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TODO UN PARTO por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, solo tomo sus nombres para hacerlos sufrir un poquito

Notas del capitulo:

Hola, les traigo una historia cortita y divertida, espero que se rían un poquito

Capítulo 1.- Dolor de estómago en la madrugada

 

Era la hora de la cena en el Averno y ahora había mucho color y vida en las antes frías y solitarias paredes de Guidecca, desde que su poderoso y austero gobernante había contraído matrimonio con uno de los más jóvenes caballeros de Atena, todo cambió para los habitantes del Inframundo que veían con mucha alegría el cambio en la vida de su señor, especialmente desde la llegada de su primogénito, el que ahora iba de la mano de su padre mortal y balbuceaba palabras intentando formar frases

 

Adrián era el nombre del pequeño príncipe, y ahora tenía dos años, físicamente era muy parecido a Hades aunque era muy cariñosito, risueño y mimado, pegado a su mortal padre que caminaba a su ritmo en dirección al pequeño comedor del segundo piso, al antiguo caballero Seiya de Pegaso aún le costaba creer el cambio que dio su vida al enamorarse y casarse con Hades, bueno el impacto fue para todo el Santuario porque no solo él había unido su vida a un Dios, Shun, el antiguo caballero de Andrómeda era ahora el consorte de Julián Solo y vivía en el templo marino

 

Seiya solía decir que su vida ahora era muy diferente, pero que no la cambiaría por nada porque amaba profundamente a su esposo y a su hijito, su periodo de adaptación había sido algo difícil porque todo pasó muy rápido, su relación con Hades avanzó a paso vertiginoso, y por eso antes de que pudiera procesar lo que le pasaba, él ya estaba viviendo en el Inframundo y esperaba su primer hijo, Hades solía decir que eso estaba signado en las estrellas y que ahora su vida estaba completa porque estaba formando la familia que siempre quiso, las delicadas funciones de Hades consumían mucho de su tiempo, su carga emocional era pesada porque sobre sus hombros estaba la responsabilidad de juzgar almas y determinar sus castigos, por eso no dejaba que Seiya lo ayude mucho con eso, decía que el alma de luz de su esposo era demasiado pura para poder soportar todos los horrores humanos, por eso el joven castaño pasaba sus días entretenido cuidando a su retoño y entrenando con los jueces del Averno, el antiguo caballero de Atena solía decir que el hecho de que ahora sea regente del inframundo no significaba que debía cambiar tan radicalmente su vida, él estaba aprovechando todos los nuevos poderes y habilidades que ahora poseía gracias al poder que Hades le había otorgado al casarse con él

- Papi puuum – dijo el pequeño príncipe señalando las escaleras de caracol que conectaban el segundo y tercer piso en la biblioteca

- Wow… te acuerdas bebé, pero ya no me duele – hacía un par de meses Seiya se había caído aparatosamente por esas escaleras porque estaba caminando distraído mientras leía, aún le dolía el orgullo por ello, Hades se había burlado de él por semanas, y los jueces también, su relación con ellos era por demás cordial, el castaño los consideraba amigos más que súbditos

- Papi yo hamble

- Si, yo también tengo hambre

- Rada celeal?

- Si vemos a Rada le pedimos cereal, aunque tu deberías comer un poco de fruta, no solo cereal

- No futa, no quelo futa

- Cuándo vas a hablar claro bebé?

- Yo bebé

- Si… eres mi bebé, ven acá – Seiya se agachó un poquito y tomó a su bebé en sus brazos para poder caminar un poco más rápido, si había algo que a Hades no le gustaba era que le hagan esperar

 

En el salón comedor, Hades estaba tomando una copa de vino mientras esperaba a su esposo y sonrió cuando lo vio llegar, el pelinegro se acercó a su castaño y lo besó suavemente en los labios antes de tomar a su hijo en brazos y besar su cabecita

- Lo siento si nos demoramos, estábamos caminando pero nos tardamos mucho al ir a su ritmo – dijo Seiya acariciando la mejilla de Hades que sonrió y tomó su mano para besarla

- Debiste seguir caminando y no cargar al pequeño diablillo, no debes hacer fuerza amor mío – el Dios del averno acarició el vientre de su esposo, hace apenas un par de semanas se habían enterado de la venida de su segundo retoño, la pareja estaba feliz por ello pero Seiya había tenido varios estragos en su nuevo embarazo, muy parecidos a los que tuvo en el primero

- Ya fue solo un tramo cortito, nos sentamos?, me muero de hambre – dijo Seiya caminando a la mesa

- Yo celeal – dijo el pequeño Adrián permitiendo que su padre lo acomodara en la sillita alta

- Cereal en la noche?, vaya…

 

Hades estaba tomando su café luego de la cena y miraba muy entretenido como Seiya estaba tratando de darle de comer a su pequeño hijo que ya no estaba comiendo nada,  solo reía y se tapaba la boca, luego la abría pero cuando Seiya le acercaba la cuchara, la cerraba y se la volvía a tapar, así estuvieron hasta que Adrián empezó a bostezar, ahí Hades lo cargó y la familia de tres caminó hacia las habitaciones por el pasillo que estaba iluminado por antorchas, Seiya iba moviendo la cabeza de lado a lado y se quejaba suavemente

- Estresado? – preguntó Hades como quien no quiere la cosa

- No… adolorido, me duele un poco la espalda, también me duelen las piernas, especialmente los pies, son cosas del embarazo no te apures – dijo Seiya estirándose y suspirando sonoramente

- Pero si ya no estás entrenando, no tendría por qué dolerte el cuerpo, no?

- En teoría no…

- Yo creo vida mía que te sugestionas y por eso crees que te duele el cuerpo – dijo Hades encogiéndose de hombros, él había leído que en términos generales el poder de sugestión era poderoso en los humanos y creían que estaban enfermos cuando no lo estaban, lo mismo se aplicaba a la religión, a la fe, y a muchas cosas más

- Me sugestiono? – preguntó Seiya claramente ofendido

- Yo creo que si, porque te estoy compartiendo mi cosmo y mi fuerza vital, tienes el poder del averno fluyendo por tu cuerpo por el bebé que crece dentro de ti, entonces no debería dolerte nada, si algo… deberías sentirte más fuerte, especialmente luego de los cuidados que hemos tenido, las pociones que Hécate te da a tomar y los cambios que sufriste en el primer embarazo que con Asclepio nos aseguramos de que quedaran en ti y te hicieran más fuerte

- Entonces según tu, todas las molestias que tengo, son solo ideas mías?, la incomodidad que siento en las noches que no me deja dormir, el estreñimiento, el dolor muscular en todo mi cuerpo, los mareos que me dan, la hinchazón y la nausea, son solo producto de mi imaginación?

- Seiya…

- Cuando me duele la espalda y no encuentro una posición cómoda en la que acostarme, es solo una idea fija que tengo en la cabeza?

- Seiya…

- Cuando estoy vomitando hasta las entrañas porque todo me hace daño, es psicológico según tu?

- Seiya…

- Cuando me pongo sentimental no es porque tengo las hormonas alborotadas, es porque me gusta hacerme el dramático?

- No lo tomes así amor mío – dijo Hades cayendo en cuenta del error que cometió, su esposo si estaba más sensible por su embarazo y habían cosas que él no necesariamente consideraba de importancia que Seiya si, y se ofendía con mucha más facilidad

- Y cómo quieres que lo tome?, si según tu estoy a un poquitín de que me pongan camisa de fuerza y que me ingresen a un manicomio porque me sugestiono y nada de lo que me pasa es real – el castaño entró a la habitación de Adrián y tomó a su bebé en brazos mientras Hades caminó hasta la cómoda y sacó la pijama del niño

- Es que a veces… si haces tormentas en vasos de agua, deberías relajarte y disfrutar de tu embarazo, descansar y no preocuparte por nada – Hades se arrepintió de lo que dijo cuando vio como los ojos de Seiya chispearon, en especial porque el castaño respondió y hablaba muy rápido al decir:

- Eso es fácil para ti decir, no tienes a una persona creciendo en tu barriga, ya quisiera verte yo a ti con todos los achaques de mi embarazo a ver que cara pones

- Mi amor… ya no te enojes conmigo, olvida todo lo que dije, no me hagas caso y mejor dame un beso

- No te doy nada, y sabes qué?, para que veas que si te hago caso y yo si te tomo en cuenta, me voy a relajar y voy a disfrutar de mi embarazo en mi habitación, tu cambia a Adrián, acuéstalo y quédate con él hasta que se duerma, buenas noches super papá – Seiya puso a Adrián en brazos de Hades y antes de que el pelinegro pudiera decir algo, Seiya ya estaba fuera de la habitación del bebé, Hades suspiró y dijo a su hijito:

- Escúchame bien, cuando te cases, nunca, pero nunca le digas a tu consorte que alguna cosa que le pase son solamente ideas suyas, sino te van a mandar a dormir a la perrera como tu papito seguramente me va a mandar a dormir a mi hoy

 

Hades se tardó en cambiar de ropa a su revoltoso hijo y se tardó mucho más en acostarlo y dormirlo, eso usualmente lo hacía Seiya, él siempre estaba por ahí mientras su esposo lo hacía pero nunca lo había hecho sin ayuda, Seiya lo hacía parecer todo fácil pero realmente no lo era, dioses…

 

Cuando finalmente Hades volvió a su habitación, encontró a Seiya acostado de ladito con una almohada entre sus piernas y profundamente dormido, o por lo menos parecía profundamente dormido, el pelinegro suspiró y sonrió, se desnudó y se acostó junto al cálido cuerpo de su esposo, lo abrazó y le besó el hombro al decir:

- Sé que no estás dormido, sé que soy un idiota pero… a veces hay cosas de los humanos que no entiendo, no quedamos en que me ibas a enseñar?

- No puedo hacerlo si no me crees y completamente le restas importancia a mis cosas – respondió Seiya en un susurro

- Lo siento amor, no quería ofenderte, me perdonas?

- No

- No? – Hades sonrió y besó el cuello de Seiya que se volteó un poquito y besó a Hades en los labios al decir:

- No

- Mentiroso, tu siempre me perdonas – dijo Hades y acarició la mejilla del castaño que sonrió pícaro y le guiñó un ojo antes de besarlo en los labios otra vez y acurrucarse en su pecho, Hades lo abrazó y suspiró al decir: - Te amo

- Yo también te amo, pero tienes que entender que no somos iguales, a ti no te pasa lo que me pasa a mi, y por ese hecho deberías tomarme más en cuenta cuando te digo algo, en cambio tu haces lo contrario, minimizas lo que sea que me pase y te burlas de mi por ser humano – Seiya dijo esto en un susurro, Hades le acarició la nuca y se incorporó un poquito separándose de él para poder mirarlo a los ojos y decirle:

- No es mi intención hacerlo, es que lo que te pasa no tiene lógica

- Y quién te dijo a ti que los seres humanos somos lógicos? – Seiya miró a Hades que abrió la boca para responder pero al no tener argumento la cerró, arqueó una ceja y besó a su esposo en los labios, se acomodó en las almohadas y dijo todo pensativo:

- En eso si me desarmaste, tienes razón…

- Qué dijiste?, wow… está nevando afuera?, hay cerdos volando por la ventana?, se congeló el tártaro???, repite lo que dijiste, repítelo pero déjame llamar a Rada para que te escuche, necesito testigos – Seiya se incorporó en la cama y sonreía divertido, Hades en cambio le hizo una mueca y cerró los ojos al decir:

- No no no, esas cosas se dicen una sola vez en la vida

- Tramposo, pero bueno… acepto lo que puedo conseguir – Seiya besó a Hades en los labios y luego se acurrucó en su pecho tapándose con las mantas y haciéndose bolita en la cama, Hades suspiró y sonrió cuando su esposo susurró: - Pero abrásame que tengo frío

- Tu siempre tienes frío…

 

***

Rayos iluminaban el cielo y truenos rompían el silencio de la noche en el Averno, en la habitación principal del castillo, el poderoso Dios del Inframundo dormía tranquilamente hasta que un dolor algo extraño lo despertó.  Esto era por demás inusual porque a él, Dios inmortal y Regente del Averno, cómo podía ser posible que le doliera el estómago???

- Seiya… Seiya… despierta amor, auch… despierta… - el pelinegro se dio la vuelta en la cama y acarició suavemente la espalda de su joven consorte que saltó asustado

- Hades… qué pasa?, es Adrián? – el castaño lució confundido por unos momentos y saltó de la cama para sin ver nada ni a nadie salir de la habitación y cruzar el pasillo para acercarse a la camita de su primer retoño que estaba en su habitación completamente dormido y abrazaba su perro de peluche, Cerbero estaba acostado al pie de la cama de Adrián y alzó su cabeza al ver entrar a Seiya que acarició la frente de su hijo y lo cobijó de mejor manera antes de volver a su habitación, al entrar miró con detenimiento a Hades y se dio cuenta de su error

- No… el niño no se ha despertado, soy yo… me duele el estómago… – dijo el pelinegro sentándose con algo de dificultad en su inmensa cama y tomando la almohada de Seiya para ponerla tras su espalda, Seiya se tomó su tiempo en  volver a la cama y sentarse junto a Hades, le puso la mano en la frente pero no sintió nada especial

- No será que te has sugestionado y tienes un dolor fantasma o algo? – preguntó Seiya sin olvidar la discusión que tuvieron temprano en la noche, Hades meneó la cabeza y se llevó la mano al estómago al decir:

- No amor, en serio me duele – la mueca de dolor que tenía Hades en el rostro era algo que Seiya no había visto antes, así que arqueó una ceja al preguntar:

- Que raro… no comiste nada luego de la cena, verdad?

- No… luego de la cena si me sentí un poco incómodo pero… no me dolía nada, pensé que comí más de lo debido porque me sentí muy lleno

- Te sentiste muy lleno… ajá… - Hades miró a Seiya y no entendía su tono de incredulidad, así que tomó su mano al decir:

- Es en serio lo que te estoy diciendo

- No… no lo es, eres un idiota Hades, si esta es tu forma de congraciarte conmigo luego de la discusión que tuvimos temprano, déjame decirte que no es la mejor forma de hacerlo – Seiya se levantó de la cama y empezó a caminar por la habitación

- Eso no es lo que estoy haciendo, en serio me duele el estómago – dijo el pelinegro con un dejo de molestia en la voz

- Fingir dolores humanos no me hará que te compadezca ni mucho menos, para eso me despertaste?

- No estoy fingiendo nada, en serio me duele

- A ti no te puede doler nada, eres un Dios, y si estás intentando lo de “ponerte en mis zapatos”, esta no es una buena situación, no tienes que hacerle caso a Shun en todo lo que te recomiende, él y yo somos muy distintos Hades, deberías saberlo si llevamos más de 3 años de casados, no te parece?

- Lo sé amor… lo sé, Shun no me ha dicho nada, me duele el estómago, no te estoy engañando, no te enojes conmigo, es en serio que me duele – insistió el pelinegro sin entender la molestia de su esposo

- Cómo te puede doler el estómago?

- Me duele aquí… aquí… - Hades se recostó un poco más en las almohadas y puso la mano en su bajo vientre, Seiya lo miró aún con el ceño fruncido y caminó hasta él, lo tocó y no sintió nada extraño, así que tomó una de las almohaditas pequeñitas que tenía en la cama, una de las que ahora como estaba de encargo, usualmente se ponía bajo la barriga para poder dormir mejor, y con ella le dio un almohadazo a Hades en el pecho

- Pueda que sea humano, pueda que sea joven, pueda que sea muchas cosas pero eso no te da derecho de jugar conmigo, te dije que esto es importante para mi, te dije que odio que te burles de mi, y que es lo que haces???, finges que te duele el estómago despertándome en medio de la noche???, me voy a dormir con Adrián –Seiya estaba todo ofendido en este punto

- No Seiya… por todos los dioses no… no te vayas amor… en serio me duele, en serio me duele… Seiya por favor… no me dejes solo… - Hades tomó la mano de su esposo y habló en un tono que Seiya nunca lo había escuchado hablar, la mueca de dolor estaba de nuevo en su rostro y esta vez Seiya vio que su esposo si se puso un poco pálido, así que en contra de su mejor criterio volvió a poner la mano en su frente y la sintió fría, pero eso no era todo, Hades estaba sudando frío y eso si era lo extraño, Hades era un Dios por ende no sudaba

- Ok., si te duele el estómago, voy a hacerte un té y pronto te sentirás mejor, espérame un momento, ok?

- No… tu no deberías estar caminando por ahí en medio de la noche, tienes que cuidarte – Hades sonrió levemente y acarició el vientre de Seiya

- Solo voy a la cocina a hacerte un té, no voy a correr ninguna maratón ni mucho menos, estoy bien así que no te preocupes – Seiya acarició la mejilla de Hades y el pelinegro sonrió de lado al conceder y decir:

- Está bien… no te tardes

 

Hades se resbaló un poco en la cama pero se arrepintió de hacerlo, se sentía totalmente incómodo, le dolía el vientre, tenía un poco de nausea, o por lo menos Hades pensó que tenía nausea porque no se había sentido así antes en su muy larga vida, él sabía en teoría como eran las molestias de los mortales porque Seiya era mortal y le había descrito lo que sentía cuando algo le dolía pero… las palabras de su esposo no podían describir lo que le pasaba, Seiya no era muy quejoso que digamos, su salud se complicaba solo cuando estaba de encargo, pero salvo eso, el castaño era por demás saludable, claro que había que tomar en cuenta su juventud, su consorte no cumplía aún los 19 años

 

El poderoso Dios del Averno se levantó de la cama y no pudo estirarse completamente, se dobló un poco porque sus piernas se volvieron de gelatina, le dio un dolor punzante en su cadera, le dolía el estómago, le dolía la espalda, en este punto creía que le dolía hasta el pelo así que haciendo todos los esfuerzos caminó despacio hasta la ventana de la habitación y se apoyó en ella, estaba mirando la tormenta hasta que escuchó la puerta abrirse, era Seiya que volvía y tenía un jarro de algo humeante en las manos

- No no no, no deberías levantarte, ven… déjame ayudarte, apóyate en mi, eso es… - Seiya dejó el jarro en una de las mesitas de la habitación y caminó hasta su esposo para abrazarlo y servirle de bastón, Hades era mucho más alto que él, por ende era pesado

- Me duelen las piernas Seiya, me falta el aire – se quejó el pelinegro que cada vez se sentía peor y no lo entendía, lo triste era que no entendía lo que le pasaba y se iba desesperando

- Te falta el aire?, te ha pasado algo así antes? – el castaño se preocupó en este punto, una cosa era un dolor de estómago, otra muy diferente lo que Hades decía que le pasaba ahora

- No… pero tengo calor, me muero de calor – Hades se sentó en la cama con dificultad y se dejó ayudar de su esposo que prácticamente le subió las piernas a la cama y le acomodó las almohadas para recostarlo un poco mejor, Hades se sacó la camisa de su pijama y como que respiró con un poco más de facilidad al tener el pecho descubierto

- Cómo vas a tener calor si este castillo es helado?, ten… tómate esto, eso es… no me hagas caras que el orégano es buenísimo para una indigestión – Seiya estaba sentado al filito de la cama junto a Hades que solo tomó un sorbito de la caliente bebida y meneó la cabeza devolviéndosela

- No creo que sea indigestión – Hades se apoyó en las almohadas y cerró los ojos mientras tomaba la mano de Seiya y la apretaba con suavidad

- No te pueden envenenar, verdad? – preguntó Seiya como quien no quiere la cosa, Hades seguía pálido y sudaba frío

- No… soy un Dios, no me pueden envenenar de ninguna forma, además cómo me podrían envenenar si no he consumido nada de otro lado, no hemos subido a la tierra en muchos meses, nadie ha bajado estas últimas dos semanas por lo menos, no habría forma de que alguien me pudiera envenenar – Hades dijo todo esto con tranquilidad y calma, eso tranquilizó a Seiya que miró inquieto la puerta de la habitación y la cuna que ya había armado en su habitación para el nuevo bebé, aunque Hades quisiera convencerlo de que todo estaba bien, el castaño si temía por su seguridad y la de sus hijitos, Hades era inmortal, ellos no, y las relaciones con Zeus estaban algo rocosas, con Hera también, no se diga con Apolo y Ares, pero eso es otra historia

- Ok., si según tu no es veneno, no es indigestión, entonces… qué diablos es? – Seiya frunció el ceño y pasó una toallita por el rostro de su esposo, Seiya usualmente tenía muchas cosas junto a su cama, le quedó la costumbre desde que tuvo a su primer hijo, nunca pensó que le servirían las toallitas del niño para enjugar el sudor de la frente de su esposo

- No sé… pero me duele…

- Ok., tómate el té y quédate recostado, déjame ver – Seiya le dio otra vez el jarro a su esposo que le dio otro sorbito al té pero estaba haciendo caras porque estaba amargo, Seiya en cambio estaba palpando suavemente el vientre de Hades pero no sintió nada extraño, Hades se acabó el té y luego se quedó quieto tratando de respirar, Seiya le estaba pasando pañitos por su frente y sostenía su mano, Hades tenía los ojos cerrados pero no estaba dormido, porque apretaba su mano cuando le venía un dolor agudo o algo, y ahí fue que Seiya notó que el dolor de Hades venía en intervalos

 

El pelinegro empezó a respirar elaboradamente, su dolor abdominal se volvía agudo a ratos, lo apresaba y le nublaba la visión, era algo que no había sentido antes, Seiya a su lado lo miraba con preocupación y no sabía que hacer, había querido llamar a Hécate pero Hades se había negado, según él pronto pasaría todo pero los minutos seguían corriendo y nada que el dolor pasaba, si en algo, se iba agudizando

- Llama a Hécate, dioses… auch… - Hades de repente se dobló un poco en la cama y puso la mano en su costado, le vino un dolor punzante más fuerte que los anteriores en el lado derecho del vientre que lo dejó sin aire, Seiya lo abrazó y trató de ayudarle a respirar antes de acomodarlo en la cama

- En serio la llamo?

- Si Seiya, ya no aguanto más… por todos los dioses… - Hades apretó la mano del castaño con fuerza, en ese punto de la noche fue cuando Seiya en verdad se convenció de que a Hades si le dolía algo porque le estaba haciendo daño con la fuerza con la que apretaba su mano, el castaño abrazó a Hades en un intento de calmarlo y cuando el dolor pasó un poco, el castaño concentró todo su poder para llamar a Hécate

 

La poderosa hechicera estaba caminando por los amplios terrenos cuando sintió el llamado de Seiya, esto era por demás extraño, si algo pasaba con el niño o con el propio castaño, era Hades el que la llamaba, bueno… algo más debería estar pasando, así que la diosa de la hechicería dejó la cesta que tenía en las manos en la que estaba recogiendo plantas  varias y acudió presta al llamado del regente del inframundo

 

Al aparecerse en la habitación principal, la hermosa hechicera arqueó una ceja al ver a Hades que estaba pálido y se quejaba sin quitar las manos de su vientre

- Su alteza… - dijo la mujer acercándose a la cama, Seiya tomó su mano y la acercó a su esposo al decir:

- No sabemos qué le pasa, pensé que era indigestión pero al parecer no es así

- Mi señor, por favor… quédese quieto para que pueda revisarlo – la hechicera se sentó en el filito de la cama, en donde antes había estado Seiya y miró con preocupación a Hades ahora que se estaba quejando todo el tiempo y tenía una mueca de dolor en el rostro

- Me duele… me duele… - repetía el pelinegro sin entender

- Vamos mi señor, quédese quieto un segundo, solo un segundo, retire sus manos… eso es… - Hades ayudado por Seiya, se resbaló un poco más en la cama y retiró las manos de su vientre, Seiya tomó su mano y la besó, luego besó su frente y se agachó, Hécate podía escuchar que Seiya le estaba diciendo muchas cosas en el oído a su esposo que trató de relajarse para que la hechicera lo pudiera revisar

 

Hécate hizo brillar su cosmo y se concentró en el cuerpo de su señor, a simple vista no encontró nada extraño en él, Hades tenía su cuerpo mitológico, era su cuerpo divino por ende era un cuerpo inmortal, el cuerpo de un Dios, por lo que no tenía sentido que le doliera nada, y en sus exámenes Hécate no pudo determinar nada extraño en Hades, todo estaba como debería haber estado, no había nada malo en Hades, salvo que seguía quejándose en la cama y apretaba la mano de Seiya que estaba arrodillado a su lado y lucía en verdad preocupado

 

Los tres jueces del Averno hicieron su aparición en la habitación, Seiya los había llamado por si acaso, Lune estaba en la puerta de la habitación de Adrián y la guardia ya se estaba paseando por el castillo, todos habían sido puestos en alerta, la noticia de que Hades había enfermado era algo nunca antes escuchado y los sentidos de protección del reino fue lo primero que se les ocurrió a todos

 

Hades seguía quejándose de dolor en la cama, por primera vez en su muy larga vida se sentía impotente y vulnerable, Seiya estaba tentado a llamar a Zeus por ayuda pero Hades había dicho que no, que si esto era algún complot de ellos para sacarlo del poder no les iba a dar el gusto de que vean que sus planes resultaron

- Me voy a partir en dos, te lo juro Seiya… - dijo Hades cuando pudo respirar, los dolores extraños le venían en intervalos, llegaban a su máximo pico y bajaban, luego todo pasaba, el Dios tenía unos momentos de paz y nuevamente el dolor volvía

- Te vas a partir en dos?, te sigue doliendo el estómago o que te duele ahora?

- No… me duele más abajo… más abajo…

- En dónde te duele exactamente? – Seiya miró a su esposo que se llevó las manos al vientre bajo pero luego las llevó a la cadera, el castaño lo miró y le levantó la mano para poner su propia mano en el hueso de la cadera de Hades, ahí el pelinegro ante el suave toque de su esposo pegó un grito que despertó al castillo entero

- Por todos los dioses Seiya!!!, ten piedad de mi… me voy a morir… voy a explotar… me voy a partir en dos…

- No, no te vas a morir ni te vas a partir en dos, te duele un solo lado o los dos lados? – Seiya tocó suavemente el hueso del otro lado y Hades volvió a gritar

- Me duele todo Seiya, por favor no me toques – Hades tomó la mano de Seiya y la llevó a su pecho

- Ok., quédate quieto y respira profundamente que todo va a pasar pronto, Rada podrías traer un poco de hielo en un vasito? – Seiya quitó las almohadas de la espalda de Hades y lo ayudó a que se recueste en la cama de ladito, le puso una almohada en medio de las piernas e hizo que Hades apoyara la cabeza en sus piernas, Seiya le estaba acariciando la espalda baja, Hades no supo por qué pero se sintió un poco mejor

- Sabes lo que me pasa? – preguntó el pelinegro en un susurro

- No, pero no ganamos nada si te desesperas, respira amor… eso es, toma mi mano y respira, yo estoy contigo… respira, eso es… - Seiya estaba haciendo que Hades respire y cuando Rada regresó a la habitación, Seiya tomó el vasito y le puso un hielo en la boca, Hades no entendió esto hasta que le vino un nuevo dolor en la cadera y mordió el hielo, eso le hizo sentir mejor, Seiya hizo una seña a todos en la habitación para que salieran, en este momento nadie podía hacer nada más así que, era mejor que no estuvieran

- Seiya… me duele… - repitió el pelinegro cuando un nuevo dolor hizo que se le comprimieran los pulmones

- Lo sé… pero ya mismo pasa, toma mi mano y respira, eso es… respira… profundo… eso es…

- Seiya… Seiya… he sido un tonto… perdóname por favor… no quería… hacerte enojar…

- Ya no pienses en eso, luego hablamos de eso, ahora respira conmigo que lo estás haciendo muy bien, eso es… eso es… concéntrate en mi y no pienses en el dolor… mírame… eso es…

 

Hades respiró haciendo caso a Seiya que le seguía acariciando la espalda baja y los cabellos, varios minutos pasaron en los que no hubo ningún tipo de mejoría, el pelinegro seguía hecho bolita en la cama quejándose de dolor, pero luego de lo que parecieron horas, Seiya sintió como Hades respiró profundamente y dejó salir la tensión de su cuerpo, el dolor había pasado aparentemente y el pelinegro estaba respirando con un poco más de soltura pero no se movía aún, Seiya acarició suavemente la cadera de Hades y aplastó su hueso, esta vez el pelinegro no dijo nada, solo puso su mano sobre la de Seiya y suspiró

- Qué me pasó? – Hades se viró muy despacio en la cama, temeroso aún de que sus dolores volvieran

- No lo sé, te sientes mejor?, ya no te duele?

- No, ya no me duele, es como si un peso de encima se me hubiera quitado, ya puedo respirar bien, esa compresión tan horrible en el pecho que tenía ya desapareció, ya no me duele la cadera, me siento… normal, no lo entiendo… te lo juro que no lo entiendo… - Hades estaba recostado sobre su espalda, Seiya estaba arrodillado en la cama y pasó su mano suavemente por el vientre de su esposo aplastándolo en varios lugares, luego bajó por sus caderas, aplastó de nuevo sus huesos pero ya Hades no dijo nada, solo respiraba profundamente y se le cerraban los ojos, el pelinegro se caía de sueño, eso tampoco le había pasado antes, Hades dormía básicamente porque le gustaba dormir junto a Seiya, no porque necesitara dormir, era un Dios a fin de cuentas, dormir o comer no eran necesidades para él, eran cosas que hacía y compartía con su consorte porque le gustaba hacerlas con Seiya, así pasaban tiempo juntos y eso ayudaba a Seiya a adaptarse de mejor manera a su vida en el Averno

- Y ya no te duelen las piernas?

- No…

- Ponte de pie, camina un poco – Seiya se bajó de la cama y le tendió la mano a Hades que se levantó y caminó, se mareó un poquito pero caminó bastante bien por la habitación, se estiró y meneó la cabeza hasta que un ligero crack fue audible

- Nunca me había pasado, se siente… bien… - Hades se llevó la mano al cuello y sonrió, Seiya sonrió también y abrazó a su esposo que lo abrazó también

- Quieres otro hielo?

- Si, cómo supiste que el hielo me haría bien? – Hades se sentó lentamente en la cama y abrió la boca cuando Seiya le puso un hielo en la lengua, lo masticó y en verdad que se sentía mejor

- Bueno… esta noche cuando Hécate te revisó me dijo que a ti no te pasaba nada, que no podría pasarte nada porque tienes tu cuerpo inmortal, que no eres susceptible a nada que aqueja a los mortales, pero a medida que pasaba el tiempo, tu te ponías peor, yo me iba desesperando porque nadie sabía lo que te pasaba hasta que me dijiste que pensabas que ibas a partirte en dos y te quejabas de dolor en la cadera y en el vientre bajo

- Yo te dije eso? – Hades frunció el ceño, no se acordaba haberle dicho eso a Seiya, pero seguramente si lo hizo, es que cuando le venían esos dolores hasta el pensamiento se le nublaba

- Si… y ahí pensé que la única vez que yo me he sentido así es cuando entré en labor de parto cuando nació Adrián, mis dolores eran muy similares a los tuyos, yo me sentía incómodo, como si tuviera indigestión pero no era eso, me dolían las piernas y luego me empezó a doler la cadera, en especial este hueso de aquí – Seiya tocó el hueso de la cadera de Hades, el que había tocado antes y Hades había gritado

- Ok., pero sigo sin entender

- Al verte así, pensé en Shun

- En Shun?

- Tu me dijiste hace tiempo que la conexión que tenías con Shun nunca se rompió del todo, que tu podías sentir lo que él sentía, entonces pensé que Shun estaba en labor de parto, que las cosas se le complicaron y que tu lo estabas sintiendo

- No no no, eso no es posible, o si? – Hades miró a Seiya que se encogió de hombros y le acarició el rostro a decir:

- Cosas más extrañas han pasado, a ti ya no te duele nada así que yo supongo que el bebé ya nació y todo estará bien, quieres otro cubito de hielo?

- No… por qué pediste cubitos de hielo? – preguntó Hades, eso le pareció extraño, efectivo pero extraño

- Porque yo me sentí mejor al tener algo que morder en medio de la contracción, pensé que te sentirías mejor tu también

- Por todos los dioses… no lo puedo creer… - Hades se dejó caer en la cama y se frotó la cara con las manos, Seiya sonrió y se acurrucó en el pecho de su esposo que lo abrazó, flexionó la pierna y suspiró, Seiya se empezó a reír porque al parecer él si tuvo razón y ahora la situación le pareció por demás cómica, en la vida olvidaría la cara de dolor de Hades en especial por saber ahora la razón de ello, el pelinegro en cambio se sentó en la cama y lució ofendidísimo al ver que su esposo seguía riéndose muy divertido, Hades frunció el ceño y dijo: - No es gracioso Seiya…

- Si… si lo es… yo creo que es la manera del universo de hacerte sentir lo que de otra manera no hubieras podido sentir nunca, ahora dime que mis dolores son producto de la sugestión, ahora dime que son solo ideas mías, fue lo tuyo sugestión?, no verdad?

- Vida mía, créeme, nunca más me escucharás decir nada sobre tus dolores, tus dolores son sagrados y serán tratados con toda la diligencia del caso, yo cuidaré de ti como tu cuidaste de mi

- Genial… ahora repite después de mi: “Nunca le voy a contradecir a mi esposo porque siempre tiene la razón, el loco soy yo, el sugestionado soy yo y el que se imagina cosas soy yo”

- Eso tampoco – el pelinegro jaló a su esposo y lo besó en los labios, Seiya no podía dejar de reír pero entre risas besaba a su esposo que coló sus manos dentro de la camisa de su pijama, y en eso estaban cuando suaves golpes en la puerta sonaron, Hades arqueó una ceja pero se levantó de la cama, tomó su camisa de pijama, se la puso y abrió la puerta, Lune estaba de pie afuera y dijo:

- Llegó un emisario del templo marino para comunicarnos que su alteza Shun entró en labor de parto esta noche, ahora está bien y descansa cómodamente en el templo marino luego de que su primogénito ha nacido, pesa 8 libras y tiene los cabellos azules, está muy hermoso y es varón, su nombre es Arsen y su alteza Poseidón, envía sus saludos además de su gratitud por haber enviado a Hypnos y Asclepio a asistir a su consorte en su alumbramiento

- Se le complicaron las cosas a Shun? – preguntó Seiya sentándose mejor en la cama, recordando que Hades había ofrecido su ayuda a su hermano cuando llegara el momento del alumbramiento de Shun, como todo había salido bien con Seiya, Hades había hecho estos ofrecimientos cuando Julián le dijo que estaba preocupado por Shun cuando le llegara el tiempo

- Al parecer si, su alteza Poseidón tiene sanadores y Atena había ayudado con el equipo médico necesario pero hasta que llegaron Hypnos y Asclepio, nada estaba listo, al parecer se adelantó el alumbramiento y su alteza Shun estaba bastante adolorido, por eso su alteza Poseidón envió sus mensajes de gratitud por la ayuda brindada porque todo salió bien y ahora su consorte descansa, el bebé está bien, Asclepio va a quedarse la noche allá si no hay problema con usted mi señor

- Claro que no… muchas gracias Lune – Hades correspondió a la seña de despedida que hizo su espectro antes de cerrar la puerta y caminar por el pasillo de vuelta a la primera prisión

- Mañana podríamos ir a visitar a Shun – dijo Seiya tomando una de las almohadas y abrazándola sin levantarse de la cama

- Si… mañana podríamos ir – Hades pasó la mano por su vientre y meneó la cabeza al sonreír, no podía creer todo el dolor por el que pasaban los humanos para traer vida al mundo, y eso que en su caso solo fueron contracciones preliminares, Shun no podría tener un alumbramiento natural, y en este punto Hades agradecía eso a todos los dioses

- Estás pensando si te verías lindo embarazado? – preguntó Seiya con una divertida sonrisa

- No… tu te ves hermoso embarazado vida mía, yo no creo que me vería “lindo” como tu dices, te amo Seiya – Hades se arrodilló en la cama y besó a su esposo en los labios luego de poner la mano en su ya no tan plano vientre

- Yo te amo a ti, pero respóndeme una cosa, tu sientes lo que le pasa a Shun con regularidad?, cómo es eso? – Seiya no había tomado nunca antes en cuenta la conexión que tenían Hades y Shun, como ellos eran cordiales y se llevaban bien pero no pasaban de eso, Seiya nunca se preocupó, ahora se sentía curioso

- No, yo solo siento cuando algo importante le pasa a Shun, cuando se asusta, cuando se molesta, cuando está en verdad feliz… pero es como un murmullo en mi cabeza al que no hago caso, nunca había sentido así de fuerte como lo sentí esta noche, por eso ni siquiera me acordé de él

- Y Shun te siente a ti?

- No lo creo… él no sería capaz de hacerlo – respondió Hades luego de considerarlo un momento, nunca se lo había preguntado a Shun pero… no… él no podría sentirlo, no era lo suficientemente poderoso como para ello

- Y… si sientes cuando él es feliz, sientes cuando Shun y Julián tienen sexo? – Seiya sonrió pícaro cuando preguntó esto, eso hizo que Hades meneara la cabeza y contestara:

- Usualmente no, la mayoría del tiempo ignoro a Shun por completo, por qué lo preguntas?

- Porque… algunas noches en las que me despiertas porque quieres hacer el amor, es porque tu tienes ganas o porque ellos lo están haciendo?

- Es porque yo tengo ganas, esa cabecita tuya vuela, lo sabías? – Hades besó a su esposo en los labios y le acarició la espalda metiendo la mano entre sus ropas

- Vuela solo un poquito, y… ya funciona bien tu cadera?, o aún te sientes adolorido?

- En este punto ya me siento normal, mi cadera funciona magníficamente bien, quieres ver que tan bien funciona? – Hades se arrodilló en la cama entre las piernas de Seiya que sonreía divertido y rodeó la cintura de su esposo con sus piernas para atraerlo a su cuerpo, Hades se agachó y la pareja se unió en un muy profundo beso, poco tiempo después la ropa empezó a caer en el suelo y la habitación se llenó de jadeos, gemidos y palabras de amor

 

***

Julián Solo estaba caminando por su habitación en el templo marino, sostenía en sus brazos a su primogénito al que embelesado miraba y sonreía, Asclepio estaba de pie junto a la cabecera de la cama, estaba concentrando su poder en Shun que dormía pero en contra de todo pronóstico se movió suavemente en la cama y abrió los ojos

- Julián?

- Amor mira… mira lo que hicimos, mira… - Julián caminó hasta la cama y se sentó junto a su esposo para que pudiera ver a su hijo que estaba despierto en este punto pero no estaba molestoso, se movía suavemente en la manta en la que estaba envuelto y bostezaba

- Ohhh es hermoso… - Shun se intentó mover pero una mueca de dolor se dibujó en su rostro, Asclepio lo ayudó a que se incorpore un poquito para que pueda tomar en sus brazos a su bebé, cuando Shun lo hizo lloró de la emoción al ver ese pequeño y perfecto rostro, esas manitos tan delicadas y esa muy suave piel

- Claro que es hermoso, yo creo que se parece a ti – dijo Julián abrazando a Shun y acomodándolo en su pecho para que estuviera más cómodo

- No se parece a nadie aún, hola… hola tu, yo soy tu papá, auch… - Shun sonreía admirando a su bebé pero cerró los ojos con fuerza, respiró profundamente y luego suspiró al relajarse

- Estás bien? – Julián lució preocupado por un segundo al ver la palidez de su consorte

- Si… es solo que… Hades está convencido de que es atlético y está intentando alguna pose extrema con Seiya o algo, pero a mi me duele la cadera, entonces… me duele…

- Deberías hablar con él de esto, no es que me queje porque me encanta cuando me despiertas en medio de la noche para hacer el amor, la verdad me divierte los antojos raros que tienes de vez en cuando y me encanta sobremanera lo calmado que sueles ser, sé que eso es influencia de Hades, sé que eso es inconsciente entre ustedes pero… por respeto a ti, él debería estar quieto esta noche por lo menos

- Julián… créeme, luego de todo lo que él seguramente sufrió por mi culpa hoy, tiene derecho de hacerle el amor a Seiya hasta el amanecer, ya hablaré con él más adelante, tiene que prepararse psicológicamente a lo que va a pasar cuando estemos esperando nuestro segundo bebé – Shun sonrió muy divertido cuando dijo esto, Julián también, lo abrazó de mejor manera y besó su frente al decir

- Pobre mi hermano, yo quiero al menos cinco niños

- Cinco???

- Al menos, es que nos salen lindos, solo mira a Arsen

- Tienes razón, si nos salen lindos…

 

Shun y Julián contemplaron a su bebé hasta que se quedó dormido, luego fue el turno de Shun de dormir, Julián los miraba a los dos y no podía evitar sentirse dichoso, al fin habían cobrado las palabras de Hades cuando hablaba de su familia, el Dios de los mares sonreía orgulloso mientras las criaturas marinas se acercaban al gran ventanal de su habitación y miraban curiosos al dormido príncipe, una nueva etapa había empezado en su vida, su primer retoño había llegado y no podía esperar para verlo crecer.

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer, este pequeño one shot, está dentro de "Sol de medianoche", tomé la línea de tiempo y los nombres de los niños para que coincidan con mi historia, espero que se hayan reído un poquito con los malestares de Hades, y los que le faltan sufrir al pobre, uyyyyyyyy

Nos vemos en nuevos fics, un abrazo, bye


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