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Bloody Knife por Sailor cosmos

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Cold Fire

Poderosa Fragilidad

Crossover

Nuevo Inicio

Notas del capitulo:

Siglos de planeación son puestos a la luz... Okno. Los que ya han leído historias mías saben que tengo amor por la temática zombie, mas que todo TWD, Resident Evil, etc. Sera un fic largo, alrededor de 28 o 30 capítulos, usualmente un fanfic mio termina a los 20 capitulos o menos.

 

Habra gore, mucho gore, lemon, un multishipping casi exagerado entre otros detalles que se irán viendo, pero aqui ya estan advertidos de lo fundamental y nos evitamos un poco el amargamiento. Evidentemente no diré que parejas se formaran o tendrán más tensión, quita la gracia.

 

También habrá muerte de personaje, OC menores de solo nombre para cubrir huecos argumentales como familiares de personajes que no conocemos, entre otros. Sin mas espero que les guste este fic <3

Beggining of Pain

Caminaba de un lado a otro nervioso, pronto sería el momento en el que debía abrir el programa corto y aunque se sentía preparado por los cambios que había hecho en su rutina, los nervios se negaban a despegarse de su ser, casi como si esto debía ser una macabra costumbre en su cabeza. Se quitó los lentes y suspiro recostado de una pared, con los audífonos aun puestos para desviar su atención de los ruidos externos.

 

Se fijó en una de las puertas, había gente acumulando y cuchicheando frente a ellas, también muchos estaban viendo la televisión, más en específico las noticias, lo cual era bastante extraño considerando que se veía como se preparaba todo para la competencia.

 

Decidió ignorarlo, no tenía cabeza para investigar qué era lo que tenía ansiosa a toda esa gente, debía concentrarse en hacer bien su rutina, en sacar un buen puntaje y superar la posible puntuación de Jean, la de Yuri... Temía no lograrlo.

 

—Yuuri—volteo al instante, casi como si la voz de Viktor pasara por encima de la fuerte música de los auriculares. Se los quitó con cuidado, viendo al peli plata —Ya va a ser tu turno, vamos a que te prepares—le sonrió, se limitó a asentir, viendo de reojo al grupo de personas que aumentaba, con notoria ansiedad.

 

Siguió al peli plata hasta el vestidor, quitándose la cc chaqueta y el pantalón para ponerse el traje, dándole la espalda a Viktor una vez puesto y este cerrará el cierre de la espalda, no sin antes sentir una suave caricia en su sensible piel, seguido de un simple beso en la nuca.

 

—Te ira genial —aseguró tomando el peine y pasándolo por las hebras negras que conformaban la melena del japonés. —No deberías estar tan nervioso.

 

— ¿Sabes si pasa algo malo? Allá afuera la gente parece un poco... preocupada. —preguntó, desviándose por completo del tema.

 

—Hubo un accidente cerca de aquí, un hombre en moto atropelló a alguien, se cayó y la policía lo intentó retener, pero accidentalmente dispararon, no pude oír más porque tenía que ver que estuvieses bien—explicó ahora peinándolo con los dedos con cierto mimo, si lo hacía más Yuuri creyó que caería dormido.

 

—Ya veo, eso explica porqué están así—dijo con los ojos entrecerrados—Al menos no es algo tan malo... creo—no sabía que pensar en realidad, el tema de la muerte era tan incómodo y desconocido a la vez que sus pensamientos al respecto resultaban un poco vagos e incoherentes.

 

—No pienses en eso, concéntrate en seducir a los jueces como nunca—dio un suave beso en la cabeza de Yuuri y este suspiro fuertemente.

 

Salieron del vestidor, tomando rumbo a la pista. Yuuri tenía su chaqueta puesta, de nuevo con los auriculares para no distraerse con el bullicio que se estaba formando en el lugar, la gente aglomerada y ansiosa frente a las puertas o Tv daban un aire bastante preocupante al lugar, razón por la cual Viktor apuraba a Yuuri, haberle contado que pasaba había sido mala idea para empezar, pero ya que se iba a hacer.

 

— ¡¡Suerte Yuuri!! —exclamó Phichit con una sonrisa radiante como solo él podía hacer, Yuuri sonrió un poco tímido saludando de vuelta.

 

—Suerte cerdo—miro algo impresionado a Yuri, se hacía el desentendido, pero podía notarse la sinceridad con la que lo dijo.

 

—Gracias—sonrió entrando a la pista. Viktor tomó la chaqueta y luego su mano, dando un beso al anillo. —No apartes la vista de mi—dijo con tono y expresión coqueta, como si no se tratase del mazacote de timidez e inseguridad que es Yuuri Katsuki

 

Todos observaban atentos al japonés que ocupaba la pista, seduciendo a todos sin ninguna clase de vergüenza o reparo por sus expresiones y movimientos sensuales, los primeros saltos los clavo sin dificultad, estando Viktor desde su lugar vibrando de emoción, deseando fervientemente que no acabase, que siguiese patinando y siendo él su apoyo, pero otra parte de su mente exigía ser tomada en cuenta, esa parte que quería competir, ver qué tanto sería capaz de hacer el pelinegro contra él siendo rivales.

 

Yuri se mordía las uñas viendo a Yuuri patinar, esperaba que saliera bien, si quería competir contra alguien era con él y nadie más, aún cuando Otabek y Jean fuesen un gran reto -el último era un reto a su paciencia en realidad-, era Yuuri quien lo mantenía en tensión durante todo este tiempo. Miro a Otabek por un momento, el kazajo también analizaba muy cuidadosamente al patinador, tal parecía que coincidían en la misma duda existencial que abarcaba Yuuri Katsuki.

 

El último y más importante salto llego, tomo suficiente impulso, roto lo suficiente, dando tantos giros como debía, sin embargo, su aterrizaje salió del asco, cayendo al suelo de manera excesivamente dolorosa y sintiendo algo extraño que no permitía ponerse de pie, como si algo impidiera esto. Prestando un poco de atención se fijó que la música había parado, cosa extraña y cuanto menos curiosa.

 

— ¿Que...? —abrió los ojos aturdido, que el golpe al coxis junto al corrientazo a su espina dorsal no era precisamente fácil de aguantar. Miro a Viktor que estaba con la boca abierta viendo en su dirección, un poco más a la derecha—Ah...—el pánico inminente lleno su cuerpo en menos tiempo que un montón de paja en incendiarse. Empujándose con las manos se apartó de lo que todos miraban con atención e incredulidad.

 

Ahí había nada más y nada menos que un hombre con una buena parte de su rostro cortada, por precisamente la cuchilla de los patines de Yuuri, la cual apenas logró sacar del rostro de aquel hombre. Se llevó las manos al rostro comenzando a hiperventilar, el público comenzó a gritar, el pánico típico y general de las masas. Un agarre en los brazos para levantarlo le hizo reaccionar levemente, no lo suficiente para impedirlo, pero si para darse cuenta de que lo estaban sacando de la pista, dejando un lindo rastro carmesí. Alcanzó a notar que algunos encargados se estaban ocupando de ese hombre sangrante y aspecto deplorable.

 

— ¿Estas...? —antes de terminar de preguntar se apartaron del japonés que comenzó a vomitar. Viktor daba suaves palmadas en la espalda, viéndolo con preocupación—Tranquilo...

 

— ¿Qué hacía ese hombre en la pista? Es absurdo y... Ugh—se tapó la nariz en medio de su reclamo, no solo el olor a vómito también había una especie de aroma a putrefacción difícil de ignorar.

 

—Está muy pálido—dijo Phichit poniéndose los protectores de las cuchillas, siendo él y Otabek quienes sacaron al japonés del hielo. —Deberíamos llevarlo a que tome aire.

 

—Sentarlo sería mejor idea... y más fácil, antes de venir vi que los guardias cerraban todas las entradas, no dejan salir a nadie —informó con un ligero bufido.

 

—Creo que un baño es mejor opción por ahora ¿Ya? —Yuuri asintió muy levemente, ya su estómago no podía soltar más nada

 

...

 

—Y-yo... yo lo—balbuceaba respirando hondo, como si sus pulmones necesitasen más aire del que podían retener.

 

—Se metió en la pista, cualquiera con sentido común debe saber que eso es ridículo —demostrar que seguía un tanto turbado por la imagen de la cuchilla cortando sin dificultad el rostro de aquel tonto hombre no era algo que quisiera, ya bastaba con tener a Yuuri al borde de un ataque de histeria por el asunto.

 

—Fue un simple accidente, algo pasaba con ese hombre seguramente... No llores, no es nada grave—los tres lo miraban con preocupación, entendían que Yuuri estuviese de esa manera, quizás no reaccionarían igual, pero estarían muy similares, hacer algo así no era algo siquiera posible en sus cabezas.

 

— ¿Y si lo mate? Y-yo no lo...vi—sonaba a un intento de excusarse por lo que pasó, ese extraño accidente, siendo esta la palabra que describe mejor todo el asunto, un Accidente.

 

—No lo mataste—informó Otabek llegando y rascándose la cabeza—Según los paramédicos murió por alta fiebre o algo así, no entendí ni medio rábano de todo lo que me dijeron.

 

— Pero ¿cómo iba a estar muerto de fiebre? Entró delirando a la pista o que—Viktor tenía el entrecejo fruncido y una mano en la barbilla.

 

—Tenía los ojos raros, como un pescado y olía fatal—se encogió levemente de hombros—Quizás un simple borracho en el peor momento.

 

— ¿Ya ves, Yuuri? No fue tan grave—animo Phichit con una sonrisa, en un intento vano de apartar aquella extraña sensación que se había apoderado del japonés.

 

—Pero si estaba ahí es porque se movía, estaba vivo y yo le hice daño—insistió preocupado y apretando los patines en sus manos, se los había quitado porque la cuchilla estaba llena de sangre y algunos trozos de piel perteneciente al misterioso individuo.

 

—Intenta pensar en otra cosa Cerdo, no se... Katsudon o lo que sea, olvida que esto pasó —aconsejaba Yuri soplando un mechón de cabello en su rostro—El lado bueno es que seguramente te dejarán volverlo a hacer.

 

—Regresemos al hotel, tomas un baño y duermes unas buenas horas —fue casi una orden de parte del peli plata, tomando los patines de Yuuri con una mano ya que estos estaban amarrados por las trenzas.

 

—Está bien...—murmuró viendo el suelo.

 

—Lo sentimos, pero necesitamos que entren al vestidor—una chica del GPF a juzgar por su carnet apareció.

 

— ¿Paso algo?

 

—Todos los patinadores, entrenadores y/o acompañantes deben estar en los vestidores o cualquier otra sala disponible a pedido de la seguridad. —explicó con gentileza, un poco apresurada—Por favor háganlo de inmedi-

 

 ¡¡AAGGHHH!!

 

SUÉLTALA MALDITO

 

—MARIE —casi como si fuera un resorte, Yuuri se levantó de su lugar, comenzado a correr con el corazón en la garganta al escuchar el grito y los que siguieron, tratándose de su hermana.

 

—HEY ESPERA—Viktor comenzó a perseguirlo por los pasillos. Había que felicitar a Yuuri por su buen oído, no había duda de eso. Cuando por fin lo alcanzó, la escena que encontró lo dejo medianamente tieso en su lugar.

 

—Suéltala—Yuuri junto a Minako intentaban apartar a un hombre que estaba aferrado a Marie, con la boca llena de sangre y piel en un tono ligeramente gris, la japonesa por su lado tenía una enorme y sangrante herida en la mejilla como si la carne hubiese sido arrancada de su lugar, el escándalo que formaban estos sobresalía a uno un poco más lejano.—TE DIJE QUE LA SUELTES—gritó dando un golpe a la cabeza, el hombre en cuestión volteo de manera inhumana—Uhhh...—se apartó encogiéndose en miedo, todo su cuerpo congelado por el sentimiento.

 

—Pero que...—Minako observó incrédula esto, nadie podría ser capaz de algo así sin romperse el cuello al instante.

 

—Quita de en medio—advirtió y sin dar demasiado tiempo golpeó al hombre con el patín de Yuuri, habiendo quitado el protector para que la cuchilla hiciera lo suyo. El hombre cayó con la gran cortada en el rostro, el olor que desprendía era repugnante— ¿Estás bien? —pregunto viendo alternativamente a los Katsuki.

 

—M-me mordió la cara—tenía una mano sobre la herida, los lagrimones bajaban por sus ojos a gran velocidad por el dolor.

 

—Se nos abalanzó encima de repente y-

 

— ¡!Viktor!! —tuvo el tiempo suficiente para darse la vuelta e impedir que el hombre lo mordiera, al menos eso parecía que fue su intención. Tenía una fuerza bestial, dando mordiscos al aire como un animal que acorraló a su presa y esta no se deja comer. Una que otra gota de sangre, tan oscura y maloliente como ella sola caían a su rostro, cerró la boca y los ojos para evitar que el líquido entrara, aun dando rodillazos muy directos a su estómago y empujando con todas sus fuerzas, no lograba sacárselo de encima.

 

La fuerza mermó, así como los intentos de arrancar su cara o cuello únicamente hincando el diente. El cuerpo cayó a un lado en un ligero golpe, se levantó mirando arriba, Yuuri con el mismo patín en la mano el cabello para atrás -a saber, en qué momento se lo hizo- y evidentes manchas de sangre, miró el cuerpo, podía distinguir el cerebro de ese tipo sin dificultad, Yuuri debió dar un muy fuerte golpe para conseguir este resultado.

 

—Él te... iba a...—su fleco comenzó a caer, puesto que no había ningún gel o elemento que lo mantuviese en su lugar. Viktor se levantó, tomando los lentes del suelo y poniéndoselos, dando un suave besito en la frente —Viktor...

 

— No hiciste nada malo. —aseguró sonriendo mínimamente. Miro a Marie—Vamos con el Paramédico a que te cure eso y nos largamos de aquí —indicó, Yuuri soltó su patín ensangrentado, dejándolo en el suelo, Viktor tomó el otro, solo por si acaso. Con paso presuroso retornaron por los pasillos, solo que esta vez, en lugar de llegar a donde hablaron con la encargada entraron a donde estaba la pista, encontrándose el mayor desastre que podrían ver en sus vidas.

 

—Pero qué le está pasando a esta gente...—dijo Minako temblando, como algunas personas se devoraban a otras que estando vivas, gritaban por ayuda desesperadamente.

 

—Vik-Viktor que hacemos—pregunto Yuuri bloqueado al 120%

 

—Pu-pues...—miro a todos lados ofuscado ¿Qué hacer? Ay por favor que quería caerse al suelo de la impresión, nadie en el planeta a menos que fuese enfermo mental tenía la capacidad de reaccionar rápido y eficientemente a esto.

 

— ¿¡QUÉ HACEN AHÍ PARADOS!? —miraron a Yakov, en su permanente estado de ira—CORRAN A LA MALDITA SALI—su regaño/indicación murió cuando una de esas personas lo agarró por la espalda mordiendo el cuello, jalando la carne y tendones sin dificultad alguna y este se le unían mucho más. Viktor comenzó a respirar acelerados a medida que los gritos de su antiguo entrenador se apagaban.

 

—TENEMOS QUE IRNOS—Marie los empujo, dando un ligero espabile y comenzando a correr lo más que sus piernas se lo permitieran. No tenían ni idea de donde salían solo que aumentaban más y más y que intentaban agarrarlos sin éxito... al menos por unos momentos, hasta que el golpe y los gritos ya conocidos resonaron.

 

— ¡¡MARIE!! —Viktor tomo a Yuuri del brazo, jalándolo tan fuerte como pudiese e impedir que fuera por ella, tenía a 5 de esos encima, no iba a poder ayudarla por más que atormentaran sus gritos agónicos de ser devorada lentamente.

 

—No puedes ayudarla—dijo en tono desesperado—Dónde está la puta salida—miro a todos lados, todo se veía exactamente igual en ese momento.

 

— ¡¡VIKTOR!! ¡¡YUURI!! —Logro visualizar a Phichit corriendo entre las gradas, más atrás Celestino intentando parar que se abalanzaran sobre él. El tailandés llego pronto— ¿Do-donde están Yuri y Otabek?

 

—Creí que estaban contigo—respondió en el mismo tono acelerado y brusco, Yuuri apretó el brazo de Viktor, Celestino había perdido su yugular de un solo bocado— ¿Por dónde se sale?

 

—Pero Celestino -

 

—Ya no se puede—el labio de Phichit tembló, como si quisiera llorar, pero no lo hiciese, entre la muchedumbre podía distinguir múltiples voces, pero no se tomaría el riesgo en verlas, al cruzar la puerta la mano de Yuuri se separó de la mano del ruso, quien volteo angustiado y con el corazón en la garganta.

 

—Ayúdame... por favor... Yuuri—pedía Minako con expresión digna de la mayor representación de miedo a la muerte, Yuuri jalaba de ella con todo lo que podía, negándose por completo a perderla, pero— ¡¡GAAAH!!

 

—YUURI SUÉLTALA —Resultaba tragicómico la pequeña cadena humana que hacían, jalando uno del otro.

 

—NO ME SUELTES—suplico Minako, gritando cada vez más fuerte por sentir como devoraban sus piernas. Debido a que Phichit se unió a Viktor Yuuri no pudo mantener el agarre y Minako fue jalada a ese abismo infernal, con la sangre salpicando a todos lados.

 

—LEVÁNTATE NOS TENEMOS QUE IR—como un simple muñeco de trapo se dejó jalar sin ninguna clase de resistencia. Phichit guió exitosamente a ambos a la salida, donde un auto esperaba mientras alrededor había el mismo o un caos muchísimo peor.

 

— ¿Dónde está Yakov? —pregunto Yuri una vez entraron al auto, Viktor se sentó de piloto y lo encendió, dándose un susto de muerte cuando uno de esos bichos se lanzó sobre el auto, cerró todas las ventanas— ¡¡NO NOS PODEMOS IR SIN-!!

 

—Él no va a venir—dijo de forma escueta dando retroceso y golpeando a uno sin querer.

 

— ¿¡Que!?

 

—Apresúrate, aparecen más por segundo—ínsito Otabek de copiloto, notoriamente alterado.

 

— ¿Estas bien? Yuuri mírame—hablo Phichit chasqueando los dedos frente a él —Yuuri —repitió, una curva muy cerrada hizo que los tres que iban atrás terminarán casi fusionándose entre sí por lo juntos que quedaron.

 

—CONDUCE MEJOR COÑO—quisquillo Yuri.

 

—Manejo bien o nos comen, decide—bufo sin paciencia o nervios suficientes para soportar cualquier clase de reclamo— ¿Yuuri?

 

—Parece que se desmayó...

 

— ¿Y te sorprende? —preguntó al tailandés, viendo por el retrovisor.

 

— ¿Que paso ahí dentro? Yakov solo nos mandó a entrar aquí mientras todos se mataban, él fue a buscarte—Yuri quería una respuesta más clara, porque a su ver habían abandonado a Yakov, a pesar de que este había ido a buscarlos con la intención de ayudarlos.

 

—Ahora no es el mejor maldito momento para discutir esto —gruñó Viktor esquivando como podía los autos volteados y llameantes en la carretera. El celular de Yuri comenzó a sonar, contestó la llamaba.

 

— ¿Lilia?

 

— ¿¡EN DONDE ESTAS!? NO TE ENCUENTRO NI A TI NI A YAKOV—sonaba como si estuviese corriendo.

 

—No sé dónde está Yakov, pero Viktor nos está-

 

El grito de la mujer a través de la bocina se escuchó perfectamente por todo el auto, más allá del sonido húmedo y desagradable. Yuri apartó el celular de su oído, viendo como los segundos de llamada seguían pasando a la vez que los gritos y gruñidos, la llamada finalmente se colgó—Qué está pasando...—se llevó una mano al rostro respirando acelerado.

 

—No lo sé, pero por algún motivo esa gente estaba haciendo canibalismo con todo el mundo.

 

—Muchos siguen ahí dentro, deberíamos volver para ayudarlos—comentó Otabek.

 

—Mila sigue ahí—señaló Yuri apoyándose en el asiento de enfrente.

 

—Por más que me duela ¿Cómo vamos a ayudar si no sabemos nada de lo que pasa? Mira, no tengo cabeza suficiente para intentar convencerte—negó, todo su cuerpo tenso, no podía ni hilar bien sus ideas, tan sólo quería alejarse lo más posible de la pista y de Barcelona.

 

—Debemos ir a alguna parte, quizás todo se calme en unas horas—dijo Phichit con ilusas esperanzas.

 

— ¿al hotel? —Otabek era el menos ubicado, sin embargo, quería su moto.

 

—Ya no tengo manera de tomar desvíos al hotel —informo Viktor.

 

—Mi abuelo vino, se alquiló una casa rodante para ir a verme en la final, podemos ir ahí, está en una zona más apartada de la ciudad. —ofrecía Yuri en tono ansioso. Sin Yakov, sin Lilia, sin Mila... solo quedaba su Abuelo, debía ir con él y evitar que algo malo pasara.

 

—Vamos entonces —pisó más el acelerador a la vez que Yuri daba las indicaciones.

 

***

 

— ¡¡Apártate maldita!! —dio una fuerte patada en el costado de la mujer, logrando que esta se quitará de encima de su—M-mamá—balbuceó agachándose, viendo a su progenitora.

 

—Je-Jean...—balbuceó la mujer a duras penas. Su estómago estaba abierto, la cantidad de sangre que tenía era horrible. Se levantó, aun perturbado por la imagen tan deplorable y viendo cómo otras personas se lanzaban sobre ella empezando a devorarla

 

—Esto... esto no está pasando, es una pesadilla—se reía caminando sin fijarse en nada en especial—No está pasando—repitió. Choco con alguien, reconociendo el cabello y espalda—Mi amor...—la volteo y sujeto de la nuca dando un beso a la chica, el olor a putrefacción era un tanto extraño, considerando que venía claramente de Isabella.

 

El dolor al alejarse fue inmenso, cayendo mientras de su boca la sangre caía a borbotones y en la boca de Isabella, su amada novia, quedaba su lengua, habiendo sido jalada de un solo mordisco. Su piel ligeramente gris y ahora fijándose en un pedazo faltante de carne en su pierna daba a entender que su novia estaba igual que los otros, aunque no lo entendía y no lo haría nunca, Isabella se agacho empezando a morder y jalar carne, rompiendo la ropa con los dientes sin ninguna dificultad. Lo único posiblemente bueno del asunto, es que murió a manos de quien iba a ser su vida, ironías.

 

***

 

— ¡MICKY! —Emil impedía a la morena acercarse a su hermano, para intentar ayudarlo a alejar a esa empleada que tenía sangre en la boca y casi todo el rostro.

 

— ¡¡FUERA DE AQUÍ SALA!! —exclamó Michelle dando un golpe en el rostro de la mujer, aunque esto no sirvió de nada, tan solo volvió a girar el rostro con intención de morder el rostro del italiano. — ¡¡EMIL LLÉVATELA DE AQUÍ!! —en una situación normal, ni de chiste pediría esto, pero temía más por la seguridad de su hermana, habiendo estado huyendo de varios caníbales o lo que fueran esas personas.

 

— ¡Como digas! —la tomó de la cintura y se la montó en el hombro, aun cuando Sala pataleaba para que la soltara.

 

— ¡¡TENGO QUE AYUDARLO!! ¡¡MICKY!! —grito al observar cómo aquella mujer alcanzaba el cuello de su hermano causando un gran chorro de sangre disparado desde la yugular de Michelle. — ¡¡MICHELLE!! —grito con dolor y llorando.

 

— ¡¡MIERDA!! —grito Emil soltando a la italiana sin querer, cayendo al suelo y siendo jalado con la mayor fuerza hacia el que estaba ahí, tirado en el suelo, sin piernas por algún motivo, aun moviéndose a pesar de estarse desangrando— ¡¡SUÉLTAME!! —pateaba la cara del hombre que lo jalaba del talón.

 

—Esto... esto no está pasando...—balbuceo Sala, levantándose del suelo y dando pasos hacia atrás, viendo la escena con profundo terror—Esto no... ¡HII! —manos desconocidas tomaron su rostro, su corazón dio un vuelco, deteniéndose esta vez, de forma literal junto a su grito de sufrimiento.

 

***

 

Yuri bajó apresurado del auto, habían tardado más de una hora en llegar a las afueras de Barcelona, autos amontonados, atascos, gente corriendo intentando salvar su vida, era una escena horrible la cual parecía una pesadilla demasiado elaborada.

 

— ¡¡Abuelo, llegue!! Tenemos que ir—se detuvo al abrir la puerta, quedando ahí de pie

 

— ¿Pasa algo? —preguntó Viktor, Yuuri estaba despertando del desmayó apenas, aunque estaba tan pálido que seguramente vomitaría en cualquier momento, de nuevo.

 

— ¿Yuri? —Otabek se acercó, notándose quieto y sin decir nada. Sus sollozos se distinguían por el silencio absoluta de la zona—Que...—observó dentro de la caravana. Rodeo el pecho de Yuri en un abrazo para quitarlo de ahí. Viktor se asomó y trago grueso.

 

El abuelo de Yuri estaba ahí, con una escopeta y sin parte de su cabeza, a juzgar por la posición que tenía todo fue por su propia mano. Yuri se abrazó a Otabek llorando, más fuerte que nunca en toda su vida, había perdido a su única familia.

 

Pasado un rato, en el cual Viktor teniendo en cuenta lo importante que era y los deseos de que el más joven de todos ellos no sufriera más por la imagen, envolvió el cadáver en una sábana, como pudo y con esto quiero decir que apenas logró hacerlo, saco el cuerpo de la caravana, dejándolo en el suelo.

 

—Respira profundo, respira...—decía Phichit dando palmadas en la espalda de Yuuri, efectivamente había vomitado, no tenía nada en el estómago ya, pero seguía vomitando.

 

— ¿Po...porque lo hizo? —sollozo Yuri al ver el cadáver de su abuelo en el suelo, acercándose tembloroso— ¿¡PORQUE LO HICISTE!? —gritaba esperando alguna respuesta, a decir verdad.

 

—Yuri calmate...—Otabek no sabía qué hacer, nunca tuvo la necesidad de consolar a nadie, ojalá se hubiese quedado así.

 

— ¡¡PROMETISTE QUE NO TE IRÍAS, QUE NO ME DEJARÍAS COMO PAPÁ Y MAMÁ LO HICIERON!! ¿¡PORQUE!? —interroga llorando a moco suelto, se pasó las manos por la cara, dando pasos de un lado a otro sin sentido alguno mientras gritaba casi histérico—Porque...—acabo sentado en el suelo con las manos en la cara.

 

Viktor observó su panorama, nadie estaba bien, por más que intentaran disimularlo por quienes estaban más agonizaban. Movió el cuello suavemente, la fatiga era mayor que nunca y no se encontraba seguro de poder soportar demasiado, aun si lo hacía por Yuuri.

 

¿Qué estaba pasando? Rogaba porque solo estuviese pasando en Barcelona

Notas finales:

Soy de drama, ya eso se nota. Aquí cada personaje tendrá su papel aun si parece inútil en un primer plano. La historia de trasfondo de cada personaje se irá revelando poco a poco, no alteren sus mentes, también habrán tintes de humor para no hacerlo tan deprimente.

 

Espero que les haya gustado

 

Bye -3-


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