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HISTORY OF A DREAM por Eiri_Shuichi

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Notas del capitulo:

Bien, este fic tendra 3 caps y solo 3 caps; lo hago y publico presisamente por ser Noviembre 1; en pocas palabras, va dedicado a esas personas que se han ido...

Gravitation es una obra de Maki Murakami pero les agradeceria mucho su opinion con respecto a este fic

HISTORY OF A DREAM

 

-No, no puedes hacerme esto ahora… ¡dime que no es verdad!
-Shuichi, entiende por amor de Dios
-¿Qué entienda qué?, ¿qué te vas?
-¡Maldita sea Shuichi, entiende de una vez que es lo mejor!
-¿Por qué?... ¡Dime por qué!
-¡Por qué!, ¡No te parece suficiente todo lo que nos ha estado pasando!, entiéndelo, ¡no podemos estar juntos!
-¡Y qué se supone que yo haga!, ¿seguir como si nada hubiera pasado?
-¡Siempre tienes que hacer todo difícil!
-¡No quiero volver a verte nunca  Yuki Eiri!- el pelirrosa corrió hacia la salida sin siquiera tomar sus cosas y se marcho mientras el escritor sentía crecer el dolor de cabeza.

 

Se dejo caer en el sofá con desgane por la reciente discusión, ¿acaso el cantante creía que era fácil para él dejarlo?; definitivamente todo andaba mal desde hacía ya varias semanas.

 

Bad Luck estaba haciendo los últimos preparativos para sacar a la venta su nuevo CD con la participación de N.G. y, por consecuencia, su joven pareja había empezado a tener un horario por demás inconveniente, sin mencionar sus constantes celos que le envenenaban la mente a cada minuto que pasaba hasta que, un día, al llegar el pelirrosa terminaron discutiendo y diciendo mil y un cosas hirientes. El ambiente tenso no se había esfumado desde entonces y aquello se había convertido en una autentica pesadilla para ambos hasta que, cuatro días atrás, había llegado un fax de la editorial diciendo que era estrictamente necesaria una gira para presentar el nuevo libro del rubio.
Desde entonces no hacía más que pensar en aquella situación, sabía que marcharse equivalía a evadir un problema, pero quedarse significaba que estos persistieran de manera que, con mucho pesar, decidió avisar a Shuichi sobre su viaje y, sin estar convencido del todo, que al volver deberían plantearse la idea de una separación.
Ya estaba hecho a la idea de la reacción de su koi, sin embargo enfréntalo había resultado mucho peor y ahora, prácticamente botado sobre el sofá, se sentía más miserable que nunca.

 

Se levanto con dirección a la cocina y tomo una cerveza sintiendo como aquel líquido recorría su garganta un poco tosca pero refrescante, realmente le hacía falta abandonar un poco la realidad, mas después le cobraría caro la migraña y era mejor tener la cabeza fría para el momento en que tuviera que reencontrarse con su pareja. Sin darse cuenta se dibujo una pequeña pero hermosa sonrisa en su rostro, “pareja”, “koibito”, aquellas palabras que no creyó utilizar jamás para nadie le pertenecían ahora a ese crió que a sudor y lágrimas se fuera abriendo paso en su corazón haciendo a un lado todo lo demás, incluso ese pasado doloroso que, si lo pensaba bien, ya no le importaba.
Se quedo observando la lata como si en la información nutrimental fuera a encontrar la respuesta a algo; alzó la ceja al caer en cuenta de la tontería que hacía y la depósito en el cesto de basura para ir a trabajar un par de horas.

 

Ya un lapso considerable había transcurrido cuando se llevo un cigarro a la boca y, al encenderlo, dio con la foto del cantante y él; juntos en la primera y única cita que habían tenido en dos años y medio de convivencia.

 

Cerró sus ojos y se dejo llevar en una oleada de recuerdos de mirada violeta y hebras rosas, a veces cuando lloraba o cuando hacía alguna locura, cuando cantaba o le decía “Te amo” con su sonrisa limpia y fresca, la primera vez que lo vio, el primer beso, como tiempo atrás le salvara de caer en lo más profundo de la miseria, de la muerte o, mejor dicho, del suicidio…
Como curo poco a poco sus heridas sin que se diera cuenta y se volvió parte de su vida; si bien tenía la mala costumbre de ser peor que un huracán también podía ser tan dulce y comprensivo como un ángel, nada comparable con escuchar sus pasos descalzos ir y venir por el departamento tarareando alguna nueva canción que tomaba forma en su mente, como se sentaba en el piso y sobre la mesa de la estancia escribía las melodías y letras comiendo de vez en vez pockys como un niño pequeño, como se recostaba en su cuerpo buscando escuchar los latidos de su corazón, su aura calida, todo lo que estar con el conllevaba.

 

Y así había sido, sin quererlo un día despertó sabiéndose enamorado de la persona que dormía a un costado con infinita paz y llamándole entre sueños en pequeños murmullos.
Y así sin pensarlo se acerco a su rostro y lo beso para ver como abría sus hermosas orbes violetas.
Y así sin darse cuenta lo miro con cierta devoción, dando gracias al cielo por estar vivo y a su lado.
Y así, sin pedirlo, se sintió amado como nunca antes.
Así, porque así era el amor y porque, al final de cuentas, todos sus pensamientos llevaban a un mismo lugar.

 

Pero como dolía imaginarle cerca de Sakuma Ryuichi, aquel a quien admiraba desde mucho antes de conocerle y a quien dedicaba su vida, ¿dónde quedaba él en todo eso?, ¿dónde?, ¿cómo una circunstancia?, ¿cómo algo temporal?, ¿cómo el primer amor de un adolescente?, ¿cuál sería su lugar en un par de años?
Dolía demasiado pensar en eso, le aterraba la idea de perderlo, por ello quería alejarse, para no llorar, para no sufrir, para después no tener que ver todo su mundo caer sin esperanza.

 

Se levantó y comenzó a arrojar todo aquello que encontró a su paso intentando sacar toda la furia, todo lo que se llevaba guardando desde hacía tiempo y, finalmente, se dejo caer victima de la más terrible desesperación, tomando firmemente entre sus manos las hebras doradas y reprimiendo los gritos y el llanto desconsolados.

“¿Por qué?, ¿por qué te tengo que querer tanto maldito crió?”

 

Tomo sus llaves, un saco y salió en busca de Shuichi mandando al diablo sus miedos e inseguridades con toda la intención de arriesgarse como nunca antes en su vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

CONTINUARA...


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