Una vez hace muchas eras, cuando la magia aún era común en la Tierra y esta la rodeada, cuando los seres mágicos aún vivían y eran vistos por todos los mundos, en ese tiempo existió un hombre sin tiempo que vagaba sin rumbo aparente, ese hombre que nació en el seno de una familia extraña, hermosa, Poderosa y savia. por parte de su padre sangre de creatura de la noche, una pura sangre, un rey, un vampiro… por parte de su madre una criatura hermosa gracial, inteligente y de la cual aún contra sus instintos tenía un generoso corazón una sirena. Los dos seres inmortales se habían conocido en circunstancias meramente de casualidades, el paseando por las lagunas cristalinas de sus tierras verificando el caos provocados por el espirito del agua y viendo trayendo por consecuencia una tormenta, en su andar logro divisar un objeto dotado en el suelo, toándolo con cuidado descubrió que estaba semienvuelto en una tela traslucida de hermoso brillas, el peine de oro con incrustaciones preciosas le resulto lo más hermoso que había visto, guardándolo en su ropas prosiguió su viaje perdiéndose en sus pensamientos hasta que escucho una hermosa melodía que opacaba cualquier sonido que la naturaleza pudiera darle, hipnotizado por el canto siguió este hasta su fuente llevándolo hasta el lago donde diviso a una hermosa mujer atrapada entre ramas y maleza a metros de las aguas, sus ojos se conectaron los de ella con terror y miedo los de el con fascinación y curiosidad, los gritos desesperados de la mujer no se hicieron esperar, pidiendo ayuda a sus hermanas que nunca aparecieron, conmovido se acercó a ella notando su singularidad donde envés de piernas tenía cola, solo entonces supo de que era una creatura mágica,, esta se protegió en cuerpo haciéndose un ovillo mientas temblaba de miedo esperando su final, mas los minutos pasaban y este no llegaba, escucho algo rasgarse y luego un jaloneo a su alrededor, abrió los ojos notando con el hombre con suma facilidad quitaba los escombros, rocas y lianas de su ser, un grito de dolor se apodero del lugar al quitar el palo que atravesaba su aleta para luego ser vendado por un trozo de tela que por el color dedujo seria de su manga.
- Una creatura con tan hermosa belleza no debería estar por estas tierras tan peligrosas, no pretendo causarle daño alguno y lamento si la he asustado
El hombre le sonrió dejando a la vista sus afilados colmillos, al igual que él, ella se percató de que se trataba de una creatura de la noche y eso no apaciguaba su intranquilidad.
- Tenéis que volveros al agua sino vuestras escamas se caerán… y siendo sinceros… sería una lástima que alguien de tan etérea belleza como vos terminara siendo un ser efímero cuando vuestra belleza debería permaneces perpetua
Las mejillas de la mujer se tiñeron en un ligero rosado aumentando mas al ser cargada hasta el agua, el hombre la llevo hasta que el agua le cubrió la cintura soltando así su preciada carga
- Gracias… por ayudarme
Su voz fue el más bello sonido jamás escuchado, haciendo palidecer a los cantos de las musas
- Cuando gustéis
Desde ese día él se dedicó a traerle obsequios, llevarle comida e incluso instrumentos de viento donde le dedico muchas piezas de música, el tiempo no era nada para ellos, dos seres inmortales que no deberían convivir entre ellos y aun así ninguno de los dos hacia algo por evitar su cercanía.
Ninguno de los dos supo exactamente cuando fue que su existencia se hizo insignificante sin la presencia del otro, poco a poco el corazón de esos dos seres se fue haciendo uno. Como muestra de aprecio el joven rey le entrego el peine de oro y la prenda de seda aquamarina trasparente, la sorpresa de la mujer al ver su regalo no tenía palabras, las lágrimas le brotaron sin restricciones, entrelazando los objetos en su pecho mientas agradecía incontables mentes
- Yo… yo perdí estos objetos cuando llegué aquí, la prenda fue un regalo del mar y el peine fue un regalo de mi madre, son… son demasiado preciados para mí, muchas gracias, gracias
El corazón del hombre palpito como nunca lo había hecho, haciendo que incluso le doliera el pecho, pero eso no quito la alegría que sintió al tener entre sus brazos a esa creatura y entre sus labios los ajenos sintiendo esas cálidas sensaciones tan lejos de sus mundos. El tiempo paso y de esa unión nació un hermoso niño, de cabellos castaños, ojos amielados, piel morena y lo que mas amo de el su padre era que estaba vivo, no nació como el pero tampoco como su amada. Siguiendo la tradición de ella los llevo a los dos hasta el mar donde ella lo presento frente las olas donde para su sorpresa la elemental “agua” se presentó ante ella tomando al niño el cual miraba con suma intriga a la “mujer” que le sujetaba.
- Una creatura nacida de dos seres imponentes, al igual que ustedes el solo podrá amar a una persona en toda su vida.
La alegría de escuchar eso no se hizo esperar, el hecho de saber que su hijo tendría esa oportunidad les alegraba
- Pero… por su mescla de sangre no podrá morir jamás, no podrá renunciar a su inmortalidad como ustedes y ningún arma le podrá matar, lo único que lo ara será la mano de su amada
La palidez de los padres se prolongó más de lo que esperaban, las lágrimas de la mujer cayeron imaginando tan cruel destino
- Tendrá las cualidades de los dos, incluyendo su generoso corazón, no es un hijo del mar, pero será bien venido y escuchado cuando quiera, no le puedo dar un obsequio de mar, pero puedo permitir que le heredes tus regalos y estos le trataran como hijo del mar
Ambos padres agradecieron sus predicciones dejándoles mucho que pensar por mucho tiempo aun así esperaban que esas predicciones no se cumplieran o en su defecto se pudiera cambiar. El tiempo paso y los años se fuero entre sus dedos, el mundo había cambiado mucho y la magia y creaturas mágicas, de la noche, elementales o místicas se hacían cada vez menos haciéndolos valiosos a los ojos mortales.
El niño creció y creció hasta tener la apariencia de un joven de 20 años humanos, para ese entonces ya hacía mucho años que sus padres habían sido asesinados por mortales, obligando a su madre a renunciar a su inmortalidad y a su padre dándole muerte después de muchos intentos, sus padres habían logrado llevarlo lejos con ayuda del “agua” manteniéndolo a salvo durante años hasta que esta considero seguro el lugar… y ahora él se veía frente a un mundo ignorante de otros seres, ignorante de la magia y por ende ignorante de él.
Años tras años solo hacían acrecentar su odio hacia esos seres egoístas y mortales, pero… como si los dioses se regocijaran de su ironía, en su camino después de tanto errar en el mundo mientras paseaba en uno de los pocos bosques encantados que quedaban, su mirada se topó con otro de dulce color, su corazón comenzó a latir como nunca lo había hecho, trato de seguir su camino pero los sollozos no le dejaban la conciencia tranquilo, trato y trato de ignorarlo mas no pudo, suspirando se dirigió hasta la pequeña niña, la niña asustada se escondió entre sus piernas temblando por él.
- Este no es un lugar para que vos este paseando sola
El sollozo menguo, pero los temblores no, podía sentir el miedo en cada poro de su piel haciéndole suspirar de resignación. De entre sus ropas saco una flauta para luego sentarse sobre un tronco y comenzar a tocar la misma melodía que su padre le enseño hace siglos, la melodía alegre y calmada relajo a la infante captando total atención en él, poco a poco las hojas comenzaron a bailar al son de la flauta entreteniendo a la niña que alegre miraba como incluso algunos animales se acercaban para apreciar mejor el ambiente de tranquilidad, fueron varios minutos donde la flauta predomino hasta que termino la tonada, miro a la niña que lo miraba entretenida pero ya sin miedo
- os llévate a vuestra casa ¿en que pueblo vivéis?
La tristeza se apodero de esos ojos azules agachando la cabeza y escondiendo la cara tras sus mechones dorados.
- No tengo
Ninguno de los dos lo sabían, pero ese encuentro fue el principio de una linda amistad que con el tiempo se convirtió en algo mas, él se encargó de darle todo lo que quisiera, nunca le falto nada, incluso el día que acepto ser su esposa fue el día mas feliz de sus vidas… pero como todo lo bueno esto no suele durar para toda la vida.
- Stephery… por favor… no me dejes
Sus lágrimas recorrían sus pómulos mientras su mano sostenía la pálida mano de la mujer que ya hacía en cama consumida por enfermedad, su corazón se partía al no poder salvarla, savia que si le daba de su sangre se salvaría pero la condenaría a ser una creatura deforme y casi inmortal e inclusive si la tratara de trasformar en vampiro savia que a diferencia de él que había heredado la capacidad de estar de día, comer comida humana y sentir amor… ella seria condenada a estar una eternidad en las tinieblas y obligada a vivir a base de sangre ajena, su corazón no pudo condenarla a ese destino y ahora, ahora se veía destrozado viendo como la vida se escapaba de su único amor, rogo a los dioses, rogo a cualquiera que le salvara la vida, que no la dejara ir pero nadie acudió, lloro, lloro como nunca antes lo había hecho al tener entre sus manos el cuerpo inerte de su amada.
El “fuego” se enterneció de su llanto mandando a una de sus míticas creaturas hasta ellos. El fénix consumió el cuerpo de la mujer prometiéndole que su alma regresaría a el cada 500 año, siempre regresaría y con esa promesa él se dedicó a buscarla y esperarla cada una de sus vidas, no importando que fuera, el siempre estaría a su lado.
Cuando fue un pez el hablo con el “agua” pidiéndole permanecer con su amada y poder comunicarse con él y así se lo concedió, dándole la capacidad de estar en el agua por medio de la tela de su madre y pudiendo hablar con las creaturas del mar, cuando esta murió el agradeció la ayuda del agua y quiso devolver los dones, pero el agua le detuvo haciendo que se los quedara.
Cuando fue un agila el hablo con el “viento” pidiéndole permanecer con su amada y poder comunicarse con ella y así se lo concedió, dándole alas para volar y la capacidad de hablar con las creaturas voladoras cuando esta murió el agradeció la ayuda del agua y quiso devolver los dones, pero el agua le detuvo haciendo que se los quedara
Cuando fue una flor el hablo con la “tierra” pidiéndole permanecer con su amada y poder comunicarse con ella y así se lo concedió, dándole la capacidad de comunicarse con las plantas y los seres vivos de tierra, la cuido y protegió de todo aquel que quisiera dañarle y cuando esta murió el agradeció la ayuda del agua y quiso devolver los dones, pero el agua le detuvo haciendo que se los quedara
En todas y cada una de sus vidas él estuvo con ella, no le importaba que fuera siempre estaba con ella, pero su tristeza se apoderaba cada vez que esta no nacía en los humanos, su última muerte fue un insecto, una bella mariposa que al igual que sus antecesores siempre mantenía el característico dorado que eran sus viejos cabellos y ojos azules que tuvo una vez.
Desesperado por su destino fue al volcán mas grande donde savia estaría “fuego” pidiendo que se apiadara de él y le diera muerte en sus brazos, se arrojó, pero no murió, el magma se endureció y enfrió evitando peligro… lloro, lloro por su destino, lloro hasta quedar dormido del cansancio.
Fuego, Tierra, Aire y Agua tuvieron una plática queriendo ayudar a ese desdichado hombre, el viento lo levanto y lo dejo con el agua donde esta lo envolvió en sus entrañas dejando en un sueño profundo.
Por años trataron de quitar ese destino de el mas no lo lograron, su última opción era un plan simple, arriesgado y aun cuando no lo quisieran cruel, con toda su magia las cuatro transformaron al hombre en un neonato, suprimiendo su memoria y poderes mas ellas sabían que esto no duraría, las 4 pidieron a todos los dioses por ayuda, ayuda para que el creciera como un humano junto a su amor y en algún momento este le diera muerte con sus manos.
Años tras años siguieron con sus intentos, pero nadie respondió, hasta que en sus últimos intentos un joven dios hechicero respondió a sus llamados, intrigadas fueron ante el joven, era un mundo fuera de la tierra, pero no imposible de llegar para ellas. La emoción y alegría de conocerlas por parte del joven duro más de lo que querían, tanto que incluso otra mujer se percató de sus presencias
- ¿Loki? Amor ¿Qué haces?
La mujer observo con desconfianza a las entidades, no las conocía, pero podía percibir una fuerza enorme y ancestral proveniente de ellas
- Mira mamá, son las elementales Fuego, Tierra, Agua y Viento
En forma humana las cuatro se veían iguales sus diferencias eran el color de sus togas en rojo, verde, azul y blanco, sus ojos de igual color a excepción de viento cuyos ojos eran grises claros, sus pieles en un blanco marfil y de una altura de 2 m. La mujer abrió los ojos de la sorpresa, en su vida ningún elemental se había presentado ante nadie en Asgar, con un poco de temor se acercó hasta su hijo tomando sus hombros en un intento de acercarlo
- Madre ellas quieren mi ayuda, vamos a ayudarlas madre
Ella muro a los entes con sorpresa pues no entendía que podrían necesitar unos seres como ellas de ellos, como si leyeran su mente la mujer de ropas azules fue la que hablo
- Nuestra magia nos permite crear muchas cosas, pero también tenemos nuestras limitaciones, tenemos en nuestras manos un protegido al cual queremos ayudar, su destino no podemos cambiar aun así podemos interferir… queremos que nos ayuden a que muera
Las palabras dejaron en suspenso a la mujer, pero la afirmación de su hijo le regreso a su realidad
- Madre, su protegido no puede morir por si solo y él está sufriendo mucho, ellas quieren que tenga una vida mortal y que pueda morir, solo que tiene que hacerlo una persona especial ¿verdad?
- Así es… le hemos dormido en mi interior
- Suprimimos sus memorias y descendencia simulando a un mortal
- Pero necesitamos de vuestra magia para que estos no regresen
- Y hacer que esa persona le de muerte
Aun contra sus principios y después de una pequeña platica ambos Asgardianos aceptaron ayudar, viajando a la Tierra donde usando su magia combinada lograron su cometido.
- El heredara una personalidad egocéntrica, narcisista, pero de un atractivo sin igual
- ¿Por qué?
- Tiene que conocer a esa persona, pero si su personalidad es encantadora nunca se llevara a cabo eso.
La mujer ya no comento nada, pero sintiendo un deje de culpa se acercó al infante para poder susurrarle “si en algún momento de tu camino recuperáis vuestras memorias tu origen renacerá, solo hasta entonces podrás morir” murmuro antes de sellar su conjuro besando su frente.
Los años pasaron y ellas sabían que los 500 años ya habían pasado, un descuido de las cuatro les hizo calcular mal, no contaron que no podrían sentir el alma del mortal, lo buscaron por mucho tiempo, la decepción les embargo al ver que efectivamente había renacido en un hombre esta vez, de iguales cabellos rubios y ojos azules mas el tiempo que les tardo fue suficiente para que este ya fuera un adulto, para que este estuviera enamorado de alguien mas haciendo entristecer a las elementales, pidiendo algo de compasión a los designios para su protegido.
Agradecían a quien las hubieran escuchado al ver como esa alma caía en el agua y este quedaba congelado, “Agua” fue la encargada de mantener a ese mortal con vida mientras las otras planeaban como proseguir.
- Hermana… hemos descubierto algo extraordinario… las almas de Psique y Bogdan reencarnaron en este mundo, sus rostros son idénticos, no cambiaron nada, su esencia es la misma
- Eso es imposible, ellos no eran mortales, ellos no pueden reencarnar
- Lo han hecho
Una nueva luz de esperanza se posó en todas, fue sencillo el suplir el hijo no nato de ellos por su protegido, agradecían que fueran idénticos a sus vidas pasadas así les fue inmediato el aceptarlo
- Tu nombre será Anthony Edward Stark, mi primogénito
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Parpadeo vareas veces ya cansado por la lucha, sus ojos picaban las lágrimas amenazaban por salir, una sensación de impotencia aún mas grande se apodero de el al recordar su vieja vida y de lo injusta que podría llegar a ser esta. Frente a él su viejo amor levantando su escudo con toda la intención de clavárselo, al sentir su piel abrirse y sus husos crujir una sonrisa triste se posó en sus labios mientras una lagrima atrevida salía del… “te encontré” fue su fugas pensamiento antes de caer rendido.