Cientos de días me han hecho más viejo
Desde la última vez que vi tu cara bonita
Miles de luces me han hecho más frió
Y no creo que pueda ver esto igual.
Aún podía recordar vagamente del momento en que Lucifer terminaba con mi vida, aún soñaba – Cuando ocasionalmente dormía. – Las lagrimas tibias recorrer mi rostro, el dolor de la daga rompiendo la carne, pero por sobre todo, rompiendo mi alma, la única cosa que me ataba al mundo humano, la única cosa que me permitía ver e interactuar con un humano en especifico; Samuel Winchester.
Pero todas las millas que me tenían separado
Desaparecen ahora que estoy soñando con tu cara.
Desperté con un nudo en la garganta, viendo la nada misma, el color blanco incandescente que me rodeaba por todos lados, sin final. No estaba en el cielo, ni el infierno, ni el purgatorio, estaba en la nada…Y estaba solo, soñando contigo, recordando el hermoso día martes que tantas veces te hice vivir solo para ver tu gesto confundido.
Estoy aquí sin ti bebé
Pero tu todavía estas en mi mente solitaria
Yo pienso en ti bebé
Y sueño contigo todo el tiempo
Estoy aquí sin ti bebé
Pero tu sigues estando conmigo en mis sueños
Y esta noche somos solo tu y yo.
Estaba sentando, ahogado en recordar tu cabello largo, tu pecho firme, tu sonrisa, esas pequeñas marcas de expresión en tu rostro, tu frustración…Solo me quedan los recursos de mis sueños y de no poder verte…De no poder ver a nadie, atrapado en la desgarradora soledad.
Las millas solo siguen pasando
Como la gente por cualquier lado para decir hola
Escuche que esta vida es sobrevoladota
Pero espero que se mejore mientras que vamos.
Ahora entiendo el precio de la vida, el precio de no tenerte, el precio de nunca haberte dicho que eras todo lo que deseaba aun cuando no era lo correcto, podría haberte ayudado a encerrar a Lucifer, podría haberte sostenido en mis brazos como en mis sueños, podría haberte hecho feliz y…Podía haber sido yo la razón de tus sonrisas y no de tus lagrimas.
Estoy aquí sin ti bebé
Pero tu todavía estas en mi mente solitaria
Pienso en ti bebé
Y sueño contigo todo el tiempo
Estoy aquí sin ti bebé
Pero tú sigues estando conmigo en mis sueños
Y esta noche chica somos solo tu y yo.
Miles de veces le pedí a Dios si es que me escuchaba una sola oportunidad para volver a verte, para que uno solo de mis sueños se hiciera realidad; Tú y yo.
Todo lo que se y donde quiera que valla
Se esta tornando difícil pero esto no me quitara mi amor
Y cuando el ultimo caiga, cuando este todo dicho y hecho
Se va a tornar difícil, pero esto no me quitara mi amor.
Gemí de dolor al despertar, veía colores otra vez, estaba en el pasto, sentía la briza fría…¿Era un sueño? Me levanté mirando mis manos asombrado, no tenía mis alas, pero podía sentir ligeramente mi gracia…Yo solo necesita verte una vez mas, y si mi padre lo deseaba luego meterme a donde había estado quién sabe cuánto tiempo, solo necesito verte…
Estoy aquí sin ti bebé
Pero tu todavía estas en mi mente solitaria
Pienso en ti bebé
Y sueño contigo todo el tiempo
Estoy aquí sin ti bebé
Pero tú sigues estando conmigo en mis sueños
Y esta noche chica somos solo tu y yo.
Narración normal.
Gabriel se levantó y sin pensarlo comenzó a correr, no sabía cómo llegar ni a dónde debía, pero necesitaba ver al cazador, a su cazador.
Sin darse cuenta medio-cruzó una autopista, antes de que un automóvil le impactara de costado, haciendo que su cuerpo rodara unos metros mas allá.
–¡Mierda, Sam! – Gruñó frenando el Impala de golpe al haber chocado a alguien, de inmediato ambos hermanos se bajaron apresurados a ver qué había ocurrido hasta estar a algunos pasos, cuando Dean se quedo completamente quieto. –¿Pero qué mierda?
–¿Es…Es Gabriel? –Preguntó Sam al ver el cuerpo del arcángel tirado en la calle, algo ensangrentado y retorciéndose de dolor, mas poco le importó a Dean, el cual le roció con agua vendita.
–Mierda…–Siseó de dolor el arcángel, sentía dolor…Era completamente humano, aquello no debería ni haberle movido si hubiese seguido siendo un ángel. –Joder…–Intentó quedar boca arriba, mirando ambos rostros y de inmediato algo hizo “click” en su mente. –Sam…–Susurró asombrado.
–Dean ¿De verdad es él? –Preguntó al margen de la situación, susurrando como si no hubiese nadie tirando en frente de ambos.
–Joder, sí…¿Me lo cargo? –Sacó lentamente una daga de su cazadora antes de escuchar toser sangre al arcángel.
–¡No! –Gritó Sam arrodillándose en el suelo para cogerle el rostro, odiaba ser tan “humano”, pero así era. –¿Gabriel, cómo mierda estas vivo? ¿Qué haces acá? ¿Me estas escuchando? –Preguntó sacudiendo el cuerpo casi inconciente.
–Sammy…–Susurró Gabriel, alzando su mano, acariciando apenas el rostro del humano, sonriendo y notando el sabor metálico en su boca. –Estaba tan solo allá…Y soñaba contigo en cada momento…Y ahora esto…–Tosió retorciéndose.
–Sam, ¿Quién mierda es este tarado y porqué no puedo cargármelo? ¡Te recuerdo que por su culpa palme mas de mil veces! –Gruñó molesto Dean, con el arma entre sus manos, listo en cualquier momento para terminar el trabajo.
–¡Es Gabriel! ¿Y crees que nos puede hacer algo así? Si quisiera ya nos habría matado, no se habría dejado atropellar. –Contestó, limpiando la sangre regada con cuidado, algo inquieto por la mano que recorría su rostro.
–Yo pedí una sola cosa…Papá me escuchó…–Murmuró adolorido. –Lamento hacerte sufrir…–Cerró los ojos, tomando apenas aire, notando el dolor agudo al respirar, sonrió, qué sarcástica y caprichosa podía ser la vida. –Esto…Esto esta lejos de ser un sueño ¿No? –Se sentó como pudo, notando la desconcertada mirada de ambos cazadores. –Y si lo es…Terminará pronto… –Su mano recorrió la nuca, el cabello largo y sedoso. –Así que no puedo quedarme mucho…–Murmuró.
–¡Sam! ¿Qué mierdas esta diciendo? –Gritó Dean, impaciente al ver a su hermano tan cerca de ese hijo de puta.
–Estoy diciendo que..Soñé tanto con él que ahora…No sé cómo decirle que lo amo…Que lo entiendo…Que solo lo veía desde el costado siempre…Que la vida fue siempre mierdas y bromas hasta que me di cuenta que podía luchar…Él abrió mis ojos y…–Clavó la mirada en los ojos del menor, sonriendo apenas. –Estoy orgulloso de ti, bebé.. –Sus ojos estaban borrosos, apenas distinguía la silueta, moriría. Sabía que su cuerpo mortal moriría y su gracia y alma se apagarían para siempre, era su adiós.
–Sam…Estoy tan orgulloso de ti. –Repitió aplastando sus labios contra los ajenos, dejando a Dean congelado por aquello y Sam casi torpemente besó los labios delgados de manera lenta, ahogando un pequeño sollozo que amenazó romper aquel tacto. –Lamento dejarte así…Bebé... –Susurro nuevamente. –Con la culpa, con la soledad…Con la frustración de seguir el camino…No llores mas…–Pidió, rogó, antes de besarle culposamente una vez mas y dejar su cuerpo descansar.
–M-Murió. –Murmuró Sam, dejando el cuerpo en el suelo, sus ojos se había aguado de un segundo a otro, su estomago se revolvió y se sentó retrocediendo en el camino de manera torpe…Gabriel no había sido el único que había formado un lazo, Gabriel no había sido el único en tener esos sueños y ahora estaba muerto.
–Santa mierda…–Dean apenas reaccionó cuando una luz salió del cuerpo ensangrentado y escapó al cielo, de la nada, el cuerpo se desintegró en cenizas y su pequeño hermano parecía estar en shock. –¡Sam, levanta! –Gritó cogiéndole por un brazo. –Mierda, vamos, no nos podemos quedar acá, andando. –Le jaloneó del brazo, metiéndose ambos al Impala en un segundo y cogiendo su rumbo. El silencio invadió cada rincón del automóvil. –¿Quieres…Quieres hablar de eso?
–No…–Susurró sorprendido incluso de que su voz saliera, Samuel se removió inquieto, aún notando en sus labios el sabor de la sangre del arcángel, de su arcángel.