Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mírame, elígeme, ámame por Lililum

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero les guste este proyecto en el que estoy trabajando, se aceptan cualquier sugerencia para crecer, espero sea de su agrado 

Notas del capitulo:

Cualquier comentario, queja o sugerencia sera tomado para mejorar el contenido de la historia y crecer mutuamente <3

Despierto gracias a la luz que apenas puede asomarse por mi ventana, aquel pequeño y delgado rayo de luz cae directamente en mis ojos. Me muevo un poco tratando de ocultar mi cara entre las sabanas para retomar aquel placentero sueño que tenía, aunque resulta imposible pues la luz ha conseguido su objetivo, estoy despierta.

Antes de levantarme de la cama estiro mis brazos y piernas, cierro mis ojos y los abro para observar el techo de mi habitación, tiene nubes que pinte cuando recién me mude a este apartamento, me ayudaron cuando tenía miedo de dormir aquí pues tienen estrellas que brillan en la oscuridad, definitivamente esta es la mejor parte de mi mañana.

Me levanto de un brinco de la cama, mis pies ya están tocando el frio piso al lado de mi bebé, sé que tal vez algunos consideren antihigiénico dormir con un perro, pero este pequeño perro French Poodle color caramelo llamado Max es mi mejor amigo, no podría dejarlo en casa de mi madre.

Miro el reloj que esta sobre mi mesa de noche y al ver que son apenas las 7:00 a.m. opto por salir despacio y sin hacer ruido de mi habitación ya que mis mejores amigas siguen dormidas, después de todo es domingo por la mañana, lo cual significa que no despertaran hasta dentro de unas 3 horas y quiero sorprenderlas con el desayuno hecho.

Max me sigue en cada momento, para ser tan temprano no hace tanto frio como el que imaginaba además de ser una mañana hermosa donde el sol brilla, el cielo está despejado, permitiéndome observar el amanecer. Me coloco mis audífonos para poder escuchar música mientras cocino y tal vez baile un poco, aunque procuro no cantar ya que no quiero despertar a ese par de dormilonas.

Coloco mi playlist de las mañanas, normalmente a esta hora escucho a Camila Cabello o Taylor Swift, su música me provoca quiera moverme, sacudirme tal y como lo dice el éxito de Taylor “Shake it off”, hace días que tengo un enorme antojo de Hot cake así que tal vez esta es el día perfecto para cumplir ese “pequeño” antojo, aunque claro irán acompañados de huevos con tocino, un jugo de naranja y un delicioso café, sé que después de desayunar así no querremos comer hasta la tarde.

Comienzo mi tarea al ritmo del nuevo éxito de Camila “Havana”, mis caderas se mueven al compás del ritmo, me encanta cocinar con música, coloco la harina y todos los ingredientes en un recipiente para después empezar a batir sin detener mis movimientos, Eme esta recostado en el piso restándome importancia, una vez ya lista la mezcla prosigo a cocinar los panqueques, mientras espero que estén listos, decido que es tiempo de freír el tocino y es entonces donde Max comienza a tomarme importancia pues está al pendiente de cuando seré tan torpe como para dejar caer un poco y él pueda comerlo.

Mientras doy vuelta a los panqueques intento recordar aquel sueño que hace un rato tuve, sin éxito de poder encontrar una imagen que me pueda dar alguna pista, me pasa seguido que después de tener un agradable sueño no recuerde ni siquiera de que o quien se trataba, aunque la única pista que llega a mi mente es un perfume, el perfume de una mujer a rosas.

Antes de poder seguir con mis pensamientos la canción cambia y ahora tengo a Taylor Swift cantando Shake it off y no puedo resistir el ritmo que le ordena a mi cuerpo agitarse, sacudirse.

A su ritmo rompo los huevos para enseguida ponerlos en el sarten caliente que ya está listo para recibirlos, los hago revueltos mientras sigo en mi baile, aunque esta vez también comienzo a cantar, seguramente si alguien me estuviera grabando o mirando sería totalmente vergonzoso.

Una vez todo listo sirvo la ración correspondiente para cada una, sé que a Lana y Natalia les encantara lo que les prepare, después de todo que mejor forma de despertar que con el aroma del tocino, lo se seguro muchos ahora se imaginaran que somos unas glotonas, pero la verdad es que los fines de semana son los días en los que pecamos, en todos los sentidos.

Una vez que todo está servido, pongo la cafetera y sirvo en los vasos el jugo de naranja, en esta ocasión no esta tan acido si no que se encuentra en ese punto perfecto donde acompaña muy bien al huevo con tocino, una vez listo el café lo sirvo y miro una vez más la hora en el reloj de la cocina, marcando las 8:30, tal vez después de todo si es considerablemente temprano.

Max me mira inquieto esperando que le dé un poco de lo que acabo de preparar, tal vez después de todo él también tiene hambre a esta hora, sirvo un poco de comida para perros en su plato rojo, sé que no es lo que quiere, pero aun así lo come sin problema alguno.

Tomo mi taza de café color azul y lo bebo de a poco, tal vez sea momento de despertarlas, aunque confieso que no me es muy grato despertarlas, a lo largo de este año que hemos vivido juntas si hay algo que aprendí es que nunca debo abrir esas puertas sin tocar, me he topado con cada sorpresa. Desde desnudos hasta momentos íntimos de pareja donde olvidaron poner seguro a la puerta, aunque tal vez esta vez podría ser diferente, después de todo era un Sábado por la mañana donde nada podía salir mal.

Camino silenciosa en el pasillo para toparme con una puerta blanca, esa puerta parece que fue hecha para la dueña de la habitación, se encontraba perfectamente limpia, sin ninguna mancha o imperfección, abro la puerta lentamente y para mi sorpresa se encuentra sola, esta tapada hasta la cabeza apenas permitiéndome ver un mechón de su cabellera rubia natural. Con mucho cuidado entro y cierro la puerta suavemente, su habitación está perfectamente en orden sin contar su ropa del día anterior que está en el piso, me poso frente a su cama y recuerdo que este es el momento perfecto para mi venganza.

Miro a todos lados temiendo que pueda romper algo, pero una vez ya preparada salto hacia su cama gritando en el acto un fuerte –¡¡Despierta!!–.

Al parecer me escucho pues se mueve con pesadez bajo mi cuerpo, seguramente me la intentara devolver así que disfruto este momento antes de escuchar un quejido acompañado de una voz adolorida que me habla.

–Sabes, esta no es forma de despertar a tu mejor amiga– se queja intentando quitarme de encima suyo, lográndolo en un parpadeo, después de todo ella tiene más fuerza que yo.

–Eso mismo pensé yo cuando me hiciste lo mismo hace una semana–digo levantándome de la cama, su cara es para tomar una foto, tiene el cabello alborotado y las sabanas de la cama marcadas en su cara, en este instante desearía poder fotografiarla.

–Supéralo– me dice, claro como si fuera tan fácil olvidar como interrumpió mi sueño. –Mejor dime para que me despertaste a esta hora, Bestia–. ¿no se los dije? Pues sí, mi mejor amiga ha decidido decirme “Bestia”.

–¿Para que va a ser? He sido una buena amiga, compañera de departamento y les prepare el desayuno a ti y a Natalia– sonrió mientras camino hacia la puerta. –Y como yo te desperté a ti, es momento de que tu despiertes a Natalia–, sus ojos se abren de par en par. Sí, es un problema despertar a Natalia pues nunca sabemos si hay alguien con ella.

–No, no, no, no, por favor no me obligues a ir– me implora mientras se levanta de su cama, hacía tiempo que no veía que usara ese pijama de perritos. –Hare cualquier cosa, incluso hare tu tarea una semana, pero no me obligues a ir–.

–Tentador, tentador, pero no lo suficiente– sigo mi camino a la salida, cuando siento sus manos en mis piernas que me impiden avanzar.

–Está bien, 2 semanas– sus ojos miel me imploran así que acepto levantando los hombros y así consiguiendo mi libertad.

–Me encanta hacer negocios contigo oxigenada–, salgo de su habitación antes de escuchar sus reclamos por la forma en la que la llame, insisto, no creo que Natalia tenga a alguien metido, después de todo es domingo.

Camino hacia su habitación temerosa de lo que me pueda encontrar, abro su puerta morada lentamente, esperando encontrarme con una escena incomoda, pero al contrario me encuentro con Natalia mirando su celular.

-Bien, creí que estabas acompañada- suspiro y entro a su habitación para acostarme junto a ella –¿Qué? – pregunto por su mirada, si las miradas mataran seguramente estaría muerta hace muchos años.

–¿Qué te hace creer que siempre habrá alguien conmigo en la habitación? – pregunta volviendo su vista a la pantalla de su teléfono.

–No lo sé, tal vez porque durante todo el tiempo que llevamos viviendo juntas siempre hay alguien, ¿Te parece poco? – deja de ver el teléfono para concentrarse en mí y poner los ojos en blanco.

–Un año, tonta, apenas llevamos un año viviendo juntas– se levanta de la cama con su pijama puesta, es un short morado con una camisa de tirantes blancos.

–Pobre de mí, que será de mi cuando sea más tiempo– dramatizo levantándome al compás que ella. –Vamos a desayunar rompecorazones–. Arrastro a Natalia hacia el comedor donde ya está Lena

–Admito que te esmeraste Bestia– Lana está sentada en la cabeza de la mesa, mirando todo lo que he preparado.

–Algo me dice que lo pagaremos caro Lana– Natalia se sienta a la izquierda de Lana.

–¿Por qué piensan así de mí? - pregunto con inocencia mientras me siento y bebo café de mi taza azul, solo veo como ambas intercambian miradas como si preguntara algo obvio. –Está bien, si, tienen razón, pero no me lo pagaran hoy– ambas suspiran y comienzan a desayunar, tal vez después de todo estos momentos son los que nos hacen falta.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya agradado, nos vemos la proxima ;)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).