Comienzo parte primera: La huída
“Comienzo desde la perspectiva de Junhong”
- No sé cómo ha pasado esto, Chaejin, ¡pero tienes que ayudarme! – Suplicaba mirando a Chaejin, mi amigo
Ya no sabía que hacer, estaba acorralado, asustado, mi padre se había vuelto loco y musitaba algo sobre destruir la dimensión mágica, ya había estado en prisión antes, pero, nunca había pasado nada así. Mi amigo Chaejin era el único que podía ayudarme, él pertenece a la guardia real, de seguro sabe cómo actuar, o eso pensé.
- Realmente Junhong, no sé bien qué hacer, nunca había estado así – Dijo con una mirada que transmitía algo entre lástima y miedo – Lo único que puedo aconsejarte, es que escapes a la dimensión humana, tu hermano vive allí, siempre ibas a visitarlo, de seguro te dará asilo, ¡ve!
A lo lejos se escuchaban cosas colapsando, y francamente eso no es bueno si estaba frente al palacio real y mi padre acababa de volverse loco, tomé mucho aire por mi nariz y sin dudar lo que me decía Chaejin, ni cuestionar, salí corriendo.
- ¡Gracias Chaejin! ¡Prometo que te lo pagaré algún día! – Dije alejándome – Rayos, ¿dónde están los portales? – le grité a un señor con desesperación
- ¡Sigue derecho! – Indicó el señor barbudo y viejo
Seguí corriendo, era cobarde ocultarme de mi propio padre, huir era cobarde, pero, ¿qué podía hacer? Si me quedaba ahí iba a matarme, o a usarme para su propio objetivo loco, si me iba de ahí, podrían asesinarle sin que yo lo viera. Cuando crucé, recordé que Junseo vivía en Seoul y que yo ya lo había visitado, así que mentalizando su casa, me teletransporté allí, él estaba mirando la televisión, pero se movió de un sobresalto cuando entré.
- ¡¿ERES DEMENTE?! – Estaba molesto, muy molesto - ¡¿VIENES SIN AVISAR Y APARECES MÁGICAMENTE?! ¿QUÉ CREES QUE HUBIERA PASADO SI HABÍA ALGÚN HUMANO AQUÍ?
- Cálmate – Le dije, aunque mi voz no podía transmitir ese sentimiento que yo pretendía que mi hermano tuviera – Es una emergencia.
- Ahora estoy más alterado – Dijo empezando a temblar, quizás por el miedo - ¿Qué pasó?
- Papá se volvió loco – Junseo abrió los ojos como platos – Sus poderes se descontrolaron y dice que va a volar la dimensión mágica.
- ¿Qué? – Su expresión cambió a una incrédula – Nunca había pasado algo así, ¿qué hay de los guardias? ¿Hablaste con Chaejin?
- Sí, me dijo que viniera contigo hasta que pudieran resolverlo, pero dado que mi padre hizo una amenaza de índole mundial, podrían juzgarme por huir – Empecé a lagrimear, no quería estar lejos de mi hogar para siempre – Junseo, no quiero estar lejos de los demás por siempre.
Él me abrazó, poniendo mi cabeza en su pecho y empezando a acariciar suavemente mi cabeza me dijo:
- No tenemos opción Junhong, nacimos marcados, de todas formas pensaban unir ambas dimensiones para el siglo que viene – Dijo restándole importancia a la situación, pretendiendo que me sintiera mejor
- Sé que nacimos marcados, ¡pero no tenemos nada que ver con ellos, esto no es justo! – Dije llorando en el hombro de mi hermano, golpeé suavemente su pecho
- Ya, ya – Dijo consolándome – Vas a ver que es divertido – Cambió su actitud a una más emotiva – La vida entre humanos es genial, y aunque vas a tener que ocultar tus orígenes, una vez que tengas suficiente confianza con alguien se lo puedes decir, yo se lo dije a mi novio.
De acuerdo, no esperaba eso…
- ¿NOVIO? ¿DESDE CUÁNDO ERES HOMOSEXUAL CHOI JUNSEO? – Dije más que nada sorprendido
- Desde que conocí a Yongnam, él es el único que sabe que soy un hechicero, pero creéme, a no ser de que tengas extrema confianza decirlo es peligroso, si no te agarran los científicos y te usan para experimentos, el islam o la iglesia católica vendrán a quemarte por bruja.
- Oh, ya veo, ¿pero entre nosotros podemos usar magia, verdad?
- Sí, si pretendes vivir aquí, tienes que tener los documentos que hice para ti, sabría que algún día vendrías
Y ahí empezó toda una larga charla sobre cómo son los humanos, cómo debo comportarme y después de eso, Junseo me enseñó lo que se les enseña a los humanos en el colegio, y me dijo que debía inscribirme a una universidad.
- Pero no sé qué estudiar – Dije viendo las posibilidades
- Siempre te gustó la anatomía antropomórfica en la secundaria mágica – Dijo recordando esos tiempos donde pasaba largas horas hablando de los circuitos sanguíneos – Podrías meterte en medicina, Yongnam, mi novio, es presidente de una asociación estudiantil, él puede ayudar a que te consigan una beca.
- ¿Estás seguro? No quiero quedar en deuda con él.
- ¡Completamente seguro! Él no lo tomará como una deuda, así que tranquilo – De pronto miró el reloj - ¡Vaya! ¡Qué tarde es! Habrás llegado a las 8 de la mañana y ya es de noche, ven, vamos a comer, te sorprenderá lo parecido que es el comer de los brujos y el de los humanos.
Fuimos a la cocina, Junseo abrió la despensa usando magia y me indicó que me quedara quieto, seguramente para atender al proceso de cocina de los humanos, ¡vaya! Es realmente divertido, usar las manos para cocinar es infinitamente más divertido y genial que usar magia. Sin embargo, en algún momento recordé que estábamos marcados, mi hermano y yo, que en la dimensión mágica nos odiaban, nos tenían miedo, ¿sería igual aquí?
- Se te arruga el rostro, hermanito – Dijo Junseo percatándose de que no estaba prestando atención - ¿En qué piensas?
- En Pando… - Mi hermano obviamente me interrumpió
- No la menciones hermanito – Dijo poniendo un dedo en mis labios – Aquí nadie sabe sobre ella, nadie sabe nada de ella ni del círculo, sólo los conciben como mitos.
- ¿En serio? – Dije entusiasmándose, la idea de que nadie supiera ni me despreciara por mis orígenes era lo mejor que me había pasado en la vida
- Sí, no todos los humanos creen en la magia, de hecho la mayoría no lo hace… Cuando le dije a Yongnam que no soy de éste mundo tuve que demostrárselo – Soltó una sonora carcajada, en ese momento su celular sonó
- ¿Bueno? – Dijo contestando el teléfono, en la dimensión mágica también existen, el progreso de la tecnología es superior allá – Ah, hola Yongnam – Debía ser su novio, recordé que hoy le envió un msj hablándome brevemente sobre mí y que le pidió que le llamara - ¿De verdad? ¡Muchas gracias! ¡Eres el mejor! ¡Te amo! – Dijo con euforia para después cortar
- ¿Qué pasó?
- Yongnam me dijo que te recomendará al director para medicina, y que hará todo lo posible porque entres, dijo que quiere conocerte, éste viernes iremos a su bar, estará con su hermano y unos amigos.
- ¿Un bar? ¿Eso también funciona como en la dimensión mágica, no?
- De hecho sí – Se rió – Y ya eres mayor de edad, eso quiere decir que puedes tomar.
- Cierto – Me reí – Hagamos una batalla de resistencia – Lo reté
- De acuerdo.
A la mañana siguiente, estaba extremadamente nervioso por mi reunión, era a las 8 de la mañana, sólo esperaba no cagarla, para mi suerte, Junseo dijo que me acompañaría, así que por lo menos no voy yo solo a terreno desconocido.
- Es que, mientras no sepas manejarte del todo bien aquí no puedo sacarte los ojos de encima – Dijo mientras llegábamos al edificio enorme que debía ser la universidad
- Planeabas mandarme a terreno desconocido solo, qué cruel eres – Dije de broma, ambos reímos
En la puerta había un tipo alto (aunque no tan alto como Junseo y yo) esperándonos de brazos cruzados y con una sonrisa, a su lado había un tipo igual a él (literalmente igual) con una actitud más despreocupada, y con un semblante menos amigable, por alguna razón el segundo se me hizo realmente atractivo.
Siendo honesto, nunca me había parado a pensar sobre mi orientación sexual, por lo que sentir eso en mi pecho no fue nada extraño.
- Junseo cariño – Dijo el tal Yongnam acercándose a nosotros – Pero mira, si que eran parecidos – Dijo pinchando mis mejillas
- Sí, lo somos bastante, ¿verdad?
- De verdad que sí… ¡Oye Yongguk! – Señaló al tipo igual a él que nos miraba con una ceja enarcada desde la puerta del edificio - ¡Ven aquí!
El hermano obedeció (porque sí, no hacía falta ser un genio para saber que eran gemelos) y vino caminando hacia nosotros, su expresión cambió a una más seria, se encogió de hombros al ver mi sonrojo leve y sonrió.
¿Qué significaba eso?
- Bang Yongguk – Dijo extendiéndome su derecha, aunque me costó comprenderlo correspondí a su saludo – Soy el gemelo de éste imbécil – Dijo con total naturalidad
- ¿Perdón? Llevas tus tareas atrasadas una semana, ¿quién es el imbécil? – Dijo algo impetuoso
- ¡Ya! No se peleen chicos – Dijo Junseo tratando de poner paz entre esos dos – Se supone que veníamos por la reunión con el director.
- ¿Vas a estudiar aquí? – Preguntó Yongguk, comenzaba a notarse una pizca más grande de interés en mí
- Sí, planeo estudiar medicina, ¿tú qué estudias?
- Economía.
Por un momento nos habíamos olvidado de que mi hermano y su novio también estaban aquí, nos quedamos mirándonos por lo que pareció ser un buen rato, hasta que mi hermano chasqueó los dedos en mi frente para hacerme despertar de mi ensoñación.
- Vamos Junhong, llegaremos tarde – Dijo tomándome de las manos y mirando a Yongguk con cara de “ten cuidado con mi hermano”
Pude ver la sonrisa de oreja a oreja de Yongguk mientras nos alejábamos.
Quizás éste sí sería el comienzo de una nueva vida, alejado del prejuicio de Pandora y el círculo negro, maldita sea la gran bruja por habernos marcado así sin merecérnoslo.