Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Yugi... Mi aibou... Mi hikari. por Girlyfairly

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Oneshot desde el punto de vista de Yami. No contiene lemon ni mucha participación de mi lindo Yugi, pero era una idea que tenía y espero que les guste. 

Notas del capitulo:

Quizá muchos (o todos) no sepan quién soy, pero desde que abrí mi cuenta, ésta fue la primera fandom donde publiqué, porque amo este anime. Pero terminé borrando algunos oneshot y fics que publiqué, en parte porque no lograban convencerme del todo y, en parte porque me decepcione un poco del como hay escritos tan mal redactados que se llenan de más reviews y visitas. Y no me mal entiendan, mi escritura está lejos de ser la mejor y, hay quienes escriben muy bien en esta fandom, recuerdo que solía leer a Dtzo, KatherienP. Y Lizzy Vidal son quienes se me viene a la mente, de quienes recuerdo como buenas escritoras :). Pero luego hay otros fics que.. bueh, no hay mucho que decir. 

Quiza me mantenga apareciendo de vez en cuando pero por el momento solo con oneshot. Espero realmente que les guste :)

Nuestra Última Noche.

 

La noche se me hace más fría, no sé si la temperatura realmente está baja en Egipto o si sólo es mi percepción. Pero estoy en mi forma de espíritu, el gélido aire no debería calarme, sin embargo siento como me atraviesa mi traslúcido cuerpo, congelándome hasta el más ínfimo rincón de mi ser. El ventanal se encuentra abierto, permitiendo que la blanquecina luna llena se cuele por la habitación, iluminando tenuemente tu rostro, ése que luce más angelical cuando duermes.

No es la primera vez que me siento a tu lado solo para observarte descansar, tu apacible rostro siempre me llena de paz, pero hoy solo puedo concentrarme en el nudo que parece formarse en mi garganta, ése que me está cortando la respiración, deseando ver tus ojos amatistas y que tu melodiosa voz me diga que todo estará bien, pero eso solo sería una vil mentira, hemos llegado al final de nuestro camino y, por mucho tiempo ignore lo difícil que sería la última noche a tu lado.


¿Cuánto tiempo ha pasado de que nuestra travesía inició?, en estos años has tenido más cambios de los que te atreves a aceptar, pero si algo he amado siempre de ti es esa bondad tuya que no se distorsiona ni con el pasar del tiempo, ese brillo que tus gemas amatistas siempre tienen. ¿Y quien se atrevería a llamarte débil? Si es tu fortaleza la que me ha permitido llegar hasta donde estamos esta noche. Llorar no es de cobardes, eso me lo enseñaste tú hace mucho tiempo.


¿Recuerdas nuestro primer encuentro en el duelo contra Kaiba para tener acceso al castillo de Pegasus?, sé que para ese entonces ya teníamos un tiempo de compartir el mismo cuerpo, pero tú no acababas de entender a cabalidad la existencia de otra presencia dentro de tu ser, hasta ese enfrentamiento en específico, en el que tuviste miedo a la oscuridad que habitaba en tu corazón; me tuviste miedo, mi hikari. Pensé que mis acciones eran buenas porque solo lo hacía con el fin de salvar a tu abuelo, aunque no voy a negarlo, la mayor parte de mi solo deseaba el regocijo que provoca la victoria, importándome poco o nada que el cuerpo de mi enemigo cayese por ese acantilado, dañándolo gravemente o hasta matándolo. No me importaba y, si tú no me detienes, te juro que yo hubiese finalizado ese duelo en un santiamén, pero algo me hizo desistir en el instante que estaba a punto de realizar mi ataque. Tu presencia en los duelos casi siempre era nula, pero por primera vez pude sentir la inmensidad de tu fortaleza, tu desesperación en ascenso mientras te aferrabas a mi brazo con tal de detenerme, sabías que perder significaba no recuperar el alma de tu abuelo y, aún así preferiste detenerme antes de causar daño a alguien quien ni siquiera era bueno contigo. Tu inocencia me impactó y tu bondad me cautivó, pero verte de rodillas llorando fue lo que me destrozó; quise arrodillarme a tu lado y secarte las lágrimas, convencerte que el único ganador de este duelo habías sido tú, porque habías resultado ser más valiente que tu oponente, pero podía percibir tu miedo, el solo sentir mi presencia cerca te hacía temblar, algo que me dolía mucho más de lo que me atrevo a aceptar.

Y ese solo fue el inicio de una incontable serie de sucesos donde me demostrabas en cada uno tu capacidad de resistir. ¡Ja!, ¿Que te llaman débil por tu aniñado aspecto?. Yo he presenciado como esos inocentes ojos amatistas pueden volverse fieros si alguien se atreve a meterse con lo que más ama; yo he sido testigo de la firmeza de tus palabras cuando deseas dejarme claro que no hay nada que juntos no podamos superar. Porque así es, aunque Ishizu diga que ambos fuimos unidos por algo más que el destino, que estamos juntos para aprender del otro eso de lo que carece nuestra alma, que tú me enseñarías acerca de la compasión y que yo te mostraría sobre la fortaleza, yo más bien siento que tú has logrado brindarme más de lo que yo te he dado. Porque jamás te he visto como alguien débil, por más que muchos digan lo contrario, ¿Quien más se enfrentaría a un chico que fácilmente le dobla en estatura y peso, solo por defender a otros dos que solían molestarlo a diario?. No importa cuantas veces te lo diga, mi aibou, tú eres más valiente de lo que muchos creen.


Jamás lograran convencerme que mi determinación es lo que nos ha hecho llegar tan lejos, siempre has sido tú, tú y tu bondad que jamás permitió que me consumiera en mi propia amargura. Creo que para todos es fácil hablar y describirte como el chico frágil que se siente valiente a mi lado, pero solo tú y yo sabemos lo que hemos pasado. Solo yo recuerdo el como decidí jugar el sello de oricalcos aún cuando me suplicaste que no lo hiciera, tú te mantuviste firme, mientras yo me dejé dominar por mi oscuridad. Te juro que jamás me hubiese perdonado si tu alma hubiese servido para despertar al Gran Leviatán y deja tú lo tétrico de la historia, más bien era que por primera vez me había detenido a darme cuenta de lo solo y débil que me sentía sin tu cálida presencia a mi lado.

Ya hace mucho me había dado cuenta que poseías las más puras facciones que jamás había visto, ni siquiera en el más fino esclavo del antiguo Egipto. Me resultaba fácil perderme en tus insondables orbes amatistas, me resultaba apaciguador pasar mis dedos por tu cabello cada que dormías, me resultaba embriagante acostarme a tu lado y poder percibir el olor a manzanas que emanaba tu piel. Por ello el perderte en aquel duelo fue un golpe del cual pensé que no podría reponerme, creía que las lágrimas jamás dejarían de mojar mis mejillas a cada segundo que pasaba sin poder verte, temí el no volver a sentir la suavidad de tu tersa piel. ¿Ves y como si eres un ser increíble?, jamás me mostraste ningún rencor al momento de volver a vernos, es más, te prendiste de mi cuello sonriente como si no hubiese sido yo el culpable de que te fueses en primer lugar.

Por eso, mi Yugi, prométeme que mantendrás esa inocencia tuya que te permite ver siempre la bondad de las personas, pero sin dejar de lado esa cautela que yo te he enseñado, porque me dolería demasiado que alguien se aprovechase de tus buenos sentimientos, como ya lo he hecho yo al haberte fallado un par de veces.

Sé que como espíritu no necesito dormir, pero un descanso dentro del rompecabezas no me caería nada mal, sobretodo cuando en unas horas será nuestro duelo final. Sin embargo, algo me mantiene pegado al colchón, adherido a tu lado mientras con mis dedos retiro los mechones dorados que caen por tu rostro, no quiero que me impidan la perfecta vista de tus facciones, quiero guardar en mi memoria cada línea de tus rasgos. Duerme, mi aibou, que por esta noche yo seré el guardián de tus sueños y, por favor recuerda, que tú siempre serás mi hikari y yo tu Yami, aunque luego de mañana no volvamos a vernos.

Notas finales:

Me ha salido corto, pero espero que les guste :3

Nos vemos en una próxima que despierte mi inspiración por esta pareja. :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).