Trago grueso y apretó el sobre en sus manos, había llegado el momento, todo habida acabado, si era sincero consigo mismo, lo que ellos tenían jamás había tenido un inicio, nunca fueron pareja solo fue una relación meramente carnal, donde el sucumbía ante sus bajos instinto, el hermoso sobre de la invitación yacía en el suelo, se preguntó si esta era una retorcida manera de hacerle saber que sus encuentro habían terminado, el oji amatista sabía que su orgullo nunca le permitiría ser el amante de un hombre casado, leyó la invitación y una sonrisa amarga adorno sus labios.
Su mirada se perdió en un punto de la pared, sintió como su pecho se estrujaba, se sentía agónico, el dolor no era físico sino emocional, dejo la invitación a la boda sobre la mesilla de noche a un lado de su cama, fue al baño a ducharse, por alguna inexplicable razón sentía que debía lavar su cuerpo de cualquier rastro de ese hombre, -hizo una mueca desdeñosa- no se vieron en días, era obvio que ya su relación no era la misma, tanto el como kaname tenían responsabilidades que no podían dejar de lado,- que burda excusa se recrimino,- lo indiscutible era que ella podía darle algo que él jamás podría, cuando escucho rumores sobre la boda no le importo, pensó ingenuamente que el tendría la decencia de decírselo a la cara, que equivocado, la mirada amatista miro una vieja fotografía y unas traicioneras lagrimas bajaron por sus mejillas, él lo había perdido todo, sus padres, su hermano e incluso su humanidad, el ya no tenía nada y se aferró innegablemente esa mocosa que se hacía pasar por humana, más nada lo preparo para no caer rendido a los pies de kuran kaname.
los vampiros pura sangre se marcharon antes de cumplirse una semana del ataque de Rido Kuran, a pesar de haberse marchado, zero y kaname sostenía encuentros sexuales de manera regular, el cazador sabía que no recibiría amor del sangre pura pero... siempre había la esperanza, el traicionero pensamiento de que podría obtener una caricia que no estuviese plagada de lujuria sino de amor o simple cariño- bufo cínico- eran ridículos tales pensamiento, el pura sangre se casaba dentro de un mes justo cuando se cumplía seis meses del ataque de Rido Kuran se pregunto si estaban siendo cínicos al elegir esa fecha.
Con desgano y antipatía entro a la ducha y tallo su cuerpo con esmero, utilizo mucho jabón aromático, sabía que eso no borraría los recuerdos en su piel, el tacto o incluso el olor ajeno que el sentía impregnado en él, pero la lógica no siempre se aplicaba, y Zero supo muy dentro de él... que todo había terminado, lagrimas bajaron por sus mejillas siendo disimuladas por el agua de la ducha, no lloro, pero las lagrimas se negaban a desaparecer, se sintió frio como un tempano de hielo y quiso dormir, dormir y nunca más despertar, odiaba a kaname por haberlo enamorado y lo odiaba aún más por preferir a yuuki, a ella también la odiaba, pues solo era una princesa ignorante, cuantos sacrificios se había hecho por su bien, solo por protegerla,- la amargura lo embargo-, ella era feliz como humana y ahora lo era aún más como princesa de los vampiros, y aun así le arrebataba lo único que él deseaba, que importaba si había un compromiso de por medio, la familia kuran al parecer no conocía las consecuencias de la endogamia,-rio con humor, según, mientras más pura la sangre mejor- ante todos los vampiros él era solo un asqueroso nivel E, no había forma de cambiarlo, y ante los cazadores, solo era un arma con fecha próxima de vencimiento. Fue en ese instante que Zero tomo una decisión que cambiaría no solo su destino sino su forma de ver la vida.
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Zero había planeado de manera meticulosa durante dos semanas, planeo hasta lo más mínimo su huida, su vida estaba a punto de terminar,- ojos amatista vieron con melancolía el bosque a través de la ventana del cuarto que ocupaba en la casa de Kaien Cross – su cuerpo no soportaría por mucho tiempo y él no pensaba depender de la migajas de alguien más para sobrevivir, porque zero sabía que él no vivía sino que sobrevivía, algo que le dejo un sin sabor de boca al comprenderlo, Cross había estado tan ensimismado que no noto los formularios de emancipación que el peliplata deslizo entre los papeles ya revisados solo faltantes de firmar, el director ingenuamente había firmado, dándole a Zero su libertad legal, Zero tenia conocimientos en finanza y tecnología no fue difícil crear una cuenta cifrada en otro país con sus papeles en regla, suiza fue su elección, los bancos no revelarían información de un cliente tan adinerado, la familia Kiryuu no solo era la elite de los cazadores sino de las finanzas, todas las cuentas habían sido congeladas diez días después de la muerte del patriarca Kiryuu, la asociación se quiso adueñar de ese dinero aludiendo que serviría para financiar a la nueva generación de cazadores, pero su padre había estipulado en su testamento que solo un Kiryuu de sangre podría reclamar y nadie más.
Había tenido que cobrar algunos favores para que la asociación no se enterara que se había emancipado, y sobre todo para que no notasen que todo el dinero de los Kiryuu se había esfumado en el extranjero, el dinero había pasado por dieciocho cuentas distintas antes de ser retirado en efectivo, efectivo que días después fue depositado en su nueva cuenta bancaria, todo esto le costó un par de miles pero era un precio bajo a pagar y los beneficios eran incalculables, Zero sabía que Kaname quería verlo un día antes de su boda y él lo complacería ya que le convenía, por lo menos bebería la sangre de Kuran para mantenerse a raya por un tiempo, aunque Zero ya se había hecho a la idea de beber sangre humana, no mataría a nadie, simplemente podía comprar sangre a laboratorios, eso le compraría tiempo, porque el necesitaba tiempo, quería vivir y ver el mundo más allá del horror y la sangre que siempre había plagado su vida.
Cuando llegase el momento el mismo acabaría con su vida, pero antes quería ver cuán maravilloso era el mundo que Ichiru y el soñaron recorrer, recodaba las largas platicas acostado en una manta sobre el césped a la sombra de un gran árbol, ambos inocentemente soñaban con recorrer las calles adoquinadas de Inglaterra, ver el paisaje desde lo más alto de la torre Eiffel, visitar la torre inclinada de pizza, ver ese mar índigo que según el libro que leyeron resplandecía como la joya de los dioses al amanecer, tenían tantos planes, pensaban que serían cazadores y en sus ratos libres se dedicarían a viajar, ambos tenían el deseo de conocer más allá de lo que se les mostraba.
Ichiru deseaba ir a la selva amazónica y recorre el vasto rio que lo atravesaba, mientras él quería ir a Bora-Bora y ver por sí mismo las playas que enamoraban a quien las visitaba- una sonrisa melancólica surco su rostro- sus sueños jamás se cumplieron, pero el haría ese sueño posible, lo viviría por los dos y cuando se volvieran a encontrar en el otro lado le presumiría como el hermano mayor que era, dejaría todo, no se llevaría nada, su nuevo pasaporte estaba guardado en una pequeña mochila que no llamaba la atención, junto a algo de dinero, saldría de Japón como un prófugo no podía darse el lujo de que lo rastrearan y le obligasen a volver, ya todo estaba listo un día después de la boda de los Kuran abordaría una embarcación que lo dejaría en las costas de corea del sur.
No se sentía culpable por dejar a Yagari, a Cross y a Kaito sin explicación alguna, por primera vez seria egoísta, arreglo su habitación, dejando todo en perfecto orden ni siquiera se llevaría la ropa, su plan ya estaba armado tenía una maleta con ropa nueva en un casillero rentado en la estación de trenes, se tinturaría el cabello de negro para no llamar la atención, esperaba tener la fuerza para enfrentarse a Kuran para no sucumbir ante la lujuria que le provocaba, amargamente se dio cuenta que eso era todo, solo lujuria, no había amor entre ellos,- o eso creía el- solo había el amor unilateral que Zero le profesaba a Kuran. Zero sabía que Faltaba muy poco para finalmente ser libre de Kuran, de la asociación e incluso de la academia Cross.
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Que quieres Kuran- el filoso tono de voz lo sorprendió,- mañana te casaras con tu princesa ¿no?,-la ironía con la que dijo tal frase se sintió como un puño en el estómago del sangre pura - me hiciste venir para restregármelo- lo vio tragar mientras sus amatistas brillaban llenas de rabia mal contenida, kaname sabía que era su culpa, fue él el que empezó ese juego de seducción el cual los atrapo a ambos, pero él era un pura sangre con responsabilidades y compromisos ineludibles, aunque en ese instante solo deseaba besar esos labios rosa y enredar sus dedos en ese cabello de plata, pero no podía, ya no, él estaba atado de manos aun antes de nacer y Zero nunca lo entendería. El jamás había podido elegir, solo sorteaba las cartas de su mano de manera que su vida fuera lo más cómoda y pacifica que podía.
Te equivocas- respondió con voz cansada- necesitaba disculparme- la sorpresa fue evidente en el peliplata, kaname se sintió como un bastardo, acaso Zero pensaba que él no tendría la decencia de por lo menos disculparse, kaname sabía que lo suyo no había sido solo sexo Zero sentía algo profundo por él y kaname le correspondía pero había demasiado en contra, y podrían perderlo todo, no era un cobarde, si por el fuera mandaría todo a la mierda, pero sus acciones no solo repercutiría en el sino en todos sus asociados y seguidores, pondría en peligro a yuuki, que sería forzada a casarse con algún otro sangre pura con el objetivo de hacerla parir como si fuese una yegua de cría y el no permitía tal destino para su princesa.
Tu... ¿disculparte...?- la incredulidad tatuada en su rostro, fue aún más doloroso ver tal reacción en Zero, su hermosa luna la cual jamás podría volver a sostener en su brazos, suspiro cansado, se sentía desganado era casi una tortura tenerlo al frente y no poder enterrar su rostro en el hueco de su clavícula el no poder besar esa piel inmaculada.
Sé que las palabras no son suficientes- dijo con voz cascada- te debo una disculpa por lo que paso con Rido, aunque tú ya sabias que yo necesitaba que protegieras a Yuuki... tu aun no sabías la razón real, por eso me disculpo- su voz cargada de sinceridad hizo que el corazón de Zero se estrujase como un trapo- te pido perdón por... por dejar que tuvieses sentimientos por mi- kuran no estaba siendo arrogante la amargura y la tristeza se notaba en su rostro- esto debía ser solo algo pasajero algo mera y exclusivamente carnal pero...-
No te creas tanto Kuran- dijo con dientes apretado, Kaname le veía con infinita tristeza- quien dijo que tengo sentimientos por una sanguijuela como tú- una sonrisa triste fue lo que le dedico el de ojos borgoña.
Cierto- concordó,- permite disculparme por insinuar tal cosa- dijo con amargura, Zero sabía que esa era la despedida, aunque Kanam le quisiera Yuuki estaba y siempre estaría primero que él, pensó atormentado.- mañana me casare creí... que debía decírtelo a la cara,-la angustia embargo al peliplata- todo entre nosotros termino...
Hace mucho tiempo que lo hizo- murmuro con pesar- no necesito que me lo digas, la invitación fue clara, te casabas y ya no había un lugar para para nosotros, ya no- negó con la cabeza, lagrimas se deslizaron por las blancas mejillas del peliplata, Kaname no seco esas lágrimas de hacerlo solo le dañaría más, Zero seco rápidamente con sus manos el rastros de lagrimas viéndole con odio y tristeza, el sangre pura se preguntó que hubiese sido distinto si pudiese elegir.
Te amo- soltó sin pensar, Zero abrió desmesuradamente los ojos- te amo- repitió con una profunda tristeza,- te amo tanto Zero... pero debo protegerla- tenía un nudo en su garganta que le hacia difícil hablar- se lo prometí a ellos... si pudiese volver a nacer desearía que nos pudiésemos encontrar, Zero, si eso llegase a ocurrir te amare hasta el último día de mi vida, - trago grueso las palabras atoradas en su garganta, las lagrimas no paraban de rodar por las mejillas del peliplata,- te amo y eso no cambiara hasta que muera pero... deseo proteger a Yuuki, entre ella y yo no habrá amor, solo será cariño pero eso me vasta- la expresión de Zero se tornó melancólica y distante- lo lamento, no sabes cuánto lo lamento, pero no lamento el haber estado junto a ti, no me arrepiento el haber compartido contigo todos esos momentos.
No me hagas reír- dijo con dientes apretados viéndole con fiereza mientras las lagrimas seguían bajando por sus blancas mejillas.
No me río de ti- aseguro- puede que jamás me perdones... pero fui feliz, fui extremadamente feliz al poder despertar a tu lado, el poder contemplarte mientras dormías ajeno a todo por unos instante, como tu mirada rebosaba de alegría con simplemente un beso de mi parte, me cautivaste, me enamoraste, te metiste en mi piel como un tatuaje y ocupaste mi corazón de manera irrevocable y mi corazón se quedara en tus manos, pero eso esta bien porque he decidido querer mas no amar, no amare a nadie más que a ti, - los latidos desbocados del peliplata hicieron que los ojos borgoñas se encendieron- tal vez ame a un hijo pero no querré a nadie más con la pasión y el deseo que siento por ti.
Yuuki estaba reteniendo a duras penas un sollozo, ella no lo sabía, jamás pensó que su hermano sintiera eso por Zero, jamás tuvo pista alguna y ahora ella era la razón de esa ruptura, solo por protegerla, se odio a si misma pero sabía que Kaname no daría marcha atrás en sus intenciones, el corazón de Yuuki parecía estrujarse con cada palabra que salía de los labios del de ojos borgoña, la intensidad, la devoción y el amor que se profesaban era tan profundo y abrumador que le hizo llorar, la pelicaoba sabía que Zero debía tener emociones similares o incluso más fuertes por Kaname, ¿de que otra forma se quedaría callado?.
Esto nunca tuvo un futuro- dijo melancólico – desde un principio esto estaba condenado al fracaso, Kuran, yo... tratare de vivir- dijo con una leve sonrisa, Kaname lo vio con sorpresa y una pequeña pero cálida sonrisa se posó en sus labios- no sé si podre amar a alguien más pero lo intentare, puedes seguir amándome, yo también lo hare- Yuuki se sentía morir, era por ella que esas almas enamoradas serian separadas, pero ella no tenía poder alguno y la jugada del destino ya estaba puesta sobre la mesa- pero quiero que ames a Yuuki, no tienes que amarla con pasión pero amale, a final de cuentas ella es una víctima más de las circunstancias- las lagrimas no dejaban de caer de los ojos de la pelicaoba- te agradezco- declaro con una gran sonrisa, Yuuki no lo soporto más y se atrevió a echar una mirada desde su escondite la radiante sonrisa fue como un golpe en el estómago.
Me... ¿agradeces?- pregunto sin creerle.
Todo este tiempo creí que para ti solo era algo físico- rio sin humor- que solo era sexo, me alegra saber que no era algo unilateral, que no solo era yo el afectado en esta relación, aunque sea cruel me alegra que tú también hayas terminado con el corazón roto, como el mío.-susurro lo último.
Ya veo- sonrió triste- este es el adiós.
Así es Kuran- concordó, los ojos amatista se encendieron en rojo.
Bebe, lo necesitas- rogo el oji borgoña, Zero accedió sin rechistar pues necesitaba calmar su sed para poder llevar a cabo su plan.
Se feliz Kaname- dijo con voz suave- quiero que seas muy feliz, quiero que yuuki sea feliz- pego sus frentes y le sonrió con lágrimas en los ojos- no importa si desaparezco… no me busques- los ojos de kaname se abrieron de sobremanera- no pienso morir pero antes de que mi tiempo se acabe quiero vivir, vivir tan intensamente que no tendré remordimiento alguno cuando me llegue el momento, deseo partir sin arrepentimientos-
Zero...- las palabras se le atoraron
Solo tengo tiempo prestado, y lo sabes, soy un nivel D al borde de convertirme en un nivel E, he luchado incansablemente para no caer pero no puedo ganar por siempre, lo entiendes, tu sangre puede mantenerme pero... ¿Por cuánto tiempo?- pregunto tristón sus amatistas casi sin brillo- no deseo esa vida... seré egoísta, quiero ser libre aunque sea por poco tiempo.
¿Qué planeas?- pregunto resignado, posiblemente esa sería la última vez que vería al peliplata.
Ya te lo dije, planeo vivir - sonriso con candidez algo inusual en él.
Te daré un poco de mi sangre para que lleves- Zero lo vio con sorpresa kaname sintió la risa burbujear en su pecho por la expresión- eso te dará un poco más de tiempo... prestado- dijo- prométeme algo... si nos encontramos en otra vida dame una oportunidad- los ojos amatista se llenaron de sorpresa.
Asintió- no creo que eso ocurra, pero... si llegase a pasar te daré una oportunidad- aseguro- adiós Kaname.
Yuuki vio como ambos compartieron un dulce beso, un mero roce pero que transmitió tantos sentimientos, ella seria fuerte y soportaría todo, sabía que kaname jamas la amaría y estaba bien con ello, jamás podría recriminarle, ella sería su pilar y rogaba que de existir dios este les permitiera a ellos dos volver a nacer para poder encontrarse y esta vez poder amarse sin restricción.
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