Era un día hermoso y común en Akatsuki, una universidad de alto prestigio, para ser sinceros, la mejor universidad en toda Konoha. Los únicos que tenían acceso a esa escuela eran persona de mucho dinero, por no decir millonarias. Conseguir una beca o algo así era casi imposible, tenías que ser un genio prodigio listo para estar en un libro de historia japonesa.
El sol iluminaba intensamente la universidad, todo parecía ser perfecto. Justo al frente de la escuela, un chico de cabellos albinos reía a todo pulmón junto a su gran grupo de amigos, cada uno de los integrantes de ese grupo era sumamente popular por alguna razón, por ejemplo; Itachi era un chico muy inteligente y demasiado atractivo, sin contar que era hijo del dueño de las empresas “Sharingan”, Kisame era líder del equipo de natación y sus padres manejaban las marisquerías más prestigiosas del país, Konan era la chica más hermosa y popular del lugar, había sido adoptada por el director de la universidad, así que ser su amigo era bastante conveniente, luego estaban Deidara y Hidan, ambos atractivos y conocidos por ser los bromistas de la escuela, no había persona que no los conociera, ambos también de mucho dinero.
En esos momentos no había clases aún, después de todo, algunos profesores faltaban demasiado dejándoles horas libres para divertirse y juntarse, aunque ahí había algunos que simplemente habían querido saltarse la clase por aburrimiento, no todos iban en el mismo grupo, estaban divididos, pero eso no les impedía ser buenos amigos.
— ¡Hey, Kisame!, ¿contra quién competirás este año?, ¿hubo algún valiente? —pregunto alegremente el rubio.
—Lastimosamente no hay nadie que quiera competir contra mí, soy el mejor y todos lo saben. —soltó mientras alardeaba el chico más alto.
—Vaya, enserio te tienen miedo y respeto —susurro Pain, un chico de cabello naranja y con múltiples perforaciones en toda la cara, él era el líder del grupo por así decirlo, todos ahí le guardaban mucho respeto, después de todo, el al igual que Konan eran hijos adoptivos del Director de la escuela.
—Hmn, Kisame, ¿y qué hay de ese chico que te reto ayer?... —pregunto con tranquilidad Itachi, si mal no recordaba, el día anterior mientras regresaba a casa con Kisame, se habían topado con un chico de baja estatura de cabellos rojos, si mal no recordaba, era compañero de su hermano Sasuke en la preparatoria, su nombre era Gaara.
— ¿Hablas de ese debilucho creído, Itachi-san?... ¡No es competencia para mí! —el de cabello azul comenzó a reír fuertemente, el chico que lo había retado no parecía siquiera tener buena condición física, era imposible que le ganara en una competencia de natación a alguien tan atlético como él.
—A la competencia no se le subestima, imagínate que gana~—Dijo burlándose Hidan, solo quería molestar un poco al otro, a pesar de todo, le tenía confianza en Kisame, y sabía que ganaría.
Y así se fue la hora libre que tenían, por lógica todos tuvieron que volver a su siguiente clase. Al albino le tocaba la clase de Artística, la cual consistía en hablar y representar de alguna forma a grandes artistas.
—Que aburrimiento, deberíamos irnos Deidara-chan~—dijo Hidan al entrar al salón y con algo de malacia al pronunciar el “Chan” al final del nombre de su amigo.
—Cállate, idiota. ¡Sabes que detesto que agregues el “chan” al final de mi nombre, hmn! —
—y dime, ¿Por qué crees que lo hago? —
—Me das asco y repele idiota —soltó son desprecio el rubio sentándose en una banca justo al lado de su compañero.
Todo eran risas y bromas hasta que una mujer mayor hizo acto de presencia, silenciando así por completo el lugar, era la profesora, y una bastante estricta.
—Antes de comenzar la clase les tengo noticias, alumnos —
— ¡Espere, no me diga!, ¡Se cancelaron las clases por que no tiene ganas de lidear con nosotros el día de hoy! —dijo Hidan con gracia haciendo reír a sus compañeros.
—Vaya… que gracioso, señor Hidan, ¿Qué más quisiera yo?—dijo con sarcasmo la anciana frunciendo el entrecejo molesta. —Solo por eso, será usted quien me ayude a repartir las calificaciones de los trabajos de hace una semana… En fin, tienen un nuevo compañero, si quieres puedes pasar y presentarte —dijo mientras movía las manos para darle la seña de pase a un chico pelirrojo.
—Se lo agradezco mucho, profesora. —contesto de forma educada el chico, parecía bastante serio, aunque era atractivo, sus ojos eran de un color avellana y su piel pálida, contrastaba a la perfección con su rojo cabello. La mejor forma de describirlo, era diciendo que parecía una de esas muñecas de porcelana.
Había llamado la atención de algunas chicas, era lógico, el nuevo siempre captaba la atención para bien o para mal, y al parecer su primera impresión había sido para bien.
—Mi nombre es Sasori, Sasori Akasuna. No sé si lo notaran, pero no soy del país, yo pertenezco a Suna, pero he venido a vivir a Konoha para visitar a mi abuela y venir a estudiar, por eso me esforcé para conseguir una beca aquí, aunque no creo que sea necesario mencionarlo… es un placer conocerlos —soltó con toda la tranquilidad del mundo.
El que hubiera dicho que era becado había desatado un gran bullicio en el aula, tenía que ser un genio para ser un estudiante becado, y aparte, ¿eso significaba que no era de su nivel económico o algo así?
—Debe ser un chico brillante, aunque acaba de cavar su tumba al mencionar que es becado...Aunque, así que Akasuna… ¿no es acaso el nieto de Chiyo? —pensó la profesora para así después indicarle al chico donde debía tomar asiento.
Así transcurrieron todas las clases, aburridas para algunos y muy interesantes para otros. Las clases de ese día se habían llevado muchas participaciones excepcionales del chico nuevo, en definitiva, era un cerebrito.
Cuando ya por fin era la hora de salida, todos tomaron sus cosas y salieron, a excepción de dos chicos, uno porque guardaba sus cosas y el otro porque lo esperaba, en todo el tiempo que habían estado ahí, no había tenido la oportunidad de hablar con él, debido a que todos lo habían acaparado.
—Vaya, así que el chico nuevo tiene una beca~ —
—…Ah... ¿me hablas a mí? —contesto con indiferencia el chico de cabellos rojos.
— ¡AH!, ¿acaso ves a alguien más en el salón? —pregunto él de ojos lilas irritado, no soportaba que lo trataran así, por algo detestaba a Itachi y Kakuzu, ambos eran unos idiotas que se comportaban con indiferencia siempre, ¿acaso no tenían emociones?
— ¿Qué es lo que buscas de mí? Estoy algo ocupado —
—Oh~, nada en específico, niño bonito. Vaya, no pensé nunca ver un chico becado aquí, dime, ¿eres de esos que se esfuerzan por que no tienen posibilidades? —
— ¿y si es así hay algo de malo? —pregunto indiferente saliendo del salón ignorándolo.
Una pequeña vena resalto en la cien del chico de cabellos blancos, ese tipo había logrado hacerlo enfurecer. No le había agradado la actitud que había usado con él, en definitiva, ese cerebrito se arrepentiría de haberse metido con el gran Hidan, el rey de la escuela. Aun molesto salió del salón de clases, ahí lo estaba esperando su amigo rubio que solo reía, al parecer había escuchado su pequeña charla con él nuevo.
—Ese chico es lindo, inteligente y tiene agallas, hmn~—Susurro interesado, desde que lo había visto le había gustado, en cierta parte le recordaba a Itachi.
—Cállate, ese muñequito se va a arrepentir de haberme tratado así~, no es más que un chico becado, aunque sea atractivo e inteligente no está a nuestro nivel, y yo puedo usar eso a mi favor para mi dulce venganza —dijo mientras se relamía los labios.
Y así comenzó a caminar, no entraría a las clases adicionales obligatorias, debía investigar a ese chico pelirrojo, nadie lo iba a tratar así, y necesitaba que todos lo entendieran.
Cuando finalizaron las clases extra, el ya tenía la suficiente información, y debía decir que estaba satisfecho. A la salida, simplemente se fue a encontrar con sus compañeros.
—Te tardaste, Hidan —comento molesto Dedidara.
—Vamos, alégrate por mí. Conseguí mucha jugosa información —el rubio se quedó callado para darle a entender que prosiguiera.
—Es nieto de nuestra adorable y anciana cocinera, efectivamente es pobre, no tiene padres, y tal como él lo dijo es de Suna, su signo es escorpio, al parecer en Suna hacia “artesanías” con títeres…. —dijo orgulloso de haber conseguido esa información.
—Vaya, si no supiera que te quieres vengar de él, pensaría que te gusta o algo así~—comento con burla, quería hacer enfadar a ese tipo. Aunque en cierta parte, le agradaba el haberse enterado de esa información extra.
Y así pasaron los días, lógicamente Hidan esparció a todo el mundo que el gran alumno becado era pobre y que también era nieto de la cocinera.
Normalmente todos hacían caso a lo que dijeran los del grupo de Hidan, así que nadie se volvió a acercar a él con intenciones amistosas, a excepción de un chico de cabellos rojos y un poco largos, su nombre era Nagato, al parecer no tenía mucho amigos debido a que era un poco tímido con las personas que lo rodeaban, también era alguien inteligente, había conocido a Sasori en un curso extra de artes, al parecer ambos tenían muchas cosas en común y terminaron siendo muy buenos amigos, a Nagato nunca le había importado lo que dijeran los chicos populares, se sentía libre de hacer lo que quisiera, por lo que no hizo caso a Hidan en lo absoluto.
En esos momentos, ambos se encontraban sentados en la parte trasera de la escuela, siempre resultaba más tranquila que la entrada, después de todo, ahí no estaban siempre esos idiotas.
—Enserio es admirable que no te enfade el hecho de que Hidan se la viva molestándote en clases y fuera de ellas… —comento Nagato en un tono suave y bajo.
—Realmente si me enfada, pero a tipos como el, solo debes de darles la espalda, algún día se aburrirá y se dará cuenta que conmigo no sirven esos juegos. —
— Hey, Sasori, ¿si pudieras vengarte lo harías? —era un poco curioso, y la respuesta de su amigo le interesaba mucho.
— ¿Quién no se vengaría de ese patán?, es obvio que lo haría si se diera la oportunidad. —
—Puedes hacerlo si quieres, en estas épocas es la oportunidad perfecta.. —comento pensativo, no sabía ya si decirle a su amigo la otra información, en cierta parte quería ayudarlo, pero temía que con su información se lograra lo contrario.
— ¿A qué te refieres, Nagato?... —estaba intrigado, quería saber lo que tenía que decir el otro pelirrojo.
—Hidan es alguien muy apostador, le gusta meterse en ese tipo de cosas. Recientemente uno de sus amigos afirmo que tendría una competencia de natación aquí en la univerisdad, y un chico de preparatoria lo va a enfrentar… Hidan apostara por Kisame, y tu podrías apostar por el otro chico… y así podrías vengarte pidiéndole lo que quieras si es que ganas la apuesta, pero aquí ese no es el problema… Kisame es capitán del equipo de natación, y si gana que es lo más probable, seguramente Hidan te molestaría a su máxima potencia —no sabía si se había dado a entender bien, pero quería que su amigo supiera de eso.
—Así que me estás dando la opción de que vaya y apueste por el otro chico que tiene menos probabilidades de ganar…suena interesante, pero esto podría perjudicarme, ¿sabes? —
—Lo sé perfectamente, por eso solo es una opción, quería que estuvieras enterado de ella… —
—Está bien, lo hare. —comento Sasori decidido, ¿Cuándo se le volvería a presentar algo así?, detestaba al albino, ese tipo no paraba de molestarlo y burlarse de él, Sasori no era una persona paciente.
— ¿E-enserio? —pregunto Nagato sorprendido, no pensaba que Sasori enserio se fuera a arriesgar. Pero lo comprendía, el albino era la persona más desesperante que conocía. —Tienes que dar 10 dólares para poder apostar… el chico que será el rival de Kisame se llama Gaara… puedes ir con Konan para inscribirte y pagar… —dijo mientras le daba los 5 billetes, era solo un pequeño apoyo.
Sasori sonrió agradecido para luego así salir del lugar, yendo directo a la entrada, donde se encontraba la chica de cabellos azules, con algo de pesadez suspiró y se acercó a ella con seriedad, no quería interactuar mucho con ese tipo de personas.
—Escuche que tú eres quien inscribe a lo de la apuesta, ¿es cierto? —
—Vaya, no pensé que a los nerds les gustaran estas cosas… bueno, sí, ¿quieres apostar por Kisame, verdad? —dijo la chica dando por hecho que apostaría por su amigo, después de todo, no había persona en la universidad que hubiera apostado por el otro chico.
—Realmente no, quiero apostar por el otro chico, Gaara. —Comento extendiéndole el dinero.
Todos voltearon a verlo, sin excepción alguna, ¿era acaso otro reto?, ese chico no dejaba de sorprenderlos. Primero con lo de la beca, y ahora apostando por un niño de preparatoria sin posibilidades.
—Pierdes tu dinero, Kisame es capitán del equipo…—la chica no pudo terminar ya que el pelirrojo la interrumpió con impaciencia.
—Eso es mi problema, ¿vas a tomar el dinero o no?... —
Aun confundida, Konan tomo el dinero para así luego apuntar al chico en su lista, enserio no se lo podía creer, ¿enserio había alguien tan estúpido que no apostaría por el que por lógicas razones ganaría?.
Esto no pasó desapercibido por nadie, y menos por un chico de cabellos blancos que había escuchado todo. Sin decir nada, solo se levantó de su lugar y siguió al pelirrojo, al parecer iba a una parte apartada de la escuela, mejor para él.
— ¡Vaya que tienes agallas!, aunque es algo estúpido de tu parte, pensé que eras alguien inteligente, pero al parecer me he equivocado contigo —sus palabras destilaban burla.
—Ese es mi problema... ¿Lo sabes, verdad? —
—Lamento decirte que solo serás la burla de todos aquí, Kisame ganara… —
El pelirrojo al escuchar esas palabras no pudo evitar sonreír disimuladamente, ya tenía un plan para todo eso, por alguna razón, ya sabía que Hidan lo seguiría y le diría cosas estúpidas.
— ¿Quieres apostar?... —pregunto tratando de escucharse lo más neutral posible, no quería ser descubierto, apenas era el inicio del juego.
—Si Gaara gana, serás mi perro de forma literal hasta que terminemos la universidad y seguirás mi ordenes sin excepción alguna… —En sus palabras era difícil de detectarlo, pero se escuchaba algo de malicia en ellas.
— ¡AH!, ¿¡Y que ganaría yo con esto?! —se había alterado un poco, él no podía decir que no a una apuesta, era como su orgullo.
—Puedes pedirme lo que quieras…—
—Quiero que reveles ante toda la escuela que eres un pobretón y que después de eso abandones la universidad… —estaba siendo algo extremo con lo último, pero no sabía que podía pedirle a ese chico que tanto detestaba, lo había tomado por sorpresa.
—Trato hecho… —Sasori extendió su mano hacia el albino para cerrar el trato, algo le decía que debía hacerlo.
Hidan dudo un poco, pero al final, termino estrechando su mano con la ajena, definitivamente debía ganar.
Y así volvieron a pasar los días de volada, ya había transcurrido una semana desde la apuesta del pelirrojo y el albino, y por fin era el día de la competencia. Ya todos estaban sentados en las gradas de la piscina de la escuela. Algunos traían cartelones apoyando a Kisame, y otros solo gritaban apoyándolo. Aunque al parecer Gaara no estaba solo, había varios chicos de preparatoria apoyándolo, entre ellos el hermano menor de Itachi.
— ¿Crees que gane, Sasori?, siento que fue un poco extrema tu apuesta con Hidan, ¿abandonar la escuela?, es una estupidez —Nagato estaba algo preocupado y se sentía tan culpable de haberle dado la opción de las apuestas a su amigo.
—No te preocupes Nagato, tengo una corazonada, y hoy no puedo perder… según la fortuna, Escorpio tendrá un día excelente… —
Ninguno de los dos dijo más acerca de eso, solo esperaron a que salieran los competidores, el primero en salir fue Kisame, parecía bastante confiado. Justo después de que saliera Kisame, también salió Gaara, un chico delgado y pelirrojo.
Las cosas tardaron un poco, ya que los dos competidores debían calentar. Ya era la hora por fin, los dos chicos ya estaban listos para saltar al agua, solo esperaban la señal.
Cuando esta por fin se dio, Kisame tomo rápidamente la delantera, aunque este en forma de burla se quedó dando vueltas en el mismo lugar, sin saber que el pelirrojo se aprovecharía de esa burla para tomar rápidamente la delantera. Todos estaban sorprendidos, ¿enserio había tomado la delantera tan rápido?
— ¡Vamos, Gaara! ¡Tú puedes ganarle a ese idiota! —desde las gradas grito un chico rubio con tres marcas en cada mejilla. Parecía emocionado y feliz, él tenía todas las esperanzas en su amigo.
Cuando Kisame se dio cuenta de esto, rápidamente retomo la competencia bastante molesto, parecía un tiburón buscando su cena.
El chico pelirrojo en ningún momento dejo de nadar, justo cuando llego al otro extremo hizo todo lo posible para tomar el suficiente impulso para volver a adelantarse, Kisame era alto, y a la hora de impulsarse también tomaría ventaja, y si, justamente así fue, en menos de un segundo ya iba a la par con el pelirrojo, era realmente sorprendente que ese chico que se veía tan frágil pudiera seguirlo en una competencia.
Ya casi terminaban, y los dos seguían a la par, tal vez se daría un empate. Los dos estaban a punto de tocar su punto de salida para finalizar la competencia, pero Kisame por accidente y desesperación no lo logro a tiempo, dejando al pelirrojo como el ganador de la competencia. Todos estaban callados, ¿enserio había ganado ese chico?.
Todo seguía en silencio hasta que el chico rubio que acompañaba al pelirrojo comenzó a gritar con emoción, haciendo que los demás de preparatoria que lo seguían también comenzaran a celebrar.
Kisame no se la podía creer, ¿era acaso esto un mal sueño? No solo Kisame estaba en un shock total, Hidan también lo estaba, ¿había perdido la apuesta con ese nerd?... ¿era enserio?.
Mientras tanto, Sasori y Nagato estaban que no se la creían, no solo habían ganado contra Hidan, también habían ganado mucho dinero de esos tontos niños ricos.
—Tengo un nuevo perro, Nagato~ —