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Corazon Acristalado por Sailor cosmos

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Desde sus primeros años de vida y de saber cómo funciona el mundo se había considerado un completo fracasado, en todos los ámbitos existenciales eran un completo y patético fracaso o al menos eso era lo que él y todos en su entorno le habían confirmado desde tierna edad. Su sueño era ser patinador profesional ganar aunque sea un vez el Primer lugar en el Grand Prix Final, no quería ser una gran estrella reconocida por todos, tan solo quería sentirse como una por un simple y efímero instante, demostrarle a todos, a sí misma que si valía... Pero ¿Que creen? Fallo, de la manera que todos de forma cruel y morbosa esperaban. No se podía negar que había llegado increíblemente lejos, quedando en cuarto lugar pero aun así ¿Cómo pedirle estar feliz por llegar tan cerca y haber perdido?

Aunque tenía muy claro su sueño, su propia debilidad mental le hacía temer fallar otra vez, aguantar las burlas de todos sus conocidos y supuestos amigos. Decidió encerrarse en su burbuja, pensar seriamente en que hacer y si de verdad tenía la suficiente fuerza de voluntad para volverlo intentar, su vida entera es patinar, no sabía porque esto es así, amaba tanto el bailar sobre el hielo... El sentir como su cuerpo fluía y se guiaba por la música, lástima que por hacer esto que tanto ama no pueda vivir...

Había vuelto a su casa, que era a la misma vez una posada de Aguas termales y que por otro lado sus padres tenían en una pequeña reserva de animales, muchas veces en su infancia había cuidado los animales heridos como Pingüinos, focas, un cachorro de león blanco, un delfín e incluso su cachorro de Poodle era hijo de una vieja perra que se había encontrado en la calle y llevada ahí para cuidarla. Los animales se podían considerar otra pasión, se sentía más afín con ellos que con los propios humanos... Cosa que nadie perdió para molestarlo diciendo que lo mejor que podía hacer era perderse en un bosque con sus animalitos

Volviendo al tema, noto que su madre estaba un poco alterada corriendo de un lado a otro para atender la posada rápido, era un poco extraño pues ella prefería la posada a la Reserva... aun cuando este tuviera fondos del estado y estos fueran muy altos

— ¿Pasa algo Mamá?—preguntó al llegar hasta ella, la mujer pasada de kilos volteo a verlo aliviada

—Yuuri-kun gracias a dios estás aquí... Espera que termine con los huéspedes, tengo que mostrarte algo

Casi como un niño pequeño se quedó esperando al lado de la entrada a su madre, la cual cuando terminó le comenzó a guiar hasta la reserva balbuceando un montón de cosas que no llegaba a comprender por lo bajo que las decía

—Hace un par de días nos encontramos un animal... Gigante en una zona muy boscosa de Hasetsu—logro entender

— ¿Que animal era? Todos aquí parecen ansiosos —comentó viendo como todos corrían de un lado a otro conmocionados

—Es esto—llegaron hasta una puerta de metal reforzado con una pequeña ventanilla, de ver el "animal" quedó con la boca abierta

Era enorme, no se podía dudar de aquella afirmación, debía medir unos 15 metros de largo y si se paraba unos 10 como mínimo si es que no era más. Recubierto de escamas en un color gris que le hacía pensar que estaba casi muerto, cuernos enormes junto a colmillos y unas alas que fácilmente podrían servir como armas debido a las espinas que tenía, era la viva representación del mito fantasioso más deseado del mundo... Un dragón

— ¿Es-está vivo? Es... ¿real?—preguntó pasmado sin apartar la vista del enorme reptil que yacía tirado en el suelo, parecía muerto pero pudo notar un imperceptible movimiento en lo que vendría siendo su caja torácica

—Lo es... por eso nadie puede estar aquí tranquilo... lo hemos estado cuidando pero no despierta y la prensa por desgracia sabe de él...—explicaba su madre con el ceño fruncido

—Es impresionante...

—No sé a despertado desde hace un par de días que lo encontramos

—Quiero entrar —dijo casi sin pensarlo con la vista fija en él, ahora percatándose de las cadenas enormes que de seguro habían mandado a hacer a la medida tiradas en el suelo aun sin colocarle

—Hazlo si quieres, si vas a estar aquí espero que nos ayudes un poco en su cuidado... Ya decidiremos que-

—S-se mueve

Las respiraciones se habían vuelto más constantes, las alas hacían un imperceptible movimiento y finalmente el animal abrió los ojos, eran azules aguamarina, en un tono brillante que seguramente en la oscuridad debían ser una belleza. Los que estaban dentro del recinto al notarlo moverse empezaron a aplaudir, ignorado el instinto de supervivencia que les decía que salieran huyendo del lugar. Al parecer el ruido alteró al animal que al enderezarse mínimamente movió la cabeza de un lado a otro, mostrando una expresión rabiosa y finalmente rugiendo con ira hacia arriba. Fijo su vista en la personas que le veían maravillados, molestándose más y rugiéndoles mientras se acercaba con clara intención de atacarlos. Los gritos comenzaron a resonar mientras intentaban huir del animal que de hecho, había pisado y matado a uno como si fuera una simple mosquita

—TRAIGAN LAS ARMAS AHORA—grito la señora Katsuki, las tenían en caso de que algún animal se pusiera extremadamente agresivo, era un poco contradictorio que tuvieran incluso una armería llena de munición letal y no tranquilizante— ¿¡Que haces!? ¡YUURI!—Aun con todo no intento pararlo

Yuuri entro corriendo hasta una chica que había caído al suelo seguramente rompiéndose algo, le ayudo a levantarse y está agradeciéndole vagamente salió corriendo a duras penas. El ala del dragón iba a impactar contra otra persona, su cuerpo no se movió pero parte de su cerebro -esa parte suicida que en él estaba amplificada- si funciono

—NO LO HAGAS—gritó con expresión desesperada. Para asombro de todos el dragón se detuvo y volteo a verlo, con una especie de mirada curiosa hacia él. Estaba al borde del desmayo, temblando de pies a cabeza donde estaba parado, incluso era posible que se meara encima del miedo

El dragón caminó lentamente hacia él, su sola cabeza era casi el doble del tamaño del cuerpo del pobre patinador de gafas. Las demás personas salieron huyendo del recinto pero quedándose desde la "seguridad" de la puerta a ver... pensando en apostar si mataría o no al joven adulto. Yuuri se quedó quieto sintiendo como el dragón le parecía estar olfateado, pegando muy levemente su cabeza contra su cuerpo. Finalmente el enorme reptil se quedó echado a los pies del otro, mirándole fijamente

—Ya está calmado—y se desmayó

***

— ¿Cómo hiciste eso? Te hizo caso...

—No me hizo caso, solo... No sé qué pasó y ya—decía tembloroso, apenas despertándose del desmayo y ya en su habitación en Yu-Topia con Vicchan -Su perro- recostado de su pierna

—Siempre ha tenido buena mano con los animales, quien sabe, quizás el dragón lo quiere de comida para más tarde o algo así—dijo su hermana soltando el humo del cigarro que se estaba fumando por la ventana

—Lo que está claro es que tú serás el que se encargue de sus cuidados... nadie de la reserva quiere acercarse

— ¿Los culpas?—se mofó Marie y su madre rodo los ojos

—Está bien... supongo...—susurro encogido en sí mismo

Al día siguiente había comenzado como lo hacía en su infancia, dándole de comer a los pingüinos, alguno que otro iba con intención de jugar con él, sobre todo los más pequeños; el león -apodado Zeus cariñosamente por él- le había brincado encima y lamido casi toda la cara, vio con cierto dolor que le habían sacado los colmillos más grandes, debía costarle un montón comer; las focas no tuvieron compasión y le tiraron al agua para jugar; los delfines intentaron mojarlo pero lo esquivó de milagro y finalmente... Debía entrar a donde estaba el causante de la tensión en la reserva

—Se le pusieron cadenas mientras dormía, quizás no sirvan pero no te alarmes ni nada... no es como que me haga falta hermano—dijo Mari pasando de largo de él. Yuuri suspiro a sabiendas de que aquel comentario era en serio, nunca entendió porque su hermana le odiaba tanto pero así era.

En la entrada al recinto del dragón habían un par de carritos llenos de comida, no se tenía ni idea de que podía comer ese reptil de 2000 toneladas como mínimo. Suspirando por segunda vez abrió la puerta con cierto miedo y maniobrando como podía entró con ambos carritos de comida, que hizo el suficiente ruido como para llamar la atención del animal. Se quedó quieto cual foto al verle acercarse hacia su persona, no parecía molesto pero como su suerte era una puta que se iba en cualquier momento prefirió no tentarla

—Te traje comida... ¿M-me entiendes verdad?—pregunto temeroso, el Dragón quedó echado con la cabeza alzada, asintiéndole para asombro de Yuuri—Mu-muy bien... Soy Yuuri, espero que nos podamos llevar bien—aún con el miedo inundando su cuerpo la sonrisa que le dedicó no fue forzada y mucho menos falsa—Si vas a estar hasta que te que cures debería ponerte nombre—meditó un poco con la mano en su barbilla, notando que el gigante movía la cola de forma excesivamente coordinada por la tierra— ¿O tú ya tienes alguno?

Una especie de gorgoteo le llamó aún más la atención, mirando en la misma dirección en la que miraba el dragón. Había algo perfectamente escritor en la tierra, se acercó un poco más, con la boca abierta de la impresión

—Viktor... ¿Tu nombre es Viktor?—pregunto mirándolo, casi sin tomar en cuenta que por estar tan cerca podía matarle de un solo colazo. El movimiento afirmativo de parte del reptil le hizo sonreír sin darse cuenta —Es un nombre muy bonito, te queda muy bien...— afirmó, un gorgoteo le hizo suponer que Viktor le agradece por el halago. Volvió hasta los carritos y tomo una manzana de las que habían en una enorme cesta, prefería descartar lo más estúpido— ¿Quieres comer frutas?—el gesto negativo de Viktor le causó gracia—Eres un dragón, claro que no vas a comer frutas... ¿Carne?—de forma bastante cómica tomó el enorme filete para mostrarlo, no iba a negar que le daba mucho asco. Viktor movió la cabeza de forma acelerada y se acercó, más que un dragón parecía un perro.

Al estar bien cerca y aprovechando lo lago de su cuello se echó de tal forma en el suelo que rodeo a Yuuri y ambos carritos de comida. Abrió la boca y Yuuri temblando metió ahí el filete, hasta que no quedo ninguno ni nada que pudiera gustarle al extrañamente manso reptil. Se acercó estirando la mano temeroso queriendo acariciarlo, esto podía ser más bien prudencia, cosa sin sentido pues Viktor acerco su cabeza para que terminara de acariciarle

—Eres más amable de lo que pensé —dijo nervioso pasando suavemente la mano por las escamas, se sentían ásperas y resecas—Porque estarás herido en realidad...—murmuró viendo una enorme herida donde comenzaba el cuello—... Con lo bello que eres, es una pena, ojala te cures pronto —Viktor acercó aún más su cabeza hacia Yuuri, olfateándole fuertemente—N-no soy comida—balbuceo pensando que Viktor tenía la idea de devorarlo si olía bien. El aliento caliente de Viktor le estaba poniendo incómodo y nervioso, más aún por un olor especialmente seductor en el ambiente... a saber de dónde venía si ahí debía oler a todo menos bien.—M-me tengo que ir

Viktor dejo de olerlo, en su lugar y muy suavemente le tomó de toda la ropa con el hocico y llevándole de esta manera camino con el humano quejándose hasta la pequeña cueva que había al final del recinto y metiéndole dentro. El olor que había sentido era mucho más fuerte y la mirada fija de Viktor en su persona no hacía más que empeorar la sensación que tenía por todo su cuerpo. El reptil parecía muy claro en lo que hacía, intentando que le acariciara o abrazara, era un poco extraño

—Me tengo que ir... debo practicar Viktor—regañaba suavemente mientras la cabeza del ahora frustrado animal se restregaba por absolutamente todo su cuerpo, especialmente la espalda y lo que seguía —Vendré todos los días a darte de comer—al escuchar esto se terminó el momento de refregarse contra el—Gracias...—el corazón le iba a reventar, esperaba que en cualquier segundo a Viktor le diera la gana de simplemente devorarle de un mordisco

Únicamente de alejarse un poco volteo a verlo de nuevo, si de por si parecía enfermo con esas cadenas la imagen que daba era mucho más lamentable... Una parte de su estómago se estaba revolviendo a cada paso que se alejaba del plateado e inteligente animal, no sabía porque, nunca le había dado este tipo de desazón con ningún otro animal al que atendiera o del cual se hubiera encariñado, resultaba bastante curioso en realidad, aunque no más al hecho de que Viktor parecía de en verdad interesado en su patética existencia

***

— ¿Que paso...?—pregunto al llegar al día siguiente, se había levantado un poco tarde por estar practicando saltos hasta muy noche -o madrugada más bien-. Un montón de gente estaba acumulada fuera del recinto de Viktor, cuyos rugidos se escuchaban desde ahí, debía estar histérico

—Intentamos que alguien más le diera su comida y le examinaras heridas del cuello pero...—vio como el médico veterinario en cuestión estaba en una camilla... sin piernas—No parece muy feliz

—Debieron molestarlo creo... ayer estaba muy tranquilo conmigo—frunció un poco el ceño, imaginándose desde disparos hasta electroshocks al exótico -por no decir fantástico- animal.

—Lo disfrazamos de ti, quizás eso le molesto o no se... Tu carne debe ser muy buena para el en su cabeza—se mofó Marie

—No me va a comer... creo. Solo ha jugado conmigo mientras le daba de comer. Voy a ver qué le pasa—ni siquiera con Zeus que ya en su momento tenía colmillos se había interesado tanto desde el principio, algo debía tener Viktor...No era normal, la sensación de ser esperado y mudamente deseado -por más raro que parezca- era gratificante y cálido, el pensar que le harían cualquier daño a tan amoroso ser le ponía mal

Entró al recinto, Viktor estaba intentando escalar los muros de piedra, moviendo una sola ala de forma desesperada, la otra más bien parecía floja. Tomo cuanto aire pudo cerrando la puerta, si alguien más entraba tal vez se alteraría más

—Viktor—llamo suavemente, pareció más un susurro que un llamado pero esto no impidió que el dragón le oyera. Salto desde sonde estaba y llego hasta el gruñendo, olisqueándole el cabello y parte de la cara -casi tumbándole los lentes ya que estamos-, dejando sus gafas llenas de vapor y obligándole a quitárselas. Al momento de hacerlo la descomunal lengua de Viktor paso por su cara, llenándole de baba y sangre al mismo tiempo—Esto es... asqueroso —un escalofrió recorrió todo su cuerpo por la sensación tan rara

Viktor al igual que el día anterior le tomo se la ropa pero esta vez le puso sobre una de sus patas y casi enroscándose sobre su propio cuerpo mantenía a Yuuri ahí. Era como ver al dragón con un pequeño humano-peluche viviente para dormir, arropando a Yuuri con una de sus enormes alas y cubriéndole por completo así mismo junto a la cabeza de Viktor, dando una especie de ilusoria privacidad

—Solo tú puedes venir a verme

Anda... el dragón hablaba

—Me estoy volviendo loco—se agarró la cara y se rasco los ojos por debajo de las gafas—La depresión me está haciendo imaginar cosas

— ¿Es normal para tu raza primitiva y carente de habilidades hablar sola?

Y hablo... de nuevo

—ESTAS HABLANDO—chillo agudamente—ESTAS HABLANDO CONMIGO

—Si puedo hacerlo ¿Porque no?—preguntó curioso, con la misma expresión neutra de hace un buen rato

—Es-esto no tiene sentido

—Lo que no tiene sentido es que me engañen... Solo tú puedes venir a verme, tocarme y lo que quieras, si alguien más entra lo mataré

—N-no espera... no puedes matar gente —renegó de inmediato, con la mirada aguamarina clavada en su ser

—Me engañan, encarcelan, tienen odio en su cuerpo... el planeta agoniza por su existencia y unos menos no serán diferencia... Mucho menos si hacen sentir tan mal a mi Omega

— ¿Omega? ¿Qué es eso?—la sorpresa de que ahora Viktor hablara se había ido, más pendiente por la voz tan atrayente y sensual del "animal"

—Es algo que te hace especial por sobre todos los demás, pero casi sin importancia al ver tu corazón—la flexibilidad y tamaño de su cuerpo le permitió acariciar suavemente con el hocico uno de los mofletes de Yuuri—Eres Omega pero no te vuelves loco por mi olor—comentó desilusionado—Pero estoy dispuesto a aceptar eso si estás conmigo

—No entiendo nada...—admitió poniendo una mano en la boca de Viktor, quien la abrió y lamió la palma del humano

—Mi Omega. Yo soy tu alfa... Solo tú puedes verme y yo solo te prestaré atención a ti

—Eso no tiene sentido

—Eres apenas una cría, no vas a entender nada... Pero cuando no estés aquí junto a mí... No permitas que nadie contamine su corazón

—Porque no me explicas bien para poder entender... eres muy misterioso—se quejó, como si fuera una conversación completamente normal con un conocido de toda la vida. Una lamida a la mejilla le hizo arrugar un poco la cara. Parece que quería llenarle de baba por todos lados

—Eres lindo siendo ignorante, me gusta más así—afirmó lamiendo con gusto la cara del humano

***

Sabía que su ala rota no tardaría mucho en sanar, de hecho era una de las razones primordiales por las cuales se quedaba en aquel reducido lugar, con esas fastidiosas e inservibles cadenas, podía romperlas si quería pero era mejor quedarse en un lugar donde le alimentarán sin ninguna clase de dificultad. Como segundo punto y posiblemente más importante en su desordenada cabeza era que estando en ese lugar podía tener a Yuuri por un rato consigo

No tenía ni la más mínima idea de porqué de tantos omegas existentes se fijaba en el Omega humano que ni siquiera sabía que lo era, daba cierto bonus por lo adorable que es esa cría confundida. Hasta cierto punto comprendía porque se había fijado en él al solo momento de oírle, olerle y verle, no tenía comparación con los omegas que había conocidos antes, era simplemente... diferente y eso le estaba enloqueciendo, más aún al ver que siendo un humano tenía un corazón similar al suyo, de cristal puro, incapaz de hacerle daño a ningún otro ser viviente que fuera inocente e indefenso, irradiando nobleza que absolutamente todos los demás humanos carecían, al menos los que hasta ahora había visto.

Alzo la cabeza al escuchar la puerta abrirse, el leve aroma que ahora era más fuerte en comparación de hace una semana inundó sus fosas nasales, delatando la identidad de quien acababa de entrar

—Buenas Tardes Viktor—Saludo Yuuri dejando un enorme saco lleno de carne en el suelo, no como que le llenara o necesitará comida absolutamente cada día pero no iba a negar la visita de Yuuri

—Buenas tardes... ¿Qué traes? Hay un olor raro—soplo un poco Fuerte, vamos que odiaba el aroma que se le quedaba impregnado a Yuuri de otros animales, que viniera con otro animal le mosqueaba

—Vine a presentarte a Vicchan—se agacho y cargó al pequeño en sus brazos, que estaba temblando a más no poder por el tamaño de reptil que tenía enfrente. Viktor acerco su cabeza y resopló, Vicchan empezó a lloriquear—Te tiene un poquito de miedo...

—Tu también me tienes miedo porque soy muy grande para ti, no es algo malo—comentó oliendo con más énfasis al perro—Para que lo trajiste...

—Ayer me preguntaste por lo que más quiero y aquí esta —le dio un beso en el pelaje marrón al animalito que le devolvió el gesto lamiéndole la mejilla—No hay nada ni nadie que ame más en este mundo

— ¿Tu madre? ¿Tu padre? No son como tu pero...—le resultaba bastante curioso que Yuuri era de lejano con los demás humanos, siempre olía a animales distintos pero jamás a humano...

—No me llevo muy bien con ellos—su expresión nerviosa y dolida causo cierto pesar en el dragón—Soy... Yuuri y nada más

—Que tienes eso de malo, Yuuri es especial para mí por ser Yuuri. El más lindo y adorable Omega que puede haber—paso parte de su hocico por la mejilla del japonés, una caricia que el otro estaba acostumbrado ya a recibir de parte de Viktor

—Nada... no creo que me entiendas—le sonrió dejando a Vicchan en el suelo

Al finalizar su comida esperaba a que Yuuri dijera que se iba, no porque quisiera, simplemente era la costumbre pero Yuuri parecía muy metido en sus pensamiento tos mientras acariciaba la cabeza peluda de su perro, alzó la cabeza y la recostó carca de Yuuri que se le quedó mirando

—Ya me tengo que ir...—suspiro dispuesto a levantarse de donde estaba sentado y recostado del enorme estomago de Viktor

— ¿Porque estas triste? Puedes decírmelo, soy tu Alfa, estoy para cuidar de ti

—Son problemas que un lagarto de más de 10 metros de altura no va a poder entender... Mi vida es un desperdicio con todas las letras

— ¿Porque ha de ser un desperdicio? Nadie es un desecho en esta vida a menos que haga cosas que le vuelvan basura—explicó en tono serio

—Es lindo lo que dices Viktor pero ya estoy acostumbrado a mi existencia sin objetivo—se levantó cargando a Vicchan que permanecía dormido —Es lo que pasa cuando sueñas muy alto

— ¿Cuál es tu sueño?—preguntó sintiéndose un poco más afín a Yuuri, si había algo que le remarcaban siempre es que era un completo y absoluto soñador, que Yuuri tuviera sueños que cumplir le emocionaba -aún cuando era algo muy común y trivial-

—Desde siempre he querido ser patinador profesional y ganar el Grand Prix Final al menos una vez... No lo sé, es mucho, no tengo talento suficiente como para lograrlo, fue muy obvio

— ¿Patinar... sobre hielo? ¿Eso te gusta?

—Es mi vida, creo que lo amo más que a los animales pero no estoy seguro... Me encanta cuando mi cuerpo se desplaza por el hielo y bailar sobre él... No hay nada más bello y que me haga sentir más libre y completo

—Quiero verte patinar

—Espero que instalen una pista por aquí para que me mires entonces—rió divertido empezando a caminar hacia la salida

Otra semana, casi rutinaria y perfectamente cronometrada. Alimentar a todos los animales apenas se despertara, pasar un par de horas con Viktor ahora con el aditivo de llevar a Vicchan, quien dormía plácidamente recostado del animal plateado, irse a practicar después de dejar a Vicchan en casa y seguir con la cabeza en aquella petición que Viktor le había hecho, quería verle patinar, no tenía forma de hacerlo porque implicaría sacar a Viktor de donde estaba y llevarle a un lago o algo así porque ni por error iba a entrar en la pista de hielo... a menos que destruyeran el techo, pensándolo bien no era tan mala idea

Pero ¿Enserio quería que le viera? Quizás el otro se estaba haciendo una imagen muy espectacular pero en sus tres coreografías propias no había nada de especial, mucho menos la música que había escogido en cuestión. Después de pasar cual fantasma sin decir nada frente a su madre caminó hacia su habitación, eran más o menos las ocho de la noche, se preguntaba qué se sentiría que su familia se preocupara por el... Incluso recordaba cuando se empezaron a portar tan indiferentes

El primer momento en el que dijo que sería patinador había desencadenado esta... extraña actitud, no entendía porque, parecían tenerle una fobia terrible a la profesión o algo por el estilo, ni que hablar cuando no tuvo de otra más que fugarse para participar en distintas competiciones a nivel nacional o internacional como el GPF. Entró a su habitación prefiriendo dejar ya el tema de su desgraciada relación familia, Vicchan estaba durmiendo en mitad del suelo, un poco cerca de la entrada

—Durmiendo muy cómodo no—hablo acunclillandose y empezando a rascar la barriga del perro, esperando que se volteara— ¿Vicchan?

Lo toco un poco mejor, estaba demasiado flojo, podía moverlo muy fácilmente. Respiro hondo, cuando se dormía muy profundo sus latidos eran muy lentos igual que si respiración. Lo zarandeo muy suavemente, al can le molestaba esto y se despertaba de inmediato al hacérselo pero... no se movió... estaba simplemente quieto

—Vicchan...—sollozo empezando a llorar, tomando el cuerpo peludo y pequeño del Poodle entre sus brazos. Los lentes se le estaban mojando por las lágrimas que caían una tras otra

Se tapó la boca para ahogar su grito, no podía ser... verdad...

...

Alzó la cabeza y bostezo abriendo por completo la boca al escuchar que abrían la puerta muy lentamente, no era para nada normal que alguien entrara de noche... o tan siquiera entrara. El oler el aroma de Yuuri le emocionó, espabilando y saliendo de la estrecha cueva, encaminándose emocionado a donde debía estar su omega, dicha emoción se disipó al ver su estado

Decir que estaba mojado era poco, parecía haberse bañado con todo puesto, incluido el bolso donde tenía sus patines entre otras cosas. Viktor se echó y estirando el cuello quedo lo más cerca que pudo de Yuuri

— ¿Qué te pasa? —pregunto muy suavemente, fijándose en lo que Yuuri tenía en los brazos

—Esta... esta...—no quería ni decirlo aun cuando debía hacerlo, quizás para que el golpe terminara de llegar y llorar lo más fuerte que pudiese—No tengo a nadie más... con quien...

—¡Ya basta!—Gruñó, como pudo quito pequeño cadáver de Vicchan de los brazos de Yuuri, dejándolo en el suelo para después pegar su cabeza contra Yuuri. El japonés le abrazó la cabeza, llorando con todas las fuerzas tenía y sollozando lo más fuerte que pudiese. Desde lo recordaba estar jugando con Vicchan, no había un solo momento en el que no hubiera estado con él. Sus depresiones, sus momentos de alegría, jugar, dormir, todo era con él, hasta que se fue a intentar cumplir su sueños, volviendo a casa de forma intermitente y siempre que volvía lo veía tan pequeño, feliz y enérgico... Que se le olvidó por completo que los años también pasaron para él pero jamás lo había notado

— ¿Quieres incinerarlo?—preguntó Viktor después de que Yuuri se calmara un poco

—n-no se... —gimoteó limpiando sus lágrimas que de igual forma seguían cayendo sin parar

—Tenemos por costumbre incinerar a quienes queremos para que su alma sea libre y pueda ir a su siguiente vida... ¿No quisieras eso?—insistía, pensando que por alguna razón si Yuuri tenía un lugar fijo en el cual lamentarse su frágil Omega sedería a la depresión, una sola semana había bastado para ver el amor que le tenía a ese pequeño peludo animal, comprendía que el solo pensamiento en él le haría daño—Yuuri...

—Co-como se supone que haga eso... N-no quiero hacerle eso—las lágrimas caían a borbotones de sus ojos

—Estará mejor si lo haces—intentó convencerlo. Yuuri no apartaba la vista bajo ningún concepto del cuerpo peludo e inmóvil

—No tengo como... pren-prenderle fuego—era terriblemente más débil a las palabras de Viktor, por lo general era alguien muy sumiso pero con el dragón, el sentimiento se multiplicaba ×10

—Permíteme

Abriendo la boca y echando la cabeza ligeramente para atrás hasta impulsarse un poco hacia adelante del hocico del Dragón salió una llamarada, está impactó directamente contra el cadáver formando una pequeña hoguera. Rugió brevemente y se recostó cerca de Yuuri que abrazaba sus piernas, los lentes estaban en el suelo a su lado

—Yuuri...

—Ahora cuando vuelva a casa nadie estará esperándome... Ya no se ni porque razón tengo que volver ahí

—Es tu hogar, debes volver a él hasta que tengas uno nuevo donde alguien te quiera

—Nadie ahí me quiere... No sé por qué intentó encajar en un lugar en el que... Nadie me espera o tan siquiera le importo

—Puedes quedarte conmigo. Te cuidaría como te lo mereces —ofrecía frotando levemente su cabeza contra el cuerpo de Yuuri aunque este no parecía estar prestando mucha atención—Patina para mi

—No estoy de humor para patinar y no puedo hacerlo aquí—negó viendo el fuego con los ojos aguados

—Quiero que patines para mí—repitió en un tono mucho más imperativo

—Aquí no-

Viktor hizo una especie de ademan de rugir, tomando antes a Yuuri en una de sus patas para cubrirlo -cuidando de no aplastarlo- y finalmente al igual que antes empezó a escupir algo, solo que esta vez era un aliento frío en lugar de una llamarada como debía ser lo "normal". Yuuri veía por el pequeño hueco entre dedo y dedo como todo el lugar se llenaba de aire frío, le hacía pensar bastante en la pista donde practicaba o había competido. Viktor le soltó permitiéndole ver en su esplendor lo que había hecho, todo el recinto estaba congelado, con una gruesa capa de hielo en tonos blancos y azules, incluso el techo que era un cristal gruesisimo tenía una buena capa de hielo transparente, esto permitía que se filtrara la abundante luz de la luna

—Ahora puedes hacerlo, patina para mí—ordeno de nueva cuenta al anonadado humano que observaba completamente fascinado el panorama

—Lo congelaste... todo...—balbuceo aun impactado por lo que veía, temiendo dar un paso porque ahora enserio el lugar era una pista de hielo gigante

—Soy un Ledyanoy Drakon después de todo, sería una desgracia el no poder hacer algo tan simple como esto—dijo bastante ofendido a juzgar por la expresión y tono con el que hablo

—Es bellísimo...

—Quiero que patines—sonó como una especie de recordatorio, el congelar ese lugar no le parecía la mayor cosa, quería ver lo realmente bello de ese espacio

—Yo...

—Hazlo para mí—le interrumpió dándole un empujón y causando que Yuuri derrapara un poco por la superficie resbaladiza

Su humor no era el mejor, realmente pocas veces lo era pero tenía la ligera impresión de que Viktor no estaría muy contento de otra negativa de su parte. Se quitó el bolso del hombro, estaba un poco mojado por fuera pero al menos dentro era impermeable, saco sus patines y se los puso sin demasiadas ganas, dejando todo lo que tuviera encima en el suelo

—No lo hago muy bien...—advirtió aun sin sacarse el tema de Vicchan de la cabeza, queriendo enserio acostarse y llorar hasta dormirse, preferiblemente recostándose de Viktor –una idea un poco rara-

—Se que lo harás bien—afirmo echándose como parecía serle costumbre, aunque si de tomaba en cuenta que quería sanar su ala rota era lógico

Yuuri suspiro y dio un par de vueltas, sintiendo el hielo perfecto por no tener el corte de otros patines. Se colocó relativamente lejos de Viktor, no quería acercarse de más por patinar con los ojos cerrados y chocarlo. Cerró los ojos y respiro profundamente imaginándose la música sonando en su cabeza, con su cuerpo moviéndose prácticamente solo y fluido sobre la superficie. Por alguna razón aun cuando estaba doliéndole el alma, estar patinando le reconfortaba... bastante, curiosamente esta sensación se hacía más fuerte por tener la mirada fija y fascinada del enorme dragón en su cuerpo

Primer salto, aterrizaje perfecto. Escucho un suave gorgoteo de parte de Viktor. Segundo salto, combinado y que apenas logró clavar, Viktor movió la cola por sobre la superficie, ahora parecía muy ansioso. Decidió no hacer más saltos y tan solo seguir con la secuencia de pasos, quizás eso era lo que estaba poniendo mal al reptil. El momento más simple y más calmado, ese momento en el que tan solo sentía como el aire le movía el cabello por el impulso...

¿Enserio crees poder ganar algo con esas rutinas tan feas y simples? Patético

No puedes hacer un cuádruple, es estúpido que concurses siquiera

¿Ganar? Eso no existe para ti Katsuki

Me da pena que gente tan inútil crea poder llegar alto...

Alguien con más talento merecía tu lugar

¿Esto es lo que está representando a Hasetsu? Vaya decepción

No supo ni como pero de alguna manera doblo el pie y termino cayendo al hielo de forma dolorosa y estrepitosa, incluso chocando contra la pata delantera de Viktor

— ¿Que paso? Lo hacías genial... Sigue haciéndolo —decía ofuscado y lleno de ansiedad. Yuuri se levantó y casi ignorándolo patino un poco lejos, tomando impulso para hacer un Triple Axel, el salto más sencillo para el

¿Practicando Ballet, Katsuki? ¿Sera que eres la niña más gorda y fea?

Haz sido la mayor desgracia en toda la familia Katsuki... Ser un patinador, que cosa más estúpida

Entiende que eres tan solo un fracasado con un pequeño soplo de suerte, dentro de poco te golpearas con la realidad

Patético

Tonto

Estúpido

Iluso….

Aterrizó fatal, quedando casi echado en el hielo. Adolorido se puso de rodillas, su llanto reanudó, esta vez una mezcla entre dolor, frustración y rabia. Pego la frente del suelo, golpeó el hielo con el puño una y otra vez hasta sentir la fuerte respiración de Viktor en la nuca, alzó la cabeza para verlo, Encontrándose con una expresión dolida y comprensiva. Yuuri se levantó y aun cuando obviamente no podía rodearlo con sus brazos por lo terriblemente grande que era le "abrazó", pegando la cara para llorar sobre la escamosa piel

— ¿Porque lloras más? No te comprendo, estabas tan aliviado al patinar... ¿Porque algo quiere quebrar tu corazón?—su tono dolido no hizo más que confundir la muy revuelta mente del japonés

—No te entiendo... Me dices lo que siempre he querido oír pero son mentiras para herirme más—sollozo con voz pañosa— ¿Porque todos tienen de ser felices destruyéndome?

—No te mentiría con algo como esto...—dijo seriamente— El corazón de todo ser vivo es un cristal... Tu raza perdió la habilidad de verlo por quebrarse unos a otros. Sin embargo yo y todos los Ledyanoy Drakon tenemos facilidad para verlo, es un don—comenzó a explicar, tomando a Yuuri con la pata para poder acomodarse y dejar al humano en donde empezaba su largo cuello, cubriéndolo con su ala como si le estuviera a cobijando—Los humanos casi siempre tienen cristales negros por los pensamientos negativos, la necesidad de hundir uno al otro pero tu... Lo tienes transparente igual que yo, no hay nada más bello que un corazón así. No quiero que nadie lo oscurezca, cuidare de ti para que eso no suceda

—Aun no entiendo... Porque ser tan amable conmigo solo por eso...—estaba acostumbrado al buen trato fingido por las apariencias y por consiguiente estaba acostumbrado al engaño... Hasta ahora nadie sentía real interés en él, siendo el primero un dragón de más de 12 metros que hablaba, escupía fuego y hielo además de que le gustaba por alguna razón verle patinar

—Te quiero como mi Omega, como mi compañero... Aún no sientes lo mismo o tienes una mínima idea de cómo te siento pero te aseguro que lograre que me quieras tanto como yo a ti—dio un suave toquecito con el hocico a la sonrojada cara del japonés que se limitó a verle a los ojos, fascinado aun a dos semanas de haberlos visto cada día...

***

—Como se supone que salga ahora...—pregunto tiritando de frío. Había pasado toda la noche y buena parte de la mañana dormido sobre el enorme cuerpo de Viktor

No iba a negar que había sido la mejor noche de sueño desde hace mucho tiempo, el estrés de no cumplir expectativas le afectando el triple de lo que afectaría a una persona cualquiera pero... En medio de toda aquel despliegue de asombrosa creación de hielo... Viktor congeló la puerta, ni siquiera la veía, el hielo era tan jodidamente grueso que se veía en un tono aguamarina en lugar de ser transparente. El segundo problema es que debido a tanto hielo emanando frío la temperatura bajaba mucho, calculaba unos 10 o 9 grados a lo mucho, los dedos se le estaban poniendo morados debido a esto

—N-no puedes escupir fuego para des-descongelarlo

—Es fuego frío, aunque no me creas no lo descongelara ni por error, en lugar de una quemadura normal sería una quemadura fría

— ¿Q-ue clase de lógica es e-esa?—Quisquillo temblando h chocando los dientes

—Va a descongelarse en unas cuantas horas... Podemos ir a ese intento de cueva y mantenerte vivo hasta que eso paso—su tono jocoso debió prevenirle de que algo saldría irremediablemente mal... O aún peor de lo que ya estaba saliendo

De esta manera terminó completamente echado sobre Viktor, con ese raro y atrayente aroma en el aire que no sabía de dónde provenía. Se tomó el tiempo de ver las heridas que aún tenía el albino abiertas, eran pocas, parecía que en realidad tenía una buena cicatrización pero una de las más notorias estaba en el ala derecha, esa que no movía en ningún momento

— ¿Qué fue lo que... te paso?—pregunto suavemente

—Una pelea con un idiota... Se pensaba libre de hacer lo que quisiera y eso no era algo que me gustara—comenzó a contar, Yuuri se movió hasta la base del ala derecha—Estaba forzando a un Omega al que le tengo mucho aprecio a ser su compañero, no lo iba a permitir

—Me gustaría entender eso de los Omegas

—Lo harás pero cuando dejes de ser una cría. Al final simplemente caí en este lugar porque me hizo trampa... Cuando pueda volar de nuevo me vengare

—Es bueno lo que hiciste... Pero no vale la pena el querer estar sano para algo como eso, ese... ¿dragón? no vale tu interés—afirmó captando bastante la atención del reptil —Aun así, espero qué sanes pronto—dio un pequeño beso al ala

—Ya no puedo—gruño haciendo un brusco movimiento en el estrecho lugar, Yuuri cayó al suelo boca arriba

— ¿Viktor?

—Necesito reclamarte pero... eres muy pequeño—gorgoteaba pegando su cabeza contra Yuuri—Además tu olor me llama—parecía fruncir el ceño al separarse de Yuuri el cual se sentó y por simple normalidad vio al frente... había algo que no quería ver en realidad

— ¿¡QU-QUE ES ESO!?—quisquillo casi azul del espanto

—Tus feromonas me despiertan —afirmó moviendo a Yuuri con una de sus patas y ponerle frente a la obviamente enorme erección... Yuuri juraba que Viktor no tenía pene, eso era lo mejor para q su mente no se autodestruyera como ahora—Creo que es evidente

—¡Yo no hice nada!—chilló pegándose cuanto pudiera a la pata de Viktor para no acercarse a ese raro apéndice mojado y... ¿Porque siquiera debía dar explicación? Era el pene de un puto dragón

—Tienes que encargarte—dijo sin prestar mucha atención y conduciendo a Yuuri hasta ese lugar, hasta el punto en que la cara del japonés se frotó contra el pene del dragón—Pero si intento algo te mataría

—Es-este tipo de juegos no me gustan—puso una mano para apartar el miembro de su cara, obviamente no funcionó por estar tan erecto y ser tan grande. Viktor quito su pata por fin y mientras más le alejaba Yuuri pudo notar como... ¿Se encogía?

Poco a poco el enorme cuerpo iba disminuyendo su tamaño, hasta un punto en que las enormes cadenas y grilletes se le cayeron. Yuuri miraba entre anonadado y asombrado todo el cambio, mucho más cuando las patas delanteras se definían mucho más llegando a ser manos, las traseras a ser pies y el hocico desaparecía

¿Lo que resultó después de aquel espectáculo? Un hombre tan perfectamente definido que como lo que había visto antes era simple y pura fantasía, los rasgos de su cara eran perfectos, la piel blanca con apenas una que otra marca coincidiendo con las pocas heridas que tenía el dragón. Lo único que le diferenciaba de un humano normal era que además de cuernos y cola en su espalda estaban un par de alas versión miniatura a las que hace poco había visto. Yuuri estaba terriblemente sonrojado por ver a Viktor así, el aliento se le fue cuando la mirada deseosa y candente del antes gigantesco reptil se dirigió hacia su persona.

Viktor se le acercó en una especie de acecho hasta terminar sobre él, mostrando una diferencia clara de altura y musculatura, ciertas partes de su cuerpo iban volviéndose en un tono de piel más normal dejando el color platino de sus escamas, pero aun con un par de resaltantes cuernos en su cabeza. Viktor sonrió, mostrando un par de afilados colmillos perfectamente blancos al igual que toda la dentadura, el peli plata se relamió los labios con su lengua bífida para acercarse más al rostro de Yuuri, que seguía en las nubes viéndole nada más

—Ahora soy de tu tamaño—la voz pegaba el triple viéndole la cara, el rostro ya rojo se volvió casi fluorescente—Así que... hazme el honor de ser mi Omega Yuu~ri~—finalmente juntó sus labios con los del otro en un beso profundo, metiendo las manos traviesas por debajo de la ropa del otro

Iba a estar muy felizmente ocupado marcándole como su Omega... Después de todo Yuuri ya se le había entregado desde el momento en que le sonrió por primera vez

Notas finales:

Ledyanoy Drakon: Dragon de Hielo en Ruso

La siguiente parte de este experimento la subire el 31 de Enero :3
Se que es un poco raro pero espero que les haya gustado
Como notaran es una especie de Omegaverse... 6w6 ya veremos que ocurre Kufufufufu~

bye -3-


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