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El fetiche de Takano-san por estheyaoista

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Notas del fanfic:

He regresado desde las profundidades de la vida real, espero al menos no haber perdido el hilo.

Este es un one-shot, esperando que sea de su agrado :D 

Notas del capitulo:

Sekaiichi Hatsukoi no me pertenece.

Relato narrado desde la perspectiva de Onodera Ritsu. 

-Solo espérame aquí.

Takano-san a veces puede ser un tirano por completo, no puedo creer que me esté obligando a quedarme y esperarlo como si fuera esta una responsabilidad del trabajo.

Él sale a comprar ¿Y yo lo espero? No soy su esposa, tampoco somos novios, aunque la relación que llevamos es algo confusa y no hemos definido específicamente qué es lo que tratamos de conseguir-Aunque yo  sé de sobra lo que él trata de conseguir con todo esto-él sigue comportándose así de demandante.

-Takano-san es un idiota—Es lo único que puedo decir cuando escucho la puerta cerrarse ¡Con seguro! Estupendo, me veo obligado a esperarlo mientras él va por bebidas y snacks para pasar esta noche libre que tenemos.

Odio el hecho de que Isaka-san haya decidido que mañana tengamos el día libre ¿Qué le pasa por la cabeza tan de repente? Me causó incluso escalofríos verlo tan alegre y con una gran sonrisa mientras nos decía eso, quizás en su vida personal le está yendo de maravilla.

¿Isaka-san será de esas personas que mezclan la vida privada con la laboral? Aún no consigo pruebas de que así sea por lo que me es difícil especular al respecto.

Pasaré este día gratamente entregado por mi jefe en el departamento de Takano-san cuando mi apartamento se encuentro al lado contiguo ¿Y si escapo por la ventana? No, eso sería alocado y no estoy para eso.

-Le gusta tener todo ordenado—Murmuro viendo el entorno donde me encuentro, los pensamientos viajan de un lado a otro, puedo tener una cosa en la cabeza precisamente ahora y cuando me doy cuenta, ya estoy pensando en qué voy a comer dentro de una semana.

Pero el tema del departamento de Takano-san es algo que no puedo sacar de mi cabeza ¿Cómo es posible que tenga todo el apartamento bien ordenado cuando el trabajo nos agobia completamente? Yo a duras penas puedo guardar una camisa sin necesidad de desordenar el cajón para luego buscarla.

-Quizás Takano-san no tiene tanto trabajo como parece—Enseguida bajo la cabeza al tener esa clase de pensamientos ¿Qué estoy diciendo en la casa de Takano-san? Lo he visto morir de estrés y cansancio en varias ocasiones, su trabajo es incluso mucho más pesado que cualquiera de nosotros.

Se la pasa revisando nuestro trabajo, reclamando y negociando con los de la imprenta, y yo mismo he pasado por eso unas escasas dos veces. Sé lo difícil que es aplazar el tiempo de espera y cuán molestosos pueden ser al momento de reclamar el trabajo ¿Por qué entonces tengo esa clase de pensamientos en este momento?

Si Takano-san quiere tener su casa bien arreglada entonces debe darse un tiempo entre todo el trabajo, eso solo demuestra que sabe distribuir sabiamente su tiempo y no es como yo, que lloro y muero por algo más de mi trabajo. Esto me hace sentir un poco inútil y me hace dar cuenta que para llegar a Takano-san me falta un largo camino por recorrer.

Empezando por mi apartamento, quizás esa sea la clave para dar un paso más hacia Takano-san, tener ordenada mi sala como la que estoy viendo, el pasillo que ahora recorro no tiene basura ni restos de comida. Y su habitación es completamente habitable, un digno lugar para descansar.

-La cama de Takano-san es cómoda—Lo digo por experiencia.

Mi cama hace mucho que dejó de sentirme por las noches, el sofá es más amigo de mi espalda, y claro, esta desgraciada cama también ha tenido más oportunidades de permitirme descansar que mi propia cama.

Se ve suave y fresca, quizás es el tranquilizador color blanco de sus sábanas o la frescura de su aroma a detergente y suavizante.

La habitación de Takano-san no es la excepción para mantenerse ordenada, no es como la mía, con restos de bebidas energéticas por todos lados. Todo esto me molesta e hiere mi orgullo porque me hace recordar cuán bien se veía mi habitación en el pasado, hace once años ya.

-Increíble, hasta sus lentes—Digo al ver sobre una mesita los típicos lentes de Takano-san.

Estos se encuentran en su cajita cubiertos por un paño que imagino utiliza para limpiarlos. Dejo que mi cuerpo caiga sobre la cama de Takano-san y tomo sus lentes para analizarlos con detenimiento. Siempre me llamaron la atención por su color y su forma, no puedo negar que le quedan demasiado bien ¿Será que hay algo que a Takano-san no le quede? Lo dudo, es decir, dejando todo de lado, Takano-san es muy guapo y llamativo.

Mis dedos recorren el marco, miro sus lunas intentando no toparlas, sé cuán molesto es andar por ahí viendo las huellas de dedos ajenos, mi papá siempre me reprendía por ello.

El espejo frente a mí arroja mi reflejo, miro con detenimiento los lentes y una vaga idea cruza por mi cabeza ¿Cómo me veré con los lentes de Takano-san?

Tal vez esta clase de modelo es de ese tipo que hace ver bien a cualquier persona que los use, esta vaga idea me empieza a atormentar y a exigirme que no me vaya de ese lugar hasta intentarlo.

Les doy la vuelta y los coloco en mi rostro, lo sabía. Tienen poco aumento, posiblemente sean solo de descanso, pero aun así puedo notar la gran diferencia entre que Takano-san los lleve y llevarlos yo. A él le quedan mejor.

-Parezco un nerd—Murmuro sabiendo que es verdad, posiblemente si alguien me viera diría que soy más un ratón de biblioteca o algo por el estilo.

Decepcionado de saber que esos lentes no son los que hacen ver bien a las personas, los coloco en su lugar y me dispongo a retirarme, en ese mismo instante puedo escuchar el ruido de la puerta principal al cerrarse y a Takano-san ingresar.

-Espero que no hayas escapado por la ventana—Anuncia mientras se deja ver con las compras en las manos siendo guardadas por las fundas—Ah, veo que si estás aquí después de todo.

-¿Pero qué dices? ¡Si me dejaste encerrado! ¿Cómo querías que escapara?

-Eso no es verdad—Esa sonrisa suya me molesta a tal punto de querer cerrar los ojos y no verlo más—La puerta quedó sin seguro, pudiste irte en cualquier momento. Pero el que no lo hayas intentado me alegra mucho.

-¿Qué?— ¿Pude haber escapado de este tormento en cualquier momento?

Takano-san lo hizo a posta, cómo odio esa actitud suya. A veces he llegado a pensar que enamorarme de él en un pasado solo fue el castigo divino de los dioses por todo lo malo que hice y voy a hacer en un futuro. Es un demonio, un demonio completo, posiblemente sacado de las cenizas del infierno, de pecados y maldades cometido por toda la humanidad. Sencillamente es la cría maligna del sufrimiento y la perversión.

-No intentaste escapar ¿No es así? Por eso no te diste cuenta que la puerta estaba abierta.

-¡Ni siquiera lo intenté! ¡Te conozco tan bien como para decir de lo que eres y no eres capaz! El dejarme encerrado para que no me fuera es una cosa que tú harías sin pensarlo dos veces.

-Oye, eso hace que suene como si fuera un tirano de primera, no soy así.

-Lo eres.

Takano-san es eso y mucho más. Quiero salir, la vergüenza se apodera de mi ser y pronto estaré diciendo o haciendo puras cosas que no quiero, Takano-san no me dejará ir, eso sí es más que seguro.

Se acerca de apoco, quiero alejarme pero me retiene haciéndome caer en el sillón, me mira con esa natural mirada de perversión que asustaría a cualquiera. Aunque reclamo por sus actos y me trato de zafar, es imposible. Me lleva a cuestas hasta su habitación, la que yo anteriormente he profanado en su ausencia, lanza mi cuerpo sobre la cama que había alagado hace unos minutos y me mira desde arriba.

-¡Déjame ir! Ni creas que esta vez será igual que las anteriores.

-Oh, claro que no será como las anteriores—Maldición ¿Qué es este mal presentimiento que recorre mi columna en forma de escalofrío?— ¿Sabes por qué? Porque he conseguido una nueva atracción.

Caminó hasta la mesita y tomó sus lentes mirándolos con detenimiento ¿Qué demonios está haciendo?

Se acercó a mí con paso lento y torturador para colocar los lentes en mi rostro aunque me negué con creces.

-¿Qué demonios haces? Quita eso que me marea.

-¿Así es? Yo te vi bien cómodo con ellos hace un rato.

Vergüenza, arrepentimiento, deseos de que desde el cielo cayera un meteorito y me desapareciera de la faz de la tierra, todo ello en un solo segundo, Takano-san me hizo sentir las peores emociones de mi vida al decir eso tan a la ligera.

¿Me vio? Me sentí como el adolescente enamorado que fui una vez, cuando me descubrió saltando en su cama como un niño pequeño. Pudo desenterrar ese mismo sentimiento en diferentes situaciones, y en ambas deseaba morir.

Takano-san acomodó los lentes en mí, yo no reaccionaba por el shock momentáneo, pero lo hice al sentir su dedo en mi mejilla acariciándola.

-Demonios, ¿Cómo es posible que unos malditos lentes me exciten? Te hacen ver perfecto.

Justo lo que pensaba hace unos minutos pero a la inversa, yo creo que Takano-san es el que se ve mejor en ellos.

-Q-quítame esto, me mareo.

-No lo haré— ¿Por qué es de esta forma?—Creo que encontré un fetiche gracias a tu curiosidad.

-¡S-solo estaba viendo! D-de verdad, lamento haberme metido así a tu cuarto.

-Nunca hubiera pensado en esto si no fuera por ti, te lo agradezco por encima de reclamarte—Maldición, deja de susurrar en mi oído que me molesta—Además, deberías de saber que esta habitación es tanto tuya como mía, has pasado muchas noches aquí así que se puede considerar “nuestra” habitación.

-¡¿Q-qué demonios estás diciendo?!

¿Por qué aprovechas mis gritos para besarme? El meter tu lengua en mi boca en este momento solo consigue espantarme y querer alejarte ¿Aún no lo comprendes?

Takano-san me empuja a la cama, recorriendo mi cuerpo con sus lascivas manos, puedo sentir un leve temblor en ellas y lo acredito al hecho de que se encuentra desesperado.

-Esto me emociona, Ritsu, admito que has conseguido despertar en mí un fetiche.

Yo no trataba de hacer eso, fue pura curiosidad inocente pero él jamás entenderá eso.

Siento cómo va levantando con los dedos mi camisa, mi cuello es recorrido con sus labios y lengua, me estremezco. Aún si digo que se detenga no lo hará, es más necio que ninguna persona en el universo, si consiguiera conocer a otra persona así, le daría el sentido pésame a su pareja.

Cruza sus manos por debajo de mi cuerpo y me levanta, los lentes se resbalan de mi rostro y ya casi se caen pero él los acomoda con ¿La punta de su nariz? ¡Por todos los cielos! No volveré a ver los lentes de la misma forma, menos si son estos.

Me sostengo de las sábanas cuando baja con su lengua por mi abdomen, por instinto acomodo los lentes que constantemente resbalan y él con la mirada puesta en mis acciones sonríe burlón.

-Eso, no te los quites y mejor acomódalos.

Me vuelve a besar y empieza a desbotonar el pantalón para introducir un dedo por el elástico del bóxer, sabía que esto iba a terminar de esta forma, pero no contaba con el hecho de que yo colaboraría en el acto.

Tomé de los hombros a Takano-san mientras él me quitaba los pantalones, mi mano paseó por su abdomen y lo sentí estremecerse ¿Así que Takano-san también se estremece ante esta clase de caricias? Quién lo diría. 

Besó mis mejillas, acomodó una vez más los lentes y empezó a acariciar con una mano libre mi entrepierna, pasando por en medio de mis muslos hasta sujetar mi miembro con su mano, lo sentí tan frío al contacto y eso me hizo electrizar, su mano en mí parte íntima, su libido desbordando su mirada y mi deseo incrementando ¿Qué demonios me estaba pasando?

Puedo admitir que me gustan esta clase de cosas, sobre todo ahora que soy más consciente de mis acciones y sentimientos, pero ahora es una nueva sensación que ni yo reconozco en mí.

El primer dedo intruso aparece dentro de mí, lubricado con el mismo líquido pre-seminal que he liberado ante sus caricias, solo me estremezco y arrugo más las sábanas, es tanta emoción, mucha excitación y placer. Demonios, me estoy dejando enceguecer por todo esto y lo peor es que me empieza a gustar.

-Ritsu, te ves jodidamente sexy con esos lentes.

No puedo creer que estos desgraciados lentes sean los causantes de despertar su instinto animal.

Bajó sus pantalones y yo con disimulo lo ayudé con los pies, ya dije que ni yo mismo me reconocía, es a esto a lo que me refería.

Sus labios vuelven a tocar mi piel y ahora su miembro es dirigido por su mano a mi interior, arqueo la espalda al sentirlo ingresar y libero un gemido que bien podría haber sido escuchado por los vecinos de arriba y de abajo.

-T-Takano-san, m-más despacio. Por favor.

Takano-san se detiene por completo, me mira y sonríe, gracias a esa pequeña “consideración” que tiene hacia mí puedo respirar un poco.

-Desde hace un tiempo atrás, has dejado de decir que me detenga o que no lo quieres, ahora solo me pides que vaya despacio—Me abrazó hundiendo su rostro en mi pecho, sin salir de mi interior—Eso me alegra, no sabes cuánto. Puedo empezar a sentirme más cerca de tu corazón y de ti por completo.

Estas palabras solo me hacen sentir que he estado siendo demasiado duro con él todo este tiempo, que he sido el villano de toda la historia a nuestro alrededor. Escucharlo decir estas palabras ablandan mi corazón y desaparece al menos el temor de ser lastimado y un poco de mi vergüenza.

Lo abrazo, acaricio su espalda y lo escucho suspirar en mi oído. Da una estocada y empieza el vaivén tanto de sus caderas como de sus manos, uno de sus dedos ha entrado en mi boca y juguetea con mi lengua, la otra mano masturba mi miembro y proporciona suaves caricias, es tanto placer sentido que me es imposible contener mis gemidos, quizás, solo por esta ocasión podría…dejarlo.

-T-Takano-san.

-¿Se siente bien?

Sé que más tarde lo lamentaré con un fuerte dolor en las caderas y el constante molestar de su apática actitud, pero vale la pena después de haberlo visto hacer esa clase de mirada nostálgica.

-Sí, muy bien.

Besa mis labios y los lentes se empañan, los quita con cuidado de no romperlos y quiero imaginar que es porque los necesita para después y no porque quiera utilizarlos en otra ocasión para esta clase de cosas.

Las embestidas se vuelven frenéticas y erráticas, me es difícil mantener el ritmo y ahora él me lleva por completo, dejándome sucumbir por las emociones y placer que recorre mi sangre. El sentir su respiración agitada en mi oído es excitante, estremece y eriza mi piel.

-T-Takano-san…v-voy a…

-Hazlo, no te reprimas y hazlo.

Masturba con más fuerza mi miembro y yo siento mi final, sé que cuando llego a mi límite empiezo a apretarlo en mi interior, él mismo se ha encargado de que yo supiera esos detalles por lo que imagino pronto será su clímax.

Dejo que mi excitación recorra como líquido las manos de Takano-san, estoy agotado y adolorido. Takano-san se ha venido en mi interior y eso más tarde será una completa incomodidad, pero verlo con ese semblante de felicidad plena me hace olvidarlo al menos por el momento.

Se acomoda a mi lado saliendo de mi interior, besa mi frente y frunzo el ceño, quizás si me estoy volviendo más accesible a esta clase de cosas, en otra ocasión hubiera sido diferente, pero creo que Takano-san poco a poco deja que mis sentimientos salgan a flote sin darme cuenta.

Me abraza para cerrar los ojos y liberar una risita contagiosa.

-Lo recordé, aquella vez en mi habitación. Eras como un niño pequeño saltando a la cama, o como un cachorro desobedeciendo a su amo de subirse a la cama. Me pareció tan divertido el que lo hicieras pero también algo sorpresivo.

-No recuerdes el pasado, no es agradable—Y tenía razón, el pasado me lastimaba porque había espinas que al recordarlo se incrustaban en mi corazón.

-Si lo es, es agradable y lleno de emociones. Porque en el pasado te enamoraste de mí, en el pasado me enamoré de ti. Y aunque todo al final no haya salido bien, ahora empezaremos un nuevo pasado que podremos recordar con una sonrisa.

¿Por qué Takano-san se empeña en decir esta clase de cosas? No comprendo que saca con decir todo esto.

Claro, consigue que me esconda de la realidad y me aferre a su ser para sentir que eso será una verdad. Takano-san en verdad es muy astuto y egoísta.

-Creo que será mejor si te compras otros lentes.

-¿A qué viene eso? Estos son ahora mis lentes favoritos, no los cambiaré por nada en el mundo—Su abrazo se forja con más fuerza y me obliga a acercarme más—Bueno, aunque será un problema que recuerde lo que pasó cuando los lleve puestos y no me pueda contener, pero será un sacrificio. Bien, ya era hora de empezar a probar la privacidad de los baños y las salas de reuniones de la editorial.

-¡¿Qué demonios estás diciendo?! ¡Pervertido!

¡Qué alguien me ayude! ¡Me he puesto yo mismo la soga al cuello!

 

Notas finales:

Ok, regresé con este one-shot porque quería desempolvarme un poco. Tengo pensado volver al 80% y ya he estado trabajando en algunos proyectos originales que pronto estaré subiendo. 

Espero que este one-shot haya sido de su agrado :D Estoy algo oxidada.

Muchas gracias por leer :D 


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