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20 minutos por Sayurayaoista

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Notas del fanfic:

Sayura: hemos vuelto

Ana: de una pequeña falta de inspiracion y de animos

Nina: esperemos que les guste

Xóchitl: nos leemos abajo

Notas del capitulo:

Sayura: como hemos dicho este es nuestro regreso

Ana: buajaja en un nuevo fandub como se dija 

Nina: este es en parte un agradecimiento a nuestra amiga Karla quien nos hizo ver la serie

Xóchitl: ¡a leer! 

 

Se encontraba en la sala de profesores  revisando los últimos exámenes hechos a sus alumnos del 1-A observo el reloj que se encontraba justo arriba de la puerta aún quedaban 40 minutos antes de que acabase el almuerzo, por suerte se había alcanzado a zafar del director y de All Might quienes querían arrastrarlo con ellos al comedor, disfrutaba estar solo con aquella paz que no sentía hace tiempo; sus ojos enfocaron de nueva cuenta la hoja frente a él y dio un suspiro mientras en tinta negra colocaba un 7 al examen del chico más buscapleitos de su clase.

-va mejorando-

A diferencia de jóvenes como Iida, Todoroki o Midoriya; el joven Bakugo era más de fuerza bruta que de estrategia por eso mismo aquellos exámenes no eran su fuerte; dejo la pluma mientras recorría su silla hasta la pared detrás suyo, cerró los ojos y recargo la cabeza en esta, desde el incidente con los villanos aún tenía secuelas como dolores de cabeza y ardor en los ojos.

Habían pasado solo 5 minutos cuando escucho la puerta ser abierta, suspiro internamente imaginando que tal vez cierto profesor rubio quería llevárselo de nuevo, pero al enfocar su mirada se sorprendió de ver a su alumno problema en medio del lugar con la vista fijada en su persona.

Compuso su típica mirada seria esperando lo que su alumno quisiera decirle, consideraba que Bakugo era impulsivo y su poder era enorme, aunque destructivo agradecía mentalmente que hubiese escogido el camino de héroe y no de villano; salió de sus pensamientos al escuchar la voz de su alumno con cierto matiz de pena.

-sensei-

- ¿Qué pasa? -

-Me gusta-

Se quedo en shock breves instantes aquella confesión lo había descolocado miro al joven quien desvió la vista hacia un lado mientras un ligero tono carmín adornaba sus pómulos aquella visión se le hizo entre tierna y fascinante, sacudió su cabeza un poco para alejar aquello bizarros pensamientos.

-estas confundido-

Aquella frase fue la única que pudo salir coherentemente de sus labios y era el argumento más lógico por diferentes motivos; en primer lugar, ambos eran hombres, en segundo aquel muchacho era su alumno y, por último, pero no menos importante le doblaba la edad al chiquillo.

Además, siendo sinceros él no era como cierto héroe y profesor que mantenía relaciones con su alumno y sucesor; y si hablaba de All Might cuya relación con el joven Midoriya era un secreto a voces dentro del plantel, aun no podía creer que el de cabello rubio mantuviera ese tipo de relación con el quinceañero pero después de cacharlos más de una vez pudo notar que al menos no jugaba con Midoriya como con su persona en su momento; si había mantenido una relación fugaz con aquel hombre que ahora era el símbolo de paz pero eso había sido hace muchos años ya cuando ambos eran alumnos de la UA y podía decir que estaba un poco celoso del de ojos verdes pero nada de importancia.

Salió de sus pensamientos cuando sintió un aliento muy cerca suyo y observo al joven rubio sentado en el escritorio justo enfrente de él ¿Cuándo se había movido? Y ¿Por qué no se había dado cuenta? El chico lo miraba con aquella mirada feroz tan típica de él mientras tomaba la orilla de su bufanda, sus ojos siguieron los movimientos del más joven sin poner ninguna traba o resistencia; sintió el ligero jalón y como los labios más pequeños se estampaban en los suyos.

No supo porque, pero en ese instante su mente se desconectó dejando ir cualquier pensamiento coherente o lógico, sus instintos empezaron a dominarlo; ya fuera por tanto tiempo que llevaba sin nada de acción o por los movimientos torpes del menor pero un calor abrasante empezó a viajar por su cuerpo directamente a su entrepierna, en algún punto empujo al chico sobre el escritorio de forma algo brusca, colocándose en medio de sus piernas mientras intensificaba el beso varios tonos más moviendo su boca de forma excepcional, sus manos adquirieron vida propia paseándose tranquilas por encima del pecho del más joven.

-sen…sei-

Su boca abandono a la de su alumno deleitándose con la vista debajo suyo, el demonio Bakugo -como lo llamaban sus compañeros- bastante sonrojado y con dificultad para respirar, ojos cristalizados y ropa desordenada, aquel pequeño rastro de lucidez que hizo amago de formarse en su mente, se fue al caño con semejante visión, dio una mirada rápida al reloj aún faltaban 20 minutos para que el almuerzo terminase; tenía tiempo y sin más una sonrisa predatoria surco sus labios rápidamente, se acercó hasta el odio de su alumno y susurro.

-lo que pase ahora es culpa suya joven Katsuki-

Antes de que el menor pudiese reclamar ataco su cuello, intentando no dejar ninguna marca en él, aunque se le estaba dificultando la tarea por los ligeros jadeos del rubio; se quitó su bufanda mientras se la colocaba a modo de mordaza en la boca, rio un poco al ver aquel destello de furia en esos ojos color carmín.

-será un problema si nos escuchan-

Sus manos expertas quitaron los botones del suéter y camisa del chico en muy poco tiempo dejándolo sin palabras o al menos eso pudo notar; se quedó unos segundos sin aliento delineando aquel cuerpo de quinceañero bien formado para su edad, pero era comprensible debido al entrenamiento de los alumnos, se relamió los labios antes de bajar a lamer el torso del muchacho quien arqueaba la espalda mientras gemidos ahogados brotaban de sus labios.

Se paseo por aquellos botoncitos rosados que pedían a gritos ser mordidos y dejo de contenerse, lo suficiente para sacarle varios gemidos y jadeos; por suerte no era una parte visible de su cuerpo así que podía marcarlo tanto como quisiera.

Aquel pensamiento solo le hizo poner más énfasis en su trabajo dio una vista rápida 15 minutos, otro día tendría tiempo de jugar; a tientas busco el cajón del lado izquierdo el cual sabía de antemano tenía un doble fondo; saco un par de cosas y rápidamente se deshizo de los pantalones y ropa interior del más joven.

-no te hare daño, relájate-

Deposito un beso en aquellos rebeldes cabellos en un intento por tranquilizar el deje de miedo en aquello ojos, relajo sus manos acariciando de forma menos brusca aquel cuerpo; una punzada de culpa invadió su ser mientras se debatía mentalmente si continuarlos brazos del más joven rodearon su cuello y retiro la mordaza de su boca dejándolo respirar.

-solo hazlo-

Su voz había perdido cualquier toque de furia o ego. Ahora era un manso cachorro en brazos de su profesor quien se dejaría hacer todo lo que su sensei quisiese; el de cabello negro asintió mientras tomaba sus piernas pegándolas a su pecho, él las tomo mientras desviaba la vista, un beso delicado en su frente le hizo observar aquellos negros ojos que lo habían cautivado desde el momento que ingreso a la UA, sintió algo frio deslizarse por su miembro erecto y más allá; pudo ver como el mayor vaciaba un poco de lubricante y como rápidamente se desabrochaba los pantalones dejándolos caer trago en seco al observar cierto paquete plateado en manos de su sensei y como se liberaba también de la ropa interior.

- ¿te gusta lo que ves? -

-tal…vez-

Y ahí regresaba aquella actitud suya con una sonrisa confiada echo la cabeza hacia atrás cerrando los ojos he intentado relajarse, no iba a durar mucho tiempo; él también era consciente del lugar y momento en el que se encontraban, aguanto la respiración en el momento en que sintió el miembro de Aizawa abrirse paso entre su virgen entrada, apretó los dientes y respiro varias veces, aunque se le fue el aliento cuando lo sintió entrar de una sola estocada.

-perdón te iba a doler más-

 -esta…bien…no…te…muevas-

Tardo un poco en acostumbrarse, pero al fin le pudo dar luz verde al mayor, las primeras estocadas fueron tranquilas, pero el tiempo apremiaba y ambos eran conscientes de ello, los brazos de Bakugo se aferraron a la espalda del mayor y los de este a sus caderas; el calor subió entre ambos mientras los besos subían más y más evitando que algún gemido o gruñido saliese de sus bocas.

Las estocadas se volvieron erráticas y aquel pequeño juego previo hacia estragos en el cuerpo joven, su clímax esta pronto y cuando Aizawa-san toco aquel punto que lo hizo ver luces exploto, arrastrando consigo a su profesor su espalda se arqueo y aquel obsceno grito fue ahogado en labios del de cabello negro, al igual que el gruñido contrario.

Terminaron fatigados él con temblor en las piernas y la cabeza de su maestro recargada en su pecho, dio un vistazo al reloj aun le quedaban 3 minutos, ambos recobraron la compostura y sin querer ver los ojos del mayor empezó a vestirse en silencio, no quería ver en su mirada odio o desprecio; lo había incitado y había actuado por impulso, apretó los puños e intento quitarse al mayor de encima, pero este no se lo permitió alzo el rostro recibiendo un beso en los labios tranquilo.

-espero que esto se repita joven Bakugo-

- ¿Qué? -

Su sensei se puso serio mientras tomaba su mentón y mordía levemente su labio provocándole un jadeo, observo sus ojos oscurecidos por el deseo y algo más, mientras esa sonrisa predatoria cruzaba sus labios.

-has desatado a una bestia Bakugo-kun ahora hazte responsable de tus actos, pero no se repetirá aquí-

El mayor tomo un papel y escribió una dirección que coloco en el bolsillo de su suéter escolar, Bukugo aún estaba en shock cuando empezó a escuchar las risas de sus compañeros Aizawa lo libero y sin más corrió, Eraser Head lo vio partir mientras suspiraba, se acomodó la ropa y limpio todo rastro de evidencia justo a tiempo antes de que cierto héroe entrometido entrara y por la sonrisa que se cargaba intuía que ya lo sabía todo.

-el joven Bakugo se veía apresurado-

-…-

- ¿no dirás nada? -

- ¿Cuánto tiempo llevas escuchando? -

-vine por ti hace 10 minutos, pero estabas algo…indispuesto-

-tsk…tú guarda mi secreto y yo guardare el tuyo-

-por supuesto, ¿Qué tienen estos chicos que nos atraen tanto? -

-no lo sé-

Camino despacio hasta llegar al 1ª donde escucho a Iida llamar al orden entre sus compañeros y se adentró al lugar con su cara aburrida de siempre.

-espero que estén preparados para recibir sus calificaciones…-

-/-/-/-

Había visto llegar a Kachan bastante apresurado al salón a pesar de que su actitud no había cambiado ni un ápice había algo diferente en él acaso estaba ¿feliz? Sus pensamientos fueron interrumpidos por la llegada de si profesor quien también se veía diferente y por un momento creyó observar una ligera sonrisa en sus labios, miro al rubio de forma rápida y se extrañó aún más ¿acaso estaba sonrojado? Bueno si era algo relevante All Might se lo contaría después con su respectivo pago claro está, aquello solo provoco que los colores subieran a su rostro decidió dejar de pensar y poner atención antes de que su sensei se diese cuenta.

-/-/-/-

Miro de nueva cuenta que la dirección coincidiera con el papel que su profesor le había dado, toco un par de veces y espero mientras pensaba una y mil cosas, la puerta se abrió y pudo apreciar por instantes la sonrisa de ese hombre quien con una seña lo hizo pasar, su corazón palpitaba y sus piernas temblaban cuando la puerta se cerró detrás suyo y los labios del mayor asaltaron los suyos decidió dejar de pensar entregándose en cuerpo y mente a aquella pasión que recorría su alma como fuego, dejaría que el tiempo transcurriera y que pasara lo que fuera a pasar; porque ya no podía ni quería zafarse de los brazos de Aizawa sensei agradecía al tonto de Eijiro por suponer que su actitud se debía a la falta de sexo o si no nunca se hubiera acercado al héroe solitario.

- ¿en que estábamos? -

-ah…sen…sei-

FIN

Notas finales:

Sayura: esperemos que les guste

Ana: nos vemos

Nina: los y las queremos

Xóchitl: bye bye


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