respondió a los ‘pedidos’ de auxilio del chico (esas miradas furtivas donde le pedía ayuda) me pidió que no le siguiera interrogando y que me abstuviera de intimidarlo… si Dame-Tsuna hubiera usado es tono para ‘pedir’ inmunidad al muchacho en otra ocasión y en otros términos, me habría impresionado, sin embargo, en ese momento tan solo me irritó.
¿Su motivo?
Él no creía que el chico fuera peligroso.
No todos estuvimos de acuerdo con su decisión, teníamos sospechas así que acordamos vigilar al chico y vigilar a Dame-Tsuna, ése Dame-alumno mío es demasiado amable… una amabilidad que no tiene lugar en la Mafia, aunque, tampoco estoy seguro de desear que se deshaga de ella puesto que es lo que sus Guardianes y aliados más atesoran.
.
.
.
.
Han paso un par de semanas desde la llegada de ‘Harry’. Su carácter es algo volátil, es amable, ríe mucho y busca pasar tanto tiempo con Dame-Tsuna que al mismo tiempo nos tiene alerta; ‘Harry’ es serio cuando siente que está siendo analizado, es altanero cuando lo están cuestionando, es arrogante cuando evita las ‘trampas’ que colocamos para corroborar sus verdaderas intenciones.
No parece estar muy enterado de lo que sucede en ‘este tiempo’, varias cosas le toman por sorpresa aunque cuando acompaña a Dame-Tsuna a la escuela parece alerta, observa a los estudiantes y pareciera un miembro del Comité Disciplinario sino fuera porque no es alumno y por su estatura claro está.
Algo que no ha cambiado es su apego por mi Dame estudiante. Sus guardianes lo han atribuido a que es quien les mantiene a raya cuando se trata de cuestionar a ‘Harry’, no hay duda que cada uno tiene curiosidad por el futuro, unos quieren respuestas y otros están algo paranoicos con la idea de un posible plan para deshacerse del Décimo… a veces son unos tontos, actúan como los niños que siguen siendo.
Algo de lo que los mismo guardianes y Dame-Tsuna no han tomado en cuenta es lo fácil que es estar juntos, pese a los cambios de humor y de temas entre los que estén presentes, ‘Harry’ parece conocerles mejor de lo que creen. Parece como si el ‘convivir’ con ellos fuera algo tan natural, y a veces les mira como si algo hiciera falta… como si les extrañase.
Tengo una teoría.
Una teoría descabellada, improbable e impensable… que cada día que pasa, y con lo inusual de la décima generación, se hace más tangible y real que me hierve la sangre por comprobar. Tan solo hay que esperar el momento indicado.
.
.
.
.
Nuevos estudiantes se han transferido a Namimori-chuu, son interesantes, son extrañamente similares a Dame-Tsuna y sus Guardianes, incluso se han hecho amigos. Hibari ha encontrado una oponente formidable, Yamamoto ha encontrado a otro aficionado al beisbol, Ryohei ha encontrado a alguien que le apasiona el box de igual manera y puede seguirle el ritmo, Gokudera ha encontrado una posible UMA, y Dame-Tsuna se ha identificado con uno de esos chicos también. Hay otros dos, un grandulón que soporta a la vaca estúpida y uno tipo raro que me recuerda a la sensación que Mukuro provoca.
Es obligatorio que estos ‘estudiantes’ sean investigados.
La otra cosa que me tiene en guardia es lo serio que ‘Harry’ se ha comportado. No dice nada pero sus acciones forzadas y sonrisas falsas que les brinda a los nuevos… señalan a gritos “problemas”.
Los días pasan y la amistad entre Dame-Tsuna y Kozato y la de los Guardianes y los otros nuevos se fortalece, ‘Harry’ sigue con su acto de ‘amigo’ y se dispone más a ser ‘observador’… la carta que recibí del Noveno tampoco augura nada bueno: problemas en Italia y un apresurado ‘Cambio de Manto Vongoa’.
.
.
.
.
Justamente ayer ‘Harry’ estaba tenso, parecía contemplar una decisión difícil, todo a su alrededor indicaba que estaba reprimiendo deseos asesinos, no, no asesinos… parecía forzarse a estar en calma.
Sin duda algo iba a suceder.
.
.
.
.
Yamamoto fue atacado. Está en el hospital y no tiene un buen diagnóstico… esto no fue solo un ataque a Yamamoto, fue un ataque al Guardián de la Lluvia, un ataque directo a Vongola.
Estando reunidos en el hospital, con el shock del momento, la impotencia de saber herido a un miembro de la familia, deshechos en más de un sentido y bajo la presión de otro posible ataque… no dudamos en molestarnos con ‘Harry’ una vez que los transferidos de Simon nos dejaron solos.
‘Harry’ soportó el reproche de cada Guardián, ya sea con palabras exigentes, hirientes, de parte de Gokudera, reproches por parte de Ryohey, miradas acusatorias de Hibari y los comentarios mordaces de Mukuro. Yo tampoco me contuve, le eché en cara que pudo haber evitado esta tragedia… él no dijo nada en su defensa.
No mostró cambio alguno en su rostro… hasta que Tsuna habló.
--Harry-kun –llamó Dame-Tsuna con su flequillo cubriendo sus ojos impidiendo mostrar lo que su voz cargaba –dime, ¿sabes quién es el responsable?... ¿Sabes quién ha dañado a Yamamoto?... Si lo sabes, ¿puedes decirme?
Gokudera adoptó ese aire serio al igual que Ryohei, esperaban una respuesta, Hibari y Mukuro afilaron su mirada, pretendían obtener una respuesta por todos los medios posibles; ‘Harry’ se quedó en silencio, sus ojos intentaban mirar cualquier cosa menos a Tsuna, menos a alguno de los Guardianes, menos a mí.
>>Por favor, Harry-kun… alguien ha dañado a mi familia, me gustaría saber quién fue. –pidió, casi imploró el heredero Vongola.
‘Harry’ siguió en silencio, tan espeso y aplastante que nadie se atrevió a moverse.
>>Harry-kun… mi familia, es mi familia de quien estamos hablando… ¿Quién fue el que dañó mi familia? ¡Dímelo! –exigió ya con sus llorosos ojos mirando directamente al viajero del futuro.
‘Harry’ bajó su mirada, casi imperceptible, mordió sus labios. Sin duda lo sabía, sin duda esto es lo que le tenía inquieto… no puedo pensar más. Tan solo observo. Dame-Tsuna está haciendo un buen trabajo, no hay nada que ‘Harry’ le negara a Dame-Tsuna. Sus expresiones y su lenguaje corporal están agrietándose, si Tsuna sigue presionando…
El sonido de un golpe seco se escuchó por el pasillo. Hibari tenía apresado a ‘Harry’ entre una de sus tonfas y la pared, la otra tonfa ya se había estrellado una vez con el rostro de ‘Harry’ y seguía suspendida en el aire, amenazando con impactar de nuevo.
…Y ahí va nuestra oportunidad de escuchar hablar a ‘Harry’.
Por distintas razones, nadie se movió para alejar a Hibari de ‘Harry’… ni siquiera Tsuna. Alcancé a ver indecisión en él y en ‘Harry’ vi dolor, no el dolor que un golpe causa, sino ese otro tipo de dolor que tan solo alguien cercano al corazón puede causar.
Y así, tan pronto como la expresión llegó, así se fue, enmascarada por una expresión de indiferencia. ‘Harry’ empezó a desaparecer… tal como Mukuro suele hacerlo en sus ilusiones, así se fue… como si un viento lo hubiera arrastrado consigo.
.
.
.
.
No pudimos hacer nada, no encontramos más pistas del atacante de Yamamoto que solo suposiciones, la ceremonia de sucesión estaba cada vez más cerca, y, tampoco hayamos a ‘Harry’.
Una de las tantas noches que Dame-Tsuna estaba inquieto, culpándose por el incidente de Yamamoto, temiendo por que otro miembro de su familia fuera lastimado y también sigue preocupándose por la desaparición de ‘Harry’ lo saqué de la casa y lo llevé al hospital, era de noche y no se tenía permitido las visitas, aun así entramos… en silencio y con el ruido de las máquinas que Yamamoto necesitaba, escuchamos sollozos.
Dudamos en entrar, quizá el papá de Yamamoto estaba ahí con su hijo… pero tras una palabra, identificamos a ‘Harry’.
Susurraba ‘lo siento’ una y otra vez, ‘perdón’ decía acompañado de un golpe ahogado en la cama, ‘de veras lo siento’ repetía tras un hipido, ‘es mi culpa, debí decir algo, debí decir el motivo por el que estoy en este tiempo… pero, lo siento tío Takeshi, estoy siendo egoísta y en verdad quiero salvar a papi de morir, de verdad quiero salvar la felicidad de todos los que me dieron un hogar… un verdadero hogar’dijo a media voz.
Dame-Tsuna estaba clavado al suelo, quizá por escuchar los lastimeros sollozos de ‘Harry’, quizá por escuchar lo que ‘Harry’ susurró con tanto dolor y remordimiento, quizá no sabía cómo ‘enfrentar’ a ‘Harry’, o, quizá, Dame-Tsuna estaba impactado por la revelación de ‘Harry’: el que haya llamado ‘tío Takeshi’ a Yamamoto.
Si no fuera por todos mis años en el trabajo de Hitman, por el buen manejo de mis emociones, también estaría petrificado. ‘Harry’ ha dejado ‘ver’ más de él en estos cinco minutos que lo que ha demostrado en el tiempo que ha pasado desde que apareció. Ni Dame-Tsuna ni yo nos movimos, en parte por esperar que ‘Harry’ revelara algo más, y por la otra, para no hacerle saber que lo escuchamos. Aunque por el rostro de mi Dame alumno… de alguna manera él se siente culpable por el dolor de ‘Harry’.
Cuando intentamos entrar él ya no estaba.
Si no fuera porque tanto Dame-Tsuna como yo lo escuchamos, lo habríamos atribuido a una ilusión, una muy buena.
Pensando en lo que escuché de ‘Harry’ esta noche y en las veces anteriores, si el ‘ataque’ a Yamamoto fue el inicio de todo un conflicto, creo que mantenerse lejos para no intervenir es lo mejor que él puede hacer. Ese chiquillo, parece que sí sabe dónde intervenir y dónde no para no causar estragos en la ‘línea de tiempo’… supongo que si deseo tener respuesta a mis dudas, será más pronto de lo que parece.
.
.
.
.
La Ceremonia de Sucesión falsa cumplió su propósito, y descubrimos a los culpables… eran los chicos de Simon.
Aquellos que Dame-Tsuna y los demás consideraban ‘amigos’.
Ellos fueron quienes atacaron a Yamamoto, quienes destruyeron los anillos Vongola y quienes amenazaron destruir esta familia.
No puedo evitarlo, ‘Harry’ me viene a la cabeza, su reticencia con los de Simon cuando estaban cerca, su distanciamiento cuando todos estaban reunidos, su mutismo cuando hablaba con Dame-Tsuna sobre Kozato.
Necesito respuestas, y ese chiquillo no aparece.
Una vez que la reconstrucción de los anillos estén listos, Dame-Tsuna irá en busca de Kozato junto con sus Guardianes presentes (Gokudera, Ryohey y Lambo), su cabeza está hecha un torbellino, está confundido y ‘Harry’ le viene a la mente constantemente… parece que ató los cabos al igual que yo.
Mi Dame-alumno sucumbió ante el cansancio y el sueño, más por cansancio extremo que por decisión propia. Tomando en cuenta mi instinto, subí al techo a aclarar mi mente. Para mi suerte… y propia estupidez-de-novato que dejé hace tiempo atrás… ahí estaba ‘Harry’.
Debí suponerlo.
Debí saberlo.
Debí tener presente que ‘Harry’ jamás se alejaría de Dame-Tsuna.
¡Claro que se escondería en el techo!
Me acerqué con cuidado, esperaba que no se alejara, hoy tendría las respuestas que necesitaba.
--Reborn-san. –saludó ‘Harry’.
Estaba sentado casi al centro del techo, cobijado con una delgada manta apenas suficiente para el clima de esta época del año.
Se ve tan desolado, sí, sigue igual de confiado y alerta que la primera vez que lo vi… sin embargo, en la solitud de la noche estrellada se le nota triste, melancólico, a punto de soltar el llanto.
Y pensar que lo creí una amenaza… no es más que un niño.
Uno bien entrenado, fuerte, maduro pero niño al fin y al cabo.
Tras unos minutos de silencio, sin obligarlo ni amenazarlo, ‘Harry’ empezó a hablar. Pocas palabras primero, más frases le siguieron y, ya con una confianza que no sabía ‘yo’ causaba en él no dejó de emitir su voz hasta que dijo demasiadas cosas.
Me contó todo.
Todo lo que la vida… sus vidas… le brindó.
El ‘saber’ jamás fue tan abrumador como lo era en ese momento. ‘Saber’ y no poder hacer nada para remediarlo pues podría empeorarlo. ¿De qué me sirve tener el título del Mejor del Mundo si no puedo terminar de digerir lo que ‘Harry’ me ha revelado? Es un gran peso el que lleva en sus hombros… al menos ahora comparto un poco de peso con él. Sí, es tan poco, él evitó darme detalles que podría encontrar demasiado tentador para ‘arreglarlo’… me compartió todo de su vida, me dijo sus metas y sus temores, y, también se aseguró de no dar más de lo que yo podría soportar.
.
.
.
.
Me pregunto cómo lo hace. Avanzar cada día, tener a su familia cerca y aun así tratarlos como desconocidos, verlos sufrir y no intervenir, aceptar sus sospechas y acusaciones, reír un poco con ellos pero no plenamente… tener a sus padres cerca y no poder refugiarse en su calor y protección.
Este chico, tan joven, tan noble y amable, valiente e inteligente, fuerte y humilde… poderoso joven, es el hijo de la persona más importante para mí.
Los protegeré. A ambos. Si lo que ‘Harry’ dijo cuando llegó, si sus padres están en peligro…
--No lo hagas. –susurró –si interfieres, no sabemos qué cosas podrían suceder. Eres fuerte, eres el mejor, eres el mejor respaldo que la familia pudiera tener, pero no puedes proteger a Tsuna-san de algo que aún no sucede. –dijo con seriedad.
--Aún puedo protegerte a ti. –juré.
--Mi familia está primero, tío Reborn, para protegerme, ellos deben estar seguros.
‘Tío Reborn’… es extraño escucharlo, es extraño lo que me provoca, es tan familiar y tan fuera de lugar que me dan ganas de reír y llorar al mismo tiempo.
>>Tal vez, si en lugar de… mi padre… tú hubiese sido quien ganara el corazón de… papi… tal vez, lo que quiero impedir no hubiese sucedido.
Dijo tan bajo que por poco no le escucho. Parecía más un deseo. Una plegaria. Un secreto que lastima pero que de alguna manera es verdad.
--Soy el Mejor Hitman del Mundo por una razón, bambino, no tengo lazos permanentes que me aten a una Familia en específico. Así mantengo varios contactos y recursos, así nadie está en peligro por haber puesto una correa en el mejor Hitman.
--Lo sé. –admitió con un pesado suspiro –Eso me lo dijiste un día que te pregunté el por qué no pasaban más tiempo con nosotros. –dijo cerrando sus ojos como evocando esa memoria.
Nuestro entorno estaba cambiando, frente mi pude ver a una versión mío sentado junto a una versión pequeña de ‘Harry’… en su forma original, sin esas ilusiones que ocultan un poco sus facciones creadas de sus padres… ambos están mirando el atardecer, y mi yo del futuro le explica las razones por las tengo más libertades al no permanecer tanto tiempo con una Familia.
Mi yo del futuro le llama ‘bambino’ con frecuencia, y él parce entender. Y algo ahí, algo que parece ‘Harry’ no había contado con recordar o que había olvidado sin querer, él responde a mi explicación con una simple frase que me paraliza por completo: “Pero tío Reborn, cada que te vas papi está tan triste que parece llorará en cualquier momento”.
La ilusión cambió, pareciera que ‘Harry’ recordó otra cosa, estaban en una clase de despacho, y ahí estaba Dame-Tsuna adulto, con un aire de solemnidad y poder que un Jefe debe proyectar incluso cuando nadie le observa, su pelo es un poco más corto e igual de rebelde, sus facciones maduras y armoniosas que le dan un aspecto de belleza natural parecidos a los nobles de la realeza… mi Dame-alumno será alguien que puede poner al mundo a sus pies tan solo con una mirada.
--Papi… –decía una vocecita tímida, curiosa, perteneciente a ‘Harry’ –¿Por qué tú y papá no se dan besos? –preguntó con sus ojos marrones fijos en Dame-Tsuna.
--¿Qué? –sorprendido miró al pequeño –¿Por qué preguntas eso, cariño? –preguntó confundido.
--He visto a mis tíos más de una vez, besar a mis otros tíos y tías… y cuando les pregunté por qué lo hacían dijeron que era para demostrar lo mucho que les querían… pero, tú y papá nunca se han dado besos, ¿Tú y papá se quieren de otra manera?
Dijo ‘Harry’, en el rostro de Dame-Tsuna había más sorpresa, confusión y algo entre remordimiento, tristeza y culpa.
--Cariño, sí, quiero a tu papá pero es una forma diferente de querer. No por ello debes dudar que te amamos, todo en esta casa te aman, yo más que nadie, aun así, también quiero a tus tíos y tías, a tus primos, y a tu papá--
--¿Y tío Reborn? –interrumpió el pequeño –¿También lo quieres?
El rostro de Dame-Tsuna cambió por un momento, un sentimiento que no quiero reconocer, que no sé si sea capaz de interpretar bien, sonrió a ‘Harry’ y contestó.
--Sí, cariño, también quiero a Reborn.
Esas palabras. Aunque dichas en otro tiempo y dirigidas a otra persona, volvieron a provocarme algo inexplicable, algo que no quiero… me niego a reconocer. No soy digno deello.
Hubo más memorias, más que soy incapaz de recontar, con cada una de ella, las expresiones de ‘Harry’ cambiaban, parece que iba atando cabos de algo a lo que nunca le puso mucha atención.
Dame-Tsuna y Hibari estaban juntos por él. Entre sus padres no había nada más allá que lo que había entre el Cielo y sus Guardianes… sí había cariño, pero, era más un compromiso.
Decidí guardar mis pensamientos para más tarde, para cuando sea capaz de procesarlos, mientras mi único objetivo era este niño que seguro pensaba…
--Así que es por eso que nunca tuve hermanos. Dejando de lado el motivo principal… mis padres… yo… yo fui el motivo por el que estaban ‘juntos’, se casaron por mi culpa, por mi existencia. –sollozó –Si no fuera por mí. Si no fuera por mí, papi estaría vivo, tal vez tú y él estarían juntos, tal vez papá habría encontrado a alguien más y sería feliz, si no fuera por mí la Familia estaría feliz, con su Cielo y mucho mejor.
--Basta. –le detuve –Sabes bien que no es así. Tú mereces vivir, merecías ser feliz, y te puedo asegurar que a Tsuna y a Hibari nadie les obligó a hacer algo que no quisieran. Yo tengo mis motivos, –refiriéndome a la ignorancia de los sentimientos de Tsuna –seguramente los demás también. No te tortures porque así, dañándote tú mismo es como puedes herir a tu papi. –le aseguré.
>>Si él dio la vida por ti, como dices, es porque te amaba… te amará siempre. –continuémientras me otorgaba su completa atención– Si Hibari estuvo a tu lado como una figura paterna, no a la fuerza a él nadie le obliga a nada ni toma órdenes, es porque te amaba. Si tus tíos no se opusieron, te amaron y estuvieron contigo no fue por ‘deber’ hacia su Cielo sino porque realmente te amaban. –recalqué lo obvio, lo que él añoró durante su previa vida y de lo que no se cree merecedor en esta.
Antes que esquivara mi mirada, con mis diminutas manos le detuve, esto es algo que le tiene que quedar claro… para que no se siga atormentando, para que no tema perder el amor que ahora tiene.
>>Deja de culparte por cosas que te sucedieron, cambia las cosas si así lo quieres pero que sea por las razones correctas no porque te sientas responsable de sus decisiones. Tú estás aquí, respiras y sientes, vives… agradece a quienes te dieron vida, agradece a quienes estuvieron ahí para protegerte cuando aún no podías cuidarte tú mismo, agradece la vida que te dieron y sigue adelante. –dije lo más claro que pude, lo dije claro y sin titubeos, le dije la verdad absoluta.
>>Sigue adelante, sigue viviendo y sé tú mismo. Así podrás ‘compensar’ a las personas que nunca te dejaron solo. –usé el último recurso que cualquier persona haría caso, dar la oportunidad de ofrecer algo a cambio de lo que reciben y que inconscientemente no se sientes merecedores –Y recuerda que aunque no lo parezca, todos y cada uno tiene esa capacidad de decidir y si ellos decidieron estar contigo y ser parte de tu vida, fue eso, fue su decisión. No olvides que cada decisión tienen una consecuencia, no importa lo poderoso que sean, todo se rige así, una decisión desencadena algo… y si tú estás aquí, y quieres ‘cambiar las cosas’, recuerda que lo que suceda sigue siendo ‘sus decisiones’ y que aunque quieras y lo deseas eso no lo puedes cambiar. –concluí.
--Tío Reborn. –susurró.
De un momento a otro, mi cuerpo de infante desapareció para adquirir mi autentica forma… no registré el cambio hasta que él se alanzó a mis brazos. Lloró y lloró, y no lo interrumpí, me quedé ahí a acompañarlo, a consolarle, a asegurarle que ya no estaba solo y que yo estaría siempre con él… que lo cuidaría y le acompañaría, que a pesar de mi trabajo como Tutor y Hitman, estaría ahí para él.
Llegó el alba y nosotros seguíamos en el techo. La ilusión de mi cuerpo original se había desvanecido y el ruido de los llamados de Dame-Tsuna se escuchaban por toda la casa.
--Oye, bambino, antes que bajemos… dime, ¿cuál es tu verdadero nombre… el nombre que te dieron en esta vida?
--¿No lo adivinas, tío Reborn?... ¿Cómo me habrías llamado si te hubiesen dado la opción de nombrarme? –dijo con una juguetona sonrisa.
--No juegues conmigo bambino, estás a años luz de hacerme bromas. Sin embargo, si tuviera que adivinar… diría que todos tienen un cielo al que admirar, proteger y en donde buscar consuelo, incluso el propio Cielo de Vongola… ¿No es así, Sora?
Él tan solo sonrió… esas sonrisas heredadas de su papi. Sinceras y luminosas.
.
.
.
.
Mientras bajamos de la azotea e iniciamos a buscar a Dame-Tsuna, pienso en el cómo cambiarán las cosas ahora que “sé la verdad” de Sora. ¿Cuánto podré compartir con el Noveno? ¿Cuánto podré decir a mi Dame alumno y sus Guardianes sin levantar sospechas? ¿Cómo podré ‘proteger’ a Sora de mil y un preguntas que le harán a cada momento?
¿Cómo podré ser capaz de mantener mi calma cuando vea a Tsuna y Sora en el mismo lugar, juntos, y no pensar en el lazo que comparten?
¿Cómo podré evitar que Tsuna sienta ‘algo’ por mí?
Tantas preguntas, tanto ‘conocimiento’ insuficiente y peligroso, la sobreprotección que de pronto siento hacia Sora y hacia Tsuna al saber que este conflicto con la Famiglia Simon puede causarle la muerte en el futuro.
Y aun así, no me arrepiento de ‘saber’…
No si así puedo hacer que Sora no se sienta solo, es parte de la Famiglia Vongola, es el hijo de mi querido pupilo y mi futuro alumno después todo.
…el futuro, bueno, el futuro no está escrito en piedra.
Veo a mi alumno y pienso “Vamos Tsuna, hagamos un mejor futuro para todos… mientras, démosle un presente toda vía mejor a Sora.” Aunque en su mirada hay confusión, también me dedicó una sonrisa y luego se acercó a Sora para disculparse lo sucedido hace unos días.
De algo estoy seguro, nunca estaré aburrido al asociarme a los Vongola.
Fin.