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Desesperanza por Sayurayaoista

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Notas del fanfic:

Xóchitl: ¡a leer!

Notas del capitulo:

Sayura: preparen muchos pañuelos

Ana: y amenazas para las autoras

Nina: esta muy triste

Xóchitl: nos leemos abajo 

Recién bajaba del avión cuando recibió la llamada; lo cual provoco que el teléfono casi cayera de sus manos; pero conservando la calma que lo caracterizaba simplemente había colgado y tomado el primer transporte que encontró, y después de amenazar al chofer con su pistola este condujo rápidamente al hospital.

Al llegar a este pregunto por él, cuando le indicaron el lugar camino a paso rápido hasta hallar el lugar; el primero en verlo fue Tsunayoshi quien sonrió y simplemente le dijo.

-ambos están bien-

Poco caso les hizo a sus palabras y entro a la habitación cerrando con seguro la puerta tras de sí; el blanco inmaculado del lugar lo cegó por breves instantes y por fin pudo observarlo se encontraba completamente dormido con un rostro de cansancio; una aguja estaba conectada de su brazo al suero y una maquina monitoreaba sus signos vitales, pero fuera de eso se encontraba perfectamente bien lo cual fue un alivio para su acelerado corazón.

Un ruido capto su atención y por fin pudo observar la cuna móvil a un costado, la rodeo con cuidado y su corazón dio un nuevo vuelco; en esta podía observar a un pequeño bebe envuelto en sabanas amarillas de piel blanca como la leche y con una pequeña mata de cabello negro en su cabeza, so boquita estaba fruncida anunciando que estaba a punto de soltar un gran sollozo, lo tomo en brazos rápidamente y para su sorpresa él bebe se calmó, sus ojitos se abrieron por un momento totalmente oscuros; ¿pero era normal no? Todos los bebes tienen los ojos oscuros al nacer o eso le había dicho Anabel.

Él bebe espeto un pequeño bostezo y volvió a dormir pacíficamente, el mayor lo destapo en busca del sexo del infante; una sonrisa se poso en sus labios mientras pensaba.

- “te gane”-

-Reborn-

Su nombre fue pronunciado de manera suave y cansada, sus verdes esmeraldas se abrieron para poder enfocar al mayor quien aún tenía en brazos al bebe y una suave sonrisa se posó en sus labios.

-mi bebe-

El mayor se lo puso en brazos con cuidado y el pequeño esta vez si soltó un gimoteo siendo calmado por su “madre”.

-Va a ser tan llorón como tú, por cierto, gane la apuesta-

El menor se rio mientras Reborn espetaba una sonrisa, sentándose a su lado.

-lo sé, pero no llegaste a tiempo-

-Tsk, culpa a dame-Tsuna por ello-

- pobre de Tsu-nii siempre lo culpas de todo-

-Hm, por cierto ¿cómo se va a llamar? -

- Hikari (Luz) Hikari Bovino di Vongola-

El mayor asintió ocultando su mirada bajo su fedora, una inmensa alegría embargaba su corazón, alegría que un ser se encargaría de arrebatarle solo 5 meses después.

-/-/-/-/-/ 5 meses después /-/-/-/-/-

Las alertas de la mansión se habían activado de repente, mientras Tsuna y sus guardianes se ponían en posición de batalla.

Aunque se encontraba algo preocupado por su bebe, este se encontraba resguardado por las chicas en el laboratorio de Vongola, observo a Lambo quien veía al frente seriamente los años le habían dado la madurez necesaria para enfrentar ese tipo de situaciones.

-Hola mi experimento favorito-

Esa voz, esa maldita voz; de entre el humo apareció Checker Face ya no era ese jovencito que los engaño para a entrar al Trinisette ahora era un hombre de unos 45 años de edad quien vestía de manera extraña, una sádica sonrisa cruzaba su rostro mostrando sus oscuras intenciones.

-Checker Face-

Escupió su nombre como si de veneno se tratase, mientras apuntaba su arma; había salido de su escondite colocándose al lado de Tsuna, solo para enfrentar miradas con el mayor. Checker amplio su sonrisa, mientras analizaba al ex – arcobaleno con la mirada.

-parece que lograron deshacer la forma de bebe, sin desequilibrar el Trinisette…Bien hecho Vongola Décimo-

- ¿Qué haces aquí Checker face?- Tsuna en modo hiper miraba al hombre de manera seria.

- he estado aburrido así que viene a molestar un poco, además tengo que castigar a mi experimento favorito por desobedecerme- la sonrisa del hombre delataba su evidente estado de locura.

Lo ataco harto de su palabrería, ese había sido su más grande error; el hombre empuño un pequeño puñal, pero no hacia él se movió rápidamente tanto que ninguno lo pudo ver y se lo clavo a la persona que se encontraba hasta atrás, evidentemente más indefenso y con menos oportunidades para pelear, quien se encontraba resguardado por la niebla y la nube; mas sin embargo ninguno de los dos lo había visto venir y el arma se clavó fácilmente en su pecho a la altura del corazón.

La respiración se le corto y todo su entorno empezó a desmoronarse, solo podía verlo a él con la suficiente sangre saliendo de su boca y esa hermosa sonrisa que solo era dedicada para él, una frase se formó levemente antes de cerrar sus ojos.

-Te amo Reborn-

Locura, simplemente su aura homicida lleno el ambiente lo último que recuerda fue la sonrisa de satisfacción del mayor, después todo era sangre, disparos, el cuello del sujeto tronando entre sus manos y a Tsuna en modo hiper dándole un fuerte golpe.

La familia observaba entristecido la escena mientras le daban el último adiós al guardián del rayo, la lluvia caía incesante sobre la tumba del joven Bovino, Tsuna se encontraba cabizbajo apoyándose en Hibari quien inconscientemente apretaba los puños fuertemente, Gokudera fumaba en silencio siendo cubierto por Yamamoto quien veía enternecido al peliplata, sabía que este había llegado a querer mucho a Lambo a pesar de las rencillas que había tenido con él cuando este era solo un niño.

Mokuro había borrado de su rostro todo rastro de sonrisa de cualquier tipo, a su lado izquierdo Chrome se aferraba a la manga de su camisa sollozando en voz baja, Byakuran a su lado derecho tomaba su mano apretándola, Nono Vongola observaba la escena mientras suspiraba, el equipo de asesinato Varia se encontraba en completo silencio, y Reborn, Reborn se encontraba con los brazos cruzados ocultando la mirada en la fedora, el cigarrillo entre sus manos se había consumido hace tiempo ya, inmóvil como si fuese un muñeco de trapo, observando fijamente el ataúd, un fuerte llanto dirigió las miradas hacia Anabel la cual cargaba un pequeño bultito, Hikari se removía con fuerza llorando inconsolablemente en brazos de su hermana.

-------------------------------------- 6 años después----------------------------------------------------

- ¡papá ha vuelto! - el pequeño niño de escasos 6 años corría felizmente por la mansión mientras iba al encuentro del mayor.

Era un hermoso niño de cabellos negros lacios, y de ojos color esmeralda quien sonreía dulcemente, Yamamoto lo atrapo al vuelo antes de que el pequeño pudiese atravesar el comedor.

-Yamamoto-san ¿podría bajarme? –

El mayor sonreía mientras alejaba a Hikari del lugar, por su parte en la entrada del lugar se encontraba Reborn parte de su traje se encontraba roto y algo de sangre escurría hasta el blanco inmaculado del piso de la mansión, Tsuna salió a su encuentro suspirando mientras observaba a ese hombre quien había dejado de ser quien era hace tiempo, el sadismo combinado con su alcoholismo había arrebatado la poca cordura de su cuerpo.

Un fuerte suspiro salió de sus labios al observar esa sonrisa que le daba escalofríos mientras a lo lejos oía la voz de Hikari, Hikari, ese pequeño que no tenía la culpa de nada pero que sin saberlo se había ganado el odio de su padre; si no fuera por Anabel, no quería ni pensar que hubiera pasado; lastimosamente para ellos la joven llevaba casi 3 años de misión y Reborn poca atención le prestaba al pequeño que lo admiraba profundamente, es más tuvieron que noquear al asesino varias veces antes de que en medio de su borrachera atacase a su propio hijo.

-puedes retirarte Reborn, vete a dar una ducha estas bañado en sangre-

-hm, ¿y el mocoso?

-Hikari está jugando con Yamamoto-

-débil, iré por él-

El asesino empezó a caminar siendo detenido por Tsuna quien lo miraba fríamente, una media sonrisa apareció en su rostro y camino en dirección contraria, rumbo a su habitación.

-sigue siendo mío-

El capo apretó los puños ya que era cierto, después de la muerte de Lambo la familia Bovino hizo acto de presencia buscando la guarda y custodia de Hikari, Anabel había alegado que Reborn aún estaba vivo y que era su hermano menor, y él había objetado que el apellido di Vongola pesaba más que el Bovino y después de varias negociaciones Reborn se había quedado con su guardia y custodia, ahora dudaba de aquella decisión.

-A veces lo dudo-

Sus palabras quedaron en el aire al ver que el otro hombre ya no estaba.

-/-/-/-/-/ dos horas después /-/-/-/-/-

El pequeño Hikari reprimía sus ganas de llorar mientras Ryohei a su lado curaba la enorme cantidad de pequeñas cortadas, sus manitas se apretaban en forma de puño y apretaba sus labiecitos, Reborn observaba con aire aburrido la escena.

-listo Hikari, eres muy valiente-

-gra-gracias Ryohei-san-

-vamos Hikari, esto aún no ha acabado-

-si papá-

-te he dicho que no me llames así- una bala rozo los pies de Hikari quien dio un pequeño brinquito asustado observando esos profundos ojos negros que lo miraba con furia.

-lo siento señor Reborn-

Ambos se fueron ante la vista preocupada del ex – boxeador, quien no sabía cuánto más iba a soportar el menor, Reborn estaba llevando su pequeño cuerpo a límites insospechados para su corta edad.

-/-/-/ tiempo después /-/-/-

El pequeño Hikari se desvanecía sobre el pasto mientras Reborn lo miraba, sin más se adentró en la mansión observando la tormenta que se acercaba.

El agua empezó a empapar el pequeño cuerpo, tiempo después una sombra atravesó las puertas de la mansión acercándose hasta el pequeño cuerpo, lo tomo en brazos y se adentró al lugar.

-Anabel- Tsuna observaba al niño en sus brazos

Había visto al asesino entrar, pero no al menor así que se preocupó y después de mucho pensarlo había bajado y fue cuando la mayor entro con el niño en brazos.

-mi padre-

- tomando, en su habitación-

La chica sonrió mientras le tomaba el hombro al capo quien veía entristecido al pequeño, después llamo a una señorita de servicio y le entrego al menor.

-báñalo y ponle ropa caliente-

-si Anabel-sama-

La mujer se retiró con el pequeño, mientras ella observaba a Tsuna quien esquivaba su mirada. Mañana era el cumpleaños de Hikari pero también el aniversario de la muerte de Lambo, ella bien sabía que la familia aún se culpaba por ello, en especial Tsuna quien había perdido no solo a su guardián sino a su amigo y hermano.

-Tsuna-sama, no ha sido su culpa-

- Reborn no lo cree así, debíamos protegerlo mejor-

-Tsuna-sama, mi padre también se culpa por ello; ha pasado tanto tiempo, no creo que a Lambo le hubiese gustado esto.

La joven abrazo a Tsuna mientras este le correspondía al abrazo, una vez ya algo más calmado, suspiro mientras observaba el segundo piso.

-ve a verlo, eres la única que puede entrar, tememos que cometa una locura-

La joven asintió, sabía que desde ese día Reborn no era ni la sombra de lo que fue y si no había muerto era porque ellos estaban ahí para evitarlo, se despidió del décimo y camino hasta el cuarto de su padre, esquivo una trampa e ingreso al lugar.

Hasta su nariz llego un fuerte olor a alcohol y cigarrillos, el lugar se encontraba en penumbras, esquivo unas botellas vacías a pesar de la poca iluminación y se cruzó de brazos al observar a su padre sobre la cama.

-patético-

Una bala rozo su cabeza, pero fue esquivada fácilmente el hombre la observaba con los ojos enrojecidos, se encontraba semi-desnudo y solamente unos bóxeres lo cubrían, su pecho se encontraba lleno de marcas, su cabello estaba desordenado y una botella medio vacía de whisky reposaba en su mano izquierda, en la derecha estaba la pistola recién disparada.

- ¿tú qué sabes?

-sé que Lambo hubiera llorado al verte así, ¿Por qué no afrontas la verdad? Hikari necesita a su padre, no al ebrio en el que te convertiste-

El hombre se levantó mirando amenazante a la joven quien ni se inmuto, la tomo del cuello pegando su cuerpo a la pared detrás suyo mientras la chica le sostenía la mirada de forma agresiva.

-suéltame padre-

-hablas demasiado para tu edad-

El hombre recorría con la mirada completamente perdida el cuerpo de su hija, su mente había perdido todo rastro de conciencia para esos momentos, poso una mano sobre su mejilla y la fue bajando, Anabel lo detuvo totalmente consiente de lo que el hitman podría hacer en su estado, se dio la vuelta dispuesta a salir, pero Reborn la apreso y la arrojo contra la cama.

Se aterro por leves momentos, pero inmediatamente empezó a luchar con su padre, evitando que este la tocase; minutos después la puerta se abrió bruscamente y por ella entraron el guardián de la nube y el de la niebla los cuales ayudaron a la joven a sacarse de encima a Reborn.

-bebé alto-

- Reborn, es su hija… ¡es Anabel! -

La conciencia pareció volver a su mente en ese instante mientras dejaba de forcejear y observo a la joven quien lo veía con cierto temor en los ojos, se sintió la peor basura del mundo, y no hizo nada cuando la joven le propino una bofetada en el rostro que bien merecida se la tenía.

-Ve a la cocina necesitas un café cargado-

La chica pareció tranquilizarse un poco mientras el hombre abandonaba el lugar observo a los mayores y supuso que la intuición de Tsuna es la que la había salvado.

-gracias…lo estamos perdiendo-

-mañana es…- el guardián de la niebla apretó los puños y cerró los ojos

- el cumpleaños de Hiakri- Kyoya se mantenía al margen observando la habitación.

- y el aniversario de la muerte de Lambo, chicos…dejen de culparse, como le dije a Tsuna-sama, no tuvieron la culpa, nadie la tuvo-

-/-/-/-/-/ al día siguiente/-/-/-/-/-

Hikari despertó al sentir un peso desconocido en su cama, rápidamente tomo un pequeño cuchillo que se encontraba debajo de su almohada, aunque inmediatamente se sorprendió al observar esa sonrisa que lo acompaño casi 3 años de vida, el arma en sus manos tembló observando a la persona frente a él.

- ¿Nee-san? -

-Feliz cumpleaños Hikari

El menor se le aventó en brazos a su hermana quien lo recibió con una sonrisa, había pasado tanto tiempo le había hecho tanta falta, la joven saco de entre sus ropas una pequeña caja y se la entregó en ella se encontraba un collar de oro blanco.

-usa tus llamas para abrirlo-

El pequeño asintió dejando que sus llamas tipo sol-rayo iluminaran el pequeño objeto cuando este se abrió no pudo más que soltar unas lágrimas, de un lado se encontraba una foto holográfica donde Reborn sonreía tomando a un sonrojado Lambo de la cintura y enfrente de ambos, Anabel sonreía; del otro lado se encontraba una foto holográfica de él cuando era más pequeño rodeado de sus llamas de sol y de rayo.

-la tome casi una semana después de que naciste, estabas inquieto y ese día descubrimos porque-

El pequeño Hikari observaba atentamente la foto de su padre sonriendo junto a la otra persona, sus dedos delinearon suavemente la figura mientras Anabel lo observaba, era de las pocas fotos que quedaban Rebon había destruido todas poco a poco.

- ¿Él es? -

-si hermano, él es Lambo tu “madre”-

La joven rio si Lambo la escuchase hablar le daría un coscorrón por decirle madre, ella también lo extrañaba.

- ¿sabes qué día es hoy?

-Es el aniversario de su muerte, pero papá nunca ha querido llevarme a verlo-

-es duro para él, te pareces tanto a Lambo- la joven sonreía acariciándole el cabello

-Papá ¿me odia? – sus ojitos la miraban con un deje de tristeza

-no papá es un idiota a veces y no sabe demostrar cuanto te ama- la mayor lo abrazo Reborn le había hecho daño y ella se encargaría de cobrárselo.

Las alarmas de la mansión los alertaron mientras corrían a la entrada principal, donde los demás guardianes ya se alistaban frente a Tsuna.

-Tsuna-sama-

-Reborn huyo-

Todos los guardianes miraron sorprendidos a Tsunayoshi quien simplemente estaba serio, el mismo pensamiento cruzo por la cabeza de todos preguntándose ¿Por qué? Anabel apretó los puños, golpearía a su idiota padre.

-debemos encontrarlo antes de que cometa una locura-

-si jefe-

Todos se esparcieron por diferentes lugares mientras Anabel y Hikari tomaban rumbo al panteón de Vongola, Anabel cargaba su arma mientras Hikari la seguía en silencio.

- ¿hermana? -

- ¿Qué pasa Hikari? –

- ¿papá va a estar bien? –

-si hermano, nada que un buen combate no arregle-

La chica acaricio los lacios cabellos del menor, muy internamente se encontraba preocupada por el mayor, su padre no estaba nada bien.

Al llegar al lugar tuvieron que correr muy rápido acostado sobre una de las tumbas se encontraba Reborn cuando llegaron encontraron un frasco de pastillas a su lado, su respiración era muy baja; el mayor a duras penas se mantenía con vida.

- ¡papá!

-imbécil ¡no nos hagas esto! –

La joven rápidamente saco su teléfono avisándole al resto de la familia quien inmediatamente llego trasladando al mayor de urgencia al hospital, Anabel se forzaba por no llorar, la tumba en la que lo habían encontrado pertenecía a Lambo.

-/-/-/-/-/Hospital de Vongola/-/-/-/-/-

Los chicos observaban preocupados la sala de urgencias donde minutos antes había sido ingresado Reborn para hacerle un lavado de estómago de emergencia, Anabel abrazaba a Hiakri quien temblaba; el resto de la familia se encontraba en absoluto silencio lo debieron haber prevenido, pero él hubiera no existe ahora solo quedaba esperar que el sicario saliera completamente librado de esto.

-/-/-/-/-/ Sala de urgencias/-/-/-/-/-

Los médicos retiraron la sonda del sicario mientras este se encontraba dormido, lo único que faltaba es que él despertara.

-/-/-/Sueño/-/-/-

Reborn se despertó, no recordaba mucho solo recordaba que había tomado hasta hartarse, no supo cuando llego a ese lugar y en qué momento había tomado el frasco.

-Sueño-

Se congelo en su lugar mientras observaba como una puerta se abría frente a él y por ella entraba la persona que más había amado en su vida, la persona que había superado con creces su amor por Luce, frente a él se encontraba Lambo.

El de ojos verdes suspiro tomando asiento junto a él, el lugar donde se encontraba era una cama de blancas sabanas, el menor tomo su mano entrelazando sus dedos; el asesino observo su figura, desde sus manos donde reposaba el anillo que el mismo le había dado- anillo que el ya no portaba- subiendo por su pecho que subía y bajaba delicadamente cubierto por una playera blanca, hasta llegar a sus ojos los cuales lo miraban con ternura.

-Reborn-

El mayor lo acerco a su pecho mientras lo abrazaba, le había hecho tanta falta; Lambo se soltó de él y se levantó colocando sus manos en las caderas; observando al mayor muy seriamente.

-Reborn di Vongola ¿QUÉ DEMONIOS HAS HECHO?

Un golpe cayó sobre su cabeza mientras un enfadado Lambo lo miraba, el menor suspiro masajeándose el puente de la nariz, se volvió a sentar tomando las manos del mayor y observando sus profundos pozos negros.

-Reborn, nuestros hijos te necesitan; yo estaré bien, te estaré esperando, pero este no es tu momento-

-pero-

-no hables solo sígueme-

Lambo se levantó mientras cruzaba la puerta por la que minutos antes había entrado, Reborn lo siguió ambos entraron a una especie de cine con una enorme pantalla y dos asientos Lambo se sentó en uno de ellos seguido de Reborn, la pantalla se encendió y pudieron ver la sala de espera del hospital Vongola en tiempo real.

-mira-

Las miradas de todos eran de pesimismo, Tsuna ocultaba su mirada siendo abrazado por Hibari quien mantenía la vista fija en la puerta de urgencias, Mokuro se encontraba siendo abrazado por Byakuran este observaba preocupado al más bajo quien miraba el suelo, Chrome sostenía su tridente visiblemente nerviosa, Takeshi estaba cruzado de brazos en modo serio, Gokudera fumaba con una cara de pocos amigos, Ryohei al lado de Kikyo se mantenía en silencio, y por último en una banca del fondo se encontraba Anabel quien cargaba a Hikari el cual se había dormido en sus brazos con claras muestras de haber llorado.

-ellos te necesitan más que yo-

-pero yo te necesito conmigo, no puedo criar a Hikari solo-

-hey, ¿Dónde quedo el maldito, egocéntrico y fuerte hombre que conozco? -

-murió cuando tú lo hiciste-

-deja de hacernos esto Reborn, me lastimas por eso y bastante-

El joven descubrió su vientre donde pequeñas laceraciones marcaban su tersa piel.

-no puedo irme de aquí, y cada vez que lastimas a nuestro hijo me lastimas a mí-

- ¿Dónde es aquí? -

-no lo sé, desde ese día no he podido irme tu y la familia me mantienen encadenado aquí-

La habitación cambio rápidamente, ahora era oscura y Lambo se encontraba en medio, finas cadenas lo rodeaban, cada una de ellas con un elemento del color de la familia; las más gruesas pertenecían al elemento sol, nube y niebla; Lambo hizo una pequeña mueca de dolor, mientras rayos de luz atravesaban las cuerdas lacerando su piel.

-todo su dolor, odio, rencor, culpa; absolutamente todo lo siento y esos sentimientos evitan que pueda descansar en paz, Reborn haznos un favor déjame ir, dile a Vongola que me deje ir; quiero descansar tranquilo-

El mayor se hizo hacia atrás esa imagen de su amado lo destrozaba por dentro; se acercó a la cadena que correspondía a su llama la cual era la que más estaba lastimando al joven; sintió algo al lado de su cadera, era su fiel revolver; lo tomo su mente recordó todo lo que había pasado hasta ese momento y haciendo uso de su puntería rompió la cadena, mientras una sonrisa made in Reborn cruzaba su rostro, había sido tan idiota.

-gracias Reborn-

-hm, vaca perdón-

- ¿qué? -

-lo que escuchaste ni creas que lo pienso repetir-

-ese es el bastardo del que me enamore, ahora regresa y cuida a nuestros hijos; o te molestare cada noche bastardo-

El mayor se acercó hasta él mientras le daba un beso en los labios que se tornó apasionado, dejando al joven sonrojado.

-y tu asegúrate de vigilarme, te amo Lambo; siempre lo hice-

-lo sé, también te amo Reborn-

----Realidad---

Le dolía el cuerpo y se sentía hambriento, abrió los ojos poco a poco evitando que la luz lo cegase demasiado rápido, un suspiro frustrado salió de sus labios, al sentirse inmovilizado; se revolvió un poco cuando la puerta de su habitación fue abierta lentamente observando una pequeña figura de cabellos negros, Hikari lo observaba curioso decidiéndose si entrar o no.

-Señor Reborn-

- ¡Hey! dame-Hikari soy tu padre pequeño mocoso-

La carita del pequeño se ilumino con una enorme sonrisa y pequeñas lagrimas escurrieron por sus mejillas mientras corría y se echaba en brazos del mayor quien lo recibió con un pequeño quejido adolorido.

-Hikari ten más cuidado aún se está recuperando-

Anabel entro observándolo mientras una sonrisa muy parecida a la de su padre adornaba su rostro; con cuidado quito al menor quien empezaba a sollozar.

-es bueno que hayas vuelto dame-padre-

-hm, aunque solo por esta vez te lo dejare pasar, ¿dame-Tsuna y la bola de inútiles? -

-Afuera-

-bien llama a la enfermera quiero largarme de aquí-

-está bien, Hikari quédate con él-

- si hermana-

/-/-/-/ algunas horas después /-/-/-/

Todos se encontraban extrañados, al salir Reborn del hospital les había obligado a ir a varias florerías y cada uno compro una en específico; por un lado, se sentía felices de verlo de vuelta, por el otro se extrañaban de su actitud y ahora se encontraban en el panteón de Vongola frente a la tumba de Lambo, cada uno de ellos traía en sus manos una flor Anabel sonreía tomando de la mano a Hikari.

-bien idiotas, es hora de dejarlo ir-

El asesino coloco su flor, una dalia roja; sobre su tumba, junto con su anillo de guardián del rayo.

-Lambo ti amerò sempre, il mio amore (Te querré siempre Lambo, amor mío)

Luego siguió Tsuna quien suspiro colocando una zannia amarilla sobre la tumba.

-si sarà sempre nella mia mente e il mio cuore mio fratello (siempre estarás en mi mente y mi corazón hermano mío)

Hayato sonrió de manera algo triste mientras colocaba una begonia

-Riposa in pace amico Lambo (descansa en paz amigo Lambo)

Takeshi suspiro mientras le daba un corto abrazo a Hayato y colocaba sobre la tumba una amapola blanca.

-sempre vivo nei nostri cuori Lambo (siempre vivirás en nuestros corazones Lambo)

Ryohei dejo sobre la lápida una belladona

-amico presto, buon viaggio (hasta pronto amigo, buen viaje)

Chrome contenía el impulso de llorar mientras dejaba una flor de enebro.

-Vaquita addio (adiós, vaquita)

Anabel se acercó dejando un girasol naranja mientras sonreía.

-Volevo vivere più con voi, ma ci ha lasciato un bel padre e mi regalo, il nostro piccolo sole. Grazie (hubiera querido convivir más contigo, pero nos dejaste un regalo hermoso a papá y a mí, nuestro pequeño sol. Gracias)

Hikari se acercó mientras colocaba una camelia blanca y sonreía.

-Sai papà? Avrei voluto sapere, ma anche senza di essa posso solo dire che ti amo e non ti preoccupare; L'ho lasciato in buone mani. (¿sabes papi? me hubiera gustado conocerte, pero aun sin hacerlo solo puedo decir que te amo y no te preocupes; me dejaste en buenas manos.)

Mokuro se acercó hasta la tumba mientras la observaba, un suspiro salió de sus labios mientras dejaba dos flores, un geranio oscuro y un geranio escarlata.

-Spero di aver già perdonato Lambo, riposa in pace compagno (espero que ya me hayas perdonado Lambo, descansa en paz compañero)

Y por último se acercó Hibari mientras dejaba sobre la tumba una campanilla de inverno.

-Mi piacevi no, ma era mio dovere di proteggere, fallire; Tornerò ancora più forte. Si tratta di una promessa (no me agradabas, pero era mi deber protegerte, falle; me volveré más fuerte aún. Es una promesa)

Todos suspiraron mientras derramaban las ultimas lagrimas por su amigo, compañero, hermano; sus anillos comenzaron a brillar, dejando que un pequeño rayo de luz diera al anillo; Hikari se acercó hasta el encendiendo por mero instinto su propio anillo -especialmente diseñado por Giannini- e igualmente un rayo broto de él pero este fue más potente e ilumino el cielo; cuando todos se recuperaron de la ciegues momentánea se quedaron fríos y mudos.

Flotando frente a ellos se encontraba Lambo su apariencia era como la última vez que le vieron, el joven sonreía felizmente, mientras descendía al suelo; le hizo una caricia a Tsuna, Hayato, Takeshi, Ryohei, Anabel y Chrome y después le propino un golpe en la cabeza a Mokuro y Hibari; camino hasta Reborn dándole un casto beso en los labios y por último camino hasta Hikari al cual abrazo agachándose a su altura, derramando un par de lágrimas mientras lo cargaba rápidamente.

-Vi ringrazio per tutti i ragazzi, ora sono libero; tenere a mente che amo con tutto il mio cuore; ora fanno la loro vita essere felice non preoccuparti per me più, andare avanti e non mollare perché il futuro della Vongola è nelle vostre mani. (Les agradezco por todos chicos, ahora ya soy libre; tengan en mente que los amo con todo mi corazón; ahora hagan sus vidas sean felices no se preocupen más por mí, sigan adelante y no se rindan ya que el futuro de Vongola está en sus manos)

Y asi como apareció, asi se fue mientras el brillo de su anillo se extinguia poco a poco; dejando a la familia con mucha paz en su corazón, paz que les había sido arrebatada desde su muerte.

-hey¡bola de inútiles llorones; espero que le hayan comprado buenos regalos a dame-Hikari o dormirán con los peces ¿capicci?

-papá-

- ¿Qué olvidaste tu propio cumpleaños?

-¡no! Vamos chicos quiero abrir mis regalos.

El pequeño sonreía mientras la familia sudaba frio, y más ante la mirada del asesino la cual prometía una buena tortura a quien no le hubiera comprado regalo a su peque.

La paz y armonía poco a poco regresaban a la familia Vongola los cuales volvían a ser tan únicos como antes; solo tenía que salir de ese hoyo de desesperanza en el cual se habían hundido y mirar hacia adelante donde solo había prosperidad.

FIN

Notas finales:

Xóchitl: esperemos que les haya gustado

Nina: bua bua los queremos y dejenos por favor reviews

Sayura: pronto regresaremos con más actus 

Ana: solo dejenos sobrevivir al final del semestre

Todas: bye bye


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