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Kazoku por EvelynkVega

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Notas del fanfic:

Cabe aclarar que en ésta historia nunca hubo un "Teiko" (O tal vez si lo hubo, pero los personajes no estudiaron juntos, ni hubo el rollo de la Generación Milagrosa XD) aquí, ya con sus trabajos y todo, se unirán por la fuerza mística del Oha-Asa(?)

Notas del capitulo:

Recuerden, aquí no existe ninguna Generación Milagrosa.

Es mi primer fanfic, no me peguen ;-;

-¡Hey! ¡Niños! No corran por ahí-. Reprendía un peli castaño a el trío de niños que se encontraban descalzos corriendo a gran velocidad y ante el regaño de su maestro, frenaron y fruncieron el ceño haciendo un puchero.

-Kuroko-sensei, Hyuuga-sensei es malo-. Sollozó un niña aferrándose del delantal del primer mencionado a lo que Hyuuga quedó totalmente herido por sus palabras.

El hombre de cabellos celestes río suavemente y se agachó hasta quedar a la altura de la niña. -No lo hace con malas intenciones, si se caen se pueden lastimar y nadie quiere eso-. Habló con una sonrisa revolviendo los cabellos de la menor. Los niños solo lo miraron para luego sonreír y volver a jugar, pero ésta vez con cautela. 

-¿Cómo lo haces?-. Cuestionó Hyuuga derrotado.

-¿Hacer qué?-. El peli celeste se irguió para quedar a la altura del otro, aunque era más bajo por unos cuantos centímetros.

-Tener tanta paciencia con los niños-. Suspiró.

-Nada especial-. Y no mentía. Uno mayormente elige una profesión con la que esté satisfecho y ése era el caso de todos en aquella institución. Pero siempre es difícil mantener la calma cuando de niños se tratase, sin embargo, él era una excepción. Kuroko Tetsuya, entre tantas cosas, es conocido por su abundante paciencia, cariño y sobre todo su buen trato hacia los niños que, a pesar de ser un hombre, tenía una delicadeza que no era de éste mundo.

-Izuki-kun, ya es la hora de la salida-. Anunció la directora, Aida Riko, y al escucharla, todos los niños sin excepción alguna corrieron hacia ella para rodearla. 

Mientras que en muchos otros lugares el tener hombres trabajando en un jardín de infantes era muy raro, aquí era extraño que haya una mujer puesto que todos los maestros eran hombres.

El horario de salida siempre solía ser el más duro, ya que eran obligados a ver aquellas caras que estaban disconformes con esa situación, aunque no podían reclamar porque al ser un jardín nuevo, era el que más vacantes tenía. Sin mencionar que los padres jamás recibieron alguna queja por parte de sus hijos ¿Y cómo no? Si los maestros eran muy amables y atentos con ellos. Pero claro, siempre está el prejuicio y miedo a que sus hijos sean abusados, aunque actualmente sean casos que no solo se estaba dando en hombres, sino también en mujeres, lo que hace siempre más difícil la decisión de los padres a la hora de inscribir a su hijo en una institución.

Pero siempre existirán las excepciones.

-¿Y? ¿Cómo se ha portado esta reboltosa?-. Preguntó un tipo alto que pasaba fácilmente los 190 centímetros. Iba vestido con un traje de bomberos que consistía en una chaqueta de color negro y rayas paralelas horizontales amarillas, pantalón del mismo diseño acompañado por botas y guantes, además de un casco amarillo que siempre sostenía su mano izquierda. Posee una piel bronceada y un distinguido cabello color rojo oscuro al igual que sus ojos y cejas  que tenían una extraña forma. Claro que éstos detalles eran bien captados por el profesor quién está interesado en él desde hace poco más de un año.
Si, el profesor Kuroko Tetsuya es gay. Aunque ninguno de sus objetivos haya cedido y nunca haya tenido un romance serio, a Tetsuya sólo le interesaron los hombres desde que tiene memoria.

-Sayuri-chan es una niña muy buena, se porta excelente-. Respondió el hombre mirando a la niña que ya estaba en brazos de su padre. Sin lugar a dudas era el calco del bombero.

-Me alegro que así sea-. El pelirrojo que respondía al nombre de Kagami Taiga le dirigió una amplia sonrisa. -Anda hija, saluda al sensei.-

-¡Adiós Kuroko-tentei!-. Se despidió la Kagami menor junto con su padre.

El peliceleste hizo una leve reverencia y se volteó encontrándose con la mirada picarona de su compañero de trabajo.

-Es que se te nota a leguas, amigo-. Se burló su querido amigo Izuki Shun, que era el único que sabía aquel "secreto".

-Por favor no me molestes-. Pidió ya cansado de que este siempre lo molestara cada vez que veía al bombero.

-Tus erecciones al verlo creo que te es más molesto-.

Kuroko muerto de vergüenza se alejó de él. Eso no era cierto, bueno, quizás un poco, pero no era el punto. Era increíble que a sus 26 años siga lidiando con los comentarios sin filtros de su amigo, en algunos casos llegaba a ser muy molesto.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

-Aomine-kun ¿Estás libre hoy?-.

-¿Tetsu? No, pero en media hora tengo mi receso para almorzar. ¿Quieres que nos encontremos?-. Habló una voz grave al otro lado del teléfono.

-Si-.

-Bien, espérame en el Maji Burguer, como siempre-. Y colgó la llamada.  Aomine Daiki era el mejor amigo de Kuroko desde hace ya mucho tiempo y una de sus pocas personas de confianza. Con él solía pasar la mayor parte de su tiempo.

Minutos después de que Kuroko llegara al lugar citado, su amigo hizo su aparición. -Buenas Tetsu-. Saludó acomodándose en la silla que estaba frente al peli celeste.

-Buen trabajo Aomine-kun-. Saludó tomando un sorbo a su batido de vainilla.

-Si, de todas formas éstas últimas semanas han estado bastante tranquilas-.

-Eso es porque tú y Momoi-san están haciendo un buen trabajo-.

-Tal vez-. Aomine trabajaba de policía, mientras que Satsuki Momoi era criminalista, ambos, según Kuroko, hacían un gran equipo. Sin embargo él siempre se andaba quejando de ella cuando tenía la oportunidad, y hoy no era la excepción, diciendo cosas como "Es muy cargosa" o "Se entromete demasiado". A Kuroko simplemente le daba gracia, porque a pesar de todo lo que decía, sabía que su amigo estimaba mucho a Momoi y pobre del que se meta con ella.

Pasaron un buen rato hablando de cosas triviales como en muchas otras ocasiones, Kuroko comenzó a recorrer con la vista aquel lugar de comida rápida. Allí habían varias familias que disfrutaban del bonito día y se preguntó si algún día el podría formar parte de esas clases de familia, pero rápidamente esa incógnita desapareció de su mente. Era algo imposible y lo sabía.

Al seguir observando a los niños que se divertían en juegos que ofrecía el establecimiento, la imagen de la pequeña Sayu tomó presencia en su cabeza y por lo tanto, la imagen de Kagami Taiga también.

-Oi, Tetsu-. Intentó llamar la atención de su amigo chasqueando sus dedos. -¿Qué pasa? Hace rato estás en la lela-.

-Oh, perdón. No es nada-. Dijo con indiferencia. A pesar de ser su mejor amigo, nunca le mencionó el tema del bombero, no sabía por qué... quizás nunca se dio el momento o quizás no era algo tan importante como para mencionarlo, pero lo cierto es que le gustaría saber su opinión al respecto. 

No sabía en qué momento fue engatusado por aquel pelirrojo, lo único que podía decir con certeza es que estaba decepcionado de él mismo por fijarse en una persona con familia formada y todo...

-Si tan solo todo fuera diferente...-. Susurró involuntariamente.

-¿Hum? ¿Dijiste algo?-. Preguntó el moreno a lo que el maestro negó, rojo como el pelo de su amado.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Notas finales:

Espero que te haya gustado este primer capítulo :3

Aún no entiendo bien esta plataforma, así que si la cago en la publicación, sorry u.u

Si gustas puedes dejar un review comentandome si te gustó o no, o decirme que debo corregir y esas cosas :3

 

Bye =w=


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