Sasuke era la definición de ternura, con sus mejillas gorditas y rojas por su piel pálida, una sonrisa preciosa que no se merecía ser vista por ojos tan viles como los nuestros.
Era pequeño y llenito, pesaba unos kilos más de lo normal y Sasuke odiaba ver su tremenda barriga que era motivo de burlas.
Se sentía horrible y asqueroso frente al gran espejo que tenía en su cuarto, ya no podía ver su reflejo sin romper en llanto, y eso estaba mal, pero parecía que a nadie le importara eso. La baja autoestima que el azabache comenzó a desarrollar.
Pobre del pequeño Uchiha, hay algo más que la belleza superficial que nos muestran, aquella delgadez enfermiza y rostro perfectos, como si esos fueron esculpidos por los mismísimos dioses. Detrás de aquellos letreros gigantes de cuerpos perfectos y normales, había días sin comer, dietas estrictas, medicamentos y cirugías que dañaban la vida de esos pobres modelos que dejaron de ser dueños de su cuerpo y vida posiblemente.
Pero tenemos que ser hermosos, ¿verdad?
Nunca nos enseñaron apreciar lo exterior e inferior, nunca nos hicieron dueños de nuestros pensamientos y nos obligaron a aceptar aquella doctrina, ¿Por qué nosotros no imponemos nuestra belleza?, pobre de nosotros, fieles seguidores de este sistema.
Oh si tan solo Sasuke viera lo hermoso que fuera no lloraría toda la noche, ni tendría esos ataques de ansiedad, donde se atragantaba con la comida hasta el punto de vomitar.
Pero claro sociedad, la víctima tiene la culpa.
Si tan solo los padre del pequeño ojinegro le hubieran enseñado amarse a sí mismo, Sasuke no se sentiría tan destrozado. Tal vez su madre estaba mal, Mikoto siempre le recordaba sus defectos.
Todo el mundo los tiene y somos conscientes de ellos, ¿Por qué no hacían ver las virtudes del pequeño Sasuke? En vez de recordarle tantos defectos suyos. ¿Por que la necesidad de enfocarse en ellos solamente?
Oh Mikoto, no puedes culpar a tu hijo de tener baja autoestima si le recordaste cada día lo inservible que era.
Pobre de Sasuke y su pequeño y lastimado corazón, necesitaba amor y que alguien besara cada uno de sus defectos. Había llegado a un punto en su vida que ya no podía ver esas virtudes por sí solo. Tal vez estaba mal depender de alguien, pero Sasuke ya no podía con tanto.
Oh Sasuke, tan hermano y bello para este inmundo lugar asqueroso.
El azabache cayó en manos del amor, de un chico rubio de ojos bellos color cielo.
Oh Naruto, ¿Nunca sentías la mirada profunda de aquel chico gordito? O ¿Tal vez si pero la ignorabas?
Pobre Naruto lleno de etiquetas y estereotipos, por qué claro, eres popular, tienes que ser perfecto, hermoso y con un cuerpo delgado y torneado.
Su padre estaba orgulloso de su único hijo fuese aquel atleta que siempre recibía halagos, por qué en cualquier deporte, Naruto destacaba, y no solo eso, era inteligente, tenía que ser perfecto y excelente en todo por qué así quería su padre . Dios, Minato sentía un orgullo inmenso.
Oh Minato, tan iluso y despreocupado del dolor que le causas a tu hijo.
No importa sus sentimientos ¿verdad?, algo que había sido en algún momento divertido para el pequeño Naruto, se convirtió en un trabajo y algo doloroso para él.
Pero a nadie le importaba lo que pensara, pobre Naruto, ¿Estás cansado de aparentar verdad?
Pobre de ambos en el momento que se cruzaron cuando no eran los suficientes maduros para ver qué eran iguales y sufrían de lo mismo. Se arrepentiría tanto de eso más adelante.
Sasuke estaba tan enamorado de Naruto y su belleza, exterior e interior, había entrado al club de jardinería, solo por el simple hecho que enfrente del club, estaba el de atletismo y podía ver a Naruto todos los días. Que era la gloria para que el pequeño azabache.
Ese día en particular donde la aves cantaban y había un sol calido con viento agradable, de esos días en que parecía estar todo bien, y alegraba respirar ese relajador olor a tierra mojada, esos días eran los favoritos de Sasuke.
Entre las flores se enamorado del chico rubio, como un laberinto sin salida, el sentimiento sofocante y el recuerdo de no ser correspondido crecía en el, cada vez más rápido.
El ojiazul jamás sería consciente de lo que provocaba en el azabache. Por qué gracias a él, y su simple presencia, para Sasuke todo se volvía colorido, se sentía tan agradecido y feliz con la vida, algo que era imposible para el.
No importaba cuánto lo molestaran, ni las palabras hirientes de sus padres, mientras la brillante sonrisa de Naruto fuera vista por sus ojos sucios, él estaría bien, debía de ser un delito ver a Naruto personas tan impuras como el azabache, pensaba tan enamorado y embelesado el Uchiha.
Había aprendido por lo menos a no llorar enfrente de sus agresores, y simplemente bajar su cabeza, hasta que ellos se cansaran.
Podía soportarlo, todo lo malo, mientras que Naruto estuviera ahí, enfrente suyo, más bien mientras podía verlo practicando en el club.
Pero había mentido, amaba tanto al rubio que jamás espero ser visto de una forma tan humillante que fue ese día donde sucedía lo mismo de siempre.
Un grupo de tarados acercándose a él, esperando divertirse un rato con el pobre Sasuke, pero ¿qué clase de gente enferma se divertía con el sufrimiento ajeno?
¿Como alguien puede lastimar a una persona tan hermosa y linda, como Sasuke?
Pero así era, la triste y cruda realidad de Sasuke.
Naruto fue testigo, cuando se acercó para lavar su cara llena de sudor en los bebedores cerca del club de la jardinería, la única cosa que separaba ambos clubs.
Sasuke jamás olvidaría los ojos de indiferencia de Naruto cuando se encontraron con los suyos llorosos, cuando aquel grupo de personas le estaban obligando a comer tierra.
Sasuke estaba bien mientras que la Naruto estuviera ahí, pero esta vez lamento que Naruto estuviera presente.
Dolía mucho más ver a Naruto alejarse cada vez más mientras el pequeño ojinegro rompía en llanto.
Mentiría que no rogaba ayuda del rubio, con la pequeña esperanza que el Namikaze fuese diferente a los demás y le diera una poca de la bondad que mostraba, entonces ¿Naruto es igual a todos?, el Uchiha se negaba a aceptar esa realidad.
Al día siguiente de esa vergonzosa escena, Sasuke no levantó su mirada por la pena que sentía y el rubio lo noto.
Claro que lo haría cuando el Uchiha no dejaba de seguirlo con esa penetrante mirada suya, le parecía tierno como creía que no se daba cuenta, cada vez que volteaba a verlo y sus miradas chocaban, le hacía sacar una sonrisa cuando el pequeño azabache bajaba su cabeza con las mejillas rojas. Aceptaba que quería estrujarlas y hacerlas más rojas.
Naruto se sentía una basura por no haber hecho nada, y dolía más la conciencia cuando el ojinegro se veía deprimido por eso, pero su reputación es primero, había sido muy difícil tenerla, y aún que su lado justo le estuviera reprimiendo, era mejor pasar desapercibido en esas cosas.
No quería que el chico estuviese así y por un impulso se dejó llevar.
"Oye... tú ", la voz ronca del ojiazul resonó en los adentro de Sasuke quien se preguntaba si era un producto de su imaginación, pero no era así, Naruto estaba enfrente suyo "¿Me podrías pasar la pelota?" Le preguntó, intentado ser gentil pero no podía, se sentía muy enfadado consigo mismo y su conciencia le gritaba lo mala persona que era y que debía alejarse, no merecía estar cerca del pequeño.
Sasuke no respondió, no por qué no quisiera, era por qué estaba tan nervioso que no podía articular palabra alguna. Solo se limitó a limpiar la pelota con tierra y entregarla sin verlo. Se veía muy bien en su ropa de deportes, pensaba el menor.
Se la entregó sin decir nada y juraba que rompía en llanto si su respiración era muy ruidosa y llegaba a incomodar a Naruto, pues el momento era muy silencioso, podrían jurar que escuchaban ambos el latir de su corazón.
Ambos solo eran conscientes de ellos y lo demás parecía no existir.
"¿Siempre estás aquí?" El sabía perfectamente la respuesta pero lo dijo en un intento inútil de que el azabache hablara "¿Tú cuidas de todas esas plantas?" Volvió a interrogar después de unos minutos en silencio de su comentario, las flores eran realmente bonitas y Sasuke se veía más precioso estando a lado de ellas, aunque el rubio lo negara.
Sasuke estaba insólito, era lo mejor que estaba pasando en su vida, para alguien como él, no podía ser posible, no se lo merecía, quería llorar y quedarse así todo el tiempo.
El Uchiha no estaba presente en ese momento y Naruto se tuvo que hincar al ver que el pequeño no le respondía.
"¿Me estás escuchando?" Cuestionó, había dicho muchas cosas pero el ojinegro se había quedado en silencio, divagando en su mente. Sasuke explotó, literalmente, su cara estaba roja a más no poder y el sudor pasaba por su frente, esto no podía pasar. Es demasiado, mucha emoción y felicidad para el pobre corazón de Sasuke.
"Me gustas" soltó esas 2 palabras en el silencio nupcial que se había formado entre ellos, sin pensarlo un poco realmente. Fue entonces que el Uchiha se dio cuenta y se arrepintió tanto, después claro, por qué aún no estaba pensado coherentemente ni le tomaba importancia a las consecuencias que pasaría después, por qué pasarían, por supuesto que sí "Yo... estoy enamorado de ti, desde siempre, Naruto eres perfecto, te admiro tanto" volvía a decir, dejándose llevar por sus impulsos, lo cuales se arrepentiría tanto.
Naruto hubiera sonreído gentilmente, después le daría una palmadita en su cabeza, lo abrazaría y se quedarían un rato así, eso era lo provocaba Sasuke en el, querer abrazarlo con fuera por culpa de la ternura que provocaba.
Pero las cosas no podían ser tan buenas, el grupo de chicos que solían molestar a Sasuke estaba atrás de ellos, sorprendidos de lo que acaba de pasar, habían escuchado todo o eso dedujo Naruto, por sus rostros de asombro.
Maldita estupidez de la juventud, ¿Por qué tenía que ser un estupido?
Oh Naruto, te vas a lamentar tanto de esto.
En ese incómodo silencio, Sasuke se había dado cuenta de su error muy tarde, cuando miro a Naruto en busca de una respuesta, pudo ver el desprecio que todos le mostraban siempre.
Era un asqueroso monstruo.
"Joder, que asqueroso eres, ya no puedo ser amable con personas como tú por qué creen que le estoy dando una oportunidad" hablo el rubio, meditando antes un poco de lo que iba hacer pero dejándose llevar por sus tontos impulsos. "Hazme un favor y deja de aparecer por aquí, que me da asco siempre estar vigilado por ti, cerdo pervertido" se levantó, yéndose de ahí, escuchando las carcajadas del aquel grupo, no quería voltear y ver el daño que había hecho, esperaba que un día ese chico de mirada dulce le perdonará.
Oh Naruto, ¿No eres consciente del daño que has causado? Uno permanente
Justo como el lo pidió, Sasuke jamás regresó, más bien, nunca regreso a la preparatoria.
Y Naruto se había dado cuenta por qué el arrepentimiento lo siguió toda la noche, espero verlo en el club, pero no lo vio, así fue, durante semanas hasta que se decidió por preguntar respecto a él. Y fue como supo que Sasuke no volvió ni siquiera a la preparatoria después de ese día.
Y desde el fondo de su corazón, Naruto se lamentaba de su error, pero tenía que soportar ese dolor y la conciencia culpando de los rumores que se habían formado, por qué a pesar de que Sasuke ya no estuviese ahí, seguían molestándolo y siendo la burla para todos.
Pobre del corazón roto y las esperanzas quebrantadas de Sasuke.
Pero el simplemente se enamoro, Sasuke no sabía que tenía que pasar por esto por sus sentimientos egoístas.