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UN CUENTO DE NAVIDAD por Holly Motto

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Notas del capitulo:

HOLLY: Hola gente aquí estoy otra vez, dando lata como siempre...jijij... en fin traigo para ustedes este regalo de navidad, espero que les guste, es mi forma de agredirles por haber ayudado en todo este tiempo a esta loca autora ya van hacer un poco mas de un año que comienzo a escribir de publicar en fanfiction, al principio fue algo difícil ser aceptada y ser reconocida por ustedes pero ahora me siento muy contenta de que lean mis historia, siempre los tendré en mi corazón...muchas gracias por apoyar a esta autora y deseo que todos pasen “Una Feliz Navidad” y un año nuevo llenos de logros y alegrías... espero que este regalo que he preparado para ustedes les guste...

Sayonara...

(Autor original Charles Dickens, adaptación Holly Motto)

 

 

UN CUENTO DE NAVIDAD”

CAPITULO 1: “LA LUCHA”

Era una de las nevadas mas terrible que había afectado Domino en aquellos días, hacia tanto que no nevaba que las personas había olvidado, la belleza de aquellas finas partículas de hielo que matizan muy bien con todo el paisaje de la ciudad, pero en una de las casas, una extienda de juegos, un chico se encontraba mirando el caer de las partículas de hielo por una de las ventanas, su rostro estaba cubierto de lagrimas, mientras miraba aquellas partículas chocar contra el pavimento...le traían tan malos recuerdos aquellas finas, bellas y delicadas partículas de hielo, hacia 10 años que no miraba el aparecer de la nieve por Domino, lo recordaba muy bien. Hace 10 el cielo se llevo a su madre a reunirse con su padre en el cielo, le causaba tanta tristeza recordarlo, y mas ahora al sentirse solo, ya que hacia mas de 1 año que su único familiar había partido al cielo tambien, dejándolo solo, sin familia...y luego tambien su mejor amigo Joey, se había ido al cielo, dejándolo aun mas tristeza...sin familia, sin amigo...pero...

- Yugi la comida ya esta lista...

Al escuchar la masculina voz, de su gran amor resonar por la casa, le daba fuerzas y le hacia saber que no estaba solo al contrario tenia todo lo que deseaba pero al encontrarse mirando por las ventanas de su habitación, cosa que ya se había hecho rutina en su vida le traía tanta tristeza, al recordar que jamás volvería hacer igual que antes...

- Yami, no me siento bien...- dijo el chico mientras limpia un poco sus lagrimas, para que su Yami no viera la tristeza en sus ojos...

Lo recordaba, muy bien aquel amarga sentimientos recorrió su cuerpo, se sentía impotente, triste, miserable...y mas cuando quería levantarse de la silla donde estaba, y no pudo hacerlo la debilidad no se lo permitió y lo volvió a dejar en el mismo lugar...

- Por Ra Yugi...traigo tus medicinas...-dijo preocupado el faraón, mientras llevaba consigo un vaso con agua una pastillas y un jarabe que el chico necesitaba...

- Siento causarte tantas molestias...

- Sabiendo que tu estas bien, yo tambien soy feliz...

- Snif...

- No llores...-le dijo acariciando las mejillas del chico y limpiando sus lagrimas...

- Mis amigos, y tu hacen todo por ayudarme pero...es inútil esta enfermedad va a acabar conmigo...

Yami solo bajo la mirada, y pensó en la palabras que Yugi decía, era cierto por que los chicos luchaban por ayudarlo, era inútil sus trabajos no les dejaban las suficientes ganancias como para ayudarlo como Yugi necesitaba, y en sus propios gastos se iba todo su dinero...

- Es verdad...me siento tan inútil...-dijo Yami mientras apretaba sus puños con fuerza...

Todos habían conseguido un empleos según era sus habilidades Yami era una de los mejores duelistas de todo el mundo Kaiba lo sabía bien, por ello lo contrato como duelista estrella de la compañía Kaiba Corp...aunque a pesar de todo lo que el exigía ese cargo su salario parecía que jamás aumentaría...Joey había partido al cielo hacia mas de 2 años, fue una noche de navidad, cuando la tragedia ocurrió, luego de hablar con Kaiba, y de romper su relación con el...tomo un taxi rumbo a su casa, el cual jamás debió de haber tomado, el vehículo sufrió un desperfecto mecánico, el cual hizo al vehículo chocar contra otro haciendo que su pasajero perdiera la vida...fue ilógico aquel día ya que le conductor salio ileso pero su pasajero perdió la vida, casi instantáneamente...todos lamentaron su muerte, sus amigos, su familia...pero el que parecía no haberle afectado su perdida, era al gran empresario, todos se preguntaban que habría ocurrido aquella noche que cambio de forma tan radical a Seto Kaiba, a tal grado que no asistió al funeral.

Pero a pesar del dolor por la perdida de su amiga, cada quien continuo con sus vidas y lograron graduarse haciendo realidad sus sueños, Tristan se graduó de la academia de artes marciales y ahora era el entrenador de la mas prestigiada academia de Japón, Tea se graduó de bailarina en la academia de New York y era una de las maestras mas prestigiadas, de todo Japón, Bakura trabajaba junto con Ryou de aprendiz de arqueólogo pero por ser solo un estudiante el sueldo que recibía no era muy alto...tambien luego estar en Domino hace mucho tiempo, los extraños chicos que alguna vez llegaron a la casa de los Moto, se habían vuelto sus mejores amigos, y luego de que un prestigiado torneo terminara, la mayoría se había mudado para domino...

Todos habían cambiado, desde la ultima que estuvieron en la ciudad, cada quien pudo comprar una casa, con sus respectivas parejas...Len Tao y Horo-Horo...vivían cerca de la casa de Tea ...el joven Horo-Horo estudiaba biología en la universidad, y trabajaba como ayudante en un vivero de la ciudad, pero su sueldo no era de mucho, solo para ayudar a su hermana en Tokio, los gastos de la casa y los suyos propios...su pareja, Len Tao, había logrado hacer las pases con su padre, el cual le dio una suma de dinero que la utilizo para invertir en la tienda de Duke que parecía ir a la ruina, gracias a la tienda del dueño de todo Domino...Seto Kaiba, el cual había cambiado tanto desde la muerte de Joey...se volvió mas frió, mas serio, mas orgulloso y mas que nada se había convertido en el empresario mas explotador de todo Domino, Yami lo sabia muy bien...

Pero a pesar de eso, los shamanes decidieron mudarse a la ciudad, todo había cambiado desde la ultima vez que estuvieron en ese lugar, hacia mas de 3 años que no lo visitaban y ahora que se habían mudado hacia un poco mas de 6 meses, se dieron cuenta de cómo las cosas cambiaron...para mal...pero a pesar de eso, el amor entre ellos era tan fuerte e inquebrantable ante nada...

Yoh Asakura y Lyserg Diethel se mudaron cerca de la casa tienda, le tenían gran cariño al faraón y su hikari al igual que al viejo abuelo Solomon, que ahora ya no estaba en este mundo, claro ellos tenían las habilidades de convocarlo, pero Yugi había decidido que lo mejor era dejarlo tranquilo, y además le dolería mucho, volver a sufrir su perdida... ambos se mudaron a Domino, cada uno pudo conseguir un empleo, al igual que sus otros amigos. Yoh era el DJ de la radio mas escuchada de todo Japón, pero a pesar de su fama , de su carisma y que su empleo le exigía mas de lo que debería, su sueldo no aumentaba y hacia grandes esfuerzos para ayudar a la compra de las medicinas que Yugi tanto necesitaba, aunque habían ocasiones que Yoh y Lyserg pasaban varios días sin comer...en cambio Lyserg, pudo conseguir un empleo como detective siguiendo los pasos de su padre, tambien estaba estudiando en la universidad, licenciatura en derecho, a pesar que siempre le daba consejos a su gran amor Yoh que estudiara telecomunicaciones, Yoh no aceptaba y prefería seguir con su vida sencilla, su trabajo, su casa y alado de la persona que amaba...

Ryo con su espada de madera, prefirió quedarse al cuidado de Ana y Hao se enamoro con la exprometida de su hermano gemelo, ambos se casaron y ahora tenían dos niños, un niña de cabello color café que era muy hábil en el uso del fuego y un chico rubio, tan hábil como su madre... ambos prefirieron quedarse en Tokio, alado del gran cocinero Ryo, y de Manta que siempre le escribía a su amigo Yoh y a Lyserg por correo electrónico...

En cambio Fausto y su esposa Elisa, se mudaron lejos de Tokio y de domino, jamás se volvió a saber de ellos aunque se presumía que estaba en algún lugar de china, ya que cuando Len iba de vacaciones, a su país se encontraba con el misterioso doctor por ese lugar...

Las cosas a pesar de todo no marchaban del todo bien, aparte de la pobreza que vivían cada uno de los chicos, lo que mas les preocupaba era la enfermedad que había adquirido Yugi, hacia solo unos cuantos meses, según los médicos hacia mucho que la tenia en su cuerpo, solo que no se le había desarrollado del todo como en la actualidad...se trataba de leucemia, la misma enfermedad que se había llevado a su madre de su lado, y ahora el la estaba padeciendo y por como marchaban las cosas parecía que moría al igual que ella...por eso Yami, hacia todo lo que estaba a su alcance para cambiar esa realidad, y evitar por todos los medios perder a su gran amor...

- Bien ya esta Yugi...

Dijo Yami al darle la última pastilla de tantas, que le tocaba tomar a Yugi, el chico solo afirmo e hizo una ligera mueca de malestar ya que esas medicinas eran demasiado amargas y le dejaban un sabor terrible en su boca...

- Bien... ¿te sientes mejor?

- No...

Dijo el chico haciendo un puchero en disgusto, lo que hizo que Yami soltara una ligera risita, ya que su Yugi a pesar de su edad, no había cambiado y seguía siendo el niño dulce y puro que tanto amaba...

- Eso es lo que amo de ti hikari...-le da un beso en los labios...- tu pureza...

Yugi solo abrió sus ojos, y se sonrojo ante el cumplido, habían sido tantas situaciones que habían ocurrido desde aquel día que se confesaron su amor y que estuvieron apunto de perderlo, no podía hacerse la idea aun del por que habían cambiado, para mal...Yugi bajo un poco la mirada y sus ojos ensombrecieron en tristeza, al recordar toda la tristeza que sitia, cosa que Yami pudo notar muy bien...

- ¿Qué sucede te sientes mal?- Pregunto preocupado el faraón, mientras se agachaba un poco para quedar al nivel de Yugi, dejándole ver la tristeza, que en aquellos hermosos ojos color violeta se reflejaba...

- No...es solo que...- dijo el chico con profunda tristeza...-todos han retomado sus vidas, mis amigos pudieron cumplir sus sueños, y a hora trabajan en lo que les gusta...pero en cambio yo...

Dijo Yugi mirando con tristeza sus piernas y el principio de todos sus pesares, desde que se desarrollo la enfermedad en su cuerpo, sus piernas ya no le eran tan funcionales, a tal grado que ahora tenia que ayudarse de un bastón, para caminar, o la ayuda de alguna persona para ponerse de pie...

- Vamos hikari esto mejorara...- le dijo el faraón con una sonrisa queriendo reconfortar a Yugi...

- Todo cambio para mal, luego que quise cumplir mi sueño, convirtiéndome en arqueólogo no pude...caí enfermo y ahora...ahora...-dijo el chico cerrando sus puños con fuerza, queriendo contener, su tristeza...-no puedo ayudarte, no puedo trabajar, no me puedo moverme con facilidad...ni siquiera puedo hacer las compras navideñas...soy...soy...snif...un inútil...

Dijo el chico derramando lágrimas que escurrían por sus mejillas, hasta tocar sus manos...las cuales tenia sostenida Yami para darle seguridad...cosa que no estaba logrando...

- Hikari tu lo eres todo para mi...y cuando estuve apunto de perderte en aquella pelea, sentí que mi vida ya no tenia sentido...pero luego que todo se soluciono y regresamos a nuestras vidas, me sentí el faraón mas feliz del mundo...- decía el faraón con una sonrisa, mientras limpiaba las lagrimas de las mejillas de Yugi...

- Yo no sirvo para nada...lo mejor...para ti...para mis amigos... para todos...seria que muriera...

Yami abrió muchos sus ojos en impresión, y sus manos ya no siguieron dándole consuelo a las de Yugi, el chico lo noto y luego que el faraón bajara su mirada y la tristeza se apoderara de sus ojos, se sintió culpable por lo que acaba de decir era obvio que había lastimado a Yami...

- Yami...gomen...- le dijo en tono suplicante...

El faraón solo seguía con su cabeza baja y se levantote su lugar poniéndose de pie, Yugi lo seguía con su mirada y por medio de su vinculo sentía la tristeza que el faraón estaba experimentando...

- Yami...por favor...lo siento...-le dijo el chico mientras tomaba una de las manos de Yami, para llamar su atención, casa que funciono ya que el faraón lo miro a los ojos, dejando ver su tristeza y las lagrimas que amenazaban por salir...

- No puedo creer lo que me dices Yugi... ¿Qué no lo entiendes? Tú lo eres todo para mí, sin ti mi vida ya no tendría sentido... ¿Por qué me quieres dejar? Yo te amo, te necesito... ¿Qué no lo entiendes? O ¿es que no te importa?...

El faraón sonaba dolido, por lo que Yugi había dicho, en verdad aquellas palabras lo lastimaron de sobremanera, lo que menos queria era pender a Yugi pero si el, queria dejarse morir, no iba a luchar por su enfermedad y probablemente moría inevitablemente...

- Gomen...- dijo Yugi apenado por lo que había dicho, sabiendo que había lastimado a su querido Yami...

- Lo que menos quiero es perderte...te amo... te necesito-le dijo tomando las manos de Yugi y agachándose otra vez hasta mirarlo a los ojos...

- Ai Shiteru...Yami- le dijo el chico acercándose al faraón, hasta darle un tierno beso en los labios...

- Sabes que eres la persona más importante en mi vida, y te juro por los dioses que te sacare de ese estado y te recuperaras...

- Arigato, mi Yami...

- Bien ahora me iré a trabajar, la compañía esta muy atareada, mas por que se acerca navidad...

- ¿Yami haremos la cena de navidad este año...a pesar que ya no esta mi abuelito ni...Joey?- le dijo el chico bajando un poco su mirada con tristeza al recordar que aquellos que tanto amaba, ya no estaban a su lado...

- Por su puesto hikari...bueno eso si quieres...

- Si Yami, me haría muy feliz compartir con los chicos...

- Estoy seguro que ellos tambien los estarán...y más ahora que estarán con nosotros nuestros nuevos amigos...-dijo Yami con una sonrisa, mirando a Yugi a los ojos...

- Si esta será su primera navidad en Domino...

- Hai es para celebrar...

- Será extraordinario...- de pronto sonó el timbre de la puerta...

- Iré abrir...

Yami baja las escaleras, hasta llegar a la planta baja, donde se dirige abrir, ya pasaban un poco de las 7 de la mañana seguramente la persona que cuidaría a Yugi ese día ya había llegado...

- Hola... ¿Cómo estas?

Saludo Yami, con una sonrisa a su visitante, el cual tambien correspondió al saludo de Yami con otra sonrisa...

- Muy bien ¿y tu?

- Pues ya me tengo que ir...Yugi esta arriba, hasta luego hikari...- grito el faraón para despedirse de Yugi antes de partir al trabajo...

- Que Ra te acompañe ...-le dijo Yugi por medio de su vinculo...

El faraón solo sonrió y salio de la casa dejando dentro de ella, a un chico de cabellera color café y audífonos naranja...el cual subió apresurado las escaleras hasta llegar al cuarto de Yugi, el cual al ver a su visitante sonrió...

- Hola Yoh tiempo sin verte...

Le dijo Yugi con una sonrisa, mientras Yoh lo mirada con una tierna sonrisa dibujada en sus labios...

- El trabajo me quita algo de tiempo...

- Ya veo... ¿te dieron libre hoy?

Pregunto Yugi, al saber la apretada agenda que tenia el chico, al igual que sus otros amigos, en parte se sentía triste por no poder ayudarlos, pero tambien se sentía enojado al saber que el responsable de todo aquello era su viejo amigo...Seto Kaiba...

- No lo que sucede es que me cambiaron el turno...hoy estaré toda la noche en la radio...

Le dijo el chico mientras acercaba una silla y se sentaba cerca de Yugi, para seguir charlando...

- Ya veo... ¿no debidas estar descansando?

Pregunto preocupado Yugi, al saber que el chico se iba a desvelar se suponía que estuviera descansado para no cansarse más de lo que debía en la noche...

- No tranquilo ya estoy acostumbrado a desvelarme...

Le dijo Yoh con una picara sonrisa a la cual Yugi, interpreto muy bien y solo se sonrojo al pensar a que se refería...

- Ya veo...- le dijo Yugi con un claro sonrojo pintado en sus mejillas...

- Jejejejeje...- A Yoh se le hizo gracioso, ver el sonrojo tan prenunciado en las mejillas de Yugi...- Lyserg y yo estamos muy acostumbrados a desvelarnos...- dijo Yoh con una sonrisa a un mas pronunciada en sus labios, queriendo afirmar a lo que Yugi estaba pensando...

- A esta bien...- Yugi ya no sabia de como salir de aquella situación tan bochornosa para el... ¿Ya te decidiste seguir estudiando Yoh?...

Dijo Yugi queriendo cambiar un poco el tema, y dejar alado las situación que lo hacia ponerse tan sonrojado...

- Nah, no soy bueno para estudiar, prefiero seguir con la vida tranquila que tengo...-dijo el chico de audífonos naranja, mientras ponía sus manos atrás de su cabeza...

- Ya veo...-dijo Yugi con tristeza...

- Aunque Lys quiere que siga estudiando...pero yo soy feliz como estoy ahora, no quiero complicarme la vida con esas cosas...

- Bueno pero deberías seguir su consejo...y ¿como esta Diethel-kun?

- Muy bien, este año entro a la universidad y va avanzando poco a poco en su carrera...

- Me imagino...-dijo Yugi bajando su mirada y pensando en si mismo, en lo tanto que queria hacer realidad su sueño de convertirse en arqueólogo y de lo imposible que resultaba cumplirlo...

- No te mortifiques, ya veras que todo estará bien...

Yugi levanto su mirada y miro en lo profundo de aquellos ojos color negro, y su tan usual frase “Todo estará bien” lo hizo sentir que en verdad aquello se cumpliría y su vida mejoraría para bien...

- Arigato...Yoh...

- Eres mas lindo cuando sonríes...

Le dijo Yoh giñendole el ojo, cumplido que hizo que Yugi se sonrojara, y mirara otra vez por la ventana, recordando todo los sentimientos que le producían ver la nieve, pero tambien la alegria de saber que dentro de unos días seria navidad...como deseaba que en esa navidad todo cambiara y que su vida mejorara...era lo que mas deseaba, sin saber si en verdad se cumpliría su tan preciado deseo...

Paso el tiempo y la navidad ya se miraba mas próxima, solo faltaba 2 semanas para que el día tan esperado por todos llegara, Yami había pedido permiso para llevar a Yugi en uno de sus tan habituales chequeos...y luego de llegar a la casa se encontraron con que estaban en la puerta de la tienda Yoh y su novio Lyserg...luego de entrar y charlar un poco, Yami se dio cuanta que era la hora de las medicinas de Yugi así que dejo a Lyserg y a Yoh ambos se quedaron hablando con Yugi, mientras el faraón iba por sus medicinas...

- Por Ra.... – al llegar a la planta baja, el faraón se dio cuenta que ya no había medicinas en los frascos, eso lo preocupo...

Dijo el faraón, al ver el frasco vació de las medicinas, que tanto necesitaba Yugi, en verdad aquellos medicamentos eran muy caros y le era difícil a todos costearles las medicinas que Yugi necesitaba, pero ahora, que el medicamento se había agotado esas eran malas noticias para el chico...

- ¿Qué haré ahora?

Dijo el faraón al saber que sin esas medicinas el chico tendría que experimentar, aquellos terribles dolores que le causaban tanto sufrimiento...

- Oh Ra...

El faraón cerró sus ojos en tristeza, sabia que no podría ayudar a Yugi, ya que aun no contaba con el dinero de su salario, solo faltaba rogar a Ra por que el chico soportara pidiera soportar su dolor...

- Ra ayúdalo...

Esas fueras las únicas palabras que dijo Yami, para luego subir a la habitación de Yugi...

El tiempo paso, y el dolor en el cuerpo de Yugi se incremento, en verdad aquellas medicinas lo ayudan para calmarlo, pero ahora que en todo el día no las había tomado el dolor en su espalda se incrementaba, cosa que había a todos los presentes preocuparse...

- ¡¡¡Haaaag!!!...-Grito Yugi en desesperación al sentir un fuerte dolor en su espalada

- Yugi...-dijo Yoh con un significativo tono de preocupación, al sentirse impotente de no poder ayudarlo...

- Ra, no lo soporto...

Dijo el faraón levantándose de la cama donde estaba sentado para salir apresuradamente de la habitación...

- ¿Yami-san...que piensa hacer...?

Le dijo el chico de cabellera verde, siguiendo los pasos del faraón hasta el pasillo que conectaba con las escaleras...

- Voy par esas medicinas...

- Pero Yami espere...

Dijo el chico preocupado por el método que utilizaría el faraón para ayudar a su hikari...luego de terminar con sus palabras, el faraón siguió su marcha y se detuvo en un momento en el armario, buscando su chaqueta para luego salir a toda prisa de la casa...

- Espero que logre ayudar a Yugi-kun...Yami...

Dijo el chico en tono muy suave casi imperceptible, solo esperando que sus palabras fueran cumplidas, cuando de pronto un fuerte grito de parte de Yugi interrumpió sus pensamientos...

- Haaaag...- Grito Yugi desesperado por lo fuerte que era el dolor en su espalda...

- Yugi, calma todo estará bien...Yami te ayudara...por dios resiste...

Dijo Yoh desesperado de no saber que más hacer o decir para aliviar a Yugi, y más ahora que Yami no estaba tenia que hacer todo lo posible para reconfortar al pequeño Yugi, Yoh sabia muy bien que el faraón no se rendiría hasta traer la medicina que tanto necesitaba el chico...

- Amo Yoh...- dijo el gran samurai Amidamaru, preocupado al ver a Yugi en mal estado...

- Yami traerá la ayuda que Yugi necesita lo se...

Dijo el chico en tono serio confiando firmemente en Yami...Lyserg solo observa la escena de lejos, sabia que Yami no se daría por vencido, y que sin duda conseguiría lo que Yugi necesitaba, solo esperaba que fuera pronto ya que Yugi no resistiría mucho..

- Yami-san apresúrese...-pensó Lyserg cerrando sus ojos, esperando que Yami regresara lo mas pronto posible...

Mientras tanto el faraón, iba corriendo a toda velocidad por las frías y blancas calles de domino teniendo una sola idea en su mente ayudar a Yugi sobre todas las cosas, sin importar lo que tuviera que hacer para conseguir llevarle esas medicinas... de pronto el faraón comienzo a disminuir su velocidad al ver el lugar donde queria llegar...era una tienda de juegos, donde compraban y vendía cartas del duelo de monstruos...

- Perdóname...

Dijo mientras cerraba sus ojos y entraba a al tienda a paso lento...luego los abrió y miro al vendedor, el faraón se acerco haz a el...

- ¿Puedo ayudarlo?- pregunto de forma respetuosa un joven de cabello castaño mirando a Yami...

El faraón levanto su mirada, luego saco su baraja, buscando específicamente una carta de su monte...la más valiosa para y para su Yugi...

- ¿Cuánto me darías por esta carta?

Pregunto el faraón de forma seria y decidida mostrándole la carta al vendedor...el cual al verla se sorprendió...era el mago oscuro, una de las cartas mas valiosas de todo el juego...

- Por dios es el mago oscuro...

Dijo el vendedor asombrado al ver la carta, sabiendo que esa carta era muy valiosa...pero por que queria vendarla ese chico...seguramente estaba loco, o no sabia lo valiosa que era la carta...sin saber que habían otras causas atrás de aquella venta...

- No puedo darle, el precio de esta carta...no tengo lo suficiente para pagarle su valor...

Le dijo el chico preocupado, al saber que no podía pagar el precio de esa carta, cosa que no le interesaba a Yami solo necesitaba lo que fuera de dinero para ayudar a Yugi...era lo único que importaba...

- Por favor ayúdame, no importa cuando me des, lo que sea me ayudara, mi hermano esta enfermo necesito el dinero para ayudarlo por favor, por favor...págame lo que sea por la carta...

Dijo Yami desesperado, el vendedor abrió muchos sus ojos en impresión al ver tan desesperado a aquel extraño chico, pero le conmovieron sus palabras, ahora se daba cuenta el motivo que llevaba aquel chico e vender tan valiosa carta...

- Esta bien calmese...le comprare la carta, le digo no estoy en la capacidad para pagarle todo su valor, pero...-saca un poco de dinero de la caja registradora...-pero puedo darle esto...

Le dijo el vendedor dándole a Yami unos cuantos billetes, los cuales el faraón tomo desesperado, dejando la carta del mago oscuro en el mostrador luego contó la cantidad que el chico le había dado... era lo que necesitaba para pagar los medicamentos de Yugi...

- Muchas gracias...esto será suficiente...

Yami estaba por marcharse cuando de pronto en la tienda entro el ejecutivo mas respetado y temido de todo Domino...Seto Kaiba...

- Bienvenido señor Kaiba...

Saludo de forma respetuosa el joven vendedor, al ver a tan prestigiado empresario en su tienda, Yami tambien le dedico la mirada...cosa que no paso desapercibida por Kaiba...

- Vaya si es el patético de Yami...- dijo en tono de burla Kaiba, al ver a su empleado en aquella tienda, desconociendo el motivo de su visita

- Hola Kaiba ¿como estas?- saludo Yami de forma respetuosa, y mirando como Kaiba se acercaba a el...

- ¿Qué rayos haces a aquí?- pregunto Kaiba en tono frió mirando a Yami...

- Haciendo negocios, bueno ya debo irme...-Yami dio medio vuelta, dejando ver a Kaiba la carta que estaba en el mostrador...

- ¿Qué es esto?...-pregunto el joven CEO mirando la carta con detenimiento...dándose cuenta que era el mago oscuro, seguramente Yami había vendido esa carta...-¿Por que vendiste al mago oscuro?...-pregunto Kaiba mientras le mostraba la carta a Yami...el faraón detuvo su marcha y miro a Kaiba, con preocupación al saberse descubierto por su jefe...

- Yugi esta enfermo, no me quedo otra opción que vender esa carta para ayudarlo...

- Vaya con tu novio esta enfermo, Uuuu, no creí que fueras capas de vender tu carta favorita...pero ese es tu problema...

- Si, hasta luego Kaiba- dijo el faraón emprendiendo su marca pero en ese instante el joven CEO recordó algo

-Como sea...solo, una cosa mas...mas te vale llegar mañana a la corporación, no creas que el día de navidad te daré libre, ya con tus tontas excusas me toco darte libre hoy y por tu culpa...la corporación estuvo en caos, todos los duelistas, querían ver al gran “rey de los duelos”...así que mañana no te salvas de trabajar...

- Si Kaiba...Sayonara

Con esas ultimas palabras, Yami salio de la tienda, con tristeza ya que dejaba en ella su carta favorita, mientras que a dentro Kaiba se le forma una sonrisa al sostener la carta mas preciada de Yami, entre sus manos tantas veces lo había vencido con esa carta que lo que mas deseaba era quedarse con ella...

- Quiero comprarte esta carta...-dijo Kaiba con una malvada sonrisa entre sus labios, el vendedor solo miro con preocupación, sabiendo que si le cobraba algo de dinero se olvidaba para siempre de los discos de duelo...- ¿Cuánto quieres por ella?

- Nada señor Kaiba, puedo llevársela gratis...

Dijo el chico vendedor mirando con preocupación a Kaiba, lo cual hizo a Kaiba sonreír victorioso de que había logrado al hacerse dueño de la carta favorita de Yami...

- Estas es mi venganza faraón...

Dijo el CEO mientras miraba con malicia, la carta que ahora le perecía, mientras tanto lejos de la tienda, en las blancas calles cubiertas por la nieve iba Yami corriendo a toda velocidad para buscar lo que tanto le faltaba a Yugi...

- Por fin llegue...haaa- suspiro el faraón, recobrando el aliento llegar a la farmacia donde compraría las medicinas que Yugi necesitaba...

- Muy buenas tardes, bienvenido...

Dijeron, alegremente los empleados de la farmacia, mientras Yami, se dirigía al mostrador a pedir lo que tanto necesitaba Yugi...

- Feliz navidad...joven Yami...

Yami sonrió por el deceso y se apresuro al mostrador, hasta estar cerca de la chica de cabello color rubio, que en un pasado había pertenecido a una organización que le trajo tantas desgracias a Lyserg...

- ¿Cómo estas Mine?

Saludo, felizmente Yami al ver ala chica que luego d tantas batallas, al fin pudo dar su renuncia a la organización y seguir con su vida, tranquila y feliz como tanto se merecía...

- Muy bien... ¿como estas Yugi-kun y el resto de los chicos?

Yami abrió sus ojos en impresión al ser mencionado Yugi, y su mirada su mirada cambio a una preocupada, cosa que pudo notar muy bien la chica...

- ¿Pasa algo joven Yami?

Pregunto la chica preocupada al ver el cambio en el faraón, el cual solo la miro y negó con su cabeza, y le extendió la receta para que le diera lo que en ella contenía, las medicinas que tanta falta le hacían a Yugi...

- Ya se las traigo...

La chica tomo la receta y en cuestión de minutos junto las medicinas que el faraón llevaría para su hikari, luego de pagar su valor se marcho a toda velocidad, no sin antes despedirse de la chica luego de desearle un feliz navidad se marcho de la tienda...

- Espero que Yugi- kun se sienta mejor...

para la chica, no era difícil suponer que la salud de Yugi estaba empeorando luego de verlo un par de veces, sabia que ese trasplante debía llegar pronto antes que Ra se llevara al pequeño...pero como se miraban las cosas...

- Por el señor Kaiba eso jamás sucederá...

dijo al chica con tristeza, retomando sus labores, mientras tanto Yami llevaba entre sus manos las medicinas de Yugi corriendo lo mas veloz que podía, para llevarle algo de alivio a su hikari cuando miro el rotulo de una tienda que le llamo la intención...

- “El mundo del caramelo

Yami levanto una ceja al leer el rotulo de la tienda, sin gustarle mucho, pero luego se acerco esa tienda era una de las favoritas de Yugi lo recordaba muy bien antes de caer enfermo siempre pasaba por ella comprado alguno caramelo, para su Koibito Yami, el faraón se ponía muy feliz al recibir los presentes de Yugi... al recordar los viejos tiempos en el rostro del faraón se formo una sonrisa al recordar cuan activo era Yugi y de cuanto había cambiado las cosas hasta llegar aquellos extremos, bajo su mirada con tristeza al recordando, mientras ponía una de sus manos en la vitrina de la tienda...luego miro lo que en ella contenía, había una gran exhibición de dulces, chocolates y otras golosinas...seguramente Yugi se pondría muy feliz si las vería...

- Eso no es posible...por el momento...

Dijo con tristeza, pero luego concentro su mirada en una pequeña canasta llena de toda clase de golosinas, muchas de ellas las preferidas de su Koibito una sonrisa se formo en sus labios, al ver el precio y saber que podría alcanzarle y llevarle un poco de felicidad a Yugi...

- Se los comprare

Sin pensarlo dos veces entro a la tienda rápidamente, luego de decir lo que queria y pagarlo se marcho del lugar de nuevo a toda prisa llevando con el un presente que seguramente haría feliz a Yugi...

- Mi Yugi...

Dijo en murmullo mientras corría por las calles cubiertas de nieve, sabia que el chico seria feliz al poder saborear nuevamente las golosinas que tanto le gustaban...pero tambien sabia que esa felicidad, seria momentánea ya que su dolor no se alejaría de su cuerpo, y otra vez lo miraba sufrir, llorar, y gritar lo cual le partía el corazón cada vez que lo miraba de esa forma, además saber que no podía hacer nada para evitarlo lo llenaba de ira, solo rogaba a los dioses por un milagro y que su adorado hikari fuera operado, sabiendo que ya existía un donante compatible, el joven compañero de Yoh Asakura...Lyserg Diethel, podría salvarle la vida a Yugi, pero a un teniendo un donante, sin el dinero para la operación ella jamás se realizaría... solo rogaba a los dioses por un milagro y que le diera fortaleza al chico para seguir luchando por seguir adelante...

CONTINUARA........

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HOLLY: Hola gente este fic surgió gracias a la idea Charles Dickens, espero que les guste...

YAMI: Pobre de mi hikari...

HOLLY: Bueno, y las cosas se complicaran un poco mas mi faraón...

YAMI: ¿Nani?

HOLLY: Calma pronto los sabrás, además este fic es para agradecer lo que de una forma u otra han colaborada en mis otros fic, los han leído han dejando un reviews o simplemente los han leído y aprecian mi trabajo en verdad a todos muchas gracias...

BAKURA: Que tierno... (Llorando cómicamente)

YAMI: No te burles de mi nena, o te las veras con mi puño...

BAKURA: Glup...

HOLLY: Bueno gente espero que les guste este fic...

YAMI: A mi me gusto espero que no sigan leyendo...

 YUGI: No olviden de dejar comentario...

HOLLY: Me despido, hasta la próxima...

SAYONARA:-

HOLLY MOTTO.-


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