Lucius Malfoy era un respetado miembro de la sociedad en la que vivía, una de las personas más cercanas al Rey James, que desde niños Habían sido grandes amigo junto con otras personas más como Sirio Orión Black, pero a diferencia de él, el rey James o su amigo Sirius él no era de las personas que le gustaba ayudar a los pobre de hecho por lo general los daba como una basura que para su gusto no deberían existir.
Eran una mancha en tan distinguido reino que se levantó desde los escombros que todos las grandes personas como el rey James o el que fue quien dirigió a diversas personas en cómo deberían estar manejando sus tierras, fue el fundador de nuevas fábricas donde contrato a las personas.
Los esclavos o lacayos no eran algo que realmente fuera visto muy seguido por esos lugares, y normalmente se les tomaba como esclavos cuando adquirían una deuda de la cual no podían pagar o simplemente no podían darse el lujo de tener uno, pero eso a Lucius no le importaba para el cuándo se tenía una deuda se tenía que pagar al precio que sea incluso si perdían la vida.
Pero eso lo pensaba antes de conocer el amor en un lacayo, un día el señor Peter pettigrew le pidió una gran suma de dinero y cuando era el día de pagar la deuda no tenía el dinero para pagarle, pero le pago con elegir si quería un sirviente o un lacayo; realmente eso no le interesaba ya tenía un personal que le hacia la limpieza o la comida, quien lo asistiera. Pero en cuanto miro los ojos de Remus se enamoró de aquel muchacho que era como 10 años menor que él.
Ahora estaban ahí en su habitación, Remus seguía completamente dormido, a lucius le gustaba mirarlo así se veía tan frágil que le parecía que todas las personas a su lado eran insignificantes nadie se igualaba a su belleza, lo quería para el solo cuando lo encontró le dio una rabia, tenía una marcas de golpes por todo el cuerpo y presentaba desnutrición lo miraba y no quería creerlo.
En ese momento tomo al pequeño Remus y lo llevo enseguida a su casa, pidió asistencia de la mucama y esa noche despertó hambriento y comió todo lo que le sirvieron.
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-Quiero que todos ustedes escuchen bien mis palabras de hoy en adelante todos servirán a Remus con el mismo respeto que lo hacen conmigo, no quiero ninguna falta con él, yo saldré de viaje por 4 días y mientras no esté quiero que sirvan a remos como si del mismísimo James se tratara ¿Lo han entendido todos?
-Si señor Lucius- Todos las personas rodeándolo repitieron la frase al unísono.
La verdad es que todos se extrañaron cuando el señor Lucius llego con aquel muchacho entre sus brazos y la mujer que más se enfadó de lo que acababa de ocurrir fue Narssisa Black que era la prima de Sirius Black, pero estos se odiaban a mas no poder, aquella mujer se las ingenió para poder ser la mejor sierva que Lucius pudiera tener y su enfado iba a que un simple persona llego a destruir lo que años ella tardo en armar.
-Las personas al servicio de Lucius acataron las ordenes de aquel hombre, llevando lo que pidiera Remus, pero el ultimo mencionado realmente sentía una enorme incomodidad del que todos le sirvieran a el cuándo unos días atrás él era el que tenía que estar sirviendo a comodidad de su amo.
Cuando decidió salir a explorar su nueva casa sentía vergüenza de que lo miraran con ojos extraños, apenas tenía 5 días de haber llegado y Lucius le había pedido matrimonio.
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Remus sentía una enorme pena de comer enfrente de su nuevo señor y que este no le quitara la vista de encima.
-Mi señor muchas gracias por su gesto de amabilidad conmigo.
-Dime hermosura cuál es tu nombre.
Remus se puso tan colorado que no sabía cómo ocultarlo-Me llamo Remus señor.
-Por favor llámame Lucius.
-pero mi señor eso es una completa falta de respeto para usted.
-Bueno Remus dime alguien cuando estaba al servicio de otras personas te desposaste con alguien o te acostaste con alguien.
-Mi señor que clase de pregunta es esa.
-Solo contesta mi pregunta honestamente, tu futuro depende de esa simple pregunta,
-Por supuesto que no Lucius mi trabajo solo era arar la tierra y cuando no terminaba era azotado.
-Bueno entonces está decidido.
-¿Qué está decidido?
-Bueno tú te casaras conmigo y tendrás a mis descendientes.
-Lo siento señor Lucius pero no puedo casarme con usted.
-¿Cuál es impedimento?
-Bueno yo no quiero casarme con alguien que no ame.
-Bueno eso es muy fácil de solucionar si hago que te enamores de mí no tendrás que preocuparte por casarte no es así.
-Pues sí señor pero no debería perder el tiempo conmigo hay mejores personas allá fuera con quien podría casarse.
-En primera solo dime Lucius no lo adornes con honores no me gusta que tú lo digas así y segunda nadie le puede ganar a tu belleza y en tercera deja de preocuparte yo he decidido que me casare contigo una vez que t enamores de mí.
-Lucius que cosas dices.
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Después de esa escena tan vergonzosa todos los días el recibía un ramo de rosas que contenía 20 rosas que eran por cada año que tenía, chocolates de los más finos siempre lo esperaban al despertar del lado derecho de su cama, pero eso no era lo que lo estaba volviendo loco era las cartas que Lucius le escribía solo unos pocos días con él y podía escribirle cartas de amor como si lo estuviera acortejando desde años antes.
La llegada de Lucius lo altero esa misma noche llegaría, le asombre que aunque Lucius no estuviera las cartas rosas y chocolates no pararon, La puerta se escuchó abrirse y el comedor estaba listo solo para ellos dos, Remus sentía que moría en cualquier momento, Lucius antes de irse le pidió a una sastre que hiciera la mejor vestimenta para su amado Remus, que lo hiciera relucir coma la joya que era, Su traje era de un color negro azulado con una camisa color crema y unas hermosas botas negras de cuero ese conjunto lo eligió la mucama y dijo que eso le sentaría de maravilla.
-Remus no sabes cuánto te extraño-Lucius en cuanto llego tomo al pequeño entre sus brazos una mano en la cintura y la otra en su barbilla-Te e traído regalos que siento fueron hechos para ti.
-Lucius no necesitas traer tantos regalos, la casa ya está llena de las rosas que me regalas y ya no sé dónde más poder tenerla.
-Bueno si nos rosas no son lo que quieres tu pide y lo tendrás, cualquier cosa no miniare en gastos.
-Bueno yo solo quiero un libro.
-¿Un libro? ¿Sabes Leer?- Lucius quedo atónito, pues no creía que Remus supiera leer, según el todos los sirvientes o lacayos no sabían leer.
-Por supuesto que se leer, mi padre era un Bibliotecario, pero cuando nuestra biblioteca se quemó mi padre me ofreció como pago a- Las palabras no fueron terminadas, Lucius le tapó la boca.
-No siguas si quieres un libro, por favor sígueme-Lucius llevo a Remus cerca de su despacho-puedes venir aquí cuando quieras leer este lugar es tuyo desde ahora y nunca jamás vuelvas a decir que eras un sirviente enfrente de mi o de alguien más.
-Te doy vergüenza ¿Verdad?-Remus bajo la mirada lo sabía era demasiado bueno para ser verdad lucius se avergonzaba de el por ser un lacayo de alguien más.
Lucius volvió a tomar a Remus de la cintura quedando el pequeño pegado a su pecho-Te equivocas no me avergüenzo de ti, solo me pone celoso que tú le hayas pertenecido a alguien más.
--es enserió.
-Sí.
-Sabes Lucius no me has vuelto a decir que si me quiero casar contigo desde hace un tiempo acaso la proposición ya no está en pie.
-Por supuesto que sigue en pie, pero no quiero que me rechaces por eso estoy esperando el momento en que tu estés listo y sea el momento adecuado.
-Y este no es el momento correcto.
-Estás hablando enserió.
Una pequeña acentuación por parte de la cabeza de Remus le emociono tanto que salió corriendo de aquel cuarto diciéndole a Remus que lo esperara un poco, después que Lucius volviera regreso con una pequeña cajita.
-Mi amado Remus ¿Quisieras unir tu vida justo con la mía para la eternidad y tener a nuestros hijos?
-Claro que si quiero pero si hablamos de hijos solo quiero uno.
-Cinco-Repelo Lucius.
-Te ofrezco dos y esa es mi última palabra.
-Qué te parece si eso se lo dejamos al destino.
-No sigo ofreciendo te dos hijos y no más, lo tomas o lo dejas.
-Lo tomo- No le quedaba más que resignarse, obviamente Remus no tenía planeado tener tantos hijos como Lucius lo esperaba.
-En unos días James celebrara el nacimiento de su primer hijo que te parece si vamos.
-Está bien siempre y cuando no me dejes solo.
-Y permitir que alguien más te mire eso nunca.
-Nunca cambiaras verdad Lucius.
-Cuando alguien se me acerque y quiera coquetear conmigo versa lo que yo siento en todo momento, además es tu culpa por ser endiabladamente lindo y sexy.
-Si alguien mas se te acera no dudes en que la correré sacándola del cabello.
-Bien ahora qué tal si vamos a cenar tengo mucha hambre no he comido desde esta tarde.
La cena fue muy agradable y muy romántica velas y rosas decoraban la mesa, una agradable platica acerca de su boda donde Remus le pedía que solo trajera a las personas más cercanas a él, porque por su parte él no tenía amigos o familia a la cual invitar a su boda; lacena termino con un postre, el vino que estaban tomando los dejo un poco mareados y ambos subieron a la habitación de Lucius con la intención de demostrarse cuanto de amaban.
-Lucius serás cuidadoso ¿verdad? Es mi primera vez así que por favor tenme un poco de paciencia.
-Tranquilo mi amor tú no te preocupes por nada y solo goza el momento, seré amable y cuidadoso contigo.
Lucius tomo y recostó a Remus en su cama, una vez que Remus se acostó empezó quitando los estorbosos sacos, la camisa, el pantalón o cualquier cosa que le impidiera observar la desnuda figura de su amado Remus que pronto se lo imagino con el vientre abultado, esa escena seria magnifica tenerla cuanto antes, pero su imaginación paro cuando Remus se quedó sobresaltado al quedar completamente desnudo ante Lucius.
-Tranquilo pichón, todo está bien-Remus solo asintió y Lucius beso apasionadamente a su pequeño Remus.
Volvió a relajarse cuando Lucius succionaba sus pezones y lo dejaba pasmado al punto de solo gemir; Remus no quiso ser el único que estuviera desnudo así que se armó de valor y empezó a desnudar a Lucius, pero el sonrojo no se iba sino aumentaba cuando solo quedaban los calzoncillos de Lucius Remus casi se desmaya, lucius lo recostó nuevamente , puso sus manos sobre sus hombros y le pidió de la manera más amable que se calmara y relajara su cuerpo lo que más pudiera que lo prepararía para poder entrar en él y no quería lastimarlo.
Así fue la manera tan amable en que Lucius lo trataba que lo enamoro, le estaba entregando su virginidad y aun así no fue nada brusco y cuando le dijo que el primer dedo le dolió lo masturbo para que el placer y el dolor se mezclaran y al final solo quedara el placer, después cuando metió el segundo dedo fue más paciente y espero a que se calmara el dolor y cuando metió y movió los tres dedos juntos lo masturbo de manera rápida y al ritmo que también movía sus dedos para que la entrada de su futuro esposo no quedara lastimada.
Una vez que ya estaba preparado Lucius le pidió permiso para poder entrar y Remus solo le dijo que si que lo quería dentro.
-Ah…ah…ah-en aquella habitación se escuchaban los gemido de placer de Remus.
-Remus…eres…Tan…estrecho...ah.
Palabras así eran las que iban venían ninguno de los dos se quejaba del otro realmente sus cuerpos eran tan compatibles, que era difícil negar que estaban hecho el uno por el otro.
-Lucius…quiero ah…ah…venirme.
-Adelante cariño vente todo lo que quieras.
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-Lucius que bueno que pudiste venir a la fiesta de Harry-Jemas se le quedo mirando al pequeño que acompañaba a Lucius-Otro lacayo tuyo eh este es mucho más lindo que cualquier otro que hayas tenido.
-No él no es mi lacayo el será mi futura esposa.
-Oh lo siento muchísimo no lo sabía, de hecho no lo sabía este secreto tuyo te lo tenías muy bien guardado Lucius.
-Nos acabamos de comprometer justo ayer.
-Valla eso es raro de ti y cómo te llamas pequeño.
-Remus Lupin…bueno en unos meses seré Remus Malfoy.
-Me parece bien, Remus quieres conocer a tu reina y al joven príncipe.
-Es por eso que estoy aquí mi rey.
Al escuchar esas palabras Lucius sintió unos celos enormes como osaba Remus llamarle ¡mi rey a otro hombre que no fuera el!-Estoy seguro que a James no le importara que lo llames por su nombre no es así james-
-claro claro llámame por mi nombre para ti seré James, bueno ahora síganme quiero que conozcan a mi hijo.
-En casa hablaremos de quien es tu rey-Remus sabía que esa noche sería una larga y apasionada noche le esperaba.
Después de estar un rato jugando con el nuevo príncipe del reino, de comer una comida exquisita, Remus volvió a ver a su gran amigo Tom, ellos fueron grandes amigos cuando eran unos niños, de hecho eran inseparables bueno eso junto a otro niño que desde que sus padre lo habían comprometido con un pirata no volvieron a verlo, pero esa fue su tarde jugando y hablando con Tom quien le decía que parir es un sacrificio que valía totalmente la pena, pero fueron interrumpidos por el esposo de Tom quien exigía la atención de la reina y que su hijo no la acaparara toda.
La escena le parecía graciosa, de seguro cuando se casara con Lucius y tuvieran un hijo seria así su futuro esposo pidiendo la atención que le correspondía cuando menos lo espero una manos lo sostenían de la cintura.
-Quiero un hijo…lo sabes verdad.
-Si lo sé pero antes yo quiero mi boda.
-Qué te parece si la celebramos dentro de dos semanas, quiero que sea lo más pronto posible.
-Estás seguro, no es muy pronto.
-Claro que no, estás loco quiero que encarguemos a mi hijo de inmediato y así poder restregárselo a James y decirle que mi hijo es mucho más hermoso que el suyo, porque mi esposa es mucho más hermosa que la suya.
-No te parece un poco infantil lo que rieres hacer cariño.
-No él me dijo que ni en un millos de años tu belleza se igualaría a la de Tom, pero yo le dije que jamás te comparara con Tom, tú tienes una belleza que es inimaginable y por ende muestro hijo será igual de hermosos que tú.
-Está bien, pero no estoy de acuerdo en que sigas con tus cosas, que tal su nuestro hijo es doncel y se enamora de Harry, a ver padre número uno que arias.
-Le cortó las pelotas él ni nadie le tocara ni un solo cabello a Draco,
-Así que ya está el nombre de nuestro primer hijo, y si es niña.
-Bueno se llamara Elizabeth siempre me justo ese nombre es digno de nuestra pequeña reina.
-Amor no te adelantes a los hecho esperemos a que nazca y le pondremos un nombre te parece amor.
-Si me llamas amor no me podre contener.
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La boda fue muy hermosa para ese entonces Harry y había abierto los ojos y los tenia de un verde esmeralda igual a la madre.
La fiesta fue muy divertida ese dia su esposo le dio una sorpresa enorme, Remus jamás se sintió cómodo con que alguien le sirviera porque sabía lo que se sentía y su esposo cambio las cosa solo por el cerca del pueblo compro una mansión no muy grande donde solo ellos dos vivirían para la mejor comodidad de Remus.
Al finalizar la fiestita los recién casados estrenaron su habitación con una noche de pasión muy larga.
Lucius y remus después de la acabar con su noche de pasión de juraron amor eterno entre ellos dos y bueno sus futuros hijos
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-sabes Lucius últimamente me he sentido muy mal.
-Quieres que mande llamar al médico-Lucious miraba unos papeles sumamente importantes.
-No te preocupes un embarazo no es grave.
-Oh ya veo- siguió murando sus papeles.
-Te das cuenta de lo que te acabo de decir.
-Claro que te escuche dijiste que estas embarazado…embarazado… ¡EMBARAZADO! Estas seguro.
-Por supuesto eso síntomas son muy reconocibles.-
-Estas bien, quieres sentarte, tienes algún antojo, quieres dormir.
-Lucius tranquilo solo es un embarazo no voy a morir.
Y así fue el embarazo de Remus un mes antes tenía a Lucius rondándole, no lo dejaba ni para ir al baño, de hecho Lucius era quien lo bañaba porque podía cansarse y un mes después del alumbramiento de Draco Malfoy Lucius empeoro no los dejaba ni respirar sin que el aire estuviera completamente limpio, no solía trabajar mucho tiempo duraba 2 o 3 horas fuera de casa después de eso lo tenía encima suyo, su bebe realmente era un angelito no lloraba para nada y solo deportaba para comer y volvía a dormir.
Así era su familia, un esposo que le demostraba con sus cariños a diario cuanto lo amaba y su bebe un hermoso niño que era tan calmado y amoroso que no podía pedir más, como amaba su familia tal y como era.
Fin