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No es de sangre por Heartshaoi

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Notas del fanfic:

Los personajes no son mios, son del magnifico Yoshihiro Togashi.

 

Esta historia ha sido creada sin fines de lucro, de fans para fans. Solo se busca entretener al publico lector con estos gustos.

Advertencia!

Este fic tiene temas relacionados a maltratos y odio. El contenido de shota será lo principal pero no se verá en todos los capitulos.Esta historia contendrá, acción, drama, romance,  algo de angustia, violencia, incesto (principalmente) la muerte de un personaje y shota.

Si no te gusta este tipo de historias te recomiendo no leer el fic.

Estan advertidos!!!

Notas del capitulo:

Yeeeehhh

Esta es una de las primeras historias escribi y que aun no finalizo. Nunca me atreví a subirla creyendo que no  les gustaria el IlluKillu, pero después de conversar con unas lectoras me animaron a subir este fic.

No es de sangre o en su titulo antiguo No es por la sangre. Será una historia en el universo espejo de Secretos en la academia Hunter. Si, no tendrá nada de parecido. Pero de esta historia me inspiré para hacer la otra publicación.

Espero que les guste, ahora trabajo en un Leopika u Kuropika y también subiré pronto.

 

A leer!

Capítulo 1: Killua

Cuando llegó a casa no fue igual que los demás, su nacimiento había sido todo menos una bendición, o al menos eso decía Kikyo, la esposa de Silva Zoldyck, que por razones que Illumi y Milluki que no llegaban a comprender estaban peleados al punto de no verse las caras. “problemas de esposos” decían ellos…

Killua era idéntico a su padre, desde el tono de su piel, hasta el cabello color plata. Cuando sus hermanos mayores lo vieron no reaccionaron positivamente, a Milluki le dio igual su existencia e Illumi no dijo nada, pero le desagradaba verlo riéndose de su cara. Al igual que Milluki, cuando este nació el hijo mayor no se dio cuenta de eso hasta que estuvo en la cuna. Jamás vio el embarazo de su madre y tampoco vio el de Killua. 


“Me da igual” se decía para evitar la curiosidad que nacía en él al ver a un ser físicamente igual a su padre. Tenía nueve años cuando se volvió por segunda vez en hermano mayor, Illumi tenía muchos quehaceres en su vida que no podía dejar de lado para cumplir su papel de hermano, y así lo hizo. Todos continuaron su vida sin importar que sucediera, sin embargo, desde su llegada las cosas se pusieron mucho más tensas en casa.


Kikyo constantemente se aparecía con escenas de reproche para Silva, a lo que él le contestaba siempre “Yo no lo decidí” y en efecto él no había decidido casarse con ella. Todo fue por negocios, nada más.


Illumi no había visto tantas escenas de ese tipo en tan poco tiempo, sabía que Killua era la causa, pero o se metía a investigar más allá, eso no se le estaba permitido.
 Solo que había una cosa que le parecía extraña, saber que el albino no tenía planificada su vida lo llenó de preguntas, se cuestionaba ¿Por qué él si tiene derecho a más libertad? A diferencia de él cuando era muy pequeño ya había sido informado del negocio familiar y del futuro papel que ocuparía. Pensó que tal vez a los 2 años comenzarían con su formación disciplinaria y entrenamiento mental, pero nada, nada de eso sucedía.


Con el tiempo veía que sus padres se reconciliaban poco a poco, hasta que de re pronto nació Alluka.  Killua sabía hablar y correr por todas partes como cualquier niño, eran tan molesto para su hermano mayor que por momentos quería desaparecerlo por completo. 


Cuando Killua cumplió los tres años, Illumi recibió una hoja donde decía lo que aprendería Alluka. Creía que sus hermanos menores no tendrían vínculo con su trabajo, pero no fue así. Alluka participaría en la extorsión y estafa cuando creciera, pero Killua no tenía ni una hoja de vida, y su padre les prohibió hablar sobre el trabajo en frente del niño, como si lo estuvieran protegiendo.  


Kikyo propuso que viviera alejado de ellos si es que tanto lo querían mantener fuera de “eso” a lo cual su propuesta fue aceptada, solo con la condición de que Gotoh el mayordomo de más confianza estuviera siempre con él.
Illumi no entendía por qué tanto por un simple niño, cuando entrenaba lo hacía hasta desfallecer buscando la forma de calmar su ira. Odiaba que ese niño pudiera llevar una vida normal fuera de los negocios ¿Por qué él?  o será qué ¿No es apto para nada? Prefería pensar que Killua no era necesario y por eso buscaban la manera de deshacerse de él. Pero cuando veía a su padre buscarlo todas las noches para hacerlo dormir le daba envidia. Lo odiaba porque a pesar de todos los problemas que trajo igual era bien tratado por Silva, como si fuese su único verdadero hijo...

...

Cuando Killua se fue de casa hicieron fiesta con su madre, Illumi tenía 13 años en ese entonces y lo único que compartía con esa mujer era el odio desmedido hacia esa criatura. Milluki no tenía tiempo para esas cosas, solo estudiaba el uso tecnológico de las computadoras y los futuros avances que tendrían, el sería el encargado de muchos sabotajes cuando creciera. 


Alluka fue creciendo y sus rasgos femeninos tenían a todos muy preocupados al punto de causar fastidio e el padre, además había un nuevo niño: Kalluto, este si era bien tratado por su madre, recibiendo un trato especial, pero nunca había visto a su padre. 


Todos los fines de semana Killua visitaba a su familia, solía jugar con Alluka con la supervisión de los mayores, pero en algunas ocasiones cuando su padre no estaba su madre lo maltrataba con peticiones imposibles para un niño normal. Él obedecía todo porque así lo estaban formando, no decía que no, a menos que sea algo digno de juicio y como Kikyo era su superior no se atrevía a contradecirla. Una de esas ocasiones le obligaron a andar por toda la casa con un chaleco de plomo hasta que el sol se ocultara, no pudo resistirlo y terminó dejándolo después del almuerzo. 


Nunca había sentido tanto dolor como esa noche donde lo castigaron por desobedecer, Silva se encontraba de viaje y no se enteraría de nada. Illumi era testigo de todos esos abusos, pero no decía nada ¡Es más! Disfrutaba verlo llorar mientras lo veía sobarse el cuerpo, le parecía patético ese comportamiento porque él a esa edad ya soportaba todo eso y más.


A sus 6 años odiaba su madre que constantemente lo llamaba “bastardo”, claro solo cuando Silva no estaba presente. Prefería quedarse en la otra casa con Gotoh donde era mucho más feliz y evitaba sufrir de esa manera,

Los domingos para él eran un martirio hasta que una de esas fechas Illumi impidió que lo castigaran por no poder mantenerse colgado 5 horas sin desfallecer. Creyó que su hermano mayor lo protegía y comenzó a admirarlo pensando que entre todo su pesar podría encontrar consuelo, pero no fue así. Silva le había dado la orden a Illumi de mantenerlo alejado de su madre si es que ve algo negativo, obedecería a su padre aún si no quisiera, siempre, siempre…


Cuando Silva se enteró por el informe de Illumi lo que le hacían a su niño no pudo evitar perder la cordura. Tomando del cabello a su mujer le advirtió que no quería volver a enterarse de algo así porque si no, sus hijos quedarían huérfanos de madre. Ella reía mientras le causaban dolor, después de mucho tiempo llamaba la atención de su esposo al punto de disfrutar esas amenazas. 


- Toda la culpa la tiene ella – dijo llorando de rabia cuando su esposo la soltó. Él le prohibió volver a mencionarla – No vuelvas a referirte a ella – le dijo antes de irse dejándola abatida queriendo refutar sus palabras, le causaba daño que otro ser tenga más espacio que ella en el corazón de Silva. 


Illumi veía todo desde lejos, como siempre no se metió en esos problemas, pero quería saber por qué su padre hacia tanto alboroto por Killua, ni siquiera vivía con ellos ¿Qué tenía ese niño que no tenía él? Como primogénito deseaba atención, pero lo único que tenía era trabajo, más y más trabajo.



En todo el tiempo que había pasado llegó a la conclusión de que Killua no servía para la familia, que simplemente había nacido para ser alguien sin futuro. Llegó a creer que lo mantenían vivo solo por pena, hasta llegó a sentir lastima por él, pero el adolecente estaba completamente equivocado.


Todo estuvo bien, Killua cumpliría 10 años sin rastro de su antigua casa, La mejor decisión que tomó Silva fue alejarlo de su familia, porque se dio cuenta de que su niño no crecería como debe de ser, protegiéndolo hasta el momento indicado, el momento indicado cuando retome su papel como el futuro heredero de todo lo que ejerce su padre y su abuelo, porque era al único de sus hijos que de verdad amaba.

Cuando Illumi fue informado de eso no lo pudo soportar ¿Por qué? Otra vez ese mocoso robaba sus sueños, si un día deseo ser libre, ahora deseaba ser el sucesor oficial, pero no era así ¡Alguien que no conocía el verdadero trabajo tomaría el mando! Se cuestionaba por primera vez el motivo del trato especial, tenía 19 años y era todo un profesional, tenía participación con su padre en diversos trabajos importantes y ayudaba con el entrenamiento de los dos hijos menores.

Todos los días se hacia la misma pregunta ¿Por qué Killua? Y especialmente por qué era odiado por su madre, sabía que la mujer estaba loca y obsesionada con Kalluto, pero no entendía ese rechazo a su propio hijo. Buscaba recordar en su niñez queriendo comprender las peleas de sus padres, solo recordaba las incontables veces que Silva decía “Jamás te querré” a lo que su madre contestaba “Entonces yo te amaré”. Sabía que su casamiento fue puro plan de sus abuelos y que al igual que ellos tenían un solo propósito y no era precisamente ser felices.  

 

Sabía que sus padres ocultaban algo que pronto descubriría. Siguió entrenando y viendo como los enemigos se acercaban más a sus intereses, tenía que matar a uno que otro para mantener el secreto de los Zoldyck, el imperio Zoldyck…


En cambio, Silva vivía cada día más alejado, solo estaba presente cuando era necesario y el resto de labores en casa eran supervisadas por el hijo mayor. Illumi prefería vivir así, tratando de olvidar que alguna vez existió Killua en su vida, lo odiaba por ser diferente y tenía la esperanza de que las cosas cambiaran en el futuro, que su padre solo dependa de él como ahora y no de ese niño. Habían pasado 4 años desde que se fue y la supuesta “paz” se encontraba en la casa, Kikyo no volvió a hacer problemas por esa causa, aunque andaba muy irritada por no ver a Silva lo podía tolerar.


En la mansión estaba prohibido el nombre de Killua, como si fuese un tabú Alluka le contaba a Kalluto como era cuando el albino vivía ahí, las veces que fueron pescados hablando de su hermano, los castigaban por faltar el respeto a su madre. A Illumi le parecía una tontería todo aquello, porque sabía que de todas formas ese niño volvería, tarde o temprano, pero volvería…
 

 
Killua vivía una vida normal con Gotoh, iba a la escuela, tenía amigos y le gustaban los dulces. Lo único que le recordaba a su familia era el mayordomo que siempre lo llamaba “Killua- sama” así y con todo ese respeto del mundo. Sabía que vivía separado por alguna razón, pero detestaba que su padre lo haya dejado solo cuando antes lo trataba bien. Recordaba a Illumi y Milluki, muy poco a Alluka y no sabe nada de Kalluto. Por las noches a veces tenía pesadillas recordando los maltratos que le dio su madre y la constante tensión en la que vivió por el simple hecho de nacer. 


Tenía resentimiento hacia su padre, pero él jamás lo comprendería, jamás podría saber que era para su bien y que, aunque Silva intente alejarlo de su oscuro destino, no podría hacerlo, no por mucho tiempo…
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Notas finales:

 

-Heart


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