Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La mascota del rey por darkwinter

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es un one-shot, por lo que no habra continuacion,lo escribi con la idea de que fuera un final malo, donde Hao ganaba e Yoh sufria.

Era el duelo final, todo por evitar que Hao se saliera con la suya, a pesar de su cansancio todos seguían peleando sobre todo Yoh, el era la esperanza, todos creían en él, le daban ánimos desde el fondo de sus corazones, pero fue inútil, la maldad y sed de sangre de su enemigo Hao los supero e Yoh no pudo hacer nada para salvar a sus amigos de la muerte, vio como habían sido consumidos por el fuego hasta ser cenizas, los escucho gritar de agonía y el secretamente herido, con las fuerzas agotadas , intento desesperadamente salvarlos, siendo en vano, todos murieron quedando él y Anna.

-Corre….corre-por mucho que de digiera la joven no reaccionaba, esta paralizada por el horror de haber visto a los demás siendo carbonizados hasta la muerte.

-Tienes suerte de que aun sienta algún interés en ti, así que ¿no gustarías ser la esposa del rey shaman?- Hao se le acerco amenazante hasta estar a escasos centímetros de ella.

-Antes muerta-recupero la compostura, mirándolo desafiante.

-Es una pena, eras perfecta-Anna miro a su prometido sonriéndole antes de ser consumida por el fuego.

-¡NO!-en un arranque de ira, se dirigió a toda prisa contra su gemelo.

-¿Aun tienes fuerzas?-lo ataco sin mucho éxito siendo atrapado entre las garras del espíritu del fuego.

-¡¿QUE ESPERAS, MATAME?!-Grito con gran furia, su posesión había desaparecido, ya casi no tenía energía espiritual, estaba indefenso.

-No, tengo otros planes para ti- la malicia de su sonrisa, su mirada perversa le generaron escalofríos antes de caer inconsciente. Despertó en una habitación a penas iluminada, las paredes eran de ladrillo grisease, había una ventanilla con barrotes y una puerta de metal, el estaba encadenado contra la pared por grilletes, era inútil cuanto luchara no se liberaría, de pronto la puerta se abrió dejando pasar a Hao.

-Vaya hasta que despiertas, de todos modos, no te perdiste de mucho, ahora la aldea apache esta ardiendo y parece que tengo nuevos seguidores, que montón de hipócritas.

-¡LIBERAME!

-No lo creo, sabes tus amigos me hicieron enfadar mucho y aún sigo algo molesto, por lo que tu deberás pagar los platos rotos.

Recibió un certero puñetazo en la cara partiéndole un labio, después otro en el vientre sacándole el aire.

-Sabes mis secuaces también están molestos contigo, pero no te preocupes, el único que te puede hacer sufrir soy yo- lo volvió a golpear jalándolo del cabello forzándolo a mirarlo directo a los ojos, grande fue su sorpresa cuando Hao lo beso posesivamente hasta dejarlo sin aire.

-Eres mío ahora-soltó su cabello dedicándose a desvestirlo hasta dejarlo desnudo, la lujuria estaba plasmada en su cara, no sabía cómo debía reaccionar, solo sabia una cosa, ya no había esperanza alguna, solo desesperación y dolor. Desde ese día permanecía prisionero en esa habitación, había días que Hao iba a visitarlo para golpearlo y abusar del el hasta quedar satisfecho y otros que en los que no lo veía para nada, desconocía como era la situación en el exterior, varias parte de su cuerpo estaban llenas de moretones, chupetes y quemaduras, poco a poco se había vuelto sumiso, obedeciendo cualquier orden que le diera el pelilargo, sus ánimos lo habían abandonado, solo podía recordar aquellos días felices con sus amigos e imaginar pasando tiempo con ellos, divirtiendo, riendo, hermosos tiempos que solo podían existir en su mente, al principio contaba los días dejándolo de hacer con el transcurso del tiempo desconociendo ya cuanto lleva en cautiverio. Ese día parecía que estaba lloviendo en el exterior, tenia la vista perdida en la pared hasta que Hao entro a la habitación.

-Yoh ven-ordeno y sin pensarlo obedeció acercándosele, el pelilargo sonrió tomándolo de la barbilla besándolo, subiendo la profundidad hasta quedarse sin aliento, después lo empujo bruscamente tirándolo al piso para luego posicionarse sobre él.

-Te has portado bien hermanito, es por eso que al finalizar te tengo una sorpresa-se quitó el poncho arrojándolo por ahí, lo agarro del cabello volviéndolo a besar, repasaba con su lengua sus labios, mordiéndolos sin delicadeza, intricándola en su boca y jugueteando con la suya, para el pelicorto esto ya era de lo mas normal, solo le alegraba que no haya empezado a torturar como en otras ocasiones.

-Me encantas Yoh-para de besarlo centrándose en su cuello, besándolo para luego morderlo enterando sus dientes en la carne, lambiendo la sangre procediendo a sus pezones, mordiendo un y el otro estimulándolo con su mano, pellizcando hasta dejarlo rojo, el menor daba pequeños gemidos, teniendo uno que otro espasmo, había aprendido a sentir placer con el dolor, sentía su miembro alzándose, no paso desapercibido para el mayor que lo tomo entre su mano empezando a mastúrbalo, Yoh gemía cada vez más, inundado por el placer sentía que casi se venia hasta que Hao paro en seco.

-Vamos ruégame que continúe-se volvía posicionar a su altura viéndolo a los ojos.

-Sigue…por…favor.

-Ruega más.

-Por favor…..sigue…sigue por favor.

Satisfecho continuo hasta se vino en su mano, lamio aquel fluido blanco entre sus dedos sentándose, abriendo sus pantalones sacando su miembro.

-Tu turno-Yoh se acomodó de frente metiéndolo en su boca comenzando a chuparlo, moviendo su lengua y mordisqueando la punta.

-Lo….haces…tan bien-dijo sujetando la cabeza del menor hasta venirse soltándolo, volviéndolo a empujar abriéndolo de piernas penetrándolo de golpe, el pelicorto grito al sentir la repentina penetración, aun no se acostumbraba, Hao empezó a embestirlo cada vez mas fuerte y profundo, sus gemidos de dolor fueron cambiando por placer, disfrutándolo, sujetándolo de la espalda rasguñándolo. Finalizo viniéndose en la entrada de su hermano, llenándolo con su esencia, recostándose en el pecho del pelicorto descansando, por su parte Yoh también había quedado agotado, con su respiración irregular miraba a Hao recostado en su pecho pensando, algún día Hao se cansaría de el y lo mas seguro seria que lo mataría, por lo pronto es su juguete, el que complace sus deseos carnales, así que ese día parecía lejano o era lo que le gustaba pensar. El pelilargo se levantó abrochando su pantalón, tomo su poncho solo que no se lo puso si no que se lo dio a Yoh.

-Pontelo-obedecio levándose, acto seguido Hao le hizo una seña de que lo siguiera, no podía creer por primera vez iba a salir de esa habitación, temeroso lo siguió pasando al otro lado de la puerta siguiéndolo por un pasillo oscuro, subiendo unas escaleras, hasta por fin llegar a la superficie, quedo atónito, había pasado tanto tiempo desde la última vez que había sentido el aire libre, camino sintiendo el pasto entre sus dedos, se mordió el labio para asegurarse que no estuviera soñando.

-Sabia que te gustaría-dijo a sus espaldas caminando hasta quedar a su lado.

-No era bueno que permanecieras mas tiempo encerrado a parte ya no estarás en esa habitación ahora iras a otra que estará mejor-no sabia que decir solo lo veía con sumisión armándose de valor para preguntar.

-¿Te..vas a deshacer..de mi?-su hermano se extraño ante la pregunta, tuvo miedo de que se hubiera molestado y lo estuviera disimulando.

-No lo hare, eres mío, te quiero tener conmigo durante todo mi reinado-sus palabras habían sonado tan genuinas, acaricio su rostro con cariño haciendo que se sonrojara, por primera vez se estaba sintiendo animado, tal vez las cosas podrían ir bien.

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, hasta la proxima, bye.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).