P-Para Kaname.... Por favor- suplicó de forma inútil pues su compañero seguía profanando su cuerpo sin compasión, le dolía mucho y se sentía aterrado ante la mirada aterradora de su acompañante.
Eres sólo mío - susurró Kaname con voz dulce en tono peligroso.
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Despertó de golpe en medio de la madrugada, su pijama ligera se pegaba a su cuerpo debido al sudor producto de una terrible pesadilla.
Cuando dejarás de lastimarme - farfulló con un nudo doloroso en la garganta y con sus ojos inundados en lágrimas.
Zero se levantó dispuesto a tomar una ducha, se reincorporó y se deshizo de sus prendas por el camino.
Ya en el cuarto de baño admiró su silueta desnuda, su piel era blanca, tenía curvas de bailarina de ballet, su rostro era de muñeca siendo sus ojos de un color purpureo que resaltaban gracias a unas largas pestañas platas cómo el color de sus cabellos que caían de forma seductora sobre su rostro.
Había usado aquello para huir lo más lejano del ser que le visitaba cada noche en sus pesadillas nocturnas, era un modelo andrógino muy famoso.
Pero èl aún estudiaba para más adelante cuando sacara su título y especialización, desaparecer por completo del mundo de fama.
Con aquel pensamiento se metió a la ducha y dejó que el agua llevara cada tormentoso recuerdo que aquel ser que una vez amó se encargó de tatuar en su piel.
Te odio Kuran Kaname -
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La alarma resonó con fuerza y él ya se encontraba vestido con el impoluto uniforme de la Academia a la cuál se había inscrito hace unos 3 meses.
Tras peinar un poco su cabellera se dispuso a preparar su desayuno y dejarle un poco a su hermano.
Buenos días Zero-nii - Saludó un joven idéntico con expresión más dulce y cabellera ligeramente más larga que él.
Zero asintió y se dirigió a hacer la comida para ambos, Ichiru era su hermano menor pero era el de menos fiar de los dos.
Zero sabía que su hermano aprovechaba de su dulce actitud para atrapar a jovencitos y pasar un buen rato.
En ese aspecto no podía evitar compararlo con...
Unos brazos ligeramente más fuertes roderon su cintura, sintió el pecho de su hermano en la espalda y unos labios posarse en su cuello.
Onii-chan prestame atención - comentó con tono ronco dirigiendo un par de caricias por la cintura del mayor.
Zero se giró con rapidez y empujó al menor con fuerza.
Ichiru sonrió y volvió a la mesa esperando nuevamente jugar con su adorado hermano.
Zero rápidamente preparó el desayuno y salió a la Academia despidiéndose de forma parca de su hermano.
Ichiru mordió ligeramente su labio tratando de contener una risita, Zero era adorable.
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Podía sentir las miradas sobre su cuerpo erizando su piel ante la desagradable sensación, sentía asco ante la lujuria de aquellas miradas.
Por ahora sabía que respetarían su espacio ante su fría actitud.
Se dirigió a su salón que guardo silencio ante su presencia y nuevamente sintió todo tipo de miradas.
Odiaba aquello.
Al menos tenía su salvación, pues al final de todos los pupitres pudo ver que su compañero había llegado.
Admiró la cabellera roja de su amigo que acentuaba bien su piel durazno, su ancha espalda y su alto porte digno de un modelo masculino de alta costura.
Sonrió para sí y se acercó al joven quien al presentirle le observó con sus penetrantes y cálidos ojos dorados.
Buenos días Zero - susurró aquel saludo con un delicioso barítono.
Buenos días Dakor - devolvió el saludo con una pequeña sonrisa.
El mencionado le ayudó a tomar asiento y besó su mejilla con suavidad.
Zero sintió su rostro caliente, Dakor había sido el primer y único compañero en la Academia debido a que curiosamente era también su compañero de modelaje en las sesiones fotográficas.
El profesor de la primera hora ingresó al salón dando así, el inicio de una nueva jornada.
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Observó todo el lugar poniendo nerviosa a la profesora frente a él, la pobre mujer temblaba ante su presencia pero no se apidaría con ella.
Odiaba a los inútiles que le habían colocado en otra clase.
Bien, hemos llegado joven Kuran - comentó aparentemente seria la mujer pues su cuerpo temblaba ante la mirada color borgoña del apuesto joven de figura férrea tras ella.
Kuran Kaname era hijo de unas reconocidas figuras del modelaje, su padre y su madre actualmente manejaban las más afamadas pasarelas y poseían los más bellos modelos de portada bajo su representación.
La familia Kuran poseía una gran influencia en la alta sociedad pues además poseían sangre real.
El sereno muchacho tras ella era de temer, pues se rumoreaba que quienes se oponían a sus peticiones no salían ilesos.
Kaname entró al salón sin tomar importancia a expresiones de euforia y gritos ahogados seguido de varios cuchicheos.
La profesora de forma inútil trató de controlar a la clase por lo que Kaname paseo su mirada borgoña por el salón intimidando a los alumnos pues el destello escarlata de su mirada le daba un aura intimidante.
Kaname mantenía una expresión estoica a pesar de estar furioso, sólo esperaba ver a su amada y escurridiza rosa.
=Te prometí que nunca te dejaría ir mi adorada rosa-
Luego de presentarse con tono frío se dirigió al asiento de la primera fila que estaba completamente vacío.
Con su último objetivo en mente se didicó a observar el paisaje de la ventana.
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Muy bien Clase por favor los representantes de clase deben reunirse con las otras aulas del mismo curso debido a que se acerca el festival escolar y debéis coordinar que hará cada sección para recaudar fondos - anunció al final de clase la tutora.
Zero y Dakor asintieron pues ellos estaban encargados de aquello, el albino suspiró con pesar ya que para poder tener buenas referencias debía tener buen récord académico; ser encargado de diversos grupos iba a ayudarle.
Luego de un par de horas de clases se pudo oír el timbre de receso por lo que ambos modelos se levantaron de su sitio ante la mirada de todos y salieron sintiendo un poco de incomodidad.
Zero agradecía que Dakor espantara con la mirada a quienes querían propasarse con las miradas lujuriosas.
De pronto recordó que debía llevar la hoja de informes que llevaría a aquella reunión y se detuvo haciendo que el más alto chocase contra él.
Lo siento - susurró una disculpa avergonzado, giró el rostro para ver a su compañero y desvió la mirada - ve adelante a la sección donde nos reuniremos yo iré por unos papeles que debo llevar - indicó ante la dudosa mirada de su compañero.
No tardaré - tranquilizó con una media sonrisa a Dakor.
El implicado asintió y tras besar su frente se alejó al salón que estaba a dos secciones más.
Zero suspiró reprimiendo una risa por la sobre protección por parte del más alto y se dirigió a su sitio donde sacó el folder de su maleta y volvió con paso ligero a donde sería la reunión.
=Espero no tener que lidiar mucho con idiotas hoy - pensó abriendo el folder mientras leía levemente unas líneas.
Sin embargo en aquel instante sintió un escalofrío antes de elevar la mirada y sin poder evitarlo chacar con alguien que salía de la sección donde se reunirían.
¿Te he lastimado? Lo siento - se disculpó la persona con la que había tropezado.
El albino se tensó y no pudo evitar boquear con pánico.
Zero había lidiado con muchas cosas para poderse alejar del centro de sus pesadillas.
Tener a aquel joven de cabellera chocolate y ojos de un profundo borgoña frente a él en ese preciso momento había detonado muchas emociones que su cerebro había bloqueado por su propio bien.
Sintió unos conocidos brazos sujetando su cuerpo y aquella fragancia que conocía a la perfección.
Kaname lo sujetaba pretendiendo ayudarle pero podía sentir el toque posesivo en su cuerpo y eso simplemente lo aterró.
Su mirada se pintó con pánico y trató de soltarse de Kaname sin ser tan notorio pero este no se apartaba.
Zero - llamó alguien tras Kaname y los ojos de Zero brillaron con alivio.
Dakor - llamó al chico quién al ver la incomodida de Zero le pidió a Kaname apartarse para ayudar al albino.
El oji amatista se liberó de Kaname y se acercó a Dakor quien lo envolvió en un protector abrazo.
¿Estás bien? Podemos irnos ya que no creo que saquemos algo hoy de esta reunión - afreció a Zero quien asintió aferrándose a un preocupado oji zarco.
Se dispidieron del de cabellera chocolate y se marcharon ante su atenta mirada.
Zero se estremeció ante la familiar sensación de tener unos ojos borgoña quemando en su alma.
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Había apretado con tanta fuerza sus uñas en sus palmas que se había hecho daño, su sangre hervía al igual que los celos que sentía por ver a aquel sujeto llevarse a su rosa lejos de él.
El cuerpo de Zero había reaccionado en sus brazos y él se quería volver loco ante el dulce toque de su piel, el rosa de sus mejillas y carnosidad de sus belfos.
Kaname no pudo evitar recordar el día en que conoció a su bella rosa.
Zero había entrado a su escuela y era muy popular, era atento pero reservado, siempre poseía esa aura hermosa pero distante.
Todos querían acercarse al bello joven de ojos amatista y él no fue una excepción. Bueno si lo fue porque se hizo su amigo y poco después se había confesado recibiendo como premio el primer beso de su preciosa rosa.
Estaba loco de amor por Zero, era tanto su amor que lo cegaba y aveces ardía de celos por cualquier persona cerca de su novio.
Su mente se nublaba y gritaba por besar con pasión desenfrenada a Zero, quería tenerlo sólo para él.
Su rosa al ver sus celos enfermizos quiso dejarle pero él había pensado que su rosa amaba a alguien que no era él.
Pensó que su impoluta y dulce rosa quería entregarse a otro y su cerebro gritó furioso, había acorralado a Zero, le había atado las manos con su propia corbata y con su corbata había cubierto su boca para que nadie más que él oyera los dulces gemidos de su rosa.
Y tomó el suave y delicioso cuerpo de su rosa, no escuchó sus ruegos de parar, no se detuvo ante sus sollozos.
Cuando se pudo controlar había sido ya demasiado tarde.
Vistió a su rosa que poseía la mirada perdida y la llevó a la enfermería para que descansara.
Fue a llamar a su chofer para que los recogiera como siempre pero al regresar su rosa ya no estaba.
Había desaparecido.
Él había estado buscando su rastro por dos años hasta que hace un año le vio en una de las pasarelas principales de sus padres.
Y cuando quiso acercarse su rosa había desaparecido nuevamente.
Así que por mucho tiempo usó su fama para perseguir a su rosa.
Esta huía fuera de su alcance.
Pero èl no se rindió para finalmente encontrar a su amada rosa con un tipo que no era digno para apreciar su belleza.
Iba a recuperar a su amada rosa.
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=¡Debo huir! - pensó con pánico,él no solía perder los estribos pero sentir las manos de Kaname sobre él fue demasiado para su mente.
Le había mirado con dulzura pero su agarre era firme, podía leer claramente que aquel demonio de ojos borgoña le buscaba.
Zero no pudo evitar sentir miedo por lo que Kaname planeaba.
Dakor - llamó con suavidad al mayor, Zero se deshizo del abrazo del mayor con suavidad.
Yo... Iré a la biblioteca ya que hoy deseo estar solo - susurró alejándose sin dejar que su compañero opinara al respecto.
No quería ver a nadie, su cuerpo había tracionado a su mente, le aterró sentir que los brazos de Kaname eran confortables y posesivos.
Le hizo recordar cuando hace mucho tiempo le defendía antes de que fueran novios.
Aquel Kaname era tan dulce, atento y gentil que había llegado a su corazón.
Fue tan ingenuo al pensar que estaría a salvo en sus cálidos y fuertes brazos.
Buenos días ¿Busca alguna sección en especial Zero-sempai? - inquirió la chica encargada mirando con suavidad a su superior que era un asiduo lector.
Zero vio a la chica y le dio una media sonrisa - Hola Wakaba... Hoy buscaré algo para entretenerme no te preocupes - respondió y se dirigió al área de lectura que estaba amueblada, vio un libro en una de las estanterías con el cual entretenerse y cuando lo encontró se percató que no llegaba así que se paró de puntillas para tratar de bajarlo por su cuenta.
En aquel momento sintió a alguien detrás de él y vio cómo cogían el libro para extenderselo.
Muchas gracias - susurró pero cuando se giró a tomar el libro se vio apresado contra la estantería y el cuerpo de Kaname.
Kuran-san por favor déjeme tranquilo - pidió con tono frío sin mirar a Kaname y apretando el libro contra su pecho.
Zero sé que no me has olvidado y sabes que he venido por tí - dijo Kaname con voz levemente irritada.
Déjame en paz - pidió sin levantar la voz pues no quería verse relacionado con el de ojos borgoña.
Kaname le tomó por el mentón con dulzura y Zero no pudo evitar mirar a Kaname ante el gentil tacto.
Olvídame por favor Kaname - susurró con la mirada débil pues cada vez que miraba los ojos de Kaname no podía evitar que su corazón latiera desbocado en una mezcla extraña de temor y....
¡No!
No debía dejar que su corazón fuera atrapado nuevamente por aquel dulce demonio de ojos borgoña.
No me voy a alejar Zero lo siento - se disculpó Kaname suavizando su expresión mientras se acercaba a los labios del más bajo para tomar de su dulzura.
Kaname fue tan gentil y embriagante que Zero se sintió muy confundido, sintió su rostro arder cuando Kaname mordió ligeramente sus labios y apresó su cuerpo entre sus brazos.
El albino comenzaba a recordar lo mucho que Kaname se reprimía con su besos suaves, sus gestos caballerosos y las miradas enamoradas que sólo le dedicaba a él.
Amaba a Kaname tanto que le había perdonado el día que lo violó.
Recordó que había huido por sentirse molesto consigo mismo por perdonar fácilmente al de cabellera chocolate.
Se odio por sentir su corazón latir cada vez que veía cómo su demonio lo buscaba para pedirle perdón y otra oportunidad.
Zero cerró los ojos y jadeo suavemente disfrutando de la boca insaciable de Kaname, movió su lengua de forma tímida para empezar a corresponder pero de pronto oyó la voz de Dakor buscándolo.
Todo hizo click en su mente y apartó a Kaname tratando de recuperar el sentido.
Vete... Amo a mi novio - siseo cubriendo su boca para tratar de quitar rastros del beso.
Eso no es algo que ni tú ni yo creemos Zero - dijo el más alto para salir del lugar dejando pasmado a Zero al ver el dolor el la mirada de su ex-novio.
Tomó el libro que se había caído en algún momento del encuentro y trató de olvidar la agradable sensación en su cuerpo.
Zero - le habló Dakor con expresión aliviada.
¿Sucedió algo? - inquirió recibiendo un mudo asentimiento del de cabellera roja.
Cross dice que le han llamado para pedir que te dejaran salir temprano debido a una sesión importante de último momento. - comunicó.
Vale iré a la salida ya que probablemente Shiki y Rima ya han enviado un coche para recogerme - dijo conociendo al par que lo representaban y guiaban.
Nos vemos mañana Zero, te recogeré en casa cómo siempre - recordó besando la frente del albino quien sonrió con tranquilidad.
Vale - dijo antes de marcharse a la entrada donde un coche soprendete y lujoso lo esperaba.
Zero no podía ver al chofer debido a que poseía lunas polarizadas así que se metió al vehículo debido a la urgencia de la sesión y cuando estuvo en el asiento del copiloto se quedó pasmado.
Kaname vestía sólo la camisa negra del uniforme junto a los pantalones blancos.
Kuran no tengo tiempo para juegos debo trabajar - recriminó con mirada desafiante a Kaname.
Lo sé me pideron que te lleve ya que iba mi sesión para el día de hoy - discrepó serio.
El camino el cual fue de 30 minutos para Zero
fue tenso e incómodo, Kaname no parecía fijarse en él pues miraba el camino concentrado.
Zero no pudo evitar sentirse irritado.
Hemos llegado - interrumpió Kaname el hilo de pensamientos del albino, ambos ingresaron al edificio donde para sorpresa de ambos sus representantes charlaban con profesionalismo.
Hola Zero... Justamente estaba hablando con el representante de tu compañero de hoy - anunció Rima dejando a Zero atónito.
No me comunicaron que tendría un compañero - hablo Kaname dirigiéndose a su nervioso representante.
Kuran-Sama sus padres han visto muy provechoso que trabajara con un modelo de su talla para la nueva línea que se lanzará esta temporada, ellos han tenido un notable interés en el trabajo de Kiryu-Sama como modelo andrógino y quieren innovar el estilo publicitario - informó el hombre tragando saliva de forma nerviosa.
Haruka-san y Juuri-san nos informaron de ello y hemos aceptado debido a que era de igual forma uno de nuestros siguientes proyectos en el cuál Dakor acompañaría a Zero-kun pero debido a su reciente carrera sabíamos que era un juego muy arriesgado - continuó Rima.
Sin embargo si vosotros dos sois los rostros de este nuevo estilo será sin dudar algo de interés, tú tienes reconocimiento mundial incluso como el segundo puesto en las mujeres más bellas del mundo a pesar de ser hombre y Kaname-kun posee de igual forma una fama de hombre más cotizado cómo modelo masculino en el mundo - añadió Shiki mirando a Zero.
Nuestra línea y la de los Kuran se fusionarán en este proyecto para atraer a más personas - fue la conclusión de Rima quién se acercó a Zero y lo tomó de las manos pidiendo de forma silenciosa a Zero aceptar.
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