"Estúpido gordo"
Eso fue lo que le dijo uno de sus compañeros hace algunas semanas atrás, cuando JiHoon no le pasó un lápiz que cayó al suelo en el salón de clases.
Esa palabra quedó marcada en su mente y desde entonces todos comenzaron a referirse a él de esa manera.
De forma despectiva, mirándolo con asco, como si fuera lo peor del mundo.
Escuchaba esa palabra constantemente junto a risas burlescas que fueron bajando poco a poco su autoestima.
Hoy JiHoon se midió la cintura y caderas, esos cinco centímetros más lo destrozaron.
Decidió que lo mejor era no comer en la tarde, ni en la noche, ni el desayuno de la mañana siguiente que su madre dejaba sobre la mesa antes de irse al trabajo.
Tal vez con eso bajaría todo lo que subió.
Debía hacerlo o las burlas de sus compañeros de la escuela seguirían.
La ropa ocultaba el cuerpo de JiHoon, ropa ancha para no mostrar, según él, lo pasado de peso que estaba.
Ropa negra para verse más delgado.
Ropa que no le gustaba.
Ropa pata no llamar la atención de las personas.
Pero parecía no funcionar, no ocultaba su horrible cuerpo porque las burlas seguían.
JiHoon mientras seguía ocultándose en la hora de almuerzo en el baño de la escuela, evitando los comentarios negativos y evitando sentirse observado por todo el mundo.
Era el punto blando de las burlas y eso lo estaba matando en vida.
Miró la manzana que su mamá le envió de colación, tragó saliva con dificultad, se veía tan apetitosa, tenía hambre y hubiera dado todo por tener un mordisco de ella.
Pero decidió tirarla al bote de la basura.
. . .
El psicólogo parecía querer sacarle más información de la que él quería entregarla.
Estaba ahí por bajar sus calificaciones en el último examen de historia, no porque sus padres lo mandaron mostrando un poco de preocupación por él.
Era porque estaba siendo una molestia para las personas a su alrededor.
"¿Qué es lo que más te preocupa?"
No quería hablar pero no resistió y respondió.
"Me preocupa engordar"
"Me preocupa no ser feliz" pero eso no lo dijo, solo lo pensó.
Ni siquiera las dietas rápidas parecían funcionar en él, dietas "mágicas" que ofrece el internet y que por una extraña razón reciben muchas más visitas de las que deberían.
¿Qué provocan?
¿Bajar de peso? Sí, lo hacen
Si de 2.000 calorías que se consumen en un día, se baja a 700 u 800 calorías comiendo solo fruta o ensaladas cualquier persona bajaría de peso. Acostumbras a tu organismo con esas 800 calorías y se adapta para funcionar con ellas.
Pero ¿Qué pasa cuando se llega al peso deseado y vuelve la ingesta de comida normal?
¿Qué pasa con esas 1.200 calorías que tu cuerpo ya no necesita para funcionar durante el día?
Se almacena como grasa ahí llega el “efecto rebote” donde se engorda más de lo que se adelgazó.
Pero nada de eso lo sabía JiHoon.
Ver las fotos en internet de chicos guapos lo hacían querer desear ser así.
Ser perfecto.
Lo hacía odiar su cuerpo y odiar su vida.
Ese día recurrió al baño para vomitar lo que almorzó.