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La persona más importante por ami4alice

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Notas del capitulo:

Bueno aquí traígo un nuevo fic para todos ustedes...tengo meses escribiendolo, se supone que era un one, y termino teniendo más de 60 pág... jeje

Ya sabes, como siempre, KKM no me pertenece, si fuera así entonces Yuuri y Wolfram no sufrirían tanto <3

Sin más que decir disfruten el fic <3

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido.

Palabras sabías puestas en un dicho. Palabras que van de boca en boca y que los involucrados nunca logran comprenderlas. Una frase que hasta que no sucede no le toman en cuenta. Eso mismo fue lo que le paso al Maou de Shin Makoku. No entendió lo importante que era alguien hasta que este no se encontró a su lado, porque el rey es terco hasta la última célula de su cuerpo, y no aceptara jamás quién es la persona más importante para él. No lo aceptara por lo menos hasta que se vea en una situación en donde tendrá que darse cuenta de ese hecho. Que en realidad la persona más importante para él siempre se encontró a su lado.

.

.

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-¡Haz lo que quieras! –dejaba salir un enojado Wolfram mientras apretaba con fuerza sus puños a cada lado en su cintura.

-Vamos Wolfram, ya hemos hablado sobre esto todas las veces –comentaba en un suspiro Yuuri intentando calmar, de nuevo, la ira del contrario.

-Siempre hemos hablado de esto, ¡Siempre hemos hablados de esto! ¡Nunca hemos hablado sobre esto! –dijo el rubio subiendo el tono de voz en su histeria.

-Wolfram, no es necesario que levantes la voz… -dijo el moreno frunciendo el ceño.

-Si no lo hago tú nunca me prestaras atención –dijo entre dientes el rubio -. Ya he perdido la cuenta de cuantas veces terminas cambiando de tema.

-Bueno, eso es porque… -dijo desviando la mirada el moreno.

¿De qué iba toda esa discusión? Por supuesto de que trataba del compromiso de la pareja real. Ya habían pasado varios años desde aquella unión y Wolfram era una persona paciente, pero el estatus que ahora tenía en la mente del moreno era una que se negaba a aceptar. Mejores amigos. Así siempre llamaba a su relación el moreno, pero a veces había situaciones en donde el rubio dudaba sobre eso. Había ocasiones en donde no actuaban exactamente como mejores amigos, su trato era más íntimo, lo que hacía enojar al rubio.

Si eran amigos… ¿Por qué esos tratos especiales? Era algo que para la mente del rubio no calzaba. Los amigos tenían sus límites, y Wolfram iba a ponerlos, si iban a hacer amigos bien por él, iba a tomar su distancia para no hacer crecer el amor que sentía por Yuuri, pero este se negaba a dejar los límites claros. Cuando intento dejar de dormir juntos, el moreno se quejó, pero intento avanzar y lo detuvo. La vez que decidió que era mejor romper el compromiso… ¡También lo detuvo! Pero el moreno se negaba siempre a hablar sobre el tema. Cada vez era más confusa su relación y ese hecho era uno que molestaba grandemente al rubio.

-¿Eso es por qué? ¡¡Si no quieres estar conmigo simplemente se claro y termina con todo!! –grito el rubio con su irá en aumento.

-Vamos Wolfram, este no es un tema para hablar en este lugar… -dijo Conrad saliendo al rescate de su ahijado.

-¡Tú no vengas a entrometerte! –dijo entre dientes mirando de mala manera al castaño. Wolfram había superado su límite de paciencia.

-Wolfram no le hables de esa manera a Conrad –comento el moreno frunciendo de nuevo el ceño. Aquello solo aumento la ira del rubio.

-Si piensas de esa manera entonces quédate con tu maravilloso Conrad –en el tono de voz que estaba usando se notaba lo molesto que se encontraba.

Sin siquiera esperar una respuesta, ni una reacción por parte de los otros dos se giró en sí mismo para comenzar a caminar dejando a los otros dos. A los segundos de haber comenzado su caminata podía escuchar el llamado por parte del moreno, pero su enojo era tanto que no se molestó en detenerse, de esa manera llego a las escaleras, pero justo cuando colocaba el pie en el primer escalón para bajar escucho una voz diferente a la de Conrad y Yuuri.

-¡Cuidado excelencia! –una de las sirvientas grito provocando que Wolfram levantara su vista.

Su reacción no llego así que recibió el golpe por completo de aquel pequeño cajón que había caído de una de las ventanas donde se encontraba limpiando la sirvienta. Para agregar a su suerte termino cayendo por las escaleras por las que pensaba bajar, así que el golpe que recibió fue mayor. Los primeros en llegar fueron Yuuri y Conrad, viendo como la sangre comenzaba a correr por el piso. Por suerte el castaño se encontraba, pues el moreno entró en un mini shock que no le dejaba pensar con claridad, el mayor sin más indico que llamaran a Gisela rápido.

Sin hacerse esperar llevaron a Wolfram a la habitación en donde Gisela con ayuda de las sirvientas comenzaron a atender al rubio para chequear que no tuviera ningún problema. Mientras eso sucedía en los adentros de la habitación, afueran se encontraban todos los residentes de pacto de sangre impaciente por lo que podrían anunciarles cuando terminara el chequeo. Greta intentaba aguantarse las lágrimas y Cherry buscaba hacerla reír para que no comenzara a llorar. Gwendal suspiraba con pesadez mientras estaba ahí parado de brazos cruzados. Gunter solo se quejaba del asunto, indicando como siempre que posiblemente era culpa de Wolfram. Yuuri estaba parado al lado de Conrad en completo silencio.

-¿Majestad se encuentra bien? –pregunto el castaño un poco preocupado. Era extraño que el moreno estuviera tan callado.

-Sí, estoy bien –dijo sin mucho ánimo.

-Majestad… ¿Algo le preocupa? –pregunto el castaño dudoso.

-No… -iba a negar pero luego de un suspiro se resignó -. Conrad, quiero que seas sincero conmigo… ¿Tú crees que en algún momento me pueda gustar tu hermano? –pregunto con seriedad.

-¿Gustar? –soltó quedándose unos segundo en silencio pensativo -. Me pone en una difícil situación –comento después.

-Por favor Conrad, quiero que seas completamente sincero conmigo. Tú que me conoces desde que era un niño, ¿Crees que sea posible? –pregunto de nuevo el moreno.

-Bueno… -soltó con algo de duda el castaño -. Sinceramente no creo que suceda…

-Me lo imaginaba –soltó el moreno interrumpiendo al castaño. Antes de que el mayor pudiera agregar algo más Gisela salió finalmente de la habitación.

“Ahora, pero estoy completamente seguro que en un futuro, cuando usted acepte ese sentimiento que tiene será posible. Ya que… Yuuri, no te has dado cuenta de que ya te gusta Wolfram”  pensó Conrad en un suspiro. Palabras que no logro terminar de decir.

-¿Cómo esta Wolfram? –el primero en preguntar fue Gwendal.

-Él se encuentra perfectamente bien –dijo con una sonrisa Gisela -. Por suerte no le paso nada por la caída, tampoco tendrá un grave problema en la cabeza, lo único es… -comento con un suspiro.

-¿Qué sucede? –pregunto ahora Yuuri.

-Su excelencia se dio un fuerte golpe en la cabeza, así que lo más seguro es que no pueda recordar algunas cosas…

-¿Algunas cosas? ¿Cómo cuáles? –pregunto Greta uniendo sus manos.

-Bueno… eso es algo que estaba por averiguar –dijo antes de señalar que entraran en la habitación. Sin hacerse esperar todos siguieron a la mujer a los adentros de la habitación, en ella se encontraba la sirvienta terminando de recoger todo lo que habían usado -. Esta fuera de peligro, estaba esperando a que despertara.

-Entonces esta fuera de peligro, eso es algo bueno –comento Cherry con una sonrisa.

-Yo quisiera decir algo antes de que despierte –comento el moreno levantando la mano como si se encontrara en un salón de clases y estuviera pidiendo permiso para hablar.

-¿Qué sucede Majestad? –pregunto Gunter de inmediato.

-No sabemos cuánto olvidara Wolfram… -comento mirando a Gisela quien asintió con la cabeza -. Así que, les pediré a todos que si Wolfram olvida sobre el compromiso, nadie hablara sobre su existencia –dijo después en un suspiro.

-¿De qué está hablando? –comento Gwendal frunciendo el ceño -. ¿Acaso quiere que engañemos a Wolfram? –soltó después.

-Como siempre he dicho el compromiso se dio por una diferencia de culturas y sinceramente no creo que pueda enamorarme de Wolfram, por esa razón, ¿No creen que sería mejor que no lo recordara? De esa manera nos ahorraríamos muchas cosas. Por eso como Maou de Shin Makoku les ordeno no comentar sobre el compromiso si se da el caso de que Wolfram no lo recuerde. –indico con completa seriedad el moreno.

Todos se quedaron en completo silencio, más que una petición había sido una orden directa de su soberano, no podían rechazarla. Pero a pesar de ese hecho todos dudaban sobre el asunto, aunque el moreno había afirmado que no sentiría nada por el moreno, todos tenían sus sospechas sobre los sentimientos de su rey.

-¡Pero Majestad…! –soltó Cherry pero fue interrumpida cuando un sonido les indico que el rubio había despertado.

-Uhm… Me duele la cabeza –soltó Wolfram sentándose en la cama y con una mano en su cabeza donde ahora tenía una venda.

-Excelencia, tenga cuidado, se ha dado un fuerte golpe… -dijo Gisela acercándose al rubio. Este por su parte miró al frente unos instantes.

-¿Por qué estoy en esta habitación? –fue lo que pregunto llevando su vista a la mujer de pelo verde.

-¿Eh? –soltó la mujer llevando una mano a su mentón -. Excelencia… -Wolfram no la escucho pues llevo su vista por todos los presentes de la habitación centrándola en un moreno que tensó sus hombros cuando sintió la mirada del rubio.

-¿Quién es ese? –pregunto de nuevo.

-Wolfram él es el Maou –dijo Cherry de manera calmada.

-¿El Maou? –soltó un tanto dudoso llevando su vista a Gwendal.

-Es un excelente rey –fue lo que dijo cuando vio que el otro buscaba respuesta en él.

-Wolfram, me alegro que estés bien –dijo Greta tomando la mano del rubio, pero este de inmediato aparto la mano de la pequeña con brusquedad.

-Wolfram, actualmente estamos en buenos términos con los humanos… ella es Greta la hija de su Majestad –de inmediato salto Conrad para evitar un desastre.

-La hija… -dijo mirando a Greta quien le veía con sus ojos cristalinos -. Lamento eso princesa –dijo después haciendo una pequeña reverencia.

La sorpresa, fue la emoción que se mostró en el rostro de todos los presentes. Wolfram nunca se había referido a Greta de esa manera, después de todo según su lógica como era el prometido de Yuuri ella también era su hija, que la tratara de forma cortés hizo que todos se sorprendieran.

-Excelencia, ¿Qué es lo último que recuerda? –pregunto Gisela de inmediato.

-¿En la selección de Maou? –soltó con duda mirando a la mujer mayor.

-Lo que me temía –dijo Gisela en un suspiro -. Excelencia, ya han pasado varios años de eso –dijo de manera calmada.

Wolfram la miró uno minutos, como con sorpresa, aunque no dijo absolutamente nada. Desvió su mirada un instante a la nada, como procesando las palabra que le había dicho la chica minutos antes. Luego de un rato finalmente regreso su vista a los presente en la habitación.

-¿He olvidado algo importante que deba recordar? –pregunto con seriedad. Todos desviaron un momento su vista al moreno quien luego de un suspiro negó con la cabeza.

-Absolutamente nada –dijo sin inmutarse mirando fijamente al hombre en la cama.

-Bien –comento Wolfram en un suspiro ante de mover la sabana y colocar sus pies en el suelo.

-¡Excelencia espere! Se ha dado un fuerte golpe, es mejor que no se mueva todavía –dijo Gisela de inmediato.

-Está bien, entiendo eso –comento Wolfram -. Pero quiero ir a mi habitación. No me siento cómodo en esta habitación…

-No tienes que decir eso, puedes quedarte todo lo que quieras –dijo Yuuri.

-¿De quién es esta habitación? –pregunto y todos miraron al moreno -. Me niego a quedarme en su habitación Majestad –sentenció.

-No creo que sea tan ma…

-¡No! –soltó de manera alta provocando que Yuuri se tensara -. Yo soy simplemente un soldado en estos momentos, es descortés que me encuentre usando la habitación del Maou, además que eso afectaría a su reputación como la mía –dijo de manera firme.

-¿Y eso qué tiene que ver? –pregunto con duda el moreno.

-Majestad… -soltó Gunter para que le mirara -. Es mal visto que una persona ajena a usted se encuentre en su habitación. Ahora mismo todos estamos aquí adentro porque usted lo ha aprobado, pero nadie puede entrar aquí y menos dormir. Además de su hija o padres, alguien que no tiene relación con usted no puede estar aquí –dijo Gunter de manera seria.

-Si se queda aquí Wolfram será visto como un prostituto –dijo de manera baja Conrad.

-¡¿Eh?! –soltó en su impresión el moreno.

-¿Ya entendió? Por esa razón me retirare a descansar a mi habitación –dijo levantándose de la cama.

-Yo te acompañaré Wolfram –dijo Gwendal tomando el brazo de su hermano menor.

De esa manera Gwendal y Wolfram salieron de la habitación, quedando así en la habitación seis personas, Yuuri, Conrad, Cherry, Greta, Gunter y Gisela. Conrad suspiro levemente para mirar fijamente a su ahijado.

-Majestad, ¿Continuara con lo que antes menciono? –pregunto de manera seria.

-¿Eh? –dijo, había estado procesando la información pasada -. Ah… Sí, Wolfram no recuerda nada del compromiso, es lo mejor para ambos.

-Yuuri, ¿Ya Wolfram no será tu prometido? ¿No te casaras con Wolfram? –pregunto Greta tomándolo de la manga de su ropa.

-Es lo mejor –repitió en un suspiro.

Sin hacerse esperar, la noticia voló por todo pacto de sangre. En menos de dos horas ya todos sabían del rompimiento del compromiso del Maou. Por haber pasado por tantas bocas el asunto termino siendo completamente diferente a lo que originalmente debía, el Maou solo había indicado no comentar sobre el compromiso, pero termino como que el compromiso entre Wolfram y Yuuri había terminado.  Pero ese asunto no se pudo aclarar pues hablar sobre ello estaba enteramente prohibido, el que lo mencionara sería sancionado. Así pasaron un par de días en el castillo, días en los que Wolfram lo único que hizo fue descansar y aunque Yuuri quería ir a ver como estaba siempre era detenido por Conrad.

-De verdad que no entiendo, ¿Por qué no puedo ir a verlo? –preguntaba Yuuri con cierta molestia.

-Ya le he dicho los motivos Majestad –contestaba Conrad con una sonrisa.

-Sí, sí. Ese asunto sobre que ya no estamos relacionados… -dijo en un suspiro pasando una mano por su cabello negro.

-Es mal visto que el Maou visite a alguien en su habitación si no están relacionados –comento el castaño. Conrad jamás lo admitiría, pero eso quizás era una pequeña venganza que estaba realizando.

-Pero tú has ido a verlo –se quejó sin más el moreno.

-Majestad, recuerde que yo soy su hermano, puedo ir a visitarlo todo lo que desee –dijo con una sonrisa en su rostro.

-¡Eso…! -interrumpió su queja cuando pudo observar a la pequeña Greta, esta venía caminando en el sentido contrario a donde iban ellos con la cabeza baja -. ¿Greta? ¿Qué sucede? –pregunto cuando estuvo cerca. La pequeña levanto su mirada, tenía sus ojos cristalinos y mejillas sonrojadas.

-Yuuri –dijo en un sollozo ahogado -. Quiero ver a Wolfram –dijo después desviando la mirada.

-¿Eh? Pero tú puedes…

-No están relacionado –interrumpió Conrad al moreno. Yuuri le miró con enojo y gruñó levemente, el mayor solo se encogió de hombro.

-Greta… -dijo colocando una mano en su cabello.

-Yuuri, quiero ver a Wolfram, pero cada vez que voy a su habitación hace la misma pregunta… ¿Ya no soy la hija de Wolfram? –pregunto sintiendo que las lágrimas se le iban a escapar.

-Eso… -soltó el moreno sin saber que contestar.

-Greta –interrumpió Conrad produciendo que ambos le miraran -. Actualmente Wolfram no recuerda que eras su hija y no te verá como tal ya que actualmente eres la hija de su Majestad –señalo con una sonrisa -. ¿No crees que lo único que tienes que hacer es pedirle que sea tu padre?

-¿Qué? –soltó Yuuri de inmediato -. Pero eso…

-¿Puedo hacerlo? –pregunto Greta interrumpiendo a Yuuri.

-Puedes intentarlo –dijo con una sonrisa. Greta pasó su brazo por su rostro antes de tener una sonrisa en su rostro.

-¡Lo intentaré! –soltó con ánimo la pequeña princesa.

-¿Eso es posible? –pregunto Yuuri -. Greta, no creo que sea…

-¡No! –dijo de inmediato la princesa -. Yo quiero que Wolfram vuelva a ser mi padre. Si Yuuri no lo quiere, no significa que yo piense igual –dijo con seguridad y seriedad.

-Greta…

-Haré lo que esté a mi alcance para que Wolfram vuelva a ser mi padre y lo haré aun si Yuuri no está de acuerdo –sentenció la menor con severidad haciendo que el moreno se tensara. Sin decir más nada se giró para irse corriendo por el mismo camino que había llegado.

-¿Eso es posible? –pregunto el moreno mirando al mayor.

-Legalmente no podría ya que usted figura como su padre, pero estoy seguro que si es Greta lograra hacer que la trate de nuevo como antes, creo que eso sería suficiente para ella –comento antes de comenzar a caminar.

Yuuri sin darse cuenta se había quedado solo en el pasillo. Le llevo uno minutos darse cuenta, pero lo único que hizo fue soltar un leve suspiro antes de rascarse un poco la cabeza. Había hecho lo correcto al no mencionar lo del compromiso ¿cierto? La manera en que actuaban todos le hacía entender que quizás se había equivocado, aunque se negaba a aceptarlo. Soltó otro suspiro antes de comenzar a caminar por el pasillo con dirección a su despacho, antes de llegar a su destino se detuvo cuando escucho la voz de Wolfram y Cherry.

-Vamos Honey, Gisela dijo que debes descansar un poco más –dijo la mujer insistente.

-¡Pero me siento bien! –se quejó Wolfram -. ¡Estoy cansado de estar postrado en una cama! Esto no ayudara en nada a mi estatus de soldado. Si el capitán anda tirado en una cama, ¿Qué quedara de los demás? –soltó en un suspiro cruzándose de brazo.

-Pero Honey… -dijo la mujer en un suspiro -. Está bien, si Gwendal acepta que regreses al trabajo entonces no me quejare –comento después.

-Gracias madre –comento Wolfram con una sonrisa antes de girarse con dirección al despacho.

Wolfram detuvo su andar cuando se encontró de frente con el moreno que se encontraba parado justo enfrente del cruce que debía de tomar para llegar finalmente al despacho. Yuuri miró un instante al otro quien luego de detener su andar hizo una pequeña reverencia.

-Buenos días Majestad –comento en su reverencia Wolfram.

-Ah, sí, buenos días –dijo un tanto nervioso el moreno, aunque no entendió porque se sentía de esa manera. Tal vez se debía a la manera en que le llamaba el rubio -. Me alegra ver que te encuentras bien ahora.

-Sí. Muchas gracias por su preocupación Majestad –De nuevo le estaba llamando de esa manera, sentía como si le estuviesen pinchando con una aguja cada vez que se refería a él de esa forma.

-Puedes llamarme Yuuri –dijo con una pequeña sonrisa, Wolfram de inmediato negó con la cabeza.

-Eso sería grandemente descortés. Dirigirme de esa forma tan familiar no es correcto para un soldado –índico sin inmutarse.

-Pero…

-Lo lamento Majestad –dijo con una reverencia Wolfram -. Ahora mismo tengo algo que atender con mi hermano –término para luego de una última reverencia irse del lugar. Yuuri no le dio tiempo de reaccionar y lo único que le quedo fue observar la espalda del rubio.

Duro unos minutos antes de volver a moverse para finalmente llegar al despacho, que era su destino. Iba a abrir la puerta pero antes de que su mano tocara el pomo de la puerta esta fue abierta y así se encontró de nuevo con esos orbes verdes. Wolfram le miró un instante con sorpresa antes de poner un semblante serio en su rostro.

-Que sincronía –murmuro el rubio, pero llego a oídos del moreno.

Lo normal hubiese sido que Wolfram le regalara una sonrisa. Después de todo cada vez que se encontraban de esa manera (por lo menos antes de que el rubio perdiera su memoria), Wolfram le daba una sonrisa como gesto de torpeza y debía decir que pasaba muchas veces, tanto que el moreno se sentía raro cuando no sucedía. Una cosa que tenía la pareja real era una horrible sincronía para encontrarse. Y aunque el rubio no recordara nada su sincronía seguía siendo horriblemente buena. Sin agregar más nada Wolfram salió del despacho pasando por un lado del moreno.

¿Cuándo había sido la última vez que escucho a Wolfram llamarlo por su nombre? En un punto había pensado que era molesto escuchar al otro llamarlo así a cada rato por cualquier motivo, pero en ese momento, que no lo hacía sentía que había algo que le faltaba. Suspiro levemente antes de agitar su cabeza para sacar cualquier pensamiento negativo. Sin hacer más nada decidió terminar de entrar al despacho viendo como era Gwendal el único que se encontraba en el lugar.

-Buenas –dijo con una leve sonrisa.

-Al fin decide aparecer para el trabajo –comento Gwendal teniendo una corta risa de parte del otro como respuesta. Yuuri camino al escritorio para sentarse en la silla -. Este es el trabajo que tiene que realizar para hoy –dijo después.

-Bien, me pondré a trabajar –dijo con una leve sonrisa.

Sin agregarse más nada a la conversación Yuuri comenzó con su trabajo de firmar aquella montaña de documento, en un punto Gwendal se retiró del despacho por un asunto quedando completamente solo en la habitación el moreno. Este no lo notó mucho pues se centró en su trabajo de firmar. Así pasaron un par de horas, cuando se sintió cansado el moreno dejo la pluma en su lugar y se estiró un poco con algo de pereza.

-Wolfram vayamos a comer a… -inició pero se interrumpió cuando al llevar su vista al lugar que siempre se encontraba el rubio no había nadie -. ¿Qué cosas estoy diciendo? –se dijo a si mismo con una corta risa levantándose de la silla.

Yuuri no lo quiso aceptar en ese momento, pero él ya estaba acostumbrado a tener a su lado a Wolfram, siempre que se girara podía verlo a su lado regalándole una sonrisa. Siempre que iba a dormir podía verlo en una rara posición en la cama, siempre que iba a algún lado este le acompañaba, pero todo eso hace días que no las veía. Porque esas eran las consecuencias de la decisión que tomo antes de que supieran que el rubio había perdido los recuerdos de todos esos años.

Hubiese continuado con sus pensamientos, pero fueron interrumpido cuando vio algo por la ventana. Se había levantado, caminando a la ventana, de vez en cuando le gustaba hacer eso, lo que no aceptaría era que lo hacía pues desde ahí podía observar al rubio con su escuadra. Al estar ahí parado como todas las veces pudo observar al rubio, pero lo que estaba viendo no era algo de todos los días. Era demasiado evidente que la mayoría en la escuadra del rubio le trataba diferente.

Yuuri lo pudo reconocer de inmediato. Eran acciones de seducción, estaban coqueteando con el rubio, sin poder evitarlo frunció el ceño con molestia sobre aquel asunto, ¿Quiénes se creían para andar coqueteándole a Wolfram? Agitó su cabeza llevando una mano a desordenar su cabello. Estaba alterado por el cambio repentino de su rutina, era solo eso, pronto se acostumbraría a esa nueva rutina. Aun pensando de esa manera su cuerpo reacciono a aquello, cuando se vino a dar cuenta se encontraba en aquel lugar donde estaba la escuadra del rubio.

Eso no era lo único. No solo se encontraba en aquel lugar, sino que también se encontraba deteniendo lo que estaba pasando, sosteniendo con fuerza aquel brazo que intentaba tocar al rubio. Tenía el ceño fruncido y miraba de mala manera a aquel hombre que hace unos minutos buscaba romper el espacio entre él y Wolfram. Ambos hombres miraron con sorpresa al rey quien había llegado a interrumpir.

-¿Majestad? –soltó Wolfram de inmediato completamente confundido por aquello.

-Yo… -inició con tono enojado pero fue aligerando el tono cuando se fue percatando de lo que había hecho -. Esto es…

-Majestad, mi brazo duele –comento el hombre aquel que había intentado acercarse a Wolfram. Yuuri le soltó pero no sin mirarle de mala manera.

-¿Se le ofrece algo? –pregunto Wolfram mirándole fijamente.

-Ah... no, yo… -no sabía que decir en esos momentos.

-Si no es nada importante entonces regresaremos a nuestros entrenamiento –comento con un poco de duda sobre lo que había pasado, no entendía el comportamiento de su rey.

-¡Wolf…!

-¡Majestad! –Yuuri fue interrumpido por una voz femenina. El moreno se giró viendo a una mujer con ostentoso vestido.

-¿Eh? –soltó, no sabía quién era esa mujer.

-Ha llegado a mis tierras que ahora mismo se encuentra disponible, así que he venido a solicitar una audiencia matrimonial con usted –dijo aquella mujer de cabellera azul. Dio unos pasos para estar en el lugar donde estaba parado el moreno, Wolfram aprovecho ese momento para dar unos pasos lejos del moreno.

-¡¿Audiencia matrimonial?! –soltó en su sorpresa el moreno. Aunque no fue el único sorprendido.

-Sí, vayamos de inmediato a su despacho –dijo con firmeza la mujer.

-¿Eh? Eso es… ahora… -comentaba, pero la mujer le tomó del brazo y comenzó a arrastrarlo hacía el despacho.

Wolfram les observaba en silencio, pero no pudo evitar sorprenderse cuando escucho aquellas palabras, aunque su sorpresa no duro mucho en su rostro. Pero justo cuando vio a los otros marcharse, su cuerpo por reflejo reacciono dando un paso en la dirección de los otros dos, pero antes de hacerlo fue interrumpido por la voz de uno de sus soldados.

-Lord Bielefeld, ¿No vendrá a terminar de entrenar? –pregunto aquel hombre que antes el moreno había detenido.

-Ah… -soltó saliendo de su sorpresa -. Sí, por supuesto.

Sin agregar más nada camino junto a su escuadra para continuar con el entrenamiento. Por otra parte el moreno se encontraba siendo arrastrado por aquella mujer. No podía negar que era bonito, tenía cabello azul y largo, su tez era oscura, pero era la causa de que aquellos ojos verdes resaltaran en ese fino rostro. Aunque en vez de pensar en la mujer los orbes verdes le hicieron ver la imagen de Wolfram, agito su cabeza, dándose cuenta así que se encontraba en la puerta de su despacho.

-¿Majestad? –soltó Conrad quien venía junto a Gwendal.

-¿¡Lady Grewster!? –dijo con sorpresa Gwendal.

-¿Eh? –dijo ahora Yuuri sin entender como había terminado de esa manera.

-He venido a solicitar una audiencia matrimonial con el Maou –dijo sin duda Lady Grewster.

-Espera… ¡¿Matrimonio?! ¡Yo no quiero casarme! –soltó el Maou.

-Si quiere que su pueblo le tenga más respeto debe estar comprometido –dijo la chica de cabello azul.

-Eso no puede ser… ¿Cierto? –comento mirando a los otros dos hombres. Con aquellas palabras pareció que ambos hombres recordaron algo, pues sus expresiones le indicaron eso al moreno.

-Eso… creo que es cierto Majestad –señalo Conrad con una pequeña sonrisa.

-¡No puede ser! –soltó un poco alterado.

-Ves, le dije Majestad. Por esa razón he venido a ofrecerme para el puesto –dijo de nuevo la mujer con una amplia sonrisa.

-¡Eso es imposible! Como dije no pretendo casarme –comento con seguridad el moreno.

-¿Y eso por qué? –esa pregunta no se lo espero así que no pudo dar una respuesta -. Está bien, esperare a que esté preparado para darme una respuesta. Lo que si es que me quedaré aquí hasta obtener una respuesta –comento con una sonrisa antes de girarse y comenzar a caminar.

-¡Majestad! –de nuevo era llamado.

-¡¿Ahora qué?! –soltaba un tanto estresado el moreno.

-La noticia de que ahora se encuentra disponible ha llegado a todos los reinos, ahora ha llegado un montón de solicitudes para ser su esposa –decía entre sollozos Gunter.

-¿Eh? ¿Esto es una broma? –pregunto turnando su mirada entre los tres hombres.

-Majestad, como estaba comprometido con Wolfram no se daba cuenta de eso. Muchas personas buscan estar en el lugar de consorte real, ya sea por el dinero o por el poder que les da ese título. Nadie se ofrecía pues en ese lugar se encontraba Wolfram, pero ahora que no es así… -comento el castaño en un suspiro.

-Ahora es que empezara lo peor. Los nobles no habían roto con el compromiso a pesar de que usted estaba en contra por ese motivo –dijo Gwendal.

-¿Eh? ¿Es cierto? –dijo mirando a Gunter.

-Bueno, era más conveniente. Era mejor que fuera Lord mocoso que todos le conocemos a cualquier desconocido que quiera quitarle el poder –comento Gunter -. No lo rompimos porque era más fácil de esa manera…

-¿Y ahora me lo dicen? –se quejó el moreno.

-Majestad, todo esto estaba en el libro donde estaba las tradiciones y normas del país –indico Gunter.

-¡Ese enorme libro! ¡Por supuesto que no lo iba a leer! –soltó el moreno un tanto alterado -. ¿Qué otras cosas ahora tengo que soportar? –pregunto en un suspiro calmando sus nervios. Los tres hombres se miraron un instante.

-Majestad. Para que el puedo lo vea como un hombre responsable debe estar comprometido, de esa manera demostrara lo dedicado y responsable que es –indico Conrad.

-Así que debe elegir a alguien para comprometerse, también… deje de acercarse a mi hermano. Es mal visto ese tipo de actos, dejara mal parado a Wolfram –dijo ahora Gwendal.

-¿Eh? ¿Acaso no puedo ni siquiera hablar como amigos? –pregunto levemente ofendido.

-Majestad, no es que quiera proteger a Lord mocoso, pero si continúa con sus acciones el único que será mal visto será  él –comento ahora Gunter en un suspiro -. Lord mocoso es un soldado, nada más ni nada menos, uno que daría su vida para protegerlo, nada más nada menos.

-¿No puedo ser su amigo? –pregunto con duda.

-Majestad, no creo que Wolfram lo vea alguna vez de esa forma –indico Gwendal.

-Yuuri… -dijo Conrad -. En estos momento Wolfram no recuerda nada de todos estos años, para él no eras más que solo el Maou que debe proteger, en esta situación te tratara como lo hacía con Shinou –menciono Conrad en un suspiro.

-Como Shinou… -dijo de manera baja recordando la manera en que Wolfram trataba a Shinou -. ¡Eso es…!

-Majestad, Wolfram no lo ve como nada más que eso. Así que no le tratara como antes –comento en un suspiro Gwendal -. Así que por favor le pido que evite relacionarse con el más allá del trabajo.

-Eso es… -dijo Yuuri sin poder terminar la frase.

-Lo importante ahora es tratar el asunto del compromiso –indico Conrad de inmediato.

-Me haré cargo de todo eso, no permitiré que su Majestad sea engañado por cualquier persona. Le buscaré la persona más apta –índico Gunter con orgullo antes de irse.

-Yo iré a descansar, todo esto me ha causado un dolor de cabeza –señaló Gwendal para también irse.

Ahora enfrente de la puerta del despacho se encontraban solo Conrad y Yuuri, ambos en completo silencio. Yuuri soltó un largo suspiro antes de fijar su mirada en el mayor. Dudo unos minutos en lo que iba a decir, pero finalmente decidió hablar.

-¿Crees que me he equivocado en mi decisión? –pregunto.

-Eso es algo que debe darse cuenta usted mismo Majestad, pero… sea que se equivocó o no, ahora debe hacerse cargo de las consecuencias de su decisión –indico el castaño.

.

.

.

-Luego de conversar un rato… -dijo el moreno en un largo suspiro mientras se encontraba sentado en su escritorio -. Hemos concluido que aceptaremos su oferta Lady Grewster –finalizó en un nuevo suspiro.

-¡Ja! Sabía que aceptaría –dijo la mujer con orgullo.

-Entonces arreglaremos todos los papeles Lady Grewster…

-Por favor llámeme Lyli. A partir de ahora seré su prometida –comento con una sonrisa en su rostro acomodando su cabello azul.

Yuuri Shibuya no sabía si aquello que estaba haciendo era lo correcto, pero luego de ver todas las prometidas que le traía Gunter, aquella mujer parecía ser la mejor opción. Había sido su último recurso, aunque no significaba que estaba satisfecho con eso. No creía que esa mujer fuera mala, pero no le terminaba de agradar, era como si tuviera algo que no podía lograr aceptar. Y esa sensación la había tenido desde ese día que tuvo una corta conversación con la mujer.

Fue unos días antes de ese en que se encontraba firmando los papeles de compromiso con Lyli. Ya habían pasado dos días desde que la mujer se instaló en el castillo, y parecía que no se marcharía a menos que la respuesta fuera afirmativa, aunque no quería casarse ni comprometerse la determinación de la chica le recordó a alguien más, una persona que tenía nombre y apellido. Ese día se encontraba caminando de un lado a otro por el pasillo, si continuaba así iba a abrir una zanja.

¿Cuál era el motivo de su acción? Pues evidentemente era un hermoso rubio que no le recordaba. Estaba en aquel pasillo caminando en una dirección y regresando en ella, mientras se decidía por lo que iba a hacer. Tanto Gwendal como Conrad le habían prohibido acercarse a Wolfram, y este tampoco parecía querer relacionarse mucho con él, pero Yuuri no se sentía satisfecho. Ni aunque le dijeran mil veces que no podía hacerlo iban a ser suficiente para que Yuuri dejara de querer tener la misma relación con Wolfram… por supuesto la de mejores amigos.

Podía usar a Greta como excusa, pero no quería ser la clase de padre que usa a sus hijos para ganarse a los demás. Greta había logrado que Wolfram la tratara como antes, aunque aún había cierta distancia, pero la pequeña se había conformado por los momentos, ella buscaría todas las maneras para hacer recordar a Wolfram, aunque parecía imposible cada vez que lo intentaba. Greta se estaba esforzando, pero ¿Qué había hecho él? Absolutamente nada, y esta vez no se debía a que él no lo estaba intentando.

No sabía si era su imaginación o qué, pero sentía que tanto Conrad como Gwendal estaban siendo una piedra en su zapato. Cada vez que intentaba acercarse a Wolfram o tan siquiera hablar, aparecían los dos hombres para impedir que tan siquiera llegara a llamarle, parecía como si le tuvieran vigilado. ¿Era una clase de venganza? No quería pensar mucho en el asunto. Respiro hondo mientras detenía su acción.

-¿Es acaso una clase de nueva estrategia Majestad? –escuchó el moreno a lo que se giró para encontrarse con el rubio. Esos días había intentado acercarse y ahora que todavía no estaba en sus planes verlo se aparecía ante él.

-No, no, simplemente estoy pensando –comento Yuuri en un leve suspiro de alivio -. Aunque me sorprende que me hablaras –dijo después con una risa torpe.

-¿Eh? –soltó Wolfram antes de silenciarse unos minutos, tenía un punto. ¿Por qué le había hablado al Maou? -. Lo siento por eso, ahora me retirare…

-¡Espera! –dijo para tomarle del brazo -. No lo decía para que te marcharas, simplemente me vi sorprendido –comento.

-Pero eso es…

-Descortés, lo sé. Sé perfectamente que es descortés de tu parte hablar conmigo, pero… ¿Hay alguien aquí en estos momentos? –pregunto Yuuri aligerando el agarre al brazo ajeno. Wolfram llevo su vista a su alrededor unos minutos, tenía razón.

-Aunque no se encuentre nadie sigue siendo descortés –comento Wolfram, a diferencia de las otras vece Yuuri sintió que no le veía con el mismo semblante serio de las otras veces.

-Vamos, será solo por un momento… -comento intentando convencer al rubio, pero por su cara parecía que no era así -. Está bien, dejaré de insistir… -dijo después para soltar por completo el brazo de Wolfram y así girarse, pero antes de que terminara de dar su segundo paso era detenido.

Yuuri se giró cuando sintió que detenían su partida, para su sorpresa había sido Wolfram quien lo detuvo, sosteniéndolo de la manga de su ropa. El rubio se veía tan sorprendido como el moreno, pero con solo unos minutos observando esos orbes verdes fue suficiente para que Yuuri se girara solo un poco y fuera rompiendo con la poca distancia que había entre ellos.

-¡Majestad! –se escuchó a lo lejos.

“¡Cerca!” cruzo la mente del moreno cuando estuvo a escasos centímetros del contrario, quien solo le miraba sin decir ni hacer nada. Yuuri llevó una mano a su boca y se alejó un poco, notando que aún le tomaban del brazo. Yuuri se quedó mirando fijamente esa zona, pero Wolfram le veía fijamente, por lo menos los minutos que le llevo procesar todo lo que acababa de pasar. Sin hacerse esperar soltó con brusquedad al moreno mientras en su rostro se mostraba un color carmesí. Yuuri se le quedo viendo con una leve sorpresa, había pasado un tiempo desde que vio esa expresión.

-¡Yo…! –soltó el rubio, pero no llego a terminar esa frase.

Yuuri termino explotando. Habían pasado ya muchos días desde la última vez que había tenido a Wolfram tan cerca. Desde que se golpeó perdiendo la memoria el moreno no había tenido la oportunidad de hablar con el otro, no solo eso, no había sentido tan cerca al rubio desde hace mucho. Yuuri no lo aceptaría tan fácil, pero en esos momentos se sentía grandemente solo, ese hecho fue el que lo llevo a hacer lo siguiente.

Antes de que Wolfram terminara con su frase, Yuuri reacciono más rápido. Sin más tomo con ambas manos el rostro ajeno antes de atrapar aquellos labios que calló. Sin siquiera ninguno de los dos esperárselo Yuuri había besado por impulso a Wolfram. Pero mientras lo hacía el moreno sentía que no era suficiente, aquel beso no era suficiente para llenar todo el vacío que había sentido esos días. Para la gran sorpresa del moreno, el rubio no evito su beso, más que eso se encontraba correspondiendo al beso.

Se escuchaba a lo lejos una voz llamarle, pero en esos instantes el moreno no deseaba separarse del rubio todavía y no parecía ser el único en esos momentos. En un punto ambos comenzaron a dar pasos sin separar sus labios, llegando así a una puerta, de manera torpe y golpeando la puerta un par de veces, la mano del moreno logro llegar al pomo de la puerta para abrirla. La voz se escuchaba cada vez más cerca y sinceramente no quería tener que detenerse, así que luego de abrir la puerta terminaron tropezando, pues el rubio no estaba realmente pendiente de a dónde iban.

Para suerte luego de caer la puerta fue cerrada quedando en aquella habitación, lo malo fue que finalmente separaron sus labios, para dejar salir un quejido por la caída. Ambos se encontraron con su mirada y cuando procesaron la información al mismo tiempo desviaron la mirada evidentemente avergonzados. Uno no podía creer lo que había hecho y el otro no entendía el por qué lo había hecho, pero lo que más querían entender ambos, era el por qué de sus insistentes latidos.

-Creo que es mejor salir de aquí –comento el moreno separándose finalmente del rubio y levantándose del piso. No, aun no podía enfrentarse a ese sentimiento.

Pero como la vez anterior fue detenido de pronto volviendo a regresar al suelo. Soltó un quejido por el repentino golpe pero cuando abrió sus ojos logro encontrarse con los del contrario, que le miraban de manera molesta.

-Esto es malo, esto es malo –repitió insistente -. Aun así… ¡Vuelve a besarme!

Yuuri se vio sorprendido por aquellas palabras. Al principio en su cabeza creyó que el rubio no diría algo como eso, pero luego de unos minutos concluyó que en realidad el rubio siempre le había dicho con claridad qué es lo que quiere. Yuuri solo duró unos minutos en decidirse, ¿Cómo le iba a decir que no a aquella expresión? Aunque el moreno no lo aceptara, no podía negarse si le mostraba aquella expresión.

Como si sus cuerpos estuvieran sincronizados ambos terminaron por acabar la poca distancia que había entre ellos. Un nuevo beso fue iniciado, pero esta vez ambos lo iniciaron y por esa misma razón al mismo tiempo profundizaron el beso que estaban teniendo. En algún punto el moreno se encontraba sentado con una mano en la cintura ajena y la otra en la nuca del rubio. Por su parte el rubio tenía sus brazos por encima del hombro ajeno. Parecía que ninguno de los dos quería ser el que rompiera aquel beso.

Las manos de ambos se estaban dirigiendo a una zona de la que no podrían regresar tan fácil. Todo hubiese continuado sin ningún percance sino fuera porque de pronto escucharon un fuerte golpe en la puerta de aquella habitación donde se encontraban. Motivo por el que finalmente el beso fue roto entre ambos. Ambos miraron la puerta un momento antes de que finalmente se separaran en definitiva. El primero en levantarse fue el rubio quien miro en otra dirección avergonzado.

-Esto nunca sucedió –sus palabras fueron firmes, Yuuri no le quedo ni oportunidad de replicar cuando ya el contrario se encontraba cerrando la puerta de aquella habitación, quedando así el moreno completamente solo en la habitación.

Se llevó una mano a su boca antes de que su mente rebobinara lo que había pasado hace unos minutos. Sin poder controlarlo su rostro fue cubierto de un color tan rojo que podía pasarse por un tomate. Nunca se imaginó haciendo esa clase de cosas y aun así no se arrepentía de lo que había hecho, más que eso se encontraba deseoso por volver a probar aquellos labios. Irónico, estaba deseando besar los labios de alguien que se había negado a amar todos esos años.

Respiro hondo para sin más levantarse del suelo y así sacudirse un poco la ropa. ¿Qué haría ahora? Era la pregunta que tenía en su mente. Tenía que ver una manera de arreglar todo ese desastre que había hecho, pues finalmente se estaba dando cuenta de que su decisión había sido errónea. Creyó que lo había hecho para no seguir lastimando al rubio, pero al final el que termino más herido y solo fue él mismo. Abrió la puerta tras un suspiro para salir de la habitación.

-¿Estuvieron buenos tus minutos en el paraíso? –una voz que ya había escuchado llego a sus oídos.

-¡¿Lady Grewster?! –soltó en su sorpresa el moreno -. ¿Qué hace aquí?

-De guardia –dijo con una leve sonrisa antes de llevar sus brazos por detrás de la espalda e inclinarse un poco hacía adelante -. Entonces, ¿Disfruto su momento en el paraíso?

Yuuri la miró unos instantes sin entender lo que estaba hablando, la mujer capto que no le había entendido así que simplemente soltó un largo suspiro. Se volvió a colocar recta antes de dar un par de pasos.

-Majestad, debería aceptar un compromiso conmigo –dijo la chica sin dejar de sonreír.

-Ya he dicho que no…

-Quiere casarse… -interrumpió la peli azul -. Pero es la mejor opción… o ¿Prefiere casarse con alguien más? –pregunto ahora de manera seria, el moreno paso saliva cuando en su cabeza diviso a una persona en específico.

-Eso…

-Le diré esto –comento Lady Grewster -. Usted aceptara mi propuesta, pues si no lo hace tendrá consecuencias malas, y estoy seguro que usted no quiere casarse con alguien que no ama.

-¿Eh? –soltó sin entender las palabras de la chica.

-Para ser respetado aún más por el pueblo debe estar comprometido, eso dicen sus leyes, ya que ayuda a su imagen como rey. Sino está casado entonces estaría violando una de sus leyes, eso sería malo, pero… usted no aceptaría casarse con alguien que no conoce y más sabiendo que podía ser un usurpador de poder.

La mujer iba hablando mientras había comenzado a caminar, el moreno por reflejo termino siguiéndola en sus pasos. Aun con esa explicación no entendía cuál era el motivo de aquella mujer. ¿Qué era lo que estaba buscando realmente con todo aquello?

-Por esa razón le he propuesto comprometerse conmigo –finalizo la mujer deteniendo su andar y girándose a ver al moreno.

-Pero… tú misma lo has dicho, no quiero casarme con alguien que no amo y más con alguien que puede traer caos al reino… -comento con duda el moreno -. Por eso…

-No se preocupe, yo no le quitaré el reino ni traeré guerra –comento con completa seguridad Lady Grewster -. Lo que yo deseo hace años me ha quedado claro que no lo puedo tener.

-¿Eh? ¿Entonces que logras con todo esto? –pregunto el moreno ahora completamente confundido. ¿Qué era lo que quería aquella mujer delante de él? Era completamente desconocido a los ojos del moreno.

La mujer se giró sin quitar la sonrisa de sus labios, dándole la espalda al moreno -. La felicidad de la persona que más amo –murmuro de manea baja para volver a iniciar su andar.

El moreno se quedó ahí completamente confundido, no había logrado escuchar aquellas últimas palabras antes de que se quedara de nuevo solo en el pasillo. Duró unos minutos intentando analizar a aquella mujer con la que había hablado, era completamente extraña a los ojos del Maou, ¿Qué era lo que realmente quería lograr Lady Grewster? Solo esperaba que no buscara arruinar la relación entre él y Wolfram, si es que aún había una entre ellos.

Luego de eso el primero en verlo fue Gunter quien lo arrastro para que viera a todas las candidatas a consorte real que había seleccionado. Ninguna le daba buena espina, eran bonitas sí, pero ninguna se comparaba a Wolfram, y aquellos pensamientos eran los que provocaba el rechazo de la mayoría. Todas tenían excusas similares en su cabeza, esta es bonita, pero no como Wolfram, esta parece ser de buena familia, pero Wolfram es el hijo de la antigua Maou, todas las excusas terminaban con que la mejor opción era el rubio.

Y ese hecho causaba un caos en la cabeza del moreno. ¡Llevaba años negando el compromiso! Y ahí estaba, pensando que la mejor opción era Wolfram. Cada cierto tiempo suspiraba por el caos de su mente, tanto tiempo negándolo para terminar dándose cuenta que siempre había pensado que la mejor opción entre todos era Wolfram, por nada habían vuelto a estar comprometidos a pesar de que el rubio una vez lo había roto. Irónico, era bastante irónico y ese hecho era lo que tenía aún más estresado al moreno. Ahora tenía que remediar lo que había hecho, pero no lo iba a lograr si le impedían su progreso.

Así fue como finalmente termino decidiéndose por Lady Grewster. No entendía cuáles eran sus intenciones, pero como había dicho, el moreno no deseaba comprometerse con alguien que no amaba y que por sobre todas las cosas quisiera solo tener poder. Por esa razón para poder cubrir ese problema lo mejor era aceptar el trato de la mujer. Fue así como término en aquel despacho junto a aquella extraña mujer que en esos momentos era oficialmente su prometida.

Se levantó de su silla para ir a la ventana, como todas las veces. Y de nuevo como la vez pasada podía ver a las personas acercarse al rubio para seducirlo, eran evidentes cuales eran sus motivos o quizás los notaba porque él quería hacer lo mismo. Chasqueó un momento para llevar un dedo a su boca mientras miraba con enojo aquella vista que tenía desde la ventana. Si por el fuera ya hubiese salido a detener aquel acto de circo, pero ya había recibido una reprimenda por parte de los hermanos del rubio por la vez pasada, tampoco quería comportarse como un mocoso que necesita ser regañado constantemente para entender.

-¿Celoso? –la voz de Lyli llego a sus oídos a lo que se giró para encontrarse que estaba a su lado viendo también por la ventana.

-Eso es…

-¿Imposible? –le interrumpió la mujer con una corta risa -. Majes… no, Yuuri ¿No te han dicho que eres un libro abierto? –pregunto acomodando un poco su cabello azul.

-¿Eh? No que recuerde –comento sin entender la pregunta.

-Bien –dijo uniendo sus manos en un aplauso -. Ahora que estamos solos podemos iniciar nuestro plan –comento después Lyli, a lo que Yuuri miro al despacho notando que ya no estaban los mayores.

-¿En qué momento? –soltó con sorpresa.

-En el momento que te morías de celos mirando eso –comento en respuesta Lyli señalando a la ventana. El moreno chasqueó por reflejo.

-No me lo recuerdes –comento en su molestia.

-Bien, como dije antes, comencemos con nuestro plan “conquistando de nuevo a Wolfram” –dijo la mujer con una risa.

-Conquis… ¡¿Qué?! –soltó el moreno cuando entendió aquellas palabras -. ¿De qué estás hablando?

-Eso mismo que he dicho –indico Lyli -. Iniciaremos el plan “conquistando de nuevo a Wolfram.” Yuuri es más que evidente que te has dado cuenta de tus sentimientos ¿O me equivoco? –dijo Lyli teniendo como respuesta un ligero sonrojo de parte del moreno -. Por eso es que iniciaremos ese plan.

-Pero…  -dijo con duda el moreno -. ¿Qué ganas tú con todo esto?

-¿Qué gano? ¡Por supuesto que hacer feliz a la persona que me gusta! –dijo con una sonrisa.

-La persona que te gusta… -soltó de manera baja el moreno, solo le llevo unos minutos procesar toda la información que hasta esos momentos tenía el Maou -. Espera… ¡¿Wolfram?! –soltó sin querer creerlo, la risa que le dio la chica fue la respuesta.

-Yuuri, Yuuri. ¿Ahora es qué te das cuenta? Con razón él te llamaba enclenque –dijo en un suspiro.

-Pero si te gusta Wolfram, ¿Por qué ayudarme? ¿No sería tu oportunidad de ir tras de él? –pregunto el moreno, no entendía el comportamiento de aquella chica.

-¡Eso es! –dijo la mujer señalando el moreno -. Ahora mismo que tu compromiso con Wolfram se ha roto es la oportunidad de muchos para cortejarlo. Yuuri, ¿Creías que todos irían detrás de ti cuando rompieran el compromiso? Si es así, estas muy equivocado. Tras el que realmente van es Wolfram.

-¡¿Qué?! –volvió a soltar sorprendido el moreno.

-Todo este tiempo tras el que realmente han ido es Wolfram, ¿No te habías dado cuenta? –pregunto la mujer incrédula.

-Eso es… -comento mientras recordaba todos los eventos pasados -. Entonces, la cena con Lady Masrkister…

-Ella quería que Wolfram fuera a su casa, obvio.

-La fiesta de Lord Kiuker… -decía el moreno mientras su piel se volvía cada vez más pálida.

-Ah, él había deseado a Wolfram desde hace mucho, seguro solos los invito para poder hablar con Wolfram y presumirle sus recintos.

Yuuri llevo ambas manos a su cabeza luego de escuchar aquellas palabras. No lo podía creer, aunque si rememoraba un poco podía notar lo que estaba hablando Lyli. Todo este tiempo fue engañado, no solo esos eventos que menciono eran los únicos, había varios que cruzaron su mente y le dejaron en evidencia la verdad. ¡Todas las veces que se habían acercado a él era solo para provocar a Wolfram!

-No lo puedo creer… -soltó con una voz ahogada.

-Pues es así. Todo este tiempo se acercaron a ti para llamar la atención de Wolfram. Es esa rara sensación de que si no puedes amarlos entonces por lo menos buscaran su odio, para que así nunca los olvide –dijo Lyli de manera tranquila.

-Todo este tiempo creí que todos esos eventos se debían a que me veían a mí… ¡Y fue una gran mentira! ¡Todo este tiempo estuvieron detrás de Wolfram! –soltó de manera histérica el moreno.

-¿De verdad nunca se preguntó por qué no dejaban ir solo a Wolfram a las fiestas? –dijo dudosa la mujer de pelo azul.

-No dejarlo ir solo… -dijo mientras buscaba en sus recuerdos -. ¡Es cierto! Si yo no iba a la fiesta normalmente iba Conrad o Gwendal, siempre que Wolfram se ofrecía ellos se negaban rotundamente…

-Eso se debe a que la última fiesta a la que fue termino por incendiar toda la casa, casi con todos dentro porque un Lord se sobrepasó con él.

-¿Eh? Espera… -dijo el moreno con una pausa -. ¿Wolfram hizo eso? –pregunto, aunque no por lo que debería en realidad.

-Oh, sí. Fue todo un caos, desde ese día le prohibieron ir a las fiestas –comento la mujer de manera calmada.

-Pero además de insultarme por ser un mal rey Wolfram no hizo más nada… -murmuro el moreno pensativo.

-¡Exacto! –soltó la mujer señalando al moreno -. Eso es porque Yuuri es especial.

-¿Eh? ¡¿Especial?! –soltó sin creérselo.

-Sí. Por lo menos para Wolfram, porque para todos los demás no eres nada más que alguien muy simple –comento la chica a lo que el moreno levanto una ceja. ¿Acaso lo estaba insultando o alabando?

-Sí. Sí, discúlpame por ser alguien simple –dijo en un suspiro.

-Aunque te diga simple eso es una de las cosas que le gustan a Wolfram, además que fuiste el único que logro atraparlo –comento pensativa Lyli.

-¿El único? –pregunto con duda el moreno.

-Sí. Hasta ahora Wolfram había sido una muralla impenetrable, en realidad nunca le ha mostrado a nadie las expresiones que muestra cuando está contigo –comento la chica para agacharse, en algún punto el moreno había terminado arrodillado en el piso -. Todos habían estado detrás de él por ese comportamiento caprichoso y orgullos que tenía. Pero más gente se unió a la partida cuando tú apareciste.

-¿Qué? ¿Por qué cuando yo aparecí? –pregunto el moreno mirando fijamente a Lyli.

-Porque Wolfram se volvió más hermoso desde que se enamoró de ti –dijo Lyli con completa seriedad. En respuesta el moreno se sonrojo tanto que no podría ocultarlo ni con su brazo, Lyli rió ante eso -. Por esa razón daremos inicio al plan.

-Eres una mujer extraña –comento el moreno en un suspiro -, pero siento que puedo confiar en ti –comento después para sentarse mejor en el piso y afincar su codo en sus rodillas.

-Hay muchas maneras de amar Shibuya Yuuri –dijo la mujer con determinación -. Pero nunca debes olvidar lo que verdaderamente sientes por Wolfram, ahora, antes de iniciar te pregunto… ¿Qué es lo que sientes por Wolfram?

-¿Eh? –soltó el moreno pensativo, por eso recibió un golpe en la cabeza -. ¿Por qué ha sido eso? –chilló el moreno.

-¡Dudaste! Si dudas estamos perdidos. ¡¿Quieres que Wolfram se vaya con alguien más?! ¿¡Quieres que alguien más bese a Wolfram!? –pregunto la mujer con furia y pasión.

-¡Por supuesto que no! –dijo de inmediato el moreno -. No quiero que otras personas le toquen, tampoco quiero que alguien más lo bese. ¡Yo soy el único que puede hacerlo! –soltó el moreno igualmente con pasión.

-¡Entonces no olvides ese sentimiento! ¡Eso es amor! –dijo la mujer volviéndolo a apuntar con su dedo.

-¿Amor? –soltó el moreno quedándose unos minutos en silencio procesando la información. Lyli lo iba a volver a golpear pero se detuvo cuando logro ver la reacción del moreno. Su cara fue cubierta por un color rojo tan intenso que parecía como si le hubiese dado fiebre. No solo eso, su respiración pareció olvidar su ritmo normal pues comenzó a ir en un tiempo diferente.

-¿Ya te has dado cuenta? –pregunto la mujer con una ligera sonrisa. El moreno asintió a su pregunta.

-¡Es tan vergonzoso! –soltó cubriendo su rostro con las manos -. ¡¿Cómo podía decir ese tipo de cosas tan fácil?! –sin más se quejó el moreno.

-¿Eh?  –dijo sin entender la mujer -. ¿De qué estás hablando? –pregunto.

-¿Eh? Bueno, es que Wolfram siempre me decía como se sentía… -dijo igualmente confundido. No entendiendo la expresión de Lyli y menos la siguiente que mostró. El moreno de nuevo recibió un golpe en su cabeza.

-¡De verdad que eres un enclenque! –grito la mujer alterada -. ¡Todo este tiempo has tenido lo que muchos quisieran tener! –volvió a gritar levemente sonrojada y enojada.

-¿Eh? –dijo Yuuri para mirar la expresión que ahora mostraba Lyli.

-Todo este tiempo has tenido lo que muchos desean con desesperación… y tú estúpidamente decidiste dejarlo ir… -soltó la mujer aguantando un sollozo.

Yuuri por primera vez se sintió mal. No por provocar aquella expresión en el rostro de Lyli, sino porque sus palabras se clavaron en su corazón con fuerza. Ella tenía razón, todo este tiempo había tenido lo que muchos deseaban y él había tomado la decisión de dejarlo ir por voluntad propia, que idiota había sido en aquel momento, si pudiera se golpearía a sí mismo.

-Lo siento… -sabía que Lyli no era con la que debía disculparse, pero aun así lo hizo.

-Cuando lo recuperes será mejor que no lo vuelvas a dejar ir. Si lo haces vendré a patearte ese trasero que tienes –dijo la mujer con una corta risa, aun a pesar de todo no derramo ni una sola lágrima.

-Ja, ja. Lo haré –dijo con una sonrisa -. Es una promesa –comento para llevar su dedo meñique a Lyli, esta correspondió el gesto.

-Es una promesa –comento la mujer con una leve sonrisa. Sin más se levantó para sacudir su ropa -. Bien, entonces demos inicio al plan “conquistando de nuevo a Wolfram.”

Notas finales:

Yuuri, ¿Cuándo harás bien las cosas? 

Jeje, seguro que si disfruto sus minutos en el paraíso...jejejejeje

Esperen las otras partes de este fic <3 


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