Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Shinobi pirates por Ghost princess Perona

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Ni Naruto ni One piece son míos

Notas del capitulo:

Espero que les guste...

Tajima Uchiha hablaba con unos miembros del clan Shirohebi, compuesto de maestros científicos, sobre una posible alianza. Fueron inflexibles en cuanto a su requisito para aceptar, que entregaran a un niño de los suyos lo suficientemente fuerte como para sobrevivir a sus experimentos. Trató de pensar en un niño que encajara en el perfil, los Uchiha necesitaban la alianza o se arriesgaban a ser destruidos por los Senju. Entonces se acordó de algo... sí, sí lo haría. Madara, el pequeño traidor que jugaba con un enemigo, era perfecto. Tenía a Izuna todos modos para que ocupara el puesto de heredero, por lo que no necesitaba su primogénito.
"Izuna, ¿dónde está tu hermano?" preguntó al llegar a casa. El niño negó con la cabeza, lo que indica que no lo hizo sabía. Por su parte, Izuna estaba asustado. ¿Qué pasaría con su nii-san? Madara era prácticamente su padre, ¿qué haría solo? "Voy a esperarlo"
Esa tarde, cuando Madara regresó a su casa y su padre le informó de su destino por haber traicionado al clan, estaba aterrado. Él no sabía que su amigo era un Senju, sólo quería jugar como un niño normal por una vez en su vida. Pateó y gritó, tratando de luchar contra su padre para escapar de las cosas horribles que le habían reservado... pero no sirvió. En pocos minutos tenía las manos atadas y lo arrastraron delante de los hombres serpiente.
"Padre, por favor..." rogó.
"Silencio" el jefe del clan le ordenó al niño. Izuna caminaba detrás en silencio, sin dejar que sus emociones se reflejaran en su rostro. Oyó que iba a perder su querido hermano... pero lo resistiría, era un niño fuerte. O al menos era lo que lo trataba de creer.
"Así que finalmente viniste..." dijo una voz sibilante. La sangre de Madara se heló, estaban ahí. Quería correr, algo imposible con la mano de su padre sujetándolo con fuerza. Uno de los hombres lo agarró de las manos atadas y lo obligó a caminar delante de ellos.
"No... ¡no! ¡Padre, por favor! ¡No lo voy a hacer de nuevo! ¡Quiero luchar, por favor! ¡Izuna, por favor!" gritó el niño, resistiéndose. Su familia no se movió ni una pulgada, mientras lo observaban siendo empujado hacia un lugar donde sería lo mismo que una rata de laboratorio. "Déjenme ir... ¡He dicho que quiero irme!"
"¡Demasiado valiente para ser un mocoso común!" rio uno de sus captores.
"No es común, es el hijo de Tajima, ¿no lo has oído?" otra persona se burló. "Esos Uchiha... vaya que tienen sangre fría. Mira que darnos a su propio hijo"
"Tal vez esta pequeña mierda no cumplió con los estándares de papá" volvieron a carcajearse y continuaron caminando, arrastrando al vociferante Uchiha. Miró a la luna, tenía que haber alguna manera de salir de ese aprieto, alguna manera de escapar.
"¿Qué estás esperando? ¡Muévete!"
"No me grites" Madara gruñó. Se oía orgulloso como siempre, incluso si no tenía nada con qué defenderse y sin duda moriría a manos de los hombres que lo obligaban a moverse de la forma más miserable posible. Aun así, encontraría la fuerza para escapar, incluso si necesitaba volver del mismísimo infierno.
-Del lado Senju-
Hashirama estaba durmiendo en paz cuando lo despertó una horrible sensación en el estómago. Miró a la luna y de alguna manera pudo entenderlo, Madara necesitaba su ayuda. Se levantó y, sin despertar Tobirama ni a nadie, salió de la casa. Se puso la armadura de manera silenciosa, algo a lo que estaba acostumbrado después de tantos años, y empezó a correr, de alguna manera sabiendo a dónde iba.
"No te preocupes, Mada, ahí voy"
El joven Uchiha ya ha perdido la esperanza de escapar cuando un árbol repentinamente atacó a sus captores. Ellos trataron de luchar, pero fueron vencidos rápidamente por el misterioso atacante y quedaron muertos en el suelo. Él siguió caminando por inercia hasta que fue atrapado por alguien.
"Mada..." escuchó la voz de su amigo y tuvo ganas de llorar. Alguien oyó sus ruegos y lo salvó de lo que fuera que esos malditos iban a hacerle. No su familia, no su clan... sino su amigo que pensaba que era un enemigo. "Mi Dios, Madara, ¿Qué te sucedió? ¿Esos tipos te secuestraron o algo?"
"Mi clan me entregó a ellos... para ser un sujeto de pruebas" Esto tomó por sorpresa al joven moreno. ¿Cómo podía un clan siquiera pensar en regalar a sus hijos para algo así? Tenían que estar muy mal de la cabeza.
"¿Por qué?"
"Soy un Uchiha... que se hizo amigo de un Senju" el pelinegro se sintió muy cansado de repente, casi dormido. Aunque sabía que era normal después de haber sido obligado a caminar por primera vez tanta distancia. "Pero ahora estoy contento de haberlo hecho. Gracias por salvarme"
"De nada" Hashirama se levantó con su amigo en sus brazos. Por una vez el menor no respondió, quedándose dormido casi inmediatamente contra su pecho. Mientras corría hacia su hogar, el moreno trató de decidir qué hacer con él. No podía volver a casa con un Uchiha herido, los matarían a los dos. Entonces recordó que vio una pequeña cueva mientras avanzaba que sería un bonito hogar temporal, aparte estaba muy cerca del río. Sin siquiera pensarlo se dirigió hacia allí.
"¡Estamos en casa!" despertó a su amigo una vez llegaron al lugar. Madara abrió los ojos, encontrándose rodeado de rocas y polvo.
"No sabía que los Senju dormían en cuevas" dijo sarcásticamente, aunque no estaba tan mal. Era seco y caliente, lo suficientemente bueno como para que pasara la noche. Más tarde tendría que conseguir otras cosas, pero estaba bien por ahora.
"Hum... bueno... no, pero... no puedo llevarte al complejo, mi padre nos mataría a ambos" explicó el moreno, levantando las manos en señal de rendición. "Créeme, Butsuma Senju es capaz de cualquier cosa. Me pega como tres veces al día en el mejor de los casos"
"Es obvio, siempre estás cubierto de moretones" el pelinegro dijo y bostezó, ya no tenía ni siquiera la mínima parte de la fuerza necesaria para molestar a su mejor amigo. "Puedes irte ahora, puedo dormir yo sólo. Me las arreglaré"
"Pero, Mada, todavía necesitas..."
"Todo lo que necesito lo puedes traer mañana" el Uchiha volvió a bostezar. No quería depender del Senju, pero no tenía otra opción por ahora. Hashirama asintió finalmente y se fue, corriendo tan rápido como pudo.
-en la mañana-
"Escuché un sonido extraño anoche" comentó Tobirama a su hermano medio dormido. Hashirama apenas y se mantenía consciente mientras comía el desayuno, como si hubiera pasado toda la noche despierto. Por último, el idiota se durmió sobre sus maíces tostados y Tobirama no volvió a tocar el tema, principalmente porque no quería causarle más problemas a su nii-san. Butsuma apareció en el comedor en ese momento y tiró al moreno de su asiento para despertarlo. Después de un entrenamiento infernal que tenían que hacer todos los días, el pobre Senju lleno de moretones fue a su casa y robó algo de comida y artículos de primera necesidad para su amigo. Al llegar a la cueva, encontró al pelinegro todavía dormido. Por unos segundos se quedó observándolo… qué lindo se veía así tan indefenso.
"Estoy aquí" se anunció cuando estuvo en la entrada del agujero en la tierra donde se escondía su compañero. Comenzó a caminar hacia él al verlo con los ojos abiertos, espabilándose un poco. Sin duda era adorable con sus mejillas todas rojas…
"Lo sé muy bien" dijo Madara, totalmente despierto ahora. Inmediatamente notó todos los cardenales del otro chico. Levantó una ceja y creyó saber la razón. "¿Te dormiste en el entrenamiento?"
"¿Cómo lo supiste? No importa, no es nada. Comparado con otros días, hoy fue muy benévolo. Tuvo que haberse levantado de muy buen humor" el moreno puso en el suelo las cosas que había traído para su amigo. "He encontrado algo de comida y mantas... y un cambio de ropa si quieres... tal vez no sea de la que estás acostumbrado a llevar, pero…"
"No quiero llevar ropa Senju" dijo con dignidad fingida. "Desafortunadamente, necesito ropa limpia, no quiero ir por ahí apestando. Gracias de todos modos"
“De nada” pensó por un momento mientras su amiguito observaba un polo de entrenamiento que le pertenecía a él, decidiendo si ponérselo o no. "Tal vez podríamos ir al río ahora y..."
"Mi clan sabe sobre ese río, Hashirama, no es seguro para nosotros volver. Olvida ese lugar, este será nuestro nuevo punto de encuentro."
"¡Pero me gusta mucho ese lugar!"
"Hablas demasiado fuerte" el Uchiha se tapó los oídos. "Y a mí también me gusta mucho el río Naka, pero no quiero terminar muerto o en manos de unos psicópatas con cara de serpiente que me harán ni el Rikudô Sennin sabe qué. ¿Quieres terminar así?" el otro sacudió la cabeza como respuesta. "Eso creí. Ven, siéntate conmigo y compartamos la comida. Estoy seguro de que tu madre cocinará mejor que mi padre"
"Es para ti"
"Yo no como tanto, vamos, ayúdame a terminármelo todo" pasaron el resto de la tarde comiendo y charlando, incluso entrenaron un poco hasta que estuvieron demasiado cansados, quedándose dormidos casi al instante. Cuando Hashirama abrió los ojos y se dio cuenta de la hora, entró en pánico y corrió a su casa después de decirle a su amigo que permaneciera en el interior de la caverna y no hiciera ningún sonido que pudiera delatarlo. El joven Uchiha asintió, cubriéndose con una manta para pasar la noche... no quería estar solo pero por ahora tenía que acostumbrarse. No había ningún lugar más seguro que esa tétrica cueva, cerca de Hashirama, donde este podría protegerlo… ¡qué decía! Él no necesitaba protección. Debía estar confundido por haber sido rescatado por el otro. En ese debate interno, se durmió.
-En el complejo Uchiha - 
"¿Qué?" Tajima le preguntó a uno de sus hombres después de que este le dijo que las serpientes fueron emboscadas por un Senju. "¿Mató a Madara también?"
"Su cuerpo no fue hallado por ningún lado" informó el hombre. "Pero estoy seguro de que fue un Senju, sentí un chakra como el suyo y recuperé esto en la escena" el hombre sacó de su bolsillo un pedazo de tela con el símbolo Senju en ella.
"Interesante" dijo el líder del clan. "Un Senju ayudando a un Uchiha, quien lo habría dicho. Y yo sé exactamente quién debe ser el que apareció para salvar al pequeño traidor. Hay que concertar una cita con su líder, ¿de acuerdo?"
"¿Por qué?"
"Tal vez podamos ver un Senju ser asesinado por otro, qué cosa más increíble debe ser" se rió sádicamente y se fue. El pequeño Izuna, escondido detrás de la puerta, rogó a cualquier deidad que lo estuviera escuchando que su hermano estuviera seguro. No quería que lo lastimaran, pero carecía de la fuerza para oponerse a su padre. Y si ese chico lo salvó...
"¡Izuna! ¡Ven aquí ahora, pedazo de estúpido!"
"¡De inmediato, padre!" contestó el niño y corrió hacia el lugar en el que estaban las armaduras, vigiladas como siempre, para que no pudieran ser robadas por sus enemigos. Se quedó en silencio, sin querer hacerlo. "¿Qué va a suceder con nii-san cuando..."
"Va a ser ejecutado, por supuesto... junto a su amiguito Senju"
-En El complejo Senju - 
Butsuma Senju recibió el mensaje de inmediato y se preparó junto a sus guerreros para luchar contra la invasión Uchiha que amenazaba sus tierras. Hashirama, vestido con su armadura, tenía otras preocupaciones ¿por qué no podía suceder esto en otro momento? ¡Tenía que conseguirle algo de comida a su amigo! Entonces se dio cuenta de que la invasión era probablemente su culpa, un Senju rescató a su sacrificio y estaban buscándolo específicamente. En su cueva, Madara sintió los chakras familiares y se levantó. Necesitaba salir de allí inmediatamente, coger a Hashirama y largarse lo más rápido y lo más lejos que pudiera.
Cuando por fin llegaron al río, los Senju y los Uchiha se miraban frente a frente. Butsuma y Tajima se reunieron, el segundo sonriendo al otro líder.
"No queremos hacerles nada por ahora, sólo entrega lo que vinimos a buscar y vamos a irnos tan rápido que no recordarás que estuvimos aquí" Hashirama se tensó.
"Sea lo que sea, no van a conseguirlo"
"¿Ah, sí? ¿Y si te digo que hay un traidor en su clan que ayudó a uno de los míos entre tus hombres? Particularmente no me importa si se queda entre ustedes, pero quiero al niño que se escapó con él de regreso. Todavía lo necesitamos, ya sabes"
"Pero... eso no puede ser" Butsuma analizó mentalmente la situación. Su primogénito dio un paso atrás, preparándose para salir corriendo en cualquier momento. Su padre, sin duda, lo mataría primero y preguntaría después. "Nadie salió anoche, excepto..." se volvió hacia el moreno. "Hashirama... dime que no hiciste lo que yo creo que hiciste"
"Padre..."
"Respóndeme, muchacho" su mirada era terrible y todo el clan que ahora lo estaba mirando completamente anonadado, como si supieran que era culpable de las acusaciones.
"¿Hashirama aniya?" Tobirama preguntó, recordando los extraños ruidos que había oído la noche anterior. Podrían muy bien haber sido su hermano poniéndose su armadura y dejando la casa para ayudar a un Uchiha.
"Yo..." fue toda la respuesta que necesitaban, era obvio por su comportamiento que era culpable. Butsuma le atizó un golpe en el rostro que lo mandó directo al piso.
"¿Qué hiciste? ¡Traidor! ¡Eres una vergüenza para los Senju!" gritó y agarró su katana, dispuesto a acabar con la vida de su propio hijo. Hashirama cerró los ojos, rezando, pidiendo que la muerte fuera buena con él y que su amigo estuviera bien. Lo que menos esperaba era oír a una voz gritar...
"¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!" los Senju huyeron del lugar, esquivando la bola de fuego. Lo siguiente que el joven sintió fue una mano agarrando su brazo, jalándolo hacia el bosque. "¡Vamos, Hashirama! ¡Corre!"
"Pero..."
"¡No hay nada que puedas hacer! ¡Tenemos que salir, AHORA!" el moreno escuchó a su amigo y ambos chicos se fueron lo más rápido que sus piernas les permitían, siendo perseguidos por shinobis de ambos clanes. Para el final del día, los perseguidores regresaron con las manos vacías.
"Entonces, el nombre de Hashirama Senju no existirá más" suspiró Butsuma. El exilio era la mayor pena que tenían y el niño iba a desear la muerte tras unos cuantos días viviendo así. "Yo lo declaro traidor y lo expulso del clan. A partir de ahora no es nadie" En el otro complejo, Tajima pronunció palabras similares cuando desterró a su hijo Madara.
-con los chicos-
"Tenemos que volver" el moreno trató de razonar con su amigo pelinegro. El otro niño mordió su labio, sabiendo muy bien que no podían acercarse de nuevo a los complejos.
"No podemos volver... nunca. Hemos sido expulsados del clan" con esto, los ojos de Hashirama se llenaron de lágrimas, pero no lloró y continuaron. Tenían que poner una gran distancia entre ellos y los clanes si querían seguir vivos los días siguientes.
 
Notas finales:

¿Qué le ha parecido? Espero que les haya gustado. Review!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).